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  • Diego Álvarez: ‘Los datos, fuente de nuevos negocios’

    Carolina Enriquez

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    Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de
    Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal de los consumidores. Un proyecto de Ley para cuidar de los usuarios se analiza en la Asamblea.

    ¿Qué es la protección de datos?
    La protección de datos es una tendencia que se ha establecido en el mundo hace ya varias generaciones. Surge de la necesidad de que se maneje de forma correcta la información personal de los ciudadanos, que se encuentra en manos de otros. Para entender este concepto hay que poner el tema en contexto histórico.

    ¿A qué se refiere?
    En Europa es altamente relevante la protección de datos. Cuando se dio la segunda guerra mundial, gran parte de los problemas derivados del holocausto se dieron, precisamente, porque el Gobierno tenía el control de bases de datos: nombres, apellidos, religión, domicilio, profesión, etc. Esa información, en manos equivocadas, generó una persecución. A raíz de eso, en dicho continente la gente se dio cuenta que tener información personal puede generar riesgos si es mal utilizada. Por eso inició una suerte de regulación en ese continente.

    ¿Cuál es la idea básica en torno a la protección de datos?
    Que las personas no solo son dueñas de sus bienes, sino de su información personal. En Ecuador, desde el 2008, la nueva Constitución estableció en el artículo 66, numeral 19, el derecho a la protección de datos personales. Un punto importante es el del consentimiento. Como titulares de nuestros datos, los ciudadanos debemos generar el consentimiento para la recolección, utilización, transferencia, procesamiento y demás de nuestra información.

    ¿Se está aplicando?
    Lastimosamente, no ha existido un desarrollo legal de este derecho. No hay leyes vinculadas al tema. Pero ya se comenzó a trabajar en ello.

    ¿Desde cuándo?
    El antecedente está en el 2018, cuando la Unión Europea (UE) generó un reglamento de protección de datos, de aplicabilidad directa en todo su territorio. Se establecieron normas para manejar la información que usan gigantes tecnológicos. El reglamento europeo les pone un pare: multas que van hasta el 4% de su facturación mundial por el mal uso de la información personal. Esto catapultó la tendencia a que los países cuenten con normas similares. Ecuador no se quedó atrás.

    ¿Qué ha hecho el país?
    A finales del 2018 comenzó a trabajar en un proyecto de Ley de protección de datos. Está liderado por la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos (Dinardap), como una iniciativa del Ejecutivo. Se apoya con expertos de la sociedad civil. A finales del año pasado ya se presentó a la Asamblea y está en manos de la Comisión de Asuntos Internacionales.

    ¿Cómo ayuda esto a las personas y cómo impacta en las empresas?
    Primero hay que hablar de cómo funciona el uso de la información. Los datos personales son la nueva materia prima de los negocios digitales. Por ejemplo, a raíz de la pandemia un emprendedor crea una ‘app’ de ‘delivery’ para el barrio. Para montar la estructura tecnológica, esa persona puede acceder a los servicios que da Google. Esa empresa, en sus registros, puede tener la base de datos de todos los usuarios de Android: a dónde nos movilizamos, a qué hora salimos, las rutas, dónde trabajamos, nuestro correo electrónico, etc.

    ¿Qué ganan las grandes empresas con la información personal?
    Nosotros no pagamos nada por estar en redes o acceder a los servicios de las grandes empresas. Pagamos con la información que les proveemos: likes, fotos, interacciones con páginas, etc. Esa data es procesada por estas compañías y vendida en función de otros servicios. No es malo, no hay que satanizarlo. Pero los usuarios y titulares de los datos personales debemos saber qué se está haciendo con esa información y aceptar o no el uso que se le vaya a dar.

    ¿Cómo se maneja la información personal en Ecuador? Incluso, se conoce públicamente que se venden bases de datos en la calle o a través de Internet.
    Como país estamos en deuda en cuanto a una ley. No solo porque a escala comercial internacional estamos en desventaja por no haber regulaciones, sino que en lo cultural no le damos importancia. Entregamos información en cualquier parte.

    ¿Qué tan legal es que diferentes empresas en el país tengan datos personales y llamen para vender productos o servicios?
    Existe una resolución de la Agencia de Regulación de las Telecomunicaciones (Arcotel) de este año, que obliga a que las firmas que emiten llamadas comerciales se registren en la entidad. La idea es que el usuario pueda saber qué tipo de compañía es la que le está contactando: turismo, restaurantes, cobranza, etc. Es un paso intermedio, hasta que se cuente con una ley.

    ¿Cómo esas empresas tienen la información del ciudadano?
    Actualmente, no se está atacando el problema verdadero, es decir cómo adquirieron la información y qué hacer ante eso. La nueva Ley nos va a poder otorgar, por ejemplo, el derecho a accesos: mediante una carta puedo pedir a una empresa que me diga qué data tiene de mi persona. También tengo el derecho de cancelar, solicitar que una compañía, con la que no tengo ningún contrato, no tenga mi información. Asimismo, la futura ley puede generar el derecho de oponerme a cómo determinada compañía está usando mi información. Por ejemplo, puede usarse para facturarme, pero no para venderme cosas.

    A partir de la pandemia, la digitalización ha crecido y cada vez más negocios tienen información de las personas. ¿Qué hacer para proteger al usuario?
    Primero, el ciudadano debe tener conciencia de a quién se entrega la información. Por ahora, no hay Ley. ¿Cuál es el llamado para las empresas que están usando los datos? Deben ser transparentes con los usuarios, indicarles en qué usan la información a los clientes y, sobre todo, no hacer mal uso de la misma. Los datos personales son una fuente importantísima de nuevos negocios.

    ¿Por qué?
    Debemos pensar que los negocios tecnológicos también van a ser una de las herramientas principales para enfrentar la crisis y salir adelante. Permiten que nos conectemos y accedamos a servicios que no lo hacíamos. La tecnología nos permite adaptarnos a las nuevas condiciones de vida. Los negocios digitales van de la mano con el uso de datos personales.

    ¿Qué incluye el proyecto de ley?
    Desarrolla el derecho a la protección de datos. Se recoge datos para fines específicos, se recoge datos limitados, etc. Asimismo, consta el derecho al olvido digital: pedir que los motores de búsqueda elimine información que ya no sea adecuada o actualizada.

    HOJA DE VIDA

    Formación.  Abogado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Máster en Derecho de las telecomunicaciones, protección de datos, audiovisual y sociedad de la información de la Universidad Carlos III de Madrid (España).
    Experiencia.  Miembro fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de Datos; Country Manager (Ecuador, Costa Rica, Guatemala y El Salvador) en Biz Latin Hub; Asociado en Corral Rosales; Paralegal en Ecija Law & Technology (Madrid), etc. Ha colaborado con su experiencia en el proceso de elaboración del proyecto de Ley de protección de datos.

    Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de  Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal. Foto: LÍDERES
    Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de
    Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal. Foto: LÍDERES
  • Termal: la producción de hidromasajes es la fuente de relajación de sus clientes

    Holger Ramos B. / Redacción Guayaquil

    La experiencia de Miguel Alvarado en la producción de hidromasajes, bañeras y piscinas comenzó en la década de los ochenta. El empresario trabajaba como técnico de operaciones de vuelo en la aerolínea SAN y en uno de sus viajes a EE.UU. observó en un almacén cómo funcionaban los generadores a vapor. En ese momento tuvo la idea de crear un prototipo en miniatura que podría ser usado como motor, para los cuartos de vapor o baño turco.

    Fue así que fundó la empresa Termal, en Guayaquil, en 1983. La idea era fabricar los generadores y producir cabinas de vapor y sauna. Sin embargo, su trabajo en aerolíneas le impedía dedicar tiempo a su emprendimiento. En 1990 decidió dejar a un lado su experiencia en la aviación comercial y dedicarse totalmente a su firma.

    Esta decisión lo llevó a tomar un curso para producir moldes para, a su vez, fabricar tinas de baño, hidromasajes y piscinas. Esta instrucción la hizo en 1992, en la compañía Plasti Vac (PVI), con sede en Carolina del Norte en los EE.UU.

    Ese fue el inicio de una carrera de casi tres décadas en el sector. Hoy, Termal tiene una línea de producción de tinas de hidromasaje y bañeras, hechas en acrílico norteamericano y producción de piscinas con resinas vinílicas y fibra de vidrio. Todo bajo norma de construcción e instalación estadounidense. También produce cabinas de vapor y sauna. Las cascadas, fuentes y piletas las hace bajo pedido.

    Alvarado calcula que tiene cerca de 120 clientes al año. “Muchos tienen más de 20 años con nosotros. Ahora, cuando se cambian a sitios como la vía a Samborondón o la Costa, nos llaman para que traslademos sus tinas de hidromasajes”.

    Las oficinas de Termal están en la urbanización Urdesa, en el norte de Guayaquil. Cerca del sitio, en la urbanización Urbanor, está la planta de unos 700 m², que adquirió por cerca de USD 4 000 en 1992. “Lo hice con los ahorros que tenía por mi trabajo en la aviación”. El ‘show room’ está ubicado en el centro comercial Dicentro, en el norte de la ciudad. Allí se muestran algunos de los más de 100 modelos de hidromasajes y tinas que ofrece.

    “Tenemos más de 15 años trabajando con Termal y sus productos tienen prestigio en Cuenca”, dice Dolores Gómez, administradora de Sertecbaz, que distribuye los productos de Termal, en Cuenca.

    La opinión la comparte Germán Erazo propietario de Hidromax, de Guayaquil. Afirma que Termal ha tenido un crecimiento tecnológico que hace que sus productos sean únicos. Distribuyen sus hidromasajes desde hace 20 años.

    Entre los reconocimientos obtenidos por Termal están: el Gran Premio América a la Calidad y Servicio en 1997 y 1998 otorgado por el Instituto Nacional de Mercadotecnia (Iname) de México. O el premio The Bizz 2012, a la excelencia empresarial otorgado por la World Confederation of Businesses (Worldcob).

    La producción

    Hidromasajes. En la planta de Termal se producen los moldes, luego a las planchas de acrílico se las termoforma al vacío y se las refuerza con fibra de vidrio. La firma también realiza la instalación del producto.
    Las cascadas. Son elaboradas en cerámica, madera y otros materiales. Se realizan bajo pedido para viviendas y también como elementos decorativos en urbanizaciones.

    EL INSIGNIA

    ‘Hay respeto y compañerismo’

    Ricardo Chávez / jefe de planta

    Ingresé a esta compañía hace 10 años. En esa época, me desempeñaba como obrero en la producción de las tinas de baño, hidromasajes y otros trabajos. Gané experiencia en el manejo de la fibra de vidrio y el acrílico importado de los EE.UU. Poco a poco fui ascendiendo.

    Hoy, soy el jefe de planta y tengo más funciones. Entre estas, la supervisión del personal de la fábrica, verificar la calidad del producto final y también de realizar el contacto con los proveedores. De esta forma se garantiza que los insumos usados sean de la mejor calidad y por consiguiente, se haga un buen producto.

    También es importante supervisar las normas de calidad para la fabricación de las tinas, hidromasajes y piscinas.

    Con respecto a este trabajo, siento que he crecido profesionalmente y he tenido buenas experiencias. Aquí todos crecemos en la empresa y hay una verdadera relación de amistad. Es importante el respeto mutuo y el compañerismo. Hay comunicación entre nosotros.

  • El mueble para niños es la fuente de sus ingresos

    Redacción Cuenca

    Tiene 27 años y cursa octavo ciclo de Diseño de Objetos en la Universidad del Azuay (UDA), pero Juan Pablo Ordóñez aún conserva alma de niño. Por esa razón, hace un año, abrió su negocio Dera en que él oferta baúles, juguetes didácticos, sillas para bebés, repisas y mobiliario infantil.

    Si un cliente solicita una cama en forma de avión, helicóptero o automóvil este estudiante busca cómo hacerla. Igual ocurre con mesas que se asemejan a cohetes, estantes con estrellas. Por eso vende cerca de USD 400 al mes.

    Este cuencano invirtió cerca de USD 6 000 en un taladro de pedestal, una pulidora y más implementos para trabajar la madera. La materia prima la recicla de las construcciones donde sobra eucalipto y bambú que recoge para trabajar piezas decorativas. Cuando se trata de objetos de mayor tamaño adquiere tableros MDF y materiales similares para la elaboración de baúles, repisas y muebles.

    Ordóñez es un apasionado del diseño de muebles. Sin embargo, ingresar en el mercado de la producción de salas, comedores y alcobas le pareció arriesgado por lo competitivo. Este presentimiento tiene sentido al ver que el 60% de la producción maderera del país se concentra en la provincia del Azuay, con 482 industrias que se dedican a este negocio, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Por esa razón, este emprendedor incursionó en un segmento menos competitivo como el de los muebles y juguetes para niños.

    Para la subdecana de la Facultad de Diseño de la UDA, Genoveva Malo, el trabajo de su exalumno destaca porque se ha fortalecido e innovado en un segmento con potencial, ya que sus productos son didácticos y estimulan la creatividad. Además, Ordóñez refleja su pasión y compromiso en el aula y en su emprendimiento.

    Carolina Morocho conoció, por una amiga, los productos Dera. Destaca que los diseños son diferentes a los que se encuentra en el mercado. Además, soportan el uso que le dan los niños.

    Este cuencano apuesta por la diversificación: también produce tablas para picar alimentos. El objetivo, dice este emprendedor, es ampliar el perfil del consumidor y dar a conocer el nombre Dera a escala nacional.

    Oferta y mercado

    En la web. Su estrategia para ofrecer su propuesta es a través de Facebook, donde sube fotos y contesta inquietudes a sus clientes.

    Sus planes. Ahora, su perspectiva es atender mercados como el de Guayaquil y Quito.