Etiqueta: gaseosa

  • La gaseosa de jengibre es su propuesta

    Redacción Quito

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    Su sabor burbujeante y sus propiedades nutritivas hacen diferente a esta bebida gaseosa, que se denomina Quion. La empresa nació de la mano de Paúl Guzmán, un emprendedor que levantó su negocio a mediados de año.

    La idea fue elaborar una bebida gaseosa natural de jengibre, que no solo refresque sino que ayude a mejorar la salud de sus compradores porque esta planta es conocida por aliviar el malestar de la garganta y los resfriados.

    Otro de los beneficios de tomar Quion es que ayuda a la circulación de la sangre y el malestar estomacal porque está elaborado a base de jengibre, que es rico en aceites esenciales, vitaminas, antioxidantes. En definitiva, un producto completo para los clientes.

    Guzmán relata que fue un proceso largo para conseguir que esta bebida esté lista para su consumo. Él decidió apostarle a esta bebida luego de que se dio del ‘boom’ del consumo de bebidas no azucaradas. “Queríamos que tenga un doble beneficio para la salud y que sea delicioso para las personas”.

    Antes de dar el paso y emprender su negocio, Guzmán trabajó en varias empresas de bebidas de frutas. En estas ganó experiencia y fueron escuela para pensar en un producto propio. Hoy en día, considera que logró levantar la pequeña empresa con un producto innovador y que tiene buenas proyecciones de convertirse en una marca nacional y sobre todo desarrollada dentro del país.

    La inversión inicial sumó USD 7 500, que fueron destinados para la compra de insumos para elaborar la burbujeante bebida.

    Los costos no son excesivos tomando en cuenta que se trata de una bebida saludable. Una botella de 300 mililitros se comercializa en el mercado en USD 1,85.

    El volumen de producción de Quion es de 2 600 botellas mensuales con ventas por USD 2 200 aproximadamente en sus primeros dos meses. “Esperamos que el próximo año aumenten”.
    La marca ya está presente en diferentes locales comerciales de la ciudad, en el sur, centro y norte.

    Catalina Lizarzaburu es propietaria de la tienda especializada Kucayu, ubicada en la calle 9 de Octubre, entre Carrión y Roca, en el centro-norte de Quito.

    Ella apostó por este producto hace un mes. Le encantó, porque desde el primer día tuvo una acogida espectacular entre los clientes que visitan su negocio. Kucayu pide 24 botellas semanales. “Me gusta el producto porque ayudamos a los emprendedores y respetamos la economía solidaria. Es importante apoyar a los productores locales y pagarles un precio justo”, dice Lizarzaburu.

    Ella cree que es importante saber de dónde viene el producto antes de comprarlo para poder valorarlo.

    Otro tendero que adquirió Quion es Juan Castillo, quien tiene un negocio en el sector de Orquídeas, en el sur de la capital. El hombre hizo un pedido inicial de seis botellas. Todas se vendieron.

    “Fue espectacular porque la demanda creció, es un producto 100% natural”. Ahora solicita cuatro cajas del producto a la semana y al mes, y se vende todo.

    Castillo también destaca el sabor de la bebida. En su caso, prefiere los productos ecuatorianos, porque ayuda a los emprendedores, que le apuestan a levantar sus negocios. “Rechacé a las grandes marcas de productos alimenticios y privilegio a los productos nacionales de calidad”, señala el comerciante.

    Guzmán está contento, pero sabe que los retos son permanentes. Este emprendedor espera que en el 2017 se cumplan nuevas metas como la producción de más bebidas de diferentes sabores, a sí como ampliar la cartera de clientes.

  • Quito es el escenario del ‘spot’ de una gaseosa

    REDACCIÓN QUITO (I)

    Las calles de Quito son el escenario de un nuevo anuncio para televisión de Coca-Cola. El ‘spot’ se rodó durante cuatro días en Quito y contó con la participación de 57 personas, según explica César Quiros, productor de La Verde Pro en Coca-Cola Latin Center Business Unit.

    Las jornadas de trabajo fueron intensas: empezaban a las 04:00 y terminaban cerca de las 19:00, según Quiros.

    El anuncio es parte de una campaña regional de la multinacional y está al aire desde agosto pasado hasta finales de octubre. La transmisión del ‘spot’ se cumple a escala regional. Además, es parte de la segunda fase de la campaña #ComparteCocaCola, en la que la etiqueta de la bebida se personaliza con el nombre del consumidor.

    El principal protagonista del anuncio es Jules, un perro que es una mezcla de pitbull y border collie. Jules es un can ­entrenado que ha participado en anuncios y programas de televisión en EE.UU.; en esta ocasión interpreta a Bobby, un perro que se encuentra en medio de una fiesta de jóvenes.

    Durante la celebración, Bobby observa a las parejas divirtiéndose; de pronto toma con su hocico una botella de Coca- Cola, abandona la fiesta y cruza la ciudad hasta encontrarse, en un parque, con Yiyi, una french poodle. La botella lleva el nombre de la amiga de Bobby.

    Sarah Schwager es la entrenadora de Jules y viajó desde Los Ángeles hasta Quito para acompañarlo en el rodaje. Ella cuenta que el perro fue rescatado de un centro de animales cuando tenía 1 año de vida. “Ahora tiene 6 años y es la estrella de este y de otros anuncios”.

    En el ‘spot’, que dura un minuto, se observa a Bobby atravesar la ciudad en coches de madera, motocicleta, un coche de supermercado y una camioneta. El animal, en su recorrido, siempre muestra la botella con el nombre de Yiyi.

    Javier Trapero, director del comercial, explica que se escogió Quito por la diversidad de locaciones que ofrece la ciudad. Edificios del norte de la ciudad, calles y gradas del centro histórico, avenidas, canchas y parques son parte de los escenarios que dan el marco al anuncio de la multinacional, que tiene su sede en EE.UU.

    Comercial Coca
    57 personas participaron en el comercial de la multinacional.
  • Coca Cola presentó a su nueva gaseosa

    Lucia Vasconez

    Sistema Coca Cola Ecuador presentó al nuevo miembro de su familia de bebidas gaseosas. Este producto está endulzado con estevia y azúcar, es bajo en calorías, y ha sido denominado Coca Cola Life, según lo dio a conocer Louis Balat, gerente general de la firma en el país.

    La nueva bebida, que tiene una etiqueta color verde, llegó al mercado internacional en 2013, actualmente se encuentra en 19 países de América y Europa. Y desde este 7 de mayo es parte del grupo de bebidas que ofrece la compañía en Ecuador.

    Coca Cola Life contiene 36 calorías en una poción de 200 mililitros, explicó Javier Rodríguez, vicepresidente de la unidad de negocios de Latin Center, y señaló que la nueva gaseosa está destinada para un público “joven adulto que le gusta cuidar de su salud”. Pero al mismo tiempo no la recomendó para personas que padecen diabetes, ya que dijo, que al contener una parte de azúcar, las personas con esta enfermedad deberían consultar con un especialista antes de consumirla.

    Coca Cola Life se une al portafolio de la empresa, que en el país cuenta con 29 tipos de bebidas, Balat enfatizó que el 23% de estos productos son bajos, o tienen cero calorías. Además, señaló que la nueva bebida estará disponible en todo el país a partir de este jueves en presentaciones de 200 ml, 500 ml y 1,4 litros. También se refirió a los precios y aseguró que serán iguales a los de la Coca Cola tradicional.

    La estevia es un endulzante natural, que contiene cero calorías, y es producido, principalmente, en Asia y América. Actualmente, la compañía utiliza este, y otros endulcorantes naturales, en varios de sus productos alrededor del mundo, para obtener bebidas de bajo contenido calórico, concluyó Rodríguez.

    La nueva bebida tiene el mismo precio que la Coca Cola tradicional. Foto: Cortesía Twitter
    La nueva bebida tiene el mismo precio que la Coca Cola tradicional. Foto: Cortesía Twitter
    Louis Balat y Javier Rodríguez, ejecutivos de Coca Cola, durante la presentación de la nueva bebida gaseosa. Foto: Líderes
    Louis Balat y Javier Rodríguez, ejecutivos de Coca Cola, durante la presentación de la nueva bebida gaseosa. Foto: Líderes
  • 100 años de la botella de Coca-Cola, un ícono que nació por accidente

    Bernardo Bejarano González. EL TIEMPO de Colombia

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    ¿Qué puede tener en común una botella de Coca-Cola con el Chanel N° 5, el Volkswagen Beetle (escarabajo) o el Levi’s 501?

    Tanto o más que ellos, es un ícono de la cultura popular. Pocos objetos tan baratos han sido más valorados que el envase verdoso que vio la luz hace 100 años en Terre Haute (Indiana), a 800 kilómetros de Atlanta, la capital de Georgia, donde el químico y farmacéutico John Stith Pemberton inventó la bebida más famosa del mundo, en 1886.

    Su forma sensual, que le mereció el apelativo de contour (contorno) –al parecer acuñado en los años 20 por una publicación francesa–, no solo se sigue diseccionando en las facultades de diseño, sino que ha sido fuente de inspiración para artistas de la talla de Andy Warhol y Salvador Dalí.

    De hecho, para celebrar el centenario de su emblemática botella, Coca-Cola organizó una muestra de arte itinerante, que el 3 de mayo del 2015 llega a su quinto y último día en el Aeroparque Juan Pablo II, en Medellín, la única ciudad colombiana contemplada en la gira internacional.

    Pero la contour no solo es objeto de estudio de la academia y eje de exposiciones, sino que permanentemente se recicla en los hornos de la industria cultural. Basta recordar su papel protagónico como conflictiva herramienta divina en la película Los dioses deben estar locos (1980) o la metáfora erótica del músico panameño El General, que una década después le cantaría a una mujer “bien buena” que “parece una botella de Coca-Cola”.

    ¿Quiere cacao?

    No obstante, lo más sorprendente de esta larga historia no es que un objeto cotidiano y utilitario se haya instalado tanto en el salón de la fama del diseño como en el imaginario popular, sino que una creación tan celebrada haya nacido por accidente.

    La chispa se encendió el 26 de abril de 1915, cuando la Asociación de Embotelladores de Coca-Cola decidió gastar USD 500 en el desarrollo de “una botella tan distintiva que pueda reconocerse con solo tocarla en la oscuridad o al verla rota en el suelo”. En esos tiempos, los envases de gaseosa eran casi genéricos, con los lados rectos y de vidrio café o transparente. Esto facilitaba la competencia desleal de productos como Koka-Nola y Ma Coca-Co, cuando no de los inescrupulosos que retiraban las etiquetas del producto original y las pegaban en sus copias.

    La convocatoria antipiratería de los embotelladores fue enviada a ocho fabricantes de vidrio y llegó a las manos del sueco Alexander Samuelson, capataz de la Root Glass Company, con sede en una pequeña población de Indiana, que envió a dos de sus trabajadores a la biblioteca local para que investigaran y le trajeran ideas.

    Entonces, la fórmula secreta de la Coca-Cola, que tantos réditos le ha traído a la compañía de Atlanta, volvió a obrar su magia. Como no conocían los ingredientes, Earl Dean y Clyde Edwards dedujeron que el nombre de la bebida tenía que ver con el cacao (cocoa en inglés).

    Consultaron la edición de 1911 de la Enciclopedia Británica para saber más sobre él, y la ilustración que encontraron los inspiró. Dean bosquejó un envase que imitaba la forma alargada y los pliegues del fruto americano y, bajo la dirección de Samuelson, se elaboraron muestras. El resultado fue la voluptuosa botella que aparece debajo de estas líneas, la cual recibió una patente a nombre del sueco el 16 de noviembre de 1915. La propuesta de la Root Glass Company ganó el concurso de los embotelladores y fue adoptada en 1916, después de afinar un poco la forma, pues las pronunciadas curvas del diseño original ralentizaban la producción.

    Se definió entonces que seis empresas de Estados Unidos fabricarían el nuevo envase y que este sería de color german green (verde alemán), referencia que con el paso del tiempo se transformó en Georgia green. Las primeras contour pesaban más de una libra: 411 gramos de vidrio y 184 mililitros de contenido.

    Desde entonces la hemos visto baja o alta, gorda o estilizada, con tapa metálica o plástica, con etiqueta o con la marca grabada o pintada en el vidrio, transparente o incluso totalmente cubierta con plástico decorado –en Navidad, por ejemplo–. También la hemos visto de plástico y de aluminio, y hasta dibujada sobre las relucientes latas rojas que salen de las máquinas de comestibles. Pero siempre es la contour.

    “Hay tres cosas muy importantes con las que Coca-Cola trabaja a diario. La primera es su fórmula secreta, que casi 130 años después se mantiene –pese a un infortunado intento de renovación en 1985–. La segunda es su logo, que no ha cambiado desde 1886, cuando lo creó Frank M. Robinson, el contador del doctor Pemberton. La otra, la botella, sí ha cambiado, y mucho… Pero lo maravilloso es que siempre representa a Coca-Cola perfectamente. Incluso, solo con ver la silueta sabes inmediatamente lo que es. Así que lo que estamos celebrando hoy es el espíritu de la contour, los primeros 100 años de distinción de un empaque perfecto”, concluye James Sommerville, vicepresidente global de diseño de Coca-Cola.

    ¿Qué curiosidades sobre la marca le gustan más?

    Además del hecho de que el diseño de la botella fue un error, fue la primera gaseosa en ir al espacio, en 1985. Inicialmente en latas, pero años después pusimos un dispensador en el transbordador. Otra curiosidad es que en nuestros archivos hay una barra de chicle de Coca-Cola, porque la compañía le licenció el nombre a un fabricante entre 1907 y 1914. En eBay podríamos conseguir unos USD 8 000 por ella.

    ¿Cuáles son los hitos artísticos de la botella ‘contour’?

    Toda discusión sobre el tema debe comenzar con la obra Coca-Cola (3), de 1962, de Andy Warhol. Él tomó este objeto cotidiano, utilitario, y lo elevó al estatus de arte. También está Robert Rauschenberg con su Plano de Coca-Cola (1958), que cambió la forma en que la gente veía lo cotidiano desde la escultura. Y Salvador Dalí puso una botella de Coca-Cola en un juego de fútbol americano (Poesía de América-Los atletas cósmicos, de 1943)… ¿Qué puede ser más especial que eso?

    ¿Cuál es el legado más importante de la marca?

    Todo el que toca una Coca-Cola se beneficia de ella: compramos vidrio, invertimos en publicidad y creamos empleo en muchos países, por no hablar de la satisfacción cuando la tomas. Pero no se trata solo de un impacto económico, sino también humanitario. Cuando hay un desastre natural, somos los primeros en estar allí. Algo que pocos saben, por ejemplo, es que en los 60 fuimos uno de los mayores proveedores de la vacuna de la polio en Latinoamérica, pues nuestros camiones van a todas partes.

    ¿Qué campaña publicitaria de Coca-Cola le ha gustado más?

    I’d Like to Buy the World a Coke (Quisiera al mundo darle hogar), de 1971, con todos esos jóvenes cantando en una colina. Coca-Cola es una fuerza unificadora, y quizás la única marca que podría hacer algo así. ¿Se imagina lo mismo con una salsa de tomate?

    ¿Y el objeto más preciado de la colección de Coca-Cola?

    La fórmula de la bebida, un secreto industrial que la compañía jamás ha revelado. Es como el algoritmo de Google.

    La fórmula de la bebida, un secreto industrial que la compañía jamás ha revelado. Foto: Archivo/ LÍDERES.
    La fórmula de la bebida, un secreto industrial que la compañía jamás ha revelado. Foto: Archivo/ LÍDERES.
  • La campaña utiliza los 200 nombres más usuales

    Redacción Quito

    Cristina, Juan, Andrea, Pedro… se leen desde el mes pasado en las botellas de Coca-Cola, tanto en su línea clásica, como en las versiones Light y Zero de la gaseosa.

    La campaña, denominada Comparte una Coca-Cola con…, busca que los consumidores puedan regalar la bebida a sus amigos y familiares, así lo comenta Daniela Córdova, gerenta de Marca de Coca-Cola en Ecuador.

    La ejecutiva señala que esta campaña se inició a mediados de julio en el país. En principio, se buscó colocar las botellas con los nombres en los autoservicios, tiendas y minimarkets para generar expectativa entre los compradores. Para ello, Coca-Cola utilizó los 100 nombres más comunes en Ecuador y los colocó en cada una de sus botellas.

    Córdova señala que esta primera fase logró el impacto que buscaban: «que las personas hablen de ello y que lo hagan a través de las redes sociales».

    La segunda fase se inició a mediados de agosto y se extiende durante este mes. En esta etapa se incluye la activación de la campaña en medios tradicionales, redes sociales, centros comerciales, etc.

    El target de esta iniciativa son los adolescentes. Sin embargo, Córdova reconoce que esta propuesta ha tenido acogida en personas de otras edades.

    Mientras que la tercera y última fase de la campaña arrancará en octubre y durará hasta diciembre. Se realizará un nuevo sondeo para recopilar 100 nombres adicionales para las botellas.

    La efectividad de la estrategia promocional se medirá en noviembre, pero Córdova reconoce el éxito de la iniciativa en ventas y en «amor de marca».

    Para esta campaña, que se lanzó por primera vez en Australia en el 2012 y que ya se encuentra presente en más de 50 países, una de las herramientas de medición son las redes sociales.

    La publicación más compartida en este año en el ‘fan-page’ de Coca-Cola Facebook está relacionada con la campaña de personalización de las botellas. De hecho, superó a una de las publicaciones que la marca realizó por el Mundial de Fútbol Brasil 2014, evento en el que se preveía llegar al mayor nivel de interacciones en las plataformas digitales.

    Wendy Carrión, experta en marketing, comenta que uno de los aspectos más importantes de esta campaña es la interacción en redes sociales que logra la empresa con sus públicos. «Coca-Cola es una de las marcas más fuertes que apela a lo emocional y que ha tenido muy buena acogida en el target joven».

    Para Oswaldo Vera, otro especialista en marketing digital, la campaña no solamente ha tenido éxito en un segmento joven y adolescente, sino también en personas mayores de 30 años.

    LOS NOMBRES UTILIZADOS

    10 más populares (hombres). José, Luis, Carlos, Juan, Jorge, Manuel, Ángel, Segundo, Pedro y Miguel.

    10 más populares (mujeres). María, Rosa, Ana, Carmen, Blanca, Marta, Diana, Luz, Mónica y Jéssica.