Etiqueta: educacion financiera

  • 52 semanas para obtener un capital

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Para quienes les cuesta ahorrar, quieren hacerlo y no saben cómo existe una alternativa: los planes semanales. Lo mejor de todo es que, de acuerdo con sus objetivos y posibilidades económicas, se puede guardar desde USD 1.

    Jorge Cadena, asesor financiero, explica que antes de aplicar estos planes siempre es necesario armar un presupuesto. ¿Por qué razón? Debido a que permitirá programar la cantidad de ingresos que se destinarán al ahorro, el tiempo para guardar el dinero, la finalidad, el monto meta y la metodología que se utilizará.

    Allí entran los planes semanales. Una alternativa es aquel plan de las 52 semanas: consiste en guardar USD 1 la primera semana. Luego el plan es aumentar un dólar cada semana (la segunda semana USD 2, la tercera, USD 3…).

    En la última semana del año la meta será ahorrar USD 52 y de este modo al final del año el monto ahorrado será de USD 1 378.

    Pamela Pino, CEO de Grow Business Consulting, explica que para hacer más ligera la carga de la persona es mejor que la primera semana del año se ahorre USD 52 y cada siete días reducir USD 1. La última semana de diciembre deberá guardar apenas USD 1, lo que tiene un sentido de recompensa, y logrará sumar los mismos 1 378.

    Tanto ella como Cadena consideran que es mejor guardar el dinero en productos bancarios que impidan que el cliente pueda sacar sus ahorros antes de tiempo.

    Pinos asegura que el sistema financiero apoya a los ciudadanos. “Existen entidades que cuentan con una plataforma en la que el cuentahabiente puede personalizar su plan semanal, dependiendo de su capacidad de ahorro”.

    En Produbanco se ofrece el programa Ahorra a tu gusto. Carolina Landin, gerenta de Sostenibilidad, indica que se trata de una herramienta digital a través de la cual las personas pueden guardar un monto fijo o incremental.

    Los clientes pueden decidir el monto y el plazo que se adapten a sus condiciones. Antes de tomar la decisión, los cuentahabientes pueden hacer pruebas a través de un simulador. “Buscamos ayudar a la gente a tener disciplina en sus finanzas personales”.

    En Ecuador, sin embargo, solo el 51% de la población está bancarizada. Es por esta razón que quienes no tienen una cuenta pueden aplicar los programas de ahorro semanal usando el método de los sobres o las botellas.

    Este consiste en que una vez hecho el presupuesto familiar o personal, se coloque en cualquiera de estos envases la cantidad que se va a destinar para cada uno de los gastos y para el ahorro. La persona que menos gana puede colocar USD 1 cada semana y al final del año obtener 52, que podrán usarse para una necesidad menor.

    Para Cadena, lo más recomendable -en especial para quienes apenas empiezan a ahorrar- es guardar un monto fijo cada semana. Esto permitirá ser ordenados.

    Una herramienta que ayuda a los ahorradores a tener control de su plan es “52 semanas”, disponible para Android e iOS.

    Carlos Ordóñez, coordinador académico de la carrera de Finanzas de la Universidad De Las Américas, señala que los programas de ahorro “hormiga” permiten formar una cultura financiera.

    No necesariamente se deben establecer planes de ahorro semanal para todo el año. Si la meta es algo específico, como irse de vacaciones, es posible organizar un programa con montos y tiempos determinados que permitan cumplir el objetivo trazado.

    Detalles

    Carolina Landin, gerenta de Sostenibilidad de Produbanco, señala que el ahorro no es lo que le sobra a la persona al mes. Una vez hecho el presupuesto, el ahorro es el primer rubro que debe quitar de sus ingresos para guardarlo.

    Para armar el presupuesto hay aplicaciones en Internet como Moneyhero. Permitirá que la persona conozca cuánto ahorrar cada semana, cuánto gastar cada día y organizarse para llegar a fin de mes.

    Los planes de ahorro cada siete días son una ayuda para quienes apenas han decidido cumplir una meta económica. Pueden ser montos desde USD 1. Foto: Freepik.com
    Los planes de ahorro cada siete días son una ayuda para quienes apenas han decidido cumplir una meta económica. Pueden ser montos desde USD 1. Foto: Freepik.com
  • Jorge Saza: ‘La educación financiera está ausente’

    Evelyn Tapia

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Jorge Saza, director económico de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) estuvo en Quito, durante el Congreso Latinoamericano de Sostenibilidad, Educación e Inclusión Financiera. El vocero considera que en las escuelas debe enseñarse educación financiera.

    ¿Cuáles son los principales retos que han identificado en la región para que la inclusión financiera sea mayor?

    En Felaban tenemos un informe de inclusión financiera presentado este año e identificamos tres retos. El primero está en los altos niveles de pobreza. Con este problema es difícil que una persona tenga incentivos para buscar un producto financiero. Otro tema es la alta informalidad económica, que es un común denominador en América Latina. La gente no tiene planillas, no paga impuestos, no paga seguridad social, no lleva contabilidad, esa informalidad laboral y empresarial es un problema, porque para acceder a un servicio financiero se necesita de cierta documentación básica. Y el reto más importante es la ausencia de educación financiera. El público desconoce conceptos básicos de ahorro, inversión, presupuesto, ingresos, qué es una deuda, cuándo hacerlo, etc.

    ¿Qué está haciendo la banca en América Latina para reducir estos obstáculos?

    Los bancos están haciendo capacitaciones, generan habilidades, elaboran material didáctico y tienen planes de orientación para el público. En 11 países, en el 2018, identificamos 118 programas impulsados por estas instituciones. En algunos países, como Ecuador, es obligación que las entidades financieras impulsen estos programas, pero más allá de la obligación, vemos que los bancos privados están haciendo su labor en lo que se refiere a la educación, pero hay factores que no están en sus manos para mejorar la inclusión. Por ejemplo, la reducción de pobreza no es algo que pueden hacer los bancos, eso es principalmente una labor de los Gobiernos. Un lugar es pobre porque no tiene acceso a la energía eléctrica ni agua potable, y ahí los bancos no tienen cómo solucionar eso.

    ¿Qué tanto ayudaría que la educación financiera se incluya como parte de las mallas curriculares en escuelas y colegios de la región?

    Hay países en donde están haciendo eso, ahí hay el interés del Gobierno, de los bancos y del sector educativo. Incluir este tema en las escuelas es una buena idea, porque la educación financiera es una habilidad para la vida. Cuando eres joven, lo ideal es aprender a ahorrar; cuando estás en edad media, cultivar habilidades que te permitan adquirir bienes durables, como automóvil o casa, y cuando se es mayor, es importante haber ahorrado para un retiro digno. En América Latina carecemos de esas habilidades que se pueden aprender. Espero que en los colegios y escuelas den conceptos básicos para alcanzar esas habilidades.

    ¿Qué evaluación hace Felaban del avance de la inclusión financiera en la región?

    En Felaban hacemos cada año un informe sobre el tema. La inclusión financiera la vemos como los puntos de acceso que tiene la gente. En ese aspecto, hemos mejorado bastante en la región. Si bien la oficina bancaria ya no se usa tanto como antes y las cifras muestran que el acceso en este canal no ha crecido tanto, hay otros canales que sí han crecido mucho. El número de cajeros electrónicos (ATM) también tiene menos dinamismo de crecimiento. Durante los últimos años su cobertura por cada 100 000 habitantes se mantiene estable en 49,3.

    ¿Cuál es el canal que más ha crecido en la banca?

    La estrella en crecimiento de acceso son los corresponsales no bancarios, es decir los locales como tiendas y farmacias de barrio que ofrecen servicios bancarios. América Latina hoy cuenta con cerca de 703 000 puntos de acceso brindados por estos mecanismos. El uso de herramientas digitales también ha tenido un importante desempeño, aunque las transacciones han bajado un poco este año, porque han sido épocas de bajo crecimiento económico en América Latina y si a la economía no le va bien, la gente gasta menos y hay menos crecimiento en transacciones.

    ¿Cómo evalúa el desarrollo de la banca digital en un contexto en el que la inclusión financiera aún es baja?

    La banca digital ha tenido un gran desempeño. Tenemos datos de que hace ocho años los canales digitales de la banca representaban el 1% del total de transacciones que se realizaban en América Latina, pero hoy son el 40%. Para mí, uno de los mejores ejemplos de inclusión financiera y banca digital es Uruguay. Ellos han dado pasos gigantes desde hace unos cuatro años en estos temas, pero lo han logrado porque se fijaron propósitos claros. Por ejemplo, se encargaron de que la gente, la mayoría, reciba sus pagos solo en cuentas bancarias y han buscado que el uso de tarjetas sea una cosa que tenga incentivos. Si una persona de otro país llega a Uruguay y decide pagar con tarjeta, los comercios identifican que la tarjeta no es de ese país y dan un incentivo en las compras y así logran que se use menos el efectivo.

    En Ecuador se implementó una herramienta de billetera móvil recientemente. ¿Esta es una tendencia que va por buen camino y crecimiento?

    Está ganando mucho espacio porque cada vez hay más acceso al uso de celular y la gente está más conectada a redes. Además de Bimo, de Ecuador, hay iniciativas similares en Perú, Argentina y México. Estas son herramientas para facilitar la vida y están muy bien, pero el problema es que todavía se necesitan autopistas digitales en muchos países, que las personas tengan un mayor acceso a banda ancha, a planes de datos.

    ¿Estas herramientas deberían ser de uso gratuito para incentivar su uso?

    Depende de la infraestructura que tenga el país para ese tema. Es difícil decir que sea gratis, porque alguien tiene que pagar la construcción de esas autopistas digitales y de comunicaciones que se requieren. La reposición de esas inversiones se dará en plazos medios y las recibirá el Gobierno, las empresas de telecomunicaciones, los bancos, que invierten en crear esas redes. Ojalá que en este tema se logren consensos razonables, porque si impones una cosa que no va con las realidades terminas matando el esquema.

    ¿Las tasas de interés que cobra la banca son una restricción para el acceso a crédito formal y, por ende, a la inclusión financiera?

    Las tasas dependen de las condiciones macroeconómicas. Si hay estabilidad, las tasas van a tomar buen rumbo. Es importante que exista mercado y competencia, esto ayuda a regular las tasas, porque los bancos se esfuerzan por ofrecer mejores opciones. Las tasas no pueden ser fruto de una imposición, eso es equivalente a que te obliguen a usar un vestido de una talla única para todos y eso no es amigable con el mercado.

    Hoja de vida

    Educación. Es economista por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

    Experiencia
    . Trabajó en la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), una entidad que se dedica a la investigación en temas de política económica y social. Fue parte la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria). Ha sido asesor en la Federación Colombiana de Compañías de Leasing.
    Actualmente es el director económico de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban).

    Docencia. Ocasionalmente ha sido profesor universitario y columnista de temas económicos y financieros en medios de comunicación de Colombia.

    Jorge Saza, director económico de la Federación Latinoamericana de Bancos. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Jorge Saza, director económico de la Federación Latinoamericana de Bancos. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Aprenda a cumplir sus metas de ahorro

    Redacción Quito

    Todas las personas tienen metas a la largo de su vida y para alcanzarlas se requieren métodos o sistemas en los que el orden, la constancia y la disciplina son fundamentales. Lo mismo ocurre con las metas de ahorro.

    Allí se pueden encontrar objetivos como unas vacaciones en familia, cambiar de vehículo, estudiar una maestría, comprar una vivienda, entre otras metas. Para cumplir los objetivos, los especialistas tienen varias recomendaciones, desde destinar un monto fijo, abrir una cuenta bancaria, disponer de una alcancía en el hogar, ahorrar en familia, etc.

    Gary Flor, experto en finanzas personales, señala que el primer paso es clarificar muy bien la meta que desean cumplir y los recursos necesarios para ello, “entendiendo que el ahorro no es la cantidad de dinero que le sobra al final del mes, sino la cantidad de dinero que debe ahorrar”.

    También es importante determinar un monto semanal o mensual, porque no es lo mismo comprar un auto, un electrodoméstico o irse de viaje, en palabras de Guillermo Granja, catedrático de la Universidad Ecotec.

    El siguiente paso que se recomienda es determinar la forma de conseguir los recursos. En este punto, las personas pueden acudir a sus ahorros personales, trabajar horas extras, obtener un crédito, buscar ingresos marginales.

    Según el monto es importante que guarde los fondos, de preferencia en una institución bancaria, en donde incluso puede ganar intereses, además de tener seguro el dinero, dice Flor. Este experto añade que un error que se comete es guardar el dinero en un sobre o en una alcancía en la casa, porque puede tener la tentación de usar el dinero para otros fines.

    En las instituciones financieras, las personas pueden solicitar un asesoramiento específico, de tal manera que la cuenta solo se pueda manejar con un fin determinado. En al país se encuentran distintos programas que promueven las metas de ahorro para temas muy puntuales, como la educación universitaria de los hijos, por mencionar un ejemplo.

    Otra sugerencia que hacen los especialistas es tener claro el total de los pagos mensuales que tiene una persona. Allí están los gastos en alimentación, educación, salud, vivienda, tarjetas de crédito y otros. “Al tener esos gastos claros y programados, viene el momento de ahorrar con un objetivo en mente”, dice Granja.

    ¿Qué es lo más difícil que enfrenta una persona a la hora de ahorrar? Para Flor, el mayor reto es la disciplina, por ello debe tener muy clara qué meta desea cumplir. El tema, añade este catedrático, pasa por una cultura de ahorro y no por la capacidad de ahorro.

    “Lamentablemente, el país no tiene una cultura de ahorro, además de que las personas no definen

    un plan de vida personal, en donde se reflejen sus metas individuales o de familia”.
    La diferencia entre necesidad y deseo es otro factor que se debe considerar. Si una persona tiene claro este punto tendrá mayor facilidad para evitar compras innecesarias y establecer prioridades. Para salir de la duda, el catedrático de la Universidad Ecotec invita a realizarse preguntas como. “¿Necesito un nuevo teléfono o solo es un impulso? ¿Vale la pena cambiar el auto que la familia compró hace tres años?”. Solo una vez que se tengan las respuestas se decide.

    La gente debe ser consciente de que se necesita ahorrar para un fin, así como es igual de necesario contar con un fondo de emergencia y con un presupuesto familiar bien cuadrado. “Cuando una persona tiene claridad respecto de sus ingresos mensuales y sus gastos fijos, puede calcular mejor su capacidad de ahorro, así tenga luego gastos variables durante el mes”, asegura el segmento en línea de educación financiera del banco español BBVA.

    El primer paso es clarificar muy bien la meta que desean cumplir y los recursos necesarios para ello. La disciplina es una virtud de gran ayuda.
    El primer paso es clarificar muy bien la meta que desean cumplir y los recursos necesarios para ello. La disciplina es una virtud de gran ayuda.
  • Construya un buen historial crediticio

    Redacción Quito

    (I)

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    “Pedí un préstamo, pero no me lo dieron porque estoy en la central de riesgos”. Si alguna vez escuchó o hizo esta aseveración, estaba en un error. Estar dentro de la central de riesgos, que ahora se llama registro de datos crediticios, no es una razón para que una entidad le niegue un crédito.

    Marco Rodríguez, asesor legal de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), explica que todos las personas que tienen una deuda en el sistema financiero nacional, ya sea que estén al día o atrasadas en los pagos de sus compromisos, constan en el registro que maneja la Superintendencia de Bancos y Seguros.

    La central de riesgos se creó en 1994 con la aprobación de la Ley General de Instituciones Financieras para funcionar como una instancia de recopilación de información de los créditos otorgados por bancos, cooperativas y mutualistas. Así, la Superintendencia podía supervisar indicadores como la morosidad de la cartera de las entidades.

    En el 2002, en el país comenzaron a operar burós de crédito privados. Estas empresas, además de recopilar información, igual que la central de riesgo, elaboran análisis con los datos que obtienen; con esto, las entidades financieras pueden conocer mejor los perfiles de los clientes.

    Además de estos estudios, los burós pueden elaborar modelos de aprobación de crédito, de acuerdo a lo que necesite la entidad que los contrata. De ahí que, añade Rodríguez, cuando una entidad no da un crédito es porque analizó la evaluación del buró.

    El crédito se otorga o se niega con base en la evaluación del historial que ha construido la persona desde que se endeudó por primera vez, explica Berta Romero, analista del programa de educación financiera Tus Finanzas. Añade que la revisión se hace mediante puntaje.

    Los burós no solo manejan información de los préstamos de entidades financieras, también prestan sus servicios a casas comerciales, de electrodomésticos, operadoras celulares, entre otros.

    Romero indica que el principal factor que se toma en cuenta para calificar a un cliente es su puntualidad en los pagos.

    Si la persona se atrasa constantemente o tiene deudas acumuladas en mora, su evaluación será deficiente y perderá la oportunidad de ser sujeto de crédito.

    Subsanar el historial no es un proceso sencillo.

    Juan Carlos Ruiz, jefe de marketing de Equifax, explica que por ley el buró de crédito registra las operaciones de los últimos 36 meses. No existe un proceso para borrar la información crediticia, pero se puede mejorar el puntaje cuando una persona empieza a pagar a tiempo, aclara.

    El primer paso para construir un buen historial es consultar el reporte de deudas para tener la certeza de las obligaciones. “Si hay inconsistencias se puede presentar un reclamo y por ley la institución financiera o comercial debe ofrecer una respuesta en el plazo de 15 días”, añade Ruiz.

    Una vez que se conocen todas las deudas se puede iniciar un plan de reestructuración haciendo la solicitud en cada entidad financiera o comercial.

    Otra recomendación que hace Ruiz es adquirir una deuda pequeña y empezar a pagarla puntualmente para que se registre una mejora en el cumplimiento de los pagos. “Es fundamental no caer en ofertas que prometen limpiar el historial, estas acciones son ilegales y fraudulentas”, acota.

    Todas las personas que tienen créditos están en el registro de datos crediticios, antes llamado central de riesgos. Esto no tiene que ver con su historial.
    Todas las personas que tienen créditos están en el registro de datos crediticios, antes llamado central de riesgos. Esto no tiene que ver con su historial. Foto: Ingimage