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  • Un taller que diseña figuras con barro

    Redacción Sierra Norte ( F) 
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    El modelar pequeñas figuras en arcilla fue la alternativa que escogió Carmen Guamán para desarrollar su propio empleo.

    La artesana lidera Artelandia, un taller familiar que surgió en Ibarra (Imbabura), que busca rescatar la cultura andina y las tradiciones locales.

    Cuando aún era niña, Guamán fue encontrando su habilidad por las artesanías. Considera que esa destreza la heredó de su madre.

    Ante la falta de fuentes de trabajo, esta mujer, de 52 años, incursionó inicialmente en la confección de artículos para el hogar, como: cubre baños.

    Sin embargo, luego cambió la línea de producción por artículos de cerámica, ante la competencia. Así surgió el taller hace cuatro años. El nombre hace alusión al arte hecho con tierra.

    El proyecto nació con el fin de sacar adelante a su familia y buscar una alternativa para que las nuevas generaciones valoren lo ancestral. También plasma nuevos formas y diseños.

    La emprendedora empezó modelando pequeñas casas para decorar pesebres navideños. Al inicio elaboraban figuras a mano.

    Ahora, el taller instalado en el barrio El Bosque, en el suroriente de la capital imbabureña, está equipado con dos tornos. El local fue entregado en comodato por el Municipio de Ibarra.

    Guamán forma parte de los 217 emprendimientos que reciben apoyo del Departamento de Desarrollo Económico del cabildo.

    Artelandia se especializa en la elaboración de figuras con identidad y souvenir.
    Artelandia se especializa en la elaboración de figuras con identidad y souvenir.

    Artelandia tiene capacidad para realizar todo tipo de cerámicas. Una de las últimas colecciones son pequeñas pailas de barro, que simulan a las de bronce, en el que se elaboran el helado ibarreño. La municipalidad entrega estas figuras como souvenir a invitados.

    Las manos de Guamán también dan forma a pequeñas muñecas con la vestimenta tradicional de las mujeres de diversos pueblos indígenas del país. Las figuras van adornadas con diminutas vasijas.

    Entre los pedidos que ha recibido está la confección de casas chinas. Ese fue un pedido de un propietario de un vivero que por la compra de un árbol bonsái obsequia a sus clientes las minúsculas viviendas, como recuerdo.

    Alexandra Bedón, técnico del Municipio de Ibarra, resalta el impulso para la promoción y la comercialización de los productos de Artelandia.

    Esta firma tiene un stand en el Centro Artesanal Nuestros Emprendedores, ubicado en el centro de Ibarra, para vender sus artesanías. Además participa en las ferias que organizan la municipalidad en distintos sitios.

    También ha recibido capacitación en atención al cliente, elaboración de la marca y valor agregado de los productos.

    El obraje obtiene la materia prima en Santa Rosa del Tejar, un barrio vecino con vocación alfarera. De la preparación del barro se encarga un colaborador que lo hace con la técnica tradicional. Es decir, pisando la arcilla hasta dejarla maleable. Carmen Guamán se ha especializado en el modelado de los objetos de barro. Su familia colabora en la colocación de detalles y en los acabados de las piezas.

    Sofía Carrión, hija de la emprendedora, es hábil, por ejemplo, en la elaboración de las asas de las pailas. En el taller se confeccionan hasta 90 piezas al día. Cada una cuesta USD 2,50.

    En Artelandia hay productos desde USD 0,50 hasta 7. En estas últimas están casas con arquitectura colonial.

    La artesana Carmen Guamán está al frente de este emprendimiento familiar, situado en el suroriente de Ibarra. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
    La artesana Carmen Guamán está al frente de este emprendimiento familiar, situado en el suroriente de Ibarra. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
  • Las etnias del país están en figuras hechas para niños

    Redacción Quito

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    La elaboración de figuras en mazapán es una tradición en la parroquia de Calderón. Aunque las técnicas han cambiado y ahora es más común el uso de porcelanicrón, el oficio sigue vigente.

    Lilian Ochoa llegó hace 35 años a Calderón. Su primer trabajo fue como cajera en una sucursal de una supermercado, pero una vez que se casó y tuvo su primer hijo, quiso buscar un trabajo independiente, que le permitiese generar ingresos y a su vez criar a sus hijos.

    “Todo el mundo trabajaba el mazapán en Calderón. Yo también deseaba aprender”, recuerda. El proceso no fue sencillo. Lilian cuenta que en los locales del sector le cerraban las puertas. Así que aprendió de forma autodidacta en su propia casa, imitando las figuras que salían en los diarios.

    Sus insumos eran harina de trigo, agua y pigmentos. Además se valía de instrumentos rudimentarios como palillos de dientes y latas. Las primeras figuras que trabajó fueron las indias. También se especializó en la creación de nacimientos, botas navideñas y caritas de Papá Noel.

    “Me di cuenta que con la masa se podía lograr lo que uno quisiera”, comenta la emprendedora. A la semana, Lilian elaboraba alrededor de 100 piezas, que vendía a los propios locales de Calderón.

    Así transcurrieron los primeros años de su taller “Arte y Vida”. Poco a poco, los pedidos fueron creciendo en cantidad. En una ocasión, le solicitaron 100 000 peregrinos en tamaño de prendedor para un peregrinaje en España. La producción de ese pedido demoró dos meses y contó con el apoyo de vecinos de Calderón, que también trabajaban el mazapán.

    El proyecto más reciente del taller es Wawayay, que en lengua quechua significa “volver a ser niño”. Son 12 parejas de etnias representativas del Ecuador.

    Las figuras no son proporcionales. La cabeza y los pies son de tamaño exagerado, mientras que las manos son de pequeño tamaño. Lucen los trajes típicos de las diferentes etnias.

    El público objetivo de esta colección son los pequeños de la casa, con el fin de que aprendan sobre las etnias del país de una forma didáctica. El empaque incluye una pareja y una porción de masa de porcelanicrón para que los niños realicen otras figuras.

    Desde hace cuatro meses, su hijo Juan José se sumó a Arte y Vida. Renunció a su trabajo para ayudar a su madre a impulsar el negocio, compartiendo su tiempo con sus estudios en marketing en la Universidad de las Américas.

    El proyecto Wawayay tomó forma gracias a la participación de Lilian en una capacitación de la Agencia de Promoción Económica Conquito, la cual le permitió también profesionalizarse en el oficio. Recibió conocimientos en administración, comercialización y diseño de empaque.

    Lilian resultó ganadora en un concurso de Conquito. Como premio, en los meses de noviembre y diciembre, Arte y Vida estará presente con Wawayay en una isla del Quicentro Shopping.

    Lilian Ochoa y su hijo, Juan José, con las figuras étnicas del proyecto Wawayay del taller Arte y Vida. Foto: Vicente Costales /  LÍDERES
    Lilian Ochoa y su hijo, Juan José, con las figuras étnicas del proyecto Wawayay del taller Arte y Vida. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Los rompecabezas se venden ‘Enlatados’

    Giovanni Astudillo

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    Enlatados es la marca del emprendimiento del latacungueño Santiago (‘Tiago’) Bedón. Ese nombre guarda relación con los envases en los que comercializan sus rompecabezas y con ‘Lata’, una abreviatura con la que se conoce a su ciudad natal.

    Sus rompecabezas no son convencionales ni por su figura rectangular ni por las imágenes que se plasmaron en los diseños. Bedón, quien egresó de la carrera de Diseño de Interiores de la Universidad de Cuenca, optó por círculos de un diámetro de 20 centímetros, para crear estos juegos.

    Los rompecabezas no fueron la primera idea para Enlatados sino que tenía un proyecto de chocolatería con su hermano, pero no se concretó. El año pasado, Bedón, quien también es gestor cultural, decidió tener su negocio con el fin de rescatar la identidad cultural, mediante juguetes u objetos.

    Desde noviembre pasado, ha lanzado cuatro colecciones, en total son 24 diseños de rompecabezas. Las temáticas se relacionan con las fiestas tradicionales e interculturales del país, como la Diablada de Píllaro; personajes típicos, como el cucurucho.

    Otros diseños están relacionados con la fiesta de los Muertos de México y personajes de ese país como Frida Kahlo. El mes anterior presentó una colección inspirada en la capital azuaya, que el pasado 12 de abril cumplió 458 años de fundación. Son collage.

    Otros diseños están relacionados con la fiesta de los Muertos de México y personajes de ese país como Frida Kahlo. Foto: Xavier Caivinagua/LÍDERES.
    Otros diseños están relacionados con la fiesta de los Muertos de México y personajes de ese país como Frida Kahlo. Foto: Xavier Caivinagua/LÍDERES.

    Bedón prepara, en la actualidad, tres colecciones que estarán inspiradas en la fiesta de la Mama Negra, en Quito y en Galápagos.

    También, cuenta con cojines redondos para viajes, que son una suerte de ‘souvernirs’ que se relacionan con los rompecabezas. Todos los artículos son comercializados en galerías de arte ubicadas en Quito y Cuenca.

    Según María José Machado, de Cu.Gallery, en Cuenca, además de ser un juguete sirve como una pieza coleccionable, que tiene demanda entre los adultos.

    Bedón comercializa más de 60 unidades cada mes. Otras alternativas de venta son a través de su muro de Facebook (Enlatados Desing) y de ferias de diseñadores.

    Una de las últimas que participó fue Caravana, que se realizó en el barrio de El Vado, en el Centro Histórico de Cuenca. Con ello, Bedón busca que sus creaciones se conozcan en todo el Ecuador.

    El 80% de la producción de los rompecabezas es manual. Se inicia con una investigación para escoger y plasmar el diseño. Luego traza bocetos, con el uso de lápiz y papel. El dibujo resultante se digitaliza mediante programas de computación y se imprime en vinil que es pegado en la madera, que es MDF de 3 milímetros.

    El corte de las piezas del rompecabezas se realiza con una máquina de corte láser. Tiene 64 piezas y Bedón plantea crear objetos de mayor diámetro con 300 piezas. Detrás de cada lata están la información y la descripción de la imagen del rompecabezas.

    El latacungueño Santiago Bedón egresó de la carrera de Diseño de Interiores y es gestor cultural en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES.
    El latacungueño Santiago Bedón egresó de la carrera de Diseño de Interiores y es gestor cultural en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES.
  • Figuras de acción y retratos, a la carta

    Redacción Quito

    Deportistas exitosos, músicos famosos, políticos, personajes internacionales, autorretratos en escultura… se encuentran en Idolomanía. Se trata de una microempresa que se especializa en el diseño y elaboración de figuras en miniatura, hechas a base de resina, desde hace unos tres años.

    Érika Ortega, gerenta de este negocio ubicado en el centro comercial Aeropuerto (norte de Quito), cuenta que la idea surgió cuando uno de sus hijos -quien estudiaba Comercio Exterior en Argentina-, le propuso a la familia levantar un negocio propio.

    Al principio, el emprendimiento arrancó con la importación de figuras de acción, que incluía personajes de películas, dibujos animados y músicos de renombre internacional.

    La venta de estos artículos tuvo una buena acogida, pero su precio era alto debido al incremento de aranceles. Frente a ello, Ortega y su familia ubicaron a artesanos nacionales, que no solo podían reproducir a esos personajes sino, además, elaborar sus propias figuras.

    Es decir, políticos, deportistas y artistas nacionales; pero, sobre todo, autorretratos en escultura de los propios compradores.

    Érika explica que en este segmento han tenido mucho éxito, mientras muestra su propia figura de 10 cm de alto que la representa con una gran sonrisa, su cabello castaño, una blusa de color rosado y un ramo de flores. “Cada figura demora en realizarse entre cuatro y cinco días. Nos han pedido desde autorretratos hasta figuras de ministros”, señala.

    El costo de cada miniescultura varía de USD 7 hasta 65, dependiendo del tamaño y la complejidad del producto. Por un lado, la empresa comercializa figuras de personajes estáticos, pero también diseña muñecos que pueden mover sus extremidades y sentarse.

    Uno de los artesanos que colabora en este emprendimiento es Yulien Pérez Pérez. Este escultor cubano trabaja con resina, un material maleable y con un acabado realista.

    Inicialmente la resina es líquida y se dispone en un molde para elaborar el cuerpo y la cabeza de la figura. Al contacto con el ambiente, la figura se endurece y el artesano le da forma con una especie de cuchilla o bisturí. Luego, esta se pinta y se deja secar.

    Pérez destaca que aunque los objetos son como juguetes, los compradores son más personas adultas, que buscan tener representados a personajes de dibujos animados, músicos o de ellos mismos.

    Para realizar un autorretrato se requiere de tres fotografías del comprador: de frente, de perfil y de cuerpo entero. Idolomanía factura mensualmente entre USD 1 000 y 1 200, en promedio.

    Su catálogo incluye el diseño y elaboración de un centenar de figuras. En promedio realiza 35 cada mes.

  • En su taller apostó por las figuras en miniatura

    Redacción Quito

    Desde niña, Ana María Cabrera recuerda que dedicaba su tiempo libre a elaborar adornos y muñecos de todo tipo, para regalar a sus amigos y familiares, también los vendía en su escuela y colegio. A sus 17 años, cuenta, vio en un programa de televisión la receta para crear porcelana fría y la puso en práctica en un regalo de 12 figuras, que obsequió a su enamorado y así nació ArtesAna, hace ya 30 años. Hoy, este negocio se dedica a la elaboración de pequeños muñecos de porcelana fría, material que se produce con la mezcla de cola plástica y maicena.

    Cabrera señala que su primer cliente fue el almacén Casa Tosi, en 1984, que solicitó 144 productos. «Para mí, esto fue una barbaridad y estaba feliz».

    Al iniciar el negocio, trabajaba en su casa ubicada en Ambato y le ayudaba su madre, Beatriz Vela. Luego, abrió un taller y hace ocho años se trasladó a Quito, donde vive con su esposo e hija. ArtesAna cuenta con dos colaboradoras en Quito y una en el taller que mantiene en Ambato; además, en épocas festivas, como Navidad, contrata a dos personas.

    La inversión inicial fue de aproximadamente 10 000 sucres (USD 238, al cambio de la época), para los materiales.

    Actualmente este emprendimiento, según su promotora, provee de figuras a la cadena Supermaxi, principalmente en la época navideña, ya que ArtesAna oferta pesebres completos en miniatura, bombillos, adornos navideños y muñecos personalizados.

    Cabrera dice que esta relación de negocios se dio por medio de su página de Facebook. Una representante de Corporación Favorita cuenta que los acercamientos con ArtesAna empezaron en junio del 2013 y el primer pedido fue de bombillos de Maxirenos.

    Otra clienta es María José García, propietaria de la tienda de regalos Locomanía en Ibarra. Ella indica que desde el 2008 compra figuras a esta microempresa. «Estos productos son originales y los acabados, preciosos», afirma García, quien hace cinco pedidos anuales de más o menos USD 500 cada uno.

    Andrea Díaz, propietaria de Kool Place, una tienda de regalos, adquiere productos desde hace ocho años, comenta que el precio es razonable ya que son hechos totalmente a mano. ArtesAna factura USD 60 000 anuales en promedio.

    Las cifras

    Ventas. A escala nacional tiene alrededor 22 clientes.

    Los precios. El valor de los muñequitos que vende va de USD 1,6 hasta 10.

    Ubicación. El taller se encuentra localizado en el norte de Quito, en la av. América y Cuero y Caicedo.

    Inversión. USD 800 es la inversión mensual