Etiqueta: inducción

  • La producción de cocinas de inducción bajó en Indurama

    Lineida Castillo. Redactora (I)

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    Los fabricantes de línea blanca del Ecuador cuestionan la importación de cocinas de inducción desde China. Este tema ha generado expectativa en la gente y por eso las ventas de las cocinas nacionales bajaron los últimos dos meses.

    Este 20 de agosto del 2015, en una visita a varias empresas de Cuenca, el ministro de Trabajo, Carlos Marx Carrasco, habló escuetamente de este tema. Dijo que posiblemente el mercado nacional no cubre la demanda y por eso el Gobierno optó por la importación.
    Para el gerente de la firma Indurama, Juan Pablo Vela, el Gobierno maneja mala información. “Le hemos comentado a la ministra Nathalie Cely sobre la capacidad de producción pero estamos buscando una comunicación directa con el presidente, Rafael Correa.

    Vela precisó que como principal socio del programa de cocinas de inducción del Gobierno tiene previsto producir 800 000 cocinas al año y con eso cubre una parte importante de la demanda nacional. Aparte está la producción de otros fabricantes”.

    Pero insistió que la información de que en septiembre llegarían cocinas de inducción desde China, a menor precio, frenó la demanda. El costo de la cocina de inducción más vendida de Indurama cuesta USD 680. Vela mencionó que en junio vendieron 28 000 unidades y en julio apenas 3 000 unidades.

    Este año aspiraban colocar 35 000 cocina por mes al mercado y la demanda es inferior. Con estas cifras, la preocupación de Vela es que la producción diaria se estanque en cualquier momento. “Cuando la demanda se frena, los niveles de producción se reducen porque no podemos producir un producto para guardarlo”.

    La firma Indurama está en capacidad de producir 2 400 cocinas diarias y la producción actual es de 1 300. Vela considera que se debe aclarar a qué sector se entregarán las cocinas provenientes de China y sus características de fabricación.

    Según él, conoce que esas cocinas son para regalar o canjear por las cocinas a gas, a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano (BDH). “Nuestras cocinas son garantizadas, con componentes europeos, respaldos técnicos y acompañamiento de la marca Indurama.

    Este año aspiraban colocar 35 000 cocina por mes al mercado y la demanda es inferior. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
    Este año aspiraban colocar 35 000 cocina por mes al mercado y la demanda es inferior. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
  • Las primeras mil cocinas de inducción chinas llegaron al puerto de Guayaquil

    Lucia Vasconez

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    Este martes 26 de mayo del 2015 arribó el primer lote de 1 000 cocinas de inducción chinas al puerto de Guayaquil. Los artefactos forman parte del primer contrato adjudicado por la Corporación Nacional de Electricidad (Cnel- empresa pública que aglutina a las empresas distribuidoras de energía eléctrica de la Costa-) a la empresa china Haier, por 20 000 cocinas de inducción.

    Este primer lote fue despachado por transporte marítimo el mes pasado y al momento se encuentran en el puerto ecuatoriano, según lo informó Cnel este martes, en un comunicado. Las demás cocinas de este contrato llegarán progresivamente hasta finales del próximo mes de junio.

    “La Cnel dispondrá de inmediato la realización de los trámites respectivos, ante el Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae) para la desaduanización”, agregó el comunicado.

    Un segundo contrato de cocinas de inducción fue adjudicado a la empresa china Midea por 10 000 artefactos, que llegarán también en junio. El total de las 30 000 cocinas estarán destinadas a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano y serán entregadas, junto al respectivo juego de ollas, por Correos del Ecuador EP.

    La importación de estas cocinas de inducción se financia con el crédito que el gobierno chino otorgó al Ecuador de hasta USD 250 millones, detalló el mismo documento.

    En información emitida el pasado 20 de mayo, también se señaló que la Cnel adjudicó un tercer contrato por 312 000 cocinas de inducción a la empresa china Midea.

    Las cocinas de inducción chinas serán entregadas de forma gratuita a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano. Foto refencial: El Comercio
    Las cocinas de inducción chinas serán entregadas de forma gratuita a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano. Foto refencial: El Comercio
  • Cocinas de inducción chinas llegarán a Ecuador entre fines de mayo e inicios de junio

    Alberto Araujo. Redactor (I)

    Las primeras 20 000 cocinas de inducción importadas de China para los beneficiarios del bono de desarrollo humano llegarán al país entre los últimos días de este mes y los primeros días de junio. Así lo informó la Corporación Nacional de Electricidad (Cnel -empresa pública que aglutina a las empresas distribuidoras de energía eléctrica de la Costa-) mediante un comunicado emitido la mañana de este miércoles 20 de mayo del 2015.

    Este primer lote es solo de cocinas encimeras, las cuales fueron fabricadas por la empresa china Haier. El despacho se hizo el mes pasado y el producto llegará al país vía marítima.
    Un segundo contrato de cocinas de inducción fue adjudicado a la empresa china Midea por 10 000 artefactos, que llegarán también en junio.

    Finalmente, la Cnel adjudicó un tercer contrato por 312 000 cocinas de inducción a la empresa china Midea. “La firma fue seleccionada luego de un proceso en el que participaron otras seis, dentro de la convocatoria del Gobierno Nacional para comprar electrodomésticos desde China, que se destinarán al Bono de Desarrollo Humano y para la venta al público”, indicó el comunicado, sin precisar los valores de cada una de las adjudicaciones.

    “La empresa seleccionada cumple con los requisitos de seguridad y calidad que solicitó el Gobierno Nacional para esta convocatoria. Incluye encimeras y cocinas con horno”, señaló el comunicado respecto a esta tercera adjudicación.

    El cronograma de entrega de estas 312 000 cocinas se fijará luego de que se concrete la firma del contrato con la empresa Midea, indicó la Cnel.

    La importación de estas cocinas de inducción se financia con el crédito que el gobierno chino otorgó al Ecuador de hasta USD 250 millones.

    Con este dinero se tiene previsto importar 500 000 cocinas de inducción que serán entregadas de forma gratuita a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano.

    También está previsto que se importan hasta 500 000 artefactos adicionales de China para que se vendan a cualquier comprador.

    Las cocinas de inducción chinas serán entregadas de forma gratuita a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano. Foto refencial: El Comercio
    Las cocinas de inducción chinas serán entregadas de forma gratuita a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano. Foto refencial: El Comercio
  • El repunte de las cocinas de inducción salvó el año

    Giovanni Astudillo (I)

    Diciembre pasado prácticamente mejoró el año de las empresas de línea blanca. En ese mes cambió el consumo de las cocinas de inducción.

    Induglob, por ejemplo, vendió 15 000 unidades el mes pasado, que representó un crecimiento exponencial si se compara con el comportamiento que hubo hasta  noviembre. En ese y en los meses previos comercializaba entre 500 y 1 000 cocinas de inducción.

    Según Juan Pablo Vela, gerente de Induglob, que fabrica las marcas Indurama y Global, el cambio de comportamiento se dio porque las cadenas comerciales y distribuidores se comprometieron y mejoraron la gestión de ventas apoyándose en el financiamiento del Gobierno, que otorga hasta 72 meses de plazo.

    Más del 80% de las ventas de estas cocinas pertenece al modelo Praga, que tiene cuatro puntos de inducción con horno eléctrico. Induglob también fabrica las encimeras de dos, tres y cuatro zonas.

    Para este año, esta empresa producirá unas 400 000 unidades al año, principalmente de la cocina con horno, porque allí está el valor agregado ecuatoriano (60% de componente nacional) y para eso está montada su fábrica, que genera 2 500 plazas de trabajo.

    Vela dice que se puede cumplir con la expectativa del Gobierno que es comercializar un millón de unidades de todas las empresas.

    La situación se repite en Ecasa. Según su gerente, Mario Esteban Espinosa, hace cuatro meses prácticamente pararon la producción  de cocinas a gas y sus esfuerzos se orientaron a refrigeradores, congeladores e inducción.

    De este último tipo de cocinas producen 500 unidades al día, de los modelos de encimeras (dos, tres y cuatro puntos de inducción) y de la cocina de cuatro zonas con horno eléctrico. “Hay una muy buena demanda”. Espinosa prevé que en el 2015 duplicará sus ventas de inducción, pero todo dependerá de las políticas que adopte el Gobierno.

    El Grupo Ortiz, que desde noviembre pasado fabrica dos modelos de encimeras de inducción, también tiene expectativas. El ejecutivo, Andrés Tapia, espera que este año la demanda despunte. Producen entre 100 y 200 unidades al día y su capacidad es de 500.

    Pero el año pasado fue complicado para el sector de la línea blanca, que mueve unos USD 250 millones al año, entre el mercado nacional y de exportación.

    Vela dice que fue difícil, pues la demanda de cocinas a gas se redujo considerablemente porque  los consumidores prefirieron conocer cómo avanzaba el Programa de Eficiencia Energética para Cocción por Inducción. Es decir, dejaron de comprar los modelos a gas y no se decidían por los de inducción. Las ventas de cocinas a gas bajaron un 70% e Induglob redujo unas 500 plazas de empleo, que ahora está recuperando.

    También generó preocupación por los inventarios de partes y componentes que reposaban en la empresa y no había una demanda alta para utilizarlos en un tiempo prudencial, dice Vela.

    Y fue complicado, porque hubo problemas en el mercado de exportación de las cocinas a gas. Según Vela, sus ventas a Venezuela se frenaron. El único envío del año pasado se concretó en diciembre y fue por USD 2 millones. Hasta el 2012 sus ventas a ese destino bordeaban los USD 20 millones. En la reducción pesan los esquemas de restricción de importaciones que aplica Venezuela.

    En el caso de Ecasa, dice Espinosa, exportan cocinas a gas a Ecasa Venezuela y le abastecen con el ‘stock’ que tenían. Cuando se acabe ese inventario se reanudará la producción de cocinas a gas para enviar a ese país, a Perú y otros destinos. “Hay muy poca demanda en el país, por lo que estos productos quedaron para el mercado de exportación”.
    En el caso de las refrigeradoras,  las ventas de Ecasa crecieron un 50% este año debido al cambio de la Matriz Productiva que restringió en algo la importación. “También ofrecemos nuevos modelos con ahorro de energía y se mejoró  la calidad”. Para el 2015 se prevé un crecimiento similar.

    Induglob, pese a lo competitivo del mercado nacional, señala Vela, sus ventas crecieron un 20% durante el año pasado. Eso ayudó a compensar en algo lo que ocurrió en cocinas. Vendieron unas 200 000 unidades en el mercado nacional y más de 40 000 para la exportación a Perú, Centroamérica y Colombia.

  • Coca-Codo Sinclair tiene un avance del 71%

    Redacción Quito

    El proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair registra un avance del 71%, lo cual hace prever que en un par de años más podrá entrar en operación. Una delegación del Gobierno, encabezada por el presidente de la República, Rafael Correa, y acompañada de medios de comunicación realizó la semana pasada un recorrido por las obras.

    El mayor proyecto hidroeléctrico del país está ubicado en los límites de Napo, Sucumbíos y Orellana. Ahí se levanta la obra cuya potencia será de 1 500 megavatios, un 50% más que la central hidroeléctrica de Paute (Azuay).

    Hasta el 31 de agosto pasado, los trabajos en esta hidroeléctrica registraron un avance del 71%, según informaron los fiscalizadores de la obra.

    La semana pasada el Presidente de la República realizó la inauguración simbólica de una de las ocho turbinas que tendrá la hidroeléctrica, cada una con una potencia de 187,5 megavatios.

    El Mandatario añadió que gracias a esta obra se podrá exportar servicios energéticos y se podrán aplicar proyectos como las cocinas de inducción. Correa dijo que se ha invertido unos USD 2 000 millones hasta ahora.

    Jorge Carrasco, inspector de la Casa de Máquinas, aseguró que la obra aportará con el 36% de la oferta de energía eléctrica del país.

    Con el ingreso del Coca-Codo Sinclair, además de otras siete centrales hidroeléctricas, el Gobierno prevé reducir el costo de la energía eléctrica, lo que incentivará su consumo y permitirá que los ecuatorianos cambien paulatinamente sus cocinas de gas por las de inducción. Lo anterior significará una reducción del subsidio al gas, aunque se mantendrá un subsidio al consumo eléctrico.

    Desde el 2010

    El inicio. Las obras en el proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair empezaron el 29 de julio del 2010.

    Una de las obras claves. La Caverna de la Casa de Máquinas mide 26 metros de alto y tiene una profundidad de 212 metros. Un aproximado de 350 personas trabajan en la obra.

  • La demanda de cocinas de inducción aumentó en Quito

    Redacción Líderes

    Luego del anuncio del Gobierno de que retiraría el subsidio al gas licuado de petróleo (GLP) para cocinar en agosto del año pasado, el mercado de cocinas a inducción ha experimentado un crecimiento en el mercado.

    En la cadena Home Vega, por ejemplo, se triplicaron las ventas de estos artefactos desde agosto pasado. Miriam Granja, gerenta de Producto de la línea cocinas de esta firma, asegura que al mes, en promedio, venden unas 100. Entre los clientes están el consumidor final de clase media y media alta, así como constructores que ofrecen en sus edificaciones este artefacto instalado.

    Esta cadena comercializa este tipo de cocinas desde hace 10 años y entre las marcas que ofrece están Hove, que se importa desde China; Cata y Teka, desde España; Whirlpool y General Electric, provenientes desde EE.UU.

    En almacenes Sukasa se ofertan tres marcas, como Electrolux, Whirlpool y Frigidaire, cuyos precios oscilan entre USD 300 y 1 400. Este tipo de cocinas, según las vendedoras del local ubicado en el centro comercial El Bosque (ubicado en el norte de Quito), es el que más se comercializa desde finales del 2013.

    «Atrás quedaron las cocinas de gas, ya que en el almacén se realizan pruebas para comparar la intensidad de las dos, y esta cocina hierve la leche hasta 70% más rápido», cuenta una colaboradora del área de ventas.

    En Kywi, solamente se oferta una marca de cocinas de inducción: Teka. Se trata de una cocina de cuatro quemadores y se comercializa en USD 1 468. Y pese a que no existe mucha variedad, las cocinas se venden rápidamente.

    En Cuenca, la situación es distinta. En los almacenes de electrodomésticos del Centro Histórico de la capital azuaya la oferta de cocinas de inducción es limitada y la demanda es baja.

    El ejecutivo de ventas del local Salvador Pacheco Mora, Ángel Campoverde, comenta que las personas solo llegan preguntado por esta alternativa, pero nadie compra. «Prefieren asesorarse».

    En este negocio tienen una encimera de inducción que cuesta USD 450, pero no hay demanda, indica Campoverde. «Hay personas confundidas aún».

    De acuerdo con el análisis que realiza este ejecutivo del mercado local, tampoco existe mucho interés por las cocinas de gas y eso se evidenció en las ventas por el Día de la Madre, que bajaron en relación con años anteriores.

    Origen y costo Las importaciones.  Las cocinas de inducción que se ofertan en el mercado local mayoritariamente llegan desde España, EE.UU. y China.

    Los precios. En los almacenes en los que hizo un recorrido LÍDERES, los costos de las cocinas se encuentran desde los USD 300 a 1 500.

  • Las empresas fabricantes de ollas hacen cálculos

    Redacciones Quito y Cuenca

    Las empresas que forman parte de la industria nacional fabricante de ollas también le están apostando a los cambios que traerá la implementación de cocinas de inducción en los hogares del país, en los próximos meses.

    Estos últimos equipos, que empezarán a comercializarse desde agosto según el plan del Gobierno, transfieren calor a los alimentos mediante un campo electromagnético que necesita de utensilios de materiales de acero o de hierro.

    Por eso los fabricantes de ollas comunes de aluminio se encuentran interesados en darle un giro a su negocio a través de la generación de cacerolas de los metales necesarios o con una plancha inductiva en la base.

    Este último caso es el de Indalro, una industria ubicada en el sur de Quito. Alirio Rosales, propietario de la firma, cuenta que desarrolló un prototipo colocando dicha plancha de acero inoxidable en la base de las ollas de aluminio.

    En los próximos días, en esta compañía se espera iniciar la producción de estos dispositivos, para lo cual se importaron alrededor de 30 000 discos de acero inoxidable para la fabricación de juegos de ollas de cuatro piezas. Estas, sin embargo, se calcula que serán un 18% más costosas que las regulares, que valen un promedio de USD 40.

    En Indalro se espera que los utensilios que se produzcan se empiecen a comercializar en agosto por los almacenes del país que son sus clientes. Aunque aún no tienen pedidos en firme, saben que existe el interés por comprar sus productos.

    En lo que sí no participarán es en la convocatoria pública lanzada por el Ministerio de Industrias para la fabricación nacional de ollas ferromagnéticas compatibles con las nuevas cocinas de inducción eléctrica. Rosales asegura que las autoridades buscan que se fabriquen tres millones de kits, pero él no está interesado porque preferiría realizar la venta directa del producto.

    Otras empresas, por su parte, no tienen en sus planes fabricar las ollas porque dicen que no ven rentable al negocio.

    Es un producto caro. El acero es cinco veces más costoso que el aluminio. El juego de cuatro ollas se vende en USD 6,50, pero con acero costaría USD 30, son frases de algunos empresarios.

    Un contenedor de aluminio de 20 000 kilos les cuesta USD 70 000. Si se le aumenta los costos de nacionalización el valor sube a USD 85 000. Mientras que uno de acero puede llegar a costar USD 400 000. A esto hay que sumar USD 200 000 con la maquinaria para la producción con base en este metal.

    Mientras tanto, para el consumidor, el cambio de las cocinas y ollas de inducción tampoco es rentable, según algunos empresarios, porque para cocinar no se necesita solo cuatro piezas, sino una amplia gama de menajería, que tendría que acoplarse al nuevo sistema.