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  • Dos factores impactaron en los datos de inflación anual

    Carolina Enriquez

    redaccion@revistalideres.ec

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    Las expectativas que generaron los anuncios gubernamentales en diferentes negocios del país y la dinámica económica de la última etapa del año, con una ligera reactivación, le dieron un giro a la cifras de inflación del 2018, según autoridades y analistas.

    Cada mes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) hace mediciones en 359 ítems para obtener el Índice de Precios al Consumidor. Entre ellos están alimentos, muebles, transporte, etc.

    En diciembre pasado, según la entidad, el dato anual de inflación fue de 0,27%. En el 2017 la cifra cerró en -0,20% y entre enero y agosto del 2018 cada mes se registró una inflación anual negativa.

    En el último cuatrimestre del año pasado, sin embargo, las cosas cambiaron. Desde septiembre las cifras anuales de cada mes fueron positivas. Para Byron Villacís, exdirector del INEC, había una expectativa mayor de lo que iba a suceder en el resto del año, hubo anuncios sobre el posible retiro de subsidios a los combustibles (en agosto se incrementó el precio de la gasolina súper y se puso en el tapete el ajuste para otros hidrocarburos), etc. “Los comercializadores, antes que los productores, tienden a ajustar precios, según sus expectativas”.

    El analista explica, además, que desde inicios del año pasado se registró un crecimiento en el Índice de Brecha de Intermediación, el indicador que mide cuánto sube el precio entre el productor y el comercializador final. “Se ve cuánta plata está ganando el que intermedia o especula (…) En 2017 caía y luego subió en 2018. Su tope más alto fue diciembre pasado”.

    Villacís no cree que el país esté viviendo un momento económico en el que los productos, por cuestiones de mayor dinamismo, producción y demanda, estén subiendo de precio. Desde su perspectiva aumentan de valor por “expectativa o especulación”.

    Esto lo comparte Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas. Hubo negocios, dice, que aprovecharon la última etapa del año para ajustar precios por ser, tradicionalmente, la de mayor actividad económica. “Aprovecharon en no hacer rebajas, como en el resto del año, y dejaron las cosas al libre juego de la oferta y la demanda. Además, reaccionaron ante anuncios”, explica.

    El mes pasado el Gobierno incrementó el precio de la gasolina eco y extra de USD 1,48 a 1,85.

    Por otro lado, dice Yumibanda, la actividad económica no se ha dinamizado del todo. Los negocios, gracias a promociones y ofertas, mantienen las ventas.

    Según el Servicio de Rentas Internas (SRI), las recaudaciones de Impuesto al Valor Agregado (IVA) del período enero – noviembre, tomando en cuenta las internas y por importación, fueron 5,97% mayores que en el mismo lapso del año anterior a ese.

    Yumibanda explica que, en realidad, la inflación anual en la que cerró el año ha sido casi nula. La variación fue bastante baja.

    Roberto Castillo, director encargado del INEC, también asegura que si bien se pasó de cifras negativas a positivas no fue un cambio drástico. “Empiezan a verse ciertos sectores, aunque sea poco, que se comienzan a recuperar. Ellos pueden estar incidiendo en que la dinámica de precios pudieran estar creciendo, aunque sea poco”.

    Con relación al impacto del alza de los precios de los combustibles en los otros bienes y servicios considera que es prematuro hablar de ello. El INEC no ha registrado efectos especulativos.

    Con relación al período en que se registraron datos negativos de inflación (septiembre de 2017-agosto de 2018), la entidad asegura que el país vivió “un ‘shock’ positivo de oferta, principalmente en el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, haciendo que los vendedores desplegaran continuas rebajas.Las variaciones anuales negativas también fueron determinadas por factores como la eliminación de salvaguardias y el retorno del IVA al 12%”, que incidieron en la baja precios.

    Bienes sin competencia externa suben

    La inflación de los rubros de las bebidas no alcohólicas y alimentos decrece de forma sostenida desde el 2015. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    La inflación de los rubros de las bebidas no alcohólicas y alimentos decrece de forma sostenida desde el 2015. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

    Giovanni Astudillo 
    Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

    Los bienes y servicios diversos, el transporte, la salud, la educación, el alojamiento y los servicios básicos son los rubros que más aportaron a la inflación anual del año pasado, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Al contrario, los muebles y artículos del hogar, recreación y cultura, alimentos y bebidas no alcohólicas y las prendas de vestir y calzado experimentaron variaciones negativas.

    En años anteriores, el segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas era uno de los más inflacionarios en la economía ecuatoriana. De acuerdo con información del INEC, a partir de junio de 2015 se observa que la inflación anual de este grupo decrece de forma sostenida y dado su peso en la canasta del Índice de Precios al Consumidor, ha incidido en el comportamiento de la inflación.

    El INEC agrega que en la investigación respectiva de este índice se ha observado un incremento de la oferta de los bienes correspondientes al grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, lo cual presiona el precio a la baja.

    Además, es un grupo cuyas variaciones están claramente marcadas por la estacionalidad de la producción agrícola y factores climáticos, que determinan la disponibilidad de producción de alimentos en los mercados.

    Para el analista económico, Alberto Acosta Burneo, el leve incremento de precios que se registró durante el año pasado, se sustentó principalmente en los servicios, no en la mayoría de los bienes transables, que tuvieron un descenso el 2018. Los bienes transables son los que se pueden exportar e importar.

    Acosta Burneo explica que estos últimos tienen más competencia en la actualidad y, por ende, los precios tienden a reducirse. Los productos importados llegan a costos menores debido a la apreciación del dólar en el exterior y a la reducción de aranceles por el acuerdo comercial con la Unión Europea, destaca este analista.

    Otra causa es que la economía recibe menos dólares si se compara con los años anteriores y el Gobierno cada vez tiene más problemas para endeudarse e inyectar dinero, dice Acosta. Por ello, las ventas de los comercios e industrias no superan o igualan a las registradas en años anteriores.

    El presidente de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, Roberto Maldonado, agrega que los precios de los bienes transables no suben porque es más difícil vender por la falta de liquidez de los consumidores.

    Según él, los empresarios decidieron sacrificar sus utilidades para reducir los precios y poder vender su mercadería. Además, invierten más en la gestión de ventas y ofrecer promociones y descuentos para ser competitivos.

    En cambio, los servicios y bienes no transables (aquellos no susceptibles de ser comercializados en otro país) no tienen esa competencia externa que ofrece precios menores, por lo que hay productos que han subido, aunque en porcentajes bajos durante el 2018, señala el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Cuenca, Rodrigo Mendieta.

    El año pasado se produjo un incremento en el precio de los combustibles luego de más de una década. El INEC considera prematuro hablar de impacto por la medida adoptada. Foto: Archivo / LÍDERES
    El año pasado se produjo un incremento en el precio de los combustibles luego de más de una década. El INEC considera prematuro hablar de impacto por la medida adoptada. Foto: Archivo / LÍDERES
  • 8 factores para que un programa de fidelización de la marca sea eficaz

    Lucia Vasconez

    Promociones, descuentos, ofertas, regalos y más, son algunas de las estrategias en las que actualmente las empresas invierten para lograr la lealtad de sus clientes. Pero no todos consiguen los resultados esperados, según el estudio Loyalty Trends 2016, realizado por IZO. Se trata de una empresa española especializada en soluciones de medición y gestión de experiencia del cliente.

    Mauro Ávila, director Regional de la Zona Andina de IZO, señaló que para que un programa de fidelización tenga éxito es necesario plantear estrategias pensadas en los clientes. Ellos “quieren vivir experiencias. Que la marca les sorprendan, les emocione”.

    Ávila resalta: “esta es la época del cliente y ellos son los que tienen el poder”. Por esto considera importante que las empresas exploten su creatividad para motivar al consumidor y que estén ligadas a las necesidades del negocio. En esta lógica, Loyalty Trends 2016 plantea ocho factores que lograrán la eficacia en un programa de fidelización de una marca:

    1. Definir claramente los objetivos y el coste del programa.

    2. Diseñar un programa pensando en sus mejores clientes.

    3. Seleccionar el modelo de programa más eficaz para retener y/o atraer a los mejores clientes. Los modelos más comunes son: clubs, programas por puntos, descuentos o privilegios; concursos, juegos, sondeos, etc.

    4. Definir la forma de inscripción de los clientes en el programa, según los objetivos y el ‘target group’ (grupo objetivo) al que se dirige.

    5. Ofrecer un valor único y diferenciado.

    6. Establecer un diálogo inteligente y continuo.

    7. Crear vínculos externos con otras empresas que puedan completar su propuesta de valor, como asociarse con otras empresas y crear alianzas estratégicas. Además podría hacer que su programa cuente con otras fuentes de autofinanciación.

    8. Tomar muy en serio el programa de fidelización. Dedique los recursos necesarios, tanto en personal como en inversión. Recuerde que lo más laborioso no es la parte de la creación, sino el mantenimiento y la continuidad del mismo.

    Loyalty Trends 2016 recopila más de 50 casos de éxito de programas de fidelización. Por ejemplo, se destaca la estrategia de recompensas relevantes de Citibank. Desde agosto del 2013, la entidad financiera mantiene una serie de eventos basados en los intereses de sus clientes norteamericanos. Los eventos incluyen minisesiones de entrenamiento con jugadores profesionales, accesos VIP a conciertos e inauguraciones, programas culinarios, entre otros.

    Los tickets para la participación de estos se los adquiere con los puntos del programa ‘ThankYou’. Lo que ofrece Citibank en este caso son experiencias, “Y es que las experiencias se recuerdan por mucho más tiempo y se los comparte más que los descuentos”, afirmó Mauro Ávila.

    Mauro Ávila es director Regional de la Zona Andina de IZO. Foto: LÍDERES
    Mauro Ávila es director Regional de la Zona Andina de IZO. Foto: LÍDERES
  • Tres factores impactan a la venta de quinua

    Cristina Márquez
    Contenido intercultural (F)

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    La quinua orgánica que los productores de Chimborazo esperaban vender en el extranjero a USD 120 el quintal, hoy se comercializa en los mercados locales hasta en USD 25. La sobreproducción, la caída del precio en el mercado internacional y la pérdida de compradores preocupa a cerca de 4 000 agricultores de esa provincia.

    Las primeras cosechas de este año empezarán en tres meses y los soberados de las casas (bodegas para almacenar granos), aún están llenos de la producción de agosto pasado. La quinua debía enviarse a EE.UU., Francia y Canadá, pero los bajos precios que ofertaron Bolivia y Perú les restaron compradores.

    Los socios de la empresa comunitaria Coprobich, por ejemplo, solo pudieron vender el 50% de su cosecha. Ellos esperaban comercializar este año 11 000 quintales de quinua orgánica a tres importadores, pero solo lograron vender 5 550 quintales al consorcio francés Ethiquable. “En el mercado local no hay suficiente demanda, la gente aún no valora nuestro producto”, dice preocupado Manuel Abemañay, gerente de la empresa.

    Para los socios de esta organización, el origen de la crisis en el mercado se debe al incremento de competidores y a la sobreproducción en los campos. De hecho, la siembra de quinua se incrementó de 400 hectáreas en el 2013, a 1 500 hectáreas en el 2015.

    “Toda la gente empezó a cultivar la quinua por la campaña atractiva que hizo el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca. Entregaron insumos, semillas y asesoría técnica pero no había un mercado seguro”, afirma Abemañay.

    Las 500 familias de Riobamba, Colta y Guamote que integran esta organización apostaron por este cultivo debido a la rentabilidad que tuvieron el año pasado. En el 2015 ellos produjeron cerca de 60 toneladas de quinua, que vendieron a empresas de Canadá, EE.UU. y Francia a USD 5 200 cada una. Este año solo venderán 27 toneladas a USD 2 200 cada una.

    Los directivos de la organización ya trabajan en la estructuración de un nuevo plan de negocios para enfrentar la situación. Un análisis del mercado interno está en curso y esperan incrementar una línea de productos derivados de la quinua, pues la demanda aún está insatisfecha.

    La caída del precio sorprendió a Francisca Morales. Ella usó el 90% de sus dos hectáreas de terreno a la siembra de quinua. Pero solo pudo vender 20 quintales, de los 70 que cosechó. “No me queda más opción que sacar la quinua al mercado de Riobamba. No me puedo quedar con el producto guardado”, cuenta afligida.

    Morales calcula que invirtió cerca de USD 55 por cada quintal que cosechó y esperaba recuperar el dinero para subsistir junto a su familia de siete miembros este año.
    Lo mismo le ocurrió a Manuel Mocha, de la comunidad Ocpote. Él cosechó 96 quintales de quinua, pero solo pudo comercializar 25. “Estamos muy desanimados porque las pérdidas de este año son de grandes proporciones. Para sobrevivir este año tendré que volver a trabajar en la ciudad”.

    Para Patricio Juelas, gerente de Sumak Life, otra empresa comunitaria, la caída de la quinua en el mercado internacional se debe a la sobreproducción en Bolivia y Perú, que acaparan casi el 90% de la demanda mundial.

    En el 2014 ambos países comercializaron 175 000 toneladas del cereal, mientras que para el 2015 la producción se incrementó a 222 000 toneladas. Mientras que Ecuador incrementó su producción de 7 000 toneladas en el 2014, a 10 000 en el 2015.

    “La apreciación del dólar también afectó porque nos obligó a reducir precios en un 45% porque perdimos competitividad”, afirma Juelas. Para no desmotivar a los productores, Sumak Life optó por hacer los pagos inmediatos y en efectivo este año para así generar liquidez de capital. La empresa teme que los agricultores dejen de apostar por la quinua, pues a pesar de la sobreproducción la demanda internacional sigue alta.

    Otra estrategia de los productores es la exploración de mercados. En China, por ejemplo, se avizora un panorama más alentador para el cereal.

    Francisca Morales, Manuel Mocha y Manuel Abemañay revisan los sembríos de quinua de la empresa comunitaria Coprobich, en Riobamba. Sus ventas disminuyeron. Fotos: Raúl Díaz para LÍDERES
    Francisca Morales, Manuel Mocha y Manuel Abemañay revisan los sembríos de quinua de la empresa comunitaria Coprobich, en Riobamba. Sus ventas disminuyeron. Fotos: Raúl Díaz para LÍDERES
  • Tres factores pesan en el precio de los autos

    Alberto Araujo

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    Alejandro Furas. El director técnico de Global NCAP, organización internacional que promueve la seguridad en vehículos, analiza cuál será el papel de la nueva normativa de seguridad para este segmento en Ecuador. Esto, en medio de un escenario de cupos y tributos.

    Pese a que el Gobierno ecuatoriano restringe la importación de vehículos y CKD desde el 2011, el mercado local sigue solicitando más vehículos. ¿Esta demanda constante es común?
    Es una conducta bastante generalizada en el mundo y la forma de evitarla efectivamente es contando con una red de transporte público amplia, ágil y costeable.

    Ecuador cerró las negociaciones de un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE). ¿Los vehículos europeos podrían reemplazar a los vehículos de la región que ingresan al Ecuador?
    Es posible en tanto sean competitivos. Consideremos la reciente caída del valor del euro frente al dólar, con lo que hace aun más competitivos a los autos europeos respecto a los de otras regiones o países y los regionales, que pasan a ser más caros.

    Además de las restricciones de importaciones, los fabricantes e importadores de vehículos advierten que los precios también subirán por el nuevo Reglamento de Seguridad 034, en concordancia con las normas ONU. ¿Cuánto pesarán estas normas en los precios de los vehículos?

    Hay varios factores que entran en juego en este momento: cupos, más impuestos y más elementos de seguridad. Las restricciones de importaciones por cupos limita la cantidad de unidades que se pueden vender y por ende los importadores o armadores tendrán que cubrir los costos locales de sus empresas con las ganancias de un eventual número menor de unidades que se les permitía importar. Eso explicaría en forma más significativa ajustes de precios más acentuados. Súmele el incremento impositivo en los vehículos de por sí.

    ¿Qué papel jugarán allí las nuevas normas de seguridad?
    Creo que es apresurado e imprudente culpar a un solo aspecto, como la 034, cuando la mayoría de modelos en el país ya cumple lo que pide en forma inmediata el Reglamento 034 desde lo técnico y se necesita que se certifique a los vehículos. También es importante considerar la mejor protección y seguridad que producen ahorros en otras áreas como costos médicos. Un proceso de certificación del tipo de la ONU no supera los
    100 000 euros (y mucho menos también). Si este costo se divide entre todas las unidades que se fabrican, el incremental de costo es insignificante, siendo casi despreciable la incidencia del Reglamento 034 en un incremento de precios, en comparación con los efectos de los aumentos de impuestos y limitación de cupos.

    ¿Cuál puede ser un tope máximo de aumento de precio por estas normas?
    Algunos modelos ya cumplen con la normativa y las condiciones pedidas en el nuevo reglamento. Estas marcas no tienen por qué variar su precio de la unidad a la venta por este factor. Las marcas que no cumplan las exigencias, deberán actualizarse, pero si prefieren aumentar sus precios no serán competitivos con otros modelos que no necesitan actualizarse y que son del mismo segmento.

    ¿Por qué el Gobierno pide elementos de seguridad de los vehículos homologados con las normas de la ONU?
    La certificación de las normas ONU otorga ciertas garantías de control que otras normas no ofrecen. Las normas ONU deben certificarse en laboratorios independientes debidamente acreditados y que controlan la producción. Esto significa que todas las unidades producidas, desde la primera unidad certificada, ofrezcan la misma seguridad y no que los primeros autos estén construidos con seguridad y luego se baje la calidad de armado y construcción. A veces sucede que se baja la calidad de materiales o de procesos de soldadura voluntaria o involuntariamente, y esto lo controlan las normas ONU a lo largo de la vida útil de los modelos. Estos controles hacen que el fabricante produzca el auto con más cuidado y más control. Además, las normas ONU las acreditan los países miembros y no entidades privadas únicamente.

    Los fabricantes e importadores sostienen que hay normas equivalentes que otorgan sus propias casas matrices con ‘laboratorios mucho más sofisticados’ que podrían ser equivalentes. ¿Por qué no se aceptan estas certificaciones?
    Las normas técnicas generalmente tienen dos grandes partes, una es el test mismo, la parte técnica de una prueba. La otra es el control administrativo; es decir, quién controla y cómo se controla. Esto segundo es lo más relevante en algunos casos. La “equivalencia” que se menciona es en el test técnico en la mayoría de casos. Pero no hay tal equivalencia en el test de impacto frontal, por ejemplo. Dejando de lado el tema de la prueba de choque en sí misma, esas normas equivalentes proponen que el test se realice en el laboratorio del mismo fabricante y que este auto declare el cumplimiento de un requisito.

    ¿Por qué esto representa un inconveniente?
    Se entiende que este proceso ofrece poca transparencia para los consumidores, si es que no hay un Estado con los fondos necesarios para comprar, ensayar y controlar severamente. Y aún en esas condiciones ideales hay problemas con vehículos que no cumplen los requisitos técnicos. Sobre la sofisticación de los laboratorios creo que no vale semejante aseveración. Pueden tener más dinero para hacer más pruebas, pero en la rigurosidad técnica es igual o en algún caso mayor. No se trata de la sofisticación en sí de los laboratorios, ya que todos deben cumplir requisitos determinados. En todo caso, el tema es la precisión y cuidado de las mediciones así como la independencia.

    ¿En qué sentido?
    Genera dudas que con laboratorios tan sofisticados como reclaman hagan autos tan inseguros como algunos fabricantes realizan para América Latina y a precios caros. Es evidente que algo no es coherente. Los laboratorios deben cumplir con el cuidado de datos y precisión así como transparencia. (…) Un ejemplo del por qué no aceptar sistemas de normas donde las pruebas son hechas en los laboratorios de los fabricantes, es que si algo sale mal en un test, nadie tiene por qué enterarse. En un test de certificación de normas ONU si algo sale mal, queda un registro disponible para los gobiernos.

    ¿Hay antecedentes de esto?
    Basta recordar el resonado caso de una marca que por una falla no se activaban los airbags en los choques de algunas unidades y como consecuencia hubo varios casos de fallecidos. El resultado inmediato: 30 millones de unidades que deberían pasar por ‘recall’. La marca sabía de esta falla desde al menos 8 años atrás, no informó al Gobierno ni tomó acciones correctivas. Esto sucedió en un mercado donde se aceptan test en los laboratorios del fabricante y donde el Gobiernotiene mucho dinero para controlar y hacer juicios. Es por eso que en regiones sin esos recursos se recomienda optar por un sistema como el de ONU y no aceptar test de los fabricantes.

    Su gestión en síntesis

    Su formación. Obtuvo su grado en Ingeniería Mecánica e Industrial en la Universidad de la República Oriental del Uruguay. También acumuló experiencia al formar parte de un equipo de ingenieros de automóviles de carreras amateur.

    Su experiencia. Es miembro del equipo que desarrolló Latin NCAP, organización que brinda a los consumidores de Latinoamérica y el Caribe evaluaciones de seguridad independientes e imparciales de los autos nuevos.

    La seguridad. También es Director Técnico de Global NCAP y asesoró al Gobierno ecuatoriano para diseñar las nuevas normas de seguridad para vehículos.

    La frase. «Algunos modelos ya cumplen con la nueva normativa de seguridad (…) no tienen por qué variar su precio por este factor”.

    Alejandro Furas, director técnico de Global NCAP. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES.
    Alejandro Furas, director técnico de Global NCAP. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES.
  • Sara Wong: ‘A los ejecutivos les preocupa la delincuencia, la corrupción…’

    Xavier Basantes. Editor de LÍDERES/ Redacción Guayaquil

    En los últimos dos años, Ecuador mejoró en el ranking del Foro Económico Mundial. En el ‘Reporte de Competitividad Global 2012-2013’, el país subió 16 posiciones y se ubicó en el puesto 86 entre 144 países. En el reporte 2013-2014 trepó 15 puestos y se colocó en el 71, entre 148 naciones. Sin duda, los resultados muestran que Ecuador ha mejorado; no obstante, aún hay temas pendientes, indica Sara Wong.

    ¿Cuál es su lectura del último reporte sobre el desempeño de la competitividad del país?
    Si subimos en el ranking, quiere decir que mejoramos. Que eso sea sostenible o que refleje desarrollo en el largo plazo, está por verse. Hemos mejorado en 10 de los 12 pilares (del ranking). Los factores de mayores avances en el índice han sido en desarrollo de infraestructura (puesto 79), calidad de educación (puesto 62) e innovación (58).

    ¿En qué no anda bien el Ecuador?
    El nivel más bajo en nuestras calificaciones está en la evaluación de instituciones, innovación y preparación tecnológica. A pesar de haber mejorado en innovación, tenemos bajas calificaciones. Estamos bien en el sentido de ir por el camino correcto, pero nuestro nivel aún es bajo y no debemos dormirnos en los laureles. Es importante enviar el mensaje de que estamos mejor en el ranking, porque estamos compitiendo con las otras economías del mundo.

    ¿Qué se debe hacer para mejorar ese nivel?
    Tenemos que mejorar en nuestras instituciones. Tenemos instituciones muy débiles, como seguridad jurídica y seguridad en general. En temas de eficiencia, en particular, debiéramos preocuparnos en mejorar en los mercados de bienes, laboral y financiero. ¿Qué quiere decir eso? Eficiencia en general es obtener, cada vez más, un producto equis, con la menor cantidad de recursos. Por eso, la preparación tecnológica es fundamental y ese es uno de los pilares en los que no hemos avanzado este año.

    En cuanto a instituciones y seguridad jurídica, ¿cómo se debe interpretar: independencia de funciones, agilidad de procesos, jueces…?
    Seguridad jurídica es un concepto amplio e implica varios aspectos. En el Índice de Competitividad se topan aspectos como independencia judicial, favoritismo o no en las decisiones de un gobierno, cuán óptimo es el uso de los recursos de un gobierno, eficiencia en el sistema al dilucidar disputas, al hacer regulaciones para los negocios, transparencia en cómo se gobierna… Esos son ejemplos de las variables que se toman para elaborar un indicador.

    ¿Qué ha pasado con Ecuador en este ítem?
    En el 2007, en independencia judicial, el país estaba en el puesto 125 del ranking (entre 131 países) y ahora está 100 (entre 148), hemos mejorado, pero falta mucho por hacer.

    En cuanto al favoritismo en las decisiones para los personeros del gobierno, en el 2007 el país estaba en el 127 y hoy, en el 47. En eficiencia en el sistema legal, estábamos en el puesto 129 en el 2007 y ahora, en el 100. En cuanto a la transparencia de las decisiones gubernamentales, en el 2007 estábamos en el 128 y ahora en el 73.

    ¿Cómo interpretar estos resultados?
    Nos indican que estamos en la dirección correcta, pero todavía falta mucho por hacer.

    Tomando estos datos, ¿cuánto han influido el proceso de selección de jueces en Ecuador, el alza en el presupuesto para el sector judicial…?
    Debería influir. Pero habrá que ver más adelante, qué pasará con las decisiones que estos jueces vayan a tomar, en unos dos o tres años, y si sus decisiones se verán o no imparciales.

    En el caso de los gastos de inversión, en la educación por ejemplo, hoy se gasta más pero los resultados en cuanto a mejorar la educación no se verán inmediatamente. Pero, se supone, los resultados se verán más adelante cuando tengamos ciudadanos con mejores conocimientos.

    ¿Pero, esa es una regla: mientras más se invierte habrá mejores resultados?
    No es una garantía, pero es el primer paso.

    La eficiencia es otro punto débil…
    Cuando se habla de eficiencia, en la construcción de este indicador, se refiere a los mercados de bienes, al laboral y al financiero. Por ejemplo, en mercado financiero se aspira realizar trámites cada vez más ágiles. Al ir al banco puede tomar una hora en sacar dinero o depositar un cheque.

    Se trata de hacerlo en el menor tiempo. Ahí es cuando el desarrollo tecnológico es vital. En eficiencia laboral, se suman la educación y la salud de los trabajadores, el entrenamiento que reciban en las empresas…

    ¿Qué pasa con la inversión extranjera?
    Ese es uno de los peores indicadores que tenemos en el pilar sobre eficiencia en mercados, en la variable que se refiere a reglas para hacer negocios. En Inversión Extranjera Directa (IED) estamos en el puesto 127. Sucede eso, por el impacto que tienen las reglas de los negocios en la IED. ¿Qué ha pasado en los últimos tiempos?: Ecuador ha terminado unilateralmente los acuerdos que tenía sobre IED.

    ¿Para desarrollar este informe la ESPAE recogió la opinión de los ejecutivos en el país?
    La opinión de los ejecutivos pesa en el momento de calcular el índice. La ESPAE hace la encuesta con ellos y la envía al Foro Económico. Allí hacen el proceso de validación bajo ciertos parámetros.

    ¿Qué es lo que más preocupa a los gerentes?
    Depende de la variable. Según los ejecutivos, los aspectos más críticos tiene que ver con la delincuencia en el país, también les preocupa la corrupción y esto no solo se refiere a lo gubernamental. Este es un tema preocupante desde el 2007, cuando comenzamos con la construcción de este indicador.

    ¿Cómo ha variado lo que les preocupaba a los ejecutivos en el 2007 y lo que pasa en el 2013?
    Los cuatro temas que más les preocupa, en su orden, son: corrupción, delincuencia, legislación laboral y carga tributaria. En el 2007, eran: golpes de Estado, corrupción, inestabilidad política e ineficiencia burocrática. Ese año las regulaciones impositivas aparecían en el puesto 9 y la delincuencia en el 12. Y lo que antes era preocupación, como la inestabilidad de gobiernos, ahora ya no preocupa.