Etiqueta: Golf

  • Hispanas y golf, arma de networking

    Los Ángeles, EFE (I)
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    Un grupo de emprendedoras hispanas en Estados Unidos. encontró en la practica del golf, un deporte asociado al mundo empresarial, de mayoría masculina, una herramienta con la cual extender sus redes de contactos profesionales y sus oportunidades de negocio.

    Esta iniciativa surgió en Los Ángeles, pero en la actualidad la Asociación Latina Golfers, con más de 1 500 miembros, ha logrado extender con éxito su llamado nacional a que las hispanas practiquen este deporte y lo usen para impulsar sus empresas, en un momento en que crecen los movimientos para fortalecer la igualdad de género en EE.UU.

    La mexicana Azucena Maldonado es la fundadora de esta asociación. Ella cuenta que hace una década emprendió la aventura tras darse cuenta del vacío que existía, y confiesa que no le ha resultado fácil convencer a las mujeres de ingresar a un espacio que se asocia con los hombres y las clases adineradas.

    “Tenía que ir a jugar con puros hombres, porque no había mujeres que practicaran el deporte”, recuerda Maldonado, quien empezó en el golf luego de que un amigo cubano la introdujera en el deporte. Al poco tiempo, esta mujer estaba jugando al lado de importantes empresarios, a los que no habría podido conocer tan fácil en otros ámbitos.

    Maldonado empezó además a ser testigo de las alianzas comerciales que se gestaban y de cómo se usaba el golf para socializar y potenciar las redes de contactos. Halló en el golf una oportunidad.

    La mexicana, que en la actualidad trabaja en actividades vinculadas al marketing, vio en ello un potencial para las hispanas y, por ende, la necesidad de llevarlas a los campos de golf.

    Eso ha hecho recientemente Eloisa Valdez, quien trabaja en el sector de transporte aéreo y se matriculó a las clases para principiantes, tras constatar en los eventos en campos de golf a los que era invitada que se aislaba y se perdía oportunidades de hacer “networking”.

    Maldonado está convencida de que este deporte, como ninguno otro, ayuda a las mujeres a superar barreras y desarrollar la confianza en sí mismas, y encima no tiene límite de edad para empezar a aprenderlo. “No tiene estrato social. Las grandes ejecutivas, como la que está empezando su pequeño negocio, tienen un espacio en el golf, especialmente en Estados Unidos”, asevera.

    Según Estadísticas de la Asociación Nacional de Mujeres Empresarias, más de 11,6 millones de empresas en el país son propiedad de mujeres, cuyos negocios emplean a casi 9 millones de personas y generaron en el año 2017 unos 1,7 billones de dólares en ventas.
    A su vez, las mujeres hispanas figuran entre las que han dado los saltos más grandes en cuanto a creación de empresas.

    De acuerdo, al Departamento del Comercio de Estados Unidos, entre el 2007 y el 2012, el número de empresas propiedad de mujeres latinas aumentó un 87 %, es decir pasó de 800 000 a 1,5 millones de empresas, dato que constituye el aumento de propiedad comercial más grande en cualquier raza o grupo étnico del país.

    Si las empresarias han encontrado una excelente fuente de contactos en el golf, lo mismo sucede con otras profesionales.

    Las abogadas Cristal Cabrera y Juanita Fernández forman parte de la asociación y están aprendiendo el deporte para estar a la par que sus compañeros de trabajo. “Quiero compartir con mis colegas un espacio que no está reservado solo para ellos, las mujeres podemos jugar mejor que los hombres”, aseguró Cabrera.

    Lo mismo pasa con la peruana Rosa Nava, que trabaja en el desarrollo de campañas dentro del sector sanitario y observa que “en los eventos de recaudación que se hacen en los campos de golf las mujeres se quedan atrás y los hombres van a jugar”.

    La asociación, que desarrolla su actividad en Texas, imparte clases a todos los niveles y ayuda a las integrantes a participar en pequeños torneos amateur en distintos países de la región.

    Una de las caras más visibles dentro de las jugadoras de golf es Condoleezza Rice, quien se inició en este deporte mientras se desempeñaba como secretaria de Estado durante la Presidencia de George W. Bush (2001-2009) y en 2012 se convirtió, junto a la financiera Darla Moore, en la primer mujer en ser admitida como socia en el prestigioso Augusta National Golf Club, en Georgia.

    La mexicana Azucena Maldonado (d), fundadora de Latina Golfers, supervisa una sesión de etiqueta para un grupo de golfistas aficionadas en el Campo de Golf de Alhambra, en Los Ángeles. Foto: Felipe Chacón / EFE
    La mexicana Azucena Maldonado (d), fundadora de Latina Golfers, supervisa una sesión de etiqueta para un grupo de golfistas aficionadas en el Campo de Golf de Alhambra, en Los Ángeles. Foto: Felipe Chacón / EFE
  • El golf, un juego ideal para los negocios

    Xavier Montero. Redacción Guayaquil / LÍDERES

    Una de las creencias empresariales más arraigadas es que los mejores negocios se cierran en los campos de las canchas de golf y en los pasillos de los hoteles. Ambos escenarios, alejados de oficinas herméticas o salas de reuniones, son los ideales para tomar decisiones, indican los consultados.

    Durante el torneo de golf Futurio- Amcham 2013, desarrollado a finales del mes pasado en La Costa Country Club (ubicado a unos 30 km al oeste de Guayaquil), LÍDERES habló al respecto con varios participantes. Una mañana soleada de sábado reunió al menos a un centenar de altos ejecutivos de firmas como AJE, Deloitte Ecuador, Corporación Favorita, Club Buzzom…

    Para Pablo Chambers, principal de la firma de investigación de mercados Futurio, la relación entre los negocios y el golf se basa en la ética del ejecutante. Él considera que un buen golfista no hace trampa para alcanzar altos puntajes. No importa si la pelota cae en las trampas de arena o si están a centímetros del hoyo, los contrincantes confían en que, mutuamente, no recurrirán a trucos para mejorar sus ángulos de tiro.

    Existe una dinámica similar -opina Chambers- en el momento de negociar un contrato. Los ejecutivos conocen las reglas del ‘juego’ en las que se desenvolverán y esperan que los acuerdos tomados entre ambas partes sean equitativos en cuanto a los beneficios alcanzados. Las trampas o cláusulas que van en detrimento de lo pactado se comparan con aquellos «empujoncitos extra» que los golfistas dan a la pelota de goma, para adelantarse entre hoyo y hoyo.

    «Un buen golfista tiene la capacidad de golpear la pelota con su mente en total tranquilidad. Un buen empresario tiene la habilidad de firmar un contrato con ‘cabeza fría’. «En ambos casos, tanto el golfista como el ejecutivo tienen los pies bien plantados sobre la tierra», indica Diego Aguirre, principal de la firma camaronera Camanisa y jugador de golf desde hace dos décadas. Además, añade que un partido, que tiene una duración promedio de dos a tres horas, otorga a los negociadores el tiempo necesario para resolver sus inquietudes.

    María Antonieta Reyes, presidenta de la Cámara Ecuatoriano-Americana de Comercio (Amcham, en inglés); indica que cada vez es más común encontrar a ejecutivos de alto rango recorriendo los campos de golf locales. En países como EE.UU., comenta Reyes, es común aquella combinación de deporte y grandes contratos, de allí que el conocimiento del cuántos palos se usan para este deporte o cuáles son las consideraciones de un tiro, podrían ser un plus para quienes buscan asegurar un negocio con empresarios internacionales. «Es un sitio para encontrar a los reales tomadores de decisiones de las empresas».

    Hugo Benavides, directivo de la firma de taxis aéreos Endecots, señala que la cancha de golf es un escenario óptimo para los negocios -entre otras cosas- porque están alejados del incesante ruido de la ciudad. Él ha cerrado contratos importantes entre lagunas artificiales y prados cuidadosamente podados de este y de otros clubes de Guayaquil y Samborondón, desde hace dos años.

    Según los organizadores del Torneo Futurio-Amcham, el 45% de los empresarios que asistieron logró entablar algún tipo de negociación, dar a conocer sus servicios e intercambiar experiencias de negocios. Los equipos participantes constaban de cuatro golfistas, dos de ellos debían ser amateurs. Además, se entregaba una automóvil a quien lograse hoyo en uno en el último hoyo.

    El golf
    El campo. Los de 18 hoyos son los profesionales. Los de nueve hoyos se llaman turísticos o para ejecutivos.Términos. El césped (green) está previsto de búnkers (trampas de arena). El swing es el golpe a la bola.La conducta.  Está mal visto lanzar los palos al aire cuando no se hace un buen golpe, así como también hacer ruido.

  • Cuando jugar trae beneficios a la empresa

    Arturo Castillo. Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes

    El ser humano, aún cuando alcanza su etapa de adultez, se esfuerza por camuflar su latente necesidad de jugar. Parte de esa negación es haber hecho del juego algo serio, competitivo, empresarial, un negocio de grandes cifras.

    El juego ocurre en el ámbito individual, con un sinnúmero de aparatos electrónicos que, a más que ser útiles, sirven para entretener a su propietario y alejarlo momentáneamente de la realidad en la que se desempeña. Los juguetes para gente grande pueden presentarse en diferentes tamaños y costos, tener la forma de un automóvil de colección o de un avión a control remoto; de un lujoso velero o de un modesto juego de video.

    Colectivamente, están el fútbol, el tenis, el baloncesto, las carreras de automóviles, entre otras formas de entretenimiento, que permiten a los adultos divertirse, dejar salir al niño que vive cautivo, atemorizado.

    Esa necesidad lúdica ha sido llevada al mundo de los negocios, con la práctica del golf, un deporte considerado elitista y refinado. Su práctica no es masiva y en muchos casos, el acceso a las instalaciones donde se practica es privilegio de algunos pocos.

    La gratificación del juego, el recorrido a lo largo del campo de golf mientras se respira aire fresco, en una mañana soleada, con cielo azul despejado, se combina con provechosos ‘business’; el ‘score’ ganador incluye relaciones estratégicas, socios potenciales, pero también nuevos compañeros de ocio y recreación.

    Se sobreentiende, sin embargo, que en todo juego hay jugadores tramposos, que usan el juego como un ardid para tomar ventaja sobre sus contrincantes o incluso contra sus propios compañeros. El juego, como se sabe, pone en acción la personalidad y el carácter sin tapujos ni máscaras. Entonces, seguramente no siempre el juego sale bien; es probable que el golfista se dé cuenta de antemano que no debe hacer negocios precipitados, a sabiendas de que ‘se juega como se vive’. Si el individuo no respeta los códigos del deporte, posiblemente tampoco sea consecuente con los principios éticos del mundo empresarial.

    El juego, aparte de su valor lúdico, deja al descubierto la impaciencia, el mal humor, el derrotismo, el regateo; la arrogancia, la frustración, la agresividad, el miedo a tomar decisiones. El juego adulto, en suma, tiene sus cálculos; jamás volverá a experimentar el gozo infantil.