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  • Bianca Dáger: ‘Hoy es vital fortalecer el ecosistema’

    Priscilla Alvarado   (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Además, qué impactos arrojó la pandemia y cuáles son los mayores retos.

    ¿Puede definirse a Guayaquil como una ciudad emprendedora?
    Por supuesto. La pandemia fue una muestra de lo que se puede alcanzar como ciudad. Los emprendedores reaccionaron y se insertaron en el sector con propuestas atractivas. Sin embargo, hay que reconocer que los ecosistemas están aún incipientes y hay falta de coordinación entre autoridades y actores de la sociedad civil.

    ¿Ese es el campo de acción de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico)?
    Nos definimos como ‘los conectores’ porque lo que está haciendo Épico es juntar ese sistema de innovación que está disperso entre diversos actores de la sociedad, generando y creando espacios donde la gente se siente a la mesa a pensar en la ciudad, desde diferentes ámbitos. Hay un ecosistema de innovación débil en el que se debe trabajar, desde el Municipio, el sector productivo, la academia y los ciudadanos.

    ¿En qué se está enfocando Épico para fortalecer ese ecosistema?
    En la capacitación, a través del centro de emprendimiento, y lograr conexiones. Sabemos que, por un lado, están los actores de ese ecosistema que son los emprendedores. Primero se debe trabajar en el puente para que organizaciones apoyen a esos nuevos empresarios. Hay que encontrar oportunidades para que lleguen los inversionistas ángeles, se creen fondos de capital de riesgo y se construya un espacio seguro para las nuevas iniciativas.

    ¿Cómo es el trabajo en el Centro de emprendimiento?
    Existen cuatro etapas. En la fase de descubrimiento se identifican las oportunidades, conexiones y soportes para potencializar la idea. Luego, está la etapa ‘re-creando’, que es el punto de partida del negocio. Se analiza la viabilidad y el giro adecuado. En la fase ‘validando’ se dota de herramientas para que el emprendimiento sea innovador y, por último, en ‘despegando’ se acompaña al nuevo empresario, para elaborar una proyección del negocio y potenciar las ventas.

    ¿Aún hace falta trabajar en competitividad?
    Es un factor clave. En Guayaquil, por ejemplo, tenemos una matriz de competitividad muy diversificada, pero con baja generación de conocimiento porque estamos muy enfocados en materias primas. Es allí donde debe crecer la innovación, más ahora en tiempo de pandemia. El incremento de este factor solo se logra con el trabajo conjunto y políticas claras del sector privado, la academia, los emprendedores y el gobierno local.

    La palabra emprendimiento está de moda en el panorama actual. Muchos actores de la sociedad se motivan con esa palabra, sin saber los retos a los que se enfrentan. ¿Se ha malentendido ese concepto?
    La palabra atrae, pero no se le da la profundidad requerida. Es importante saber que no se puede hacer las cosas igual que el resto y esperar resultados distintos. Si se quiere emprender, en estos tiempos, se debe tener un modelo de negocio con un propósito claro y propuesta de valor nueva. Allí entran dos elementos, definir la necesidad que voy a cubrir y cómo voy a medir que estoy haciendo las cosas bien.

    ¿Qué riesgos existen?
    De fracasar, por supuesto. Es allí donde la construcción de un ecosistema fuerte garantizará que, si en algún momento un negocio fracasa, no haya obstáculos para que el emprendedor vuelva a levantarse o reconfigurarse.

    Usted dice que el ecosistema puede evolucionar con políticas claras. ¿Pero qué pasa cuando se cambian las autoridades y entran en juego otros intereses?
    Si se tiene una agenda clara a mediano y largo plazo, las autoridades de turno valorarán esa organización y continuarán con el trabajo. Eso es lo que se trata de impulsar desde Épico, un horizonte que transcienda a pesar del cambio de autoridades. Hay que respetar las visiones de los líderes que toman la posta de los cabildos, pero se debe siempre evaluar que si en una materia se ha avanzado o se ha construido algo se lo debe mantener.

    ¿Qué nuevas características deben tener los emprendimientos, dado el contexto actual?
    Debe ser algo novedoso, pero que pueda tener capacidad de adaptación, en el caso de que cambien las reglas de juego. Hay emprendimientos que no sobrevivieron el confinamiento y eso dejó una lección de siempre abrir el abanico.

    ¿Qué perfiles de emprendedores se han identificado en Guayaquil?
    De acuerdo con el nivel de escolaridad, los universitarios son los que más se arriesgan a crear nuevos negocios. Luego le siguen los bachilleres y técnicos.

    ¿El emprendimiento por necesidad es la principal característica de los nuevos negocios en la ciudad?
    Sí. Sin embargo, eso no es malo. Hay quienes se arriesgan a emprender, se quedan de ese lado y despuntan. En Guayaquil, siete de cada 10 personas que han quedado desempleadas quieren emprender. Ven esta posibilidad como su única fuente segura de ingresos, al menos, por ahora, hasta que la situación mejore.

    Guayaquil tiene un ADN empresarial muy marcado por ser una ciudad portuaria y comercial, ¿los emprendimientos se enfocan en esas áreas?
    Según lo que hemos detectado desde Épico, si bien los nuevos empresarios crean negocios para atender esas dos grandes corrientes, hay un abanico más amplio. Por ejemplo, hay iniciativas creadas para la fabricación de alimentos procesados, servicios técnicos, producción básica de agricultura, desarrollo de tecnología e incluso para la creación de servicios culturales.

    ¿Qué se está impulsando desde Épico para la reactivación económica?
    El Municipio de Guayaquil, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Ecuador y Épico, impulsan el plan Guayaquil en marcha, que busca capacitar gratuitamente y fortalecer al sector comercial minorista, con especial atención en tiendas, locales de comida, almacenes de venta de ropa y accesorios. Esto con la finalidad de reactivar sus iniciativas económicas y adaptarse a las condiciones pospandemia. Ya se ha escogido a 80 negocios de la zona céntrica de la ciudad.

    ¿Hay una nueva mentalidad en los emprendedores posterior a la pandemia?
    Totalmente. Algo que nos deja el contexto actual es que se debe ser resiliente y abierto a cambios. Hay dos grandes desafíos. Por un lado, es la transformación digital y por otro lado es lograr ser sostenibles. Pensar en sostenibilidad

    Hoja de vida
    Su formación. Ingeniera agrónoma por la Universidad Earth (Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda) de Costa Rica; maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo y un diplomado en el IDE de Responsabilidad Social.

    Su experiencia. Es mentora de Women4Climate y Embajadora de ODS en Ecuador. Obtuvo el primer León de Oro de Cannes para Ecuador en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente. Es cofundadora de los Premios Latinoamérica Verde. Promovió la creación de Alma, grupo de mujeres que con campañas de educación ambiental fomenta estilos de vida sustentables.

    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Nadia Rodríguez: ‘Hoy en día, el liderazgo tiene que basarse en la confianza’

    Redacción Quito

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    La academia ha formado parte de la vida de Nadia Rodríguez, rectora de la Universidad Internacional SEK, desde niña. Creció en una familia bogotana donde la universidad era el “centro de la vida”. Su padre era profesor de Filosofía y su madre de Literatura.

    De cuatro hermanos, ella es la única mujer. Considera que el haber crecido entre hombres le permitió desarrollar otras habilidades y formas de relacionarse muy positivas.

    Estudió Antropología en la Universidad de Los Andes, en Bogotá. Cursó una Maestría en Desarrollo Económico y Social y un Doctorado en Ciencias Sociales de lo Contemporáneo, con énfasis en Sociología Rural, en la Universidad de la Sorbona, en Francia. Sus investigaciones han estado vinculadas al espacio rural y las políticas de tierras en Colombia.

    Se ha desempeñado como docente en diversas casas de estudio, como la Universidad de Costa Rica, la Universidad del Rosario, en Bogotá, y la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (España).

    En los últimos cinco años se ha dedicado a la gestión académica. En 2015, emigró a Ecuador para asumir el cargo de Vicerrectora de la Universidad Internacional SEK, pasando a ocupar la Rectoría en 2018. Esta responsabilidad la comparte con sus roles de esposa y madre de cuatro mujeres.

    Liderazgo

    “La Academia ha sido una experiencia apasionante y divertida. Una herramienta que me ha ayudado es estar constantemente aprendiendo, formándome y aprendiendo de los demás. Crecí en el ambiente universitario. Eso es lo segundo en un cargo de liderazgo: conocer muy bien el sitio donde se trabaja, sus dinámicas. Para mí ha sido muy útil porque he ocupado casi todos los cargos posibles dentro de una universidad. La empatía y la inteligencia emocional son dos habilidades importantes que tienes que desarrollar como líder. En este contexto de tanta incertidumbre es muy importante, además, los liderazgos basados en la confianza, la transparencia, la honestidad”.

    Brechas de género

    “La academia es inclusiva, pero a las mujeres sí les cuesta ascender. Lograr un recorrido académico, hacer publicaciones, destacar en el mundo académico y, en paralelo, ser madres, requiere de un esfuerzo importante. La jornada laboral se utiliza dando clases, asesorando a estudiantes, y la investigación se hace en el tiempo libre. Y una de las brechas de género es que las mujeres cuentan con menos tiempo libre para investigar por las ocupaciones que tienen en el hogar. Yo he tenido mucha suerte con mi marido, porque es una persona dedicada a sus hijas, a la casa, por eso he podido asumir muchos cargos en mi carrera”.

    Profesión y familia

    “Con esfuerzo y mucho trabajo se pueden articular las dos cosas. La clave está en el apoyo. Las mujeres tenemos que buscar ayuda y hacer que nuestras parejas se comprometan en los procesos de crianza y en el desarrollo personal de cada uno. Es importante que el proyecto personal de cada uno se convierta en el proyecto de la pareja o de la familia. Mis hijas han viajado a otros países por mi trabajo y el de mi esposo, eso hace que haya un proyecto de familia. Durante la pandemia ha sido fundamental la distribución entre todos de las tareas del hogar. Sí ha habido sobrecarga, porque se han juntado las labores del hogar, con el trabajo y la enseñanza de los niños. Pero me siento contenta y tranquila.”

    Equidad

    “La equidad está muy lejos. Ha habido procesos de mejoras, pero las brechas son muy altas todavía. La violencia de género es muy alta; las mujeres tienen barreras para acceder al trabajo; hay mucha recarga sobre ellas en sus entornos de familia. Sin embargo, la diferenciación por clase es importante, no es lo mismo ser campesina a una profesora universitaria que vive en la ciudad. Pero las primeras son mayoría. Hay brecha salarial, las mujeres ganan alrededor de un 25% menos. La pandemia y la crisis económica van a acentuar estas diferencias de género”.

    Rol en la pandemia

    “El trabajo de las mujeres es fundamental para sobrellevar una crisis económica y salir de ella. Las ecuatorianas tienen una capacidad de emprendimiento muy alta, eso va a ser fundamental en la salida de la crisis. Las mujeres también tenemos una capacidad de resiliencia alta: levantarnos, aprender de los errores y salir adelante por encima de cualquier dificultad”.

    La rectora de la Universidad Internacional SEK, Nadia Rodríguez, considera que la capacidad de emprendimiento de las mujeres ecuatorianas será fundamental en la salida de la crisis económica.
    La rectora de la Universidad Internacional SEK, Nadia Rodríguez, considera que la capacidad de emprendimiento de las mujeres ecuatorianas será fundamental en la salida de la crisis económica.
  • Ángel Toalombo: ‘Hoy es clave la asesoría financiera’

    Redacción Quito

    redaccion@revistalideres.ec

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    ¿Cómo miran desde la Cooperativa de ahorro y crédito indígena SAC al actual momento económico del Ecuador en medio de la epidemia del covid-19?

    Estamos ante un momento decisivo para el país y para su economía. Vemos muchas dificultades a la hora de ir hacia la nueva normalidad, en especial en el tema de la movilidad y ante las decisiones de los gobiernos seccionales de aún no hallar un equilibrio entre la prevención y el impulso a la economía. También vemos oportunidades para aprender y usar nuevas tecnologías y allí podemos hacer una diferencia fuerte porque las cooperativas de ahorro y crédito siempre se han caracterizado por su cercanía con las personas. Somos empáticos y cercanos con las personas.

    ¿Cómo se ha afectado esa cercanía que usted menciona, ahora que vivimos una crisis sanitaria y ante el llamado distanciamiento social?

    Nos afecta de muchas maneras. Pero hemos desarrollado protocolos de seguridad bastante fuertes, uso de trajes de bioseguridad, mascarillas, y otros elementos. A pesar de su uso hemos perdido cercanía con la gente. La movilidad también es un desafío, la gente no tiene para pagar, los anuncios económicos hechos por el gobierno, el tema del empleo también nos afecta. ¿Qué tenemos que hacer? Entender el momento, ser empático con la gente y tener claro que un bien precioso de la gente en estos momentos es conservar el empleo.

    ¿Qué dicen los socios de la cooperativa, la gente que llega a sus oficinas? ¿Qué sensaciones o sentimientos tienen las personas?

    Estamos con una estrategia para saber actuar en estos momentos. Tenemos un programa social y hemos entregado 4 500 kits alimenticios a familias pobres, hemos tratado de llamar a todos los socios para preguntarles cómo están en su salid, hemos levantado bases de datos para levantar una base de datos e identificar posibles focos de infección. Nos hemos separado un poco del trabajo financiero y hemos priorizado el saber cómo están las personas. Además vemos que los depósitos siguen, las inversiones de los socios continúan. La liquidez se mantiene en esta temporada y nos agrada el trabajo que hacemos en favor de los socios y vemos que ellos siguen productivos.

    ¿Cómo cambiaron los planes de la cooperativa con la llegada del covid-19?

    Este año teníamos planeado llegar a ser una cooperativa del segmento 1 (NDLR: donde están las cooperativas más grandes del país). El año anterior fuimos de las cooperativas más dinámicas, crecimos un 43% en cartera, 111% en patrimonio. Con esos indicadores aspirábamos llegar al segmento 1. Pero hoy ese plan se pospone, primero tenemos que salir de la crisis sanitaria. Vemos que con la salida del confinamiento en ciertos puntos del país, vendrá una cierta normalidad y según eso vamos a proyectar la parte financiera. En este momento nos hemos enfocado en mantener el empleo: somos cerca de 170 empleados, más servicios externos con los que seríamos unas 200 personas. Ellos son nuestra prioridad, con los que podemos atender a cerca de 63 000 socios a escala nacional.

    Las cooperativas de ahorro y crédito siguen creciendo y mantienen una buena imagen. ¿Cuáles han sido las acciones del sector para desarrollar una imagen fuerte?

    Es un tema de cercanía y empatía. Esto nos permite atender sectores que no eran atendidos por los bancos. Nos enfocamos en pequeños empresarios que inician negocios, con empresas familiares. También está el trabajo hecho en parroquias alejadas y sectores económicos frágiles. Por allí esta el trabajo que han hecho las cooperativas de ahorro y crédito en el país.

    ¿En esta temporada de la epidemia y la cuarentena ha variado el tipo de crédito que ustedes entregan?

    Hay afectación en todos los segmentos y ahora tenemos que resetear el trabajo porque gente que antes de la emergencia pedía un crédito ahora es más cauta y frena un negocio o una inversión. Hay que evolucionar muy rápido y en ese camino hemos desarrollado soluciones informáticas ara que la gente pueda pedir crédito, midiendo siempre los riesgos. Tenemos personas y negocios que florecen con negocios vinculados a l covid-19 como las empresas que hacen desinfecciones, que venden mascarillas o gel, restaurantes con delivery, etc. También hay negocios y sectores que van a tardar e recuperarse y allí debemos tener la sensibilidad para saber en qué momento es bueno invertir y asesorar a estos negocios. Una de la tareas en estos momentos para todas las cooperativas es ofrecer asesoría financiera en todo nivel.

    ¿Cuál es el segmento de crédito con más demanda en el caso de SAC?

    El microcrédito para emprendedores es el más fuerte. Allí están pequeños comercios, pequeñas empresas familiares, que han sido históricamente nuestra base social.

    ¿Para lo que queda del 2020, pensando en el segundo semestre, qué perspectivas mira usted para el sector de las cooperativas de ahorro y crédito?

    El segundo semestre se viene complicado y complejo en lo financiero. Estamos apuntando a preparar y formar a las personas para mantener adecuados indicadores financieros. Otro reto es mantener el empleo de las personas, este es el mayor desafío. La economía caerá de manera pronunciada. Si llegan los desembolsos anunciados de organismos multilaterales no tendremos mucho inconveniente con la liquidez, pero nuestro rol fundamental es dinamizar la economía, conservar el empleo, dar facilidades a empleados para que trabajen desde sus casas.

    La educación financiera es clave tanto para cooperativas como para bancos. ¿Qué tan educado es el ecuatoriano?

    Hemos visto que no hay una cultura de ahorro en Ecuador, que sería de gran ayuda en estos momentos tanto para las familias como para los empleadores. En la cooperativa tenemos una plataforma de educación financiera y es una oportunidad para acercarnos a los clientes y darles un servicio de mucha utilidad. Incluso para sacar un crédito es vital el tema de la educación financiera. Ecuador no estuvo preparado para enfrentar esta situación, pero no por eso nos vamos a quedar sin hacer nada. Hoy es el momento para desarrollar y hacer lo que no se ha hecho aprovechando tecnologías para continuar siendo productivos.

    Ángel Toalombo es el Gerente General de la Cooperativa de Ahorro y Crédito indígena SAC analiza el impacto de la crisis sanitaria en el trabajo de la economía social y solidaria. Añade que una de las prioridades del sector es conservar el empleo y reactiv
    Ángel Toalombo es el Gerente General de la Cooperativa de Ahorro y Crédito indígena SAC analiza el impacto de la crisis sanitaria en el trabajo de la economía social y solidaria. Añade que una de las prioridades del sector es conservar el empleo y reactivar la productividad. Foto: Cortesía
  • Creció en la banca y hoy es ‘coach’ en valores

    Carolina Enriquez

    En 1977, en el país, nadie sabía para qué servía su profesión. Roberto Páez regresó de Canadá luego de graduarse de psicólogo social en la Universidad de Loyola.

    41 años después el interés en esa carrera le sirvió para ser reconocido como Trainer del Año 2017 en Barcelona (España). Sin embargo, en el camino para alcanzar ese logró se alejó por más de 20 años de las actividades vinculadas con la sociedad y la conducta humana.

    A inicios de la década de 1980, un colega le invitó a participar en el diseño y la generación del modelo de desarrollo organizacional del desaparecido Banco Popular. Fue el inicio de una amplia trayectoria en el sector financiero ecuatoriano.

    En esos años se vinculó al marketing, donde aplicó los conocimientos que aprendió en una certificación de la Asociación de Marketing Financiero de los EE.UU. Trabajó en el impulso y desarrollo de otra novedad para la época: las tarjetas de crédito.

    Diners, Banco La Previsora, Visa, entre otras, fueron algunas de las empresas para las que laboró.

    El sicólogo social y ‘trainer’ junto a Simón Dolan, impulsor  y difusor de la metodología de ‘coaching’ por valores. Publicará un libro con él. Foto: Archivo Personal
    El sicólogo social y ‘trainer’ junto a Simón Dolan, impulsor y difusor de la metodología de ‘coaching’ por valores. Publicará un libro con él. Foto: Archivo Personal

    Roque Iturralde conoció a Páez en 1984, cuando trabajaron en el proyecto de cambio de marca de La Favorita a Supermaxi. Él cuenta que en ese entonces se forjó una larga relación laboral y de amistad. “A Roberto lo veo como una persona brillante, inteligente, innovadora y que está permanentemente en la búsqueda de alternativas de vanguardia en el manejo de mercadeo, recursos humanos, asuntos corporativos, etc.”.

    Del tiempo como banquero le quedan lecciones de vida. Alguna vez tuvo que escoger entre la conveniencia y la integridad; al acogerse a este último valor perdió su trabajo, pero supo que era la decisión correcta para mantener su imagen y su carrera en el sector.

    En el 2007, agotado y con ganas de darle un giro a su vida, dejó el sistema financiero tras su gestión en Banco Solidario. No lo dudó y regresó a su pasión original, la sicología social.

    “Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”, dice tarareando un bolero. En los últimos años, de hecho, volvió a conducir moto, ‘hobbie’ que dejó por años tras un accidente de tránsito en la Panamericana Norte.

    En su oficina, en el norte de Quito, recuerda que durante el tiempo que buscaba regresar a la psicología descubrió el ‘coaching’, una nueva profesión a la que define como una manera para potenciar lo mejor de cada persona.

    Las motos son una de las pasiones que tiene Páez.  En este vehículo recorre las carreteras del país desde sus años de juventud. Foto: Archivo Personal
    Las motos son una de las pasiones que tiene Páez. En este vehículo recorre las carreteras del país desde sus años de juventud. Foto: Archivo Personal

    Para avanzar en esto era necesario contar con los conocimientos. En 2011 obtuvo una certificación como ‘coach’ y un año más tarde alcanzó el título de ‘master coach’.

    A la par abrió su actual empresa, Opimmus Coach, la cual brinda servicios de asesoría en desarrollo humano para personas y compañías. Su socia, Natalia Vaca, admira la capacidad que tiene Páez de armar, en poco tiempo, programas de capacitación.

    Para ambos, entregar valor agregado a sus clientes es fundamental. Es por ello que como parte de su oferta cuenta con el denominado ‘coaching’ por valores.

    Se trata de una metodología a través de la cual se busca impulsar los valores de las personas para potenciar el de las organizaciones. Con ello se puede generar cambios perdurables en las conductas humanas y corporativas.

    Páez se inclinó por esto debido a que cree que ya no es posible mantener la situación en la en que se encuentra la sociedad actual y es clave rescatar los valores.

    ¿Cómo llegó a este punto? Influyó en ello el trajinar de la vida, pero también el haber conocido, a través del ‘coach’ español David Alonso, a Simón Dolan, desarrollador de la metodología y de una herramienta lúdica, llamada El Valor de los Valores, que ayuda a identificar y jerarquizar los valores que tienen las personas de una manera fácil, rápida y divertida.

    Páez conoció el juego en 2012, en Barcelona. “Tengo que traerlo a Ecuador”, se dijo a sí mismo.

    Se trata de cartas con 51 valores, divididas en tres grupos de 17, cada uno identificado con un color (rojo, verde o azul), vinculados a la ética, la realidad, el desarrollo… En cada una de las cartillas aparece una imagen caricaturizada de un león que realiza la acción a la que representa el valor.

    Las personas que trabajan con el mecanismo seleccionan cinco valores y el ‘coach’ ayuda potenciar los que ya están aplicando en su vida diaria y a desarrollar aquellos en los que todavía les falta.

    El uso de esta herramienta, más los conocimientos de Dolan, han marcado tanto al sicólogo ecuatoriano que ahora está escribiendo un libro junto a él, próximo a lanzarse. Además, se ha convertido en ‘trainer’ de dicha metodología.

    En él sí se aplica el dicho de hechos y no palabras. Aplica sus cinco valores claves: felicidad, familia, integridad, trabajo y bienestar.

    Detalles

    Formación. En 2003 terminó una maestría en comunicación organizacional. Es entrenador en ‘coaching’ por valores. Es conferencista internacional, mentor ejecutivo y personal.
    Vida personal. Con 600 sucres, que ahorró en diferentes trabajos de adolescente, compró su moto Yamaha 125. Ahora tiene un Suzuki 650, con la que recorre carreteras del país. Otra pasión es montar caballos.

    Una firma que busca desarrollo humano

    Opimmus Coach
    es una firma ecuatoriana que brinda servicios de asesoría, soporte, investigación, montaje de programas y proyectos relacionados con temas de recursos humanos, administración de empresas, desarrollo comunitario…

    La compañía nació hace 10 años y, a decir de Roberto Páez, quien está casado y es padre de tres hijos, es el resultado de “un sueño” para ofrecer servicios de ‘coach’.

    “En un inicio, la empresa se conformó como una organización dedicada a la prestación de servicios en variados campos del quehacer empresarial y especialmente en el ámbito de la responsabilidad social empresarial, pero poco a poco ha ido focalizando su oferta de servicios específicos, al desarrollo humano y organizacional, a través de programas y proyectos de coaching, ‘mentoring’ y formación de ejecutivos en empresas”, dice su web.

    A inicios del 2014 Páez adquirió la totalidad de las participaciones accionarias, para ceder una porción minoritaria de las mismas a las directoras de ‘coaching’ y desarrollo organizacional. De esta manera, “la organización es en la actualidad propiedad de los ejecutivos que trabajamos en ella”.

    En el sitio trabajan ‘coaches’ certificados, consultores organizacionales en desarrollo humano y facilitadores de procesos formativos en áreas de talento humano. La compañía dice que su objetivo es convertirse en un referente en el mercado por su modelo integral y diferenciador de consultoría y ‘coaching’ para el desarrollo humano y organizacional. Allí, el ‘coaching’ por valores es fundamental.

    Roberto Páez en su oficina, donde funciona Opimmus Coach. En el sitio se observan fotos de su familia y varios reconocimientos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Roberto Páez en su oficina, donde funciona Opimmus Coach. En el sitio se observan fotos de su familia y varios reconocimientos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Hoy se entregan premios a las mejores prácticas públicas

    Redacción Líderes

    Las mejores prácticas públicas se premiarán nuevamente. Para este miércoles 22 de noviembre del 2017 está prevista la ceremonia de premiación del concurso Prácticas Ejemplares Ecuador 2017, en Quito.

    Para la segunda edición de este evento se han postulado más de 109 proyectos de 24 ciudades y 13 provincias. El premio nació en la Corporación Líderes para Gobernar, como un reconocimiento del sector civil y privado a lo que funciona con excelencia en el ámbito público.
    Estos premios devuelven al fe en el sector público y valoran la razón de los funcionarios públicos, según un comunicado. En el evento, se premiarán a los proyectos ganadores, y finalistas de entidades de los gobiernos locales, cantonales y del Gobierno Central.

    A la premiación asistirán autoridades gubernamentales, representantes de los organismos no gubernamentales, empresarios, etc. La iniciativa de la Corporación Líderes para Gobernar tomó como base una experiencia similar desarrollada en Perú, que también consiste “en un ­premio a la buena gestión pública”. Luz Elena Coloma es la directora del Premio Prácticas Ejemplares Ecuador.

    Luz Elena Coloma es la directora del Premio Prácticas Ejemplares Ecuador. Foto: Cortesía
    Luz Elena Coloma es la directora del Premio Prácticas Ejemplares Ecuador. Foto: Cortesía
  • Criptomonedas, las monedas del futuro que hoy generan debate

    Evelyn Tapia

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    Todavía son vistas como las monedas del futuro, aunque ya existen unas 700 con las que se realizan transacciones de compraventa de estas divisas. Además, el número de tiendas on line que las aceptan como medio de pago va en aumento.

    Se trata de las criptomonedas, monedas digitales que se crean a través de una gigantesca base de datos llamada Blockchain. Su aparición data del 2009, con el nacimiento del ‘bitcoin’ (BT), que hasta ahora es la más popular de las criptomonedas.

    El creador del ‘bitcoin’ se mantuvo en el anonimato bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto. Sin embargo, en el 2016, publicaciones como The Economist, GQ y la BBC revelaron mensajes y documentos con los que se apunta al empresario australiano Craig Wright como el fundador.

    Wright confirmó ser el ideador del moneda, pero en la comunidad ‘bitcoin’ todavía existen dudas sobre su identidad.

    Más allá de las dudas en torno a quién ideó el sistema, el ‘bitcoin’ ya no está solo. Se le sumaron las ‘litecoin’ y las ‘namecoin’, en el 2011. Otras que se han vuelto populares son ‘ethereumm’ y ‘doge’.

    El ‘bitcoin’, no obstante, sigue siendo la más fuerte. El 3 de septiembre pasado, se cotizó en USD 4 680, su valor más alto en nueve años. Y el 21 de septiembre, la firma inmobiliaria Kuper Sotheby’s International Realty, con base en EE.UU. anunció que se concretó la primera compra de una vivienda con esta criptomoneda, en Texas.

    Con estas divisas digitales, los usuarios pueden gestionar valores monetarios sin la necesidad de respaldarlas con papel o metal, como ocurre, por ejemplo, con el sistema de dinero electrónico que hoy opera el Banco Central del Ecuador.

    Otra característica de este medio es que solo se genera una cierta cantidad de unidades colectivamente, a una velocidad que está limitada por un algoritmo. Además, su emisión no está regulada por un banco central, como ocurre con las monedas tradicionales, lo que según algunos analistas, genera desconfianza en los mercados y en los agentes económicos.
    “Carecen, por ahora, de una regulación expresa específica, lo que genera cierta inseguridad jurídica”, indica Pablo Fernández Burgueño, especialista en legislación para divisas digitales, del estudio español Abanlex.

    Aún así, según la revista Forbes, hasta junio del 2017, las criptomonedas llegaron a una capitalización de mercado cercana a los USD 95 000 millones.

    Para Fernández Burgueño, una de las fortalezas de este tipo de divisas es que agiliza los trámites y permite una mayor eficiencia en operaciones internacionales. Pero, por otra parte, destaca que todavía hay desconocimiento en torno a cómo funciona, lo que ha dejado la puerta abierta a estafas.

    A medida que su uso se populariza, los sistemas financieros y los gobiernos comienzan a reaccionar.

    En China, por ejemplo, reguladores bancarios de Pekín y Shanghái ordenaron el pasado 19 de septiembre el cierre de varias plataformas de intercambio de bitcoins. La sede del Banco Central Chino en Pekín pidió a las plataformas de intercambio en la capital que presenten planes detallados para salir del mercado de monedas electrónicas.

    Mientras que en la Unión Europea se está analizando una normativa para las transacciones con ‘bitcoins’. Fernández Burgueño cuenta que, por ejemplo, se estudia la posibilidad de establecer un mayor control sobre las casas de cambio de moneda virtual e incluir a las empresas que usan estas monedas como sujetos obligados a cumplir la normativa de prevención del blanqueo de capitales. En Ecuador, en junio pasado el Banco Central aclaró que el ‘bitcoin’ no es un medio de pago autorizado para su uso en el país.

    El BCE no reconoce al bitcoin como medio de pago

    A pesar de que en el Código Orgánico Monetario y Financiero del Ecuador no existe un ar­tículo que prohíba expresamente el uso, emisión o transacciones con criptomonedas, hay dos artículos que limitan su funcionamiento en el país.

    El artículo 94 del cuerpo legal enfatiza que el Banco Central del Ecuador (BCE) es la única entidad autorizada para proveer y gestionar moneda metálica nacional o electrónica en Ecuador, equivalente y convertible a dólares. Mientras que el artículo 101 indica que la moneda electrónica será puesta en circulación exclusivamente por el BCE, respaldada con sus activos líquidos.

    En junio pasado, el Banco Central dio un paso más explícito al emitir un comunicado en el que aclara a la ciudadanía que la criptomoneda más popular del mundo, la ‘bitcoin’, “no es un medio de pago autorizado para su uso en el país”.

    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) reconoce que es un tema que genera expectativas e interés a escala mundial, pero que en Ecuador todavía no se populariza, como en otros mercados. “Debemos tener mucho cuidado en que la seguridad para los clientes y las personas esté a la par. Hay que estudiar muy bien los efectos monetarios y financieros, que pueden tener las criptomonedas en la política monetaria. Todavía hay que tener mucho debate”, menciona el vocero de la banca.

    Para Prado, el despegue de este tipo de divisas podría encontrar trabas en el Ecuador no solo en materia legal, sino también en relación con la educación financiera de los ciudadanos. “Hay varios elementos, uno de ellos es que Ecuador es uno de los países que usa más efectivo en el mundo. Tenemos un porcentaje de uso de efectivo de un 40% respecto del PIB, mientras que otros países de la región están por debajo del 30%”.

    Pero a pesar de la prohibición, en Ecuador existe una comunidad que usa este tipo de divisa, pues las transacciones se realizan a través de la Internet.

    En portales como Mercado Libre hay anuncios de compra y venta de bitcoins en Quito, Guayaquil y otras ciudades. Algunos vendedores ponen como requisito comprar mínimo USD 50. Al 21 de septiembre pasado, 1 bitcoin equivalía a USD 3 677.

    El tema generó polémica recientemente. En junio, la Policía Judicial del Azuay desarticuló una organización financiera que supuestamente se dedicaba a la captación ilegal de dinero, en Cuenca y Santa Isabel. Se trata de MT Coin Banco del Futuro que, según las autoridades policiales, invitaba a los usuarios a comprar bitcoins y así los ingresaba en un sistema piramidal.

    El desconocimiento sobre el funcionamiento y la falta de regulación o normativa son dos de las principales debilidades del sistema, dice Juan Carlos Terán Vela, especialista en plataformas de banca digital.

    Terán dice que las criptomonedas están lejos de ser populares en Ecuador y en la región, por el temor en torno a las estafas. “Son monedas que no están regidas al Banco Central, no hay un activo que las respalde. Puede haber mucha especulación, no hay un ente que responda por la emisión. Hay un sinnúmero de criptomonedas y se puede transaccionar con ellas en plataformas paralelas, es un proceso muy especulativo”, dice.

    Pablo Fernández Burgueño, experto en legislación relacionada con monedas virtuales, del estudio español Abanlex, menciona que son frecuentes los casos de estafas vinculadas con supuestas casas de ‘hosting’ que prometen crear bitcoins para aquel que pague una cantidad. El afectado envía el dinero y el delincuente desaparece con él.

    Pero destaca que el reto está en encontrar formas de proteger a los usuarios frente a estas amenazas. “Hay que formar a la gente para que no sea engañada, regular a través de registros públicos u obligaciones de ofrecer información veraz y suficiente para los prestadores de servicios”. Añade que es necesaria la fiscalización por medio de la acción policial contra aquellos delincuentes que estafan con sus actividades.

    Erick Iriarte, jefe del área de Derecho y Tecnología del estudio Iriarte y Asociados, considera que además de la desinformación, en la región el mecanismo sufre estigmatización. “Así como se estafa con este tipo de divisa, también se puede estafar con dólares o cualquier otra moneda. La tecnología no es el problema, lo son las conductas”.

    El debate, añade Iriarte, debe orientarse a entender qué tipo de regulación es la más pertinente y adelantarse, pues es innegable que es una tendencia que está lejos de desaparecer en el mundo.

    “Es similar a lo que pasa con Uber. Existe, pero los países recién discuten si tiene que ser regulada como empresa de software, como empresa de intermediación, o de economía colaborativa o transporte”, señala.

    ¿Dónde y cómo se utilizan las monedas virtuales?

    ¿Para qué tener dinero si no se puede usar? Aunque no son palpables, las bitcoins y otras criptomonedas que se transan en el mundo virtual son aptas para usarse en la adquisición de servicios y, recientemente, también de bienes físicos.

    Kuper Sotheby’s International Realty, de EE.UU., anunció el jueves 21 de septiembre la primera venta de un inmueble que se pagó completamente con la criptomoneda ‘bitcoin’.

    Según la agencia EFE, Sheryl Lowe, la agente a cargo de esta operación, se mostró sorprendida por la rapidez de la transacción. “En cuestión de diez minutos, el ‘bitcoin’ fue cambiado a dólares y el trato se cerró”.

    Además, en países como España se han emprendido varias iniciativas para comerciantes. Una de ellas fue la feria Calle Bitcoin, que en 2014 reunió en Madrid y Barcelona a un grupo de comerciantes que aceptaban pagos con este tipo de moneda virtual.

    En el área de los servicios, las criptomonedas son aceptadas desde hace tiempo en portales de compra de dominios de Internet, pero también hay firmas como la agencia de viajes española Destinia y el gigante tecnológico Microsoft, que permiten que los clientes paguen con criptomonedas.

    ¿Cómo se usan? Los usuarios necesitan una especie de monedero con la cuenta de criptomonedas. Para ‘bit­coins’ existen algunos servicios como Xapo, que ofrece una tarjeta de débito para hacer uso de las bitcoins. Una vez que el usuario accede al servicio, puede hacer recargas y usarla.

    Otra iniciativa es la que destaca la revista Forbes México, que cuenta la historia de cómo David Noriega instaló a inicios de este año un cajero en su tienda de cómics para hacer compras y transacciones con bitcoins.

    La moneda virtual más fuerte es el ‘bitcoin’. El 3 de septiembre se cotizó en USD 4 680. Foto: AFP
    La moneda virtual más fuerte es el ‘bitcoin’. El 3 de septiembre se cotizó en USD 4 680. Foto: AFP
  • Dos ingenieros que hoy apuestan por los pasteles

    Patricia González

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    El 11 de abril del 2015, Romina Moya y Ángel Chacón dieron el sí a su vida conyugal. Ese día, sin saberlo, también nació Orinoco, Sabor y Sazón, un emprendimiento de catering y pasteles, fundado por esta pareja de venezolanos que emigraron al Ecuador el 2014.

    Los dos son ingenieros electrónicos de profesión, carrera que ejercen en el país. Pero desde el 2015, la casa de la pareja se convirtió en su segundo lugar de trabajo.

    Al año de haber emigrado, deciden casarse. “Teníamos todo, pero nos faltaba el pastel. Era muy costoso”, cuenta Romina, nacionalizada ecuatoriana e hija de padre ecuatoriano, que emigró a Venezuela hace 30 años.

    Solo el presupuesto de un pastel para 50 personas era de USD 400. Gracias a que Romina es repostera aficionada desde niña, la pareja decidió hacerse cargo del pastel y de los bocadillos de la boda.

    La buena respuesta que obtuvieron entre los invitados dio pie a los dos primeros pedidos. Así nació Orinoco, Sabor y Sazón. En principio como ‘hobby’, pero acompañado también de las ganas de emprender un negocio propio. En el caso de Romina había un antecedente: ella tiene una cafetería propia en Venezuela.

    La vida de esta pareja se divide entre la electrónica y su emprendimiento. En su negocio, las noches y madrugadas se convierten en las mejores horas –o las únicas posibles– para trabajar, cuando hay un pedido por entregar.

    La inversión inicial no superó los USD 150, porque contaban con algunos implementos. Pero a finales del 2015 invirtieron otros USD 400 en más instrumentos, entre ellos una batidora de 2 litros.

    Orinoco, Sabor y Sazón se especializa en servicio de catering y pastelería creativa. Uno de sus fuertes son los pasteles tallados con figuras en fondant. “La que el cliente pida”, aclaran. Eso puede ser desde un superhéroe hasta un auto. Todo es comestible.
    El de la precisión en el arte de elaborar cada figura es Ángel, a quien desde pequeño le gustó el dibujo. El proceso para el acabado de cada imagen puede demorar de 2 a 5 días, explica Chacón.

    El negocio cuenta con unos 6 clientes fijos y al mes tienen alrededor de 12 pedidos. La facturación mensual bordea los USD 500.

    Bakkus Teatrum Art Café es uno de sus clientes más asiduos. Orinoco, Sabor y Sazón surte con empanadas y tortas la cafetería del lugar. También les brinda servicio de catering para eventos de otras empresas, que contratan los espacios del teatro.
    “El servicio es muy bueno. Son puntuales y se encargan de la colocación de sus productos”, comenta Paola Soria, gerenta administrativa de Bakkus.

    José Hidalgo les ha solicitado pasteles y bocaditos para cumpleaños. En una ocasión, en el cumpleaños de su hermana, la sorprendió con una canasta de desayuno, otro producto novedoso de este emprendimiento. Para Hidalgo, los precios son asequibles .
    Un pastel para 30 personas, cubierto con fondant, de diseño plano, cuesta USD 50; por el mismo precio tienen actualmente una promoción de 50 bocaditos.

    El plan a futuro es invertir en un local, pero la decisión se encuentra en pausa, por la incertidumbre del país en el plano económico. Pero sí tienen certeza de que les gustaría dedicarse por completo al emprendimiento. “Orinoco, Sabor y Sazón es nuestro primer hijo”, dice Ángel.

    Romina Moya y Ángel Chacón son los fundadores de este emprendimiento. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Romina Moya y Ángel Chacón son los fundadores de este emprendimiento. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Una sombrilla roja hoy cobija a los clientes de Seguros Sucre

    Redacción Guayaquil

    Un paraguas proporciona protección y tranquilidad a quien lo utiliza. Al menos así lo consideran los principales directivos de Seguros Sucre, firma que cuenta con 68 años en el mercado, y que presentó su nueva imagen corporativa el mes anterior.

    La silueta de una sombrilla roja abierta, figura que destaca en su nuevo logotipo, se acompaña del eslogan ‘La certeza de un futuro tranquilo‘. Esta reemplaza a la frase ‘Nuestra experiencia es su respaldo’ que era el eslogan anterior.

    Para el gerente general de la firma, Gene Alcívar, la principal motivación de estos cambios transversales en la identidad de la firma fue desligarse de la imagen que lo relacionaba con el Grupo Financiero Banco del Pacífico.

    Seguros Sucre pertenecía a ese holding hasta el pasado julio. Luego la Corporación Financiera Nacional (CFN) se convirtió en su nuevo accionista mayoritario, y el proceso de cambio de imagen resultó necesario.

    Aquella separación se dio para dar cumplimiento a lo planteado en la Consulta Popular de mayo del 2011. «El logotipo anterior usaba los colores azul y celeste que eran típicos de aquel grupo financiero. Ahora nos representan el rojo, blanco y azul«, señala Alcívar. El directivo añade que la inversión destinada para la difusión de esta nueva imagen y filosofía alcanzará el USD 1 millón durante este año. Seguros Sucre cuenta con una cartera de 90 000 clientes en seguros generales.

    Los cambios históricos del logotipo vienen de la década de 1980. Hasta aquellos años Seguros Sucre estaba vinculada a Royal Insurance Company, y su sello era el escudo rojo de la firma internacional. El segundo propietario, el Grupo Financiero Banco del Pacífico, le dio la identidad de todas sus empresas: un escudo similar al de Banco del Pacífico.

    La agencia guayaquileña Publicitas Saatchi & Saatchi estuvo a cargo de este proceso. Hasta hace dos semanas se ultimaron cambios en señalética y papelería.

    Alcívar puntualiza que el cambio es integral. Se modificaron la visión, la misión y los valores de la firma con sede en el centro de Guayaquil.

    El 80% de las primas de Seguros Sucre, según sus directivos, proviene del sector público, y el 20% restante, del sector privado. «Queremos que la empresa privada confíe en nosotros y este porcentaje crezca». El valor generado en primas por Seguros Sucre en el 2012 fue de USD 117 millones. En el 2011, este rubro se ubicó en los USD 89 millones.

    El color rojo reemplazó al azul y al celeste En los años 80. Seguros Sucre estuvo relacionado a Royal Insurance Company hasta la década de 1980. El escudo rojo de aquella firma se cambió por el marco de Banco Pacífico que poseía una doble ese.

    La familia

    Banco Pacífico.  Los uniformes de los colaboradores de Seguros Sucre eran similares a los que usan en Banco Pacífico. Las empresas de ese grupo financiero usaban colores azules y celestes.

    La aseguradora privada. La naturaleza de Seguros Sucre es de empresa privada. Su mayor accionista es la Corporación Financiera Nacional. Para el año 2017, la firma tiene como objetivo ser la primera compañía aseguradora del mercado ecuatoriano.

    Las minúsculas en el nombre. El nuevo logotipo no tiene escrito el nombre en las letras mayúsculas. Ahora son minúsculas. Las tipografías se modernizaron y se dejó de usar la letra cursiva en el eslogan.