María José Ayala es Ingeniera Ambiental por la Universidad San Francisco de Quito. Tiene una maestría en Ciencias, Tecnología Ambiental por el Imperial College London. Además, una licenciatura en Ciencias Naturales que obtuvo en Saint Anselm College de Estados Unidos.
Es oficial de Innovación y Sostenibilidad de la Universidad San Francisco de Quito. Antes laboró en la minera LundinGold, Municipio de Quito, Hidro Equinoccio, Ministerio del Ambiente, entre otras entitidades o empresas.
¿Cuáles son las nuevas tendencias globales sobre la sostenibilidad? Mirar a la sostenibilidad como un valor agregado que debe estar incorporado en la propuesta de las empresas. Mirarla como una herramienta para acceso a nuevos mercados, consumidores, innovación y resiliencia. Otra tendencia es usar herramientas como los reportes de sostenibilidad para transparentar prácticas y gestión. Además, el consumo responsable, cómo se diseñan productos y servicios más sostenibles y el poder que tienen los consumidores a través de sus decisiones de compra para generar una demanda en productos y servicios.
¿Cómo estas nuevas tendencias logran una sostenibilidad entre una empresa, la sociedad y el ambiente? Son efectivas porque la sostenibilidad pasa de ser un elemento ajeno a las operaciones de las empresas, las instituciones y la sociedad a ser un eje transversal que materializa el llamado “ganar-ganar”. Otra sinergia se da en relación con el ahorro financiero con la implementación de estrategias efectivas de sostenibilidad. Los recursos naturales cada vez son más escasos, intermitentes o costosos, lo que hace que las estrategias de sostenibilidad se traduzcan en mejoras en eficiencia en las operaciones de una industria e incluso de ciudades, llegando a la triple línea de base: beneficio social, ambiental y económico.
¿Cuáles son los países más avanzados en este ámbito? La Unión Europea e Inglaterra tienen legislación y mercados innovadores en el área. Estos países tienen un balance interesante entre legislación que impulsa la sostenibilidad a través de una mezcla de incentivos y tasas/multas. Los sistemas judiciales toman casos interesantes de cómo aplicar estas normas en la gestión de ciudades, desde decisiones como la del aeropuerto de Heathrow en Londres, en el cual la construcción de una pista adicional fue prevenida por elementos de cambio climático y emisiones. Al mismo tiempo tienen mercados interesantes para impulsar energías alternativas, gestión de residuos, economía circular y en general el desarrollo de productos y servicios sostenibles.
¿Qué avances se ha logrado en Ecuador? Sin duda ha tenido avances, se ve el efecto de muchas multinacionales que ya cuentan con estrategias y que requieren que sus filiales en el país implementen estas estrategias. Hay ejemplos interesantes de empresas y gremios industriales que están incorporando la sostenibilidad en sus gobiernos corporativos, en campañas de gestión y en comunicación con los clientes. La Asamblea aprobó la Ley de Emprendimiento e Innovación que reconoce a las Sociedades BIC (Beneficio e Interés Colectivo), una legislación que promueve crear empresas que desde su concepción tengan incorporado el chip de sostenibilidad en sus estatutos. El movimiento de empresas B ha crecido en Ecuador con firmas reconocidas por sus prácticas de sostenibilidad en el mercado nacional e internacional, y más empresas y gremios se suman a esta iniciativa con un compromiso por mejorar su desempeño en sostenibilidad.
La oficial de Innovación y Sostenibilidad de la U. San Francisco de Quito da su opinión. Foto: Cortesía María José Ayala
El consumo de productos amigables con el ambiente, aunque se incrementó en los últimos cinco años, requiere de mayor educación de parte del consumidor y compromiso político. Así lo explica la abogada en derecho ambiental María Amparo Albán.
“La oferta es cada vez más amplia, eso es evidente. Pero lo que aún no está claro es si hay una verdadera y madura demanda de estos productos y servicios”, señala.
El comprador “verde” se convierte en uno de los más recientes y rentables hallazgos para el mercado local ecuatoriano.
Si bien aún es una industria que se encuentra en crecimiento, ya existen productos que pueden reemplazarse por opciones que viabilicen que se reduzca el impacto ambiental generado por el consumohumano.
De hecho, se puede iniciar un cambio de hábitos haciendo uso de cubiertos, cepillos de dientes o sorbetes de materiales que, a la larga, contaminen menos. En perchas de los principales supermercados ya se observan productos que obedecen la tendencia.
Las compañías apuestan cada vez más por atender estas necesidades que van en línea con la conservación del medioambiente.
Pablo Macías, director de la empresa de gestión de residuos Proyección Futura, asegura que el tema de sostenibilidad ya es transversal. “Es un trabajo que toma tiempo pero que poco a poco se está haciendo. Las empresas analizan cómo incidir en puntos ambientales y económicos”.
La presión de medios informativos y académicos acerca del cambio climático ha llevado a que el consumidor empiece a buscar productos de este tipo, asegura Paulina Criollo, directora del programa de Sostenibilidad de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol). “Los mileniales, en su mayoría, se han involucrado en ser parte de una solución mundial por el planeta”, explicó.
Sin embargo, el desconocimiento y la falta de cultura de compra responsable no permite al consumidor identificar los insumos amigables con el medioambiente.
“Hay empresas que hacen ‘greenwashing’ y se apropian del tema de productos verdes cuando en realidad no lo son”, indica.
María Amparo Albán concuerda con la catedrática y asegura que se requiere un porcentaje alto de instrucción desde el colegio.
“La educación para el consumidor responsable debe complementarse con una agenda diaria que incluya estrategias productivas de parte del Gobierno”.
Albán resalta que se debería trabajar en incentivos claros para las empresas que generan productos con sello verde. Además, revisar las restricciones arancelarias para que estos productos puedan tener una relación armoniosa entre la calidad y el precio.
La docente de la Espol dice que desde la academia se está trabajando en investigación y posicionamiento de estos temas. La Escuela Politécnica del Litoral, por ejemplo, ya cuenta con un Programa de Sostenibilidad. Allí, los estudiantes informan a la comunidad sobre la reducción de la Huella de Carbono y ‘tips’ para realizar, en el día a día, actividades de sostenibilidad.
Para Marcela Pérez, docente de administración de empresas de la Universidad de las Américas, las empresas deben centrarse en el impacto que generan las prácticas sostenibles. “Se debe tener conciencia económica, ambiental y de comunidad”.
Las empresas deben tener modelos innovadores que atiendan una necesidad acuñando un diseño amigable con la naturaleza, concluye la catedrática.
Los consumidores tienen cada vez una mayor oferta de productos con sello verde. Foto: Freepik.es
El Aeropuerto Ecológico de Galápagos (Ecogal) ganó este mes el premio de calidad de servicios ASQ por parte del Consejo Internacional de Aeropuertos, que galardona a los aeropuertos, según su región y tráfico de pasajeros.
El programa ASQ reconoce la excelencia a través de 33 indicadores claves, que miden la satisfacción de los pasajeros en acceso, instalaciones, ambiente, control y otros parámetros.
Según Jorge Rosillo, gerente de Ecogal, este reconocimiento se suma al trabajo que empezó con el cuidado ambiental y que continuó con la responsabilidad social y la sostenibilidad.
En el 2014 recibieron el certificado Leed Gold y fueron considerados el principal aeropuertoecológico del mundo. Luego optaron por reducir la emisión de CO2 y en el 2017 fueron catalogados como el primer aeropuerto carbono neutro de Latinoamérica.
Tres años antes midieron su huella de carbono y lograron reducir a la mitad, tras aplicar iniciativas como sustituir el consumo de energía fósil por solar y eólica. “En estas tareas se incorporaron las aerolíneas, cafeterías, tiendas, buses… para impactar en menor cantidad al ambiente”.
La administración de esta terminal aérea también identificó que no solo se debe hacer una operación limpia, sin contaminación, sino también que se debe involucrar con la sociedad y empezaron un programa de mejoramiento continuo de procesos y atención.
De esa forma, dice Rosillo, ingresaron en conceptos de sostenibilidad. “No solo hay que ser ecológicos, sino también que el negocio sea rentable y que nuestros empleados y comunidades aledañas estén contentos”.
En esa línea va el análisis de Francisco Valencia, docente de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas. Según él, las nuevas tendencias de sostenibilidad hablan de adoptar prácticas de desarrollo de economía circular y nuevas tecnologías que sean amigables con el ambiente.
Valencia señala que los mayores logros los han alcanzado Suiza, Alemania, Noruega, Dinamarca, Islandia, Suecia, Holanda, Francia, Italia, Canadá, Australia… “Sus legislaciones han generado mejores estructurassociales, mejor distribución de la riqueza y mayor conciencia ambiental”.
Él sostiene que avanza lenta la generación de conciencia y la concreción de acciones para instalar hábitos que desencadenen una cultura sólida en sostenibilidad. “Se requieren decisiones políticas, aportes económicos, alianzas de varios sectores para pasar de buenas intenciones a la acción”.
El Aeropuerto de Galápagos ha recibido premios y reconocimientos internacionales por sus proyectos ambientales y para mejorar el servicio. Foto: Cortesía Ecogal
En los próximos cinco años se espera que las empresas sostenibles se destaquen 11% más en el mercado bursátil frente a sus competidores. Así lo explica Camila Hernández, experta en Sostenibilidad de Deloitte.
Este tipo de organizaciones tiene una cuenta de triple resultado, es decir son aquellas cuyo eje se centra en lo económico, social y ambiental. Estas tienen un notable compromiso dentro de la alta dirección y en sus decisiones buscan generar impactos positivos en las tres áreas, por lo que es un buen negocio para todos.
Cada vez es más relevante la sostenibilidad, sea en las empresas que nacieron bajo esta lógica, como en aquellas que están adoptando estrategias en este sentido. El estudio Tendencias de Sostenibilidad, elaborado por Deloitte en Ecuador en el 2019, muestra que el 74% de 105 empresas consultadas ha hechos explícito su compromiso por lo sostenible en su misión, visión, etc.
Hernández explica que como parte de una política de transformación o profundización de la estrategia de sostenibilidad, a futuro las empresas deben preguntarse ¿en dónde está la atención del desempeño financiero?, ¿dicha atención genera impactos positivos o negativos a actores del cadena de valor?, ¿cuáles son los riesgos y oportunidades de no atender dichos impactos?, ¿cuáles son las tendencias del mercado a futuro?
Compañías con origen sostenible como Vertmonde, que se dedica a la gestión de desechos electrónicos, ya lo ha hecho.
El año pasado inició un proceso de certificación como empresa de sistema B, es decir de alto impacto social y ambiental definido. La firma busca enfocarse más en sus trabajadores y aumentar el contacto con la comunidad. Asimismo, este año abrirá una segunda planta de tratamiento de residuos para atender a más sectores.
Vertmonde conformará una corporación en la que participarán fabricantes de equipos electrónicos, academia, importadores, la misma compañía, entre otros actores para desarrollar una campaña permanente de reciclaje de residuos electrónicos.
Las empresas de menor tamaño, con origen sostenible, no se quedan fuera de estas transformaciones. Twins Grill es un restaurante de carnes que tiene políticas de no desperdicio de alimentos: los cortes son los apropiados para los comensales, los vegetales que un cliente deja se recogen y sirven para la preparación de compost, para la siembra por parte de terceros, el aceite se recicla y se entrega a gestores, etc.
“El futuro es crecer en número de ventas pero aplicar las mismas metodologías en mayor grado, con la idea de cubrir varias áreas de la ciudad”, indica la pyme.
Mientras que Alku, que fabrica juguetes de mascotas con plástico y otros artículosreciclados, tiene como proyección impulsar más su producción. Por cada juguete que elabora recicla una botella plástica. Las etiquetas son de caña reciclada, lo que permite que los gestores las reutilicen.
La mayoría de empresas que se han enfocado seriamente en estrategias de este tipo buscan cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030. José Miguel Yturralde, director de la consultora de Ypsilom, explica que esto se reforzará durante la década. “Hay firmas que, incluso, están apadrinando un objetivo. Las Naciones Unidas tienen una metodología que se llama Brújula de los ODS, con cinco pasos, que indican, que las empresas deben enfocarse en uno de ellos, establecer metas e indicadores de cumplimiento, comunicar, etc”.
Vertmonde se dedica a la gestión de desechos electrónicos. A corto plazo busca involucrarse más con la comunidad y abrir otra planta. Foto: Cortesía Vertmonde
En el camino hacia la sostenibilidad, los CEO tienen un papel vital. Su liderazgo y su capacidad para proyectarse hacia el futuro son dos cualidades que asegurarán el camino de una empresa que busca un impacto social, sin descuidar el beneficio económico.
El CEO y los altos directivos de una compañía tienen la obligación de involucrarse en una política sostenible, según el informe ‘Una década para cumplir: un llamado a la acción empresarial’, elaborado por Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Accenture, publicado en septiembre pasado por la ONU, en Nueva York.
El documento recoge respuestas de 1 000 CEO de todo el mundo y el 80% no cree que las empresas estén haciendo lo suficiente en lo que a sostenibilidad se refiere. En el documento, AlanJope, CEO de Unilever, cree que el tema de sostenibilidad “no es solo algo agradable, sino que es un camino hacia un mundo próspero”.
El reporte añade que los CEO están conscientes de que se debe cambiar la manera de colaborar entre empresas, con el fin de asegurar la sostenibilidad.
En Ecuador hay ejemplos de empresas, grandes y pequeñas, que desarrollan acciones al respecto, con el liderazgo de sus altos ejecutivos. Productos Paraíso del Ecuador trabaja en temas de reciclaje desde 1990. Esta firma tiene dos líneas: una es productos de descanso (colchones y almohadas); la segunda es la producción de empaque flexibles, fundas de polietileno, empaques para alimentos, fundas recicladas, etc.
Productos Paraíso del Ecuador tiene una planta de reciclaje, donde se reutiliza plástico y se produce materia prima que sirve para elaborar nuevos productos plásticos. Allí, cada día se procesan entre 25 y 30 toneladas de material reciclado, según detalla ErasmoVera, gerente de Planta de Productos Paraíso del Ecuador.
Vera indica que un CEO debe tener pasión por el tema ambiental. “En la planta educamos y fomentamos una cultura a los empleados para que reciclen en sus hogares. Les hablamos de la importancia de reutilizar desechos plásticos”. Además, la compañía trabaja con comunidades de Cayambe, por ejemplo, para que recuperen desechos de la industria florícola.
Los directivos de Productos Paraíso del Ecuador están conscientes de que cada vez existen más exigencias en materia ambiental. Para enfrentar con éxito ese reto la clave es invertir en tecnología y contar con procesos auditados, dice Vera. “Así ganamos prestigio y reconocimiento entre nuestros clientes y la comunidad”.
Otro caso es el de Pacari, la empresa de chocolates premium que se exportan a Europa, Asia y América. Su fundador, Santiago Peralta, considera que la sostenibilidad parte de la cabeza de toda compañía y añade que el tema no funciona creando un departamento de sostenibilidad. “Funciona solo si se involucran los más altos directivos de una empresa y con su trabajo el tema llega hasta todos los niveles de una empresa”.
En el caso de Pacari, explica Peralta, la sostenibilidad es el eje fundamental con el que nació la empresa. “Hoy en día una empresa que no tiene esa génesis tiene resistencia al cambio y se le dificulta ser sostenible. En Pacari estamos muy pendientes de nuevas tendencias globales, como empaques biodegradables, por ejemplo. En cada proceso nos involucramos los altos directivos”.
La educación de los colaboradores es clave, según Peralta. Él detalla, como ejemplo, que al responsable financiero de Pacari le costó en principio entender que no podía tocar los costos del cacao. “Se dio cuenta que los precios son el ADN y que no somos una empresa común. No podemos tener el mejor chocolate si no pagamos los mejores precios a los productores. Sin eso no tendríamos premios, ni reconocimiento. La calidad se paga”.
La firma del sector de alimentos Nestlé también desarrolla prácticas de sostenibilidad. “En el caso del CEO y los líderes de la organización, el impacto de las palabras, el liderazgo y el involucramiento son fundamentales, ya que impulsan a la compañía y sus colaboradores a plantear estrategias y acciones bajo ese modelo de negocio sostenible. El CEO puede articular de manera efectiva el ADN sostenible de la compañía a todos los niveles de la empresa”.
¿Qué hechos muestran que una empresa es sostenible? Nestlé cuenta que para conseguir esa meta se trabaja en una serie de programas que involucran a familias y comunidades. Temas como educación, salud, empleo, negocios inclusivos, productividad son parte de la estrategia de sostenibilidad de la compañía.
Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos, explica que “nuestro enfoque está definido por el desarrollo sostenible, a través de un proceso que busca incrementar el acceso de la población mundial a una alimentación de mejor calidad, contribuyendo al desarrollo social y económico a largo plazo y preservando el ambiente para futuras generaciones”.
Rubén Moscoso, gerente de la consultora Costecam, comenta que muchas veces el concepto de sostenibilidad se confunde con responsabilidadsocial. Sostenibilidad, añade, se refiere al conjunto de acciones que las empresas realizan para mejorar aspectos de la sociedad, la economía y el ambiente. “Una empresa sostenible se preocupa por satisfacer las necesidades de las generaciones de hoy sin comprometer las necesidades de las futuras, y apostando por mejorar la calidad de vida de ambas”, dice este experto.
Moscoso añade que las compañías sostenibles pueden ser eficaces económicamente, pero cuidando la naturaleza, los recursos hídricos, los desechos, la eficiencia energética. A lo anterior se incorpora una estrategia de procesos de gestión de riesgos, así como transparencia en los reportes de acciones de sostenibilidad.
Parte de la planta de reciclaje de Productos Paraíso del Ecuador, ubicada en Tambillo, Pichincha. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
El Semanario LÍDERES cumple 21 años y para conmemorar esta fecha presenta a sus lectores un nuevo especial periodístico. En esta oportunidad, el eje central de esta publicación tiene que ver con el rol que cumplen las mujeres en las empresas, un tema que cada vez tiene mayor alcance y que genera debate e interés en diferentes ámbitos de la sociedad.
Es evidente que las mujeres han ganado espacio en los organigramas empresariales. También es indiscutible que el aporte femenino crece con el tiempo y esto se nota en diferentes niveles de pequeñas, medianas y grandes empresas, así como en multinacionales que operan en el Ecuador y confían en la intuición de ellas.
LÍDERES conoce muy de cerca el trabajo que cumplen mujeres, madres, hijas, esposas. Las historias que ha publicado este Semanario -en más de dos décadas- reflejan su aporte y actitud para asumir desafíos, más cuando aún existe discriminación en los diferentes estratos de la sociedad ecuatoriana y del mundo.
En las páginas de esta publicación de Grupo EL COMERCIO se encuentran permanentemente historias de microempresarias, ejecutivas, emprendedoras y soñadoras que trabajan por un ideal y que transitan por el mundo de los negocios y las empresas con la certeza de que su empatía y su capacidad las llevarán, con sus equipos de trabajo, a mejores lugares.
Hoy es cada vez más frecuente encontrar foros donde se habla del liderazgo femenino, así como de las destrezas de las mujeres en los negocios. Hay avances importantes en el país, pero también surgen nuevos retos por enfrentar. Entre los desafíos están incrementar el número de mujeres en altos cargos, equilibrar el tema salarial, generar políticas públicas acordes a los tiempos actuales, entre otros.
En este nuevo aniversario, LÍDERES con el respaldo de Deloitte, presenta una edición especial a sus lectores y ratifica su compromiso con el emprendimiento, con las mujeres y con el Ecuador.
Encontrar ejecutivas entre 40 y 45 años dentro de las empresas es la tendencia en Ecuador, según un estudio de Deloitte que se presentó en marzo de este año. Al respecto María José Pinto, gerenta de Producción de Pinto, de 32 años, expone qué factores inciden en esta realidad. ¿Por qué la presencia de mujeres entre 40 y 45 años es mayoritaria en las empresas del país?
Las mujeres atraviesan por dos circunstancias. Justo cuando nos encontramos en la etapa de ascender profesionalmente estamos a la vez en la época de casarnos y ser madres de familia. Esto obliga a bajar la guardia en uno de estos dos frentes. Y generalmente se lo hace en el ámbito laboral, porque la familia es superimportante.
¿Es difícil mantener la guardia en ambos frentes?
Por la estructura que tiene la mayoría de las empresas se cree que no se puede cumplir con estos dos roles en paralelo: crecer profesional y personalmente. Se cree que estar embarazada, tener tu período de lactancia y estar a cargo de hijos pequeños te quita productividad. ¿Esto a la final qué causa?
Que las ejecutivas en su mayoría tengan entre 40 y 45 años. Para entonces, las mujeres ya no están en la etapa de embarazo, sus hijos están en el colegio, los niños no demandan de tanto tiempo. Por eso se pueden dedicar más al trabajo.
¿Cuál es la otra circunstancia que explica esta realidad?
La falta de oportunidades. Las empresas justamente por el tema de la maternidad, en algunos casos se frenan. Las firmas consideran que invertir en mujeres, en edad de tener hijos, tiene ciertos riesgos, por la ausencia que se genera debido a los permisos correspondientes a la maternidad, lactancia y otros.
Pero a la final no todas las mujeres deciden ser madres
Así es. Además, el ser madre no te hace menos eficiente. Al contrario, la mujer que tiene hijos debe cumplir con dos trabajos ‘full time’.
A propósito de que se encuentra a la espera de su primer bebé, ¿considera que se puede llegar a un equilibrio entre ambos roles?
Sí, estoy justo esperando a mi primer bebé y estoy convencida de que se puede lograr un equilibrio entre el ámbito personal y profesional. Soy parte de la Asociación Mujeres por Ecuador que promueve la participación de mujeres jóvenes en funciones ejecutivas y directivas.
¿Esto es posible?
En Mujeres por Ecuador las mujeres adultas dan un acompañamiento a las jóvenes para decirles que sí hay cómo ser madre y trabajadora a la vez. Yo antes pensaba cómo combinar mi carrera e hijos. Y vemos que existen mujeres que te demuestran que sí hay cómo.
¿Cuál es la clave para esto?
Primero la mujer no debe sentirse culpable de dejar a sus hijos en la casa. Debe tener apoyo en su entorno para organizarse con la crianza de tus niños y tu trabajo. Tiene que establecer los tiempos para estar con sus hijos y ser productiva en la empresa.
María José Pinto, gerente de Producción de Pinto. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Las fundas y envases plásticos de los productos Pequeñín casi nunca terminan en la basura. Para los clientes de esta marca estos materiales, considerados residuos, tienen un valor especial.
Desde hace ocho años, Pequeñín premia a quienes entregan los empaques de los pañales, de los paños húmedos, del champú y de las cremas protectoras a la empresa.
Los cuidadores de bebés de cero a tres años que retornan estos materiales reciben productos para estimular a los pequeños, artículos de aseo, utensilios para la comida, prendas de vestir y hasta pueden participar de conferencias virtuales con expertos en crianza, menciona Gabriela Vásquez, coordinadora de Mercadeo Relacional de Pequeñín.
Para ser parte de este programa de responsabilidad social, los clientes deben ingresar de manera virtual la clave de cada una de las fundas y de los envases en la página www.pequenin.com o en la aplicación móvil Pequeñín.
Una vez concluido este proceso, las personas deben entregar estos empaques en los lugares autorizados a escala nacional. El canje de los premios se hace en función de los puntos acumulados.
Desde que es parte de este programa de Pequeñín, Ximena Briones recuerda que ha canjeado las fundas de los pañales, de los paños húmedos y los envases de las cremas por juguetes lúdicos, loncheras y otros artículos para sus hijos Miguel Alejandro, de 8 años, y Eduardo José, de 2.
Además, Briones ha recibido asesoría de profesionales sobre el desarrollo de sus hijos. “La página web tiene bastante información sobre el proceso de crecimiento de los niños. Es muy útil”.
Para este programa que promueve la estimulación temprana de los bebés y orienta a las mamás en la crianza, la marca destina más del 2% de su presupuesto. Pero aparte esta iniciativa contribuye al cuidado del ambiente.
Con la recolección de los empaques de Pequeñín se evita que toneladas de plástico terminen en un relleno sanitario. Así se reduce la contaminación, porque este material tarda más de 100 años en degradarse, refiere Sergio Ochoa, gerente de Negocios de Pequeñín.
En los dos últimos años, por ejemplo, la marca ha recolectado alrededor de 18,6 toneladas de plástico en todo el país.
Todos los empaques que entregan las personas en los puntos de canje se trasladan a los centros de acopio de Quito, Lasso y Guayaquil. Y luego estos se transfieren a gestores ambientales autorizados por el Ministerio de Ambiente.
Las personas que se llevan este material reciclado acuden al menos tres veces a la semana a la empresa, comenta Germania Pallasco, quien trabaja en Renueva. Al mes, en promedio, esta gestora ambiental refiere que se recolectan unas 10 toneladas de fundas plásticas y empaques.
Todo este material es procesado hasta transformarlo en materia prima. Este componente, llamado pelex, se usa para elaborar fundas de basura, mangueras de agua, plástico para recubrir cables de electricidad, armadores, membranas impermeables y otros.
Estos productos hechos con las fundas de pañales, de paños húmedos, frascos de champú y cremas se venden en almacenes para que la gente los vuelva a usar.
Las personas pueden canjear las fundas plásticas de los pañales por premios en los puntos autorizados. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
La velocidad con la que cambia el mundo marca la generación de profesiones para el futuro. Pilar Moncayo, presidenta ejecutiva de la Asociación de Gestión Humana Ecuador (Adghe), asegura que los empleos relacionados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), crecerán en un 40% en los próximos años. Asimismo, la demanda de perfiles vinculados con la TIC crecerá en 9,3% hasta el próximo año, según un estudio del diario El Mundo de España.
Las previsiones macroeconómicas de la Unión Europea señalan que hasta 2020 se crearán unos 900 000 nuevos puestos de trabajo tecnológico.
Precisamente, Europa es uno de los lugares donde se concentrará el empleo para 2020, junto con Asia, Estados Unidos y Canadá, según el informe “Empleo en IT 2017” de Deloitte (España).
“La digitalización ha transformado la forma de trabajar y lo hará con mayor intensidad en el futuro”, dice Moncayo, al añadir que se están integrando nuevas tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial.
Según el informe de Deloitte, un factor que caracteriza al sector de tecnologías de la información es que la mayoría de las herramientas que se utilizarán en los próximos años todavía no existe.
Así, dice Moncayo, entre las competencias que se requerirán a futuro están: liderazgo, trabajo en equipo, gestión de emociones, innovación, adaptabilidad al cambio, cultura colaborativa y toma de decisiones.
Paulina Donoso, directora de la carrera de Multimedia y Producción Audiovisual de la UDLA, explica que lo que se viene en comunicación es la tecnología en interactividad, aplicaciones web, videojuegos, animaciones en 3D, mezcla de video con animación, etc. La gente está dejando de lado los medios tradicionales como la televisión, y se vuelca a la Internet y las redes sociales. “La formación se enfoca en contenidos para medios digitales”. Los más buscados
Moncayo señala que entre los perfiles más buscados estarán el de IT Project Manager, desarrollador y mantenimiento de programas y apps para móviles, arquitectos en big data y expertos en ciberseguridad.
La plataforma empresarial Dir&Ge (directivos y gerentes), añade: arqueólogo de basura espacial, especialista en almacenamiento de memoria, experto en estrategias de reconstrucción (movilidad humana y reintroducción de especies extintas), bioingeniería (diseño de partes humanas), comentaristas de cultura digital (análisis de obras de arte digitales y difusión en redes) y creador de datos en Internet de las Cosas, entre otras.
En la Escuela Politécnica Nacional se enfatiza en los estudios técnicos. Allí los estudiantes se apoyan en las nuevas tecnologías para proyectarse al futuro.Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Contrarreloj y con el marco regulatorio pendiente. Así se encuentra el avance de la Estrategia nacional por el emprendimiento y la innovación.
Esta iniciativa es impulsada por la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), con el acompañamiento de la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional. La idea fue pensada a fines del 2013 y empezó a desarrollarse el año pasado.
La meta global es ambiciosa: para el 2020 Ecuador tiene que estar entre los tres países de la región más atractivos para emprender. También se busca aumentar un 10% anual el número de emprendedores que acceden a financiamiento especializado; mejorar las competencias blandas en estudiantes; elevar los montos de inversión en investigación y desarrollo en el sector privado, entre otros objetivos.
Pero el camino es complicado. Andrés Zurita, director ejecutivo de la AEI, señala que lo más difícil ya se logró: juntar a entidades públicas y privadas para que hablen y trabajen en la estrategia.
El Director de la AEI explica que temas como talento humano, asesoría y soporte, financiamiento, estudios de mercado son áreas en las que el sector privado y la academia tienen injerencia. “Todo lo que está en manos del sector privado ha avanzado. Todo lo que está en manos de entidades del Gobierno no ha pasado nada”.
Para Zurita, la estrategia tiene un avance del 30%, pero podría acelerarse si existiese ya un marco regulatorio. Esa tarea, dice, le corresponde a la Asamblea. El representante de la AEI cuenta que cuando se presentó la estrategia trabajaron juntos con el asambleísta Juan Carlos Cassinelli.
En un principio se organizaron charlas para explicar detalles, incluso una delegación de la AEI fue a la Asamblea para explicar los alcances del proyecto. Pero después los esfuerzos fueron diluyéndose.
La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) también trabaja en el desarrollo de la estrategia. Rina Pazos, subsecretaria de este entidad estatal, explica que el Código Orgánico de Economía Social del Conocimiento e Innovación, conocido como Código Ingenios y que ahora está en la Asamblea, se convertirá en el marco regulatorio necesario para impulsar la Estrategia por el emprendimiento y la innovación.
La funcionaria señala que, tras el primer debate en la Asamblea, se están realizando ajustes al proyecto de ley. “Esperamos que máximo hasta mediados del 2016 el Código esté aprobado”.
En el sector público existen otras entidades interesadas en impulsar el plan, como el Ministerio Coordinador de la Producción, la Vicepresidencia de la República, entre otras. Pero Zurita cree que son esfuerzos descoordinados y que se duplican. “Lo que se necesita es tener una sola entidad o funcionario que esté a cargo de trabajar en el proyecto”.
El financiamiento es uno de los puntos vitales en el fomento del emprendimiento y la innovación. Según la AEI, hasta el momento hay un fondo por unos USD 10 millones, pero el desafío es llegar a USD 240 millones hasta el 2020.
Andrea Lizarzaburu es consultora de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y trabaja de cerca con la AEI. Ella comenta que hay tareas pendientes para impulsar el programa público-privado.
Para ella es necesario acelerar el ritmo. “Hay propuestas hechas a autoridades estatales. Ahora se esperan sus respuestas; de lo contrario, no se van a cumplir las metas en los plazos previstos”.
Aun así, los esfuerzos para impulsar la actividad emprendedora continúan. El pasado 24 de noviembre se cumplió, en Quito, la ceremonia de la Primera Entrega de Premios Ei al emprendimiento e innovación, promovida por la AEI y la firma Seminarium. 33 emprendedores recibieron este reconocimiento.
Camilo Pinzón, titular de la Corporación para el Emprendimiento y la Innovación, felicitó a los ganadores y destacó que en situaciones como las que vive el país: “Hay algo que va más allá de los ciclos políticos y económicos: la capacidad de emprender e innovar”.
EE.UU., Chile, Argentina, India o Australia constan como los países con los mejores ecosistemas para el emprendimiento. Pero, ¿qué condiciones presentan estas naciones para desarrollar nuevos negocios?
El estudio ‘The EY G20 Entrepreneurship Barometer 2013’ de Ernst & Young, publicado en la revista Forbes (México), en octubre pasado, indica que estas naciones tienen cinco características fundamentales para fortalecer el ecosistema: acceso a financiamiento, impulso a la cultura emprendedora, promoción de impuestos y regulaciones, educación y formación del capital humano, y apoyo entre entidades públicas, privadas u organizaciones.
Además, estos países presentan mayor ventaja en temas como ‘locus’ de control interno, es decir, se consideran responsables de lo que les ocurre a los emprendedores, tienen mayor capacidad de innovación, creatividad y mayor tolerancia al riesgo, explica Rebeca Vidal, ejecutiva de Políticas Públicas y Competitividad del Banco de Desarrollo para América Latina-CAF.
En América Latina y el Caribe, pese a que estas iniciativas empresariales no generan más de 10 plazas de trabajo directo o son proyectos pequeños, ya comienza a evidenciarse emprendimientos de alto potencial y con fuertes componentes tecnológicos.
Rocío Fonseca, directora ejecutiva del Start-Up Chile, un programa de la Corporación de Fomento a la Producción en ese país (Corfo), sostiene que el principal promotor del ecosistema emprendedor lo lleva Silicon Valley (en EE.UU.). Este lugar ubicado al sur de San Francisco, y conocido por concentrar a las grandes corporaciones y ‘start-up’ o empresas de formación en el área tecnológica, posee una condición trascendental: la diferencia cultural.
Esto permite que personas que tienen diversas formaciones académicas, creencias y que provienen de otros países, propicien ideas disruptivas que rompan los estereotipos al emprender. Además, el espíritu de innovación como base para el emprendimiento es un componente que les ha permitido llevar adelante ideas que salen de la zona de confort, a diferencia de Latinoamérica en la que el estilo es muy tradicional.
Ernesto Kruger, presidente de Kruger Corporation, añade que en Suramérica existen dos sistemas aptos para emprender: el de Colombia y Uruguay. Allí facilitan el acceso a capital de inversión. Este tema es medular para ejecutar nuevos proyectos, que con el paso del tiempo llegan a innovar.
A Brasil también lo incluye en la lista, ya que desarrolla programas e instrumentos públicos enfocados hacia el emprendimiento.
El centro Prendho funciona en la Universidad Técnica Particular de Loja. Foto: Cortesía.
Las incubadoras aplican nuevas metodologías o fortalecen su trabajo para lograr más casos de éxito entre los emprendimientos que surgen en el Ecuador. Sus actividades se centran en transferir conocimientos, establecer metodologías y enseñar y facilitar herramientas.
En la práctica, realizan concursos, talleres y cursos con expertos del exterior que transmiten prácticas exitosas, comenta Álvaro Castillo, director del Centro de Emprendimiento Prendho, que funciona en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
Esta incubadora es una de las 15 que están acreditadas por la Senescyt para impulsar el proyecto Banco de Ideas. Las otras son Auconsis, Red de Emprendimiento Impacthub, Universidad Técnica Equinoccial, Secretaría Técnica de Gestión Inclusiva en Discapacidades, Espol, Universidad Internacional SEK y ConQuito.
También están Yachay EP, Corporación para el Emprendimiento y la Innovación, Kruger Labs, Carana, Politécnica Salesiana, Centro de Gestión empresarial de la Prefectura de Pichincha y la Corporación Civil para el Desarrollo Económico de Ambato y Tungurahua (CorpoAmbato).
Prendho tiene dos áreas: incubación y aceleración. Esta última está destinada a las iniciativas que ya tienen un recorrido. Allí, se brinda asesoría y seguimiento.
En la incubación se da cabida a las ideas. Los principales proyectos están orientados a la agroindustria y tecnología debido a las condiciones productivas de Loja.
Según Castillo, si bien los problemas como la falta de una cultura de emprendimiento se mantienen, en los últimos tres años estos centros son más visibilizados. Además, agrega, que la metodología se ajustó. Ahora, el emprendimiento no solo consiste en tener una idea novedosa sino que se relacione con el mercado.
Castillo dice que antes de desarrollar un producto, que puede ser innovador, lo más importante es identificar si hay interesados en comprar y si el mercado puede ser replicado en el país y el extranjero.
Lida Chávez labora en CorpoAmbato, creado en 1999. Ella explica que el semestre pasado apoyaron 16 proyectos que tuvieron el respaldo de las carreras de Economía y Diseño Gráfico de la Universidad Técnica de Ambato.
Chávez indica que se dedican al desarrollo del modelo de negocio, formulación del plan de negocios dando énfasis al análisis económico-financiero y vincularles a un capital semilla. Añade que su apoyo se inicia con el análisis de los emprendedores. Es decir, si necesitan reforzar su motivación y liderazgo. Luego continúa con el desarrollo de sus habilidades en las áreas administrativa, económica, propiedad intelectual, etc.
Natalia Daqui expuso sus productos orgánicos en una feria en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes/ LÍDERES.
El incremento y la diversificación de los créditos y microcréditos que ofrece el sector financiero popular y solidario se traslada a un mayor número de actores de este segmento de la economía.
Las cifras de la Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria revelan que el crédito para este segmento creció entre el 2013 y el 2014, cuando pasó de unos USD 823 464 000 en préstamos, a USD 964 453 000. Si bien el monto de préstamos creció, el número de operaciones también lo hizo, pero en un rango menor. Así, mientras en el 2013 se ejecutaron 167 969 operaciones (créditos), el año pasado fueron 169 191.
Los pequeños créditos productivos, para el financiamiento de todo tipo de emprendimientos, alcanzaron los USD 667 706, entre enero y septiembre de este 2015. Los préstamos cubrieron un amplio espectro de actividades, entre ellas la fabricación de calzado, la apertura de boutiques y la adquisición de mercadería, la elaboración de prendas de vestir, fabricación de muebles artesanales, la creación de joyas…
Gabriel Tomalá, artesano del calzado, está satisfecho con el crédito de USD 750 que obtuvo en febrero pasado de una cooperativa de ahorro y crédito de la provincia de Santa Elena, para comprar maquinaria nueva. Tomalá decidió solicitar el crédito porque su producción mensual, de 10 pares de calzado que elaboraba en su taller, empezó a quedar pequeña frente a una creciente demanda.
El artesano de 57 años, oriundo de la comuna Atahualpa, llevó una muestra de sus creaciones a una de las recientes ferias de emprendimiento que el Ministerio de Industrias y Producción (Mipro) organizó en Guayaquil. “Con la nueva maquinaria ahora puedo coser el doble de zapatos. Ahora, estoy gestionando otros préstamo para ampliar el taller”.
Solo en microcréditos para la fabricación de calzado, en septiembre pasado, las entidades financieras de este sector desembolsaron USD 44 000 en todo el país.
Como Tomalá, otros microempresarios consideran que la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria, que reglamenta a este sector, ha permitido el impulso de la producción artesanal y la microempresa. Es lo que cree, por ejemplo, Natalia Daqui, una joven emprendedora de Guayaquil que elabora y comercializa vegetales, frutas orgánicas, mermeladas artesanales, conservas y pasteles en envases de vidrio y con diseños según las temporadas del año.
Daqui considera que ahora existe una mayor apertura hacia este segmento, y también un mayor interés de los comercios, lo que los ha obligado a mejorar la calidad de su producto.
Unos 1 400 proyectos participaron en la primera edición de la Liga de Emprendedores promovida por la CFN. Foto: Cortesía.
Una idea original no basta para emprender un negocio, hace falta capital y hallarlo puede ser un verdadero desafío.
Los bancos son recelosos a prestar dinero para negocios que aún no están en marcha o les exigen garantías difíciles de cumplir.
La Unidad de Economía Popular y Solidaria de la Agencia Metropolitana de Promoción Económica (ConQuito) ofrece mentoría en temas financieros y realiza una articulación con 12 cooperativas para que los emprendedores puedan acceder a un crédito. Gracias a esto, emprendedores obtuvieron USD 400 000 en préstamos entre enero y octubre de este año.
Vanessa Rosero, responsable de esa área, dice que otras opciones de más fácil acceso son ahorros propios o las tres ‘efes’ (friends, family, fools), que son amigos, familia o ‘ingenuos’, estos últimos llamados así porque no son inversionistas profesionales y, sin embargo, apuestan por la idea.
También están los inversionistas ángeles, que no solo entregan dinero, sino una red de contactos (proveedores, clientes, etc.) y asesoría. ConQuito facilita el contacto con estos financistas, que son empresarios que buscan ideas innovadoras más que productos.
La Liga de Emprendedores, un concurso organizado por la Corporación Financiera Nacional (CFN), también ofrece capital semilla. La CFN no entrega fondos propios sino aportes de firmas privadas. En la primera versión participaron 1 400 proyectos. La segunda edición, lanzada el pasado 18 de noviembre, premiará con USD 55 000 a la idea ganadora. También habrá incentivos para el segundo y tercer puesto. La competencia busca propuestas innovadoras que apunten al cambio de la Matriz Productiva. Las inscripciones se hacen en la web de la CFN y cierran el 15 de enero.
El Banco de Ideas de la Senescyt también apoya al emprendedor. En él, pueden participar proyectos en una primera fase de desarrollo: gestación, prototipo del producto o comercialización con menos de dos años de ventas, dice Andrea Navas, directora de Innovación de Tecnología del ente.
Los proyectos mejor puntuados (más de 75 puntos) reciben capital (USD 50 000 en promedio) y asesoría técnica. Hasta ahora se han premiado unos 40 proyectos.
Además, vía Decreto 680, firmado en mayo pasado, el Gobierno creó el Fondo de Capital de Riesgo para impulsar emprendimientos innovadores, aunque este aún está en etapa de implementación.
Para negocios en fase de mayor desarrollo está el club de inversionistas de Startup & Ventures. Camilo Pinzón, representante de esta iniciativa, cree que en temas de financiamiento al emprendedor el Ecuador aún está en una etapa inicial. “Hay un problema de conseguir financiamiento, pero del lado del inversionista también es complicado conseguir proyectos listos”. Pero cree que los últimos años se han dado avances.
El club recibe proyectos de firmas ya creadas y en fase de primeras ventas. La ayuda consiste en tomar participación accionaria (minoritaria) y aporte de capital que pueden ir hasta USD 100 000.
El campamento The Click tuvo unos 100 inscritos, al final calificaron 11 finalistas. Foto: Cortesía.
Las oportunidades de negocios pueden surgir incluso en épocas de crisis, sostiene Andrés Briones, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE).
Este dirigente corporativo considera que la clave está en la innovación y en la búsqueda de nuevos mercados.
Ecuador encabeza la lista de Actividad Emprendedora Temprana (TEA) en América Latina, según el Global Entrepreneurship Monitor 2014; sin embargo, la caída del precio del petróleo, que ha derivado en una desaceleración de la economía del país, plantea retos para los emprendedores este y el próximo año.
En este contexto, Briones recalca que el impacto será diferente para los emprendedores cuyos ingresos dependen del sector público y para los emprendedores que forman parte de cadenas de producción del sector privado.
Los primeros se podrían ver afectados por una disminución de compras públicas, por ende, las mejores oportunidades estarían en proveer al sector privado, que todavía no ha visto reducidos sus ingresos en la misma proporción que el sector público, explica el dirigente.
Enrique Lederguerber, fundador de Invernadero, espacio de co-working en Guayaquil, señala además que, independientemente de la situación económica de un país, las oportunidades de emprendimiento están ancladas con el criterio de la creatividad. “Siempre hay oportunidades interesantes, porque no vivimos en un mundo de mercados masivos, sino de nichos fragmentados en los que los emprendedores y ‘free lancers’ tienen las mejores formas de desarrollar su mercado. Eso, porque tienen una estructura más ágil y menos rígida que las empresas tradicionales”, cuenta.
De ahí que los emprendedores que apunten a atender mercados o nichos especializados, ofreciendo valor agregado, son los que más oportunidades tienen de alcanzar éxito, sostiene Lederguerber.
Los expertos coinciden en que el área con más potencial para arrancar nuevos negocios es la de servicios, sobre todo en tecnologías, puesto que requieren menos inversión de capital que emprendimientos de manufactura, por ejemplo.
Pero junto con la creatividad y la identificación de nichos especializados hace falta un acompañamiento de capacitación para que los negocios perduren.
Valentina Viteri, una de las organizadoras del campamento de emprendimiento The Click, que se realizó en octubre en la Universidad Casa Grande de Guayaquil, explica que precisamente realizaron esta actividad porque identificaron que en la ciudad hacen falta espacios completos que brinden a los emprendedores herramientas para que sus negocios no sean fugaces. “Identificamos que muchos emprendimientos duran solo un año”, cuenta.
La Semana del Emprendimiento de la USFQ se realizó del 25 de noviembre al 1 de diciembre, en las instalaciones del Paseo San Francisco en el valle de Cumbayá. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES.
El emprendimiento y la innovación empiezan a convertirse en contenidos recurrentes en las mallas académicas de varias universidades en el Ecuador. Desde las aulas de clase se implementan actividades académicas para impulsar negocios universitarios.
“Buscamos apoyar y fomentar el espíritu emprendedor en todos nuestros estudiantes”, comenta Giovanni Rosania, coordinador del área de Emprendimiento de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
En esta universidad se imparte la materia de Emprendimiento obligatoriamente a casi 500 estudiantes, en promedio, semestralmente sin distinguir la carrera. El objetivo es crear un negocio para que se presente en la Semana del Emprendimiento.
“Fue difícil al principio, pero uno aprende desde cómo trabajar en equipo hasta los pasos para crear un negocio”, comenta Gabriela Carrasco, estudiante de leyes y cofundadora de Mowka. Este emprendimiento, en la feria de la USFQ, se dedica a comercializar caramelos de guayusa.
Por otro lado, existen programas orientados solamente en la carrera de Administración de Empresas como en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Esta opción ofrece tres clases enfocadas a la enseñanza y desarrollo del emprendimiento y la innovación. Los estudiantes de primer nivel reciben una introducción al ecosistema y, en tercer y séptimo nivel, deben desarrollar un proyecto integrador que de igual manera se presenta en una feria de emprendimiento semestral.
“Los proyectos son multidisciplinarios e implican investigaciones de mercado y factibilidad, como también un prototipo funcional. Queremos que los jóvenes vean al emprendimiento como otra opción al momento de salir de la universidad”, explica Cristian Fajardo, coordinador de Emprendimiento en la PUCE. Pero no todas las universidades han implementado un sistema así en su pénsum. En la Escuela Politécnica Nacional no se dictan clases de emprendimiento, pero se ofrece apoyo a los alumnos a través de una Unidad de Apoyo al Politécnico Emprendedor (UAPE). “Somos una especie de preincubadora para aquellos estudiantes que tienen ideas pero no saben cómo hacerlas reales”, dice Margarita Chávez, coordinadora de la UAPE.
En todo caso, como explica Gabriel Rovayo, director general del IDE Business School, “los modelos educativos en emprendimiento en el país son aún experimentales y se consolidarán en el futuro, conforme las experiencias sean exitosas, sistematizadas y replicables”.
En las instalaciones de ConQuito (sur de la ciudad), hay cursos y talleres permanentes dirigidos a personas que buscan poner en marcha sus emprendimientos propios. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES.
Toda crisis es una oportunidad. De ahí que las temporadas de condiciones económicas complejas son períodos en los que surge la inventiva y nacen emprendimientos que, con buenas estrategias, logran consolidarse durante el tiempo.
Wilson Araque, director del Área de Gestión de la Universidad Andina, explica que en épocas de crisis al menos el 80% de los emprendimientos que surgen son por necesidad. Los productos que se ofrezcan deben ser nuevos, creativos y de bajo costo. “Por ejemplo, se podría reemplazar algunos artículos importados”.
El problema es que la mayoría de los emprendimientos se centra en ideas repetidas y desarrollan estrategias erradas para competir contra otros como, por ejemplo, bajar los precios impactando en la economía del negocio.
Javier Albuja,coordinador de proyectos de la Agencia de Desarrollo Económico del Municipio de Quito (ConQuito), señala que la mayoría de los emprendedores que nace por necesidad invierte hasta unos USD 3 000 para el desarrollo del negocio.
Él reconoce que puede llegar a haber dificultades para acceder al financiamiento en coyunturas difíciles. “Es cuando es necesario buscar los mecanismos para canalizar créditos a través de instituciones financieras más pequeñas”. Las instituciones públicas también pueden funcionar como un nexo entre emprendedores y la banca, para facilitar los procesos crediticios.
Otra vía es asociarse con quienes puedan colocar el capital para emprender e, incluso, trabajar en grupo con diferentes capitales. Este es el caso de Odelaisy Enrique Regalado, quien junto con otro socio impulsó Gárgola Cerámica. Nacieron hace cuatro años y han logrado colocar su producto en una firma de retail. Ella considera que no hay por qué temer en tiempos de economía difícil, sino desarrollar estrategias adecuadas para mantenerse.
Una posición similar es la de Andrés Estacio, quien prevé poner en marcha un emprendimiento de comercio virtual el próximo año. Sabe que se advierte una condición económica complicada en el 2016, pero cree que se puede salir adelante, más aún si se trata de un servicio tecnológico que acerca al público con el producto.
Este tipo de negocios son los que, según el español Paco Prieto, de Talento Corporativo, son los ‘top’ en la actualidad.
El Bootcamp de EDES es una opción para impulsar la participación de nuevos emprendedores. Foto: LÍDERES.
Para un emprendimiento, las redes de contactos y apoyo son vitales. Pueden crearse a raíz de un factor común como el tipo de emprendimiento o desde una visión de apoyo. Sea como fuere, el emprendedor en el país tiene una amplia gama de redes, en las cuales puede involucrarse y relacionarse con proveedores y futuros clientes. Además, puede tener apoyo con mayores herramientas.
Camilo Pinzón, director de la Escuela de Negocios EDES de la UTPL, divide a las redes de emprendedores en tres grandes grupos. Uno, aquellas promovidas por las instituciones académicas. Dos, las que surgen desde el sector público. Y, tres, desde el sector privado. Entre las entidades públicas se destacan redes como el Banco de las Ideas de la Senescyt, la Liga de Emprendedores de la CFN, el Ministerio de Industrias y redes promovidas por el Municipio de Quito, como ConQuito e InnovaQuito.
A escala académica aparecen espacios como el Club de Emprendedores de la USFQ; Prendho de la UTPL y el programa Bootcamp 360 de EDES o Aiesec. En el sector privado hay iniciativas de redes, la idea de Coworking Space o espacios de mentoría, como Buen Trip Hub.
En esta línea, Pinzón destaca redes como InNobis en Guayaquil, Kruger Labs, Startups Ventures, 593, AEI, Carana, etc. Añade que estos espacios permanentemente están elaborando eventos y ferias donde el emprendedor puede encontrar contactos, conocer ejemplos de éxito y lograr seguimiento para recibir apoyo.
“Estar en contacto con una red de emprendedores es fundamental para alguien que está comenzando con una idea de negocios”, indica Pinzón. “Los primeros años tienes flujos negativos, porque las ventas no llegan de inmediato. Si no se tienen redes de apoyo, la probabilidad de morir es muy alta no por ser mal gestor o mal gerente, sino porque es duro”.
Una de estas redes es la Red Mujer Emprendedora, creada por María Sara Jijón, en junio del 2013. Esta iniciativa tiene como objetivo impulsar a las mujeres para que logren su sueño de emprender. Jijón explica que está enfocada en la mujer por su doble rol dentro de la familia: ser madre y contribuir con el hogar.
En esta red se organizan eventos de ‘networking’ entre emprendedoras con intereses comunes y mentoreo, para que emprendedoras con más experiencia acompañen con su liderazgo a quienes recién están iniciando con su idea.
Pero además hay redes que surgen espontáneamente como la red de proveedores de café para cafeterías en Quito promovida por Ena Escobar.
Ella explica que se han tendido contactos entre pequeños productores de café en distintas provincias del país y dueños de cafeterías, para asegurar la calidad de los productos que ofrecen, generar mayores ingresos y brindarles asesoría.
La Primera Entrega de Premios Ei al emprendimiento e innovación, promovida por la AEI y la firma Seminarium, se cumplió la noche del pasado 24 de noviembre, en Quito. Foto: Julio Estrella / LÍDERES.