Etiqueta: giro

  • Un giro de negocio con conciencia ambiental

    Priscilla Alvarado. (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Traer los sabores ancestrales de la cocina polaca a la mesa de los ecuatorianos motivó a Giuliana Nowakowski a emprender su negocio de caldos envasados en Guayaquil.

    Le Zuppé salió al mercado en enero del 2020, con USD 2 300 como inversión inicial, que se destinó a adquirir materia prima, ollas especializadas, creación y diseño del logo. La firma nació bajo el concepto de marca paraguas. Esto quiere decir que aglutinaría a diferentes productos, con el fin de aprovechar el nombre principal.

    Luego de renunciar a su trabajo en el sector naviero en el 2018, la propietaria de Le Zuppé barajó varias ideas de productos para lanzar al mercado.

    Fue en junio del 2019 cuando finalmente decidió que elaboraría caldos concentrados para venderlos en envases de vidrio que, más adelante, se pudieran reciclar. La preparación del concepto de la marca y perfeccionar la receta le tomó más de seis meses.

    El concentrado de pollo fue el producto con el que se lanzó al mercado. La sopa tiene como base carne de aves criadas en una granja ecológica de Guayas. Los pollos son libres de hormonas, químicos para engorde o productos para acelerar su crecimiento.

    Don Bala es su proveedor de materia prima. La empresa cría y comercializa pollos semiorgánicos. José Antonio Balarezo, su propietario, dice que los caldos son un producto no solo diferente, sino que llama la atención del público al ser novedoso y natural.

    Nowakowski
    señala que la idea de su negocio es brindar una experiencia culinaria y garantizar que los productos obedezcan el principio de una marca que preserva el ambiente. “Queremos que la gente, cuando vea los concentrados, sepa que estamos alineados a lo natural, sano y al reciclaje”.

    Su ascendencia polaca fue un elemento clave para inclinarse por este giro de negocio. Por influencia de sus abuelos, originarios de ese país, conoció el mundo de los caldos desde pequeña.

    Según la joven, de 28 años, la cocina polaca tiene como ingrediente principal los concentrados líquidos hechos a base de vegetales o de huesos de algún animal. “Esto transporta al comensal a una experiencia cercana al campo y al amor de casa”, relata.

    Por esta razón, Le Zuppé nació con la idea de implantar en la retina del consumidor ecuatoriano el concepto de caldos líquidos, por encima de los colocados en el mercado, que se presentan en forma de cubitos o en polvo.

    Luego de la aceptación del concentrado de pollo, lanzó casi cinco meses después tres productos nuevos. Un caldo vegano, un vinagre de guineo y una lasagna hecha con láminas de palmito.

    Mónica Torres, copropietaria de Alpeso, adquiere los productos del pequeño negocio para colocar en las perchas de su tienda desde sus inicios. “Son 100% naturales y libres de aditivos, tienen una muy buena aceptación en el público”.

    Actualmente, comercializa y producen mensualmente 200 envases de 700 mililitros (ml) de caldos de pollo y vegetales y 40 frascos de 40 ml de vinagre de guineo. Las lasagnas las elaboran bajo pedido. Los precios de los productos van desde USD 7,50 a 13.

    Su catálogo se vende, por el momento, en ocho puntos en Quito, Cumbayá, Machala y Guayaquil.

    Para impulsar sus ventas, la joven también se apalanca en redes sociales. A través de Instagram gana clientes en diferentes partes del país. Según Nowakowski, los caldos son un mercado aún por explotar en Ecuador. Por esta razón, su meta en el corto plazo es lanzar una variedad de concentrado de res. “Esperamos posicionarnos localmente y, más adelante, llegar a internacionalizar nuestros productos envasados”, afirma la emprendedora.

    2300 dólares fue la inversión inicial que dio vida al emprendimiento

    La emprendedora Giuliana Nowakowski muestra los productos que se comercializan en ocho puntos de distribución de cuatro urbes del país. Foto cortesía de Giuliana Nowakowski
    La emprendedora Giuliana Nowakowski muestra los productos que se comercializan en ocho puntos de distribución de cuatro urbes del país. Foto cortesía de Giuliana Nowakowski
  • Un giro en el negocio con prendas de bioseguridad

    María Victoria Espinosa. (I) Redacción Santo Domingo

    Relacionadas

    Karen Pamela es una casa de modas que confecciona trajes de gala, ropa casual, informal, accesorios y otras prendas, con telas nacionales e importadas. Por la pandemia, este negocio tuvo que reinventarse y empezar a elaborar mascarillas y overoles.

    También desarrolló una nueva colección inspirada en las mujeres que trabajan durante la pandemia y quieren verse arregladas, pero protegidas y cómodas.

    Ese emprendimiento nació hace 34 años, en un pequeño taller artesanal ubicado en el patio de la casa de Asunción Villa. Ella siempre soñó con diseñar ropa. Por eso vendía telas en una pequeña tiendas de abarrotes, en Manta.

    Una de sus amigas le pidió que le confeccionara un vestido. Ese fue el punto de partida para hacer una carrera en la moda. El nombre del negocio fue inspirado en sus dos hijas, que trabajan con ella.

    Su primera inversión fue de alrededor de 10 000 sucres, que obtuvo de un préstamo bancario. Con esos recursos, ella trasladó su local a la parroquia Tarqui, que hasta antes del terremoto era el corazón comercial de Manta.

    En ese lugar también instaló un local de telas y accesorios. Eso le permitió captar clientas no solo de Manta sino también de otras ciudades de Manabí.

    Villa recuerda que al principio de su carrera, los probadores de ropa eran unas grandes telas. “Hemos construido con mucho esfuerzo lo que hoy tenemos. Pero hay que luchar cada día para lograr las metas que nos proponemos”, explica la emprendedora.

    Luego, la Casa de Modas Karen Pamela se trasladó al centro de la ciudad, donde se construyó un moderno edificio a través de un crédito bancario de USD 300 000.

    Villa se especializó en la alta costura, es decir trajes de gala, vestidos de novia y una línea especial para las candidatas a reinas.

    La manabita y su grupo de trabajadores, que hasta antes de la pandemia era de 50 personas, se encargaban de brindarles asesoría a las aspirantes a reinas.

    También de diseñar prendas personalizadas para las candidatas a Miss Ecuador, Reina de Manabí, de Manta y otras ciudades. Incluso, dentro de su clientela también constan presentadoras de televisión y modelos.

    Cada año, Villa viaja a EE.UU. para adquirir textiles con piedras, diferentes texturas y colores. Este año, la tela se quedó comprada porque la pandemia por covid-19 le obligó a cerrar la tienda por la emergencia. “Me sentía intranquila y una noche mientras trataba de dormir, se me ocurrió hacer mascarillas”.

    Villa llamó a varias empresas y les ofreció confeccionar mascarillas para sus trabajadores. Durante los dos primeros meses de la pandemia logró vender más de 30 000 mascarillas y overoles.

    Además, fabricó trajes de bioseguridad y chaquetas, pero con diseños, para que las clientas se vean elegantes mientras trabajan o hacen diligencias en el centro.

    La mantense Gisella Moreira compró un traje de seguridad para ir a su trabajo. “Parece que fueran dos prendas, tiene detalles en el cuello y se amolda bien al cuerpo”.

    Antes de la pandemia, Karen Pamela vendía mensualmente hasta USD 70 000. Pero ahora sus ventas máximas llegan a 20 000. “Hay que seguir luchando, aunque haya adversidades”.

    Por eso lanzó una nueva colección de ropa para esta temporada, inspirada en las mujeres que trabajan desde casa. “Son prendas de muy buena calidad, pero a un precio económico porque entendemos la situación”.

    Hace dos semanas se organizó un desfile de modas virtual para mostrar la nueva colección. Fue transmitido por las redes sociales y tuvo más 45 000 reproducciones. Las modelos fueron reinas y presentadoras de Manabí.

    300 000 dólares fue la inversión de este negocio en un nuevo edificio.

    Asunción Villa, propietaria de Karen Pamela, realizó un desfile virtual en el que participaron reinas de belleza y presentadoras de televisión. Foto: Cortesía Casa de Modas Karen Pamela
    Asunción Villa, propietaria de Karen Pamela, realizó un desfile virtual en el que participaron reinas de belleza y presentadoras de televisión. Foto: Cortesía Casa de Modas Karen Pamela
  • La pandemia impulsó a dar un giro empresarial y a adaptarse

    Vanessa Silva  (I)

    Relacionadas

    La pandemia modificó los hábitos de consumo de la ciudadanía, ocasionando un marcado repunte en de la demanda de ciertos productos, tales como medicinas y alimentos, mientras que otros artículos decayeron. El abrupto cambio motivó a empresarios a dar un giro a los negocios e incursionar en nuevas áreas, con miras a sobrevivir a la crisis.

    Aunque no existe un dato concreto de cuántas empresas en el país se ‘reinventaron’, lo cierto es que en todos los segmentos hay muestras de esta transformación. Desde pequeños emprendimientos hasta grandes compañías volcaron sus esfuerzos hacia nuevos caminos, con tal de evitar el cierre y mantener plazas de trabajo.

    Un caso es Corporación Azende, que a los pocos días de iniciar el estado de excepción (16 de marzo) dejó de fabricar el licor Zhumir para producir alcohol y gel.

    Otra muestra es el sector textil y de confección. A raíz de la emergencia sanitaria, sondeos ciudadanos evidencian que los clientes desplazaron sus preferencias por adquirir prendas de vestir.

    La caída en ventas fue precipitada. Según datos de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), entre enero y abril de este año hubo una caída del 93% frente al mismo período del 2019.

    Ante esa realidad, más fábricas y comercializadoras empezaron a confeccionar los productos que cobraron mayor demanda debido a la emergencia sanitaria, como mascarillas, tapabocas, trajes de bioseguridad, prendas para personal de la salud y ahora incluso se elaboran líneas de ropa a base de telas antifluidos con cubrebocas adaptados.

    No obstante, dar este giro no ha sido sencillo para los negocios formales, porque las mascarillas, al igual que otros productos, requieren de registro sanitario que acredite su calidad y el trámite para obtenerlo es lento, comenta Javier Díaz, titular de la AITE.

    Para tener una idea, alrededor de dos meses tardó la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) en conceder los permisos a solo cinco
    empresas agremiadas a la AITE.

    Hasta el 17 de junio, la Arcsa ha aprobado 238 tipos de mascarillas que en su mayoría son de fabricantes ecuatorianos y chinos.

    La transformación del sector textil, así como el crecimiento de las entregas a domicilio de distintos productos, tuvo un efecto colateral positivo en empresas de la industria gráfica, puesto que se volcaron a elaborar cajas y demás materiales de paquetería.

    Esto ha dado un poco de oxígeno financiero a ciertas imprentas, luego de que la producción de libros y textos escolares para instituciones públicas enfrentó problemas de distribución, además de que varias empresas recibieron como pago bonos del Estado, difíciles de negociar en la bolsa.

    Así lo comentó Mauricio Miranda, presidente del Sector Gráfico de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), en mayo pasado. La situación de la industria gráfica sigue todavía compleja.

    Para dar un giro a las actividades tradicionales, sin mayores inversiones, las empresas deben aprovechar el potencial de su maquinaria instalada, reflexiona Andrés Robalino, portavoz de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (Cipem) de Cuenca.

    La reinvención, agrega Robalino, no solo se concentra en la parte industrial sino también en la comercialización y distribución.

    El confinamiento social llevó a que los empresarios incursionasen en el comercio electrónico y las entregas a domicilio, lo que permitió generar ventas por medios que antes eran poco usados por algunas firmas.

    Esa ha sido la vía por la que más ha apostado la industria maderera y que ha potenciado los ingresos. Además, se dio más énfasis en la elaboración de muebles para el teletrabajo y estudios en el hogar, ahorrando espacios, comentó Christian Riofrío, titular de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera.

    La emergencia sanitaria hizo que entre marzo y mayo se movieran alrededor de USD 500 millones en ventas en línea, lo que representa casi un tercio de todo lo generado en el 2019, según la Cámara de Comercio Electrónico. Se proyecta que en este año, las ventas ‘online’ alcancen los USD 2 200 millones.

    500 millones de dólares en ventas en línea se realizaron entre marzo y mayo del 2020

    La empresa textil Hilacril concentró sus operaciones en fabricar mascarillas y trajes de protección. Foto: Cortesía Hilacril
    La empresa textil Hilacril concentró sus operaciones en fabricar mascarillas y trajes de protección. Foto: Cortesía Hilacril
  • Un giro de negocio en medio de la crisis

    Redacción Quito

    Redacción Quito  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Hace cinco años y medio, Franklin Tirira dejó su cargo de jefe de producción en la fábrica en la que trabajó durante 25 años y decidió emprender un negocio propio.

    Con una inversión inicial de USD 70 000, Tirira creó Frankplast, una pequeña empresa que se dedicaba a producir piezas plásticas para los sistemas de funcionamiento de sanitarios; sin embargo, en un momento de crisis, el empresario tuvo que analizar si cerraba el negocio o si optaba por darle un giro.

    “La producción cayó mucho. Prácticamente toda la utilidad se iba en pagar el arriendo del espacio en donde funcionaba la planta, los costos de mano de obra eran altos y la energía también. Tuve que buscar un cambio en el giro de negocio”, recuerda.

    Así, hace un año y medio Tirira dejó de producir las piezas de plástico y se dedicó solo a ensamblarlas, para reducir costos sin prescindir de toda la mano de obra. Con una inversión de USD 80 000, compró un local pequeño en el sur de Quito y estableció una planta con dos líneas de ensamblaje, en la que trabajan 13 operarios y ensamblan 3 000 piezas al día para sanitarios.

    Esta pequeña empresa tiene dos líneas de ensamblaje en las que laboran 13 personas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Esta pequeña empresa tiene dos líneas de ensamblaje en las que laboran 13 personas. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    La planta en la que se producían inicialmente las piezas de plástico funcionaba con 24 operarios. En ese espacio, con dos máquinas inyectoras, se procesaban unas ocho toneladas de plástico mensualmente.

    Pero a partir del 2015, junto con la recesión económica que vivió el país, la demanda se redujo y el empresario emprendió el proceso de cambio de su empresa. Actualmente cuenta con tres clientes, entre ellos, Edesa.

    Otro factor que incidió para que la demanda se redujera, recuerda el empresario, fue el crecimiento de la competencia, principalmente de piezas importadas de China.

    Cesar Ati, jefe de planta de Edesa, cuenta que contratar a Frankplast para que ensamble las piezas les permite ahorrar costos y optimizar tiempo. “No solo nos ahorra los gastos de comprar equipos y tener empleados en esas líneas de producción, también es un beneficio que ellos tienen la experiencia, el ‘know how’ y el control de calidad que se requiere para esto”.

    Tirira señala que con este nuevo giro de negocio ofrece a las empresas que producen sanitarios una reducción en sus costos de producción por pieza de entre un 10 y 12%, aproximadamente.

    En medio de la crisis, Tirira cuenta que su lema fue “zapatero a tus zapatos”, por eso, decidió quedarse en el rubro del plástico. No obstante, reconoce que la industria atraviesa un momento difícil.

    Según la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), en el país existen 600 empresas que se dedican a fabricar productos de este material, principalmente en Guayaquil, en donde está un 64% de las empresas; y en Quito, que abarca al 27% de las firmas.

    Alfredo Hoyos, presidente de Aseplas, dice que uno de los factores que afectan a la industria es la poca estabilidad en temas normativos. “En el último trimestre del 2018 se han presentado en la Asamblea siete proyectos de ley, que han pretendido prohibir y/o eliminar el plástico de un solo uso. ¿Cómo se puede planificar con tantos eventuales cambios?”, cuestiona.

    Hoyos además advierte que en el 2019 se proyecta una reducción del tamaño de la economía que incidirá en el consumo de los ecuatorianos y que afectará al desempeño del sector.

    Cifras del sector

    Empleo. Según Aseplas, la industria del plástico representa el 1,2% del PIB y genera 19 000 empleos directos y 120 000 empleos indirectos, con lo que beneficia a 130 000 familias.
    Ciudades. El sector está compuesto por unas 600 empresas. Aseplas señala que se encuentran principalmente en Guayaquil (64%), Quito (27%), Cuenca (3,5%), Ambato (3,5%) y Machala (2%).

    Sectores
    . En Ecuador las industrias que consumen más cantidad de plástico son las del sector automotor, fundas de comercios, fundas para el sector bananero, el sector de embalaje, pañales y laminados, fundas para alimentos, entre otros rubros.

    Franklin Tirira está en la industria del plástico hace casi 30 años. Es el dueño de Frankplast. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
    Franklin Tirira está en la industria del plástico hace casi 30 años. Es el dueño de Frankplast. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
  • La sopa dio un giro al menú de cangrejo

    Redacción Líderes

    Relacionadas

    El producto estrella del establecimiento ya se preparaba en las reuniones familiares de los fines de semana y entonces nadie soñaba que años después sería el plato más solicitado por fuera del hogar.

    Se trata de la sopa de cangrejo, que luego de la cocción se presenta un poco espesa y con una apariencia de color mostaza, en su capa superior. Una vez que se la sirve, emana un humeante olor a coco, a crema de leche y a maní.

    Estos son, entre otros, los ingredientes con el que el emprendimiento Cangrejadas del Guayas, en Santo Domingo de los Tsáchilas, convirtió a la sopa del crustáceo en el favorito de la clientela. Los comensales se la sirven en un plato separado, pero siempre acompañada del cangrejo.

    Corría el año 2013 y a la par de los inicios del emprendimiento, la sopa escalaba como una novedad gastronómica en la provincia.

    Vanesa Zavala, la propietaria del local, dice que esa presentación rompió la forma tradicional de degustar el cangrejo, pues en aquel tiempo simplemente se servía el producto sin agregados. Cuando instaló Cangrejadas del Guayas, en la avenida Tsáfiqui y Río Toachi, no dudó en la aceptación del público. Ya había pasado por el filtro más ‘difícil’, el de Cecilia Zavala, de quien Vanesa, su sobrina, aprendió la receta.

    Las imágenes de los comensales sumergiendo las tenazas y el caparazón del crustáceo, dentro de la sopa, se esparcieron rápidamente a través de comentarios.

    La quiteña Romina López cuenta que la pulpa fusionada con la sopa le dan un sabor más agradable al cangrejo. Ella es clienta desde los comienzos de Cangrejadas del Guayas. Prueba el plato estrella cada vez que viaja a vacacionar a la Costa.

    El local comenzó en un espacio de 6 por 5 m2 y con unas 8 mesas. El sábado y domingo no se daba abasto, por lo que se debían colocar hasta cinco adicionales que se acomodaban en la vereda. Ahora el establecimiento tiene más amplitud, con un área 15 x 10 m2 y con capacidad para 20 mesas. Pero la propietaria de las Cangrejadas del Guayas, que había puesto en marcha una inversión de USD 10 000 para iniciar su negocio, estaba interesada en seguir posicionando al establecimiento.

    Comprendió, con el paso de las semanas, que la clave es preparar cada plato con productos frescos y al momento. También probó con nuevos productos, por lo que el menú se amplío con camarones reventados, conchas asadas, filete de pescado y en menor medida el pescado frito.

    La oferta de platos en la actualidad se incrementó a 30 e incluyen nuevas ideas como la parrillada de marisco y el ceviche de cangrejo. Esa apuesta significó un incremento de clientes, pues de 40 que llegaban en un día, ahora son 100. Cangrejadas del Guayas registra una facturación mensual de USD 20 000.

    Sus clientes no solo son de la provincia Tsáchila, pues también llegan desde Guayas, Pichincha y otros sitios de la Sierra.

    Por este incremento de usuarios, la marca tuvo que ampliarse a otro sitio de Santo Domingo.
    Hace un año abrió otro local en la parte posterior del terminal terrestre, para acoger a los clientes de otras partes del país.

    Cangrejadas del Guayas tiene su nombre debido a que su principal producto proviene de esa provincia. Cada mes, se solicitan a los proveedores del Guayas unos 100 canastos de cangrejo con 35 unidades cada uno.

    Pamela Zavala, quien se encarga de las cobranzas, cuenta que en los tiempos de la veda del producto, entre el 1 y 31 de marzo, solo ponen en stock los platos con otras variedades de mariscos.

    Vanesa Zavala, propietaria de Cangrejadas del Guayas, diseñó una receta especial, basada en el cangrejo rojo. Foto: Juan Carlos Pérez/ para LÍDERES
    Vanesa Zavala, propietaria de Cangrejadas del Guayas, diseñó una receta especial, basada en el cangrejo rojo. Foto: Juan Carlos Pérez/ para LÍDERES
  • El negocio dio un giro hacia el recurso humano y la promoción

    Redacción Quito

    Manpower replanteó su modelo de negocio en el país, tras la vigencia del Mandato 8, expedido por la Asamblea Nacional Constituyente en mayo del 2008, que prohibió la Tercerización Laboral. Este servicio representaba el 90% de la actividad de la firma.

    Según Silvia Carrera, gerenta de Manpower, el cambio fue bastante duro, pues -además de eliminar la línea principal del negocio-, se aplicó un recorte de la nómina: de 120 personas la firma pasó a 40.

    Con este cambio en el negocio surgieron nuevas perspectivas para la empresa, a través de la implementación de dos divisiones: la profesional y la de promoción.

    El brindar un servicio de selección de personal, desarrollo organizacional y capacitación fue la estrategia aplicada en la primera línea. Mientras que en el ámbito de la promoción, la firma desarrolló la línea Geo Trade (trabajo y análisis en puntos de venta), con la aplicación de estrategias de BTL en eventos, servicio de impulsadoras y activaciones de marca.

    En la división profesional, Manpower trabaja con 60 empresas; de ellas, el 40% de clientes son multinacionales, explica Eddy Troya, gerente de esta división. “El perfil de búsqueda que solicitan son para cargos de alta dirección (en Ecuador). Hemos seleccionado a cuatro gerentes generales, 12 de primer nivel y ocho operativos”, añade el ejecutivo.

    Además, Manpower ofrece los servicios de capacitación de personal, a través del sistema en línea TDC, que posee 1 500 cursos, 500 en español y el resto en inglés, alemán… A esto se suma el servicio de administración de nómina, que realiza un ejecutivo dentro de la firma contratante.

    En la división de promociones, que surgió en el 2008, Manpower ha recuperado su posicionamiento con trabajos específicos para 17 clientes, que incluyen empresas privadas, como Pronaca, Motorola, Nestlé, y públicas como el Ministerio de Inclusión Económica y Social, explica Carrera. Y añade que cuatro firmas usan los servicios de las dos divisiones.

    De frente a sus clientes, los cambios tienen resultados positivos, explica Andrea Parreño, gerenta de Recursos Humanos de DHL. “Entre el trabajo que realizaron hace dos años y los resultados de hace pocos meses, se percibe un cambio positivo, especialmente por la figura de gerencia. Ahora, el servicio es rápido, tienen mejor asesoramiento y los costos no son disparados”, comenta. DHL ha contratado los servicios de Manpower, para seleccionar cargos intermedios y de asistentes.

    Para completar esta innovación, la firma trasladó sus oficinas, desde La Mariscal, al sector del parque La Carolina (norte). Esta se suma a las agencias en Guayaquil y Cuenca. Mientras que en otras cinco urbes, como Machala, Santo Domingo, Salinas…, está presente mediante alianzas con consultores independientes.