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  • Ximena Garzón: ‘La empatía y la formación permiten manejar a los equipos’

    Patricia González

    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    Cambiar una llanta o la batería de un carro, nunca fue un problema para Ximena Garzón. Su padre, Patricio, le enseñó desde joven ciertas habilidades de mecánica, plomería, electricidad –que históricamente la sociedad ha vinculado con los hombres–, para que nunca tuviese que depender de nadie.

    “Nos enseñó a ser seres humanos independientes”, recuerda Ximena, quien tiene una hermana menor. De su madre, Ximena Villalba, aprendió que es posible conjugar la vida profesional con el cuidado de los hijos.

    Esta mujer es Doctora en Medicina y Cirugía, por la Universidad Central del Ecuador. Tiene una maestría en Seguridad del Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales y un PhD en Salud Pública con concentración en Salud Ocupacional, por la Universidad del Sur de la Florida (EE.UU.).

    Se casó y fue madre muy joven, con 24 años. Considera que la mayor responsabilidad de una persona es “criar seres humanos felices”. Es por ello que durante la infancia de su único hijo procuró buscar trabajos que le permitieran pasar más tiempo con él. Luego, retomó con fuerza su desarrollo profesional.

    Durante 14 años laboró como médica del Hotel Quito. Fue Subdirectora de Docencia e Investigación del Hospital del IESS Quito Sur y, actualmente, es coordinadora de Docencia en el Hospital Carlos Andrade Marín, del IESS. Es docente de postgrado en la Universidad Central y en la Universidad de las Américas, en las cátedras de Epidemiología
    e Investigación.

    Discriminación

    “Ninguna mujer está libre de eso. Cuando me gradué del colegio, un par de amigos hombres me dijeron que no estudiara medicina, que me buscara algo más ‘light’, porque mi marido no me iba a dejar ejercer. En la universidad, terminé la carrera embarazada, y el Coordinador de Docencia del hospital donde hacía el internado no me podía ni ver por eso, me decía que me fuera y que regresara después de dos años. Fue una experiencia terrible. En el Hotel Quito, un hombre de alto cargo no me respetaba como médico por ser mujer. En el Hospital del IESS Quito Sur, otra mujer que era líder ejercía acoso psicológico únicamente sobre las tres mujeres que éramos subdirectoras, no sobre los hombres”.

    Equidad

    “Pese a que tenemos una cultura machista, sí hay oportunidades laborales para las mujeres. Si tienes una formación adecuada y demuestras tus capacidades, te dan oportunidades. A mí se me han abierto las puertas por lo que soy. En Ecuador no existen diferencias de pagos entre hombres y mujeres; en Estados Unidos, sí. No voy a negar que para una mujer ser médico es complicado. Por ejemplo, al estar embarazada o cuando se tienen niños pequeños y debes hacer turnos es muy duro”.

    Liderazgo

    “He visto muchas líderes mujeres, especialmente jóvenes, hay gente brillante en muy buenos cargos. Muchas veces nosotras mismas nos ponemos las barreras. Es cuestión de formación. A quienes nos criaron sin limitaciones de género hemos llegado a ser lo que hemos querido. El apoyo de una pareja es importante.

    Mi característica como líder es la empatía. Siempre he tratado a las personas como seres humanos, no como objetos. He manejado conflictos en grupos grandes, promocionado la empatía entre ellos. He tenido que ser estricta. Un hospital es un organismo, tiene que trabajar en conjunto; he tratado de que entiendan que todos somos iguales, y tenemos derechos y obligaciones”.

    Ser madre y el equilibrio

    “Nunca me compliqué mucho, tenía el modelo de mi mamá, de trabajar y cuidar de sus hijos. Mi hijo era responsable, nunca me dio problemas. Además, siempre he tenido el apoyo incondicional de mi marido, sin ese apoyo no hubiese llegado a donde estoy ahora. Cuando vivíamos en EE.UU., por mi doctorado, él continuó trabajando remotamente y además estaba dedicado a nuestro hijo, lo llevaba a sus entrenamientos de natación. Mientras, yo estudiaba de lunes a domingo.

    Yo tengo dos lemas. Uno es que soy súper disciplinada. Y el otro: “La constancia vence lo que la dicha no alcanza”. La mayoría no nace genio, es promedio. Pero, la diferencia entre una persona promedio y una promedio constante, es grande. Si uno se traza metas, no hay límites. Yo me paro a las 5:00 a hacer ejercicio, corro una hora y media todas las mañanas. En mi trabajo tengo un esquema. Y en la casa, compartimos tareas”.

    Ximena Garzón es médica cirujana, con un PhD en Salud Pública.
    Ximena Garzón es médica cirujana, con un PhD en Salud Pública. Foto: Cortesía
  • Fernanda Aldrette: ‘La empatía es muy importante para generar innovación’

    Patricia González

    (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    Fernanda Aldrette creció en una familia de cuatro hermanos, en la que era la mayor y única mujer. Recuerda que las responsabilidades en el hogar siempre se repartieron entre ella y su mamá.

    Estudió Salud y Bienestar en el Tecnológico de Monterrey. En México, país del que es oriunda, dirigió la fundación de Clínicas del Azúcar, donde promovió la promoción de la salud en comunidades de bajos recursos.

    En el 2016 se mudó a Quito, junto a su esposo, Jorge Jaramillo, un ecuatoriano a quien conoció mientras estudiaba en el TEC.

    Durante sus primeros meses en el país, realizó voluntariado en el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, en cuatro provincias del país. Luego lideró la incubadora de Impaqto durante un año, lo que le permitió estar en contacto con la esfera de emprendimiento en Ecuador.

    En agosto del 2018 se sumó al equipo de handytec, consultora de analítica de datos, para dirigir handytec Academy, empresa aliada que ofrece programas de capacitación en ciencia de datos, cultura analítica y temas técnicos.

    Barreras de género

    “Fui consciente de que existían ciertas barreras en mi etapa universitaria. El TEC tiene un nivel de exigencia fuerte y cuando quería estudiar en casa, mi mamá solo me pedía ayuda a mí para las labores de la casa y no a mis hermanos. Ahí empecé a poner límites.

    En el entorno profesional, lo sentí cuando entré al campo de la tecnología, porque es un mundo mayoritariamente masculino y a los hombres les gusta negociar entre ellos. Al no ser común que exista mujeres en esta área, dudan de tu credibilidad hasta que no les demuestres que sabes de lo que estás hablando”.

    Fortalezas femeninas

    “Hay que escuchar, entender la necesidad real que tiene el cliente o tu equipo, para ser mucho más efectivos. La empatía es muy importante para generar innovación. Si las mujeres utilizamos estas habilidad naturales podemos generar el doble de innovación en nuestros espacios laborales”.

    En emprendimiento

    “En Impaqto vi que las mujeres emprenden menos que los hombres. Uno de los motivos es que tendemos a ser menos competitivas que los hombres. Si nos ponen a escoger entre el trabajo y la familia, naturalmente escogemos el cuidado de la familia. Hay que ser conscientes de esto y buscar mecanismos para equilibrar la balanza, por ejemplo, buscando que el hombre sea más participativo en las labores del hogar. Otro tema es que los hombres tienen círculos sociales más amplios que las mujeres, esto fomenta que hagan más negocios. Hay que salir de nuestra zona de confort”.

    Equidad en la región

    “La realidad de Ecuador no es muy diferente a la de México. Somos bastante similares en América Latina. Todavía nos falta un camino por recorrer, pero también hemos avanzado bastante. Lo que creo que está pasando es que se está generando cierto odio entre hombres y mujeres, producto del feminismo más radical. Hay que llevar el discurso hacia la igualdad y no victimizarnos. Dentro del discurso feminista hay muchos puntos de vista y eso genera polémica. No tenemos un fundamento central del que parta el feminismo. Creo que hay que ponernos de acuerdo en qué estamos defendiendo. Todo se reduce a la violencia de género que genera odio. Pero realmente hay muchos temas sobre la mesa y hay que escoger cuáles son nuestras batallas para ir generando estos progresos. Se necesitan mujeres calificadas y preparadas para participar en espacios más formales de debate. Ahí es donde creo que realmente se logra un cambio en la cultura y el pensamiento de la gente, y de la forma en que creo que podemos incidir en la política pública si queremos lograr algún cambio de ley que nos favorezca más a nosotros desde el punto de vista de la igualdad”.

    Balance

    “Es un tema diferencial entre hombres y mujeres. Las mujeres sentimos más esa necesidad de balancear nuestras vidas. Si yo dejo de hacer ejercicio ya me siento mal. Tres veces a la semana practico yoga por mi cuenta, antes de venir al trabajo. Los fines de semana saco a pasear a mi perro y aprovecho para trotar. Me encanta el andinismo, todavía lo hago, pero no con tanta frecuencia. Es como mi meditación. Salir a la montaña, distraerme, conectarme con la naturaleza y simplemente poner la mente en blanco me ayuda a canalizar mucho mi energía. Para mí también es muy importante el tema de alimentarme bien».

    CV

    Licenciada en Salud y Bienestar, con especialización en Liderazgo para el Desarrollo Social. Tecnológico de Monterrey, 2014.

    Directora de la Fundación de Clínicas del Azúcar, en México.

    Voluntaria del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, en Ecuador.

    Coordinadora de programas de incubación y emprendimiento de Impaqto.

    Directora
    general de handytec Academy.

    Visión

    Fernanda Aldrette considera que independiente del género y campo profesional del que provenga una persona, siempre tendrá algo que aportar desde su perspectiva y experiencia.

    Fernanda Aldrette es gerenta general de handytec Academy, empresa que capacita al sector corporativo en ciencia de datos y cultura analítica. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Fernanda Aldrette es gerenta general de handytec Academy, empresa que capacita al sector corporativo en ciencia de datos y cultura analítica. Foto: Julio Estrella / LÍDERES