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  • Manabí impulsa a sus emprendedores

    María Victoria Espinosa

    (F) Contenido Intercultural

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    Los productos típicos de Manabí tendrán un espacio en el Salón del Emprendimiento ‘Vive Manabí’, que se realizará en Portoviejo el próximo mes de noviembre.

    100 productores y emprendedores de la provincia y 50 del país participarán en este evento, que tendrá ruedas de negocios, exposiciones de productos y capacitaciones sobre el posicionamiento de las marca, la atención al cliente, legalización de negocios, exportación, sostenibilidad de los negocios, aplicación de tecnología en procesos de emprendimiento, estudios de casos de éxito y otros.

    Los emprendedores han preparado muestras de sus productos para degustaciones, han diseñado pancartas y material publicitario de sus marcas.

    En un principio se tenía previsto que el evento de cinco días se realizara en octubre, pero la fecha se cambió. Ahora se hará del 13 al 17 de noviembre del 2019.

    Según la Prefectura de Manabí, este es el primer evento que se realiza en la provincia y que reúne todas las exigencias que requieren los emprendedores para potenciar sus negocios.

    Por ejemplo, las ruedas de negocio contarán con la participación de cadenas de supermercados y tiendas a escala provincial y nacional, empresarios. También habrá stands de entidades bancarias.

    Durante esta actividad, también se acondicionarán espacios para que el emprendedor cierre negocios. Además tendrá la oportunidad de vender sus productos para que sus ingresos no paren.

    La Prefectura de Manabí señaló que el Primer Salón del Emprendimiento ‘Vive Manabí’ se realiza luego de un proceso de capacitaciones y mejoramiento de la marca y los productos.

    El proyecto inició antes del terremoto con talleres sobre mercadeo, atención al cliente, creación de marcas y otros. Luego empezaron a participar en ferias a escala nacional. Entre el 2015 y el 2019, los productos manabitas se han exhibido en 300 expoferias.

    Sin embargo, las capacitaciones continúan para los emprendedores nuevos. Las realizan técnicos voluntarios de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), expertos en marketing. Esa entidad firmó un convenio con la Prefectura para impulsar el desarrollo productivo de Manabí.

    Una de las últimas capacitaciones se dio en agosto. Ahí participó María Moreira, del cantón Flavio Alfaro. Ella confecciona muñecas de tela y accesorios de cocina y para cuartos de baño. Con las capacitaciones busca legalizar su emprendimiento para poder asistir a ferias. “Yo aún no estoy apta para ruedas de negocios. Pero mi objetivo es que mis productos se vendan en todo el país”.

    Uno de los 100 emprendimientos manabitas que participará en esta actividad comercial será la línea de café El Mañanerito, del cantón 24 de Mayo.

    Esta microempresa nació en el recinto Noboa, que se caracteriza porque los cultivos están del bosque húmedo tropical y de la cordillera Chongón – Colonche. Además se influencian de la corriente fría de Humboldt.

    El café es recolectado por 74 agricultores, quienes pertenecen a la Asociación de Producción Industrial de Cafeteros de Manabí. Ellos buscan ingresar la línea de café a otros países como EE.UU.

    De hecho, la semana anterior asistieron a la feria ‘Mi lindo Ecuador’, en Nueva York. Ahí realizaron demostraciones del producto, que se caracteriza porque no es ácido y se puede degustar incluso sin azúcar. Eso se debe a que el café se cultiva bajo sombra y alta radiación solar lo cual aporta un aroma floral y frutal.

    En el Salón del Emprendimiento habrá varias marcas de licores típicos manabita como el rompope, vino de frutas como la grosella, sangría y cerveza artesanal. También se podrán encontrar dulces manabitas, artesanías, pan, aliños, helados, pulpas, entre otros.

    Erick Mendoza, de tostadas Manapan, señaló que está preparado porque ya ha asistido a ruedas de negocios y ferias como Matsuri 2018. “Tengo muchas expectativas de concretar negocios”.

    Sobre el evento

    El Salón del Emprendimiento se realizará entre el 13 y el 17 de noviembre de este año en el centro de eventos Bellavista Club de Portoviejo.

    Esta actividad es organizada por la Prefectura de Manabí y participarán 150 emprendedores del país, que ya cuentan con productos con registros sanitarios semaforización y otras exigencias.

    Los emprendedores podrán asistir la noche previa a la ­inauguración a una velada artística en Portoviejo.

    Para los emprendedores y la ciudadanía que quiera asistir habrá transporte gratuito en la mañana y en la noche.

    Los emprendedores manabitas se alistan para el Salón del Emprendimiento Vive Manabí, en Portoviejo. Foto: cortesía Prefectura de Manabí
    Los emprendedores manabitas se alistan para el Salón del Emprendimiento Vive Manabí, en Portoviejo. Foto: cortesía Prefectura de Manabí
  • Manabí mantiene su aire emprendedor

    María Victoria Espinosa (F)

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    Las ferias y festivales manabitas han posicionado a los emprendedores de Manabí que elaboran productos típicos. Entre el 2016 y marzo del 2019 se organizaron 279 ferias en Manabí, Pichincha, Guayas, Azuay y otras provincias en las que los protagonistas fueron emprendedores manabitas.

    Linda Chong, coordinadora de la unidad técnica de Emprendimientos de la Dirección de Fomento productivo de la Prefectura de Manabí, señala que desde antes del terremoto de abril del 2016 se empezó dar asesoría a los emprendedores para mejorar marcas y recetas de los productos, pero a raíz de las condiciones devastadoras en las que quedó la provincia tras el terremoto, la asesoría y el acompañamiento se intensificaron.

    Para Lorena Castillo, de la línea de aliños ‘Picando Ando’, las ferias permitieron que los supermercados a escala nacional se fijaran en productos típicos manabitas.
    Según la Prefectura de Manabí, al menos 150 productos de la provincia se distribuyen en tiendas y supermercados nacionales.

    En el caso de los emprendimientos de café molido y tostado, hay 15 emprendimientos que ya se venden a escala nacional. Uno de ellos, es el café El Mañanerito, producido por la Asociación de Producción Industrial Cafeteros de Manabí.

    Ellos tienen una planta en la parroquia Noboa, del cantón 24 de Mayo. Ahí se producen 1 800 fundas, que se distribuyen en Manabí, Quito y Guayaquil a través de Supermercados Tía.

    Otro producto, que también está en las perchas nacionales es Chifles Del Mejor. Este emprendimiento se creó en el 2011 y durante cuatro años se dedicó a crear recetas innovadoras para saborizar a los chifles de plátano verde y maduro. En la actualidad tiene tipos de sabores a maduro con queso, encebollado y el natural. También ofrece otros productos como el dulce de banano con cacao.

    Los productos con la marca Del Mejor están en 72 locales de la Corporación Favorita; en los locales de la cadena Del Portal en Guayaquil y Galápagos, así como en tiendas y supermercados de la provincia.

    Freddy Zambrano, propietario del negocio Del Mejor, señala que las ferias que se empezaron a realizar a raíz del terremoto del 2016, fueron una ventana para mostrar los productos manabitas al país.

    Los dulces y productos lácteos también hacen parte de la gama de productos que se ha posicionado a escala nacional.

    La marca Doña Oti, elabora un manjar con leche, canela y azúcar. “Es el clásico y delicioso manjar que nuestras abuelas y madres preparaban en los hogares manabitas”, señala la emprendedora Otilia Andrade, de Chone.

    Ella señala que su negocio nació hace 20 años, en el sector Las Chonanas. Pero no había podido promocionarlo en otras ciudades manabitas por falta de recursos económicos.
    Pero en el 2016 decidió asistir a una feria en Portoviejo. Ella hizo degustaciones y entregó su número de teléfono a los clientes.

    A los pocos días, empezaron a llamarla para hacerle pedidos del manjar de leche. Eso la motivó a crear nuevas recetas de manjar con sabor a frutas como mango, naranja, coco, limón, entre otras.

    Este año, ya se han realizado seis ferias en Manta, Portoviejo, Rocafuerte, Chone y San Vicente.

    En este último cantón se realizó una feria y una rueda de negocios a la que asistieron 18 asociaciones.

    En Manabí se han realizado 279 ferias y festivales para emprendedores, edsde el 2016 hasta marzo del 2019. Foto: Cortesía Prefectura de Manabí
    En Manabí se han realizado 279 ferias y festivales para emprendedores, edsde el 2016 hasta marzo del 2019. Foto: Cortesía Prefectura de Manabí
  • Las artesanías de Pilahuín se venden a turistas en ferias

    Redacción Sierra Centro 

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    La de la parroquia Pilahuín del cantón Ambato, en Tungurahua, confeccionan shigras, blusas bordadas con figuras andinas, collares, aretes y utensilios elaborados con paja de páramo como paneras, individuales, canastas…

    Este grupo trabaja desde hace cinco años en la fabricación y comercializar sus productos en las ferias. El dinero que obtienen de la venta ayuda a la economía de la casa y a financiar el costo de la educación de sus hijos.

    Ellas invirtieron USD 1 000 en el inicio del emprendimiento. Las socias se encargan de producir en sus casas las artesanías, luego entregan a la asociación que se encarga de las ventas. Los ingresos del grupo son de unos USD 800 mensuales.

    En este proceso les apoya la Cooperativa de Ahorro y Crédito Warmi Kunapak que tiene 1 100 socias de varias comunidades de Yatzaputzan. Esta entidad mejoró sus conocimientos a través de cursos y charlas de capacitación. Además, impulsa las ventas participando en las ferias que se cumplen en la Universidad Católica de Quito o en otras ciudades. Un bordado del cuello de una blusa está valorado en USD 30.

    Susana Poaquiza, gerente de la entidad financiera, explica que con la capacitación las mujeres lograron mejorar sus productos. Además, entrega créditos para financiar la comprar de la materia primaron que elaboran las shigras, collares y utensilios de cocina para la casa. Ellas compraron ovinos o camélidos de donde obtienen la fibra para tejer su vestimenta. Los préstamos van desde los USD 100 a 14 000.

    En los diseños se plasman la flor de la papa, la flora, la fauna y la naturaleza, en sus bordados conocimiento. Foto: Gelnda Giacometti / líderes
    En los diseños se plasman la flor de la papa, la flora, la fauna y la naturaleza, en sus bordados conocimiento. Foto: Gelnda Giacometti / líderes

    María Poaquiza, Hortensia Poalo, Asunción Punina y Mercedes Punina están al frente de la asociación. Este grupo de mujeres visten anaco negro, blusa blanca con bordados elaborados con hilos de colores, tratar de reforzar los conocimientos heredados de sus taitas y mamas.

    En los diseños se plasman la flor de la papa, la flora, la fauna y la naturaleza, en sus bordados conocimiento.

    María Poaquiza cuenta que a través de capacitación reforzaron las técnicas en los tejidos y los bordados que se cosen en la comunidad localizada en la vía Ambato-Guaranda.

    A la hora de tejar las shigras Mercedes Punina es toda una experta en esta rama. La mujer, de 68 años, une cada puntada los hilos de cabuya y da forma a este bolso. Cose shigras grandes, medianas y pequeñas que las comercializa en las ferias. Las pequeñas cuestan USD 5 y las más grandes que sirven para poner guardar los granos como el maíz, la cebada, el trigo, arroz, ocas. Mashua y otros productos en USD 25.

    En cada uno de sus diseños grafica la naturaleza, animales como la llama o los rombos y hace una mezcla de colores similar al arco iris. Mensualmente puede tejer hasta dos shigras.

    También vende a los turistas que transitan por la vía a Guaranda o en la feria indígena del domingo.

    Según la Cooperativa Warmi Kunapak menos 250 mujeres participan en los talleres de producción artesanal en Yatzaputzan. El objetivo es que cada una cuente con su propio negocios o emprendimiento artesanal.

    Las mujeres de Yatzaputzan trabajan en el los bordados y la confección de las shigras en sus talleres. Los comercializan a los turistas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Las mujeres de Yatzaputzan trabajan en el los bordados y la confección de las shigras en sus talleres. Los comercializan a los turistas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Ellos dan forma a ferias y eventos

    Carolina Enriquez

    Una sonrisa de satisfacción aparece en el rostro de Luis Proaño cuando recuerda cómo, en el año de 1982, inició su empresa, vinculada al mundo de las exposiciones, con solo un baúl de madera y algunas herramientas.

    Se trata de la Corporación de Montajes, Eventos, Ferias y Exposiciones (Comefex). La empresa tiene cinco líneas: organización de eventos; montaje de estands y estructuras en ferias; fabricación de sistemas de aluminio; construcción de áreas de museos-exposiciones; e ingeniería en cartón.

    El primer proyecto que el empresario desarrolló, junto a un maestro carpintero, fue la feria de computación e informática, en Quito, a inicios de los años 80. En esa época se construían las estructuras de los estands y las áreas de exposición de manera artesanal.

    Proaño siempre quiso innovar, y luego de 36 años llegó a trabajos manuales a digitales y de carácter industrializado. La primera inversión de la empresa fue de 15 000 sucres; la más reciente fue de USD 280 000.

    El empresario explica que su negocio se encuentra en la industria del entretenimiento corporativo y educativo. “El ‘know how’ de la empresa se basa en la exhibición, en cómo mostrar artículos”.

    La compañía ha brindado sus servicios en diferentes ferias en el Centro de Exposiciones Quito, Cemexpo y el centro de exposiciones del parque Bicentenario. Pero también ha trabajado en el desarrollo de eventos como la Conferencia Internacional de Osos o el montaje de diferentes áreas en ferias internacionales como la Expo Mundo, que se llevó a cabo en Alemania, hace 18 años.

    Allí, Comefex ganó un premio por la construcción del pabellón sobre Ecuador, hecho con caña guadúa. Mientras que en el 2012 la empresa se hizo acreedora a un récord Guinness por recolectar en cinco días un total de 1,4 botellas pet durante el montaje y producción de Expo Cima Kids (cumbre de medioambiente de niños).

    Rafael Roldán, presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriana-Española e impulsor de ferias y eventos, destaca el cumplimiento de Comefex en los diferentes trabajos en los que le ha colaborado. Uno de ellos fue el último Campus Party Quito, en el 2015.

    Una de las claves que aprendió Proaño con el tiempo fue la importancia de tener buenas estructuras para los estands o las zonas de exhibición. Así fue que fabricó el sistema de aluminio Alumex, innovación que se patentó.

    “A estas estructuras las vestimos con impresiones, estructuras de metal, cartón, tableros laminados, policarbonato, vidrio, acrílico, etc. Alumex es un producto ecuatoriano, un diseño industrial nacional (…) el aluminio está fabricado por Cedal y en nuestro taller hacemos el proceso para construir el mecano”.

    Como parte de las innovaciones que ha registrado la empresa a lo largo de estas casi cuatro décadas de operación está el desarrollo de una conciencia ambiental.

    Por eso creó la línea de ingeniería de cartón, que consiste en la fabricación de muebles, exhibidores o paquetes para colocar diferentes productos como chupetes, toallas higiénicas, cervezas, flores de exportación, entre otros, de cartón totalmente reciclado.

    El mobiliario que se hace puede equipar todo un departamento. Son resistentes y se venden a precios bajos en relación con los hechos con otros materiales.

    La idea de esta empresa es seguir creciendo en sus servicios, tanto en Ecuador como en América. De hecho, tiene operaciones propias en Colombia y ha exportado perfilería y estands listos a ese país y a Panamá; también ha dado servicios a EE.UU., Chile, Argentina, entre otros.

    José Rubén Proaño, de la empresa Mytourec, ha trabajado por unos cinco años con Comefex. Él asegura que la empresa ha colaborado en sociedad, en determinados proyectos, para la planificación, conceptualización, etc., de eventos, en su mayoría internacionales.

    Cifras

    2016 fue el año en el que la empresa participó en el montaje de Hábitat III, evento de las Naciones Unidas que se desarrolló en Quito.

    650 000 dólares es el patrimonio de la empresa. Esta cuenta con mobiliario para alquiler, materia prima, productos de aluminio para montaje, planta de producción, muebles, etc.

    1 Showroom tiene la compañía, atrás de la estación norte de la Ecovía, en la que se pueden observar paneles y mobilarios de cartón, estantes, etc.

    El Gerente

    Luis Proaño

    En esta empresa está toda mi vida. Me considero un autodidacta. Esto me ha llevado a conocer sobre carpintería, electricidad, cartón, computación, manejo de materiales, etc. Me siento orgullosamente ecuatoriano y creo que he contribuido a integrar valor al país. Me siento satisfecho de ser parte de los eventos importantes de Ecuador. No pensé en mi vida que iba a tener unos retos de este tipo. Aprendí a respetar los sueños de la gente.

    Dos trabajadores se encargan del armado de muebles en cartón en la planta de la empresa. Estos se pueden usar en diferentes exhibiciones, eventos de mercadeo, etc. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Dos trabajadores se encargan del armado de muebles en cartón en la planta de la empresa. Estos se pueden usar en diferentes exhibiciones, eventos de mercadeo, etc. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Prototipos que resuelven problemas

    Redacción Quito

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    Validar la aceptación de un producto entre potenciales clientes fue el objetivo del Testing Challenge, un evento que llevó a cabo la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la semana pasada.

    En la feria, que se realiza cada semestre, se exhibieron 69 prototipos desarrollados por estudiantes de la institución académica, que actualmente cursan la materia de emprendimiento.
    “La materia tiene un enfoque práctico, incentivamos a los estudiantes a que pierdan el miedo y salgan a hablar con proveedores y clientes. Los emprendedores muchas veces fallan en no investigar ni validar el producto”, explica Pablo Carrera, coordinador de Emprendimiento de la USFQ y organizador del evento.

    La principal condición con la que debían cumplir los proyectos que se llevaron a la feria es su funcionalidad y capacidad para resolver un problema de la sociedad.

    Buzzget fue uno de los prototipos presentados en la feria. Se trata de una pulsera creada para evitar que las personas extravíen sus pertenencias (un celular, una cartera, unas llaves…).
    Funciona mediante un circuito de radiofrecuencia. La pulsera vibra o se enciende cuando la persona se aleja a seis metros del objeto, al cual se le coloca un chip.

    El proyecto fue desarrollado por siete estudiantes, de las carreras de Derecho, Ingeniería Mecánica y Psicología del centro de educación superior.

    “Fue creado para personas con alzhéimer y epilepsia. Pero con el testeo nos dimos cuenta que puede servir para cualquier persona”, comenta Nicole Burneo.

    Tiki Wear, el proyecto de Sibone Armas (estudiante de Psicología) y Domennika Manzo (cursante de Veterinaria) busca rescatar el conocimiento de las culturas indígenas, a través de la moda.

    Sobre prendas de vestir modernas (blusa, falda de jean, entre otras), insertan tejidos de inconografías representativas de diferentes etnias. Adicionalmente, con cada diseño se entrega una etiqueta con información de la etnia a la que pertenece el símbolo.

    Lunch USFQ es el prototipo de una aplicación móvil, cuyo fin es apoyar a los pequeños restaurantes que se ubican en los alrededores de la universidad, además de brindar más opciones a los estudiantes a la hora del almuerzo.

    En la ‘app’ se hallaría el menú de los distintos restaurantes que se registren e incluso permitiría pagar el pedido. Los estudiantes solo deberán dirigirse a retirar el almuerzo. “La idea sería replicarlo en otras universidades”, comenta Daniel Aguilar, creador del proyecto junto a Aaron Sánchez.

    Start Pack es una plataforma que vincula a pequeños emprendedores con estudiantes que desean trabajar. En esta plataforma se ofertan servicios de utilidad para un emprendedor: diseño, asesoría jurídica, comunicación, programación, investigación, entre otros.

    Los servicios, al ser brindados por estudiantes, tendrían un costo considerablemente menor al del mercado, explican Daniel Gaibor y Oswin Crespo, creadores del prototipo tecnológico.

    La tecnología estuvo presente en buena parte de los proyectos exhibidos en el evento. Foto: Alfredo Lagla/LÍDERES
    La tecnología estuvo presente en buena parte de los proyectos exhibidos en el evento. Foto: Alfredo Lagla/LÍDERES
  • Sus ferias conectan a los estudiantes con la sociedad

    Red. Santo Domingo (I) 
    redaccion@revistalideres.com.ec

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    Las ferias de emprendimiento que realiza la Escuela de Ciencias Administrativas y Contables de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador – Sede Santo Domingo, son una oportunidad para que los estudiantes pongan a prueba los conocimientos aprendidos en las aulas.

    Estas exposiciones, que se realizan cada semestre, son una vitrina para que los jóvenes intercambien conocimientos y experiencias con los emprendedores de Santo Domingo de los Tsáchilas. También sirven para motivar a los colegiales a que empiecen a crear ideas que a futuro pueden convertirse en un negocio rentable.

    Jean Pierre Garrido, estudiante del séptimo nivel de Contabilidad y Auditoría, señaló que la preparación de los proyectos es ardua y que dura alrededor de cinco meses. “La idea es que a futuro ese proyecto se convierta en un emprendimiento que aporte a Santo Domingo”.

    Ese fue el caso del estudiante Andrés Granda. Él presentó, hace más de dos años un proyecto en la Expo emprendimiento, que consistía en crear una fábrica de estructuras de aluminio.

    La idea nació luego de que hicieran un estudio que determinó que en el país no había suficientes empresas que se dedicaran a trabajar con aluminio.

    Luego de la expoferia, los docentes verificaron la factibilidad del proyecto y le aconsejaron a Granda que los ejecutara.

    El estudiante empezó a gestionar el financiamiento y logró que la Corporación Ecuatoriana de Aluminio SA (Cedal) y la Importadora de Aluminio y Vidrio (Impalvid) financiaran el proyecto con USD 10 000. Sus maestros contribuyeron en el asesoramiento del plan de marketing, por ejemplo.

    La fábrica se constituyó legalmente hace un año y distribuyen estructuras como escaleras en Pichincha, Manabí, Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas.

    El resultado de ese proyecto fue un incentivo para que la Universidad continúe con las ferias. Ahora, los estudiantes las organizan como parte de las asignaturas denominadas Proyecto Integrador I y II.

    Este semestre, la feria se realizó a finales de julio y participaron 130 estudiantes del primer, tercer y séptimo semestres de la carrera de Comercio y Contabilidad y Auditoría.

    Ellos organizaron 22 estands en los que ofrecieron productos como alimentos, prendas de vestir para bebé, deportes extremos, entre otros.

    El docente David Arias señaló estas actividades son calificadas. “Dentro de las pautas de calificación se consideraron: la idea (que sea innovadora) presentación y exposición del proyecto”, señaló.

    Granda señaló que las ferias han generado interés entre sus compañeros, porque esas actividades permiten que los jóvenes aprendan a exponer y a defender sus ideas y en la práctica eso es necesario para conseguir ya sea el financiamiento del proyecto y los negocios a largo plazo.

    Los estudiantes de la Escuela de Diseño también realizan exposiciones de sus trabajos. A mediados de agosto se desarrolló la feria Nace Una Nueva Imagen. Esa actividad buscó impulsar la construcción de propuestas gráficas correctamente fundamentadas, que contribuyan a los problemas de comunicación visual de Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Entre las actividades realizadas se presentó la nueva identidad visual corporativa, que fue elaborada y desarrollada por Romina Heredia, estudiante de Diseño, para el Centro Regional de Desarrollo Social (Credes).

    La representante de esa entidad, Celina Macías, señaló que la estudiante logró captar la proyección que la institución quería mostrar al público. “Me parece que los jóvenes ya están capacitados para enfrentarse a la vida laboral”.

    En esta actividad también se desarrollaron dos propuestas para renovar la imagen de la ciudad a través de una marca. Los dos proyectos, de estudiantes de sexto nivel de Diseño, fueron presentados a los representantes del Municipio.

    Uno de los proyectos, elaborado por los alumnos Fabio Andrade, Miguel Moreira, Milton Pazos y Darwin Pajuña, tuvo como eslogan: “Santo Domingo Inolvidable” y el concepto generador fue creado con base en tres elementos característicos de la localidad: la caña guadúa, el colibrí y los Tsáchilas.

    La segunda idea la desarrollaron los alumnos Andrés Sangucho, Mayra Poma y Andrés Naranjo, quienes crearon el eslogan: “Santo Domingo, Crisol de Biodiversidad” y la mascota Achi, que representa el achiote característico de los tsáchilas.

    La metodología de los docentes consiste en enseñar con la práctica a los alumnos. Foto: Cortesía PUCE SD
    La metodología de los docentes consiste en enseñar con la práctica a los alumnos. Foto: Cortesía PUCE SD
  • Las ferias y visitas turísticas son sus estrategias de venta

    Redacción Cuenca

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    Más de 50 indígenas elaboran bisutería, adornos de cerámica y madera, objetos utilitarios, instrumentos musicales, textiles, entre otros, en las comunidades de Lagunas, Ilincho, Ñamarín y Gunudel, ubicadas en el cantón Saraguro, en el norte de Loja.

    Ellos tienen dos estrategias para la comercialización de sus creaciones. La primera es participar en ferias que se realizan en esta provincia o en otras regiones del Ecuador. La segunda es aprovechar la visita a sus talleres de los turistas nacionales o extranjeros.

    Miguel Ángel Lozano, de 65 años, quien vive en el poblado de Gunudel, aplica esta última alternativa. Él es experto en la técnica del barro y sus creaciones han sido enviadas a Estados Unidos, Japón y Europa.

    Su taller ha sido visitado por embajadores y turistas, “que han llevado las piezas. El extranjero valora más las artesanías indígenas y más si se tratan de objetos que recrean la cultura, las tradiciones y la forma de vida de los indígenas”, dice Lozano.

    Él estudió Arte en la Universidad Técnica Particular de Loja. Allí, aprendió desde la preparación de la pasta para moldear la cerámica hasta los diseños, formas y la utilización de colores… Antes se dedicaba a la agricultura.

    Con este aprendizaje, Lozano empezó desde 1984 a elaborar piezas con motivos que identifican a su pueblo. Tiene jarrones y platos decorados con la imagen de mujeres u hombres indígenas.

    También, cuenta con diseños que evocan al maíz, al tupo, al guango y los aretes, que son parte de la indumentaria de los indígenas saraguros.

    Por lo general, trabaja los fines de semana. Todo lo hace de forma manual, ayudado de la precisión de sus dedos que los humedece las veces que sean necesarias para retirar las partículas del barro.

    En cambio, la indígena Elena Macas, de 52 años, elabora desde hace 25 años, blusas y polleras bordadas. También, aretes, collares y llaveros con los mullos. “Hay que actualizarse para crear nuevas técnicas y ajustarse a las demandas de la gente”, dice esta indígena quien ha participado en ferias con sus collares en EE.UU.

    En su taller exhibe sus creaciones. La prenda más económica cuesta USD 1 y es un par de aretes y la más elaborada USD 100 y se trata de un collar ancho. “En la combinación de los colores y diseños está la belleza de todo”.

    Otro artesano saraguro es Patricio Quizhpe, quien lleva 11 de sus 38 años, dedicado a la elaboración de instrumentos musicales y objetos elaborados con fibras naturales como el carrizo, bambú, mate, poto, entre otros.

    Según él, cada pieza está relacionada con la cultura. Entre sus objetos más demandados en las ferias están las flautas con las que los artistas entonan melodías ancestrales como el chaspishka.

    Quizhpe estudió Diseño y Arte en la Universidad Técnica Particular de Loja y se perfeccionó en el pirograbado, que es una técnica de grabado que consiste en el quemado de la madera.
    De esta forma elabora imágenes de indígenas, instrumentos musicales y otras imágenes sobre platos y jarrones. Él también vende sus obras en su galería-taller.

    Las ferias que se realizan que organiza el Municipio de Saraguro son las principales alternativas para la comercialización de artesanías. Foto: cortesía de Vistalasur
    Las ferias que se realizan que organiza el Municipio de Saraguro son las principales alternativas para la comercialización de artesanías. Foto: cortesía de Vistalasur
  • Miami brilló con dos ferias náuticas de lujo

    Agencia EFE

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    El pasado 16 de febrero la ciudad de Miami se convirtió en el mayor escaparate náutico del mundo con dos grandes ferias de yates de lujo, embarcaciones de recreo y eléctricas y tecnología puntera, una cita que mueve miles de millones de dólares.

    La cita Yacht Miami Beach celebró su vigésimo novena edición con nada menos que medio millar de yates boutique y de súper lujo, algunos de hasta 72 metros de eslora, casi todos fondeados a lo largo de más de una milla en el muelle de Collins Avenue, en Miami Beach.

    Esta exhibición, que presenta por vez primera una muestra de embarcaciones de recreo eléctricas, se complementa con otra feria náutica paralela, Miami International Boat Show, que exhibe en Cayo Virginia, en la bahía de Cayo Vizcaíno, unas 1 300 embarcaciones de recreo de menor tamaño.

    La Feria de Miami Beach, con sus exclusivos yates, superyates y lo más avanzado en tecnología marina y accesorios “tiene un impacto en la región de unos 11 000 millones de dólares y crea unos 136 000 empleos” directos e indirectos, dijo Ricardo Strul, vicepresidente de Show Management, organizadora de la cita.

    Strul puso el foco en la buena evolución del sector de alta gama, ayudado por la estabilización de la economía estadounidense, lo que hace presagiar, apuntó, buenas ventas en la cita de este año, que cierra sus puertas este martes. “Ha habido un resurgimiento en Estados Unidos desde la recesión de 2009 y el sector se ha recuperado bastante bien, con un mercado bien poderoso” en cuanto a los yates de entre 55 y 65 pies de eslora.

    Por primera vez, la muestra de Miami Beach tiene lugar por completo en el agua, sobre una instalación de cinco millas de muelle sobre el mar, un circuito alfombrado de rectas pasarelas de metal y madera.

    Se trata de una cita imprescindible para los entusiastas del mar o deseosos de fantasear con los barcos de lujo, una feria que atrae, añadió el experto, “mucho público internacional, de América Latina, sobre todo compradores mexicanos, colombianos y brasileños, además de europeos, italianos y alemanes principalmente”.

    Está claro que el mercado de los yates boutique y de lujo se mantiene no solo a flote, sino en crecimiento y en continua evolución, con la incorporación cada año de tecnología punta y el diseño innovador de grandes firmas de astilleros y arquitectura naval.

    Esta impresionante muestra de 1,2 millones de pies cuadrados ( 111 630 metros cuadrados) cuenta con la renovada y exclusiva marina de Watson Island de Miami.
    En esta marina, convertida en un “show dentro de un show”, se encuentra atracado el “Axioma”, una joya del fabricante Dunya: 72 metros de elegancia, materias nobles, lacados impecables y motores de última tecnología.

    En cuanto a las embarcaciones de recreo eléctricas, todavía con escasa demanda en EE.UU., el visitante puede encontrar modelos de entre USD 31 000 .y USD 109 000.

    “Los beneficios ambientales de estas embarcaciones eléctricas son muy importantes: emiten cero gases de efecto invernadero, su polución es cero y además de limpias son silenciosas”, apuntó a Efe Missy Mandelstain, responsable de comunicación de Nautical Ventures.

    Todavía queda camino para que la embarcación eléctrica pueda ser una realidad más tangible en EE.UU., más allá de las dificultades prácticas como es el precio de la batería (USD 18 000).

    Miami fue el escaparate náutico la semana pasada, con la muestra de exclusivos yates y superyates.Foto EFE
    Miami fue el escaparate náutico la semana pasada, con la muestra de exclusivos yates y superyates.Foto EFE
  • El tiempo y una guía, claves en la notificación sanitaria

    Redacción Quito

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    Los tiempos que se demoran en realizar los trámites y obtener el ­registro o notificación sanitaria aún no conforman a las personas que deciden emprender un negocio. Autoridades y gremios explican que los productores deben tomar en cuenta la normativa vigente para evitar demoras en este proceso.

    La notificación y el registro son indispensables para que el producto se venda en tiendas, almacenes y cadenas comerciales. La diferencia entre los dos es que la notificación deben tramitarla las personas que produzcan alimentos procesados, cosméticos, productos higiénicos, plaguicidas, homeopáticos y otros. Mientras que el registro sanitario es un requisito de comercialización de las personas que elaboran medicamentos.

    Hasta 20 de diciembre del 2015, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), que está a cargo de este proceso, emitía registros sanitarios para productos alimenticios procesados. Luego de esa fecha, se entrega únicamente la notificación, que se amparó en la nueva normativa técnica sanitaria unificada para alimentos procesados. Además, este año se hizo una reforma con el objetivo de simplificar los pasos para la obtención de este certificado, que se lo hace vía Internet desde el 2015.

    Christian Wahli, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), destaca que el trámite ahora es automático y en línea. “Antes se esperaban unos seis meses para obtener la notificación y había que hacer bastantes papeles. Hoy el tiempo es menor, porque los productores ingresan a la página, revisan su producto y más”.

    El titular de Anfab señala que el sistema actual es positivo, ya que garantiza la inocuidad de los alimentos y que lleguen de forma segura a las perchas de los locales comerciales. Sin embargo, señala que es necesario que los productores conozcan la normativa para evitar inconvenientes y demoras. “Es necesario que todos los productores conozcan qué pasos seguir”.

    En la Anfab, por ejemplo, se brinda asesoría para que los trámites sean más rápidos. Wahli aclara que pueden acercarse a la entidad para recibir indicaciones de cómo es el proceso.
    Actualmente se requieren 10 días laborables en promedio para aprobar la notificación sanitaria, según la Arcsa.

    Silvia Terán, quien tiene una empresa de elaboración de tortillas de maíz, nachos y otros, ha esperado más. La emprendedora tardó cuatro meses aproximadamente en obtener la notificación para uno de sus productos, porque tuvo que hacer pruebas en laboratorios y corregir las observaciones que la entidad envía. Ahora, esta empresaria tramita unas ampliaciones para su producto y espera que con la simplificación de los procesos se obtenga más rápido.

    La obtención de la notificación sanitaria tiene un valor, que depende del tamaño del negocio. Terán relata que destinó un aproximado de USD 1 000 para la ampliación de la notificación para seis productos. “Tenemos que invertir el monto y contratar una persona calificada (ingeniero en Alimentos) que certifique cada producto. Esto es necesario para entregar un producto de calidad”, dice la empresaria.

    Con base en datos publicados por la Arcsa, en su página web, se observa que se emitieron 421 certificaciones sanitarias aproximadamente en el período enero-mayo del 2015. Mientras que en el mismo período de este año se emitieron 1 877, aproximadamente.

    Además, se facilitaron los trámites a los productores de Manabí y Esmeraldas, tras el terremoto que afectó a estas localidades. En menos de tres meses, unos 70 productores de esas provincias obtuvieron la notificación.

    Las ferias artesanales son una opción hasta obtener el permiso

    Las ferias artesanales y orgánicas son opciones para que los emprendedores puedan ofertar sus productos. En estos espacios, al regirse de manera artesanal, la venta al público puede realizarse sin todavía tener la notificación sanitaria. Por esta razón, muchos emprendedores optan por esos espacios como un primer acercamiento para validar su marca y sus productos.

    Un ejemplo es el de Jacqueline Quishpe, fundadora de La Huerta de Ina. Ella optó por estos espacios para poder comercializar varios de los productos que no han logrado certificar. Este emprendimiento comercializa mermeladas orgánicas.

    Al momento cuenta con 60 sabores más una amplia cartera de productos que incluyen miel, pastas de sabores y sales.

    “Somos pequeños productores y no tenemos para registrar todos los sabores por esta razón vamos a la feria todas las semanas para vender porque la gente ya confía en nosotros”, explica Quishpe.

    Su iniciativa factura alrededor de USD 1 500 mensuales y dos de los sabores ya están en perchas de cadenas de autoservicio ya que lograron obtener las notificaciones sanitarias.

    En Quito y sus alrededores se desarrollan ferias orgánicas y artesanales todas las semanas en la Floresta, el parque La Carolina, el barrio del Quito Tenis, el parque de Cumbayá, entre otros puntos.

    El proceso de registro debe hacerse durante el desarrollo del producto

    Los emprendedores deben enfrentar la decisión de formalizar sus procesos para crecer como empresas. Uno de los retos es conseguir la notificación sanitaria. Sin embargo, con el asesoramiento debido el proceso no debería tardar más de 15 días.

    Aquellas iniciativas con productos de los sectores de medicamentos, cosméticos, alimentos, plaguicidas, productos naturales (uso medicinal), entre otros están obligados a tramitarlo.

    Como explica Germán Robayo, consultor de Asesores Regulatorios, antes de iniciar el proceso es importante saber a qué norma corresponde el producto.

    Su empresa se dedica tramitar las notificaciones sanitarias para productores. “Principalmente las personas se demoran porque no lograr definir el producto y no lo colocan dentro de una norma del Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN) específica”, agrega.

    El problema de no revisar previamente los requerimientos es que al momento de ingresar y realizar las pruebas de laboratorio, estás salen rechazadas y el proceso se alarga y encarece.

    Un caso común que encuentra Robayo es cuando en productos alimenticios, los emprendedores suelen utilizar aditivos o ingredientes que no está permitidos por la norma. Esto hace que al momento de enviar al laboratorio les rechacen automáticamente.

    Por esta razón, Robayo explica que es imprescindible contar con un asesor especializado que conozca previamente el código y la normativa.

    Para Natú, empresa de cosméticos naturales, el proceso tomó tres meses. Con el asesoramiento de un laboratorio de cosméticos, Carmen Borja, gerente de la empresa, logró agilitar el proceso. En promedio considera que cada certificación sanitaria le costó USD 1 200 más USD 500 por el asesoramiento.

    “Me sorprendió que fuera un proceso tan ágil. Estaba preocupada por lo que me habían dicho y cinco años había intentado para otra marca y era muy complicado”, agrega Borja.

    De su cartera de productos, dos de tres cuentan ya con notificación sanitaria. El último, un bloqueador solar, está en proceso y pruebas en el laboratorio.

    Para los creadores de Stevia Kinú, el proceso no fue tan fácil. Stalin Gómez, gerente comercial de la empresa, recuerda que el proceso fue ingresado en septiembre del 2015 y hasta el momento no concretan la notificación sanitaria. Los análisis microbiológicos ya fueron aprobados y están a la espera de que Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) les apruebe.

    Los emprendedores producen y comercializan mermeladas naturales endulzadas con estevia. De sus cinco sabores, debido a los costos, tuvieron que escoger dos para obtener el registro sanitario.

    En promedio los costos que han incurrido bordean los USD 1 500 por presentación. Aparte de que las adecuaciones solicitadas para la planta de producción costaron aproximadamente USD 2 500, a pesar que el espacio es arrendado.

    “Uno de los obstáculos más grandes ha sido la falta de asesoría al momento de presentar el producto”, explica Gómez. Los tres creadores son todos ingenieros comerciales entonces no poseían el conocimiento en ingeniería de alimentos para poder elaborar ni presentar los productos con los requerimientos necesarios.

    Para esto tuvieron que contratar un consultor externo que les guió en el proceso. “Según lo que nos informaron tenemos que esperar 15 días más para que Arcsa nos apruebe finalmente”, agrega Gómez.

    Los emprendedores consultados coincidieron que el proceso se puede complicar cuando no reciben una retroalimentación clara o cuando deben realizar varias correcciones a las solicitudes presentadas. Por esta razón se recomienda que previo al desarrollo del producto ya exista una asesoramiento para evitar problemas a futuro.

    Foto: Vicente Costales / LÍDERES Los cosméticos de Natú se producen en una planta ubicada en el norte de Quito .
    Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Los cosméticos de Natú se producen en una planta ubicada en el norte de Quito .
  • Productos ancestrales se comercializan en ferias agroecológicas

    Redacción Quito (F)
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    La Feria Agroecológica La Carolina se realizó este domingo 19 de julio del 2015, en el Jardín Botánico de Quito. Este espacio reúne a casi 45 productores de la ciudad y localidades cercanas para comercializar productos locales, propios de la herencia cultural agrícola.

    “Nosotros buscamos rescatar productos ancestrales de nuestra tierra”, explica Lucy Tocagon, productora de la comunidad de Caluqui en Imbabura.

    En la carpa de la familia Tocagon se mostraron productos como la mashua, oca y jícama. Estos tubérculos eran usados por las familias indígenas como parte de su dieta diaria, pero con el paso del tiempo han sido olvidados.

    Uno de los objetivos de la feria fue llevar este tipo de alimentos a las mesas de nuevos consumidores. “La gente cada vez se interesa más por estos productos. No solo se convierte en la relación de compra y venta sino les enseñamos como y para qué sirven y la mejor forma de prepararlos”, explica Tocagon.

    La iniciativa empezó hace seis años con el Colectivo Agroecológico, un grupo de productores y consumidores que buscaba opciones alimenticias más sanas, sin químicos o conservantes. “Es un esfuerzo por recuperar la gran agro-diversidad de la tierra y el saber ancestral de nuestros pueblos”, comentó Grace Almeida, productora macrobiótica quien comercializa sus productos en este tipo de ferias.

    En la actualidad, la feria se realiza el primero y el tercer domingo de todos los meses, desde las 08:00 hasta las 14:00. Los clientes tienen una variedad de productos naturales y procesados. Se puede encontrar quesos, panes, embutidos y vegetales, como aceites para meditar o sesiones de masajes terapéuticos. “La idea es brindar productos de buena calidad y con el precio justo para nosotros, los productores, y los consumidores”, agrega Tocagon.

    Los productores ganan entre USD 250 y 300 durante el día de feria. Pero algo que diferencia es que no hay rivalidad entre ellos. La familia de Lucy Tocagon también hace pasteles de quinua, mashua y oca pero no los trae a la feria ya que otros “compañeros venden pasteles y no queremos competir”, agrega Tocagon.

    La propuesta se realiza a través de Campaña Nacional por la soberanía alimentaria llamada ‘Come sano seguro y soberano’ y cuenta con el apoyo tanto del Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, y el Movimiento de Economía Social y Solidaria.