Etiqueta: equidad de genero

  • Desde Holanda lucha por la equidad de género

    Pedro Maldonado

    Editor (I)

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    Hace unos 25 años hablar de equidad de género en las empresas y en la sociedad en general no era tan común como lo es ahora. Pero en 1995, la ecuatoriana-holandesa Diana van Maasdijk ya tenía claro que el tema sería fundamental en el mundo corporativo, así como en el día a día de las personas en distintos ámbitos.

    De padre holandés y madre ecuatoriana, esta mujer nacida en Quito, en 1971, ha vivido en Ecuador, Estados Unidos, Senegal, Perú, Holanda… Ese bagaje cultural, en el que se incluyen estudios universitarios en Nueva York y Washington, es la base de esta mujer, que lleva más de dos décadas enfocada en temas de alto impacto social, como la igualdad de género, el feminismo, el desarrollo y la lucha contra la pobreza.

    Van Maasdijk es la cofundadora y CEO de Equileap, una organización que mide el equilibrio de género en empresas a escala global (ver nota compartida). El tema de la equidad se grabó en ella desde la infancia, cuando su papá la llevaba a ella y a sus dos hermanos menores de cacería, a acampar en el Cotopaxi o a cualquier actividad fuera de casa. “No había ninguna diferencia por ser mujer”, cuenta en un salón de la casa de su madre, la escritora Edna Iturralde.

    Diana Van Maasdijk junto a Jo Andrews, cofundadora de Equileap.
    Diana Van Maasdijk junto a Jo Andrews, cofundadora de Equileap. Foto: Cortesía

    Ese equilibrio, sin embargo, no era igual en la escuela o el colegio, en donde sí notaba una marcada diferencia en el trato y las actividades cotidianas. “Pero gracias a los valores que tuve en el hogar supe que las mujeres podíamos lograr las metas que nos planteáramos”.

    Casada con un ciudadano francés al que conoció en Estados Unidos, durante los estudios universitarios, Van Maasdijk recuerda que cuando cursó su master en desarrollo internacional ya sentía la necesidad de discutir sobre la igualdad de género.

    En 1995 esta mujer tuvo un desafío. Su pareja, que luego se convirtió en su esposo, consiguió un trabajo en Senegal. En el país africano estuvo un año, tiempo al que califica como muy duro pero al mismo tiempo una experiencia muy enriquecedora. “Se notaba mucho el colonialismo francés y se sentía la división racial, religiosa y de nacionalidad, era difícil entrar, ser parte de la cultura”.

    Empezó a buscar trabajo y luego de golpear varias puertas se conectó, gracias a su pasaporte holandés, con una organización no gubernamental que trabajaba en temas como la mortalidad materna. “Fue mi debut en lo que era desarrollo económico en un país como Senegal”. Esa experiencia fue un punto de inflexión para la carrera profesional de esta madre de tres varones que practica yoga con frecuencia para despejar la mente y recuperar energías.

    Van Maasdijk y su esposo terminaron sus trabajos en Senegal y se radicaron en Ámsterdam, en agosto de 1997. Allí esta ecuatoriana-holandesa se vinculó con World Population Foundation, una organización que trabajaba en temas como derechos sexuales y reproductivos, planificación familiar, entre otros temas. Su camino con las mujeres en situaciones vulnerables continuaba.

    Jo Andrews es la otra cofundadora de Equileap y describe a Van Maasdijk como una mujer extraordinaria. “Diana tiene el inusual talento de combinar un tremendo espíritu emprendedor con un profundo deseo de mejorar la calidad e vida de las mujeres. Además su enfoque es tratar de impactar en millones de mujeres a la vez. Lo está logrando con determinación y coraje”.

    Andrews recuerda que cuando fundaron Equileap las dos tuvieron que aprender sobre el mundo de las inversiones y las finanzas. “Diana demostró su capacidad e inteligencia y en cuestión de unos meses fuimos capaces de convencer a inversionistas para que con fíen en lo que hace Equileap”.

    Ximena Ferro conoce a Van Maasdijk desde la infancia y asegura que Diana tiene un corazón de oro y busca justicia en todo lo que hace. “Quiere que las mujeres tengan las mismas oportunidades laborales que los hombres”.

    Según Ferro, gracias al trabajo que realiza su amiga, multinacionales de todo el mundo han entendido la importancia de involucrar a las mujeres en cargos gerenciales. “En los próximos años veo a mi amiga dando un giro importante a escala mundial”.

    Van Maasdijk mira hacia atrás y siente que existen avances en el tema de la equidad de género, pero también reconoce que aún hay mucha tarea por delante. Cuenta que al ver los informes mundiales de brechas se encuentran disparidades. Como ejemplo indica que en Holanda la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 17%.

    “Me temo que no hay aún un verdadero cambio cultural y socioeconómico, aunque sí hay cambio de actitudes. La equidad no es solo buena para la sociedad, sino para la economía y el mundo”.

    aparece trabajando para la organización  MamaCash en el Ulambataar, Mongolia.
    Diana Van Maasdijk aparece trabajando para la organización MamaCash en el Ulambataar, Mongolia. Foto: Cortesía

    Trabajo a favor del balance de género

    Como parte de su crecimiento profesional Diana Van Maasdijk se vinculó con el mundo de la banca. Fue directora de Filantropía en ABN Amro, en Holanda.

    Allí conoció y entendió cómo se utilizan las donaciones de los filántropos. Supo, por ejemplo, que estos benefactores dejaban en manos de los bancos parte de su dinero y que los intereses de esas inversiones se donaban. “Descubrí que había filántropos que no sabían que sus donaciones iban a temas sociales, mientras que sus inversiones iban al mismo tiempo a compañías que causaban el daño que ellos querían combatir”. Resultaba paradójico.

    Esa realidad motivó a esta ecuatoriana-holandesa a pensar en un modelo de inversiones de impacto social. Así fue que dejó su trabajo en el banco y fundó Equileap, en el 2016. Esta organización asentada en Ámsterdam recopila datos e información sobre la igualdad de género en el sector corporativo. Equileap procesa esa información, elabora índices y reportes sobre balance de género. Toda esa información se vende a empresas e inversionistas privados e institucionales.

    “Con el equipo creamos el modelo para calificar a las compañías midiendo temas como balance de género, brecha salarial, licencias de maternidad o paternidad. La idea es encontrar empresas que tengan un balance”.

    En el reporte de equidad de género del 2018 elaborado por la organización que dirige Diana Van Maasdijk se encuentran alrededor de 3 000 compañías que tienen una capitalización de mercado superior a dos billones de dólares y que están ubicadas en 23 países desarrollados.

    Las tres compañías líderes del listado del año pasado fueron General Motors (EE.UU.), L’Oreal (Francia) y Kering (Francia).

    Diana van Maasdijk  Es la cofundadora y CEO de Equileap, una organización que apunta a acelerar el progreso hacia la igualdad de género en las empresas
    Diana van Maasdijk es la cofundadora y CEO de Equileap, una organización que apunta a acelerar el progreso hacia la igualdad de género en las empresas. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Viviana Maldonado: ‘La inversión en mujeres le hace bien al país’

    Mayra Pacheco

    Redactora (I)

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    Desde joven, Viviana Maldonado supo que no quería seguir el rol “tradicional” que se le ha asignado a la mujer por generaciones. Ella quería hacer algo distinto. Decidió no aprender a cocinar, no tener hijos, tener autonomía económica y dedicar parte de su tiempo a luchar por la equidad de género y la erradicación de la violencia contra la mujer.

    A sus 24 años fundó la Coordinadora de Política Juvenil por la Equidad de Género para que las mujeres conozcan sus derechos sexuales y reproductivos. Luego se vinculó a otras organizaciones.

    Actualmente, a los 47, es coordinadora nacional del Programa de Prevención de Violencia contra las Mujeres de la Cooperación Técnica Alemana GIZ (PreViMujer). Desde ahí, junto con el Gobierno y el sector privado, fomenta el desarrollo de las mujeres.

    Trabajo

    “El trabajo que realizo es un compromiso por las mujeres. Yo quiero contribuir para lograr un cambio en la vida de la sociedad. Los estudios realizados han demostrado que con una mayor inversión en las mujeres hay mayor desarrollo del país, consecuentemente. Todavía existen muchas barreras y brechas adversas para este segmento. Esto incide no solo en el aspecto personal, sino en lo social, en la salud, en el ámbito laboral, académico.

    Por eso me interesa aportar para que las mujeres tengan más autonomía en su integridad, en sus finanzas y en sus decisiones”.

    Los roles

    “Desde joven decidí no hacer lo mismo que hacía mi mamá. No quería estar en una estructura familiar en la cual tenga ciertas restricciones, de acuerdo con lo establecido tradicionalmente. No quería ser quien asuma la mayor parte de la crianza de los hijos ni el cuidado de la casa. Además, el trabajo del hogar, generalmente, no es remunerado ni reconocido. Todo esto me parece una injusticia.

    Considero que esto debe cambiar, aunque ya se han dado algunos pasos, todavía falta. Se debe ver a las mujeres en igualdad de condiciones y derechos.

    Esto no es tan fácil, porque significa romper esquemas estructurales de poder, privilegios, prejuicios culturales y sociales, que se mantienen desde hace siglos”.

    Los cambios

    “Para romper los prejuicios sobre el rol tradicional que debe tener la mujer en la sociedad se requiere lograr un cambio generacional súper fuerte e importante.

    Se debe enseñar a los niños y niñas que hay nuevas maneras de relacionarse. Si, por ejemplo, se sigue criando a los hijos diciéndoles que un varón no hace tales cosas, eso solo hará que se continúe viendo a las mujeres en un papel de inferioridad.

    A lo largo de la historia ya ha habido ciertos avances, pero aún se debe cambiar muchas situaciones de violencia que son más difíciles de percibir, porque estas prácticas se han naturalizado.

    De acuerdo con un estudio que estamos realizando, ciertas universitarias aceptan cierto tipo de actos violentos, por ejemplo, se dice ‘solo me empujó mi novio, no fue intencional’. Para nosotros esto es espeluznante”.

    La violencia

    “Según estudios, seis de cada 10 mujeres ecuatorianas son víctimas de violencia. Las agresiones empiezan con actos sutiles hasta que luego, como si fuese una cadena, se va apretando más y más fuerte hasta que, en ciertos casos, se producen feminicidios.

    Hemos hecho estudios de los costos económicos de la violencia en contra de las mujeres en el sector empresarial. Esto genera ausentismo, rotación, fluctuación del personal, presentismo que inciden sobre la productividad.

    La presencia de un agresor causa también estos problemas, porque cuando este llega al trabajo estará desconcentrado. Él estará pensando en lo que hizo, tendrá mal de culpa o quizá planificará cómo causar más daño a su víctima. Por esto, en las empresas se debe tomar también acciones para erradicar la violencia”.

    Para ver a las mujeres en igualdad de condiciones y derechos, la sociedad debe cambiar las estructuras de pensamiento, los esquemas culturales y sociales que se han trasmitido por siglos.
    Para ver a las mujeres en igualdad de condiciones y derechos, la sociedad debe cambiar las estructuras de pensamiento, los esquemas culturales y sociales que se han trasmitido por siglos. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
  • Una amante de historias sobre mujeres exitosas

    Gabriel Flores

    Redactor (I)

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    Elena Favilli y Francesca Cavallo reunieron 100 historias de mujeres de distintas épocas, edades y contextos sociales en un libro ilustrado al que llamaron ‘Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes’. La obra, que se publicó en el 2017 y que ahora es un ‘best- seller’, llegó el año pasado a las manos de María Cecilia Holguín, quien lo convirtió en uno de sus referentes literarios.

    La vida de mujeres como Frida Kalo, Coco Chanel, Nina Simone, las hermanas Bronte o Marie Curie, sirvieron de inspiración para que la directora de Lila Working Moms -una bolsa de trabajo flexible para mamás en Ecuador- apuntale su discurso sobre todo lo que pueden lograr las mujeres en el ámbito laboral, independientemente de su maternidad.

    “Este libro -dice- debería ser leído por todo mundo pero, sobre todo, por niños y hombres para que sepan que a lo largo de la historia han existido mujeres que en medio de situaciones complejas y adversas han salido adelante y han logrado sus sueños”.

    Este libro, publicado por Editorial Planeta, forma parte de un puñado de lecturas que Holguín ha convertido en sus libros de cabecera en los últimos tres años. Entre esas publicaciones, a las que ha vuelto más de una vez, está ‘Inquebrantable. Los seis hábitos de las mujeres exitosas en las economías emergentes’, de Rania Habiby Anderson, un mujer nacida en Jordania que vive en EE.UU.

    Para publicar este libro, la autora realizó una investigación de cuatro años, que incluyó 250 entrevistas a profesionales destacados de todo el mundo. El resultado de ese trabajo es un libro que alienta a las mujeres, a través de claves y consejos, a superar los obstáculos profesionales y sociales.

    Entre esos libros que siempre tiene a mano también está ‘El arte de cuidar el momento presente. La receta danesa de la felicidad’, de Christina Stub, una publicación que explica porque la sociedad danesa es una de las más felices del mundo. Una de esas claves está en el ‘hygge’, una palabra que encierra toda una filosofía de vida, que promueve el amor a la vida, la búsqueda de la paz y la importancia del presente.

    El libro que terminó de leer la semana pasada lleva por título ‘La madre que puedo ser’. En esta obra la autora ecuatoriana Paulina Simon rompe con algunas ideas clásicas sobre la maternidad, a través de su experiencia en la crianza de sus dos hijos. A criterio de Holguín, este libro muestra cómo la maternidad está llena de mitos sobre el comportamiento ‘adecuado’ de una mamá y lo que está obligada a sentir durante la crianza de sus niños.

    Entre sus gustos literarios también están las novelas, sobre todo, las de la chilena Isabel Allende; las biografías, por estos días está leyendo el libro de Phil Knight donde cuenta como creó Nike; y algunos de los libros de su hijo, cuentos donde también ha encontrado varias historias sobre la importancia de la equidad de género en el mundo actual.

    Holguín asegura las lecturas de sus últimos años han sido claves para colocar a Lila como una alternativa real para el desarrollo profesional de muchas madres.

    María Cecilia Holguín junto a los libros que ha leído en los últimos años.
    María Cecilia Holguín junto a los libros que ha leído en los últimos años. Foto: Vicente Costales / LÍDERES