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  • Ropa de cama para el sector hotelero es la especialidad

    Sofía Ramirez

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    La confección de ropa de cama, como sábanas, edredones y cojines es una tradición familiar que dio paso a Manttra. Esta empresa lleva cuatro años, tiempo en el cual se ha enfocado en el sector hotelero del país.

    Leonardo Magno, gerente general del emprendimiento, cuenta que su mamá Fanny Altamirano y su hermano Nicolás Magno también están involucrados en el negocio. El equipo se encarga de llevar a otras provincias la calidad de sus productos, cuenta este quiteño de 28 años.

    Los orígenes de Manttra -firma que antes tenía el nombre de Textiles Magno- datan de hace 16 años, cuando Altamirano elaboraba sábanas en su casa para ofrecerlos a clientes particulares.
    El emprendimiento servía para traer ingresos extras al hogar; Leonardo y Nicolás crecieron con este conocimiento al ver a su mamá diseñar y confeccionar estos accesorios del hogar.

    Ambos tuvieron interés en esta labor. No obstante, cuando los hermanos Magno terminaron la universidad; cada uno decidió adquirir experiencia en diferentes sectores.

    Leonardo Magno explica que en su caso le fue difícil conseguir trabajo en el área comercial a fines del 2011. Y cuando obtuvo un trabajo en el siguiente año, también tuvo la visión de tener su propio negocio, uno que se enfoque en la confección de textiles.

    Manttra en la actualidad ofrece dos líneas de negocio: la elaboración de ropa de hogar, en la que se cuentan almohadas, colchas, edredones, cobijas térmicas, sábanas, toallas… La segunda línea elabora colchas, faldón de cama, bajo los estándares de calidad que exigen los hoteles, dice Magno.

    Los hermanos decidieron formalizar el negocio y en junio del 2012 nació Manttra, pero bajo el nombre de Textiles Magno. La planta se instaló en la casa de la familia, en Conocoto, al suroriente de Quito. En el lugar se instalaron áreas para el corte, confección y lavado, por ejemplo. Y la inversión inicial sirvió para comprar la materia prima como telas, hilos, apliques y maquinaria.

    Las primeras producciones y ventas de Manttra fueron las más bajas al iniciar con la empresa, explica Leonardo Magno. Por eso manejaron una estrategia: concentrarse en el sector hotelero. El quiteño cuenta que con producto en mano, visitaron a cada hotel hasta conseguir clientes.

    Édgar Palacios, gerente de Operaciones de Termas de Papallacta, afirma que conocieron a Manttra en septiembre del 2012. Se enteraron del trabajo de la firma por recomendación, por lo que luego de reunirse y verificar la calidad del producto pactaron la negociación. Termas de Papallacta adquiere sábanas de la empresa ecuatoriana cada año, para así renovar la lencería de habitaciones. Palacios dice que la calidad de la confección es excelente.

    El Hotel Dann Carlton, en el norte de Quito, también es cliente de Manttra desde hace cuatro años. Alexandra Allan, jefa de Adquisiciones, dice que lo que más adquieren son sábanas.
    En la actualidad, la capacidad de producción en la planta de Manttra llega a 500 edrededones y 100 sábanas al mes, por citar dos productos. En la confección se utiliza materia prima importada y nacional.

    Para este año, Manttra además de posicionar su nuevo nombre en el mercado ecuatoriano fortalecerán sus redes sociales. La pequeña empresa también tiene la intención de abrir su primer punto de venta directo, en Quito.

    Nicolás Magno, su madre Fanny Altamirano y Leonardo Magno se encargan de Manttra. La  firma confecciona sábanas, edredones, cobijas, entre otros productos. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
    Nicolás Magno, su madre Fanny Altamirano y Leonardo Magno se encargan de Manttra. La firma confecciona sábanas, edredones, cobijas, entre otros productos. Foto: Diego Pallero/ LÍDERES
  • El servicio hotelero le llevó hasta la lujosa Mónaco

    Redacción Quito (I)

    Nació en Cuenca, se formó como profesional en Portugal y EE.UU., trabajó en Machala, las islas Galápagos, en su ciudad natal y Quito; ahora está en el principado de Mónaco, donde es responsable de parte de la flota de cruceros de lujo de la firma Silversea Cruises, fundada en 1994.

    Fernando Delgado tiene 44 años y desde su adolescencia conoce de cerca el mundo de los hoteles; sabe que un buen servicio se convierte siempre en un gran negocio. Esa ha sido siempre su filosofía desde 1990, cuando inició su formación en Porto, Portugal.

    A ese país llegó por razones personales. Su familia estaba instalada en el país luso y Delgado cruzó el Atlántico para estudiar en la ‘Escola de Hotelaria e Turismo do Porto’. Fueron tres años de aprendizaje que sirvieron para sentar las bases de la que hoy es una carrera exitosa en el mundo de los hoteles y los cruceros.

    En Porto y luego en EE.UU. Delgado aprendió sobre cocina, administración de restaurantes y hoteles, y temas gerenciales.

    Para 1993 terminó sus estudios y volvió a Ecuador. Estuvo en Cuenca, donde recibió algunas propuestas, como la del Hotel Oro Verde de Machala que estaba por inaugurarse. Entonces supo que el gerente del Banco del Pacífico, en Machala, Oswaldo Tamariz, lo quería entrevistar.

    “Yo no era economista, ni financiero, pero igual insistió en que lo visite”, recuerda Delgado. Allí este hotelero se enteró que la entidad financiera estaba por inaugurar un moderno edificio, con un sitio para cocteles y servicios para sus ejecutivos y colaboradores.

    La oferta que recibió para trabajar en el banco, en el manejo de de alimentos y bebidas, lo enganchó. Delgado tenía 21 años y era subgerente de servicios internos. “Fue maravilloso, con responsabilidades en Machala y, luego, a escala nacional”.

    Fernando Delgado recibió al Príncipe Carlos en el hotel Royal Palms, en Galápagos en el 2009. En las otras fotos aparece en África y con el equipo de trabajo del hotel Casa Gangotena, en Quito. Fotos: Pavel Calahorrano / LÍDERES y archivo particular
    Fernando Delgado recibió al Príncipe Carlos en el hotel Royal Palms, en Galápagos en el 2009. En las otras fotos aparece en África y con el equipo de trabajo del hotel Casa Gangotena, en Quito. Fotos: Pavel Calahorrano / LÍDERES y archivo particular

    Tamariz lo recuerda como un joven muy dedicado y voluntarioso que combinaba muy bien la cocina local con la internacional. “Era un muchacho de primera, muy buena persona. Fue de los ejecutivos más jóvenes que tuvimos en el Banco del Pacífico”.

    Tras la experiencia en la entidad bancaria, de donde salió en 1998 para buscar nuevas oportunidades, Delgado se mudó a Quito para encargarse del restaurante Sal y Pimienta y la lavandería Fresco y Limpio, en el hotel Colón, que estaba integrándose entonces a la cadena estadounidense Hilton. “Al ser la transición fue algo complicado, pero sirvió de aprendizaje”, dice este cuencano que habla portugués,italiano e inglés.

    Para el 2000 inició una nueva etapa, fuera del continente, en las islas Galápagos con la firma Quasar Náutica Expeditions, especializada en cruceros. Fue el gerente de hospitalidad y se encargaba de todo lo que pasaba en los barcos llenos de turistas extranjeros.

    Luego regresó a su ciudad de origen para trabajar con su familia en dos proyectos hoteleros: el hotel Santa Lucía y la Hostería Uzhupud entre 2002 y 2005.

    Entonces se estrenaba como padre y decidió tomarse un tiempo para la familia. Pero enseguida recibió una llamada de Quasar Náutica Expeditions: le propusieron volver a las islas encantadas para conocer un nuevo barco. “Galápagos siempre es chévere y fui”. Allí me pidieron que me quedara tres meses, pero en total estuvo entre Quito y Galápagos hasta el 2008.

    Y otra oferta llegó. Lo contrataron como gerente del hotel Royal Palms Galápagos, que pertenece a la cadena Leading Hotels of the World y al que llegan personalidades como el Príncipe Carlos de Inglaterra. Allí estuvo entre el 2008 y 2011, hasta que participó en una selección de cazatalentos para el hotel Casa Gangotena, que estaba por abrir sus puertas en Quito.


    Roque Sevilla
    , representante del hotel, sabía de la experiencia de Delgado y de su trayectoria en el mundo hotelero. “Cuando lo contratamos demostró un gran conocimiento del tema y fue de gran ayuda para que el hotel consiga premios y reconocimientos internacionales”.

    Según Sevilla, Delgado tiene una habilidad especial para atender a los distintos huéspedes. “Hace de cada visita algo especial y siempre generó grandes experiencias para nuestros visitantes. Además sus intereses en temas de literatura y arte le dan un valor extra como anfitrión. Fernando es una persona muy amable”.

    Su buen nombre quedó confirmado con una nueva gerencia en Mashpi Lodge, de los mismos dueños de Casa Gangotena.

    Nuevos retos estaban por llegar para este hombre que disfruta de recibir amigos en su casa y que se define como transparente, frontal y, en ocasiones, algo necio. En 2013 altos ejecutivos de Silversea Cruises visitaron el país por negocios; además querían que Delgado fuera uno de sus colaboradores.

    Una firma líder en cruceros de lujo

    Silversea Cruises es una prestigiosa firma especializada en cruceros de lujo. Su historia comenzó en los 90, cuando la familia Lefebvre, de Roma, creó y organizó la compañía pensando en construir y operar barcos de ‘ultra lujo’.

    Fernando Delgado fue tentado en dos ocasiones por esta empresa. La primera fue en el 2013, pero declinó por su compromiso con el hotel Casa Gangotena; dos años después recibió una nueva oferta para trabajar desde Mónaco. La aceptó y desde abril de este año tiene el cargo de ‘Head of Hotel Operations – Expedition Fleet’. En resumen es responsable de la operación hotelera en tres de los cruceros de Silversea, con capacidad para 100, 120 y 135 pasajeros.

    Delgado ya sabía de ellos cuando trabajó en las islas Galápagos . Ahora que es parte de una empresa que acumula premios y reconocimientos globales se siente a gusto. Sabe que los desafíos son parte de su carrera.

    Este ecuatoriano trabaja de manera directa con un equipo de seis personas; además se le reportan alrededor de 300 personas entre capitanes y tripulantes de los cruceros de lujo.
    Delgado ya está instalado en Mónaco con su esposa y su hijo. Al principado lo describe como un lugar interesante, impecable, lujoso por donde uno vaya y con gente agradable. “Uno puede ir caminando por la calle y encontrase con embotellamientos de Ferraris y Bugattis”.

    Sobre su futuro prefiere no hacer planes. La experiencia le dice que las oportunidades van llegando sin que las espere. “Lo único que tengo en mente es que los huéspedes estén contentos y felices”.

    Fernando Delgado. Fotos: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Fernando Delgado. Fotos: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • Grupo hotelero cubano proyecta ampliar a 50 000 sus habitaciones para 2020

    Agencia EFE

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    El grupo de turismo estatal cubano Gaviota proyecta para 2020 ampliar a 50 000 las habitaciones que opera en todo el país, plan en el que priorizará La Habana con la inauguración de tres nuevos hoteles en los próximos tres años, informó este jueves 6 de agosto la televisión estatal.

    El principal objetivo de los directivos de Gaviota, líder de la industria turística en la isla con unas 24 000 habitaciones, será posicionar a La Habana como uno de los primeros destinos de turismo urbano en el Caribe, indicó el reporte televisivo.

    El reporte de la televisión cubana no especifica si la gestión hotelera de los nuevos inmuebles se hará en forma de empresa mixta, junto con grupos hoteleros extranjeros, como operan casi todos los hoteles de la isla.

    Una de las acciones del proyecto de ampliación será la apertura el año próximo de un hotel categoría cinco estrellas de lujo en el antiguo edificio «Manzana de Gómez», situado en el Centro Histórico de La Habana, con 246 habitaciones.

    Para 2017 será reabierto el legendario «Hotel Packard» con 300 habitaciones y en 2018 tocará el turno al nuevo «Prado y Malecón», aún por construirse en la esquina de esas dos avenidas de la capital cubana y que ofrecerá alojamiento en sus 208 habitaciones. La apertura de las tres instalaciones buscará ampliar al casco histórico la oferta de Gaviota en la capital cubana, que en la actualidad incluye a los hoteles «Quinta Avenida», «Memories Miramar Havana» y «H10 Panorama», todos ellos ubicados en el exclusivo barrio de Miramar.

    El proyecto también abarca importantes polos turísticos en la isla como Varadero, a unos 150 kilómetros al este de La Habana, la cayería norte de las provincias de Villa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey (centro este) y Holguín (este).

    Cuba registró la llegada de dos millones de turistas internacionales en el primer semestre de 2015 y actualmente experimenta un «boom» de visitantes estadounidenses, que ya oscilan los 90 000, más de un 50 % por encima de los que llegaron a la isla en ese periodo de 2014, fruto del deshielo en las relaciones diplomáticas y el levantamiento de restricciones a los viajes.

    En la actualidad, el Ministerio de Turismo cubano opera con 26 empresas mixtas que gestionan en total 5 492 habitaciones en hoteles de 4 y 5 estrellas, además de contar con contratos de administración con 18 cadenas hoteleras internacionales para 69 hoteles, que suman 35 892 habitaciones.

    Cuba se alista para la llegada de turistas de Estados Unidos. Foto: AFP
    Cuba se alista para la llegada de turistas de Estados Unidos. Foto: AFP
  • Fingi, la aplicación que está revolucionando el sector hotelero a escala mundial

    Redacción Revistalideres.ec

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    Fingi revoluciona la experiencia de un huésped en un hotel. A través de su teléfono celular, el usuario puede hacer el check in, check out, pedir comida, organizar actividades de turismo, enviar mensajes a recepción e, incluso, regular la intensidad de la luz.

    Se trata de una aplicación que nace de la unión de los sectores hotelero y tecnológico. El emprendimiento surge de Eran Serrín. Lo financiaron Barry Sternlicht (fundador de Starwood Hotels and Resorts); Amit Aharoni (fundador de Cruisewise, vendida a Tripadvisor); y Adeyemi Ajao (Tuenti, Identify).

    El objetivo es que cuando el cliente arribe note un salto tecnológico y disfrute de una nueva experiencia. El huésped podrá seleccionar la temperatura de la habitación antes de llegar hasta pedir un transfer para el aeropuerto, usar el chat interno para resolver dudas. Es una app todo en uno.

    La bienvenida a Fingi son dos ofertas para mejorar su estadía. La primera es un room upgrade al hacer el check in. Eso significa la posibilidad de dormir en una habitación mejor de lo previsto con un descuento. Luego es tentado con una ammenity, la compra de una golosina, botella de champagne o un bocadillo que dé sabor a su estancia.

    Según los impulsores de Fingi con la aplicación mejoran los ingresos de los hoteles. Se benefician al tener una mayor y mejor información acerca de sus usuarios. A través de los datos que arroja la app pueden segmentar sus servicios.

    De acuerdo a declaraciones de Pablo Massana, inversor y distribuidor de Fingi, recogidas en Diario El Mundo, los usuarios reservan más, piden más y gastan más, lo que supone una media de entre USD 50 000 y USD 225 000 dólares extra por hotel y año. “No en vano, el 80% de usuarios escoge alguna de las opciones de esta herramienta que juega con la compra impulsiva”.

    Los creadores de Fingi también conquistaron a los hoteleros, conscientes de que el sector debe evolucionar y de que se ahorra un 15% porque permiten una operativa más eficiente. “Los hoteles de tres y cuatro estrellas lo ven muy claro y algunos de cinco un poco menos porque creen que Fingi podría ser un sustituto del trato personal pero no, es complementario”, opina Massana.

    Actualmete la aplicación funciona en cadenas hoteleras internacionales como Six Senses, Starwood, Viceroy, Virgin y Aloft.

    La aplicación funciona en cadenas hoteleras internacionales como Six Senses, Starwood, Viceroy, Virgin y Aloft. Foto: Gregory Boissy/ AFP
    La aplicación funciona en cadenas hoteleras internacionales como Six Senses, Starwood, Viceroy, Virgin y Aloft. Foto: Gregory Boissy/ AFP
  • Colombia vive un boom en el desarollo hotelero

    Dennis Rodríguez/ Especial para LÍDERES desde Colombia

    ‘Debemos tener hoteles en las ciudades más importantes de América Latina y nos faltaba Bogotá, para atender el flujo de turistas, viajeros de negocios y eventos”. Myles McGourty, vicepresidente de Hyatt para Latinoamérica, resumió así en días anteriores la decisión de la cadena hotelera estadounidense de echar raíces en Bogotá.

    Para desembarcar en esta urbe, Hyatt, que tiene 415 hoteles de lujo en el mundo, se alió con Luis Carlos Sarmiento, el hombre más rico de Colombia y cuya fortuna asciende a unos USD 12 400 millones, según la revista Forbes. El magnate ya es dueño de la cadena de hoteles Estelar, que cuenta con 20 establecimientos en este país y tres más en el Perú.

    Precisamente, el Grand Hyatt Bogotá, que se inaugurará en el 2015, será la joya de la corona de la Ciudad Empresarial Sarmiento Angulo, un megacomplejo de oficinas, hotel, entidades financieras, locales comerciales, que empieza a levantarse en Ciudad Salitre. Este se ubica en el occidente de Bogotá, a pocos minutos del aeropuerto internacional El Dorado.

    El Grand Hyatt Bogotá, de 300 habitaciones y cuya construcción empezará en el 2013 y una inversión de USD 130 millones, será el tercero de la cadena en Latinoamérica, después de Sao Paulo y Santiago de Chile, recordó McGourty. El consorcio estadounidense, además, operará el Hyatt Regency Cartagena, en ese balneario del Caribe colombiano.

    La alianza Hyatt-Sarmiento es la punta del ovillo del ‘boom’ de la construcción hotelera que vive Colombia. La tendencia se refleja en este dato: en la actualidad se edifica una cincuentena de hoteles, no solo en Bogotá y Cartagena de Indias, sino también en ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla, Santa Marta y Villavicencio, según los datos que disponen el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia y la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco). Esta última consignó, además, que la oferta de habitaciones disponibles aumentó en 16 000 en los últimos años.

    La inversión desde el 2010 en el sector alcanza los USD 1 700 millones y esa cifra se disparará con el arribo de más actores, entre los cuales se incluyen las cadenas Marriott, Best Western, Holiday Inn, Hilton, Onagrup Hotels & Resorts, W Hotels Worldwide y el grupo Starwood Hotels & Resorts. Justamente este último anunció la alianza con Terranum Hotels, para levantar en esta capital el exclusivo W Bogotá, con la finalidad de ofrecer un nuevo estilo de hospedaje. Al menos así lo señaló a la prensa Osvaldo Librizzi, copresidente de las Américas de Starwood Hotels & Resorts. “Bogotá es uno de los centros económicos de más rápido crecimiento en América Latina y también es reconocida ampliamente por estar a la vanguardia en la industria de la moda, la música”, sintetizó el empresario.

    El hotel W Bogotá, cuya inauguración está programada para el 2014 y tiene una inversión de unos USD 60 millones, dispondrá de 168 habitaciones, entre las que se incluyen 20 suites. Y su oferta, adicionalmente, incluirá la denominada Extreme Wow Suit, que viene a ser el equivalente de la suite presidencial de la marca W.

    ¿Qué está detrás de este ‘boom’ hotelero? Juan Leonardo Correa, presidente de Cotelco, dijo que el crecimiento es uno de los efectos del decreto 2755, expedido en el 2003, en el gobierno de Álvaro Uribe. Este instrumento ordena que los hoteles que se construyan hasta el 2017, así como las remodelaciones que se realicen en este periodo, estén exentos del pago del Impuesto a la Renta durante 30 años.

    McGourty agregó otra razón: la firma del TLC con EE.UU. hace más atractiva a Colombia a la hora de hacer inversiones, entre las que se cuentan las de las cadenas que manejan hoteles.

    La ‘fiebre’ hotelera encaja también con los propósitos del Gobierno colombiano de impulsar el turismo. En el 2011, arribaron a este país 1,9 millones de visitantes, un 7% más que en el 2010. Y el objetivo apunta a rebasar el listón de los 4 millones de turistas al año en el 2014, una cifra que, por ejemplo, exhibe ahora el Perú.