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  • Edith Villavicencio, las entregas son parte de su vida

    Sebastián Angulo Redacción Quito / LÍDERES

    El pasado 16 de diciembre Edith Villavicencio recibió una noticia importante. La multinacional de envío de paquetes, DHL Express, le notificó que sería su gerenta en Ecuador (country manager).

    La guayaquileña cumplía con el perfil que buscaba la firma para esa posición. Cuando fue designada ocupaba el cargo de gerenta Comercial. Entre el 2008 y 2009, fue directora Comercial de la compañía en Venezuela.

    Para llegar a ser la country manager de una firma con operaciones a escala mundial se debe conocer a la compañía en todas sus áreas, su funcionamiento y su filosofía al pie de la letra.

    Su experiencia de 21 años en la multinacional le daba el bagaje necesario para estar al frente de 232 personas en el país. Además, su paso por la mayoría de departamentos, hacía que conozca a DHL Express Ecuador en todas sus facetas.

    La trayectoria de esta ejecutiva es de esas historias que pueden servir como ejemplo de crecimiento en una compañía y fuente de motivación en los cursos de inducción de la firma.

    Su primer día de trabajo en DHL fue de mucha alegría para Villavicencio. La principal razón era que iba trabajar junto a su amiga, Silvia Tufiño.

    Era 1991 y apenas se había graduado del colegio 28 de Mayo, de Guayaquil. En los planes de la bachiller no estaba permanecer por mucho tiempo en las filas de DHL Express, y mucho menos, llegar a ser su gerenta.

    Su primer cargo fue como de agente de servicio al cliente. Entre sus tareas estaba el atender los reclamos y pedidos vía telefónica de los usuarios. Debido al trabajo, cuando ingresó a la carrera de ingeniería comercial en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, debió escoger el horario nocturno.

    Ana María Avilés era su compañera de trabajo en esa época. Ella también trabajaba y estudiaba a la vez y recuerda que debían esforzarse para compaginar las dos actividades.

    A Villavicencio, comenta Avilés, le gustaba sorprender con su trabajo y siempre hacía algo más de lo que se le exigía. «Era muy trabajadora y perseverante, esa es la clave de su éxito».

    «Levantarse temprano al trabajo y luego ir a estudiar era el ritmo de vida de esa época», rememora Tania Álvarez, otra de sus compañeras en DHL Express en esa época.

    A más de ser una buena profesional, asegura Álvarez, «era una buena compañera y buena amiga, lo que ayudó a que creciera en la compañía». Con poco tiempo disponible, igual encontraban el espacio para divertirse, dice Álvarez.

    Ello lo corrobora Gissela Araujo, quien fue su compañera de universidad. A pesar de las jornadas laborales y los deberes de la universidad, «siempre había tiempo para las fiestas».

    Luego de permanecer cinco años en Servicio al Cliente, Villavicencio fue promovida al área operativa. Ahí aprendió cómo funciona la parte logística del negocio. Gracias a ello fue transferida para el área de Recursos Humanos, en donde brindaba capacitación a los nuevos colaboradores.

    En la medida en que escalaba en la empresa el tiempo comenzaba a ser limitado para sus estudios. En 1998 fue designada como coordinadora de Calidad de DHL a escala nacional, por lo que tuvo que mudarse a Quito y no pudo terminar su tesis de grado.

    En ese cargo implementó el Balanced Socore Card en la compañía y realizó un reporte de calidad que le permitía hacer «benchmark» (comparación de rendimiento) en toda Latinoamérica.

    Gracias a ese proyecto le llamaron de Venezuela para ocupar el cargo de gerenta de Calidad. En ese momento debía resolver un difícil dilema: tenía que dejar su vida en el país y también a su novio, Iván Rivadeneira.

    Decidieron casarse en el 2001 y aventurarse a una nueva vida y a encontrar otras oportunidades en Caracas. Aunque inició en la gerencia de calidad luego fue promovida al área de ventas directas, posteriormente al área comercial, y luego a ventas corporativas.

    Finalmente ascendió a la dirección comercial de Venezuela, en donde estuvo hasta el 2009. Debido a los problemas en ese país decidió volver a Ecuador.

    Teresa Ortiz, quien en esa época ocupaba el puesto de country Manager, le propuso ocupar el cargo de gerenta de Ventas País y gerenta de Estación. A inicios del año pasado fue promovida a la gerencia Comercial de Ecuador.

    Ortiz, quien ahora dirige Western Union, que también es operado por DHL, asegura que Villavicencio conoce a profundidad la compañía en Ecuador, y por ello estaba preparada para asumir el reto de country Manager.

    «A más de la experiencia, su lado humano fue decisivo para que llegue a ese cargo», concluye Ortiz.

    Cuando volvió al país concluyó su carrera y obtuvo la licenciatura en Administración de empresas. En los tiempos libres le gusta pasar con su esposo y sus dos hijos: Iván, de 10 años de edad y Edith de 8. Escucha música anglo, pop en inglés, electrónica y clásicos de los 80.

    2012

    RESPONSABILIDAD

    Uno de los proyectos de responsabilidad social empresarial que ha impulsado DHL en Ecuador ha sido la participación en el programa «Un techo para mi país». En ella participó junto a su esposo.

    2011

    LA CAPACITACIÓN

    En la multinacional, Villavicencio obtuvo capacitación constante. Imagen de la graduación del Certificado Internacional como Especialista en Ventas. El curso se desarrolló en Florida, EE.UU. También alcanzó el certificado de Coaching.

    EXPERIENCIA

    La capacitación. Obtuvo el certificado International Manager en junio del año pasado en Ciudad de Panamá.

    En el país. Fue designada como coordinadora de Calidad de Ecuador, en 1998 hasta el 2001.

    En Venezuela. Fue nombrada directora Comercial en julio del 2008 hasta septiembre del 2009.

  • El cambio de gerente se maneja con pinzas

    Redacción Guayaquil

    La llegada de un nuevo gerente a una organización tiene efectos positivos y negativos. Por un lado, el nuevo ejecutivo va a aportar con una visión fresca del negocio; y por otro, el flamante jefe necesita adaptarse al puesto.

    Pero no solo él tiene que adaptarse a sus nuevas responsabilidades: el resto del equipo también afronta un proceso de adaptación. Es que los cambios de gerente de una empresa se dan por muchos factores. Cuando un gerente se va de la organización o deja el cargo en buenos términos es necesario que el sucesor se nutra de la persona a la que reemplazará.

    Ambos deben reunirse y compartir las fortalezas y las debilidades de la organización, recomiendan los especialistas. Esto es un aspecto casi obligatorio.

    En cambio, cuando el relevo se da con circunstancias distintas el nuevo jefe conocerá la firma paulatinamente.

    Una de las situaciones que inquietan a los colaboradores, al existir un relevo en el liderazgo de la empresa, es la incertidumbre en las tareas.

    «Se debe dar estabilidad al equipo durante el proceso de transición, esto genera un ambiente menos tenso. Cuando existen cambios todos están a la expectativa de qué va a pasar y eso genera inestabilidad lo que se plasma en la productividad del personal», comenta Ricardo Ortega, especialista en Recursos Humanos y director de la consultora Enterprises Consulting.

    Un estudio elaborado en el 2009 por el IESE Business School de la Universidad de Navarra y denominado Sucesión del CEO, cita que la primera fase que atraviesa un nuevo gerente es la posesión. «Esta primera fase suele durar de tres a seis meses y, con frecuencia, establece el tono del mandato del nuevo CEO» señala el estudio. Aquí el nuevo jefe aprenderá sobre los procesos de la compañía y se lo orientará sobre sus responsabilidades.

    El estudio también enfatiza que «el análisis de los procesos de sucesión comienza por el examen de las circunstancias que provocan la salida del actual CEO y que exigen poner en marcha la maquinaria de búsqueda de un relevo».

    Para Ortega, cuando este cambio de timón es asumido por alguien externo se debe seguir un minucioso proceso de selección. Se analizan factores como el estilo de liderazgo organizacional, la hoja de vida y resultados alcanzados en otras organizaciones. Si se elige un «mal elemento» esto puede derivar en afectaciones para la organización, de allí la importancia de esta selección.

    En cambio, cuando el cargo gerencial corresponde a un ascenso, el panorama es diferente; la persona seleccionada ya conoce la cultura de la organización y su proceso de adaptación será más rápido. Sin embargo, hay que tomar en cuenta los factores negativos que podrían o no surgir con esa decisión.

    Por ejemplo, los lazos de amistad o rivalidades entre los que no ascendieron. Cuando se realiza un ascenso, la nueva responsabilidad acarrea otras reglas y se debe dejar en claro eso, agregan los especialistas.

    Existen factores determinantes para la elección interna del nuevo jefe. En ocasiones cuando se ausenta el gerente hay una persona que lo reemplaza y asume momentáneamente el liderazgo de sus compañeros. En estos períodos se pone a prueba su capacidad de dirección y liderazgo. Trabajar en la transición es importante para el sucesor y para los colaboradores para el éxito de la empresa.

    El perfil en Ecuador

    Un estudio. Según un estudio de la firma Deloitte, elaborado en el 2011 hay varios aspectos importantes de los gerentes en el país:

    La edad. La edad promedio de un gerente general en Ecuador está en 47 años y además incluye unos 8 años de experiencia en este cargo.

    El área comercial.De una base de alrededor de 330 empresas a escala nacional, al menos del 60% de los gerentes tiene experiencia comercial.

    Otras áreas. Un 30% de los gerentes tiene experiencia en finanzas, administración o tecnología.

    Preparación. Incluye MBA y el manejo de dos idiomas o más.

  • Lily Villacís tiene la receta de las farmacéuticas

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    Transcurrían los primeros años de la década de los ochenta y para Lily Villacís era muy habitual pasar tiempo en la farmacia Santa Marianita, en Latacunga, de propiedad de su padre.

    Debido a la comercialización de los insumos trabajaba en diferentes tareas rodeada de varios medicamentos. Villacís rememora que uno de los productos más vendidos era la aspirina, fabricada por la firma alemana Bayer.

    Tres décadas después, esta latacungueña está al frente de esta farmacéutica multinacional en el país. Desde mediados del año pasado ella se convirtió en la primera mujer que ocupa la Gerencia de Bayer Ecuador.

    Gracias a su trayectoria, un cazador de talentos fijó en ella su mira en el 2003, para llevarla a la compañía que cumple 47 años de presencia en el país.

    Pero su carrera en el ámbito de los negocios y la administración de empresas se remonta a la época universitaria; sus padres, Marco Villacís Granja y Lily Batallas Armendáriz, influyeron con su ejemplo a la hora de elegir su profesión.

    Su madre trabajó por varias décadas en el Banco Popular, mientras que su padre estuvo al frente de su propia farmacia durante unos 30 años.

    Gracias a esa motivación, Villacís decidió dejar su natal Latacunga para estudiar Ingeniería Comercial en la Universidad Católica de Quito.

    En principio, el cambio de ciudad, dejar los amigos y la familia pesó. Pero su dedicación y deseos de alcanzar sus metas fueron el motor para perseverar.

    Siempre era su sueño llegar a ser gerenta o liderar algún proyecto, cuenta Lía González, amiga desde la infancia, con quien estudió la primaria y secundaria en la Unidad Educativa Sagrado Corazón de Jesús, en Latacunga. Desde temprana edad fue una alumna destacada, recuerda González. Esa dedicación se refleja en que, tanto en la escuela como en el colegio, llegó a ser abanderada.

    Pero no solo sobresalía en el ámbito académico, también era seleccionada en el equipo de básquet desde los primeros años de Educación Básica.

    Su amiga, con un tono de nostalgia en su voz, asegura que «no esperaba menos de Lily. Siempre sobresalió, por ejemplo, era representante en concursos de oratoria y otros certámenes intercolegiales».

    Antes de terminar su carrera se vinculó al Banco Popular, en el que permaneció durante tres años en el área de Auditoría Interna.

    Luego de su experiencia en la entidad bancaria, en 1993, obtuvo su título de contadora público contable (CPA) y se incorporó a Laboratorios LIFE, empresa en la que permaneció durante 11 años. Se inició como analista financiera hasta ascender a Gerenta de Planificación Financiera. Bertha Carpio fue su compañera desde esa época en la compañía. Ella la recuerda como «una jovencita que hacía rápidamente todas sus labores, para poder concluir su tesis».

    En esa época, una de las cosas que más disfrutaba eran los viajes. Junto a Carpio, Villacís emprendió periplos a EE.UU., Europa, Sudamérica, entre otros destinos.

    Carmen Checa fue su jefa en Laboratorios LIFE. Ella la considera como alguien «responsable, creativa e independiente». Por ello, asegura, ahora llegó a gerenciar una multinacional.

    Con su larga experiencia en el sector farmacéutico, Bayer la quería entre sus filas. Tras una llamada de un ‘head hunter’, quien le invitaba a participar en un proceso de selección, decidió probar.

    Luego de varias pruebas y entrevistas se vinculó a la compañía como Gerenta en Finanzas. Posteriormente, en el 2007, también se encargó de la Gerencia de Administración y Finanzas.

    Gracias a su destacada gestión en esas áreas, los directivos de Bayer en Alemania, con presencia en 10 países a escala mundial, la miraron como una potencial candidata para estar al frente de su división en Ecuador.

    Luego de tres meses de deliberación la nombraron como Gerenta de Bayer en Ecuador, para estar al frente de 200 colaboradores. Durante su corta gestión, la empresa fue nombrada dentro de las mejores 10 empresas para trabajar, en el concurso Great Place to Work.

    Karina Maya, gerenta de Comunicaciones de Bayer Healthcare para Latinoamérica, conoce a Villacís desde que ingresó a la compañía.

    Ella comenta que mantenían una relación de trabajo muy cordial y actualmente la amistad prevalece. Entre sus fortalezas, dice Maya, están el orden y la planificación en su trabajo. «Era muy disciplinada y luchadora, esas cualidades la llevaron a cumplir sus aspiraciones».

    Pero mientras no está viajando, o en juntas, desempeñando sus labores de ejecutiva, cumple el papel de mamá y esposa. Está casada con Patricio Coronel con quien tiene una hija: Ana María.

    El básquet sigue siendo su deporte favorito y lo practica con frecuencia. La lectura también forma parte de sus tiempos libres, entre sus autores favoritos están Gabriel García Márquez e Isabel Allende. También disfruta de bailar salsa y otros ritmos latinos.

    2013

    LUGAR PARA TRABAJAR

    El año pasado, la firma alemana fue nombrada dentro de las 10 mejores multinacionales para trabajar en el país, en el certamen Great Place to Work. En Ecuador, la empresa cuenta con 200 colaboradores.

    2013

    LA GESTIÓN AMBIENTAL 

    Bayer ha diseñado un programa para estudiantes denominado Encuentro Juvenil Ambiental, cuyo objetivo es contribuir con la educación de la juventud y acercarla a los esfuerzos globales de protección medioambientales.

    Su educación y formación

    2012. Diplomado en proyectos – especialización en Project Management en ADEN Business School.

    2006

    Diplomado en Business Management en el Instituto Tecnológico de Monterrey – Ecuador.

    1998

    Ingeniera Comercial por la Universidad Católica de Quito. Actualmente cursa estudios para obtener un MBA.

    «Hay que fijarse objetivos retadores y creer en uno mismo; hay que esforzarse, porque las cosas no llegan de la noche a la mañana».

  • ¡No sé qué hacer! Empresa y familia

    Carlos Alberto Borja. IDE Business School

    Ana Cristina acudió en busca de un consejo que le permitiese solucionar, o al menos dar luces, respecto a la situación que enfrentaba en ese entonces.

    El consultor al que acudió era una profesional de mucha trayectoria y prestigio; a eso se le sumaba el hecho de haber orientado profesionalmente a la empresa en la cual trabajaba Ana Cristina, en todos los años que llevaba operando en el mercado.

    Esta vez Ana Cristina estaba presta para contarle su problema: hace un año y medio había entablado una relación de enamorados con un hombre que conoció en un viaje a Máncora, y esa situación que a ella le llenaba el mundo de color rosa, había desencadenado una serie de conflictos en su familia y en la empresa, básicamente por la condición social y laboral de él.

    El consultor quedó muy desconcertado con todo lo que le contó Ana Cristina, y mientras ella esperaba por un consejo, él meditaba sobre todo lo que le había enseñado a sus propios hijos. A continuación un resumen de un caso de Empresas y Familia.

    La empresa

    La organización

    Importadora García, compañía anónima con sede en Guayaquil, había logrado importante estabilidad financiera en los 27 años que llevaba operando en el mercado de la importación y distribución de equipos industriales.

    Fue fundada por Arturo García junto con su esposa, con un capital que tenían ahorrado. Su asertivo y estricto control de toda la cadena de valor le permitió una pronta recuperación de la inversión, a la vez que obtenía una significativa holgura financiera en el negocio y en su patrimonio personal.

    Los ingresos del negocio le habían permitido costear los estudios de sus cuatro hijos en instituciones muy prestigiosas de la ciudad y al mismo tiempo gozar de una posición económica cómoda y sin mayores preocupaciones. Para el 2008, la empresa ya tenía operaciones en varias ciudades del país, y aunque Arturo continuaba en la gerencia general, había delegado importantes funciones a sus cuatro hijos dentro del negocio.

    Ana Cristina, la menor de ellos, estaba al mando de la gerencia financiera; recientemente había obtenido su MBA en una prestigiosa Escuela de Negocios del país y de Latinoamérica. Su aporte a la empresa era muy valioso, su padre consideraba que era la más calificada para sustituirlo en su pronto retiro.

    Ana Cristina

    La gerencia financiera

    Ana Cristina desde temprana edad mostró ser muy inteligente y capaz de lograr grandes cosas, y salir victoriosa de cualquier reto que le propusieran, cualidades que le llevaron a ayudar en asuntos importantes en la empresa desde el primer día que se integró a tiempo parcial con apenas 16 años.

    Luego de culminar su carrera de Ingeniería Comercial, pudo dedicarle más tiempo al negocio familiar, y debido a su desempeño e iniciativa en poco tiempo le fue encargada la gerencia financiera de la compañía. Dicho evento la motivaba mucho y cada día quería aprender más para lograr que la empresa crezca tanto o más de lo que se había desarrollado a lo largo de sus años de existencia.

    En la búsqueda de nuevos conocimientos, decidió cursar una maestría en Dirección de Empresas, lo cual potenció su valía profesional y su liderazgo organizacional. Arturo, al borde de su retiro, estaba totalmente convencido que ella era la mejor opción para quedarse a cargo del negocio; también, tenía una visión moderna y futurista que poco a poco daba importantes resultados.

    En la empresa y la familia había un buen ambiente, todos aceptaban con firmeza el liderazgo de Ana Cristina pese a ser la hermana menor, hasta que apareció Pablo en escena.

    Pablo

    El surfista

    Pablo tenía 30 años, y pese a ser un joven muy talentoso para aprender rápido, no había conseguido un título universitario. Se dedicaba eventualmente al mantenimiento y reparación de equipos de computación, tenía su propia cartera de clientes.

    Dedicaba mucho tiempo a estar en la playa, surfeando, de hecho esa era su mayor ocupación, vivía una vida muy ligera y sin mayores preocupaciones.

    Cuando le pregunté a Ana Cristina cómo se conocieron, respondió: «Bueno, con Pablo nos conocimos hace un par de años, en un viaje que realicé con mi familia bordeando la costa sur rumbo a Máncora. Fue un viaje que hicimos en plan un poco ecoturístico, con varias familias amigas y conocidos de mis padres. Y allí estaba él… un apuesto muchacho de rizos al aire, decolorados por el continuo contacto con el mar y el sol y muy hábil con las olas -hacía giros y piruetas-. Al salir del mar se acercó a un grupo de nosotras y en particular a mí; la verdad es que quedé flechada y con la mirada envidiosa de mis amigas, las cuales no pudieron permanecer más horas bajo el candente sol, que yo ni sentía. No me di cuenta que había pasado la hora del almuerzo y el sol comenzaba a ocultarse… ¡Fue la mejor caída de sol que jamás haya visto en mi vida!»

    La relación

    Ana Cristina y Pablo

    Al final del viaje, Pablo le dijo a Ana Cristina que jamás había conocido a nadie como ella, tan madura y tan dueña de sí misma.

    Después de tantos elogios era claro que aquello terminaría en una declaración de amor, y así fue.

    Ella quería decirle sí en ese mismo momento, pero en medio de esa situación emocional había recordado las clases en su maestría, en donde en muchas ocasiones le recomendaron que no debía ser impulsiva, que pensara antes de tomar una decisión importante.

    Todo eso la desconcertaba mucho, decía: «Estoy encargada de un área dentro de la compañía que requiere cabeza fría para tomar decisiones; mi familia ha confiado en mí por mi criterio para asumir esas responsabilidades y casi no he tenido inconvenientes con ellos, ni por eso, ni por nada… ¡hasta ahora!».

    Las reflexiones continuaban y sobre todo eran parte de una situación que le generaba inconvenientes en la familia.

    Ana Cristina decía: «Desde el momento en que conocí a Pablo, vengo teniendo problemas en mi casa, cuando nunca antes los tuve; discuto con mayor frecuencia con todos, me dicen que me he vuelto intratable y que estoy distante de la familia». Todo ello le generaba una situación compleja.

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    Conflictos

    La familia

    Por un lado, cuando Ana Cristina se sentía muy enamorada, comentaba «todo está lleno de color -como lo de la niña en la película de Spielberg-; es alegre, súper condescendiente conmigo, me hace reír y la pasamos regio. Me siento como la niña de la película, llena de color, silbando y corriendo….».

    Sin embargo, sus padres decían que Pablo era un vago, que ¿cómo puede alguien que tiene casi 30 años «tomarse días libres», en medio de semana para ir a la playa? Y es allí cuando comenzaban las discusiones; no sabía qué decir ni cómo defenderlo sin mentir, pues era verdad que muchas veces en media semana, él estaba «corriendo olas».

    Sus hermanos decían que era un tipo sin ambiciones, sin aspiraciones de logro. Ella les refutó ¡que no era así! Que él sí tenía ambiciones, solo que no era de «niño bien» -como ellos- sino de alguien más sencillo, no solo por su menor condición económica sino por su forma de ver y tomar la vida, de manera mucho más «descomplicada». Les había aclarado a sus hermanos que él no había tenido tantas oportunidades como ellos para obtener una carrera o una maestría; que se quedó huérfano muy joven, que tuvo que salir adelante solo, con su madre y su hermana menor, y por eso no ha podido lograr una carrera universitaria.

    Conflictos

    La empresa

    Su familia le repetía mucho que ella había cambiado, que se había vuelto irresponsable desde que conocía a Pablo. Ella se defendía: «Lo que pasa, es que me juzgan por haberme fijado en alguien que -como me dicen- «vivirá de mi herencia» y que de «técnico reparador» de computadoras no pasará; incluso mi mamá ha intervenido con gran cariño -pero con más preocupación que cariño-, y me ha llegado a decir cosas como esta: «mire bien hijita lo que está haciendo de su vida, usted tiene un MBA, gerencia las finanzas de una empresa familiar, una mujer de temple…. ¿cómo va a creer que pueda conformar un hogar duradero con alguien tan distinto de usted y de su familia?».

    Arturo García, que jamás había tenido sino solo halagos y muestras de orgullo para con su hija, ahora le reclamaba por no estar «al pie del cañón» en la empresa. Decía que se estaba aprovechando de los privilegios de estar trabajando en una empresa familiar y que en un par de ocasiones se había ido a la playa (ida por vuelta) con Pablo entre semana, acompañándolo a correr olas en Engabao; es verdad que nunca hacía eso, siempre cumplía las normas de la empresa sin diferencia de cualquier otro funcionario, pero jamás abandonó su responsabilidad, dejaba todo bien cubierto.

    Pregunta para el lector

    Una inquietud que es clave para la discusión sobre una situación de empresas familiares en clase:

    Si usted fuera el consultor, ¿qué le recomendaría a Ana Cristina?