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  • El diseño de buses, su valor extra

    Modesto Moreta

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    En la empresa Varma el eslogan ‘A la vanguardia de las carrocerías’ se cumple. Sus 17 diseños de autobuses escolares, de turismo, urbano, interprovincial e intercantonal homologados por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), recorren las carreteras de todo el Ecuador.

    En la empresa ambateña la inversión, el diseño y la capacitación de la mano de obra son los sinónimos de calidad y los pilares de esta industria carrocera. Su fundador, Luis Vargas Mayorga, es el responsable de los modelos Inter City, City Bus y City Class fabricados para trabajar en distintas condiciones.

    El año pasado,salió al mercado el último de sus diseños: el VM6. El diseño aerodinámico y el confort permitieron competir con otras firmas carroceras en el mercado. En la actualidad es uno de diseños con más acogida por los transportistas de Loja, Guayaquil, Cuenca y otras ciudades.

    Los ingresos crecen. El año pasado, Varma facturó USD 3,2 millones y dio empleo directo a 120 personas e indirecto a 250 proveedores de pintura, asientos, ropa…

    La historia de la empresa arranca en 1955 cuando Vargas viajó a Alemania para estudiar ingeniería mecánica. A su retorno en 1960 la empresa carrocera norteamericana Thomas, instalada en Quito, lo contrató. Luego de un año de adquirir experiencia y conocimientos retornó a Ambato para montar su propio taller con una inversión inicial de 30 000 sucres, obtenidos a través de créditos de las instituciones financieras.

    Con los recursos levantó un galpón y compró las máquinas soldadoras, dobladoras, materia prima. También contrató ocho obreros y abrió las puertas en la avenida Pichincha, en el oriente de la ciudad. Vargas recuerda que uno de los primeros pedidos fue la construcción de un furgón para una empresa harinera de país. Luego se convirtió en la primera empresa en producir en Ambato una carrocería metálica, después de Thomas.

    Juan Pablo Vargas, el actual gerente, dice que su padre buscó un nombre comercial para producir sus carrocerías de calidad, es así que usó parte de las letras de sus apellidos (Vargas Mayorga) para ponerle Varma. “Desde entonces no hemos parado y nos mantenemos firmes y a la vanguardia”.

    Él explica que la fama y el prestigio, a más de la calidad, se dieron porque se acortaron los plazos de producción de las carrocerías. “Mi padre aplicaba sistemas y métodos alemanes en la manufactura, es decir, producía las carrocerías antes que llegue el chasís. Eso ayudó a producir hasta 25 buses mensuales. Además de furgones, autoferros, adaptaciones y más”.

    Una de las mejores decisiones de su progenitor fue reinvertir las utilidades, lo que ayudó en el crecimiento. “El éxito de mi papá es que viajaba por todo el país ofreciendo nuestros diseños a los gerentes de las cooperativas de transporte urbano, interprovincial e interparroquial”.

    La empresa tiene sus hitos. En 1970, luego de adquirir en 300 000 sucres una propiedad de 13 000 metros cuadrados, construyó una nueva planta de Varma. Esta funcionó hasta el 2004, cuando la firma se mudó nuevamente.

    La inversión fue de USD 2,4 millones en la construcción de las naves, la infraestructura y el equipamiento con equipos de punta. “Es la única empresa de carrocerías en el país que tiene un sistema de producción lineal tipo ensambladora, donde el chasís va recorriendo las diferentes áreas de trabajo, dejando de ser artesanales”.

    El gerente asegura que con el crecimiento logró instalar en los inicios un propio departamento con dos ingenieros diseñadores y en la actualidad trabajan ocho. Es por ello que cada dos años renuevan los modelos.

    Una de las últimas inversiones fue de USD 200 000 en la instalación de un galpón solo para atender reparaciones, colisiones y mantenimiento. Ahora los directivos planean inyectar USD 500 000 para la ampliación de la planta y equipamiento tecnológico. La idea es construir 40 carrocerías mensuales.

    Uno de sus clientes es la Compañía de Transporte Urbano Rapitrans de Quito. Juan Barrones, dirigente, dice que la calidad, el diseño y lo moderno les llamó la atención, por eso decidieron manufacturar 10 buses. “Visitamos las plantas y nos gustó la tecnología, la calidad del trabajo, por eso decidimos los socios quedarnos con Varma”.

    La empresa carrocera Varma, en Ambato, cuenta con un sistema de producción lineal tipo ensambladora. La inversión y la capacitación son dos de sus fortalezas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    La empresa carrocera Varma, en Ambato, cuenta con un sistema de producción lineal tipo ensambladora. La inversión y la capacitación son dos de sus fortalezas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Un video es el valor extra de estos detalles personalizados

    María Victoria Espinosa

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    Los videos en las redes sociales ayudaron al negocio Majito Dulce Expresión a posicionar sus productos a escala nacional.

    Este local se ha especializado en la elaboración de detalles personalizados con fotos, nombres y mensajes de sus clientes. Los pedidos se hacen a través de Facebook e Instagram.

    Uno de los productos más vendidos son las cajas sorpresas, que en el interior tienen globos con helio, fotografías y mensajes con dibujos. También, les añaden peluches, flores, cojines, entre otros.

    Antes de hacer la entrega del producto, la propietaria del local María José Espejo graba un video en el que se muestra cada detalle del regalo. Esos videos han permitido captar clientes de provincias de la Amazonía y de la Sierra.

    Espejo señala que las redes sociales siempre fueron una vitrina para mostrar su trabajo. Hace cinco años, la emprendedora inició este negocio con la decoración de botellas recicladas, que en el interior contenían dulces.

    Sus primeros clientes fueron familiares y amigos, quienes empezaron a recomendar sus manualidades con otras personas. A la par empezó a subir fotografías de su trabajo en Facebook y así recibió los primeros pedidos.

    Hace tres años, ella y su pareja decidieron abrir un local para atender directamente a los clientes. Invirtieron USD 5 000 en mobiliario, máquinas para hacer diseños y material para las manualidades. “La estrategia fue abrir antes de San Valentín para captar clientela”.

    Pero luego de esa fecha, los clientes dejaron de llegar. Así que, Espejo empezó a crear nuevos diseños y a colgarlos en las redes sociales. También, comenzó a ofertar nuevos productos como ramos de flores con detalles personalizados y frutillas con chocolate.

    Al año de montar su local tuvo que contratar a cuatro personas para que le ayudaran a elaborar los detalles porque empezaron a receptar hasta 10 pedidos diarios.

    Hace tres meses debió cambiarse de local a uno más grande para poder exhibir sus productos.
    En ese lugar tiene un taller para hacer los diseños, elaborar las frutillas con chocolate y los desayunos personalizados.

    En este nuevo local trabajan 10 personas y tienen una cartera de 200 clientes. “También tenemos proveedores que nos hacen cupcakes personalizados”.

    Espejo señaló que la idea del nuevo local es que el cliente encuentre variedad y a diferentes precios. El ‘target’ de clientes de Majito Dulce Expresión varía de entre 14 a 30 años.
    Carmen Loor, de 17 años, señaló que desde hace dos años hace sus pedidos en Majito Dulce Expresión. “Siempre tiene una propuesta original para los regalos. Son muy bonitos y también se ajustan a nuestra economía”.

    María José Espejo es la propietaria del local Majito Dulce Expresión, ubicado en Santo Domingo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    María José Espejo es la propietaria del local Majito Dulce Expresión, ubicado en Santo Domingo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • La formación dual es un valor extra en los jóvenes

    Carolina Enriquez

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    Una oportunidad para que los jóvenes ecuatorianos se capaciten de manera teórica y práctica y puedan, más adelante, encontrar un trabajo es que lo que se busca a través de la Alianza para la Formación Profesional.

    Se trata de un proyecto financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, cuyo objetivo es apoyar la implementación de carreras técnicas y tecnológicas con formación dual en Ecuador.

    En este programa están involucradas la Cámara de Industrias y Producción (CIP), la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), la Asociación de Confeccionistas Textiles (Acontex), la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros, la Asociación de Industriales de la Madera, Cámara de Industrias de Guayaquil, entre otras entidades.

    Consiste en abrir oportunidades a los jóvenes en las empresas para que “aprendan haciendo”. No se trata de una contratación, sino de la generación de un espacio para que se ponga en práctica lo que se conoce en las aulas.

    Diferentes institutos técnicos permiten que los jóvenes aprendan en áreas vinculadas a desarrollo de software, tecnología en plásticos, tecnología en mecánica y operación de máquinas o tecnología en confección textil, indica la CIP. Los centros de capacitación están en Quito, Manta, Guayaquil, Cuenca, Cotacachi…

    Lisa Pesendorfer, experta a largo plazo en la Alianza para la Formación Profesional Ecuador, explica que cada vez que el estudiante accede a la empresa cumple sus objetivos de aprendizaje. La compañía no solo lo acoge sino que se convierte en formadora.

    El aprendizaje se vuelve clave para enfrentar problemas sociales y falta de trabajo. Según un informe de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe, los jóvenes de bajo nivel de educación son los que más inconvenientes enfrentan para hallar empleo.

    El aumento de la desocupación juvenil regional del 2015 aumentó en 2016 al pasar de 15,1 a 18,3% en los tres primeros trimestres. “El incremento de la tasa en ese período fue muy superior al aumento del indicador entre los adultos”, indica la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

    Se estima que unos 20 millones de jóvenes en la región no estudian ni trabajan, debido en gran parte a la frustración y el desaliento por la falta de oportunidades en el mercado laboral, dice el texto.

    Para el Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano la educación dual permite la profesionalización y se convierte en una alternativa para acceder a ingresos.
    En Ecuador se contaron durante el primer trimestre del año 355 414 desempleados. De ellos 127 502 eran jóvenes de entre 15 y 24 años, quienes representan el grupo de edad con más falta de trabajo.

    El proyecto de formación dual inició en diciembre de 2013 con una inversión de un millón de euros y tendría una fase de duración de tres años. Pero, en junio de 2016 el proyecto fue auditado por una comisión europea y se decidió, tras analizar los resultados, ampliarlo hasta 2019.

    Los recursos de la cooperación se han destinado a pagar consultorías, crear mallas curriculares de ciertas carreras, capacitación, entre otros temas.

    Los jóvenes pueden conocer del programa en sus mismos institutos o hallar información a través de las cámaras de producción. Desde que se creó el programa hay cada vez más estudiantes optando por los estudios duales.

    Según la CIP, al 2016 había un total de 34 008 inscritos. Entre la empresa y el estudiante se puede pactar una compensación económica, pero es algo voluntario.

    Javier Díaz, presidente de AITE, indica que en su sector se impulsó la carrera de confección y la primera promoción se graduará este año. “En total hay tres promociones estudiando y algo más de 100 estudiantes. En el caso de producción textil recién estamos en el primer trimestre de la primera promoción. Hay ocho alumnos”.

    Dentro de las empresas, explica el directivo, hay tutores que se convierten en una especie de docentes. AITE tiene la posibilidad de formar tutores, darles conocimientos pedagógicos y generar la experticia para que enseñen.

    Para el futuro las cámaras, aunque no tengan el apoyo económico del Gobierno alemán, esperan desarrollar su trabajo de manera autónoma. y Aspiran trabajar con las instituciones estatales de educación superior e industrias.

    Los jóvenes participan en procesos de producción de las empresas. Foto: cortesía AITE
    Los jóvenes participan en procesos de producción de las empresas. Foto: cortesía AITE