Etiqueta: estrés

  • Investiga sobre la medición y reducción del estrés

    Patricia González

    Construir y crear siempre fueron del interés de Pablo Paredes, un investigador de la Universidad de Stanford, en California (EE.UU.) de origen cuencano.

    De joven le encantaban las matemáticas y la computación. Estudió en la Unidad Educativa Técnico Salesiano, de Cuenca, del cual egresó como bachiller técnico en Electromagnética.
    El ingenio también lo aplicó en la música, una pasión que cultivó desde niño. Estudió en el Conservatorio Nacional por cerca de ocho años. Aprendió a tocar el piano, el bajo y la guitarra.

    Estuvo en grupos musicales durante la época escolar y en la universidad. Además, es compositor. Recientemente, compuso bandas sonoras para cortometrajes.

    Con 17 años, luego de graduarse del colegio, cursó un año adicional en la ciudad de Ocean Springs, en Misisipi, EE.UU., con el objetivo de aprender inglés.

    Es ingeniero electrónico, por la Universidad Politécnica Salesiana. A la par que cursaba sus estudios, cofundó una compañía especializada en componentes electrónicos e instalaciones de telecomunicaciones, que fue contratista de empresas estatales. “Con la dolarización se acabó el negocio, porque todo llegó a valer 10 veces más.
    La liquidamos”, cuenta.

    Una vez graduado de la universidad, impartió clases en su alma máter en procesamiento digital y métodos numéricos, en la carrera de Ingeniería Electrónica. Además, fundó y dirigió un laboratorio de investigación.

    Tras haber aplicado a la Beca Fulbright, volvió a EE.UU. a estudiar una maestría en Ingeniería Eléctrica y Computación, en Georgia Tech (Instituto de Tecnología de Georgia), en Atlanta; allí también estudió un MBA. Al culminar sus estudios, trabajó por año y medio para la firma Avaya, de telefonía IP, con matriz en Nueva Jersey, en su filial en Miami.

    Retornó a Ecuador y lo contrató Telefónica Movistar como Gerente de Productos, para el desarrollo de datos fijos. Esta fue una experiencia de casi tres años que le permitió aprender sobre este negocio en Latinoamérica.

    Luego, ingresó a la filial de Intel en São Paulo, Brasil, como Gerente de Desarrollo de Mercado para Sudamérica, con la responsabilidad del despliegue de banda ancha e Internet de alta velocidad en la región. “Manejé negociaciones bastante grandes. Me reunía con congresistas, ministros de Telecomunicaciones en Brasil y la región e inversionistas de capital”.

    Ram Ramaswami, su amigo y exjefe en Intel, lo considera una persona altamente profesional y comprometida con su trabajo. “La alta gerencia confiaba mucho en él. Estaba muy concentrado en entregar resultados”.

    A pesar del éxito laboral que estaba teniendo, Pablo siempre estuvo interesado por los temas psicológicos y la mejora de la salud mental con el uso de la tecnología. Una de sus motivaciones era la condición de un familiar cercano.

    Estando en Intel, aplicó a un doctorado en Ciencias de la Computación, en la Universidad de California-Berkeley, con el fin de enfocar sus investigaciones doctorales en salud mental.
    Renunció a la firma de telecomunicaciones luego de dos años de labor y, en agosto del 2010, comenzó a estudiar en Berkeley.

    Durante los cinco años y medio que duró el doctorado realizó investigaciones sobre mecanismos para la reducción del estrés. Uno de los proyectos consistía en un brazalete que ayudaba a las personas a respirar mejor, entre otras técnicas. En esa época hizo una pasantía en Microsoft Research, donde trabajó en una aplicación que permitía escoger la mejor intervención para bajar el estrés, a través de inteligencia artificial.

    Se graduó en diciembre del 2015 y comenzó un postdoctorado en la Facultad de Ciencias de la Computación de la Universidad de Stanford, en California, donde continuó sus investigaciones.

    Lo culminó en el 2018 y fundó como catedrático el Laboratorio de Tecnología Omnipresente para el Bienestar, de la facultad de Medicina de la universidad. Cuenta con un equipo multidisciplinario de ocho personas, con el que impulsa varias investigaciones sobre medición y técnicas para manejo del estrés.

    “Es uno de los investigadores más creativos y apasionados que conozco. Tiene una fuerte motivación para ayudar a resolver algunos de los problemas más importantes que enfrenta la humanidad”, señala su colega en Stanford, James Landay.

    Paredes está casado con la venezolana Claudia Sardi, con quien tiene unos mellizos de 5 años: Diego y Manuela. No descarta la ­posibilidad de volver a Ecuador; en el país mantiene conexión laboral a través de colaboraciones con la academia.

    CV

    Ingeniero electrónico, por la Universidad Politécnica Salesiana.
    PhD en Ciencias de la Computación, en la Universidad de Berkeley, en California.

    Postdoctorado en Ciencias de la Computación en la Universidad de Stanford, en la que fundó y dirige el Laboratorio de Tecnología Omnipresente para el Bienestar de la facultad de Medicina.

    Pablo Paredes junto a sus mellizos, Diego y Manuela, de 5 años de edad (arriba, izq.); en una foto familiar durante un paseo (arriba, der.) y como expositor en la charla TEDx, en Boston. Fotos: Cortesía Pablo Paredes
    Pablo Paredes junto a sus mellizos, Diego y Manuela, de 5 años de edad (arriba, izq.); en una foto familiar durante un paseo (arriba, der.) y como expositor en la charla TEDx, en Boston. Fotos: Cortesía Pablo Paredes
  • Estrés

    Gabriel Figueroa

    No tenerlo es utópico. Nadie se salva de esta. Pero hay matices y estrategias.

    Para comenzar el estrés se puede dividir en estrés positivo (eustrés) y estrés negativo (distrés).

    El primero es de vital importancia para nuestro desempeño, puesto que nos da energía, enfoque y fuerza. Todos lo hemos sentido en un momento de prisas, con proyectos importantes. Es un tipo de estrés que se siente bien y que es adaptativo a circunstancias retadoras.

    El estrés negativo (el distrés), en cambio, nos quita energía. Es un sentimiento de agotamiento mental y físico, que sentimos durante o después de la tormenta, por ejemplo, cuando vamos de regreso a casa después de un día difícil de trabajo.

    Lo que mucha gente no sabe es que comúnmente el eustrés, se transforma en distrés, si no descansamos, aunque sea un par de minutos cada 1-2 horas. La regla de dedo es sencilla: Si no logras balancear tu energía a lo largo del día, es decir, llegas agotado a casa, entonces no estás gestionando bien tu energía. Podrás ser muy eficiente en tu trabajo, pero estás siendo increíblemente ineficiente e ineficaz en tu vida. ¿Es tu caso?

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Cuando los compañeros son tóxicos

    Arturo Castillo

    para Líderes (I)

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    El determinismo científico puede ser tan nocivo como el determinismo religioso. Puede reducir al ser humano a fórmulas y conceptos, volverlo un objeto. La ciencia incursiona en un territorio desconocido cuando intenta explicar la conducta humana. No le queda más remedio que generalizar, estereotipar, disecar y rotular. Aun así, sus teorías son provisionales.

    El comportamiento humano se explica desde los eventos externos, la educación, las circunstancias familiares, los condicionamientos sociales, o desde los instintos, el mundo emocional de los individuos, su vida psíquica.

    En el ambiente laboral, concluyen algunos estudios, las personas se contagian fácilmente de los estados de ánimo y conductas tóxicas de sus compañeros.

    El estrés, por ejemplo, ‘vuela’ en el aire. Quienes lo respiran reaccionan de manera tensa, actúan a la defensiva.

    El mal genio es un virus que se propaga rápidamente; sus víctimas se vuelven irascibles, de pocas pulgas. El pesimismo puede transmitirse como una peste; los infectados empiezan a ponerle peros a todo.

    La gente hostil emana ondas mentales que penetran en la psiquis de quienes les rodean; de modo que el lugar se torna en un campo de batalla.

    Los jefes autoritarios son capaces de atemorizar a sus subalternos, al punto de paralizarlos con su presencia.

    El padre de la teoría de la inteligencia emocional, Daniel Goleman, ha introducido sus postulados en el ambiente de trabajo. La paradoja mayor es que los individuos intelectualmente inteligentes pueden ser un auténtico desastre cuando se trata del manejo de las emociones.

    Dan demostraciones de una extraordinaria capacidad de abstracción, pero se comportan como niños caprichosos y manipuladores.

    Los hallazgos en el campo de la neurología refuerzan la experiencia inmediata de que las emociones modulan la convivencia entre los sujetos. Y lejos de lo que se piensa, la racionalidad no es precisamente lo que prevalece en los entornos laborales.

    De otra parte, el aspecto radical de estos planteamientos, la psicología de las masas, que Sigmund Freud abordó en su obra ‘Psicología de las masas y análisis del yo’, deja un escaso margen para la capacidad de los individuos para sobreponerse a influencias externas perturbadoras.

    La serenidad frente a la ofensa; la tolerancia ante la crítica y la calumnia. La firmeza como respuestas a la provocación; la discreción cuando el chisme y la difamación quieren ganar terreno. La ausencia de rencor o venganza luego de haber sido blanco de la envidia y la intriga.

    La paciencia, que no debe confundirse con el estoicismo; la prudencia, que no es lo mismo que la omisión cómplice, ayudan a sobrellevar situaciones que pueden desquiciar y provocar amargura. Sin un trasfondo de madurez y dominio del propio carácter, difícilmente se logra sobrevivir en ambientes tóxicos.

    La idea de que el individuo es víctima de su entorno, que las circunstancias le vapulean y someten; que está condenado a sufrir pasivamente, parte desde el convencimiento de que el ser humano puede convertirse en lo que cualquier poder dominante quiera hacer de él.

    La ‘toxemia’ llega a apropiarse de algunas áreas laborales, y a veces de la organización entera. Las patologías empresariales, si no son detectadas y tratadas oportunamente, debilitan la productividad y corroen el entusiasmo. Pero además se convierten en eslabones del malestar colectivo, pues los individuos llevan el contagio a sus propias familias.

    Es fácil entender ese círculo vicioso. La única inmunización posible es el manejo equilibrado de las propias emociones, por encima de la psicología grupal.

    Las patologías empresariales, si no son detectadas y tratadas oportunamente, debilitan la productividad y corroen el entusiasmo.
    Las patologías empresariales, si no son detectadas y tratadas oportunamente, debilitan la productividad y corroen el entusiasmo. Foto: Captura
  • El estrés diario se combate en el spa

    Ana Cristina Alvarado

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    El estrés es un mal moderno que cada vez es más frecuente en los ambientes laborales, por la presión diaria, y en las ciudades, debido a factores como el tráfico, la contaminación o la temperatura. Úlceras, ansiedad, depresión y dolores de cabeza o espalda son algunos de los efectos, si es que no se toma un respiro. Una solución es acudir a un spa, donde los masajes y los tratamientos relajantes, descontracturantes y energizantes; ayudan a liberar la tensión.

    Gabriela Toledo, terapista de The Glam Lounge Spa, indica que hay varias opciones para quienes buscan bienestar. Cuando es la primera vez que se acude a un spa, las expertas hacen una evaluación del paciente, para conocer el estado de estrés o contractura y poder recomendar el tratamiento indicado. 

    A una persona muy estresada, primero se le recomendará un masaje que le ayude a relajar sus músculos, como en los que se usa aceites esenciales o piedras calientes. En las siguientes citas, el tratamiento puede seguir con el masaje tailandés, que se basa en los estiramientos de yoga.

    Devolverle la energía al cuerpo también es parte de una terapia completa y para eso se puede aplicar la técnica del telar, que suavemente ayuda a estirar el cuerpo y a desbloquear los canales por los que circula la energía.

    Foto: Facebook The Glam Lounge Spa
    Foto: Facebook The Glam Lounge Spa
  • Una experiencia de vuelo sin estrés

    Ana Cristina Alvarado

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    El vuelo puede generar mucho estrés y más si se trata de viajes familiares con niños. Esto provoca que al llegar al destino de las vacaciones haya cansancio y no se disfrute al 100% de la experiencia.

    Dos aerolíneas, Copa Airlines y Air France, dieron sus recomendaciones para tener la mejor experiencia de vuelo posible. Revisar las condiciones de entrada al destino, como visa, vacunas o seguro médico ayudará a prepararse. Se debe conocer el peso máximo de equipaje que permite la aerolínea antes de hacer la maleta. Incluir un botiquín con la medicación especial y recetas, si es el caso.

    Si el pasajero tiene necesidades dietéticas especiales, la aerolínea debe saberlo antes del viaje. Algunas empresas, como Copa Airlines, ofrecen menú infantil, vegetariano o kosher.
    Los niños y otras personas pueden temer al vuelo, pero ayudará conocer que estadísticamente el avión es el medio de transporte más seguro.

    Finalmente, viajar con las mascotas es posible. Perros de hasta 8 kilos pueden viajar en la cabina con sus amos. Confirmarlo con la aerolínea.

    CONSEJOS

    Vestimenta. Al viajar es mejor utilizar ropa suelta y evitar las prendas que aprieten las extremidades inferiores.

    De mano. Se recomienda incluir en la maleta de mano un antifaz para dormir y una almohada cervical, para evitar malas posiciones que causen después dolor.

    Cabina. La humedad en el interior de la cabina suele ser menor al 20%.

    Hidratación. Durante el vuelo, es preferible consumir alimentos ligeros y beber más agua que de costumbre para compensar los bajos niveles de humedad a bordo. Preferir los lentes tradicionales sobre los de contacto.

    Despegue. Usar tapones o masticar chicle evitarán que los oídos se tapen.

    Posición. Evitar cruzar las piernas relaja los músculos y favorece una buena circulación sanguínea.

    Viajes Lograr unas vacaciones con la familia relajada y con todo en orden es posible con estos consejos. Foto: Internet
    Viajes Lograr unas vacaciones con la familia relajada y con todo en orden es posible con estos consejos. Foto: Internet
  • Una receta ancestral es el insumo de sus compresas

    Cristina Márquez (I)

    Las compresas andinas que se fabrican en el taller del Indio Tagua, alivian y relajan los múscu­los. Estas prendas, que se utilizan para disminuir los efectos del estrés y el dolor corporal, están rellenas de una combinación de hierbas, semillas y sales minerales, utilizadas desde la época ancestral por los yachaks indígenas.

    Ricardo Flores
    , un investigador andino, es el desarrollador de la receta. Él se guió en las medicinas naturales que utilizan en las comunidades indígenas de Ecuador, Perú y Bolivia, para aliviar los dolores musculares y otros malestares como los cólicos menstruales.

    En la cultura andina, la farmacia está en los huertos y en los páramos. Las plantas que tienen un fuerte poder analgésico como la manzanilla, y otras conocidas por su efecto desinflamante, como las hojas de higo, son los ingredientes activos de sus compresas.

    También contienen sales minerales y semillas de tagua, que al calentarse producen una especie de vapor que se filtra por la tela y penetra en la piel. Además, el agradable aroma herbal tiene un efecto tranquilizante que estimula la producción de endorfinas a través del olor, por lo que es ideal para combatir el estrés.

    “En viajes al exterior miramos que había variedad de compresas terapéuticas hechas con productos químicos, aromatizantes artificiales, semillas… y nos preguntábamos por qué la gente gasta tanto en lo artificial cuando puede acudir a lo natural”, dice Flores.

    Así surgió la idea de iniciar un emprendimiento. La empresa se denominó Indio Tagua, debido a que Ricardo proviene de una familia de artesanos. De hecho, sus padres, Vicente Flores y Ana Cando, le enseñaron todo lo relacionado con el trabajo manual y con la elaboración de artesanías.

    Después de efectuar una investigación que le tomó cerca de un año, Flores pudo desarrollar una combinación de hierbas medicinales. Estas plantas están envueltas en una tela suave y porosa, que permite la filtración de los aromas y el vapor de las sales minerales.

    Para iniciar su emprendimiento, Flores invirtió cerca de USD 2 000 en materias primas y equipos como molinos eléctricos, máquinas de coser, entre otros equipamientos. Su hermana Fanny Flores y el esposo de ella, Vinicio Mariño, también se sumaron. 

    Mientras Ricardo se dedica a la producción, ellos se ocupan de la comercialización de las prendas. Las compresas se fabrican en tres presentaciones, para aliviar diferentes dolencias del cuerpo. Hay una en forma de T, para la espalda, otra rectangular que se utiliza sobre el vientre para el dolor de estómago y cólicos menstruales.

    Pero la más solicitada por los compradores es la compresa en forma de herradura, para los hombros y cuello. Esta prenda se utiliza para aliviar el estrés que se concentra en esa parte del cuerpo.

    El kit de tres compresas cuesta USD 50, pero también se venden de forma individual. Los productos del emprendimiento se distribuyen en Riobamba, Ambato, Santo Domingo, Quito y otras ciudades de la Sierra Centro.

    A mediano plazo, los emprendedores esperan ingresar con sus productos a las cadenas farmacéuticas del país, también aspiran exportar sus productos a Chile, donde actualmente realizan una exploración del mercado.

    Los emprendedores Fanny Flores y Ricardo Flores muestran sus productos, en las instalaciones de su local. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES.
    Los emprendedores Fanny Flores y Ricardo Flores muestran sus productos, en las instalaciones de su local. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES.
  • El descanso de los trabajadores es tarea pendiente en las empresas

    Desirée Yépez
    Redacción Revistalideres.ec

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    Los ecuatorianos, en promedio, destinan 52 horas semanales al sueño. Lo cual se traduce en aproximadamente ocho horas diarias. A actividades productivas destinan 66 horas semanales. Las cifras se desprenden de la Encuesta de Uso del Tiempo, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Si bien es cierto que las necesidades de sueño varían, los especialistas consideran que un lapso de descanso que oscile entre las siete y nueve horas afecta de manera positiva al desempeño.

    Por el contrario, pocas horas de sueño, o una mala noche, también determinarán la calidad con que se desarrollen las labores diarias.

    Un artículo publicado por la Universidad de Pensilvania, ‘Hora de despertar: por qué todo el mundo necesita más horas de sueño’, indica que la globalización, flexibilización del horario laboral y trabajo en casa vía teléfono inteligente roban el sueño de muchos trabajadores.

    Las consecuencias de esa ‘hiper conexión’ se reflejan en la productividad, creatividad y ánimo en el lugar de trabajo. El objetivo es que el empleo no choque con la necesidad humana denominada REM, la cual se refiere a la etapa esencial del sueño.

    Stewart D. Friedman, profesor de Gestión de la Escuela de negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania, sostiene que la posibilidad de acceder a tareas relacionadas con el trabajo a través de los medios digitales hace más difícil mantener separadas las fronteras entre el trabajo y las demás actividades.

    Nancy Rothbard, también maestra de la Universidad, acota que la falta de sueño influye en un humor negativo que a su vez limita la productividad. “Las personas que comienzan el día con una actitud negativa se desvinculan más del sistema, y están menos disponibles para los clientes”, dice. Por el contrario, cuando el personal está de buen ánimo se expresa de manera más profesional.

    James B. Maas es psicólogo y pionero en la especialización de estudios sobre el sueño. Es el creador del concepto “power nap” (siesta reparadora). De acuerdo a su experiencia dictando charlas y talleres en empresas, el insomnio producido por estrés laboral es la principal queja que las personas tienen cuando van al médico, quien receta píldoras para dormir o recomienda que el paciente acepte la situación. Maas es crítico al respecto y enfatiza en que “eso se debe a la ignorancia, porque ¿dónde está la educación del sueño en el currículo de las facultades de medicina? Existen 89 trastornos diferentes del sueño diagnosticados, y la mayor parte de los médicos conoce cinco”.

    Laboralmente los riesgos de no dormir se expresan en un tiempo de respuesta más tardío, aumento del número de errores, pronunciación de palabras errada o confusa, dificultad para dirigir, intensificación del comportamiento arriesgado e incapacidad de desarrollar nuevas estrategias basadas en nuevas informaciones.

    Este tipo de trastornos tradicionalmente se ha vinculado a profesiones como la de chofer, operadores de trenes, profesionales de salud, quienes están expuestos a largas jornadas de trabajo. Sin embargo, actualmente el fenómeno se extiende hacia empresarios y altos ejecutivos.

    Para el psicólogo, el que las oficinas cuenten con salas para dormir puede resultar vanguardista. No obstante se cuestiona “¿por qué dormir una siesta en la oficina? Eso tal vez sea un parche”. Como profesional considera que la empresa no puede controlar el sueño de los empleados. Por el contrario, saber si los colaboradores descansan las horas necesarias debe integrar un programa integral de cultura empresarial.

    Para aprovechar al máximo las horas de reposo es recomendable desconectar los aparatos tecnológicos, por lo menos una hora antes de ir a la cama, esto elimina la interferencia con la producción de melatonina. Es preferible evitar tomar vino antes de dormir pues interfiere con los ciclos del sueño durante la noche. Tampoco es aconsejable consumir cafeína cerca de seis horas antes de acostarse.

    De acuerdo a la publicación, en la actualidad las empresas, por la insistencia de las compañías de seguros, introducen programas de bienestar, aunque la mayoría se enfoca en hábitos de deporte y nutrición. Paradójicamente, ambos factores no influyen positivamente, sin una buena noche de sueño.

    La globalización, flexibilización del horario laboral y trabajo en casa vía teléfono inteligente roban el sueño de muchos trabajadores. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
    La globalización, flexibilización del horario laboral y trabajo en casa vía teléfono inteligente roban el sueño de muchos trabajadores. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
  • Pausas laborales, en promesas

    Arturo castillo Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes

    El Especialista

    Los hechos demuestran, de manera concluyente, que la generalidad de las empresas ecuatorianas regatean cuando se trata de invertir tiempo y recursos económicos para el bienestar de sus trabajadores. Se trata de una vieja y desfasada escuela empresarial, que concibe a los empleados como máquinas productivas, carentes de un rostro humano. Para que ese modelo funcione es necesario establecer un límite infranqueable entre lo laboral y lo personal.

    Esta forma de ver las cosas hace que aun las ‘buenas obras’ tengan un carácter empobrecido, mediocre. Por ejemplo, las llamadas pausas activas tienen, por lo regular, como propósito elevar la productividad de los trabajadores; en otras palabras, están pensadas para beneficiar a la empresa.

    La superficialidad con que se toman estas prácticas se evidencia en el tiempo que se les dedica, con la infundada expectativa de que los individuos ‘eliminarán’ el estrés laboral, que se concentrarán mejor en sus tareas, que contribuirán activamente al mejoramiento del ambiente de trabajo. Es ilusorio pensar que 10 o 15 minutos semanales harán tales milagros; que con una ‘razonable’ inversión de tiempo, los resultados serán espectaculares.

    Las pausas no deberían ser ‘activas’, pues se trata más bien de parar, de detenerse para recuperar la perspectiva, la frescura, el interés por lo que se hace, el entusiasmo; deben servir para romper con lo habitual, con lo rutinario.

    Ello no se logra mediante ejercicios superficiales, que no llegan a penetrar en el ánimo, en la psiquis, a incidir en la conducta. Obviamente, una práctica sustentada en técnicas milenarias, como el yoga, exige disciplina y una inversión mayor de tiempo y recursos. Las empresas no están dispuestas a comprometer el ritmo laboral cotidiano, para hacer pausas. No está en su filosofía, en sus valores, la promoción del bienestar integral de sus colaboradores.

    El ideal de la productividad es un dogma al que se supedita absolutamente todo. Las empresas no se dan cuenta de que la única manera de elevar el rendimiento es parando, haciendo silencios físicos y mentales estratégicos.

    arturocastillo1@yahoo.com «las pausas no deberían ser ‘activas’,  pues se trata de detenerse para recuperar el interés por lo que se hace».

  • El mundo multitarea, ¿hombre 2.0 o estrés total?

    Lorena Guzmán H. / El Mercurio de Chile, GDA

    Mientras lee esto, seguramente está con la página de Facebook abierta, mirando de vez en cuando los correos, pensando en qué va a almorzar o a qué hora tiene que salir antes de que le cierren la tienda, y en la tarea que dejó a medio hacer en el trabajo. Sin contar a algún niño corriendo por ahí o a su pareja pidiéndole alguna cosa.

    Ahora detenga toda esa actividad multitarea y repita todas las respuestas que obtuvo tras cada pregunta. Lo más probable es que solo se acuerde de la mitad, y si tiene más de 40, aún menos.

    Hace tiempo que está instalado el mito de que ser multifuncional en la vida es sinónimo de eficiencia y un requisito deseable en un empleado, pero la ciencia se ha encargado de desmentirlo. El problema es que las personas aún no lo asumen.

    «La gente que es más proclive a ser multitarea tiene la ilusión de desempeñarse mejor que el promedio, pero en realidad son peores», asegura David Strayer, de la Universidad de Utah y líder de una investigación sobre quienes usan el celular mientras manejan. Mientras más tareas se realizan al mismo tiempo, agrega, más se confía en esa supuesta habilidad y, por consiguiente, más errores se cometen.

    «En principio, todos podemos hacer más de una cosa a la vez», dice Carolina Vásquez, psicóloga del Departamento de Neurología de Clínica Las Condes. «Pero ello depende de qué tan complejas sean las tareas que se estén realizando».

    Así, todos pueden estar hablando por teléfono y poner atención al mismo tiempo a alguien que lo interrumpe, sin perder el hilo de la conversación, pero nadie puede contestar dos correos importantes simultáneamente. «Hay personas que tienen predisposición a realizar varias tareas a la vez porque poseen una alta incapacidad de inhibir interferencias exteriores y no se enfocan en una cosa», explica la especialista.

    Pero si estas personas tienen más desarrolladas las habilidades cognitivas específicas de memoria de trabajo -que permite traer información ya almacenada para resolver problemas- y la velocidad de proceso, esta deficiencia se convierte en una fortaleza.

    Un estudio de la Universidad de California, Irvine (EE.UU.), descubrió que un trabajador de oficina promedio gasta el 23% de su día solo contestando correos.

    Además, cada empleado tiene en promedio 11 minutos entre una interrupción y otra, y le toma otros 25 volver a la tarea a la que estaba abocado antes de ser interrumpido.

    El mismo estudio midió qué pasaba si a esos empleados se les eliminaba el e-mail por algunas horas, y todos estuvieron menos estresados y pudieron concentrarse en una sola tarea por más tiempo. Todo lo anterior redunda en una incapacidad de responder eficazmente.

    Espejismo
    Más contentos.  Aunque está demostrado que hacer más de una cosa a la vez no nos hace más eficientes, al parecer sí nos deja más contentos con nosotros mismos.

    Un estudio.  En la Universidad Estatal de Ohio se comprobó que solo por el hecho de realizar más de una cosa a la vez, la gente se siente más satisfecha de sí misma, a pesar de que los resultados no sean los óptimos.

    El sentimiento desaparece. Por el contrario, si las personas hacen algo bien sin nada más en paralelo, ese sentimiento de satisfacción desaparece rápidamente, según la investigación hecha en Ohio.

  • Los gerentes de avanzada disminuyen el nivel de estrés

    Johan Stuve. Consultor de The Edge Group en Ecuador

    El estudio que estamos conduciendo en The Edge Group, de la mano de nuestros socios estratégicos IPSOS y Happiness Works, continúa arrojando información relevante sobre la felicidad en el trabajo en el Ecuador. La data que estamos revisando, y que publicaremos en un informe completo, nos da luces interesantísimas de donde debemos trabajar y hacer ajustes para mejorar los niveles de felicidad, productividad y eficiencia, entre otros factores estratégicos.

    Esta semana queremos revelar los hallazgos que encontramos sobre el estrés y la motivación.

    El estrés en el trabajo es uno de los factores que más influyen en la baja productividad de los empleados y en el rendimiento en las labores diarias.

    Cuando las personas están estresadas, son proporcionalmente más propensas a enfermarse (con mayor frecuencia y gravedad), a ausentarse del trabajo, y se les dificulta desempeñarse en el rango alto de sus capacidades innatas y adquiridas. Es por esto que establecer estrategias que permitan disminuir los niveles de estrés en el trabajo, debe ser una prioridad en la visión de gerentes de avanzada.

    Por otro lado, este es un resultado del cual enorgullecerse. Que el 67% de los trabajadores consultados considere que se siente motivado para dar lo mejor de sí mismos, habla muy bien de la gerencia ecuatoriana y de los trabajadores.

    Y solo un 7% de los trabajadores cumple con sus obligaciones entregando de sí mismos lo mínimo necesario. Esta es una fortaleza que contribuye con la competitividad de la empresa ecuatoriana. Lo más interesante de estos dos datos está en las implicaciones de combinarlos.

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    ¿Qué nos dice que tengamos en el interior de nuestras organizaciones personas motivadas por dar lo mejor de sí mismos, y al mismo tiempo con altos niveles de estrés? Usted podrá sacar sus propias conclusiones con respecto a la organización en la que trabaja, pero considere lo siguiente: una cosa es tener la disposición a dar lo mejor de nosotros mismos, pero altos niveles de estrés nos van a dificultar o impedir alcanzar esos máximos; y sin duda, si logramos bajar los niveles de estrés en el trabajo, nuestros trabajadores van a poder aprovechar esa buena disposición que tienen, y realmente poner al servicio de las organizaciones lo mejor de si mismos.

    CIFRAS DEL ESTUDIO

    Motivación. El 67% de los trabajadores consultados se siente motivado para dar lo mejor de ellos.

    Con lo mínimo. Y solo un 7% de los trabajadores cumplen con sus obligaciones entregando de si mismos lo mínimo necesario.

    ¿Cuál es el momento adecuado para contratar?

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    Comenzar a formar un equipo no es tarea fácil pero si lo haces bien tendrás al mejor candidato. Los contratados no serán un gasto, sino una mejor inversión, y si no te das abasto con los clientes, necesitas tiempo para pensar en otro producto innovador o se ha vuelto indispensable encontrar a alguien en específico para que realice cierta actividad, es momento de contratar a alguien más.

    Así que si ya llegó la hora de contratar por primera vez, ¿tienes idea por dónde empezar? Es normal tener miedo llegar a pensar «¿cómo voy a pagarle?», pero no lo veas como un gasto, ya que tu primer empleado, si lo contratas bien, seguro será una inversión.

    «El temor de no tener el dinero suficiente para cubrir los costos extra, probablemente es el principal obstáculo para convertirse en un empleador. Pero los empleados son una inversión en tu negocio -no solo un costo- y tu meta al contratarlo debe ser tener un crecimiento adicional», explica Rhonda Adams, especialista en Pymes y autora de la guía Hire Your First Employee, realizada por una empresa especializada en elaborar materiales para emprendedores llamada The Planning Shop.

    Los consejos incluyen una búsqueda de cuál es el sueldo para esta posición en el mercado, revisar el flujo de efectivo mensual, así como las ganancias de cada mes. Luego hay que buscar los canales para buscar personal: para eso existen herramientas que pueden ayudarte como los sitios Bumeran.com y OCCMundial.

    En la entrevista es útil tomar nota sobre lo que dicen los candidatos. Debes tener preguntas preparadas y abiertas. Un consejo que da Adams es que no te dejes apantallar por buenas universidades, ni por corporativos de gran calado; no siempre esto hace la diferencia.

    El Universal de México, GDA