Etiqueta: edad

  • ¿Es el fin de la edad de oro del petróleo?

    Julien Mivelle 
    (AFP)

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    La caída de los precios del petróleo debido a las consecuencias económicas de la pandemia de covid-19 obliga a las empresas a revisar el valor de sus activos, mientras muchos expertos se preguntan si la demanda de crudo no entró en un declive irreversible.

    El gigante petrolero Royal Dutch Shell acaba de devaluar masivamente el valor de sus activos -por ejemplo los campos petroleros en Norteamérica o en Brasil- debido al impacto del virus en la demanda, dos semanas después de que su rival BP tomara una medida similar. De esa forma decenas de miles de millones de dólares han sido virtualmente borrados de sus cuentas.
    La crisis sanitaria se tradujo por un hundimiento de la demanda de crudo debido a la ralentización de la actividad económica y en especial a la casi paralización del transporte aéreo.

    Para 2020, la Agencia Internacional de Energía (AIE) apuesta por una demanda en histórica caída de 8,1 millones de barriles diarios (mbd). Para 2021, anticipa una recuperación también inédita de 5,7 mbd, aunque la demanda seguiría por debajo del nivel de 2019, debido a las incertidumbres persistentes.

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    Ilustración: LÍDERES
  • Trabajo: ¿es la edad de oro un mito?

    Arturo Castillo

    El ser humano está condenado a trabajar. Literalmente. Sin embargo, es el propio trabajo lo que le humaniza, lo que da sentido a su existencia. La laboriosidad, que es una forma de estructurar el tiempo, es más que una virtud socialmente deseable; es, en realidad, una manera de salvarse a sí mismo del pánico de la nada.

    Durante la infancia, los seres humanos estructuran el tiempo con el juego, que no es otra cosa que una forma incipiente de trabajo. Lo lúdico, con su maravilloso estímulo anímico, implica también un hacer con el cuerpo, un hacer ‘oficios’, por decir de alguna manera.

    La escolarización, por otra parte, es la determinación social de que los niños necesitan estructurar su tiempo, tener una función específica en el mundo. Se les asignan tareas y responsabilidades, que están sujetas a medición.

    Los resultados, sin embargo, pueden arrojar datos preocupantes: el niño no trabaja con eficiencia, no cumple con las responsabilidades que se le asignan.

    Esa falta de interés resulta aún más inquietante cuando se trata de la adolescencia, la antesala de la adultez y de la adopción de roles sociales.

    La persona adulta, por su parte, se afirma en el mundo con el trabajo. La llamada ‘edad productiva’ no solo hace alusión a la capacidad del sujeto para generar recursos materiales, dinero, sino también al desarrollo de su potencial mental y espiritual, de su capacidad creativa.
    Dependerá de varios factores para que esa “edad productiva” sea satisfactoria, para que el individuo se sienta autorrealizado. En muchos casos, el trabajo ha estado plagada de dificultades, con períodos de desocupación e incertidumbre.

    El tránsito de la “edad productiva” a la “edad de oro”, casi al final de la vida laboral, debiera deparar a las personas experiencias gratas, enriquecedoras.

    Lastimosamente, el acortamiento de la vida productiva, con el estigma de la edad y la obsolescencia, deja pocas posibilidades para que los individuos disfruten su “edad de oro”.
    El pragmatismo empresarial, la falta de un sentido humanista del trabajo, hacen que quienes han servido largos años a la sociedad acaben relegados, insatisfechos.

    El crepúsculo de la existencia, la inevitable decadencia, son expresiones naturales, pero que en ningún caso imposibilitan para trabajar y producir, para compartir las riquezas de la experiencia. Hay personas que tienen los arrestos necesarios para seguir en la brega, para asumir retos.

    La historia da cuenta de individuos que a sus sesenta tuvieron un repunte, que experimentó una especie de renacimiento, dejando importantes legados en los más variados ámbitos.

    La “edad de oro” no es un mito, tampoco algo restringido a lo laboral, a la productividad; se trata, en realidad, de una etapa inherente al proceso vital humano. Puede manifestarse de manera impetuosa, súbita, con una recuperación del entusiasmo por vivir, por sacarle a cada día el ‘summum’, lo más precioso.

    Y si se expresa en el trabajo, la persona dejará gratos recuerdos, por su calidad humana y por su profesionalismo.

    Las empresas debieran sacarle el mayor provecho posible a la “edad de oro” de sus trabajadores, pues ellos constituyen la memoria de la organización. En muchos casos, son los poseedores del ‘know how’, que necesita ser recuperado y transferido. Debieran ser la élite formativa, debieran “vaciarse” de todo lo que saben.

    En realidad, nadie más que ellos está en capacidad de colaborar para la transición generacional, para inspirar a los jóvenes profesionales, que siempre necesitan de figuras representativas.

    Estadísticas del país

    En el 2015, en el Ecuador se contabilizaban más de 386 000 personas con edades comprendidas entre 65 y 69 años, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Además, se contaron 289 000 personas con edades que oscilaban entre 70 y 74 años.
    En el rango  de más de 75 años e INEC contabilizó el año pasado más de 432 00 personas.

    La edad de oro puede manifestarse con una recuperación del entusiasmo por vivir, por dar más. Foto: Ingimage
    La edad de oro puede manifestarse con una recuperación del entusiasmo por vivir, por dar más. Foto: Ingimage
  • A cualquier edad se colecciona muñecos

    Redacción Quito

    Para Elena Chiriboga es fácil recordar todos los nombres de los personajes y eventos de la WWE (World Wrestling Entertainment). Cuando un cliente entra a Ring Side, su tienda temática de lucha libre, se admira del conocimiento y de la asesoría que Chiriboga les brinda.

    El negocio lo inició hace 13 años, debido a que coleccionaba muñecos de lucha libre. Estos artículos los conseguía, bajo pedido, en EE.UU. y los vendía en su domicilio. Empezó con cinco unidades.

    Ahora tiene un local en el Centro Comercial Espiral (norte de Quito). Oferta DVD, camisetas, máscaras y productos relacionados con este entretenimiento.

    Cada figura cuesta entre USD 35 y 50. La mayoría de sus productos los importa de EE.UU. El precio varía de acuerdo con el tipo de luchador; si es un personaje clásico, el costo es más elevado. El valor sube además, según el número de accesorios con los que cuenta el muñeco.

    Cada mes, Ring Side factura cerca de USD 2 000. El año pasado, solo por la venta de figuras vendió 24 000, el doble que vendió en el 2010.

    Javier Montenegro, quiteño de 26 años de edad, es fanático de la lucha libre. Colecciona muñecos desde los 13 años. Actualmente tiene unos 70. Invierte cerca de USD 50 mensuales para ampliar su colección. “La autenticidad es importante para los coleccionistas. Nos podemos dar cuenta de eso por los detalles de cada muñeco”, dice Montenegro.

    En este mercado existen dos tipos de compradores: los aficionados momentáneos y los coleccionistas. Así lo sostiene Joseph Columbo, administrador de la tienda Rockys, en el Centro Comercial el Bosque (norte de Quito).

    Así, un muñeco de la serie Mazinger, con demanda por coleccionistas, puede costar USD 350. Estos artículos se importan desde Japón y tienen un certificado de autenticidad de la marca Bandai, fabricante de las figuras de series japonesas.

    Esta tienda importa mensualmente, desde EE.UU. y Japón, unas 210 unidades. Factura entre de USD 5 000 a 6 000, cada mes, en promedio.

    Columbo explica que el comprador de este tipo de figuras son niños y adultos del segmento socioeconómico medioalto. Los de menor edad prefieren los personajes de películas de moda. Y los clientes de 25 a 40 años buscan personajes clásicos, de series animadas o lucha libre.

    Otra tienda que ofrece estos productos es Video Box, en el Centro Comercial el Bosque (norte de Quito). Abrió sus puertas en 1999. Se especializa en figuras de películas, series de televisión y lucha libre.

    Daysi Chauca, asistente administrativa de Video Box, señala que este segmento de mercado experimentó un crecimiento en los últimos tres años por los eventos de lucha libre que llegaron al país.

    En abril pasado la tienda facturó USD 6 400 por la venta de muñecos. Por un total de 693 unidades.

  • La familia y la edad son aspectos que pesan

    En Ecuador, el 95% de las empresas son familiares. Así se señaló hace dos semanas en las mesas de análisis “Perfil de la empresa familiar ecuatoriana”, efectuado en la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), sede Quito.

    El dato condiciona que los ejecutivos, al menos los de las primeras generaciones de una compañía, serán hermanos, hijos, sobrinos… del fundador de la compañía.

    María José Bustamante, directora general de Aden Business School en Ecuador, comenta que esa empresa familiar es vertical, en principio. “Pero cuando asuma el hijo del fundador la tendencia es que la actividad se horizontalice. Es una tendencia que se ve en al región y en el mundo”.

    Otra visión es la da Wilson Mariño, catedrático de la UASB. Él considera que las empresas creadas hace 30 ó 40 años están cambiando de generación en sus puestos directivos, en empresas de distintos sectores. “Estos son más tecnológicos, la computación y las TIC ayudan mucho. Con este cambio generacional las empresas se vuelven más rápidas”.

    Según Mariño, los nuevos ejecutivos son agresivos en el sentido de buscar crecimiento local regional o internacional.

    Para Gabriel Robayo, director general de IDE Business School, los cambios se dan en compañías de distintos sectores. “Es indistinto”, afirma.

    No obstante, la renovación de los cuadros gerenciales será más lenta en la próxima década, según Arturo Condo, rector del Incae. Esto obedece a los efectos de las crisis del 2001 (burbuja tecnológica) y del 2008 (crack financiero mundial). “Ambas crisis prolongaron el tiempo de trabajo de los altos mandos. Pensaban jubilarse a los 60 años, pero ahora trabajarán unos cinco años más”.

    Testimonios que reflejan una nueva visión gerencial

    ‘La mentalidad ha evolucionado’
    Wilson Galarza
    Presidente ejecutivo de Autolasa, concesionaria de vehículos

    Tengo 37 años y hace 17 me involucré en el mundo automotriz. A mis 20 años mi padre me nombró vicepresidente de su firma y fue un gran reto. Sin embargo, dominar tres idiomas y los contactos generados, cuando estudiaba en EE.UU., fueron una ventaja para manejar los negocios con empresas extranjeras.

    Creo que el actual ejecutivo ecuatoriano debe estar preparado para cualquier tipo de situación. Además, debe saber aprovechar los recursos tecnológicos.

    Destaco que estos nuevos ejecutivos están más conscientes de sus capacidades y fortalezas; no temen emprender proyectos grandes. Esta mentalidad ha venido evolucionando a través de los años.

    ‘El ejecutivo ya no decide solo’
    Ulises Alvear
    Presidente de la Asociación de Casas de Valores del Ecuador

    Actualmente, las gerencias se están modernizando. Ya no existe esa persona cerrada que toma sola las decisiones. Las empresas modernas organizan estructuras corporativas que son responsables del manejo de la compañía.

    Existe un directorio compuesto por gente que asesora y supervisa las decisiones que toma el gerente. Antes, esa figura era la máxima instancia de la empresa y decidía, bajo su pensamiento, qué camino seguir. Pero ahora el Presidente Ejecutivo reporta sus actividades a sus directores y ellos lo supervisan y asesoran.

    Ese control ayuda a mediar los conflictos de intereses que puede haber dentro de los ejecutivos en las compañías.

    ‘Hay una gestión más horizontal’
    José Luis Laso
    Auditor y esecialista en tendencias para gerenciar

    Las gerencias tradicionales o verticales tienen demasiados niveles jerárquicos. Actualmente, en la tendencia horizontal, se eliminan algunas jefaturas y la comunicación se vuelve más fluida.

    Hoy, las empresas y los gerentes tienen claro que existen clientes internos y externos. Los externos tienen la calidad de un producto y el interno se contenta con el trato, retos y responsabilidades que los colaboradores puedan asumir.

    Dentro de la gerencia horizontal los líderes de cada área asumen compromisos dentro de la empresa. También facilitan las funciones de sus allegados y existe la posibilidad de formar líderes que tomarán la posta es su momento.

    ‘El nuevo reto es el conocimiento’
    Israel Bonnard
    Vicepresidente de Deporpas y Gerente de ventas de Bacpetrol

    Soy parte de las empresas de mi familia desde los 18 años. Hoy, a mis 22, soy vicepresidente de Deporpas, una firma dedicada a la importación de repuestos de vehículos. También soy gerente del área de ventas de Bacpetrol, comercializadora de suministros petroleros.

    Para mí, el nuevo ejecutivo ecuatoriano afronta nuevos retos. Debe conocer de temas que anteriormente ni siquiera tenían una denominación y que ahora son fundamentales, como el marketing.

    Esto es a su vez una gran ventaja, ya que permite a los nuevos empresarios dominar muchos temas. Así, se tiene una visión más amplia, que es muy necesaria en un mundo empresarial globalizado.

    ‘Es fundamental estar conectados’
    Alexandra Chancay
    Gerenta del área de Marketing de la  compañía Heladosa S.A.

    Soy gerenta de marketing de Heladosa S.A. desde hace un año. Creo que los nuevos ejecutivos ecuatorianos deben tener una tendencia a pensar estratégicamente y conocer al detalle su mercado meta.

    Un requisito fundamental es estar constantemente conectados. Hoy, la tecnología y globalización nos exigen a los ejecutivos estar al día de todas las tendencias, crecimientos y detrimentos; casos de éxito y fracaso, campañas y más.

    La mayor diferencia con la generación anterior es que estamos viviendo la era de la información; por lo tanto, debemos ser más cautelosos en cómo comunicamos, nos conectamos y nos relacionamos con nuestro entorno.