Etiqueta: fruta

  • Pitahaya para Asia y Norteamérica

    Patricia González, (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Al poco tiempo de casarse, en 2013, Carlos Pareja y Verónica Carrillo comenzaron a sembrar pitahaya amarilla en un terreno familiar en el cantón Palora, en Morona Santiago. “Empezamos con una hectárea (ha). Mi esposa es de Puyo (Pastaza) y ya contaba con experiencia en los trabajos de campo”, cuenta Pareja.

    La fruta, endémica del lugar, la vendían a mercados locales y centros de acopio para exportación. Sin embargo, Pareja tenía la idea de comenzar a exportar por cuenta propia. A inicios de 2018 le planteó la idea a Santiago Báez, quien además de ser su amigo, es graduado en Administración de Empresas y Finanzas en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Báez colocó el capital (USD 50 000) para ampliar la plantación  –hoy de 5 ha– y construir el centro de acopio, en Palora. Esto les permitió comenzar a exportar directamente con el nombre de Pukuna hacia Hong Kong, Singapur, EE.UU. y Canadá.

    La pitahaya se cosecha cuatro veces al año, siendo la temporada más alta entre diciembre y marzo. En Palora, la fruta tiene un buen nivel de dulzura, la pulpa es consistente y espumosa, y el color es amarillo intenso. Su tamaño es de aproximadamente 650 gramos.

    La siembra se realiza cuando la luna está en cuarto creciente. “Esto influye en el crecimiento y los niveles de producción”, dice Pareja, director general. Pukuna tiene un rendimiento de 15 000 kilos de pitahaya por ha, alcanzando en 2019 una producción de 125 000 kilos de la fruta.

    Esta planta no necesita de riego, por el contrario se le debe eliminar el exceso de agua mediante sistema de drenaje. Para cuidar al cultivo de plagas, la empresa realiza fumigaciones cada siete días, con químicos sello verde. Además, cada 30 o 45 días, coloca a las plantas un abono químico-orgánico para su alimentación desde la raíz.

    La firma está trabajando, actualmente, con la empresa Ecuaplantas en sistemas de tecnificación, que les permita en un futuro duplicar su producción. Esta compañía les capacita, semanalmente, en el manejo de pesticidas y nutrición de las plantas, además de realizar un monitoreo a estas en cuanto a plagas y enfermedades, señala Omar Cañar, gerente técnico de Ecuaplantas. “La idea es que logren exportar a EE.UU. y, en un par de años, a Japón”, comenta.

    Direc Cargo es la firma que les gestiona el servicio de carga internacional desde noviembre del 2019. “En temporada alta embarcamos unas 20 toneladas a la semana”, señala Julio Aldaz, agente de Ventas de la firma. Pukuna no solo envía lo que produce en su finca. Además, compra pitahaya a cerca de 200 productores de Palora.

    A la izquierda una imagen de los cultivos de la fruta; al lado, el control de las cajas.
    A la izquierda una imagen de los cultivos de la fruta; al lado, el control de las cajas.

    Báez, gerente general de Pukuna, explica que Asia es el mercado más accesible para un productor agrícola. “Además, quiere mucho nuestra fruta”, comenta. El 80% de la exportación de la empresa se va hacia Hong Kong y Singapur. Cerca de un 20% a EE.UU. y un pequeño porcentaje hacia Canadá.

    A la empresa Golden Wood Marketing PTE LTD, en Singapur, le envían desde noviembre del 2018. Sy Tang, propietario, explica que las compras dependen de la oferta del mercado y la temporada, cuando están en época alta le compran entre 3 000 y 4 000 cajas de 2,5 kilos semanales.

    Este cliente distribuye el producto entre supermercados, mercados locales y cadenas de todo el país. Además, la lleva a Malasia. Destaca la calidad de la fruta y que la empresa tiene un sistema de precio flexible. “Son muy transparentes en la negociación”.

    En medio de la cuarentena por covid-19, la empresa productora de pitahaya desarrolló el proceso de trazabilidad digital con la compañía de tecnología Di Muto. Ahora, los detalles de la negociación (tipo de fruta, cantidad, facturas, certificados fitosanitarios, entre otros documentos) se cargan a una plataforma a la que tienen acceso Pukuna y sus clientes.

    Además, mediante la guía aérea pueden conocer el trayecto del producto hasta el destino final. Los esfuerzos de la empresa, que el año pasado facturó USD 1,1 millones, están enfocados en incrementar las áreas de producción. “Nuestro plan a mediano plazo es llegar a 50 hectáreas y empezar a sembrar pitahaya roja. Estamos buscando inversionistas privados y extranjeros”, señala Pareja. Por ahora cultivarán tres hectáreas más gracias a un préstamo por USD 60 000, de Banecuador.

    En un futuro también prevén elaborar productos con valor agregado, como frutas deshidratadas y pulpa congelada, tanto para venta nacional como exportación.

    50 000 dólares  fue el capital inicial de Pukuna.

    9 clientes tiene la empresa en cuatro países.

    11 proveedores tiene la firma.

    200 productores de pitahaya de Morona Santiago abastecen a la compañía.

    1,1 millones de dólares facturó en 2019.

    60 000 dólares es la última inversión para ampliar la producción.

    20 toneladas de la fruta embarca en temporada alta la firma de carga.

    El director, Carlos Pareja 
    El año pasado nuestros esfuerzos estaban enfocados en conseguir clientes. Viajamos a Berlín, a Hong Kong, a EE.UU. Ahora nuestra principal preocupación es incrementar las áreas de producción de la empresa. Nuestro plan es llegar a mediano plazo a 50 hectáreas y empezar a sembrar pitahaya roja. Estamos buscando inversionistas privados y extranjeros.

    Los trabajadores hacen un estricto control de calidad de la fruta. Se trata de un producto vegetal en el que hay mucho cuidado técnico. Foto: Cortesía Pukuna
    Los trabajadores hacen un estricto control de calidad de la fruta. Se trata de un producto vegetal en el que hay mucho cuidado técnico. Foto: Cortesía Pukuna
  • El ‘snack’ de fruta es su negocio

    Priscilla Alvarado (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    El mundo avanza hacia el consumo de alimentos más sanos y de calidad. Lo llamativo de los empaques, la facilidad para tener un ‘snack’ a la mano y el precio que se ajuste al bolsillo se vuelven factores indispensables para los consumidores más exigentes.

    Basesur nace con la idea de importar fruta al granel y distribuirla en el país. Emilio Bruzzone, su presidente, es un comerciante ecuatoriano que se interesó por la venta de fruta hace más de 30 años. El empresario, de ascendencia italiana, cuenta que inició vendiendo protectores plásticos para camionetas y botes, hasta que se topó con una persona que importaba fruta desde el exterior.

    “Me interesó el negocio e hice las averiguaciones de cómo traer fruta con todos los permisos y lo hice”, relata. Esta división fue el punto inicial de lo que hoy es Basesur.

    La empresa tiene como negocio ofrecer frutos frescos, saludables, altamente seleccionados y empacados en presentaciones ideales para el estilo de vida de cada consumidor.

    Bruzzone relata que de un viaje a Estados Unidos, en septiembre de 1990, trajo sus dos primeros contenedores de manzana verde. La mercadería llegó, en ese entonces, a una bodega ubicada en el sur de Guayaquil.

    Luego, en 1991 viajó hasta Chile para trabajar con la United Trading Company (UTC) y empezó a importar fruta desde el sur de ese país. “Para el primer año, con esta compañía, se lograron distribuir unas 40 000 cajas de fruta variada”, señaló.

    El vocero de la firma cuenta que la década de los 90 fue el tiempo propicio para el crecimiento de la empresa. Basesur pasó de distribuir 40 000 cajas de fruta al granel cada año hasta llegar a 100 000 cajas.

    Bélgica Acosta, gerenta comercial de empacados, explica que Basesur tiene tres divisiones de negocio.

    La primera es la venta de fruta al granel, con la que se inició y que obedece al 90% de su venta a los mayoristas.

    Al menos el 50% de la producción se realiza con mano de obra local. La otra mitad del trabajo la realizan grandes maquinarias.
    Al menos el 50% de la producción se realiza con mano de obra local. La otra mitad del trabajo la realizan grandes maquinarias.

    Julio Cepeda, de Comercial Cepeda Fruit, compra a Basesur 20 000 cajas mensuales de manzanas, peras, duraznos y nectarinas para distribuirlas en el mercado mayorista de Montebello en Guayaquil. Cepeda destaca el servicio de la firma y la calidad de sus productos ya que en los 20 años que lleva comprando no ha tenido inconvenientes con la fruta.

    La segunda división es la venta de granos, frutos secos y especias, también al granel, que llega al mayorista, industrias y autoservicios.

    Y la tercera es la línea de empacados Del Sur, que es de las más conocidas en el mercado por la variedad de frutas frescas enteras y cortadas, granos, avenas y cereales que oferta. Esta última división se creó en el 2010 y básicamente se encarga de atender a un mercado más pequeño y específico.

    Los empaques ‘to go’ o para llevar son los principales. Acosta explica que con la entrada de esta línea han logrado posicionarse en la ‘retina’ del consumidor. Con Del Sur ingresaron en 2013 a Almacenes Tía y a Mi Comisariato. Actualmente, los empacados, ya están en las perchas de los principales supermercados del país.

    Sin embargo, con el posicionamiento en cadenas medianas y grandes se volvió necesario atender un segmento más pequeño: las tiendas.

    La línea logró llegar a este público desde hace tres meses a través de la compañía CBC que produce Tesalia.

    Luis Soria es dueño de la tienda Niño David, una de las primeras en vender productos Del Sur. En el cantón Durán ya oferta 10 de los 90 productos de la línea desde finales de agosto.

    “El consumo de frutos secos va en aumento, se vuelve importante incluirlo en las despensas”, señala.

    Los voceros señalan que obedeciendo las tendencias del mercado cada vez incorporan más productos novedosos en su cartilla. Los ‘smoothies’ veganos, polvo para bebida de almendras y la ‘whey protein’, por ejemplo, llegarán a los consumidores en las próximas semanas.

    Desde el departamento de Investigación y Desarrollo de la empresa se estudia qué lanzar y cómo hacerlo.

    Los nutricionistas, adjuntos a la firma, crean las tablas nutricionales de los productos obedeciendo el lema de “lo natural también es rico”.

    Basesur, con su planta en el cantón Durán en Guayas, se ha mantenido en constante crecimiento en el mercado ecuatoriano. Sin embargo, el equipo busca sortear opciones más ambiciosas. Para el 2020 apuntan a la exportación. El mercado europeo es el primer destino que aspiran conquistar.

    Las cifras

    20 000 dólares fue el capital inicial invertido para levantar la empresa.

    40 camiones salen diariamente desde las instalaciones de Durán y de Quito, para distribuir productos a todo el país.

    4 200 metros en cámaras de frío. La empresa cuenta con cuatro para el manejo estéril de la fruta.

    150 proveedores en promedio trabajan con la firma. China, Chile y países de Oriente Medio le dotan de frutas y especias.

    El gerente

    Emilio Bruzzone

    El interés por nuestros productos viene de la necesidad de consumir alimentos frescos, de calidad y al alcance del bolsillo. La estrategia es abarcar un mercado tan grande y a la vez tan pequeño, como son las tiendas y pequeños supermercados. La cercanía creada con este segmento nos hace saber que vamos en la dirección correcta. La meta, luego de conquistar el mercado local, es la exportación y el reconocimiento mundial.

    En una de las cuatro cámaras refrigeradas de Basesur, seis trabajadores se encargan de armar los mix de frutas frescas para los supermercados. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    En una de las cuatro cámaras refrigeradas de Basesur, seis trabajadores se encargan de armar los mix de frutas frescas para los supermercados. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • La pulpa de fruta que se reinventó

    Redacción Quito

    (I)

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    Una llamada telefónica un viernes en la noche, en abril del 2018, fue el inicio de una nueva etapa para la empresa Healthy Food. “Te vendemos los activos” fue una de las frases que recuerda José Miguel González.

    Este empresario, con estudios en economía, había analizado en detalle a la empresa en mención y sabía que tenía potencial para crecer. Para entonces González sumaba experiencia en la industria de alimentos: llevaba más de 10 años en una firma agroindustrial y tenía en mente comprar una empresa del sector para emprender por su cuenta con la ayuda de su socio José Antonio Proaño, a quien conoce desde la niñez.

    González empezó a buscar una empresa en el 2017. Conocía que Healthy Food elaboraba pulpas de fruta y estaba convencido de que era una inversión que traería réditos. La compañía, fundada en el 2007, atravesaba un momento retador. Sus anteriores dueños la habían posicionado en el mercado, pero estaba en una suerte de estancamiento. La firma había perdido a su principal cliente.

    González y Proaño habían mostrado interés en adquirir Healthy Food, pero los números no cuadraban. Hasta que el primero recibió esa llamada y las negociaciones tomaron impulso. Luego de dos meses, en junio del 2018 la venta de la empresa se cerró: la cifra del negocio se mantiene en reserva.

    Los nuevos dueños de la empresa tenían un gran desafío: no tenían empleados porque estos habían recibido su liquidación de los antiguos dueños. Tampoco tenían clientes.

    Una de las primeras acciones fue recontratar al personal que ya conocía los entretelones del negocio de las pulpas de fruta. Luego se hicieron ajustes en el área administrativa. Pero el cambio más grande fue el traslado a una nueva planta de producción.

    Healthy Food, desde sus inicios, procesaba las frutas en un local en el sector de El Condado, en el norte de Quito. Pero los nuevos dueños decidieron mudar la empresa al sector de Itulcachi, en las afueras de Quito. Allí, al oriente de la capital, en noviembre del 2018, se instalaron en un espacio alquilado de 1 200 metros cuadrados.

    Fue una buena idea porque al no tener tantos clientes aún, los pedidos se pudieron cumplir sin retrasos, explican los socios de la empresa.

    Pero también se presentó un nuevo escollo. “Queríamos mantener a la gente más experimentada y no todos querían ir a trabajar hasta Itulcachi. A la final vinieron tres, los operarios con más experiencia”. Además se contrató a gente de la zona; ahora la empresa tiene 12 trabajadores en la nómina.

    Hasta la nueva planta de producción llegan las frutas de unos 20 proveedores de la Sierra y Costa ecuatorianas. Maracuyá, frutilla, guayaba, guanábana, mango, tamarindo, papaya, piña… Esta variedad les permite ofrecer hoy en día 16 sabores de pulpas, pero también cuenta con derivados de frutas como mermeladas, ‘toppings’, así como salsa de chocolate o manjar.

    Los procesos en la planta de producción se cumplen bajo altos estándares de calidad. Un laboratorio propio y la certificación FSSC 22000 son el ejemplo de que el manejo de la materia prima, así como el cuidado de los procesos y la seguridad alimentaria son las prioridades.

    Los productos se venden bajo el modelo B2B, es decir de empresa a empresa. Allí están multinacionales que operan en el Ecuador, pero también empresas de alimentos y cadenas.
    Uno de los clientes es Kaaru Food, especializada en la elaboración de yogur griego. Su director de operaciones, Ricardo Ochoa, cuenta que usan la pulpa de Healthy Food desde hace un año y medio. “Sus productos se alinean muy bien con los valores que promovemos en Kaaru y la calidad de la pulpa es superior frente a otras empresas del país”.

    Otro cliente de la empresa es Dulcafé (Sweet & Coffee). Katiuska Dávila es la coordinadora de compras de esta cadena y cuenta que adquiere salsa de chocolate. “Con la nueva administración Healthy Food mejoró mucho, incluso hace unos meses la premiamos como uno de nuestros mejores proveedores”. Dávila también destaca el cumplimiento en las entregas y el trabajo coordinado.

    El trabajo de expansión de la empresa continúa. “Ya pasamos el punto de equilibrio, hemos recuperado clientes ajustándonos a sus necesidades y nuestras siguientes metas son empezar a exportar y planear bien la incursión en el mundo del retail”, dicen González y Proaño.

    Uno de los trabajadores coloca maracuyá en una de las máquinas de la empresa. El trabajo en la planta se cumple de 07:00 a 16:00.
    Uno de los trabajadores coloca maracuyá en una de las máquinas de la empresa. El trabajo en la planta se cumple de 07:00 a 16:00. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
  • Fruta deshidratada que llega a cuatro mercados

    Modesto Moreta

    Las frutas deshidratadas crocantes y naturales llevan el sello de Manari Ecuador. Esta pequeña empresa ambateña está en el mercado hace un año y medio.

    El valor nutritivo y su sabor son dos características que sobresalen en esta marca que se consolida en los mercados de Ambato, Guayaquil, Quito y Cuenca.

    Marcelo Naranjo fundó el emprendimiento para aprovechar su experiencia industrial que logró cuando trabajó como jefe de producción de la empresa La Universal, en Guayaquil. Este ingeniero en Alimentos decidió incursionar en la producción de frutas deshidratadas. En la actualidad comercializa al mes al menos 150 kilos de frutas deshidratadas al granel y en presentaciones de 30 g y frascos para infusión de 50 gramos para 10 tazas de té.

    Ofrece mermeladas de membrillo y próximamente té de frutas deshidratadas sin colorantes. El año pasado logró facturar USD 9 000, para este año espera triplicar la producción y las ventas. Con sus productos abastece a empresas y supermercados de todo el país. Actualmente tiene cuatro colaboradores.

    El emprendedor realizó un crédito de USD 15 000 en una institución financiera local para ampliar su negocio. Con los fondos compró una deshidratadora de mayor capacidad; también trabaja en el desarrollo de nuevos productos, innovación en los empaques con el apoyo de la Corporación para el Desarrollo de Ambato (CorpoAmbato). “Nuestros snacks de fruta deshidratada son naturales y libres de azúcar y conservantes, su principal característica es su textura crocante, lo que permite que sea apetecible para nuestros clientes en el país”.

    Naranjo indica que los productos que desarrolla Manari Ecuador están dirigidos a las personas que buscan alimentarse sano, con productos naturales y sin químicos. Una vez que entró en el mercado de los alimentos, el joven emprendedor se vio en la necesidad de capacitarse en técnicas de mercadeo, planes de negocios, administración y costos con la ayuda de CorpoAmbato. “Estos conocimientos me ayudaron a poder manejar mi emprendimiento”.

    CorpoAmbato que es auspiciada por el Consejo Provincial de Tungurahua, la Cámara de Comercio y otras instituciones capacitan a los emprendedores en forma gratuita. La entidad también ayudó a desarrollar la página web www.manari.com.ec. Ahora trabaja en un nuevo proyecto con la creación de una tienda online para las ventas a través de tarjetas de crédito. Uno de los proyectos es sacar nuevas presentaciones asequibles para estudiantes.

    La inversión inicial de Manari fue de USD 7 000, que logró ahorrar cuando trabajaba en Guayaquil. Con los fondos adquirió una deshidratadora, utensilios, empaques, los trámites para obtener los registros sanitarios y la infraestructura.

    El emprendedor comenzó deshidratando fresa, mora para la infusión de frutos rojos, luego sacó sabores como piña y jamaica, manzana y canela. El año pasado arrancó con los snacks crocantes de manzana y piña.

    Desde hace un año la firma Chocobanana comercializa los snacks que produce Manari Ecuador. Susana Lalama, gerenta de Chocobanana, dice que las ventas de los snacks están incrementándose entre 15% y 18%. “Nuestros clientes van conocimiento el producto y lo consumen. También en las fiestas infantiles ya no utilizan las papas fritas u otros productos, sino que compran los snacks para ofrecerles a los niños”.

    Es más, en Chocobanana comenzaron a enviar los productos a la ciudad de Cuenca. “La comercialización también está aumentando porque son productos de calidad y sin preservantes”.

    Marcelo Naranjo es el gerente de Manari Ecuador, que produce frutas deshidratadas en envases de 30 gramos y en té de 50 gramos. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Marcelo Naranjo es el gerente de Manari Ecuador, que produce frutas deshidratadas en envases de 30 gramos y en té de 50 gramos. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Una firma que da valor agregado a la tuna

    José Luis Rosales (F)  
    Contenido Intercultural

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    La tuna que florece en los valles áridos de Imbabura inspiró un proyecto de Hugo Gómez. Hace dos años, este arquitecto lojano creó la firma Don Cactus-Doña Tuna, especializada en el procesamiento de la fruta, que se convierte en pulpa, arrope, helado de paila y bebida.

    La factoría está ubicada en la parroquia Tumbabiro, cantón Urcuquí. El clima cálido seco de la localidad es ideal para el cultivo de este alimento funcional, rico en minerales, calcio, potasio, sodio, entre otros.

    Todo nació como un hobby, comenta Gómez, que vio en esta zona, vecina a balnearios de aguas termales, un potencial para instalar el spa Camila Victoria, que es manejado por Nelya Zvezdina, su esposa, de nacionalidad rusa.

    Para la pareja, las dos líneas productivas se complementan. Pues el centro de belleza utiliza productos elaborados a partir de la tuna y el cactus como el gel para limpiar la piel.

    El emprendedor conoció Tumbabiro cuando fue contratado para construir 50 viviendas nuevas y mejorar 25. Le llamó la atención los lunares verdes de la tuna, que resaltaba en las hondonadas, como un cultivo alterno a la mala calidad de los suelos y a la escasez de agua para riego.

    Con el pago que recibió de la obra arquitectónica adquirió un terreno de tres hectáreas en Tumbabiro. En la mitad de la propiedad sembró 5 000 plantas de las especies amarilla, blanca y roja.

    Los dos primeros tipos de semilla las compró en la comunidad afrochoteña de Tumbatú, cantón Bolívar (Carchi). Mientras que, la roja, a la que denominan sangre de toro, en Tumbabiro. En el resto de terreno se esparció unas matas de algodón, que antes era el cultivo predominante en la zona.

    Los primeros frutos en la finca Hugo, Luz, María, como fue bautizada la propiedad, salieron a los 30 meses, a diferencia de otros lugares en donde brotan a los 36.

    Según Gómez, eso se debe a que colocó nutrientes y a una constante limpieza de la maleza para que se pueda desarrollar bien las matas. Además se instaló un sistema de riego por goteo.

    Para armar la factoría, que se instaló a pocos metros del cultivo, pidió asesoramiento a colegas que ya habían incursionado en este cultivo. La idea fue establecer el tipo de maquinaria indispensable para su línea de producción.

    Adquirió una marmita, de 500 litros de capacidad, en la que se pasteuriza el néctar. También una dosificadora y una selladora. Previamente, la fruta es retirada la piel y semillas y extraída la pulpa.

    La planta tiene una capacidad instalada para procesar 35 000 envases, de 200 gramos, a la semana. En Don Cactus-Doña Tuna consideran que esa es la medida ideal para comercializar la pulpa, el arrope y la bebida de mucílago de la penca de tuna. De ésta última se extrae el líquido.

    Igualmente incursionaron en la elaboración de helados de paila de tuna. Hoy procesan 125 litros a la semana. El mantecado, que viene en envases blancos de 120 gramos, se comercializa en tres puntos de venta en Urcuquí y uno en Ibarra.

    Como una de las estrategias de comercialización, la firma entrega un congelador con el producto. También elaboran helados de guanábana y arazá, los dos frutos provienen de la vecina parroquia de Lita, en Ibarra.

    En abril finalizó el ciclo productivo, que dura cuatro meses. Este año, la excesiva cantidad de lluvias complicó la cosecha. Sin embargo, hubo suficiente cantidad para sacar el producto al mercado. Uno de los valores agregados es que la producción está libre de agroquímicos, asegura Nelya Zvezdina.

    En la adquisición del terreno se invirtieron USD 25 000 y 50 000 más para instalar la planta de procesamiento y el spa.

    En éste último también impulsa la venta, al por mayor y menor, del denominado Yerbatero. Zvezdina explica, que la mezcla de hierbas aromáticas con sabiduría milenaria, pueden ser empleadas para baños, vaporización, cocción… Ofrecen 32 variedades de plantas, con propiedades frías o calientes.

    Los datos

    Los pedidos de los productos pasteurizados se puede hacer a los teléfonos 098 8490 339 ó 099 7238 904.

    Los visitantes de los balnearios de aguas termales, ubicados en Chachimbiro, están entre sus principales clientes.

    La firma cuenta con un local que está ubicado frente al parque principal de la parroquia de Tumbabiro (Urcuquí).

    A la tuna se le atribuye que tiene algunas propiedades para prevenir enfermedades.

    El próximo plan es ofrecer servicio de alojamiento y alimentación. Es un lugar ideal para el descanso y meditación.

    Hugo Gómez y  Nelya Zvezdina impulsan la microempresa de procesamiento de tuna y un spa, en Imbabura.  Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES
    Hugo Gómez y Nelya Zvezdina impulsan la microempresa de procesamiento de tuna y un spa, en Imbabura. Foto: José Luis Rosales/ LÍDERES
  • Un pionero en cultivar arándano

    Patricia González

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    En el 2015 el ingeniero agrónomo Patricio Ñacato, de 52 años, trajo al Ecuador 30 plantas pequeñas de arándanos de EE.UU. con el fin de trabajar en una nueva alternativa de cultivo poco conocida en el país.

    Esa pequeña plantación fue el germen de la marca Ecuarandano, perteneciente a la empresa Biovegetal. El primer ensayo fue en el Valle de los Chillos, pero las condiciones climáticas no eran favorables. De ahí se trasladaron a la parroquia de Guayllabamba, al norte de Quito, donde hoy se cuentan tres hectáreas cultivadas. Para lograrlo se requirió de una inversión de USD 100 000.

    El arándano es un fruto con un toque cítrico que crece en arbustos Ñacato produce una variedad liberada en el mercado, denominada biloxi, que se presta a las condiciones climáticas de la línea ecuatorial y que puede sembrarse a una altura de hasta 2 800 metros sobre el nivel del mar.

    “Requiere de altas temperaturas en el día, hasta los 38 o 40 grados centígrados, y que en la noche no bajen de los 6 grados”, comenta mientras camina entre hileras de plantas sembradas en fundas negras, en un invernadero.

    Estas plantas las cultiva con fines de propagación para la venta. Mientras que, a la intemperie, donde las temperaturas son un poco más bajas durante el día, se hallan los cultivos destinados a la comercialización del arándano.

    La primera fase consiste en la preparación del suelo, para que alcance la soltura requerida. El sistema de siembra utilizado por Ecuarandano es el semi-hidropónico, que no es directo sino en fundas negras, lo que permite sembrar una mayor cantidad de plantas por hectárea, alcanzando mayores rendimientos de producción y un mejor control por planta.

    Una vez que se siembra, inicia la fase de formación de la planta, que dura alrededor de 12 semanas, en la que es clave la colocación de nutrientes. En la etapa siguiente, el desarrollo, se busca la formación de follaje, evitando la floración, porque aún es prematuro. El proceso dura cuatro semanas.

    En la semana 16 comienza la fase productiva, con la floración y el cuaje de frutas. La cosecha se recoge transcurridos entre seis y siete meses, cuando el fruto adquiere un tono azulado, casi negro. Dura cuatro meses.

    Estas mismas plantas son podadas para iniciar un nuevo ciclo de cosecha. Las condiciones climáticas del Ecuador permiten recoger cosecha en cualquier época del año. La influencia de la luminosidad influye además en el tamaño y en los grados brix (dulzura) del fruto, explica el propietario de Biovegetal.

    Desde octubre del 2016, los productos de la firma se comercializan en los locales de los supermercados Supermaxi y Megamaxi, de la Corporación Favorita, en tarrinas de 125 gramos.

    Cada semana, Ñacato les entrega entre 800 y 1000 kilogramos del producto, siendo el 70% de producción propia y el 30% correspondiente a otros tres proveedores.

    “La demanda de este producto está en ascenso. En promedio mensual se comercializan 3 400 tarrinas de 125 gramos”, comenta un ejecutivo de Corporación Favorita, quien destaca que el producto de Ecuarandano es innovador en el mercado nacional.

    Resalta también características propias del producto como su calidad, sabor y usos culinarios. La pequeña empresa, que el año pasado alcanzó a facturar USD 200 000, recibió de Corporación Favorita un premio como mejor proveedor, dentro de la categoría mejor emprendimiento.

    Para proveer adecuadamente, Biovegetal ha formado un centro de acopio, que se alimenta de otros proveedores de arándanos de distintas localidades de la sierra. Uno de ellos es Eckoberries, firma que le provee entre 50 y 60 kilos a la semana. Esta compañía comenzó a cultivar el fruto con las plantas que compró a Ecuarandano, explica su dueño Luis López.

    Para la materia prima de los cultivos e insumos que se requiere para la comercialización del arándano, la empresa de Patricio Ñacato trabaja con 10 proveedores. Entre estos está Agrobussines que le provee de un sustrato importado para el enraizamiento del arándano. Álvaro Morales, representante comercial en Pichincha de la firma, explica que este sustrato le brinda fortaleza a la planta.

    Ñacato no tiene planes de exportación. Su meta es consolidar su producto en el mercado local y expandir su negocio con la producción y comercialización de otros frutos saludables, a través de Biovegetal.

    Patricio Ñacato
    Propietario

    Ecuador tiene una gran ventaja porque permite producir el fruto las 52 semanas al año. No es estacional, como en Chile o EE.UU. Además, la luminosidad que brinda la línea ecuatorial, influye en el diámetro del fruto, en la durabilidad y en los grados brix (dulzura). Mi producto tiene unos 14 grados brix y un arándano estándar está en 13 grados. No tengo planes de exportar, quiero consolidarme en el mercado local.

    Las cifras

    100 mil dólares fue la inversión de Biovegetal para el cultivo de arándano.

    3 hectáreas es la extensión del cultivo en Guayllabamba.

    3 toneladas de arándanos fue la producción de la empresa en el 2017.

    3,99 dólares es el precio del producto en tarrinas de 125 gramos.

    10 empresas proveen a Ecuarandano.

    200 mil dólares fue la facturación de la firma en el 2017.

    Las plantas de Ecuarandano se siembran en fundas negras para lograr mejor control y mayor rendimiento de la producción por hectárea. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Las plantas de Ecuarandano se siembran en fundas negras para lograr mejor control y mayor rendimiento de la producción por hectárea. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La fruta picada fue el inicio de este negocio

    Redacción Quito  (I) 
    redaccion @revistalideres.ec

    Es arquitecta, con estudios en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, y hasta el 2013 estuvo dedicada a un emprendimiento de fabricación de muebles modulares.

    Sin embargo, la crisis en el sector inmobiliario y ser, para entonces, madre soltera de dos niños, llevaron a Jenny Díaz Carrillo a replantearse por completo su vida profesional.

    Esta mujer, de 38 años, es amante de las frutas y de comer sano, lo que le permitió detectar que en ciertos lugares, como cafeterías y panaderías, no ofrecían frutas como complemento del desayuno.

    “Lo vi como algo muy coyuntural”, cuenta. Fue así que se planteó su idea de negocio: vender frutas picadas, lista para consumir, envasadas higiénicamente.

    Panificadora Ambato fue la primera empresa que le dio la oportunidad a Mi Fruta, nombre del emprendimiento, en septiembre del 2013. “Como no existía proveedores de frutas picadas, nos pareció un servicio y un producto diferenciado. Teníamos desayunos, pero no ofrecíamos ese complemento, porque se nos complicaba logísticamente”, comenta Santiago Cobo, gerente comercial.

    Resaltó que el servicio de Mi Fruta es “excelente”. Actualmente, la panificadora no solo ofrecen las frutas picadas, también los otros productos que ha ido lanzando Mi Fruta con el tiempo.

    El portafolio incluye frutas picadas, con o sin yogur, parfait (una combinación de yogur natural, frutas y granola), un snack de frutas pequeñas enteras, gelatina natural de frutas, higos con queso y una ensalada de verduras.

    El comienzo fue duro. Jenny se levantaba a las 04:00 y ella sola picaba las frutas en la cocina de su casa. Luego, desde las 10:00, salía en su carro a repartir el producto para la venta del día siguiente a las 36 sucursales de Panificadora Ambato, en Quito. Entre las 18:00 y las 19:00 retornaba a su casa.

    Con el tiempo, además de lo agotador que resultaba todo el proceso, la demanda fue aumentando y su cocina resultó pequeña para la producción que requería.

    Con la ayuda de sus hermanos, adecuó un galpón (propiedad de su padre), en el sector El Bosque, que se convirtió en la pequeña planta de producción de Mi Fruta, emprendimiento en el que hoy laboran otras seis personas. La adecuación de la planta requirió una inversión de USD 15 000.

    En un principio, se proveía de los mercados de la ciudad. Pero, hoy día, cuenta con proveedores directos que le hacen entrega de las frutas dos veces por semana.
    Uno de ellos es Omar Tipán, que desde hace año y medio le provee de frutas como papaya, sandía, uva, claudia, mora y piña. Tipán adquiere los productos en el Mercado Mayorista o algunos provienen de las ciudades de Ambato y Latacunga.

    De una facturación inicial de USD 500, actualmente Mi Fruta está facturando al mes cerca de
    20 000. Y ahora cuenta con 14 clientes, entre mini markets, escuelas, universidades y panaderías. Además está en negociación con cadenas de comida y cafeterías.

    Mi Fruta trabaja en el desarrollo de dos nuevos productos: una salsa de frutos rojos y frutas picadas con yogur, congelados, para la preparación de smoothies.

    Jenny Díaz es la  fundadora de Mi Fruta, el emprendimiento que empezó ofreciendo fruta picada. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Jenny Díaz es la fundadora de Mi Fruta, el emprendimiento que empezó ofreciendo fruta picada. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • La fruta deshidratada gana espacio

    Valeria Heredia

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    Su valor nutritivo y su sabor son dos características que sobresalen de las frutas deshidratadas y secas. Pese a que han ganado comensales aún la producción se reduce a productores pequeños y medianos a escala nacional.

    En la actualidad se registran unas 15 empresas que se dedican a la producción de frutas deshidratadas y casi todas exportan el producto, según información proporcionada en Agronegocios, portal que agrupa a 4 000 productores en el país. Estas empresas también abastecen el mercado nacional en autoservicios, supermercados y tiendas.

    Una de ellas es Isabel Vivas, una empresaria que levantó su empresa de deshidratados hace ocho años. La naciente empresa tomó el nombre de Milano y se ubicó en Los Chillos, al oriente de Quito.

    La idea surgió de sus hermanas que migraron a Italia. Ellas pusieron sobre la mesa la iniciativa de la producción de frutas de este tipo. A Vivas le agradó porque es una asidua consumidora de deshidratados y conoce el valor nutricional de esta clase de frutas.

    Al principio, ella comenzó a combinar los frutos secos con los deshidratados. Así nació el producto Frumix, que es la mezcla de nueces, piña deshidratada caramelada, almendras y maní. Únicamente el último producto es nacional; el resto es importado.

    Con la llegada de las salvaguardias, la situación se complicó, porque los productos empezaron a llegar con precios elevados. Esto le obligó a elaborar la fruta deshidratada de manera artesanal. Para ello adquirió la maquinaria, investigó en centros de educación superior e hizo su primera deshidratación.

    La primera fruta que deshidrató fue la piña. Luego le siguieron la manzana, la mora y la pitahaya. El valor agregado que ofrece esta emprendedora es mantener el color y el tamaño de las frutas para que el comensal pruebe el producto con agrado.

    Actualmente, en Milano se producen 600 fundas de fruta al día, por lo que deshidratan 200 kilos diarios de materia prima. Al momento trabaja para cinco clientes, que buscan deshidratar las frutas y mantener el sabor. “Trabajo con una empresaria que hace pasteles y quiere añadir la fruta deshidratada en sus postres y otros”.

    Una de las desventajas, reconoce la propietaria de Milano, es que los clientes potenciales aún no conocen la importancia de comer deshidratados en su dieta diaria. “Es un producto nutritivo y se busca que desplacen a los ‘snacks’ en las loncheras de los niños en las escuelas”.
    Vivas también espera exportar estos y otros productos que forman parte de su portafolio y que está a punto de lanzar al mercado quiteño y nacional.

    En el Banco Central del Ecuador (BCE) hay datos de exportaciones de frutas secas y frescas como las nueces, almendras, albaricoques, ciruelas, manzanas y demás productos.

    El monto de exportaciones llegó a los USD 1,1 millones y las 110 000 toneladas, en el período enero-julio de este año. Sin embargo, las cifras del 2015 fueron más alentadoras, ya que se consiguieron USD 1,3 millones y el volumen fue de 117 000 toneladas de frutas de este tipo.

    En el caso de las importaciones, en el período enero-julio de este año se importó un aproximado USD 618 000 y el volumen fue de 356 000 toneladas. El mismo período del 2015 fue de USD 988 000 y un volumen de 561 000 toneladas en el lapso mencionado.

    Santiago Banda es el director de Agronegocios y uno de los convencidos de las ventajas de las frutas deshidratadas. Él destaca que los precios son accesibles, tomando en cuenta lo nutritivo que son los deshidratados. Hoy en día, los precios oscilan entre los USD 9 y 18 el kilo. Depende de la fruta.

    El banano es una de las frutas favoritas a nivel local. El kilo llega a los USD 6, asegura Banda, quien tiene una empresa de deshidratados en Yaruquí.

    Mientras que la piña es el producto estrella a nivel internacional por su sabor y dulzura. Alcanza los USD 14 el kilo de fruta. Esta fruta nacional se logró imponer pese a que otros países tienen precios menores.

    Banda resalta que la fruta ecuatoriana es dulce por el clima y los empresarios, relacionados con el negocio, notaron el potencial de la deshidratación para exportar hacia Canadá, EE.UU., Alemania, Suiza, Inglaterra y Rusia.

    Según Pro Ecuador, por ejemplo, las exportaciones a Estados Unidos han presentado un destacado crecimiento para Ecuador, pasando en el 2013 de USD 42 000, a un poco más de USD 4 millones en enero de este año.

    La empresa de frutas deshidratadas Milano tiene una producción de 600 fundas al día de productos como la piña, la mora, la manzana. Tienen un producto estrella llamado Frumix. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    La empresa de frutas deshidratadas Milano tiene una producción de 600 fundas al día de productos como la piña, la mora, la manzana. Tienen un producto estrella llamado Frumix. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • Exportadores de fruta en Chile rechazan sobretasa arancelaria de Ecuador

    Agencia EFE

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    Santiago de Chile

    Los exportadores chilenos de fruta, agrupados en la Federación Gremial Nacional de Productores de Frutas (Fedefruta), rechazaron hoy, 10 de marzo, la sobretasa de un 45% que propuso aplicar el Gobierno de Ecuador sobre las importaciones de fruta de este país.

    La entidad gremial llamó a las autoridades chilenas a tener una reacción comercial «recíproca» con Ecuador.

    El presidente del gremio frutícola, Juan Carolus Brown, señaló que este arancel del 45% perjudica a los productores nacionales, ya que nueve de cada diez manzanas que se consumen en Ecuador son justamente de Chile.

    «Creemos que el Gobierno chileno debe tener alguna reacción al respecto de este incidente, ya que no es la primera vez que Ecuador restringe de forma unilateral el comercio exterior», agregó.

    Brown expresó que «no entiende» la medida y reveló su preocupación porque «acaba de empezar la temporada de manzanas y peras en Chile y esto sin duda provocará perjuicios a los productores que, debido a la sobre oferta y menores precios de esta fruta en Europa, ha cifrado sus esperanzas en otros mercados», precisó.

    Además, precisó que de no cumplirse por parte de Ecuador el Acuerdo de Complementación Económica (ACE), que deja libre de arancel a las frutas, Chile debería reaccionar con reciprocidad.

    «Una medida equivalente de nuestro país sería gravar la importación de plátanos o flores desde Ecuador», añadió Brown.

    El 90% de las manzanas que comen los ecuatorianos, son producidas en Chile, detalla Fedefruta en un comunicado difundido este martes.

    Asimismo, el comercio de importaciones de frutas entre Chile y Ecuador alcanza los 70 a 80 millones de dólares.

    Ecuador es el principal destino de la fruta fresca chilena en toda América Latina, después de Colombia y Brasil. En la temporada 2013-2104, las exportaciones de estos perecibles al país tropical sumaron 83 mil toneladas, equivalentes al 16 % de todo lo enviado a la región.

    Manzanas
    Los sectores más comprometidos por la fijación unilateral de salvaguardas arancelarias serían las frutas frescas. Foto: Archivo Líderes
  • Guayas aporta con más turistas a las Fiesta de la Fruta y de las Flores

    Redacción Líderes

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    El mayor flujo turístico que acude a la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), proviene de la región Costa, siendo el 43%, de la provincia del Guayas. Este es un dato que se destaca de la publicación Analitika 8, una revista semestral del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Los datos corresponden a un trabajo realizado por Juan Pablo Martínez-Mesías y Rosario Vásconez-Gavilanes, de la Facultad de Contabilidad y Auditoría de la Universidad Técnica de Ambato, denominado Impacto económico de la FFF de Ambato, con datos recopilados entre el 17 y 21 de febrero del 2012, con base en una muestra de 438 personas.

    Después de Guayas, la provincia que más turistas aporta es Pichincha, con el 28% de visitantes. La permanencia promedio de todas las personas que llegaron a la fiesta en el período de investigación fue de tres días; el 65% acudió en familia, el 27% se trasladó con amigos y el 16% restante fue solo.

    Los turistas que acuden en familia prefieren actividades como desfiles y ferias, eventos culturales, Feria Taurina y conciertos; mientras que los que van con amigos optan por los bares, discotecas, Feria Taurina y conciertos.

    Del total del gasto, los turistas destinaron el 39% a actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas; el 32%, al servicio de alojamiento y comidas; el 19%, al comercio el por mayor y menor; y el 10% al transporte; el total de gastos indirectos, aplicando el factor de expansión se ubicó en USD 2,1 millones.

    El informe determina que la repercusión de la FFF en la economía fue de USD 6,7 millones, en la edición del 2012.

    Fiesta de la Fruta y de las Flores en Ambato. Foto: EL COMERCIO
    Fiesta de la Fruta y de las Flores en Ambato. Foto: EL COMERCIO