Etiqueta: fabricación

  • Innovación en cartón corrugado

    Redacción Quito

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    Un innovador permanente es Fernando Quirola. Esto le ha permitido impulsar el crecimiento, desde hace 20 años, de su empresa Corrucart. Se trata de una compañía que se dedica a la fabricación de productos con planchas de cartón. El negocio, a diferencia de otros, nació de una manera no planificada.

    Una mala decisión corporativa en su trabajo anterior llevó a Quirola a quedarse sin empleo y se vio obligado a buscar una forma de obtener ingresos. Junto a Fernando Córdova, su exsocio, decidió abrir un negocio dedicado a la fabricación de planchas de cartón corrugado, para armar cajas de embalaje para pequeñas y medianas empresas.

    Sin embargo, en el primer año las cosas no funcionaron como se esperaba y se registraron USD 300 000 en pérdidas. Sus cajas no tenían la calidad adecuada.

    Fue entonces que se cambió la estrategia. La empresa de Quirola se enfocó en procesar cartón corrugado; se dio valor agregado al producto y durante estas dos décadas Corrucart ha elaborado muebles, dispensadores, estands para ferias, elementos para mostrar productos en puntos de venta, juguetes para niños, cajas para el sector floricultor, etc.

    La firma arrancó con este giro de negocio con pocos recursos. Luego el camino fue ascendente. “Entré en una conversación con las grandes cartoneras. Me vendieron cajas, planchas, etc. Hicimos muy bien las cosas. En el 2002 comenzamos a atender la demanda del sector floricultor para exportación”, recuerda Quirola.

    Corrucart empezó a producir separadores para el interior de las cajas de flores. Se les dio valor haciéndolos blancos, imprimiendo el logo de cada cliente, se les puso un tratamiento para la humedad, etc; se llegaron a producir 20 millones de unidades al mes.

    Esta línea de producción estuvo activa hasta hace cuatro años. El aumento de la competencia y la oferta de productos sin valor agregado llevó a la firma a dejar ese producto.

    Fue entonces cuando se le dio más empuje al tema de fabricación de muebles, estands, entre otros. Incluso, alguna algunas ofertas viajaron a ferias en Estados Unidos.

    Actualmente, Corrucart cuenta con cinco líneas de producción: empaques en general; conversión troquelada (toda caja de empaque que tiene formas irregulares); gran formato (impresión directa, corte digital y armado); ataúdes de cartón (pedido a partir del terremoto del 2016, con proyección a ser una oferta fija); y laminados offset.

    Gran formato es su línea estrella: allí está la fabricación de muebles, exhibidores, etc.

    La empresa cuenta con 20 clientes fijos, pero también una cantidad importante de otros que hacen pedidos con menor regularidad.

    Uno de los consumidores es la firma internacional de marketing Inwk. “Trabajamos con ellos hace 10 años Es una empresa cumplida con sus tiempos de entrega. Nos han ayudado con corrugados y microcorrugados. Hacen exhibidores de cartón; estos se muestran en los supermercados”, explica Amparo Andino, gerenta de cuentas sènior de Inwk.

    La ejecutiva dice que el material es de primera calidad y cumple con los estándares.

    En estos momentos Corrucart, con su política de innovación, no se ha dejado doblegar por la pandemia y ahora está diseñando una nueva línea de trabajo. Su proyecto Retorno a la tienda tiene como fin la producción de vitrinas de cartón que generen una división entre tendero y cliente. La idea es generar seguridad en el proceso de compra, tras la pandemia.

    Los dispositivos no solo serán para el mostrador, sino para la puerta. Pueden ser plegables y cubrir un área de hasta dos metros.

    Se prevé también generar protectores de cara con visera y estaciones de limpieza en cartón (espacio para publicidad, bandeja para el alcohol gel, pañuelos y depósito para basura). Otros proyectos de la empresa incluyen dispositivos para retorno a restaurantes y colegios.

    Cordialsa es otro de los clientes de la empresa cartonera. Jacqueline Caiza, jefa de Trade Marketing, explica que Corrucart les provee de corrugados, material promocional para puntos de venta y, en este momento, esperan las pantallas con lámina para la protección de tenderos. Destaca los productos y el servicio de esta compañía ecuatoriana. 

    La planta de producción de Corrucart se encuentra en Pifo, al oriente de Quito. Los trabajos se mantienen durante la epidemia del covid-19.
    La planta de producción de Corrucart se encuentra en Pifo, al oriente de Quito. Los trabajos se mantienen durante la epidemia del covid-19. Foto: Cortesía
  • La fabricación de féretros y accesorios es su alternativa

    Redacción Cuenca

    La empresa cuencana Vitefama optó por la fabricación de féretros durante la emergencia sanitaria y cuarentena. Sus objetivos son colaborar con la demanda nacional ocasionada por la pandemia del covid-19 y generar liquidez debido a la paralización en la producción y la comercialización de sus muebles.

    Según el representante de Vitefama, Ítalo Castro, la emergencia sanitaria obligó a cerrar los puntos de exhibición y ventas, “por lo que los ingresos que correspondían a la elaboración de muebles cayeron de manera vertiginosa durante el último mes”.

    Él agregó que como parte de una política de cambio para generar recursos y mantener los empleos de sus colaboradores optó por fabricar cofres mortuorios e implementos de seguridad para mantener su liquidez. En la actualidad, 15 obreros están laborando.

    “Esta iniciativa busca cumplir con los salarios de nuestros colaboradores, y que no exista despido alguno; velando así por la economía de ellos y de la empresa”, señaló Castro.

    Él dijo que también buscan apoyar la emergencia sanitaria. Por ello, también, se elaboran mascarillas en tela antifluido lavables que ya se han vendido en Quito, Guayaquil y Cuenca y ropa de protección sanitaria para la población y los servidores que están en primera línea en los hospitales. Eso permitió generar el empleo de ocho personas adicionales y nuevos ingresos.

    La empresa cuencana, indicó Castro, apuntó al cambio al utilizar las telas que no se están usando para los muebles y elaboración de complementos.

    En el caso de los féretros se cuenta con tres modelos. El denominado San José cuesta USD 127, mientras que el Abraham Tapizado vale USD 289. La opción más costosa es Paz, que se comercializa en USD 549.

    Según él, se comenzó con el diseño de los cofres mortuorios desde hace tres semanas y la producción desde hace dos. Vitefama, aseguró Castro, guarda las medidas de bioseguridad correspondientes para el traslado y trabajo de sus empleados con el objetivo de evitar contagios de covid-19 entre sus colaboradores en la planta de Cuenca.

    Hasta el momento ha enviado muestras a diferentes ciudades como Guayaquil y Ambato. “Nos pidieron cotizaciones de 300 para Guayaquil y 500 para Ambato y se ha ofrecido en todo el país”.

    Vitefama cuenta con una capacidad instalada para producir unos 600 féretros mensuales. “De esta forma procuramos mantener los ingresos pensando siempre en poder cumplir con los salarios de nuestros colaboradores, quienes están al día en su nómina, y aportar a la economía local”, indicó Castro. Él incentivó a los demás empresarios a buscar alternativas para salir de la crisis económica ocasionada por el virus.

    La empresa Vitefama se fundó en 1998. Hasta antes de la pandemia, sus muebles de sala, comedor, dormitorio y accesorios se vendían en Quito, Ambato, Riobamba, Machala, Loja, entre otras ciudades ecuatorianas.

    Su fábrica tiene una extensión de 3 500 metros cuadrados y está ubicada en la parroquia Ricaurte, al norte de la capital azuaya.

  • 40 años dedicados a fabricar dulces tradicionales

    Redacción Esmeraldas (F)
    Contenido Intercultural

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    Cuando en Esmeraldas se habla de dulces tradicionales a base de coco, de inmediato se sabe que se refieren a ‘De los buenos’, una marca que durante 40 años ha endulzado el paladar de miles de esmeraldeños.

    El nombre de la empresa surgió del apellido Bueno, una familia del centro de la ciudad que ha mantenido una tradición. Las hermanas Irene y Nancy Bueno están ahora a cargo del negocio.

    La receta para elaborar los productos se obtuvo de los abuelos de los propietarios, quienes empezaron a hacer manjar y cocadas en pailas pequeñas de bronce, para luego venderlas en las calles y mercados de la ciudad.

    Uno de los testigos narra que en los inicios de la firma se preparaba la materia prima en pequeños fogones a base de leña y una vez que estaba lista la cocada se ponía a enfriar en una mesa de madera.

    Actualmente, se lo hace en cocinas industriales. Los dueños del negocio utilizan pailas grandes y enfrían en mesas metálicas, con todas las normas sanitarias exigidas para quienes trabajan en este tipo de emprendimientos.

    De acuerdo con Irene Bueno, una de las nietas de los fundadores del emprendimiento, al comienzo la inversión se hizo en sucres, pero ahora en su pequeña fábrica se ha colocado capital que supera los USD 7 000 en equipos.

    En ese sitio se procesa coco proveniente de la zona norte de la provincia para hacer los llamados coquitos, que consisten en pequeños trozos de coco con azúcar, canela y anís. Después de dos horas de cocción están listos para ponerlos en recipientes plásticos.

    Los dos productos estrellas de la empresa son la cocada húmeda y el manjar de coco y leche, hechos con una receta ancestral que ha pasado de generación en generación. “Ajustamos los dulces para que gusten y no empalaguen, así como nos enseñaron nuestros abuelos”, señala Irene Bueno.

    Para ampliar las ventas, los dueños disponen de una cuenta en la plataforma digital de Facebook, con el nombre de ‘De los buenos’, en la que interactúan con sus clientes, dentro y fuera de la urbe.

    Robert Valencia, uno de los clientes de los productos de ‘De los buenos’, dice que por más de 10 años ha consumido el manjar y los coquitos. “Probarlos me trae recuerdos de casa, cuando las familias lo hacían para brindar a las visitas; ahora los comparto con amigos”, señala.

    El trabajo que realizan las emprendedoras es estrictamente artesanal, para ello han montado su pequeña empresa de dulces donde trabajan 10 personas que se encargan de la elaboración de coquitos, cocadas y manjar.

    La producción varía de acuerdo con la demanda y puede estar en un promedio de entre 800 a 1 000 unidades al mes, con presentaciones cuyos precios van desde USD 1,50 hasta USD 3,50.

    Gabriela Zambrano, coordinadora del Ministerio de la Producción, señala que el Gobierno está apoyando a este y otros negocios en temas de imagen corporativa, mejoramiento de la marca y en el proceso de legalización.

    Con ‘De los buenos’ se revisa el empaque de sus productos para que, una vez que cuenten con registro sanitario, avancen con la apertura de mercados fuera de Esmeraldas. Desde hace dos meses la firma está en el proceso de obtención del documento; también busca patentar su marca, la cual aún no se ha legalizado.

    Detalles

    Alimento. El coco es una de las frutas base en la gastronomía de Esmeraldas, especialmente en los encocados de mariscos.

    Negocios. Existen unos 100 emprendimientos artesanales de Esmeraldas que buscan legalizar su situación para abrirse campo fuera del país.

    Dulces. En Esmeraldas existen productoras de cocadas que fusionan el sabor de coco con otras frutas, para darle valor agregado. También elaboran otro tipo de dulces. Para ello utilizan recetas que han transmitido los ancestros.

    Irene y Nancy Bueno son las hermanas que están  a cargo de la empresa de dulces, que tiene cuatro décadas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Irene y Nancy Bueno son las hermanas que están a cargo de la empresa de dulces, que tiene cuatro décadas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Agarraderas para escalada son ‘made in’ Cuenca

    Redacción Cuenca

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La agarraderas o presas son elementos fundamentales para la práctica de la escalada en muros artificiales. El cuencano Daniel Durán, quien durante 10 años compitió en alto nivel tanto en Panamericanos como en campeonatos mundiales, produce estos elementos en la capital azuaya con la marca C3 Holds.

    “Son costosas en el exterior y se encarecen más por los impuestos que se deben cancelar para la importación”. Según él, cuestan entre los USD 20 y 1 500 y las de alta calidad solo se consiguen en Estados Unidos y Bulgaria.

    Durán dice que una agarradera de calidad debe tener una textura que no se rompa, que no corte los dedos y que sea resistente y, a la vez, que ofrezca una excelente adherencia. Además, que sea liviana para que no complique su instalación en el muro.

    Hace nueve años, él hizo los primeros intentos de fabricación con químicos, pero no tenían resistencia y eran pesadas. Luego optó por utilizar madera, pero resultaban muy precarias, reconoce.

    Hace dos años realizó una importación de cuatro presas desde Estados Unidos, que representó una inversión de USD 2 000. Durante cinco meses estuvo buscando en Cuenca a alguien que pueda replicarlas y encontró a un experto en fibra de vidrio.

    Con él han realizado varios intentos hasta que hace cuatro meses dieron con la fórmula perfecta, tras recibir consejos de expertos internacionales”, asegura Durán, quien es gerente de C-tr3s.

    En la actualidad, sus productos se comercializan entre los USD 40 y los USD 600 y ya ha vendido cerca de 200 unidades. Entre las estrategias de promoción están las participaciones y exposiciones en competencias de esa disciplina como panamericanos realizados en Lima y Guayaquil.

    En esta última ciudad participaron deportistas de Brasil, Chile, Argentina y otros países, quienes adquirieron las agarraderas de esta iniciativa cuencana.

    Según Durán, desde entonces recibe llamadas para solicitar envíos de sus productos. Por ello, en la actualidad, realiza los trámites correspondientes como obtener las normas INEN para poder exportar sus agarraderas elaboradas en fibra de vidrio.

    Hace tres semanas estuvo en Miami y logró conseguir un distribuidor para Estados Unidos y otro para Colombia. “Tenemos la expectativa que sea un buen año”. Su siguiente proyecto es trasladar el taller donde se producen estas piezas al Parque Industrial, ubicado en el norte de Cuenca.

    Hace un mes, también, abrió las nuevas instalaciones de su escuela de escalada en un edificio de cuatro pisos. A más de los muros ofrece otras opciones como telas, yoga, artes marciales, restaurante y coworking. En este último, las personas pueden llegar para trabajar y luego cambiar de actividad como la escalada. 

    Otros detalles

    Su escuela. Hace nueve años construyó el primer muro artificial en Cuenca (14 metros de alto) para montar una escuela de escalada y difundir ese deporte y obtener ingresos económicos. “Queremos que la gente aprenda que es un deporte seguro y el beneficio es infinito”, dice Daniel Durán.

    Los alumnos. Ha tenido 1 500 alumnos desde que abrió la escuela y tiene equipos de competencia, que representan en campeonatos Sudamericanos y Nacionales. En la actualidad, cuenta con 120 inscritos.

    El cuencano Daniel Durán inauguró hace un mes las nuevas instalaciones de su academia en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    El cuencano Daniel Durán inauguró hace un mes las nuevas instalaciones de su academia en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • La fabricación de camisetas con identidad, el plus

    José Luis Rosales

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    El dibujo de una indígena, que tiene la imagen de la laguna de Cuicocha y el volcán Cotacachi en la cabeza, es uno de los diseños de la última colección que presentó la marca Rebelión Ecuador, en septiembre pasado.

    La ilustración, en color negro sobre una tela gris, muestra a una mujer a medio cuerpo llevando una carga en su espalda. Al pie tiene la leyenda Pachamama Cuidapangui Ñuna Guaguacunata (Madre Tierra cuida de nuestros hijos, en español).

    La nueva colección coincidió con la reapertura del estudio de la firma, que está ubicado en la Plaza Ornamental, en Cotacachi, Imbabura, en donde se exhiben los artículos de confección artesanal.

    La marca se especializa en la fabricación de camisetas. Además, produce cinturones, chompas mochilas y gorras.

    “Lo que proponemos son prendas originales, pero con identidad”, explica José Flores Echeverría. Este imbabureño, de 23 años, es el ideólogo de Rebelión Ecuador, que nació en el 2012.

    Para arrancar con este singular proyecto, el emprendedor necesitó inyectar un capital inicial USD de 10 000. La mayoría -7 000- provino de sus ahorros y el resto de un crédito bancario.
    Los recursos los invirtió en máquinas de confección y de impresión. El taller, instalado en la casa del emprendedor, está equipado con tres máquinas de costura: una recta, otra ‘overlock’ y una más recubridora, con la que se da los acabados a estas prendas textiles.

    Además, posee un pulpo, como los denominan a las estampadoras de serigrafía, de seis brazos, y una impresora para realizar imágenes de vinil textil. Igualmente ofrecen trabajos en sublimado.

    En el lugar hay dos líneas: una de diseño y otra de producción. En esta última la confección de las prendas, impresión, etiquetado, revisión y empaque. La línea es dirigida por Patricia Torres, una de las tres colaboradoras de esta iniciativa. También cuenta con la cooperación de cinco familias, que en sus talleres realizan el corte y confección de las prendas.

    Flores se encarga de crear las ilustraciones y modelos. Uno de los detalles que caracteriza a Rebelión Ecuador es que las prendas de cada colección tienen una producción limitada. Se fabrica hasta 20 unidades de un mismo patrón. Lo que se busca es garantizar exclusividad en cada artículo, señala Flores. También en prendas personalizadas, los diseños de los clientes los pueden plasmar en 24 horas. Igualmente resaltan los 280 tonos de telas de algodón.

    Las camisetas se ofrecen en tres tallas: pequeña (P), grande (G) y extra grande (EG), que corresponden a la contextura promedio de los ecuatorianos. Hay prendas desde USD 15 hasta 40. Estas últimas son las personalizados.

    Antes de graduarse del colegio, José Flores Echeverría concibió el proyecto de Rebelión Ecuador. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
    Antes de graduarse del colegio, José Flores Echeverría concibió el proyecto de Rebelión Ecuador. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES
  • La marca que se sostiene en la fabricación de ‘bralettes’

    Redacción Líderes

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    Sujetadores sexis y cómodos son las dos características básicas de un ‘bralette’. Esta es la propuesta de dos emprendedoras y su negocio Yanuwa. La ecuatoriana Paola Gómez y la chilena Pascale Boucher crearon esta marca independiente de lencería. Los ‘bralettes’ son una mezcla de ‘brassieres’ y tops.

    Comenzaron con el negocio en noviembre del 2016 , una vez que realizaron su primer ‘show room’. El nombre de esta marca de ropa interior viene de una palabra shuar, que significa mujer estrella.

    Gómez explica que una prenda de este tipo permite que las mujeres se sientan cómodas, libres, sensuales y lindas. “Es un cambio de paradigma sobre el ‘brassiere’ común. Antes este se escondía, pero los ‘bralettes’ se muestran y hacen parte del ‘outfit’. Un vestuario normal se puede ver muy llamativo con estas prendas”.

    El producto de Yanuwa no tiene varillas, ni ganchos. Únicamente en ciertos casos utilizan copas.

    Cuando comenzaron en el negocio ambas mujeres elaboraban 18 prendas a la semana, pero ahora alcanzan 30. Los ‘bralettes’ se fabrican a la medida, según los requerimientos de las clientas.

    Sin embargo, también se comercializan en tiendas de diseño independiente, en las que solo se ofrecen artículos nacionales, como Designers Society, Da Vinci Closet y Robot Rock.

    Los ‘bralettes’ se fabrican con diferentes materiales entre los que están encaje, licra, cuerina, terciopelo, algodón y más. Carolina Berrazueta es una clienta asidua de este emprendimiento.

    “No es un producto que hay en cualquier tienda. El diseño es interesante y está muy de moda. Es diferente, cómodo y se puede usar de diferentes maneras. Me permitió atreverme a usar colores vivos, antes solo usaba el negro”.

    Los ‘bralettes’ los pueden usar mujeres con poco o mucho busto. Las emprendedoras hacen un control riguroso de las materias primas para la fabricación, lo que permite ofrecer alta calidad en los productos para las clientas.

    Este negocio cuenta con un taller en el que trabajan ambas empresarias, las cuales tienen un ayudante. La inversión inicial para la producción fue USD 1 000, que incluyeron el taller, la mano de obra, fotos, modelos, entre otros.

    Durante los ocho meses de operación de Yanuwa la facturación ha sido de USD 5 000. Los productos también se venden en Cuenca y la idea a futuro del negocio es comercializar en Riobamba, Guayaquil, Ambato y Latacunga.

    Otras aspiraciones del emprendimiento son exportar y diversificar el producto. Ahora, por ejemplo, ya producen pantis y ‘bralettes’ con motivos andinos en fajas indígenas.

    Yanuwa hace talleres abiertos tres o cuatro días a la semana para que las mujeres seleccionen los artículos que requieren. “Las chicas llaman, coordinamos una cita, vienen, les tomamos las medidas, escogen los modelos y en una semana ya tienen los productos en sus manos”, explica Boucher.

    Paola Gómez y Pascale Boucher, cofundadoras de Yanuwa, muestran parte de la oferta de ‘bralettes’  que su negocio oferta a las mujeres. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Paola Gómez y Pascale Boucher, cofundadoras de Yanuwa, muestran parte de la oferta de ‘bralettes’ que su negocio oferta a las mujeres. Foto: Armando Prado / LÍDERES
  • Innovación y creatividad se combinan en un laboratorio

    Pedro Maldonado

    redaccion@revistalideres.ec (I)

    Impresoras 3D, cortadoras láser, máquinas conocidas como shopbot o ruteadoras, entre otras, son parte de las herramientas con las que cuenta el Laboratorio de Fabricación y Prototipado de Yachay, Ciudad del Conocimiento. Este sitio de aprendizaje, creatividad e innovación es, desde la semana pasada, un integrante más de los Fab Lab, una red de espacios de producción de objetos creados con tecnología de punta.

    El concepto de Fab Lab surgió a principios de este siglo en el Center of Bits and Atoms, del Massachussets Institute of Technology (MIT), un centro de educación pionero en temas de innovación que tiene su base en EE.UU.

    Estos espacios se caracterizan por el trabajo colaborativo, el acceso a información y nuevas tecnologías, la eliminación de barreras como patentes, así como por la participación conjunta de ciudadanía, academia y empresa.

    En Yachay definen a los Fab Lab como una red abierta, donde sus miembros pasan por un proceso de entrenamiento para obtener acceso a creaciones e innovaciones de distintas partes del planeta. En la actualidad, esta red se encuentra integrada por alrededor de 400 laboratorios a escala global, explica Isabel Cruz, gerenta de Desarrollo Industrial y Productivo de Yachay EP.

    Para Cruz, ser parte de este tejido de innovación representa una oportunidad de aprender de los proyectos de otros Fab Lab, conocer sus estrategias y con tecnología corregir sus errores y mejorar los productos. “La Ciudad del Conocimiento puede, desde ahora, intercambiar desarrollos con cualquiera de los laboratorios y ellos también podrán acceder a las innovaciones que surjan en nuestro Fab Lab”.

    Las actividades de este espacio, ubicado en Urcuquí, Ibarra, sede de la Ciudad del Conocimiento, empezaron en enero pasado con servicios de prototipado, es decir, elaborando modelos que pueden convertirse en objetos. Ahora, como miembro de la red creada por el MIT, el laboratorio de Yachay está conectado con centros en México, Argentina, Chile, EE.UU., España, Alemania, Noruega, Japón, India y otros países.

    Cruz añade que otro beneficio, de manera específica para la comunidad de Urcuquí, es la creación de un vínculo con los niños de la zona, que podrán acceder a las instalaciones y mostrar su creatividad. “Es una alegría poder integrar a los pequeños a la Ciudad del Conocimiento”.

    Simone Amber, representante del MIT Fab Foundation, es una de las creadoras del modelo de Fab Lab. Ella estuvo presente en la ceremonia de incorporación de Yachay a la red de laboratorios.

    Para Amber, los Fab Lab se caracterizan por servir a distintos usuarios de una misma comunidad, desde niños hasta empresarios. Esta ejecutiva asegura que la tecnología se acelera cada vez con mayor velocidad, por lo que es muy complicado imaginar lo que se viene en el futuro. Una de las maneras que pueden ayudar a pronosticar los desarrollos tecnológicos está en el trabajo que se ejecuta en los laboratorios.

    En la consolidación de este proyecto, del que se empezó a hablar hace cerca de cuatro años, Yachay contó con la ayuda de la empresa privada. La compañía Schlumberger, del sector petrolero, colaboró con los recursos necesarios para equipar el Fab Lab de Yachay.

    “Fue una inversión importante, hecha pensando en apoyar a la investigación y a la innovación”, explica Nelson Baldeón, gerente de Asuntos Corporativos de Schlumberger en Ecuador.

    El CEO de la firma en el país, Carlos Sarmiento, asegura que la iniciativa es prometedora. “Apoyamos la idea del Fab Lab, porque creemos que lo que estamos haciendo es sembrando la semilla de una historia muy importante para el país”.

    Este ejecutivo ecuatoriano sostiene que las tecnologías se desarrollan de manera exponencial; es decir, que cada año se duplican. “El cambio que se obtiene puede ser pequeño en principio, pero con el tiempo se verá un gran crecimiento y los resultados serán sorprendentes. Esa es la ventaja de un Fab Lab”.

    Para Sarmiento, la gran ventaja de estos espacios es que son ‘open source’, es decir, son completamente abiertos. Lo que allí se desarrolla se puede compartir en cualquier otro Fab Lab, “sin necesidad de estar bloqueados por el tema de las patentes”.

    En la presentación del laboratorio, el CEO de la empresa petrolera comentó que se está creando un ambiente colaborativo que permitirá dar pasos agigantados. “Hay muchas oportunidades y vamos a seguir soñando”.

    Impresiones en  3D son parte del trabajo en el  Fab Lab de Yachay. Foto: José Mafla/ LÍDERES.
    Impresiones en 3D son parte del trabajo en el Fab Lab de Yachay. Foto: José Mafla/ LÍDERES.
  • La refrigeración es su prioridad

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    Evelyn Tapia  (I) Redactora redaccion@revistalideres.ec

    Las crisis traen oportunidades y la que vivió el Ecuador en 1999 con la devaluación del sucre trajo una para Seimalsa. Esta firma ofrece servicios de venta y fabricación de repuestos y partes para equipos de refrigeración.

    “Con la devaluación del sucre se encarecieron muchos productos que importábamos. Así, comenzamos a producir aquí, para cubrir un nicho que no había. Teníamos mantenimiento, pero no había fabricación de partes”, cuenta Edmundo Alvarado, presidente de la empresa cuya planta de 6 500 m2 está en el norte de Guayaquil.

    La firma atiende los requerimientos de la industria del sector de alimentos y bebidas que utilizan líneas de frío; es decir, congeladores, frigoríficos, refrigeradores, entre otros.

    Cuando el negocio comenzó, hace 23 años, solo importaba piezas y brindaba servicios de mantenimiento. Sin embargo, era común que algún fabricante descontinuara la producción de alguna pieza o que un solo repuesto tardara en llegar dos meses, recuerda Alvarado.

    De ahí que, con una inversión de USD 1 millón en maquinaria, desde el 2000 hasta el 2004, sus dueños comenzaron a montar una planta para producir piezas para equipos de refrigeración, como aspas, parrillas, cenefas, partes para cubrir motor, tanques acumuladores, entre otras. Actualmente, la firma cuenta con 70 empleados y puntos de atención en Quito, Libertad (Santa Elena) y Portoviejo.

    “Fue un reto convencer a los clientes de que nosotros sí podemos hacer cosas con la misma calidad que los productos que se venden afuera. Pero con la experiencia que tenemos, los clientes confían en nosotros”, comenta el Presidente de la empresa.

    Su hijo, Vicente, está desde hace ocho años a cargo de la gerencia de la firma. Él explica que debido a que en Ecuador aún no se desarrolla la tecnología para atender todos los requerimientos de las líneas de frío, todavía importan un 60% de componentes de alrededor de 20 marcas.

    Pero con la segunda generación de la familia a cargo, Seimalsa dio un nuevo salto de crecimiento. Vicente cuenta que en diciembre del 2014, la empresa tuvo los primeros acercamientos con Fogel Group, fabricante de equipos de refrigeración de Guatemala y este mes comenzaron a producir equipos completos de esa marca, con una inversión de USD 400 000.

    El primer pedido de 3 000 equipos es para Tesalia CBC y ha avanzado un 35%. “Estamos dando valor agregado con nuestra mano de obra, con procesos de calidad que adquirimos a través de la transferencia de tecnología que nos dio Foguel y eso garantiza al cliente un buen producto”, explica Vicente Alvarado.

    Otro segmento que la empresa sigue fortaleciendo es el relacionado con los servicios de mantenimiento y reparación, con el que brindan atención a unos 65 000 equipos de frío de empresas como Unilever, Tesalia, Heladosa, Pronaca, entre otras.

    “Vendemos un servicio integral de refrigeración. No se trata de reparar un solo equipo, debido al volumen. Nuestros clientes necesitan una logística bien organizada detrás”, señala el gerente.

    Para esto se implementó un software que permite tener el control del historial de reparaciones, mantenimiento y estado de la maquinaria, con lo que el cliente puede verificar cuando ameritan nuevas inversiones en sus equipos, nuevos arreglos, etc.

    Esta herramienta permite que la empresa solucione requerimientos en horas. Esa es una de las fortalezas que destaca Édison Parra, especialista de merchandising de Pronaca. “Es la que mejores resultados nos ha dado en atención, por la calidad y rapidez de su trabajo. El cliente puede tender una atención récord de 48 horas”.

    Seimalsa

    Esta empresa guayaquileña tiene 23 años y atiende a la industria de alimentos y bebidas.

    Insignia

    Mercedes Suárez, jefa del área de facturación.Antes de ingresar en Seimalsa, trabajaba en un local comercial. «Estoy hace nueve años en esta empresa; comencé en este mismo departamento ingresando reportes. Para mí ha sido un crecimiento importante, porque tengo otras responsabilidades, esta compañía tiene como clientes a grandes empresas.

    Es importante la etapa que está atravesando la empresa ahora, porque hemos comenzado el ensamblaje de equipos; y es una nueva responsabilidad más grande, para todos los que formamos parte de Seimalsa.

    Me siento contenta de trabajar aquí, espero seguir creciendo en esta empresa. Como principal característica, puedo decir que brindamos un servicio de calidad a todos los clientes, además somos responsables y hay un buen ambiente laboral».

    Vicente Alvarado es el gerente General de esta compañía de servicios de refrigeración. Foto: Gabriel Proaño / LÍDERES
    Vicente Alvarado es el gerente General de esta compañía de servicios de refrigeración. Foto: Gabriel Proaño / LÍDERES
  • IBM anunció la fabricación del microprocesador más pequeño y potente del mercado

    Agencia EFE

    La empresa de tecnología IBM anunció hoy (9 de julio) que desarrolló un microprocesador ultracondensado para computadores que es alrededor de cuatro veces más potente que los que existen en la actualidad en el mercado. 

    La compañía indicó en un comunicado que es capaz de fabricar microprocesadores con componentes de 7 nanómetros de ancho, mil veces más pequeños que un glóbulo rojo.

    Los componentes más pequeños en los procesadores actuales son de 14 nanómetros, aunque la industria ha comenzado ya la transición hacia la producción de procesadores de 10 nanómetros. Cada nueva generación de microprocesadores se define por el tamaño mínimo de sus componentes esenciales.

    IBM ha fabricado las primeras versiones de microprocesadores en un laboratorio y explora ahora formas de replicarlos en plantas de producción. La empresa indicó que los nuevos avances permitirán fabricar microprocesadores con 20 000 millones de transistores, frente a los 1 900 millones que incorporan los procesadores más avanzados de Intel con componentes de 14 nanómetros.

    Las empresas de microprocesadores están en plena carrera para reducir el tamaño de los transistores y otros componentes microscópicos siguiendo una tendencia de incremento del poder computacional conocida como la ley de Moore.

    La ley lleva el nombre de Gordon Moore, uno de los pioneros del desarrollo de los microprocesadores de silicio y cofundador de Intel.

    El anuncio hecho hoy por IBM implica que ese crecimiento constante del poder computacional continuará durante los próximos años.

    IBM dijo haber sido capaz de solucionar los problemas planteados por el desarrollo de microprocesadores tan minúsculos mediante el uso de silicio germanio, en lugar de silicio exclusivamente, en partes clave de los procesadores, lo que ha hecho posible que los elementos más microscópicos de los procesadores funcionen bien.

    «Para lograr el mayor desempeño (…) que prometen los procesadores de 7 nanómetros los investigadores tuvieron que ir más allá de los métodos convencionales de producción de semiconductores», afirmó IBM en su comunicado.

    La empresa destacó que entre las técnicas y procesos innovadores figuraron la incorporación de los canales de transmisión de silicio germanio y ondas de luz ultravioleta para la integración de componentes en varios niveles.

    IBM recordó que los expertos consideran «crucial» la tecnología de 7 nanómetros para satisfacer las demandas futuras de la informática en la nube, los sistemas de procesamiento de cantidades masivas de datos, los productos móviles y otras tecnologías emergentes.

    «Para que las empresas y la sociedad puedan obtener los mejores resultados de los computadores y dispositivos del futuro resulta esencial avanzar hacia los 7 nanómetros», afirmó Arvind Krishna, director y vicepresidente de la unidad de Investigación de IBM.

    IBM y sus socios, entre los que figura Samsung, planean invertir alrededor de 3 000 millones de dólares en una planta en Nueva York para la fabricación de microprocesadores que utilizan los minúsculos componentes de 7 nanómetros.

    La compañía espera que microprocesadores con los nuevos componentes empiecen a incorporarse en computadores y otros dispositivos en el año 2017. 

    IBM es capaz de fabricar microprocesadores con componentes de 7 nanómetros de ancho. Foto: Archivo
    IBM es capaz de fabricar microprocesadores con componentes de 7 nanómetros de ancho. Foto: Archivo
  • La gran industria es el target de esta iniciativa

    Redacción Qutio

    José Luis Pazmiño trabajó toda su vida en el sector de las industrias. En principio, contaba con un taller de reparación de maquinaria industrial en el valle de Los Chillos (suroriente de Quito). Pero el año pasado, Pazmiño aceptó la propuesta de la firma Ecuapack, que era uno de sus clientes.

    Álvaro Calderón, gerente de Ecuapack, comercializadora especializada en líneas de producción, comenta que los trabajos que realizaba Pazmiño eran de buena calidad, por ello le planteó la propuesta de crear una empresa que fabrique maquinaria de acuerdo a la demanda y necesidades de los clientes.

    Calderón asegura que tras la petición del Gobierno de impulsar la producción nacional en el país decidió crear Empac Machine para que trabaje en conjunto con Ecuapack. «Son dos empresas distintas, constituidas por separado pero que trabajan en paralelo para resolver los problemas de los clientes», añade.

    Con una inversión aproximada de unos USD 30 000 la nueva empresa se constituyó en mayo del 2012. Pazmiño explica que el mercado busca complementos o productos específicos para su línea de producción, y no toda la maquinaria viene completa. «Ese es el nicho que trata de cubrir nuestra empresa».

    Empac Machine se especializa en máquinas dosificadoras de polvos (para harina, maicena, detergente, maíz, arveja …), dosificadoras de líquidos (para champú, aguas, bebidas…), multicabezales, que son máquinas con balanzas para empacar con el peso exacto, y bandas transportadoras.

    Cuando un cliente acude a Empac Machine puede pedir los productos de acuerdo a la medida y sus necesidades. Pazmiño cuenta que para algunas empresas adaptaron maquinaria que no puede ser encontrada en el mercado.

    El proceso de fabricación, desde que el usuario realiza el pedido, puede demorar unos 45 días. Antes de iniciar la fabricación, las decisiones sobre los diseños, los parámetros y las características propias de la máquina se toman en conjunto (cliente, vendedores, técnicos y todas las partes involucradas).

    Al momento, el valor de la empresa asciende a unos USD 300 000, entre maquinaria y el local en donde trabajan. Ello gracias a que al mes, el negocio cuenta con un promedio de 10 contratos. Firmas productoras de alimentos, farmacéuticas, productoras de agroquímicos, entre otros, son sus principales clientes. Actualmente, la facturación mensual asciende a USD 20 000. Además, Empac Machine cuenta con 10 personas en su planta más cinco colaboradores en el área administrativa.

    Luis Menéndez, jefe de Mantenimiento de la Fabril, asegura que hace unos tres meses compraron a Empac Machine una empacadora, específicamente para realizar sachets de desinfectantes líquidos. El costo de la máquina llega a USD 18 000.

    Menéndez asegura que encontraron a Empac Machine por medio de su página web. Él los visitó en Quito y les explicó las especificaciones que necesitaba. «Tienen tecnología y realizan buenos productos según nuestras especificaciones».

    Diego Paredes, gerente de Frozen Tropic, empresa especializada en jugos y pulpas de frutas, señala que trabajan con Empac Machine desde el año pasado. Esta firma adquirió una envasadora, que le costo unos USD 20 000.

    Paredes destaca el excelente servicio, frente a la competencia, específicamente en el área de postventa. «Ellos siempre están dispuestos a ayudarnos cuando necesitamos de alguna reparación».

    Mientras que la firma Green Garden, especializada en alimentos orgánicos, adquirió una transportadora el año pasado. Andrés Loyo, jefe de Mantenimiento de esta empresa, asegura que las máquinas se «ajustan a sus estándares y han cumplido con sus demandas».

    Loyo destaca que para ser una firma nueva en el mercado la calidad y el servicio «son excelentes».