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  • Las ‘fintech’ ecuatorianas, ante el reto de crecer y posicionarse

    Redacción Quito

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    El ecosistema de las ‘fintech’ ecuatorianas crece, pero lo hace a un ritmo menor en comparación con otros países de América Latina. En el país, se cuentan hoy en día 32 ‘fintech’, es decir empresas que ofrecen servicios financieros apalancándose en las nuevas tecnologías. Allí se encuentran plataformas de pago, aplicaciones móviles, empresas de seguros o de facturación electrónica, compañías que diseñan ‘chatbots’, etc.

    Entre los actores de esta joven industria existe optimismo, pero también se acepta que hay tarea por hacer. El financiamiento, un crecimiento más acelerado, el tamaño del mercado ecuatoriano y su nivel de competitividad son los cuatro retos que tienen las ‘fintech’ ecuatorianas hoy en día.

    El sector está aún en una situación de considerable retraso respecto de otros países. Así lo asegura el reporte Fintech América Latina 2018, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, hecho público en agosto pasado.

    Este documento revisa la evolución de estas ‘start ups’ en la región, en donde Brasil se presenta como líder, seguido de México, Colombia y Argentina.

    Una de las ‘fintech’ ecuatorianas es Friendly Transfer. Esta es una red social que conecta personas alrededor del mundo para intercambiar dinero y ahorrar los costos de una transferencia internacional. Hoy en día tiene algo más de 5 000 usuarios, principalmente en Ecuador, aunque también tiene participantes en Colombia, México y Estados Unidos.

    Gidany Cobo, cofundadora de Friendly Transfer, cree que el ecosistema está creciendo en Ecuador, pero más despacio que en otros países de la región. “Ya se escucha de algunos sistemas de pago y otros servicios. Hay desarrollo, aunque falta mucho”.

    Cobo reconoce que la ‘fintech’ que dirige aún no alcanza el punto de equilibrio. Para eso se espera sumar usuarios y llegar a otros países, como España o Venezuela. “Necesitamos más recursos. La inversión en tecnología es ele­vada, así como el mercadeo de los servicios”.

    La aceleradora de emprendimientos Buen Trip sigue de cerca la evolución de ‘start ups’ en Ecuador, incluidas las ‘fintech’. Su director, Fernando Rivera, explica que a escala regional estas empresas se enfocan en bancarizar a las personas, para así mejorar los índices de inclusión financiera.

    En Ecuador, el 51% de las personas adultas tiene una cuenta bancaria y solo el 12% accede a un crédito. El país está dentro del promedio de la región, según datos de Marulanda & Consultores.

    Ante este panorama, Rivera cree que las ‘fintech’ tienen la oportunidad de ser un aliado en la inclusión financiera. Añade que pueden convertirse en socios de las pequeñas y medianas empresas que requieren capital de trabajo y tienen dificultad para acceder a créditos que pueden ser costosos y engorrosos.

    Para el vocero de Buen Trip, Ecuador tiene un mercado cerrado y menos competitivo. Además, la banca no está innovando tanto. “Esto se debe a que las leyes les impide invertir en otro negocio que no sea la banca”.

    Rivera añade que en el Ecuador existe bastante talento tecnológico, así como buenas ideas y emprendedores que desean innovar. “Falta que los inversionistas nos miren, pero es complicado por ser un mercado muy pequeño”.

    La banca ecuatoriana sigue de cerca a esta industria. Santiago Jarrín, Chief Digital Officer de Banco Pichincha, comenta que Ecuador ha ganado dinamismo en el campo de las ‘fintech’. Dice que hay esfuerzo y que los talentos necesarios no son sencillos de obtener. “Es por ello, que a pesar de la gran cantidad de iniciativas son pocas las que llegan a tener una escala representativa”.

    Según Jarrín, en el ámbito financiero, temas de inclusión o acceso a nichos específicos de clientes, representan una oportunidad para las ‘start ups’ enfocadas en servicios financieros.

    ¿Pueden las ‘fintech’ ser aliadas de la banca? El vocero de Banco Pichincha dice que a escala regional y mundial el esquema de colaboración, el ‘open banking’ y la adopción de nuevas tecnologías son una tendencia. “Sin duda, un negocio como el financiero representa un espacio atractivo para estos actores quienes pueden ser aliados en aspectos específicos”.

    El sector despega en América Latina

    Aplicaciones para invertir en línea, bancos 100% digitales o billeteras virtuales son algunas de las soluciones desarrolladas por la emergente industria tecnofinanciera o ‘fintech’ de Latinoamérica, que crece a pasos agigantados con una ola de nuevos negocios.

    La industria creció más del 66% en la región desde la última medición del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, hasta alcanzar un total de 1 166 empresas, según el reporte ‘Fintech América Latina 2018: Crecimiento y Consolidación’.

    El estudio concluye que las ‘fintech’ latinoamericanas están centradas en ofrecer préstamos y financiación colectiva o “crowdfunding” (25%), pagos y transferencias (24%) y administración financiera de empresas e individuos (15%), llegando a ser casi dos tercios de la industria.

    Hoy, sus operaciones se focalizan en Brasil (33%), México (23%), Colombia (13%), Argentina (10 %) y Chile (7%), que en conjunto representan el 86% del total de la actividad regional.
    Uno de los aspectos más destacados es que cerca del 35% de estas ‘start ups’ latinoamericanas tienen una mujer fundadora o una en el equipo fundador, muy por encima del promedio mundial, estimado en 7%.

    “La industria ‘fintech’ de Latinoamérica está en un período de alto crecimiento y consolidación que no muestra signos de desaceleración”, cuenta el equipo Fintech de la División de Conectividad, Mercados y Finanzas del BID.

    Muestra de ello es que el 25% del total de las inversiones de capital emprendedor en el sector de tecnología de la región en el 2018 (estimadas en USD 2 000 millones) se destinó al mundo ‘fintech’, tanto en número de operaciones como en monto en dólares.

    “Esta cifra va a crecer” dado que SoftBank, “uno de los mayores inversores en fintech en el mundo, anunció un fondo de USD 5 000 millones dedicado exclusivamente a empresas tecnológicas de la región”, apuntó.

    Una ola imparable

    Las ‘fintech’ están respondiendo tanto a una demanda de servicios creciente como a la exclusión financiera que persiste en Latinoamérica, en tanto que el 45% de los adultos de la región todavía están apartados de los servicios financieros formales, al no contar con una cuenta.

    Brasil es líder en tecnofinanzas en la región con casos como el de la aplicación Guiabolso, el banco digital Creditas o la operadora financiera Nubank, uno de los ‘unicornios’ brasileños.
    México tiene unas 500 empresas de esta clase y de estas, 200 operan bajo la Ley Fintech promulgada en marzo del 2018.

    Colombia tiene al menos 148 compañías ‘fintech’, una cifra que creció en el 2018 un 76% respecto del año anterior, y coloca al país en la vanguardia de la región, según la consultora KPMG.

    Más al sur, la Cámara Argentina de Fintech contabilizó 133 empresas de este tipo en el país el año pasado y casi la totalidad puede categorizarse como pyme.

    Mientras que en Chile hay unas 120 empresas, número que se prevé que siga creciendo entre el 15 al 20% anual, gracias al capital de riesgo y al mayor apetito de los inversionistas, dice el director ejecutivo de FinteChile, Ángel Sierra.

    Perú suma unos 81 emprendimientos tecnológicos financieros y estos se clasifican en su mayoría como plataformas de pagos y remesas (27,2 %).

    Uruguay contabiliza unas 30, la mayoría con un promedio de 10 empleados cada una, aunque también hay unas tres o cuatro grandes, en rubros como préstamos al consumo y sistema de pagos.

    En cambio, en Paraguay tienen escasa proyección dada su inserción que se remonta a poco más de cinco años. Hay unas 40 empresas.

    En América Latina, Brasil es el líder, seguido de México, Colombia y Argentina. Foto: Inimage
    En América Latina, Brasil es el líder, seguido de México, Colombia y Argentina. Foto: Inimage
  • Ecuador se conecta con la ola global de las ‘fintech’

    Evelyn Tapia y
    Pedro Maldonado (I)

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    El término ‘fintech’ puede resultar todavía novedoso para el oído de algunos ecuatorianos. Pero también es bastante posible que esos mismos ecuatorianos estén haciendo uso de estas tecnologías -que están ganando espacio en Ecuador desde el 2016- sin saberlo.

    Si, por ejemplo, alguna vez realizó en línea una recarga con una operadora móvil, entonces usted utiliza un servicio brindado por Kushki, una ‘start up’, que diseña pasarelas de pago para otras empresas. 

    El término ‘fintech’ es el resultado de la unión de dos palabras en inglés: ‘finance’ y ‘technology’, y se refiere a las empresas que nacieron apoyadas en la tecnología para brindar los mismos servicios financieros que otorgan empresas tradicionales, como bancos, compañías de seguros, empresas para envío de remesas, entre otras.

    Se trata de una nueva ola de emprendimientos que comenzó a surgir en el 2010, y que en América Latina tomó fuerza, sobre todo, desde el 2013.

    Fermín Bueno, fundador de la firma española especializada en ‘fintech’, Finnovista, dice que Ecuador apenas está subiendo a esta ola, en comparación a vecinos como Colombia, pero lo está haciendo rápidamente.

    “El ecosistema ‘fintech’ en Ecuador está en un estado naciente temprano, principalmente porque el sector del emprendimiento digital tecnológico aún no es muy fuerte en Ecuador”, sostiene Bueno.

    Mientras que en Colombia, Finnovista identificó 84 negocios de este tipo, en Ecuador halló 31 hasta el 2017.

    Aunque el estudio de esta empresa en Ecuador se centró en identificar cuántas operan y a qué se dedican, Bueno sostiene que la mayoría de estas surgieron entre 2014 y 2016, año del ‘boom fintech’ en la región.

    En el 2017, Finnovista realizó en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un estudio en el que se determinó que de las 703 ‘fintech’ de 15 países de la región, el 60,1% nació entre esos años.

    Solo el 11% existían en el período anterior al 2011.

    El panorama nacional

    La crisis bancaria de 1999 dejó un sentimiento de inseguridad entre los ecuatorianos en torno a dónde poner su dinero, pero las nuevas generaciones que demandan soluciones tecnológicas eficientes le están dando impulso a estos negocios en el país, dice Carmen de la Cerda, directora de Buen Trip, incubadora de emprendimientos de corte tecnológico.

    Buen Trip presentó en marzo un estudio que segmenta ‘start up’ tecnológicas. El informe recopila 89 iniciativas, de las cuales 34,8%, es ‘fintech’.

    Con estos datos, De la Cerda considera que el ecosistema puede seguir creciendo, pero para deberá saltar barreras.

    La primera es el acceso a financiamiento. “Hace falta trabajar con los inversionistas para que entiendan cómo es trabajar con capital de riesgo, que los retornos no son como el de una inversión tradicional”, explica la vocera de Buen Trip.

    Bueno, por su parte, destaca que esos problemas de financiamiento inciden en el tipo de ‘fintech’ que han surgido en el Ecuador en estos años.

    De ahí que, según el estudio de Finnovista, la mayoría está orientada a servicios financieros a otras empresas, es decir, en el modelo ‘B2B’ y no llegan directamente al cliente final.

    El 32% se dedica a la gestión de finanzas empresariales, sobre todo a la facturación electrónica. En contraste con lo que sucede en países como Colombia y México, en donde la mayor parte se dedica a dar servicios de pago de remesas y préstamos.

    “En mercados en los que no existe capital de riesgo, es más fácil para los emprendedores llegar a empresas ya constituidas, que lanzar un servicio directo a un consumidor final, que requiere mucha más escala de inversión”, indica.

    Una de las formas de generar más confianza en los inversionistas es la legislación, coincide De la Cerda. En países como México, el órgano legislativo ya analiza una Ley ‘Fintech’.

    Además de una mayor participación de la banca, añade Andrea Pinto, directora de Competitividad e Innovación de la Asociación de Bancos Privados.

    Según Pinto, en Ecuador hace falta más colaboración entre las ‘fintech’, la banca tradicional y el ente regulador. “El regulador debe permitir crear innovación y soluciones digitales a favor del consumidor. Es un triángulo muy importante”. En el país aún no existe una regulación específica para ‘fintech’.

    El potencial en Ecuador

    En Ecuador, según el Banco Central, un 40% de la población accede a servicios bancarios. Las ‘fintech’ “pueden llegar con más facilidad a esos clientes (no bancarizados), principalmente de áreas suburbanas, en donde la gente tal vez no usa los servicios de un banco pero está familiarizada con el uso de celulares e Internet”, sostiene Bueno.

    Otra fortaleza es la población joven, que prefiere reemplazar la experiencia de ir a una oficina y que busca tarifas más bajas en los servicios. Según el INEC, el 23,2% de la población del país es milenial, con edades de entre 20 y 36 años, por lo que están familiarizados con el celular y la Internet para utilizar las alternativas ‘fintech’.

    LÍDERES muestra, a continuación, tres casos.

    1. En EE.UU., Colombia y Ecuador utilizan esta pasarela de pagos

    El comercio electrónico es el segmento en el que Kushki crece, como toda ‘start up’, de manera acelerada. Esta compañía de base tecnológica es parte del ecosistema de las ‘fintech’ y se define como una pasarela de pagos, en la que a través de tecnología permite hacer pagos vía mail, páginas web, en una aplicación móvil, en Facebook o utilizando SMS.

    Kushki empezó sus operaciones en Ecuador en el 2016 y en EE.UU., unos años antes. “La visión es ser la mejor opción de tecnología financiera para el mercado latinoamericano”, dice su CEO, Daniela Espinosa.

    Hoy en día, la empresa tiene operaciones en Ecuador, Colombia y EE.UU. En los dos primeros suma 140 clientes, mientras que en EE.UU. se cuentan por miles.

    Esta ‘fintech’ surgió y se consolidó de la mano de Espinosa y dos emprendedores más. Aron Schwarzkopf y Sebastián Castro tienen experiencia en el área tecnológica, mientras que Espinosa aporta con sus conocimientos en la parte financiera.

    “La clave en esto es la capacidad de ejecución de una idea, así como tener la confianza de los inversionistas y del mercado”, dice Espinosa en las oficinas de la ‘start up’, en el norte de Quito.

    Otro de los secretos que menciona esta ejecutiva es saber aprovechar a personas de experiencia y a los nuevos profesionales que llegan al mercado.

    En la actualidad Kushki tiene 15 empleados en Ecuador, cinco en Colombia, cinco en India y tres en Estados Unidos. ¿Qué tipo de profesional recluta esta ‘fintech’? Espinosa responde: los programadores son claves porque desarrollan la mejor tecnología financiera. “Pero también incorporamos gente con experiencia en e-commerce y en banca”.

    Todo esto permite ofrecer a los cliente un servicio ágil, rápido y seguro, así como “mejorar la experiencia de los usuarios de portales de comercio electrónico”.

    Espinosa cuenta que toda fintech debe considerarse como una aliada del sistema financiero, en Ecuador y en cualquier otro país.

    Para cumplir eso un requisito indispensable es ser muy técnico y profesional. “Cuando un banco sabe que está trabajando con una empresa seria, la conversación mejora y avanza”.
    Otro punto en el que hay que trabajar, según el criterio de la CEO de Kushki, es el impulso al comercio electrónico. Ella señala que en el Ecuador el ‘e-commerce’ representa cerca del 0,5% del PIB cuando en otros países como Colombia la cifra es del 2,6%.

    Esa realidad no inquieta a la gente de Kushki que continúa trabajando. El crecimiento es acelerado: cada mes crece un 30%. “Hay clientes que hacen, por ejemplo, 7 000 transacciones al día con nuestra tecnología.

    Este año la meta de la empresa es empezar a prestar sus servicios en México, Perú y Chile.​

    2. Un robot que responde al cliente es el eje de esta ‘start up’ local

    Un ‘chatbot’ es un robot que simula, por voz o por texto, una conversación humana. Este es el servicio que ofrece Mensajea, una ‘fintech’ que surgió en Ecuador en el 2016 y que hoy en día tiene operaciones en el país, así como en Perú y en México.

    Esta conversación se da en un ‘chat’ y permite atender a clientes las 24 horas del día. El ‘chatbot’ puede responder de manera automática un set de preguntas programadas. Para eso utiliza un motor de inteligencia artificial y un motor de lenguaje natural; este último es un programa que reconoce la estructura de una frase y que ayuda a entender lo que dice el cliente, explica su fundador Jurgen Schuldt.

    El 2016 fue el año de arranque de este emprendimiento tecnológico. En ese año, Facebook abrió su plataforma para programar en Messenger; Schuldt aprovechó esa oportunidad y pensó en un ‘chat’ como un canal de contacto entre empresas y sus clientes.

    La prueba inicial llegó con el pedido de una empresa peruana que presentaba sus productos en Medellín. Mensajea tuvo un mes para desarrollar la aplicación, que se probó en una convención en la que participaron miles de personas. El ‘chatbot’ funcionó y así empezaba una nueva fase que implicaba buscar clientes y fondos.

    Schuldt golpeó varias puertas, hasta que apareció la primera edición de Digital Bank Quito, en el 2017. Allí se hizo una demostración del robot. “Hubo interés, pero no tanto porque el tema aún era desconocido en el país”.

    En ese evento Schuldt recibió una recomendación que sería clave: participar en concursos de ‘fintech’ para buscar inversionistas. La primera parada fue Lima donde el interés por el ‘chatbot’ fue grande. “Bancos, cooperativas y empresas tecnológicas se acercaron”. Además se sumó Alvaro Mago, un peruano que se convirtió en socio de Mensajea.

    Una siguiente parada fue México en donde la iniciativa participó en el Startup Bootcamp Fintech, un programa de aceleramiento de ‘start up’, que cuenta con el apoyo de bancos, empresas tecnológicas y multinacionales.

    Para ese entonces esta iniciativa trabajaba solo con bancos y eso frenaba, de algún modo, el crecimiento acelerado que debe cumplir toda ‘start up’. La solución la encontraron en Guillermo Domínguez, un argentino radicado en México y muy conectado con el circuito regional de ‘fintech’.

    Con el nuevo socio, Mensajea se mantuvo como ‘fintech’, pero también apostó por el ‘e-commerce’. En diciembre del 2017 la plataforma estaba lista, luego del proceso de aceleración.
    Esta ‘start up’ ha levantado hasta el momento USD 80 000, de los 150 000 que requiere; cuenta con ocho clientes-pilotos que pagan un ‘fee’ mensual por su ‘chatbot’. Este año, la meta de Mensajea es expandirse por la región.

    3. Una red social diseñada para facilitar el intercambio de dinero

    Friendly Transfer es una red social que conecta personas para intercambiar dinero y ahorrar los altos costos de una transferencia internacional. Así define a esta ‘start up’, Gidany Cobo, cofundadora de esta iniciativa que surgió en el 2015 en EE.UU. por una necesidad.

    En ese año, Sebastián Hurtado, otro de los fundadores, estudiaba una maestría en Harvard y necesitaba enviar y recibir dinero. Cansado de pagar altas tasas por cantidades mínimas decidió crear una plataforma que permitiera intercambiar dinero. Fueron los inicios de Friendly Transfer.

    La propuesta se aprobó durante dos semestres, en el Venture Incubation Program, en The Harvard Innovation Lab. El capital inicial destinado para arrancar fue de USD 150 000.
    Cobo cuenta que tenían grandes expectativas y que en el camino fueron encontrando oportunidades para potenciar la idea.

    En el 2016, por ejemplo, la plataforma participó en una competición de ‘fintech’: el Open Talent del banco español BBVA. Además recibió una opinión favorable de Fincen, una agencia del Departamento del Tesoro estadounidense que analiza información sobre transacciones financieras. “Esos dos hechos marcaron el trabajo que veníamos haciendo”.

    Ese mismo año la ‘fintech’ participó en un proceso de aceleración. En el Startup Bootcamp Fintech de México participaron ese año 250 empresas de base tecnológica y Friendly Transfer fue una de las 10 finalistas. El proceso de aceleración fue en Ciudad de México y duró tres meses.

    Lo de México fue otro hito, señala Cobo. “Tiene un ecosistema ‘fintech’ muy desarrollado y es uno de los países de la región que más remesas envía y recibe”. Esa experiencia le permitió a la ‘start up’ acceder a conocimiento, mentoría y contactos con fondos de inversión.

    Además se fortalecieron aspectos como conocer más al cliente y se mejoró el modelo de monetización. “Gracias al Startup Bootcamp Fintech se implementaron paquetes de suscripción por un tiempo determinado, con un número de transacciones y mayores garantías en la transacción”.

    En la actualidad Friendly Transfer tiene unos 3 500 usuarios y ha permitido un ahorro de más de un millón de dólares. Otro dato: El promedio de cada transacción oscila entre USD 300 y 500.

    Las usuarios se reparten entre Ecuador, EE.UU., México y Colombia. “Son estudiantes y jóvenes profesionales, que viajan o que tienen actividades laborales en más de un país”, señala Cobo.

    Hoy en día el equipo está integrado por tres personas: dos desarrolladores y Cobo, quien es la encargada del mercadeo, redes sociales, la parte gráfica y otras tareas. En el mediano plazo las metas son tres: tener más usuarios, incrementar las suscripciones y llegar a otros países.

    Líderes muestra tres casos de fintech. Fotos: Galo Paguay, Diego Pallero y Patricio Terán / EL COMERCIO
    Líderes muestra tres casos de fintech. Fotos: Galo Paguay, Diego Pallero y Patricio Terán / EL COMERCIO
  • Empresas fintech crecen en Latinoamérica pero captación de dinero aún es baja

    Agencia EFE

    Latinoamérica ha crecido en el desarrollo de las fintech, empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros, sin embargo esas compañías en la región siguen en una etapa subdesarrollada.

    «La captación de dinero para desarrollo de fintech en Latinoamérica es aún baja», dijo hoy a Efe Allen Cuelli, director senior de soluciones de productos y habilitación de nuevos tipos de pagos de Visa para América Latina y el Caribe.

    «Hay entre 23.000 y 26.000 millones de dólares a nivel global destinados a la inversión de fintech, pero la región participa solo con 600 millones de dólares de inversión», apuntó Cuelli.

    A nivel subregional, Centroamérica y el Caribe es la que menor participación en el sector posee debido a que el acceso al capital y la comunidad destinada a la creación de esas herramientas «es menos madura», afirmó Cuelli, quien auguró buenas iniciativas para desarrollar en un futuro.

    Según datos recientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 15 países de la región se han identificado 703 empresas destinadas a soluciones financieras, y solo entre 2014 y 2016 se han creado tres de cada cinco fintech.

    El informe Emprendimientos Fintech en América Latina, creado en conjunto entre el BID y Finnovista, detalla que en 2012 se registraron el 7,7 % de las fintech existentes, cifra que ha crecido hasta 2016.

    En 2013 el porcentaje llegó a 14,4 %, mientras que en 2014 fue de 15,1 %, en 2015 de 23,2 % y en 2016 de 21,8 %.

    Por países, los que mayor fintech han desarrollado están Brasil con 230, México (180), Colombia (84), Argentina (72), Chile (65), Perú (16), Ecuador (13) y Uruguay (12).
    A pesar de los buenos índices de crecimiento, América Latina avanza a tasas menores si se compara a nivel regional con Europa, Asia y Oriente Medio.

    «A nivel macro Latinoamérica está subdesarrollada en cuanto a inversión, pero los inversionistas están viendo que hay grandes oportunidades aquí y hay más dinero que está llegando, muchos de los jugadores globales están diciendo que ahora el tiempo es para Latinoamérica», señaló el ejecutivo.

    La desventaja de la región también se vio influenciada por el rechazo de la banca a estas compañías, pues hace «cinco años las entidades veían las fintech como una amenaza», algo que ha cambiado, pero que en algunas oportunidades persiste, lo cual podría resultar en perjuicio para el propio mercado.

    «Los bancos deben tener su enfoque en mejorar la experiencia del cliente final, si no la están mejorando, si la experiencia es tediosa (los clientes) van a encontrar otra solución, los bancos se han dado cuenta de eso y quieren colaborar, algunos lo ven como amenaza y ahí el tiempo dirá, pero quienes ofrecen mejor experiencia a los consumidores son los que van a ser los ganadores», explicó Cuelli.

    Para esto, las fintech han diversificado sus ofertas de servicio, siendo las plataformas destinadas a financiación alternativa la que mayor terreno abarca en el sector con el 25,6 %.
    A esto se suman los servicios de pagos (25,25 %), gestión de finanzas empresariales (13,2 %), empresas de tecnología para instituciones financieras (8 %) y trading y mercado de valores (5,5 %), entre otros.

    Los socios se acercaron a las agencias para retirar el dinero de sus ahorros y pólizas. Foto: Tomada de Pixabay.
    Los socios se acercaron a las agencias para retirar el dinero de sus ahorros y pólizas. Foto: Tomada de Pixabay.