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  • Julio Ignacio Rodríguez:‘El cambio es disruptivo y ocurre en todos los sectores’

    REDACCIÓN QUITO  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Julio Ignacio Rodríguez es el director de la revista Management Society habla sobre los desafíos empresariales.

    ¿Qué es Management Society?
    Es una publicación especializada en temas de gerencia. En ella escriben expertos y consultores de las más prestigiosas escuelas de Negocios y consultoras del mundo. Se imprime y distribuye en 12 países de la región.

    ¿Qué temas va a encontrar el lector en Ecuador?
    Podrá leer artículos que muestran las últimas tendencias en el management y en los negocios. El mundo de los negocios está sufriendo cambios tan radicales que quienes no estén informados se quedarán fuera del mercado.

    ¿Qué tipo de tendencias pueden verse desde las páginas de Management Society?
    Los cambios que se están produciendo son disruptivos y se dan en todos los sectores de los negocios y las empresas. Les doy un ejemplo claro: basta retroceder a 2008 o 2009 para recordar que Facebook no salió del ámbito universitario hasta 2006, Twitter apenas existía para la mayoría de la gente, la nube era algo que había en el cielo y, mientras tanto, ya se iba haciendo dolorosamente evidente el grave deterioro producido por la crisis crediticia. Sigue siendo casi impredecible lo que puede pasar en los próximos 10 años, pero podemos estar seguros de que se producirán cambios igual de drásticos.

    ¿Qué tan acelerados son esos cambios que se tratan en Management Society?
    Como dice uno de nuestros columnistas, el cementerio está lleno de empresas excelentes que han quedado obsoletas. Los cambios que se han producido en los últimos 10 años son espectaculares. Y quienes no estén informados de ellos y no se adapten sucumbirán en muy poco tiempo. Se necesita estar innovando constantemente. La excelencia ya no basta.

    Podríamos fabricar excelentes galeones para cruzar el Atlántico, pero hoy no venderíamos ni uno. Podríamos obstinarnos en perfeccionar al máximo la tecnología de CD, pero iTunes y el MP3 los aniquilarían igual. Las empresas, hombres de negocio o ejecutivos que no estén informados sobre lo que está pasando caerán inevitablemente en la obsolescencia.

    La mayoría de las industrias vive profundos procesos de innovación y aquellas que nos los implementen quedarán fuera del mercado.
    En el siglo XX, innovar era una opción. En el siglo XXI innovar es una obsesión. Solo quien innova subsiste. Vivimos la época más exigente en términos de innovación empresarial.

    ¿La relación entre empresas y trabajadores también está sufriendo cambios profundos?
    Desde el punto de vista del empleado, el contexto en el que se toman las decisiones trascendentales sobre su carrera profesional y la familia ha variado para los jóvenes profesionales del mundo de los negocios. Hay que preguntarnos ¿hacia dónde debemos ir como sociedad, en nuestras organizaciones, como individuos y en nuestras familias ahora que estamos sumidos en lo que sin duda es un cambio revolucionario de roles de género, estructura familiar y elecciones profesionales? Nos encontramos en una confluencia interesante en la historia del trabajo. Conservamos prácticas laborales de la Era Industrial de los últimos 200 años que conviven con los nuevos patrones de trabajo de la Era de la Información.

  • Juan Ignacio Silva: ‘La construcción se frena en la región’

    Washington Paspuel (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    El presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), Juan Ignacio Silva, observa una desaceleración del sector en la región. En el caso de Ecuador, cree que pudiera acentuarse por la caída del precio del petróleo y la apreciación del dólar.

    ¿Cuál es la importancia de Latinoamérica en la industria mundial de la construcción?

    Nosotros somos los responsables del 9% de la producción mundial de la construcción. Hace un año y medio éramos el 10%. Hemos disminuido y lo que sentimos es que ha habido un frenazo de inversiones en la región. Lógicamente, Brasil y México concentran la mayor parte de la producción, con casi el 45%.

    ¿Qué pasa con Ecuador?

    Ecuador está en el octavo lugar, con alrededor de USD 8 000 millones. Son datos del 2013, porque los datos más recientes los tendremos en pocos días. La ubicación de Ecuador es como una bisagra, porque de ahí hacia abajo vienen países con una mucho menor producción en construcción.

    ¿Cómo influirá la caída del precio del petróleo en el sector de la construcción en Ecuador y en la región?

    A escala latinoamericana hay países que son beneficiados, mientras que otros son perjudicados. No hay ninguna duda de que Ecuador es un gran perjudicado, y Venezuela ni hablar. Sin embargo, Chile está muy contento con la caída del precio del petróleo, porque si bien ha caído el cobre también, la diferencia es positiva para nosotros los chilenos. Hay efectos mixtos que son complejos a escala global. Miro a Ecuador y veo que tiene dos golpes: la caída del precio del petróleo, y el otro, la desvalorización del dólar estadounidense. Son dos temas muy complejos que ponen en complicaciones al Gobierno.

    Con los antecedentes de una desaceleración de la industria de la construcción en la región, ¿avizoran un panorama sombrío para el sector?

    Pensamos que el desarrollo de la construcción estará en un crecimiento nulo durante el próximo año. Es difícil adelantar cifras, pero cuando uno empieza a preguntar lo que pasa en otros países, al final la aritmética no falla. A Ecuador la caída del precio del petróleo le afectará muy rápido, pero en el caso de Chile, el precio del cobre ha venido cayendo desde hace mucho tiempo. Además, tengo la percepción de que Estados Unidos mejoró muy rápido con respecto al resto del mundo y por ello muchos inversionistas del sector se fueron hacia allá. Los que se produce como resultado es una caída de las inversiones públicas y privadas.

    ¿Qué riesgo tienen de caer en una burbuja inmobiliaria los países de la región en donde existe un fácil acceso al crédito para vivienda?

    Nosotros como organización hemos revisado ese panorama. En Chile se ha dicho mucho que hay una burbuja, pero cuando uno compara el aumento de precios de las casas con el aumento de las remuneraciones descubre que no es así. Es decir, que las remuneraciones crecieron tanto como el precio de la vivienda. Quien da el crédito tiene que saber a quién se lo otorga, para que se lo pague. Porque si empiezan a dar créditos de manera indiscriminada y el que lo recibe no lo cancela, allí sí que comienzan los problemas.

    ¿De qué forma?

    Se genera una mayor demanda de vivienda de quienes no tienen la capacidad de pagar; entonces, parece que todo anda fantástico, pero se crea un sobreexceso de demanda que no corresponde. Entonces debe estar muy equilibrada la calidad del crédito que se otorga, con la vivienda.

    ¿Cómo está el sector de la vivienda de interés social en Latinoamérica?

    La vivienda de interés social es una preocupación de todos los países de Latinoamérica, porque todavía tenemos demasiados pobres. La vivienda es una aspiración de todas las personas pobres, lo que tiene bastante lógica, porque significa su seguridad. La política de vivienda social está con mucha fuerza en toda Latinoamérica. Sabemos que se conversa mucho entre los distintos gobiernos sobre esto, y se intercambian los aprendizajes, porque hay una preocupación en la región sobre esta problemática.

    ¿Quién debe promover la incorporación de más vivienda de interés social, el sector privado, el público, o ambos?

    Es el Gobierno el primero que tiene la tarea, para eso existe, y recibe los impuestos, para encontrar una solución. Pero eso no significa que el Gobierno tenga que resolverlo solo. Hay que hacer una suma con el sector privado para lograr viviendas eficientes, costos de terrenos baratos y, además, mínimos valores por costos de servicios básicos, como la electricidad, agua, alcantarillado, etc. Es un trabajo mancomunado, pero el primero que tiene que hacerlo es el Gobierno.

    ¿Los gobiernos deben tener políticas de vivienda hacia el largo plazo?

    Si no hay una política de vivienda inteligente es muy difícil que se vayan a resolver los problemas. Lo que nosotros sabemos y es un hecho es que prácticamente en toda Latinoamérica es necesario para un cierto sector, que exista un subsidio a la vivienda, un subsidio diferente para cada país, con distinta óptica, que dependa de la capacidad económica de cada Estado y que le permita subsidiar. Esas aportaciones deben ser manejadas de forma inteligente y honesta, sin corrupción.

    ¿Qué país tomaría como referente?

    En Chile, por ejemplo, se acaba de instaurar la propuesta de que el constructor ejecuta un proyecto inmobiliario y el 20% de la obra sea para los más pobres. Lo que se busca con esto es que se produzca una integración social. ¿Cuál será el resultado de esa política? Lo veremos en dos o tres años más. Esto también es para que los pobres no queden separados, estigmatizados, como diciendo: “esta fue la solución para los pobres, allá están todos ubicados en viviendas para pobres”. La idea es que allí se produzca una integración.

    ¿Cómo ven el sector de la construcción en Ecuador?

    En nuestra visita al país hemos visto una buena infraestructura. En Guayaquil nos sorprendió el aeropuerto José Joaquín de Olmedo y el buen acceso a la ciudad. En general hay una buena calidad de infraestructura. En las mediciones, Ecuador mejoró 15 puntos en infraestructura.

    Su gestión

    Su formación. Chileno, de 60 años. Es un ingeniero civil graduado en la Pontificia Universidad Católica de Chile; empresario y dirigente gremial del sector de la construcción en su país.

    Su trayectoria. Fue presidente de la Cámara Chilena de la Construcción y primer Vicepresidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción. En el 2013 fue elegido, por votación unánime, como Presidente de la organización regional hasta el 2015.

    Su pensamiento. Cree que los países de la región deben generar políticas de vivienda, de desarrollo urbano y de infraestructura, que contribuyan al crecimiento de sus economías y a la reducción de la brecha de la desigualdad.