Etiqueta: helado

  • Un helado artesanal con un toque exquisito

    José Luis Rosales

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    Una variedad de formas y colores de helados ofrece Cosecha Gourmet. En un año que está en el mercado, esta firma de la capital imbabureña amplió de 5 a 20 sus sabores.

    Uno de los últimos que lanzó al mercado este mes fue el de almendras y cerezas. Ahora busca conquistar el paladar de los exigentes veganos, con mantecados como leches de almendra y de soya.

    Todos llevan salsas de frutas. Hay combinaciones como fresa con naranja, limón con hierba buena, mora y frambuesa, vainilla con trozos de chocolate orgánico, mango y limón…

    El objetivo es conquistar el mercado con un producto diferente, comenta Cinthya Robalino. Esta ingeniera en Alimentos, de 26 años de edad, está al frente de la fabricación de este helado artesanal, que no lleva ni conservantes ni saborizantes.

    La idea de instalar la factoría de helados nació luego de un viaje que Robalino hizo a Argentina, en el 2015. Luego, se capacitó sobre la elaboración y tecnificación de este alimento congelado.

    Uno de esos cursos recibió con expertos del Mundo del Helado. Ahí aprendió técnicas de cómo hacer un producto de alta calidad y bajo costo. También sobre maquinaria, inversión y rentabilidad.

    La joven profesional se desempeña como gerente y está al frente de la planta procesadora, que da empleo a cinco personas.

    Aunque al inicio el modelo de negocio contemplaba la venta solo a granel para hoteles y restaurantes, eso dio un giro. Se percataron que las paletas no solo tenían buena aceptación, sino que además, les permitía llegar a un mayor número de consumidores.

    Hoy procesan 2 000 paletas a la semana. Aunque la planta tiene una capacidad instalada para producir 3 000, en el mismo período.

    Estos mantecados vienen en dos modelos. Uno es de forma rectangular y el otro ovalado, lo que permite diseños diferentes. Cada una pesa tres onzas.

    La factoría está equipada con un abatidor de temperatura, que permite que el zumo de fruta se congele a -25°C, lo que garantiza la estabilización del producto.

    Desde el año pasado, esta microempresa de Ibarra busca conquistar los más variados paladares con ingeniosas fórmulas. Ofrece 20 sabores. Foto:
    Desde el año pasado, esta microempresa de Ibarra busca conquistar los más variados paladares con ingeniosas fórmulas. Ofrece 20 sabores. Foto:

    El líquido previamente pasa por una máquina pasteurizadora, para eliminar bacterias y mejorar la calidad del alimento. Luego, en una batidora se obtiene la crema semicongelada, que es conocida como gelato y luego se la transforman en paleta.

    El lanzamiento de la marca Cosecha Gourmet se hizo en junio del año pasado. En septiembre establecieron el primer punto de venta en la ‘Ciudad Blanca’, en panaderías del Tío Sam.

    Ahora cuentan con 25 puntos de venta entre Imbabura y Quito, explica Paúl Sotomayor, responsable del área comercial. A la capital de la República ingresaron desde enero pasado.
    Entre sus clientes están bares, cafeterías y restaurantes. “Nosotros ofrecemos personalización en sabores”, señala Sotomayor.

    Eso les abrió las puertas del restaurante Dulce Albahaca, que se especializa en comida nacional e internacional, versión vegana y vegetariana, que funciona en las calles Juan León Mera entre Baquedano y Wilson, en el norte de Quito. Su propietario, Marco Molina, comenta que sus clientes resaltan la suavidad y la cremosidad de este helado. Para este segmento han desarrollado cinco sabores.

    Para arrancar el emprendimiento se necesitó una inversión de USD 30 000, que se destinó para la compra de maquinaria y la adecuación de la planta.

    A esa cifra, ahora se suma USD 15 000 más que se necesitaron para la adquisición de un automotor para la distribución del producto.

    Cosecha Gourmet le apuesta a un modelo similar al de otras firmas, a través de congeladores. Por la compra mínima de USD 200 le instalan uno, en comodato.

    Para garantizar la materia prima apuestan al modelo de comercio colaborativo con productores de la zona. El mango llega del valle del Chota, las frutillas de San Pablo y las moras del valle de Íntag. El chocolate, que es orgánico, proviene de Juan Cacao, de Quito.

    Para este año, la próxima meta es abrir un punto de venta directo, en el que ofrezca toda su oferta.

    Por el primer aniversario, del 1 a 7 junio la marca obsequiará a los clientes que adquieran una paleta de tres onzas, una más pequeña.

    Cytnhia Robalino fundó Cosecha Gourmet. Ella asegura que apuesta a ofrecer un producto de calidad y precio accesible. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Cytnhia Robalino fundó Cosecha Gourmet. Ella asegura que apuesta a ofrecer un producto de calidad y precio accesible. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • La industria que mece el helado de paila IceMan

    Redacción Quito

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    La tradición del helado de paila gana espacio en la industria ecuatoriana de las manos de IceMan. Se trata de una empresa, que es parte del grupo Kypross S.A., y que se dedica a la producción y distribución de alimentos congelados.

    Hace 20 años, IceMan nació como una empresa dedicada a la exportación de brócoli. Sin embargo, viendo la creciente necesidad de los hogares ecuatorianos, de disponer de alimentos que se preparen con rapidez, la compañía decidió expandir sus horizontes hacia el mundo de los congelados.

    Según Diego Sánchez, gerente Comercial de la empresa, la misión de IceMan ha sido siempre innovar y diversificar su portafolio de productos. Por este motivo, después de un año de planificación, la compañía lanzó su primera línea de helados de paila fabricados de manera industrial.

    Para Sánchez, la realización de este tipo de producto representa un sueño hecho realidad para la compañía, ya que se trata de una golosina que tiene una gran demanda en el país. Asimismo, explica que la intención de la empresa es mantener una tradición y hacer que el producto llegue a más hogares a escala nacional.

    El primer desafío que IceMan enfrentó a la hora de elaborar los he lados, fue la mecanización del proceso de batido, que tradicionalmente se lo realizaba en forma manual.

    No obstante, después de un tiempo de estudio, pruebas e investigación, se logró realizar el proceso de batido mecánico, de manera que el helado conserve el sabor natural a fruta y los valores nutricionales adecuados, creando un producto final que no contenga grasa y sea una fuente alta de energía, explica su gerente.

    Después de ocho meses de su lanzamiento, la línea de helados de paila marca IceMan ya se exhibe en las perchas de los principales supermercados del país; ofreciendo los tradicionales sabores de: mora, naranjilla, guanábana y leche. Hoy en día, este producto se puede encontrar en su presentación de un litro, que tiene un costo de USD 4,89.

    Este helado se oferta en el mercado como un producto totalmente natural y que puede consumirse de manera cotidiana; por este motivo, la empresa distribuye el helado, a través de su servicio de food-service, a escuelas y colegios para que los estudiantes disfruten de un postre tradicional.

    Además, según Diego Sánchez, la importancia de la comercialización industrial del helado de paila es que el producto llegue a lugares del país donde antes no se tenía acceso, como la región costa y los lugares alejados de la sierra central, en general.

    En la actualidad, la empresa ha logrado comercializar en supermercados y demás distribuidores varios productos congelados, especializándose en su línea de vegetales con productos como: arveja, maíz, coliflor, yuca,etc. De esta manera, la compañía consigue facturar mensualmente la cantidad de USD 720 000.

    Además, IceMan entró al ámbito del food-service, abasteciendo a grandes cadenas de restaurantes con alimentos congelados, como papas fritas. La idea de la empresa es ofrecer al consumidor productos que conserven la frescura y nutrientes congelando los alimentos bajo el proceso de congelación rápida individual, IQF por sus siglas en inglés.

    Diego Sánchez, gerente Comercial, de la empresa IceMan, junto  con el grupo de producción de alimentos congelados, muestra la línea de helados. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Diego Sánchez, gerente Comercial, de la empresa IceMan, junto con el grupo de producción de alimentos congelados, muestra la línea de helados. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • La combinación de sabores posicionó a este helado caleño

    María Victoria Espinosa (I)

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    La combinación de sabores ácidos y dulces en un helado, hizo que Cholados se posicionara en el mercado de Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Este negocio se fundó en el 2013, con un producto de Cali, Colombia. Xavier Benalcázar, el propietario, asegura que en un principio la meta fue enfocarse en la colonia colombiana, que vive en la ciudad. Pero rápidamente el producto tuvo aceptación, especialmente en estudiantes.

    Un cholado está compuesto de una capa de escarcha de hielo, frutas tropicales, leche condensada, chocolate en polvo, helado y un aderezo como chispas de chocolate, una cereza, entre otros, que elige el cliente.

    Pero el toque especial es un extracto de taxo o maracuyá, que al combinarse con la leche condensada causa en el paladar un sabor agridulce. “En Cali se venden cholados en cada esquina. Eso nos dio ánimo para creer que aquí también se vendería”.

    Benalcázar y su esposa Lorena Chamorro obtuvieron la receta de un familiar colombiano. Pero les tomó casi dos meses encontrar la fórmula exacta. Ellos elaboran la leche condensada y la miel para lograr el sabor dulce.

    Chamorro reconoce que al principio no fue fácil que el negocio despuntara porque las personas no conocían los productos que ofertaban como el cholado, salpicón con queso, batidos y jugos con combinaciones de frutas dulces y ácidas. Por eso decidieron comprar un remolque para promocionar el producto en las fiestas de provincialización del 2013. “Les brindábamos muestras gratis. Lo probaban y luego empezaron a comprarnos“.

    Al principio, las ventas eran de entre USD 30 y USD 50, los fines de semana. Chamorro recuerda que en varias ocasiones se desanimaron porque llegaba poca clientela. “Una vez cerramos porque no venía gente. Pero luego empezaron a buscarnos hasta en las redes sociales”.

    Desde hace dos años, las ventas se han mantenido en USD 200 y USD 300 los sábados y domingos. Entre semana las ventas bajan a USD 100. “La acogida que tuvimos nos motivó a abrir nuevos locales en lugares cercanos a colegios”, señala Chamorro.

    Los emprendedores ofrecen un cholado estudiantil, que cuesta USD 1. Los venden a los jóvenes que llevan uniforme. Los demás clientes encuentran cholados y batidos desde USD 1,50 hasta USD 5, para tres personas.

    En la actualidad el negocio tiene cinco locales. Tres en Santo Domingo, uno en La Concordia y otro en El Carmen. En cada negocio se ha invertido entre USD 6 000 y 7 000 en refrigeradoras, máquinas para escarchar el hielo, mesas, sillas, entre otros.

    Mariana Zambrano es cliente de Cholados desde hace dos años. Ella viajaba con sus tres hijos desde El Carmen para degustar de los helados. “El dulce se contrasta con la fruta que siempre es fresca”.

    Para Benalcázar el éxito del negocio se debe a que en los cinco locales se mantienen los mismos estándares de calidad. “Estamos pendientes de que los productos estén en buen estado siempre y de que la atención sea buena“.

    El negocio familiar se inició con dos empleados, que se encargaban de preparar los cholados y atender a los clientes. Pero durante los últimos tres años debieron contratar a ocho más. “Pensamos en empezar a vender franquicias. Pero primero queremos consolidar la marca en las provincias cercanas”.

    Los emprendedores Lorena Chamorro y Xavier Benalcázar abrieron el primer local de Cholados en el 2013. Ahora tienen cinco sucursales más cerca de colegios y en el centro de la ciudad. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES
    Los emprendedores Lorena Chamorro y Xavier Benalcázar abrieron el primer local de Cholados en el 2013. Ahora tienen cinco sucursales más cerca de colegios y en el centro de la ciudad. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES
  • El helado típico recorre Quito en una combi

    Redacción Líderes

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    Desde que la heladería Dulce Placer abrió sus puertas en 2011, en el valle de Los Chillos, sorprendió con sus sabores. Helado de chocho, colada morada, chía, mojito y muchos más son parte de su oferta.

    El crecimiento fue acelerado. Ahora sus propietarios aplican una nueva estrategia para mantenerse competitivos: desde hace dos meses tiene una combi que circula por las calles de Quito con sus helados a bordo.

    La idea nació de la necesidad de tener un punto de venta en el norte de Quito. “Somos innovadores y queríamos ofrecer algo diferente a nuestros clientes”, indica Ana García, dueña de Dulce Placer. Ella añade que existen heladerías móviles que ofrecen helado de máquina, pero esta es una “heladería móvil con tradición ecuatoriana”.

    La combi heladera se da a conocer con rapidez. Por la celebración del Día de la Tierra fue contratada por la residencia del Embajador de EE.UU. Eso motivó a García a invertir en una segunda combi. En el equipamiento de cada heladería rodante se invirtieron alrededor de USD 30 000.

    La primera se ubica por lo general en la calle Gaspar de Villarroel, mientras que la segunda combi cubre el sector de Cumbayá, así como eventos privados ferias y conciertos.

    La facturación mensual hasta el momento es de unos USD 1 000 aproximadamente.
    Dulce Placer es un proyecto que empezó García junto con su esposo, Mauricio Lafebre. Ambos vivieron seis años en el extranjero y es ahí donde esta emprendedora adquirió conocimientos sobre la elaboración de helados. Además, ella sostiene que siempre fue muy “golosa” y le gusta crear “nuevos dulces y postres”.

    Hoy, el negocio se ha convertido en una pequeña empresa familiar. La madre de García aporta con los secretos gastronómicos, mientras que su hija se encarga de inventar helados, Lafebre y su cuñado se dedican a las ventas y atención al cliente.

    “Tengo la capacidad de crear helados a base de leche, con crema, sin crema, frutales, con semillas, harinas, postres o bebidas, con lo que sea”, dice García. La promesa de esta heladería es seguir incorporando las tradiciones culturales gastronómicas del Ecuador.

    Ana García es una de las fundadoras de este emprendimiento que oferta más de 460 sabores de helados en locales fijos y en sus combis. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
    Ana García es una de las fundadoras de este emprendimiento que oferta más de 460 sabores de helados en locales fijos y en sus combis. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
  • La modalidad de franquicia expande un emprendimiento de yogur dietético

    María Victoria Espinosa (I)   redacción@revistalideres.ec

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    El 2010 fue clave para encontrar la fórmula exacta del helado de yogur dietético Greenfrost.
    Andrea Arévalo y sus padres iniciaron el negocio familiar, tras conocer que en Europa se comercializaba el producto.

    Ellos intentaron varias recetas hasta conseguir un helado de textura suave y homogénea. Para darle un valor agregado al producto, este se sirve con frutas de temporada, salsas como chocolate, leche condensada o manjar, y aderezos como las nueces, pasas o galleta desmenuzada. También se lo puede acompañar con suaves licores como la piña colada, el rompope, el licor de cacao, entre otros.

    Para ella, la idea inicial era convertir al negocio en una heladería de renombre en Santo Domingo de los Tsáchilas, pero a las dos semanas de abrir el primer local (27 de febrero del 2011), recibió una oferta para desarrollar el modelo de franquicia de esta iniciativa.

    A los seis meses ya tenían más de 10 locales franquiciados. Arévalo asegura que, aunque no estaba en los planes crecer en tan poco tiempo, el resultado se debe a la calidad y a la exigencia para que la atención al público sea óptima.

    También influyó el respaldo de la clientela. La emprendedora recuerda que más allá de la publicidad y las estrategias de mercadeo, fue fundamental que una persona fuera con su familia al local y recomendara el helado a sus amigos.

    Arévalo dice que el producto tiene acogida porque en Santo Domingo, en el 2011, no se ofertaba un helado dietético. “El yogur tiene menos calorías que el tradicional, por eso solo se pensó en un helado natural y más bien se ofrecen frutas y aderezos al gusto del cliente”.

    Mientras prepara el helado, Arévalo recuerda que los primeros meses el producto se hacía de forma artesanal en su casa. Tardaban ocho horas y solo necesitaban tres personas (su familia).

    Los hacían en una olla con capacidad para 20 litros. Pero hace un año instalaron una planta llamada Yogurt Nature, ubicada en la avenida Quito, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Se invirtieron USD 500 000, en el mobiliario y adecuaciones del lugar. Allí trabajan ocho personas.

    La cantidad mínima de helado que se elabora es de 1 120 litros diarios. Ese producto se distribuye a escala nacional a 40 franquicias que hoy tienen la marca. Esta cuesta USD 10 000 e incluye los derechos para utilizar la marca y logotipos en un local. El mobiliario tiene un costo de unos USD 40 000.

    Pero Arévalo asegura que antes de otorgar una franquicia, el primer paso es realizar un estudio de mercado. Uno de los parámetros es que el local se ubique en zonas urbanas, comerciales o escolares. “Tenemos personal que se queda varios días en una ciudad, para analizar si el negocio tendrá éxito”.

    Viviana Márquez tiene una franquicia en el centro de Santo Domingo, desde hace un año. Ella invirtió alrededor de USD 40 000.

    En días calurosos o temporada escolar venden hasta USD 10 000 mensuales. Para la propietaria, el negocio fue rentable desde el inicio. Ella recuerda que el primer fin de semana obtuvo de ganancia neta USD 400. “Me emocioné, porque elegí la franquicia adecuada”.

    Constanza Armijos es clienta y dice que siempre compra en ese local. “Me parece sano para mis hijos, porque comen frutas”.

    En Santo Domingo de los Tsáchilas, por ser la provincia en la que se inició el emprendimiento, hay más de nueve locales. Por el momento, no se abrirán más franquicias, para no saturar el mercado. La marca se difunde en más de 20 ciudades de Ecuador.

    El nuevo reto será incursionar en Galápagos. Tardarán seis meses. En ese tiempo la familia busca fortalecerse espiritualmente.

    Andrea Arévalo y su familia idearon un helado de yogur bajo en calorías. Ahora tienen una planta para elaborar el producto; en tres años lograron vender 40 franquicias. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES
    Andrea Arévalo y su familia idearon un helado de yogur bajo en calorías. Ahora tienen una planta para elaborar el producto; en tres años lograron vender 40 franquicias. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES
  • En Cumbayá se combinan helado, frutas, dulces…

    Redacción Quito

    El helado de yogur se combina con frutas, dulces y galletas en un reprendimiento que opera en Cumbayá, en el oriente de Quito. Las dueñas del negocio preparan el helado de yogur bajo en calorías con su propia receta y el cliente elige al peso los aderezos que acompañan este postre.

    Paulina Guerra y Gloria Holbrook decidieron abrir Twist Yogurt Place en el 2011 tras un viaje a Estados Unidos, país en donde la tendencia por cuidar la salud y consumir alimentos bajos en grasas impulsa el mercado de yogur congelado.

    Con una inversión inicial de USD 150 000, Guerra y Holbrook, adecuaron un local, diseñaron la marca, contrataron una chef y a un técnico extranjero para preparar las fórmulas exclusivas de los helados de Twist Yogurt Place. Para esto utilizan materia prima nacional como leche y yogur descremados, extractos naturales y frutas ecuatorianas.

    “Comenzamos con la adecuación del local en enero de este año, fue un trabajo extenuante pues tuvimos que reconstruir el lugar, pintar paredes y habilitar un estacionamiento y decorar todo con un concepto jovial y alegre. Finalmente abrimos las puertas de Twist Yogurt Place el pasado 23 de mayo”, cuenta Guerra.

    María Bucheli, arquitecta de esta micro, cuenta que en el lugar donde hoy es el local de Twist solo había algunas estructuras. “Trabajamos de lunes a sábado para tener todo listo en apenas tres meses”.

    Para hacer un helado personalizado, los clientes eligen entre 28 sabores de helado y 24 aderezos secos como: frutas, nueces, galletas, gomitas… El negocio tiene cinco máquinas de yogur congelado. Los sabores rotan cada semana.

    En Twist, ubicado en Cumbayá, se reunen familias, niños, deportistas y estudiantes. Esta micro vende cerca de 100 porciones al día, de lunes a viernes, y hasta 300 los fines de semana. En promedio sus ventas semanales llegan a USD 1 900.

    Priscila Serrano visita con frecuencia este local acompañada de su hermano, Matías. Ella asegura que su combinación favorita es la de yogur de frutos del bosque con manzana verde.

    Belén Molina prefiere el de maracuyá. Ella visita esta micro los fines de semana luego de hacer ciclismo en El Chaquiñán de Cumbayá, “Después del ejercicio es muy refrescante tomar helados”.

  • Topsy busca más clientes con su helado artesanal

    Flor Layedra / Redacción Guayaquil

    Desde hace 25 años, Topsy participa en el mercado nacional. La firma pertenece a la empresa Heladosa y a su vez forma parte de Toni.

    La compañía busca competir con otras marcas y de esta manera incrementar sus ventas en el país. La planta de la heladería está ubicada en el km 10½, en la vía Daule, al norte de Guayaquil.

    Desde el 2010 tiene una alianza con la multinacional peruana Alicorp. La firma compró el 30% de las acciones de Topsy.

    La sociedad entre ambas firmas, explica Alexandra Chancay, gerenta de Marketing, permitió que Heladosa realice sus inversiones con más seguridad.

    Hace una década, Topsy no desarrollaba campañas de promoción, ya que la marca se ha mantenido sola en el mercado, dice. Pero, desde este año, “los directivos de la empresa decidieron apostar a la publicidad, para competir con el monopolio del sector”.

    Así, Topsy, desde enero cambió los logos y los empaques de los productos y se realizaron innovaciones en la planta de producción. En estos proyectos se invirtieron USD 3 millones. A esto se suma las campañas de comunicación y publicidad.

    Otras modificaciones que hizo Heladosa para optimizar su producción fue adquirir una máquina paletera italiana, para alcanzar un aumento de ventas superior al 19%. El año pasado, Heladosa facturó sobre los USD 18 millones y vendió más de 85 millones de unidades de helados.

    A principios del 2012, la firma realizó un estudio del mercado de helados en Ecuador con las empresas investigadoras: Consultor Apoyo, Q-Analysis y MK Trends. Carlos Gordillo, gerente de MK Trends, señala que según los estudios que ha hecho la firma, el helado tradicional lidera el mercado. Por esto, Topsy incursionó en ese nicho desde agosto.

    Jorge Medina, gerente general de Topsy, dice que del total del mercado de helados, el helado tradicional tiene el 25,5%. La firma aspira a captar el 5% de ese nicho. En este segmento, a nivel de industria, Topsy compite con Unilever con los helados Pingüino. A nivel artesanal, con los helados hechos en casa, dice Chancay

    Los ingredientes principales del 95% de los helados de Topsy son crema de leche, leche en polvo y leche fresca proporcionado por Toni. El resto lo componen agua y otros ingredientes, como aderezos, manjar, maní, cocoa o frutas.

    Peggy Segura, consumidora, expresa que el sabor y la textura del helado son mejores a los de otras marcas. “Se siente más cremoso y es más rico al paladar”.

    Heladosa también comercializa sus productos en los autoservicios de Primax, en donde venden tortas heladas, helados en litros y peletería. El convenio comenzó desde el pasado 15 de julio. La firma también incursionó en Twitter y han captado a 689 seguidores, en tres meses.

    Además, realiza activaciones de marca en los centros comerciales del país. Por ejemplo, regaló 1 500 helados a menores que participaban en juegos en Guayaquil. La firma aprovecha el horario de la tarde, cuando hay mayor tiempo de consumo.

  • Una imagen fresca, familiar y juvenil promociona té helado

    Redacción Quito

    En noviembre, la multinacional Nestlé puso al aire en el mercado ecuatoriano su nuevo comercial, Nestea: El Original. Lo hizo para promocionar su producto Nestea, con sabor a té negro y el Nestea, con sabor a limón.

    Christian Guerrero, director ejecutivo de Lácteos, Café y Bebidas de Nestlé, explica que este spot publicitario es un refuerzo a las características que ya conoce el consumidor del producto. “Creemos que esta pieza comercial llega de manera familiar a los consumidores”.

    El comercial estuvo a cargo de la agencia Publicis. Esta firma se encargó de la filmación y producción del comercial, en un lapso de siete días.

    Guerrero explica que la firma buscaba resaltar con el comercial, las características del producto ‘on the go’; es decir, productos de consumo inmediato “y la frescura de la marca de Nestlé”.

    El anuncio se transmite durante este mes a nivel nacional, en los canales de televisión abierta, en todas las franjas horarias y tiene una duración de 38 segundos. “Decidimos priorizar los momentos en los cuales sabemos que el target consume el producto. Los horarios del ‘prime time’ de la mañana, tarde y noche”.

    Unas 50 personas trabajaron en la producción, posproducción y edición del comercial, entre los que se encontraban actores, maquilladores, directores, productores, entre otros.

    El comercial fue filmado en el sector de El Batán (norte de Quito), para mostrar la ‘típica’ tienda de barrio. Esto, porque la bebida es de consumo masivo y los mayores puntos de venta son estos locales.

    El costo de un comercial con características similares con pautaje para cadena abierta es de USD 28 000. Dentro de este paquete se incluye el precio de producción, posproducción y edición.

    Una característica singular es que en el fondo, detrás de la escena, se encuentran otros productos Nestlé como la Lechera, Natura, galletas Amor, Ricacao, Nescafé, entre otras marcas de la firma.

  • Ella se abre mercado con el helado vegano

    Redacción Guayaquil

    Los helados tradicionales están hechos, por lo general, a base de huevos y leche, ingredientes provenientes de animales. Los helados veganos, por el contrario, están hechos a base de agua y la leche de vaca es sustituida por la leche de coco. Ese es el gancho de Isabelados, la iniciativa de la guayaquileña Isabela Cuesta.

    El gusto de esta joven por los helados la llevó a buscar una forma de seguir la práctica del veganismo sin privarse de su dulce favorito. Cuesta, quien ya lleva casi 10 años como vegetariana y un año sin consumir lácteos, se animó a emprender luego de recibir de regalo una máquina de helados. Entonces, comenzó a investigar recetas e ingredientes de helados veganos en Internet.

    La iniciativa tomó forma hace un año. En sus primeros meses elaboraba hasta 15 litros al mes. Ahora son 50.

    Durante tres meses experimentó con mezclas hasta que obtuvo el producto final. En ese proceso, muchas amigas y familiares la alentaron a impulsar su negocio, le ayudaron con el diseño y el nombre de su marca, que mezcla su nombre de pila con los helados.

    Cuesta tiene dos máquinas para realizar la preparación y adquirió otra máquina que le llega a finales de este mes. Ella aspira a crecer poco a poco y ganar presencia en las preferencias del público, no solamente el vegano, sino también de otros sectores.

    La inversión que realizó inicialmente fue de USD 500, destinados para la adquisición de envases hechos con material proveniente de la caña de azúcar, obtenidos en Quito.

    El tiempo que le toma elaborar los helados depende del sabor. Por ejemplo, para el helado de chocolate, se demora alrededor de dos horas, debido a que debe derretir el chocolate y esperar a que este se enfríe para colocarlo en la máquina. Con los otros sabores solo debe mezclarlos y colocarlos en la máquina.

    Uno de sus espacios de venta es la Bona Terra, organizada por el Colegio Balandra Cruz del Sur, en el norte de Guayaquil. Además, Cuesta atiende pedidos de amigos o personas cercanas, ofertando cada tarrina por USD 8.

    Daiana Tanner es clienta de Isabelados. Es vegetariana y dice que es intolerante a la lactosa; consume los Isabelados, porque considera que son más ricos y más ligeros de digerir que otros.

    En línea

    La promoción. Sus aliados para promocionarse son las redes sociales como Twitter e Instagram. Allí muestra sus productos.

    Ventas. Isabelados recibe pedidos de amigos o personas cercanas, ofertando cada tarrina por el valor de USD 8, el litro.

    USD 300 vende al mes este negocio