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  • El liderazgo femenino se analizó en Quito

    Redacción Quito  (I)
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    El pasado 31 de marzo se cumplió en Quito el encuentro Liderazgo Femenino en el mundo laboral. En la jornada se analizaron los retos y las oportunidades de mayor participación que tienen las mujeres en actividades empresariales.

    El encuentro se dio luego de que la consultora Ipsos realizara a inicios de este año, un estudio para identificar los problemas que enfrentan las mujeres ecuatorianas en sus lugares de trabajo.

    La investigación, desarrollada por la consultora Ipsos, sostiene que cuatro de cada 10 mujeres piensan que si ganan un salario mayor al de su marido “es casi seguro que eso les cause problemas”. Otro dato señala que cuando hay escasez de trabajo, el 23% de las personas cree que los hombres tienen más derecho a un empleo que las mujeres.

    La investigación reveló que una de cada 10 gerencias generales es ocupada por una mujer; que el 29% de las empresas en el Ecuador tiene una mujer en sus directorios; y que el 65% de las empresas ecuatorianas no tienen políticas para promover la participación de mujeres en directorios y cargos gerenciales.

    Richard Martínez, presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), participó en la apertura del encuentro. Allí el dirigente empresarial mencionó que “el hecho que se haya dado este evento es porque la sociedad está más decidida y empeñada en que exista una mayor igualdad de oportunidades para liderar empresas y ser parte de los equipos directivos en los que se toman decisiones estratégicas”.

    Por su parte, Carmiña Moreno, jefa de Operaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), indicó que “la igualdad de género es más que un objetivo; es una condición necesaria para el desarrollo”.

    En el conversatorio sobre las oportunidades y desafíos de la mujer en el mundo laboral, organizado por la CIP, el BID e Ipsos con apoyo de organismos privados, los panelistas acordaron que “la importancia de la participación femenina radica en que cada mujer, tenga la libertad de enfrentarse a los mismos desafíos y oportunidades”.

    El diálogo contó con la presencia de Daniella Andretta, gerenta general en Ecuador de la consultora Korn Ferry; Hellen Anderser, directora de Desarrollo Organizacional de Corporación GPF; Daniela Chacón, vicealcaldesa de Quito; y Marco Oleas, director de Gestión Integral de la compañía Adelca.

    Las experiencias que compartieron los participantes, relatadas a lo largo del encuentro, coincidieron en la necesidad de abrir espacios para que se involucre a más mujeres en la toma de decisiones, no solo empresariales, sino también en ámbitos sociales, políticos y académicos.

    En esa línea, se reiteró la importancia del quinto objetivo de Desarrollo Sostenible el cual enfatiza en la necesidad de igualdad entre los géneros. La cita de Liderazgo Femenino se convirtió en un espacio para conocer las distintas visiones, proyectar los resultados de la investigación y plantear propuestas que incentiven la participación equitativa en todos los ámbitos de la sociedad.

    Los asistentes coincidieron en que la inserción de la mujer en cargos directivos aún tiene temas pendientes que deben resolverse con el aporte de las empresas y de hombres y mujeres.

    Sobre este tema, Cristina Páez, gerenta regional de Ipsos, sostiene que en el mundo laboral existen creencias limitantes que hacen que las mujeres se queden estancadas en un momento determinado, por lo que no asumen cargos de mayor responsabilidad. “Mucho se debe a una decisión propia.

    Se cree que está bien que la mujer se eduque y salga a trabajar. Pero en Ecuador, puntualmente, seis de cada 10 ecuatorianos piensan que si las mujeres salen a trabajar, sus hijos sufren”.

    Páez piensa que para cambiar esas percepciones, “en la sociedad debemos trabajar en la reconsideración de ideas limitantes que truncan el liderazgo”.

    La semana pasada se desarrolló el encuentro Liderazgo Femenino en el mundo laboral, en el hotel Sheraton. Foto: Cortesía CIP
    La semana pasada se desarrolló el encuentro Liderazgo Femenino en el mundo laboral, en el hotel Sheraton. Foto: Cortesía CIP
  • El emprendimiento femenino es motor de transformación social, dicen expertos

    Agencia EFE

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    El emprendimiento femenino es un motor de transformación de las sociedades y tiene un efecto «gigantesco» en la reducción de la pobreza, coincidieron ayer, 3 de junio del 2015, líderes, expertos y empresarias reunidas en Bogotá en la V edición del ForoMET.

    La cita, liderada por la red Mujeres, Emprendimiento y Tecnología (MET) Community, sirvió de escenario para compartir experiencias, inspirar a las emprendedoras y conocer las distintas opciones de apoyo en Colombia para la creación de nuevos negocios o el impulso a las empresas establecidas.

    «Impulsando el emprendimiento femenino impulsamos el emprendimiento en general que es tan importante para el desarrollo del país», dijo a Efe Óscar Cabrera, el presidente del BBVA Colombia y uno de los organizadores del encuentro.

    Sobre el emprendimiento femenino, la viceministra colombiana de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), María Carolina Hoyos, indicó a Efe que el reto desde el Gobierno «es hacer que cada vez más las mujeres se monten al bus de la tecnología», aunque admitió que ya son muchas las que han entrado en ese mundo.

    Hoyos destacó que Colombia ha conformado la red «más grande en América Latina» de emprendimiento digital, a través del programa Apps.co, que promueve la creación de negocios en áreas como el desarrollo de aplicaciones móviles, software y contenidos.
    «Tenemos una red de cerca de 73 000 personas», apuntó la funcionaria e indicó que las mujeres representan el 14% de ese total.

    Por su parte, José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario, otra de las instituciones organizadoras del foro, aseguró que el emprendimiento femenino «tiene un potencial gigantesco en la reducción de la pobreza«, y en mejorar, entre otros, la creación de empleo y el crecimiento del producto interno bruto (PIB).

    Entre los aspectos que hacen falta en Colombia para impulsar el emprendimiento femenino, Restrepo mencionó, además del crédito y el acompañamiento de expertos, que las mujeres le «inyecten» más tecnología a sus ideas de negocio.

    «Superar la lógica de que el emprendimiento femenino es de subsistencia para tener un emprendimiento que genere valor agregado en la sociedad», recomendó Restrepo, quien resaltó que las mujeres hoy tienen una capacidad mayor para asumir riesgos.

    En el mismo sentido se pronunció Emma Mesa, emprendedora y presidenta de la empresa Maquiempanadas, que ha desarrollado tecnología para la elaboración a gran escala de empanadas colombianas, patacones, arepas y pupusas, quien resaltó que el «emprendimiento femenino genera transformación a la sociedad».

    ForoMET, que se ha celebrado en otras ocasiones en las ciudades de Medellín (Colombia) y Bilbao (España), contó además con la participación de la directora de DELL para Suramérica, Marcela Perilla, así como expertos, funcionarios y líderes del emprendimiento en el país.

    El rector de la Universidad El Rosario, José Manuel Restrepo (i); la viceministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Maria Carolina Hoyos (c), y el presidente del BBVA Colombia, Oscar Cabrera (d), durante la instalación del Foro Mujere
    El rector de la Universidad El Rosario, José Manuel Restrepo (i); la viceministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Maria Carolina Hoyos (c), y el presidente del BBVA Colombia, Oscar Cabrera (d), durante la instalación del Foro Mujeres Emprendedoras Innovadoras. Foto: EFE
  • El salario femenino, protagonista en la fiesta del Oscar

    Diario La Nación de Argentina

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    Esta vez, el salario de las mujeres tomó un rol protagónico en la entrega de los Oscar, el domingo 22 de febrero del 2015, gracias al discurso de Patricia Arquette, en el momento de aceptar el premio a la mejor actriz de reparto. «Las mujeres hemos luchado por todos los derechos de otras personas. Es tiempo de que tengamos igualdad salarial e igualdad de derechos«, dijo, provocando la ovación de Meryl Streep, Jennifer Lopez y Shirley MacLaine, entre otras superestrellas que parecieron haber vivido en carne propia la desventaja económica femenina ante el salario de los hombres.

    Más tarde, Arquette se explayó y dijo que a medida que las mujeres iban cumpliendo años, menos dinero ganan. «El porcentaje más alto de chicos pobres viene de hogares monoparentales, cuya cabeza es una mujer. Es inexcusable que hablemos de los derechos de las mujeres, pero que no los tengamos en América.»

    A principios de 2014, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se había referido a una brecha de 77 centavos por dólar en materia salarial a favor de los hombres. Este gap del 23% implica, según la Casa Blanca, que las mujeres deben trabajar 68 días más que los hombres para percibir el mismo salario.

    El tema trasciende fronteras. Por ejemplo, según el Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), en España, una mujer cobra un 30% menos que los hombres en el mismo puesto y debe trabajar 82 días más al año para cobrar lo mismo que su par masculino.

    En la Argentina, según últimos datos del Ministerio de Trabajo de 2012, la brecha salarial en el empleo registrado es del 25,4%. En la industria es del 19,6%; en el comercio, 17,4%, y en servicios, 27,5 por ciento.

    Sin embargo, un informe de Idelas-Uces de 2013 establece que según el Indec, a fines de 2012 los varones ganaban por mes, en un trabajo similar, más que el sexo opuesto: $ 3900 vs. $ 3000, es decir, un 30% más.

    Pero, el tema salarial no es el único donde las mujeres pierden. Un informe de la OCDE consigna que tienen un 20% menos de posibilidades de obtener un empleo. Además, otro trabajo de la OIT del 12 de enero último demuestra que la mujer todavía tiene que superar obstáculos considerables para ocupar el cargo directivo máximo o integrar las juntas de administración de las empresas. «Cuanto mayor son las dimensiones de la empresa, más difícil será para la mujer ocupar el cargo de ejecutiva máxima. Menos del 5% de los directivos de las principales empresas del mundo son mujeres», explica el nuevo relevamiento.

    Hay varios estudios que establecen las ventajas para las empresas de tener más ejecutivas en cargos directivos. Como consigna el informe de la OIT, la organización Catalyst (una ONG de Estados Unidos que estudia el lugar de la mujer en las empresas) demostró en 2011 que las empresas de Fortune 500 con más mujeres en la dirección eran más rentables que las demás. Sin embargo, la encuesta de la OIT define que el 87% de las juntas de las empresas están presididas por un hombre.

    «Algunos especialistas califican el progreso como glacial y consideran que a menos que se adopten medidas, lograr la paridad en la cúspide podría llevar 100 o 200 años», declara la OIT.

    Patricia Arquette dijo que a medida que las mujeres iban cumpliendo años, menos dinero ganan. Foto:  Mitchell Haaseth/ NBC.
    Patricia Arquette dijo que a medida que las mujeres iban cumpliendo años, menos dinero ganan. Foto: Mitchell Haaseth/ NBC.
  • La programación busca un toque femenino

    Redacción quito

    Se dice que diseño de algoritmos, lenguaje de programación y plataformas informáticas no van con ellas. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la participación femenina en la industria tecnológica llega al 25% del total del personal técnico y de ingeniería.

    Por esta razón, este ámbito requiere mayor participación de mujeres, pero el mito de que esta carrera es masculina todavía impide una mayor incursión de profesionales femeninas.

    Para eliminar prejuicios nació Rail Girls, un taller de desarrollo de software dirigido solo a mujeres. María Gómez, desarrolladora de software, está al frente de esta iniciativa en Ecuador: ella cuenta que el taller se cumplirá el 5 y el 6 de septiembre, y enseñará principios básicos de programación.

    «La programación no es un término muy atractivo para las mujeres», dice Gómez. Por ello, este encuentro pretende familiarizar a las asistentes con los términos de programación a través de la plataforma Rails, que es sencilla de usar.

    Viviana Pérez, otra organizadora, cuenta que este proyecto nació en Helsinki, Finlandia, hace cuatro años; Linda Liukas y Karri Saarinen fueron sus primeras promotoras.

    Pamela Chávez es programadora en ThoughtWorks. Ella es comunicadora social, sin embargo decidió incursionar en el desarrollo de software.»No entendía cómo un código podía transformarse en un programa», asegura Chávez.

    Decidió combinar el periodismo con la tecnología y ahora busca aplicarlo en el periodismo de datos. «Se debe perder miedo a programar», concluye esta comunicadora y desarrolladora.

    El evento

    El taller. Está dirigido a mujeres de toda edad y no tiene costo.

    Para asistir. Las interesadas no necesitan ningún conocimiento previo para participar.

    La inscripción. A través de su página web: http://railsgirls.com/quito

  • ‘El trabajo femenino aún vale menos’

    Arturo Castillo. Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes

    Ningún eufemismo sirve para justificar la inequidad salarial y de oportunidades laborales que afrontan las mujeres. Ningún argumento que valide la asimetría en el ejercicio de liderazgo empresarial.

    Una estructura social intransigentemente patriarcal, que tuvo larga vigencia, negó a la mujer acceso a la educación. Su ámbito obligado y restringido fue la familia, el rol de madre y esposa; económicamente dependiente, psicológicamente controlada.

    La educación académica, sin embargo, que parecía ser la clave para la integración plena de la mujer a los procesos productivos de la sociedad, a las más diversas expresiones de la cultura, no ha incidido, en la práctica, en el equilibrio de oportunidades, en la equidad de género.

    Resulta difícil explicar este estado de cosas, salvo por el prejuicio masculino. Hay un trasfondo psicológico, una visión sesgada de la realidad, que sostienen ese statu quo, un mundo gobernado por hombres, que tienen temor de perder el poder, que no admiten que las mujeres son perfectamente competentes para lidiar con temas concretos.

    La condición femenina, tal como la percibió Simone de Beauvoir, parecería aún prevalecer en la sociedad de nuestros días. Su realidad de excluida, de sombra perpetua del hombre, encargado de asignarle un lugar, hace que sus posibilidades de expresión, en la generalidad de los ámbitos, tenga la impronta de la ‘inferioridad’.

    «La inferioridad de la mujer proviene de que desde un comienzo se limitó a repetir la vida, en tanto que el hombre inventaba razones para vivir», sostenía Simone de Beauvoir.

    Así, la condición femenina se convierte en un mandato social, que tiene como propósito limitar a la mujer al rol de la maternidad, al cuidado de la familia, convirtiéndola, además, en garante de la moralidad imperante.

    La expresión del antropólogo James Frazer, «Los hombres hacen los dioses, y las mujeres los adoran», resulta contundente. En definitiva, lo económico y lo ocupacional son ámbitos que evidencian un viejo ‘impasse’ entre mujeres y hombres. Una visión optimista hace pensar que los nuevos tiempos están reivindicando a la mujer, que su presencia en los asuntos públicos, por ejemplo, es más frecuente; sin embargo, aquello sigue siendo excepcional.

    los nuevos tiempos están reivindicando a la mujer, sin embargo, aquello sigue siendo excepcional.