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  • La línea ferretera personalizada, su marca de trabajo

    Bolívar Velasco

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    El contacto permanente con quienes dinamizan el corazón comercial de Santo Domingo ayudó a darse a conocer en el mercado local como proveedores de artícu­los de ferretería, maquinarias, herramientas y suministros indus­triales, forestales y agrícolas.

    La compañía limitada Proveedores de Máquinas y Comercio (Promacofi) le apostó a la ubicación como una estrategia para llegar a sus clientes con soluciones inmediatas y asequibles.

    Los inicios de la marca fueron en un local de la avenida Quevedo y Antonio Ante, luego en la avenida Quito y Tulcán y en la actualidad en la avenida 3 de Julio, entre calle Loja y San Miguel.

    Por estas arterias, que configuran el epicentro comercial y bancario de la urbe, se acuñó una frase que con los años le dio fama a esta firma: ‘Allá en Promacofi, lo encuentra todo’.

    De esa forma, la gente trataba de explicar que cualquier artículo que no hallaba en otra parte lo ubicaba en este establecimiento y enseguida sugerían su localización.

    Promacofi empezó sus operaciones en 1980 y desde hace 28 años se constituyó como una compañía en Santo Domingo.

    Su gerenta, Pierina Figueroa, cuenta que esa tradición popular, que les ayudó a promocionarse, despuntó desde que la gente veía satisfechos sus más pequeños y complejos requerimientos.

    Esto incluso se hizo una política de servicio al cliente, que consiste en sugerirle opciones para que su compra sea la adecuada.

    Esto por lo general ocurre cuando se acude por una pieza para una herramienta averiada.
    Por ejemplo, al cliente se le ofrece la posibilidad de una revisión exhaustiva del aparato con el fin de identificar si su pedido es el correcto. Este es un plus que se facilita gracias al taller de mantenimiento de máquinas de la marca.

    En la variedad de artículos también se refleja el crecimiento de Promacofi, que en los dos últimos años vendió USD 4 100 000.

    En sus estanterías se encuentran unos 4 000 ítems. La gerenta, Pierina Figueroa, asegura que con el surtido se busca evitar contratiempos al cliente, que muchas veces viene del campo y necesita una solución rápida.

    Cada día atienden aunos 600 clientes. Algunos llegan desde el noroccidente de Pichincha, Los Ríos, El Carmen, Chone y Esmeraldas. Con ellos se complementa el mercado de distribución que se alimenta por los convenios que la compañía tiene con marcas como Stihl, Stanley, DeWalt, Bosch…

    Carlos Figueroa, uno de los fundador de Promacofi, recuerda que nacieron como un negocio estratégico en una región dominada por cultivos de piña, cacao, banano, plátano y la palma africana.

    Con los años, la demanda de ­maquinaria y de herramientas para el campo aumentó en Santo Domingo, adonde acuden los ­dueños de fincas y hectáreas ­sembradas, por la cercanía que tienen con sus predios.

    Juan Figueroa, otro de los fundadores, considera necesario llegar a las nuevas generaciones de consumidores. Por eso idearon una nueva propuesta de mercado que se finiquitará a finales de este año.

    Se trata de un nuevo local de 2 000 metros cuadrados con el concepto de autoservicio. El establecimiento se levanta a pocas cuadras del actual.

    Foto: Andrés Jaramillo Vélez para LÍDERES Pierina Figueroa gerencia la compañía Promacofi, que este año tiene como meta inaugurar un nuevo
    Foto: Andrés Jaramillo Vélez para LÍDERES
    Pierina Figueroa gerencia la compañía Promacofi, que este año tiene como meta inaugurar un nuevo
  • El accesorio petrolero es una marca familiar

    Redacción Quito

    Que una empresa lleve el nombre de su fundador no es sinónimo de vanidad. Es más bien una gran responsabilidad y una carta de presentación inconfundible en el mercado.

    Juan Cevallos entiende bien esto y por eso sabe que su nombre y el de su empresa son un intangible que hay que cuidar con trabajo y seriedad.

    Este sangolquileño de 49 años encontró un nicho de mercado en la industria petrolera. Lo hizo luego de incursionar en el mundo ferretero, primero con su padre Pío Cevallos y luego con sus hermanos. La empresa Juan Cevallos surgió en 1999 y su línea de negocio, en principio, fue la ferretería.

    La compañía nació con un capital de 50 millones de sucres en 1999, en plena crisis financiera. Ese año, la cotización del dólar fue completamente inestable y la devaluación del sucre frente al dólar alcanzó el 274%.

    El contexto económico no asustó a Cevallos quien contó con la ayuda de su esposa Pilar Villacreses y de sus hermanos: Antonio, José y Jhadira. La empresa tomó forma y para el 2007 hizo una nueva apuesta: los accesorios petroleros.

    En principio, importaba productos elaborados en China. Pero Cevallos decidió elevar el listón y se contactó con la firma española Ulma. Allí el negocio dio un giro. «El producto tuvo mucha acogida por la calidad y la presentación. Este producto nos abrió los ojos y nos hizo ver que la calidad es más importante que el precio», cuenta este empresario.

    Para el 2008, la empresa se contactó con otra firma fabricante vinculada con el sector petrolero: Cintolo de Argentina, que elabora accesorios soldables. La relación comercial se formalizó en el 2009. Luego vino el contacto con otras empresas fabricantes como MTS de España, Moravia Steel de la República Checa, Highland Threads de Estados Unidos, PSC de Kuwait, entre otras.

    Estas alianzas le abrieron mercado a este emprendimiento que está ubicado en Sangolquí, al oriente de Quito.

    En Ecuador, uno de los clientes de Juan Cevallos es Acero de los Andes. José Pazmiño, del departamento de Adquisiciones, recuerda cuando la firma de Cevallos arrancó como una ferretería y ahora reconoce el crecimiento que tuvo la empresa con los accesorios petroleros. «Tenemos una relación comercial muy buena. En Acero de los Andes les comparamos tuberías de acero, codos, empaques y más accesorios».

    Según Pazmiño, el mercado estaba invadido con productos chinos y la idea de Juan Cevallos trajo un nuevo aire al mercado. «Además, sus productos cumplen los estándares exigidos por las firmas petroleras. Eso le dio ventaja. Fue de los primeros en traer (al país) materiales de elevada calidad».

    El crecimiento de la compañía se refleja en sus números. Anualmente, las ventas crecen un 30% y este año, entre enero y octubre la facturación bordeó los USD 5 millones.

    Al crecimiento económico lo acompañan los reconocimientos. En el 2012, Juan Cevallos fue reconocida como uno de los mejores proveedores de OCP, la empresa que traslada crudo desde la Amazonía hasta Esmeraldas. En OCP consideran que Juan Cevallos es una firma responsable que ofrece calidad y excelencia en los productos.

    Para el futuro, Cevallos y su equipo de trabajo tienen clara su estrategia: «Estamos en un buen momento, nos estamos preparando para el 2014 y para aprovechar las oportunidades con la explotación de crudo en el ITT«.

    La empresa en breve En Sangolquí. La empresa tiene su base de operaciones en Sangolquí. Allí, ocupa un terreno de unos 1 000 m2, que resulta pequeño para almacenar artículos como bridas, tuberías, codos…

    Un nuevo local.  La empresa va a edificar una nueva planta en Sangolquí, en un área de 11 500 m2. Este momento está solicitando los permisos respectivos para la construcción.

    El equipo. Juan Cevallos cuenta en la actualidad con un equipo de trabajo de 18 personas en nómina.

    Con Brasil. La firma ecuatoriana está en negociaciones para obtener la representación de una firma brasileña.