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  • La visión de tres empresarias empuja a la industria pesquera

    Xavier Montero

    Tres mujeres capitanean parte de la industria pesquera en el país. Se trata de Isabel Andrade, gerenta general de Tecopesca; Victoria Serrano, gerenta general de Seafman; y Mónica Maldonado, directora ejecutiva de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa). Las firmas y el gremio tienen su sede en Manta, Manabí.

    Este Semanario conversó con las ejecutivas para que comenten sobre su trayectoria, sus logros empresariales y el análisis de la incursión de la mujer en cargos gerenciales dentro de una industria que históricamente ha sido ocupada por la mano de obra masculina.

    Los ‘timones’ de sus empresas y la Cámara a las que representan apuntan hacia un mismo norte: el desarrollo económico del sector atunero a escala mundial.

    La estrategia para el posicionamiento de los productos pesqueros ecuatorianos se fundamenta en la validación del sector como una industria sustentable. Esto se considera un ‘plus’ frente a su principal competidor: el atún de Tailandia.

    Tecopesca y Seafman, bajo la dirección de Ceipa, son algunos de los principales actores de esta industria nacional que alcanzó los USD 719,8 millones por exportaciones en el 2011.

    La tecnificación de los procesos y el cumplimiento de normas de seguridad alimentaria son los ‘vientos’ con los que la industria pesquera navega hacia puertos y supermercados que principalmente están ubicados en EE.UU., países sudamericanos y naciones europeas.

    Andrade, Serrano y Maldonado, coinciden en la importancia de la industria pesquera para el Ecuador. Esto se mide en los réditos tributarios originados por las exportaciones y la subsecuente generación de plazas laborales.

    La Ceipa señala que 22 000 empleos directos y 88 000 indirectos se derivan de la actividad atunera que se concentra en esta ciudad costera. Más del 40% de aquellos cargos están ocupados por mujeres jóvenes que son madres solteras, jefas de hogar o son el principal sustento económico para sus familias.

    Dentro de las plantas procesadoras de productos pesqueros, las mujeres ocupan varios cargos que van desde la limpieza manual de las materias primas, la supervisión de procesos y cargos administrativos y del tipo gerencial.

    Las tres empresarias pesqueras concuerdan en que el posicionamiento laboral femenino en altos cargos es consecuente con la capacitación académica. Lea a continuación sus testimonios.

    Isabel Andrade /  TECOPESCA

    ‘El ingreso de las mujeres a los círculos empresariales de la industria pesquera ha sucedido de manera paulatina y constante; de forma casi natural.

    Desde los inicios de la industrialización de la pesca, en la década de 1990, los cargos administrativos que suponían un nuevo modelo empresarial fueron ocupados por mujeres. Poco a poco nos hemos dado espacio dentro de los cargos ejecutivos por la capacitación académica y la visión de mejora de procesos para llegar a más mercados. En general nos caracterizamos por ser visionarias.

    El negocio pesquero tiene una tradición masculina. Las faenas en el mar implican una mayor exigencia en condiciones laborales extremas. En muchos casos, los hombres se alejan de sus familias por más de seis meses para pescar hasta en el otro lado del océano Pacífico.

    Sin embargo, hemos aprovechado esas realidades en beneficio de nuestros negocios. La rentabilidad de la industria pesquera está en el valor agregado de nuestros productos que nos posicionan en el mercado.

    Nací en Manta y estudié Ingeniería de Empresas en la Universidad Tecnológica Equinoccial (Quito). Me gusta el diseño de procesos tanto administrativos, financieros y operativos. Hace 12 años inicié como asistente de Comercio Exterior en Tecopesca. Luego ascendí a la jefatura de este departamento. De allí a la asistencia de Presidencia, también me encargué de la Subgerencia y desde hace dos años me desempeño como Gerenta General.

    Tecopesca se dedica al procesamiento de hasta 200 toneladas diarias de productos pesqueros que se venden a Venezuela, España, Italia, EE.UU., entre otros países. Empleamos a 1 100 personas. En el 2011 se alcanzaron los USD 116 millones en exportaciones».

    Victoria Serrano / SEAFMAN

    ‘El principal reto que enfrentamos las mujeres al ingresar a esta industria son los paradigmas, el trato con la gente y el respeto que, en algunos casos, les cuesta mostrar a los demás por nuestro trabajo. Yo me desempeñaba como empresaria en EE.UU. y regresé a Ecuador hace 10 años para asumir la Gerencia General de la Sociedad Ecuatoriana de Alimentos y Frigoríficos Manta (Seafman).

    Nuestra firma se dedica a la producción y procesamiento de productos pesqueros en un volumen de 140 toneladas cúbicas de materia prima al día.

    La producción está dirigida principalmente a Europa y Latinoamérica. Bajo mi dirección y el trabajo conjunto de los 1 500 trabajadores con quienes contamos conseguimos abrir mercados en Brasil, Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Colombia.

    Del total de colaboradores, 900 son mujeres que laboran tanto en el área de procesamiento del atún, departamentos administrativos y gerenciales.

    Es necesario ser consecuentes con la realidad de nuestra sociedad. Existen muchas madres solteras que se ocupan, con el esfuerzo de los empresarios y empresarias que buscan el crecimiento de sus firmas.

    Mi jornada de labores en la oficina inicia a la 07:30 y casi nunca termina antes de las 19:30.

    La industria atunera de exportación involucra a varios sectores como el del transporte frigorífico, los aceites para conservas, los empaques, entre otras. De allí su complejidad para el manejo.

    Seafman alcanzó el año anterior USD 98 millones en exportaciones en el 2011″.

    Mónica Maldonado / CEIPA

    ‘Mi primera actividad laboral ligada a la industria pesquera la realicé en la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) en 1998. Allí me involucré con la asistencia técnica a esta industria.

    La meta en aquel entonces fue mejorar la competitividad de la industria con el asesoramiento necesario para la implementación de certificaciones de calidad.

    Los certificados de buenas prácticas sanitarias, las del tipo ISO y otras más lograron posicionar al atún ecuatoriano dentro del exigente mercado europeo.

    Luego de 11 años de trabajo llegué a la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa) en la cual actualmente me desempeño como Directora Ejecutiva. Este gremio agrupa a 11 firmas atuneras y siete empresas vinculadas a la cadena del valor del atún.

    Asumir la representación de este grupo de empresarios fue un reto. La mayoría de ellos son hombres con décadas de experiencia en los negocios, virtudes que enfoqué en el beneficio común con la suma de sus experiencias.

    El consenso se ha logrado con calidez y con datos certeros sobre las realidades de nuestros mercados.

    La visión es fundamental para nuestro giro de negocios. Siempre es necesario estar dos o tres pasos adelante de nuestros competidores. Los aciertos y las fallas cuestan mucho en este sector.

    En el 2011 el sector exportó más de 157 000 toneladas de atún, que generaron USD 719,8 millones en exportaciones para la industria atunera.

    Por tal motivo, desde el 2009 encabecé la creación del Código de conducta para la gestión responsable de la cadena de valor del atún ecuatoriano. El objetivo es ampliar el valor agregado de nuestro producto».



  • Un personaje ficticio empuja a la iniciativa

    Redacción Quito

    Un superhéroe amante de lo retro. Esa fue la idea que tuvieron Nathaly Jarrín, artista audiovisual, y Pablo Vallejo, diseñador gráfico publicitario. Con esa idea en sus mentes crearon la marca Mr. Auch, que adapta diseños de los años sesenta, setenta y ochenta a la moda actual.

    Mr. Auch, explican, es un personaje ficticio que comparte con los jóvenes de hoy, la facilidad de antes para vestirse. Según estos nuevos empresarios, la gente ahora luce para el resto y no para sí mismo. Por eso su propuesta abarca la combinación de colores, el concepto de menos es más y ropa casual cómoda.

    Gorros de sol y de lana para el invierno, zapatos, botas, camisetas, buzos y ‘hoodies’ (chompas) son parte de su iniciativa.

    Jarrín comenzó con diseños para zapatos y gorras con pintura manual hace cuatro años con acrílicos; al mismo tiempo conoció a su futuro socio de negocios y pareja. Ella planteó el nombre de Auch ya que era fácil de recordar y corto para promocionar.

    Entonces se juntaron para trabajar y establecer su negocio, lo que ahora es Mr. Auch. La idea comenzó a formarse en marzo del 2011 y arrancó oficialmente hace ocho meses con la creación de la página en Facebook, la que hasta el momento recepta 2 322 seguidores. Allí muestran sus diseños que van acompañados de animaciones.

    Estos emprendedores iniciaron con muy poco capital, como ellos lo mencionan. Cerca de USD 100 les sirvió para adquirir nuevas pinturas que utilizan en las botas y zapatos. Trabajan en su computadora en la casa, en los programas Adobe Illustrator y Photoshop. Posteriormente, con apoyo familiar y ahorros personales adquirieron una máquina de impresión valorada en USD 4 000.

    María Rosa Bonilla compró para sus sobrinos de 3 y 4 años chompas con capucha con diseños de Mr. Auch. Conoció a esta empresa a través de Internet, cree que sus propietarios son creativos y son cumplidos con los pedidos.

    Patricio Mantilla es jefe de Diseño Corporativo de Plasticaucho Industrial, fabricante de zapatos Venus. Este ejecutivo comenta que conoció a estos chicos en la red social Facebook, le gustó la originalidad y la frescura de sus diseños, por lo que a inicios de este año establecieron una relación comercial. “Hasta el momento han trabajo en 15 diseños para nuestra colección infantil que estará en el mercado en este nuevo semestre del año”.

    Mantilla asegura que antes de lanzar una colección al mercado la revisan durante un año. Los trabajos de Pablo y Nathaly se dirigen a niños de 4 y 8 años y adolescentes de 12 a 17 años.

    Ellos mantienen un contrato por pedido es decir cada diseño que trabajan fijan un precio. USD 120 fue lo acordado.

    Como artistas gráficos también han colaborado con proyectos independientes en empresas públicas y privadas. Están convencidos que esto suma experiencia para su negocio. A finales de este mes abrirán su tienda al norte de Quito.

  • El análisis del mercado empuja este negocio de frenos

    Redacción Quito

    La necesidad de mejorar su desempeño en las autopistas de carreras llevó a Medardo Toro, corredor ecuatoriano de rally, a importar repuestos automotrices para uso personal en 1999.

    Luego, junto a su esposa, Mercedes Flores optaron por montar un negocio de repuestos con sede en el sector del Aeropuerto, en el norte de Quito. Invirtieron alrededor de USD 20 000.

    Una década más tarde, su hijo Javier Toro, asumió la dirección del negocio y dio un giro; se enfocó en la importación de un solo producto: las pastillas de freno. Hoy, Flores & Toro es una firma que alcanzó el año anterior ventas por USD 930 000, un 55% más que en el 2009.

    Para Javier Toro, el mercado automotor ecuatoriano evoluciona constantemente y los servicios pre y posventa asumen el reto de mantenerse a la vanguardia dentro de las firmas automotrices a escala mundial. “Las pastillas de frenos son un pilar en la seguridad vial. Y la variedad del stock es fundamental en el negocio”.

    Este quiteño de 28 años atribuye el crecimiento de ventas de Flores & Toro a alianzas estratégicas con proveedores mexicanos, estadounidenses, colombianos y canadienses. El crecimiento se refleja en cifras: de vender unas 48 000 pastillas de freno en el 2009 subió a las 60 000 unidades, el año anterior.

    José Luis Granizo, gerente de Lubrifreno Granizo, explica que mantiene relaciones comerciales con Flores & Toro desde más de una década. En pastillas de frenos del modelo Nissan Sentra compra unos 50 pares al mes. Además, destaca el inventario que le ofrecen para nuevos modelos de vehículos.

    Toro tiene un método: investiga las ofertas de modelos de las concesionarias y casas comerciales. Luego analiza las características de los frenos con los que estos nuevos vehículos están equipados.

    “Analizo las importaciones de ese modelo de auto y determino en qué tiempo podrían llegar a necesitar un cambio de pastillas”, explica el emprendedor. Este joven añade que la clave para mantener una cartera de 900 clientes a escala nacional es manejar las estadísticas que obtiene de sus proyecciones del mercado.

    Flores & Toro obtuvo en este año la representación oficial para el país de la marca mexicana de pastillas Fritec, luego de formalizar sus importaciones en la Feria Automecánica 2008, realizada en ese año en México DF, a la que Toro asistió en búsqueda de socios.

    Franklin Brands, de la tienda automotriz Brands, con sede en Quevedo (Los Ríos), ofrece desde hace cinco años los productos de esta importadora. Al mes compra 250 juegos de pastillas, para automóviles y vehículos de carga.

    Su catálogo de productos se amplió en este mes para importar discos y frenos ‘bloque’ para transporte pesado.