Etiqueta: envases

  • La realidad aumentada llegó a sus envases

    Redacción Cuenca  (I)

    Relacionadas

    Lácteos San Antonio, que fabrica los productos de la marca Nutri, innovó sus envases e incursionó en la realidad aumentada, para mostrar la historia de más de 100 personajes vinculados con su cadena de producción.

    La empresa, que tiene su fábrica en el Parque Industrial -en el norte de Cuenca-, realiza la renovación completa del portafolio de productos en las líneas de leche, bebidas saborizadas, néctares, avenas, quesos, mantequilla y crema de leche. Es un proceso que lo inició hace dos años.

    Según el director Comercial de Lácteos San Antonio, Pablo Vélez, se realizó el cambio de imagen y envases y durante este mes se lanzaron los nuevos diseños para su línea de leches. “Se cambió hacia un estilo más moderno y que surgió de un proceso de co-creación con los consumidores”.

    Es decir, explica Vélez, no fue pensado por una agencia o un grupo de expertos, sino es un trabajo de varios meses en el que intervinieron e interactuaron diferentes clientes. Ellos explicaron qué es lo que quieren observar en aspectos como el color, los mensajes o la información del producto.

    Lácteos San Antonio, también, decidió apostar por la realidad aumentada, que ya se aplica a los envases de diferentes productos. Se trata de una experiencia interesante, señala Vélez, porque el envase cobra vida y, a través de este, se cuentan las historias de los pequeños ganaderos y otras personas, que forman parte de la cadena productiva de la firma.

    La idea, agrega el ejecutivo, es que el consumidor conozca de dónde proviene la materia prima. Además, la marca busca destacar el trabajo de los ecuatorianos porque sus ejecutivos consideran que en esta época de pandemia, crisis económica e incertidumbre, es conveniente mostrar historias positivas y buenas.

    Según él, no es difícil acceder a la realidad aumentada. Primero hay que descargar la aplicación PackStory en cualquier smartphone o tablet y está disponible para IOS y Android.

    Luego se debe escanear al personaje insignia de la marca, que es la vaca Toña. De esa forma se puede mirar un video de 30 segundos en realidad aumentada de la pequeña ganadera cañarense, Ana Chuqui. Además, hay más de 100 videos -sin realidad aumentada- con las historias de otros personajes de todo Ecuador.

    Vélez explica que los nuevos empaques conservan dos elementos fundamentales de la marca que son el logotipo y la vaca Toña. Mientras tanto, la renovación está relacionada con los colores que son más llamativos y que evocan modernidad y permiten al consumidor identificar fácilmente al producto en los puntos de venta. Además, solo quedaron los mensajes relevantes.

    Lácteos San Antonio invirtió USD 200 000 en la renovación de los envases, diseño e incorporación de la realidad aumentada. Además, en las sesiones de trabajo con los clientes, campañas de publicidad y de comunicación, en la cooperación, entre otros aspectos, señala Vélez.

    El mercado
    Las ventas. Según el director Comercial de Lácteos San Antonio, Pablo Vélez, el 2020 ha sido complicado para todos. “Nosotros, al estar en la categoría de alimentos, no hemos sufrido tanto. Pero al final del año, nuestro resultado no será el que esperábamos”. La facturación del 2020 se reducirá un 5% con respecto al 2019 y prevén crecer un 6% el 2021.

    La afectación.  Las líneas más afectadas son los productos en envases personales y los relacionados con las loncheras como las bebidas saborizadas, néctares, avenas, entre otros.

    15 000 proveedores, entre pequeños y medianos ganaderos de la Sierra centro y sur, tiene la firma.

    La fábrica y las bodegas de la compañía están instaladas en el Parque Industrial, en el norte de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    La fábrica y las bodegas de la compañía están instaladas en el Parque Industrial, en el norte de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Los ‘envases del futuro’ ante la crisis ambiental

    Agencia EFE

    (I)

    Relacionadas

    Los llamados ‘envases del futuro’, hechos a partir de materiales reciclados, se perfilan no solo como alternativa y solución, sino como el camino que se debe seguir para aliviar los niveles de contaminación de plásticos derivados de los modelos de producción masivos.

    “Los envases del futuro permiten tratar de revertir problemas como las emisiones contaminantes y el uso desmedido de recursos naturales y energía”, dice Florent Bouchonneau, gerente de Desarrollo de Mercado de la petroquímica Dow en México.

    El experto sostiene que, de cara a la próxima década, teniendo en cuenta las predicciones científicas en torno al cambio climático, el diseño de los envases “tiene que estar sujeto a la sostenibilidad”.

    Aquí entran en juego conceptos y modelos como “el de ecodiseño y el de la economía circular”, basados en la reutilización. Y, en ese sentido, el reciclaje es el pilar esencial, en el que conviene “dar un uso circular a la materia prima, al plástico mismo”.

    Según Bouchonneau en algunos casos la cantidad del plástico virgen utilizado para producir los envases se reduce del 15% al 30%.

    Para incluir material reciclado en los envases es necesario que “el material se recupere, se triture, se lave, para volver a ser peletizado (convertido en diminutas bolas) que después se reutilizan” para hacer otras botellas, explica.

    El experto añade que un caso de éxito en la industria del plástico en México es el de la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) y su planta de reciclaje PetStar, ya que el modelo de acopio de reciclaje desarrollado para Tereftalato de polietileno (PET) de grado alimenticio es de los más completos y avanzados en el mundo y el principal reciclador de este material en México.

    Del 56% de PET que se acopia en México, la IMCC representa el 35%. Además, por medio de sus dos plantas de reciclaje, PetStar e IMER, tiene la capacidad de procesar más de 85 000 toneladas al año de este material.

    De igual forma la IMCC, ha conseguido que el 43% de su portafolio se componga de envases retornables que son una muestra del compromiso con la economía circular, por que por cada envase retornable se dejan de producir 25 con resina virgen.

    Destaca también su innovación en el ecodiseño y producción de envases sustentables con la incorporación de resina reciclada, con lo que ha conseguido que millones de sus botellas tengan más de una vida útil posconsumo.

    El objetivo de la compañía es que para el año 2030 se recolecten y reciclen el equivalente al 100% de sus envases vendidos para alcanzar un Mundo sin Residuos.

    Esta meta coincide con las políticas que está impulsando el Gobierno de México con su plan Basura Cero, con el reciclaje como uno de los pilares esenciales.

    Bouchonneau también explica que hay plásticos más “difíciles de reciclar” pero que pueden ser utilizados para crear soluciones innovadoras. Como por ejemplo “convertirlos en carpeta asfáltica”, para recubrir calles.

    Incluso el plástico posconsumo se puede convertir en ladrillos, como ya se hace para construir “escuelas en comunidades marginadas de países como Colombia, Brasil o México”.

    El manejo en el hogar

    Pero pese a las acciones que se están llevando a cabo, el experto recalca que para incrementar el reciclaje primero hay que mejorar la tasa de acopio de plástico “y eso pasa primero por lo que hacemos nosotros con nuestros residuos”.

    “Entre menos se separan los residuos urbanos, más difícil es separarlos luego y eso complica procesos de reciclado y procesado”.

    En algunos lugares en México se separan los residuos en 4 categorías: orgánicos, inorgánicos no reciclables, inorgánicos reciclables y de manejo especial, aunque hay países que separan en 40 categorías. Todo radica en la cultura y responsabilidad que tenemos como ciudadanos interesados en generar un mundo sin residuos, indica Bouchonneau.

    De cara a la próxima década, que a priori parece llamada a marcar un antes y un después en modelos de producción más ecológicos, circulares y respetuosos con el medioambiente, mencionó que “existen muchos compromisos a escala internacional de tener un porcentaje de material reciclado en los empaques para 2025 y 2030”.

    Los expertos aseguran que, de cara a la próxima década, el diseño de los envases tiene que estar sujeto a la sostenibilidad. Además incidirá la cultura del consumidor. Foto: Ingimage
    Los expertos aseguran que, de cara a la próxima década, el diseño de los envases tiene que estar sujeto a la sostenibilidad. Además incidirá la cultura del consumidor. Foto: Ingimage
  • Envases y fundas biodegradables son su oferta

    Redacción Cuenca

    Redacción Cuenca  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Su oferta busca preservar el ambiente al ofrecer envases, cubiertos y fundas que son biodegradables. La cuencana Andrea Matovelle inició en diciembre pasado el emprendimiento Terra.

    Ella buscaba un negocio para desarrollarse y aplicar sus conocimientos en comercio exterior y emprendimiento. Es licenciada en Estudios Internacionales.

    Entre otras conversaciones, las propietarias de bares escolares le contaron que existe una disposición del Ministerio de Educación para que paulatinamente se deje de usar el plástico convencional para entregar los alimentos a los alumnos. La intención es preservar el ambiente.

    Matovelle vio como una oportunidad y desde entonces ofrece dos líneas. La primera consiste en platos con tapa, tendidos y hondos, vasos, cucharas, tenedores, cuchillos, envases para salsas y mayonesas, entre otros. Son elaborados con almidón de maíz.

    Según Matovelle, esta planta tiene un polímero natural para elaborar desechables, que pueden ser degradados en su totalidad en un jardín o en cualquier plantación. “Se eliminará en seis meses como máximo”.

    Es un negocio rentable y a la vez necesario para no afectar al ambiente, agrega la emprendedora. “Se ofrece una alternativa para las personas con conciencia ambiental”.

    Eso precisamente buscan sus clientes como Leonardo Echeverría, de la agencia de viajes Love to Travel, que ofrece fundas de regalos y empaques para ‘box lunch’. Otro de sus clientes es Jonathan Salamea, de la firma de tecnología Click. Para ellos, usar esos empaques beneficia a la imagen de los negocios porque es un aporte ambiental y responsabilidad social.

    La segunda gama de productos son los elaborados con el bagazo de la caña. Se trata de empaques para comida rápida y fundas para llevar ropa, por ejemplo. Son reciclables. Matovelle explica que son más apetecidos por las personas que tienen negocios pequeños y medianos.

    En la actualidad, cuenta con cerca de 100 clientes en Cuenca y Azogues. Ellos son propietarios de boutiques, restaurantes y locales de comida rápida. “Mi objetivo no es netamente monetario, sino también es lindo tener esa satisfacción de que se está aportado a la conservación del planeta”.

    Ella asegura que existe buena acogida y se cumple su plan de ventas. Su reto es visitar otras ciudades del país y otros establecimientos como panaderías. Irá por rangos de negocios.

    La inversión inicial de Terra fue de USD 3 000 en la adquisición de los productos. Los primeros fabricados con almidón de maíz son importados de la marca internacional Ecogreen y los de bagazo de caña en el Ecuador. Todas las ganancias se reinvierten para aumentar el volumen del negocio.

    “Mientras más se incremente, más económico saldrá el producto”, dice Matovelle. Esa estrategia se mantendrá durante este año. Tiene un trabajo estable que le permite mantenerse sin usar los ingresos de Terra. En la actualidad, Matovelle busca alianzas estratégicas para ofertar sorbetes y otras opciones biodegradables.

    Otros detalles

    La marca. La emprendedora cuencana Andrea Matovelle decidió usar la marca Terra por se identifica con la conexión y respeto con la tierra y la naturaleza. El diseño del logotipo también se relación con su nombre y elementos del ambiente.

    La promoción.  
    Los productos que oferta Terra son publicitados mediante las redes sociales como Facebook e Instagram. Durante esta semana, dice Matovelle, también empezará con la promoción en una página web.

    Andrea Matovelle muestra sus envases y fundas biodegradables. Foto:  Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Andrea Matovelle muestra sus envases y fundas biodegradables. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Tubos y envases para industrias

    Adriana Bucheli 

    Relacionadas

    Cuando Pedro Cevallos empezó a trabajar a los 18 años para obtener dinero y pagar sus estudios en la universidad, lo hizo sin miramientos. Su primer empleo era barrer los pisos de una empresa cartonera. Ahora es el gerente de Envatub, su propia compañía dedicada a la producción de tubos y envases de cartón.

    El salto para independizarse y montar su negocio no se dio de la noche a la mañana, pues le tomó 18 años de trabajo en puestos como operador de máquinas, supervisor, jefe de producción y gerente de ventas. Al llegar al último cargo se dio cuenta de que aspiraba a crecer más por lo que se arriesgó y empezó con un local de 100 metros cuadrados frente al estadio del Aucas, en el que ensamblaba y vendía alcancías.

    El negocio en el que laboraba principalmente con su esposa y sus hijos empezó a crecer, al punto que llegó a tener ventas de USD 15 000 en un mes, para promediar en el año unos USD 150 000.

    Junto a Fernando Obando, un excompañero de su primer trabajo, decidió invertir más para levantar lo que ahora es Envatub y así la empresa vio la luz el 6 de enero de 2012. La construcción tardó unos siete meses y les implicó incluso dormir en las instalaciones para cuidarla.

    La inversión inicial fue un capital conjunto de USD 128 000, que se sumó a un crédito de la Corporación Financiera Nacional por USD 257 000. “Ahí prendamos todo”, cuenta Cevallos, al recordar que hipotecó su casa, pero con ello se pudo edificar la planta de 1 000 metros cuadrados.

    El crédito actualmente se encuentra renovado por la misma cantidad, con lo que se pudo ampliar la fábrica en un piso más de 400 metros cuadrados.

    Además de edificar la planta, el dinero sirvió para la compra por Internet de maquinaria china que ellos mismo armaron. “Seguimos las instrucciones y las pusimos a funcionar”, explica Obando.

    En Envatub empezaron trabajando siete personas y ahora suman 42. Edwin Molina, encargado de aseguramiento y control de calidad, explica que en el último año debieron incrementar el personal por que la empresa está creciendo.

    Si bien su línea de negocios inicial es la fabricación de tubos y envases de cartón para los sectores de alimentos, licores, textil, farmacéutico, plásticos, automotor, agroquímico, entre otros; también han incursionado en la conversión de papel higiénico institucional y papel para secado de manos.

    Para estas dos últimas actividades la empresa recibe las bobinas madres y se las reprocesan para obtener los rollos de papel higiénico institucional que pueden llevar la marca del cliente que así lo requiera.

    Sin embargo, la empresa tiene sus propias marcas: MeloPaper y Bamboo, línea que tiene un año en el mercado. Mientras que el papel de manos es un producto que empezó a producirse hace un mes.

    Cevallos explica que desde su inauguración la empresa vino creciendo un 10% anual, excepto en 2016 cuando si bien no creció, sí se mantuvo en el mercado.

    Para 2017 su expectativa es crecer en un 25% con la inclusión de las nuevas líneas de producto, además de estar trabajando para obtener la ISO 9001 2015.

    La facturación mensual inicial que registró Envatub en 2012 era en promedio de USD 25 000 y ahora, en el mejor mes ha llegado a facturar USD 200 000.

    La visión para 2020 es empezar a exportar, porque eso incluso puede ayudar a reducir los intereses en los préstamos de la Corporación Financiera Nacional. Para ello ya se hizo un primer estudio de mercado en Colombia y se lo prevé hacer en Perú.

    Al haber sacado un nuevo préstamo no se puede hablar de una recuperación de capital aún, pero se aspira que para 2021 la empresa ya genere utilidades netas.

    Hoy su producción mensual es de 120 toneladas de tubos y envases. Elaboran tubos desde una hasta 12 pulgadas, con espesores que van desde uno hasta 15 milímetros y longitudes desde cinco centímetros hasta cuatro metros.

    Trabajan con un 40% de materiales importados como algunas tapas plásticas para los envases, parte del cartón, etc.

    La cartera de clientes de Envatub es de unas 400 empresas, pero están activos 150.
    Un plus que la empresa ofrece frente a su competencia es los tiempos de entrega, pues en el caso de tubos lo hacen en 48 horas y en envases siete días.

    Esto lo confirma Julio Maldonado, gerente de bodega y materiales de Equaquímica, quien explica que las entregas se hacen con celeridad.

    “Hemos tenido buenos resultados. En algún momento pensamos en probar con otro proveedor, pero por el tema de entregas y calidad lo mantuvimos como nuestro proveedor”, dice Maldonado, quien además añade que su empresa recibe de Envatub sobre todo tarros para agroquímicos, en un volumen promedio de 14 000 envases al mes.

    Pedro Cevallos tiene su empresa desde hace cinco años. Sus tubos y envases sirven para las industrias de alimentos, agroquímicos, textiles, etc. Fotos: Paúl Rivas / LÍDERES
    Pedro Cevallos tiene su empresa desde hace cinco años. Sus tubos y envases sirven para las industrias de alimentos, agroquímicos, textiles, etc. Fotos: Paúl Rivas / LÍDERES
  • Los rompecabezas se venden ‘Enlatados’

    Giovanni Astudillo

    Relacionadas

    Enlatados es la marca del emprendimiento del latacungueño Santiago (‘Tiago’) Bedón. Ese nombre guarda relación con los envases en los que comercializan sus rompecabezas y con ‘Lata’, una abreviatura con la que se conoce a su ciudad natal.

    Sus rompecabezas no son convencionales ni por su figura rectangular ni por las imágenes que se plasmaron en los diseños. Bedón, quien egresó de la carrera de Diseño de Interiores de la Universidad de Cuenca, optó por círculos de un diámetro de 20 centímetros, para crear estos juegos.

    Los rompecabezas no fueron la primera idea para Enlatados sino que tenía un proyecto de chocolatería con su hermano, pero no se concretó. El año pasado, Bedón, quien también es gestor cultural, decidió tener su negocio con el fin de rescatar la identidad cultural, mediante juguetes u objetos.

    Desde noviembre pasado, ha lanzado cuatro colecciones, en total son 24 diseños de rompecabezas. Las temáticas se relacionan con las fiestas tradicionales e interculturales del país, como la Diablada de Píllaro; personajes típicos, como el cucurucho.

    Otros diseños están relacionados con la fiesta de los Muertos de México y personajes de ese país como Frida Kahlo. El mes anterior presentó una colección inspirada en la capital azuaya, que el pasado 12 de abril cumplió 458 años de fundación. Son collage.

    Otros diseños están relacionados con la fiesta de los Muertos de México y personajes de ese país como Frida Kahlo. Foto: Xavier Caivinagua/LÍDERES.
    Otros diseños están relacionados con la fiesta de los Muertos de México y personajes de ese país como Frida Kahlo. Foto: Xavier Caivinagua/LÍDERES.

    Bedón prepara, en la actualidad, tres colecciones que estarán inspiradas en la fiesta de la Mama Negra, en Quito y en Galápagos.

    También, cuenta con cojines redondos para viajes, que son una suerte de ‘souvernirs’ que se relacionan con los rompecabezas. Todos los artículos son comercializados en galerías de arte ubicadas en Quito y Cuenca.

    Según María José Machado, de Cu.Gallery, en Cuenca, además de ser un juguete sirve como una pieza coleccionable, que tiene demanda entre los adultos.

    Bedón comercializa más de 60 unidades cada mes. Otras alternativas de venta son a través de su muro de Facebook (Enlatados Desing) y de ferias de diseñadores.

    Una de las últimas que participó fue Caravana, que se realizó en el barrio de El Vado, en el Centro Histórico de Cuenca. Con ello, Bedón busca que sus creaciones se conozcan en todo el Ecuador.

    El 80% de la producción de los rompecabezas es manual. Se inicia con una investigación para escoger y plasmar el diseño. Luego traza bocetos, con el uso de lápiz y papel. El dibujo resultante se digitaliza mediante programas de computación y se imprime en vinil que es pegado en la madera, que es MDF de 3 milímetros.

    El corte de las piezas del rompecabezas se realiza con una máquina de corte láser. Tiene 64 piezas y Bedón plantea crear objetos de mayor diámetro con 300 piezas. Detrás de cada lata están la información y la descripción de la imagen del rompecabezas.

    El latacungueño Santiago Bedón egresó de la carrera de Diseño de Interiores y es gestor cultural en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES.
    El latacungueño Santiago Bedón egresó de la carrera de Diseño de Interiores y es gestor cultural en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES.
  • Alianza para medir el manejo forestal

    El valor agregado que tiene un producto debe destacarse. Tetra Pak® lo sabe y por eso ha emprendido una cruzada para hacer que sus envases sean reconocidos no solo por sus características palpables, sino también por el componente medioambiental que tienen.

    Su materia prima proviene de los bosques que cuentan con una certificación especial que se conoce como FSC™. Esta se la obtiene cuando una empresa demuestra que desarrolla un manejo responsable de los recursos forestales en el mundo, bajo estrictos criterios técnicos y de control.

    A las empresas  que han logrado este reconocimiento les ha resultado difícil demostrar y cuantificar que los productos elaborados bajo este sello representan un avance en la gestión de bosques. Por eso, Tetra Pak® apoyará durante los próximos dos años un proceso para definir una metodología que permita medir el impacto y poder compartir con más de 20 certificaciones similares.

    El objetivo es demostrar el valor que representa para la industria tener esta certificación, respecto al cuidado de los bosques. Además de medir la importancia para las empresas de tener esta certificación y cómo esto se va alineando con el desarrollo de la imagen de las firmas y de sus negocios.

    Para eso se ha aliado con dos marcas internacionales: Kingfisher (mejoras para el hogar) e IKEA (fabricación de muebles y decoración). Dentro de dos años, cuando se tendría lista la metodología, se espera que pueda ser aplicada en cualquier industria que haya ganado el FSC.

    “En promedio, nuestros empaques contienen un 75% de papel proveniente de fibra de madera (recurso renovable)”, señaló Dennis Jönsson, presidente y CEO de Tetra Pak®. “La Certificación es importante para nosotros, porque nos da la oportunidad de estar seguros del manejo responsable de las fuentes de las cuales extraemos el material para nuestros productos: los bosques”.

    Y el objetivo es más ambicioso aún. Hasta el 2020, Tetra Pak® se ha fijado como meta que el 100% de sus envases sea hecho con material de fuentes renovables.

    Tetra Pak® se ha convertido en un referente en las soluciones de procesamiento y envasado de alimentos. Tiene presencia en 170 países, incluido Ecuador.

    La certificación

    El FSC™ (Consejo de Administración Forestal, por sus siglas en inglés). Es un organismo independiente que fue establecido en 1993, para adoptar políticas dirigidas al tratamiento del papel y la madera.

    Reconocimientos. En las dos últimas décadas, el FSC™ ha sido destacado por sus criterios para definir políticas sociales y medioambientales, para proteger bosques.

    La ubicación de la certificación en los envases. Allí se detalla el porcentaje de material usado y que provino de fuentes renovables. En la parte lateral se encuentra el sello FSC™ de la certificación de manejo forestal responsable.

  • En envases de vidrio se germina el agro del país

    Xavier Montero / Redacción Quito

    En los 53 negocios de propagación de plantas, registrados en el Censo Económico del 2010 (del INEC) a escala nacional, los ambientes estériles del laboratorio conviven con sembríos e invernaderos.

    Aquellas empresas dedicadas a la ‘micropropagación’ de vegetales buscan un rol determinante en la industria agrícola. Así lo considera Boris Coronel, gerente general de Germoplanta, una firma que emplea a siete colaboradores en San Pedro de Taboada, suroccidente de Quito.

    Para Coronel, la investigación científica busca mejorar las condiciones de los agricultores, proporcionando plantas resistentes a enfermedades y que aseguran “buenos” márgenes de producción. Germoplanta germina 100 000 plantas mensuales y ha investigado 50 especies.

    Juan Enrique Guerrero, propietario del vivero Anturio Rachell, en el Puyo (Pastaza), comenta que estos vegetales son un pilar en su negocio. Él comercializa desde hace cinco años, plantas ‘in vitro’. “Son una garantía que permite invertir. Al año compro 30 000 anturios”, indica.

    [[OBJECT]]

    Un negocio de micropropagación vegetal requiere conocimientos de agricultura, biotecnología y marketing. Así lo considera Félix Ambato, cofundador de Agrobiotech, una firma que produce 10 000 plantas mensuales. En su catálogo se incluyen plantas ornamentales en envases de vidrio. “El recrudecimiento climático de este verano afectó al agro. Ante ello, la solución es enfocarse en las plantas que decoran oficinas, salas, etc.”, indica Ambato quien invirtió USD 20 000 para emprender el negocio en el 2008.

    En los ambientes estériles se preparan los sustratos (gelatinosos o líquidos), que contienen minerales, vitaminas o las hormonas que albergan a los brotes derivados de la planta madre. Luego, en las cámaras de multiplicación –perchas climatizadas- germinan de 3 a 30 veces cada una, dependiendo de la especie. “La mora sin espinos, por ejemplo, beneficia a quienes vivimos de la agricultura”, señala José Valencia, quien vende plantas micropropagadas desde los USD 0,45 a 1, en su local ubicado en Patate, Tungurahua.

    Un requisito fundamental para este negocio es la paciencia. Así lo indica Francisco Borja, gerente general de Merisistemas, una empresa que ha investigado banano por 15 años. En su laboratorio, ubicado en Puembo (nororiente de Quito), se germinan hasta tres millones de plantas cada año. Estas tardan siete meses en salir de la ‘biofábrica’ a los invernaderos en Quevedo y Machala, donde se ‘endurecen’ o alistan para su venta al productor.

    “Se relaciona erróneamente a la micropropagación con los transgénicos. Aquí seleccionamos a la planta con mejores cualidades, la clonamos por miles y guiamos a los productores para alcanzar las 3 000 cajas de banano por hectárea al año. 1 000 más de lo común”, dice el gerente de Merisistemas, cuyas ventas superaron los USD 2 millones el año anterior.