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  • El emprendimiento inclusivo se dinamiza mediante alianzas

    Carolina Enriquez

    y Pedro Maldonado
    (I)

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    Lograr una mejor calidad de vida en grupos vulnerables es el principal objetivo que tienen los emprendimientos inclusivos.

    Se trata de iniciativas empresariales que crean retorno para todas las personas involucradas, es decir para la compañía que desarrolla un negocio como para la denominada base de la pirámide, en donde se encuentran las personas que viven, principalmente, en países en desarrollo y cuya renta per cápita anual está debajo de USD 1 500.

    Fulvia Farinelli, directora de asuntos económicos de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), explica que durante los últimos años se ha producido un cambio de paradigma con relación al emprendimiento. Ya no se ve como algo que solo contribuye al crecimiento financiero, sino como un medio que permite la inclusión social, la reducción de la pobreza y el respeto del ambiente.

    “Un negocio inclusivo quiere ser comercialmente viable pero tener un impacto social, principalmente para quienes más lo necesitan. Se emprende para resolver un problema de la comunidad o del ambiente”, explica Farinelli.

    Los ejemplos destacados se hallan a escala global. Un ejemplo es una empresa de producción de toallas higiénicas reutilizables, a bajo costo, en Tanzania. Muchas jóvenes dejaban de estudiar ante la falta de este producto; sin embargo, la iniciativa permitió resolver un problema social y de salud y, a la par, obtener réditos económicos.

    En Ecuador se cuentan emprendimientos inclusivos que trabajan con comunidades alejadas de las ciudades, pero que tienen un impacto social. Según el Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS), en el país existen 14 936 organizaciones que realizan prácticas económicas basadas en la cooperación y la reciprocidad; la provincia con mayor porcentaje es Guayas con (16,94%) de Organizaciones de la Economía Popular y Solidaria, seguido por Pichincha (13,47%) y Manabí (10,47%).

    En Ecuador la Unctad promueve políticas y estrategias para el emprendimiento, así como difusión de capacidades empresariales blandas. Para ello tiene dos aliados: la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) y ConQuito, con el programa Empretec, respectivamente.

    Con esta última entidad trabajó, por ejemplo, en talleres de emprendimiento para personas del país en condiciones de vulnerabilidad y migrantes y refugiados.

    Daniela Ugazzi, coordinadora de Desarrollo Territorial de ConQuito, dice que se cuenta con otros programas para impulsar los negocios inclusivos y así apoyar a 11 grupos prioritarios, establecidos en la Constitución.

    Entre estos se encuentra Agricultura Urbana Participativa, destinado a gente que no tiene acceso a una alimentación sostenible y digna. Más del 84% de los beneficiarios son mujeres, principalmente jefas de hogar; quienes desarrollan huertos, venden los productos y obtienen un ingreso.

    Con el Programa de Emprendimientos Solidarios e Inclusivos (Pesi) se atiende a personas que no tienen los recursos para capacitarse y emprender. Con la ayuda del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y HIAS (una organización de apoyo para refugiados) han atendido a migrantes y refugiados, así como a ecuatorianos.

    En una década, según Ugazzi, más de 600 000 personas se han beneficiado de proyectos para impulsar negocios inclusivos.

    Gremios entre los que se encuentra la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) también apoyan negocios inclusivos. Carlos Zaldumbide, director de la entidad, explica que, junto a la Embajada de EE.UU., patrocinan el Programa Academy for Women Entrepreneur (AWE). Este permite construir su plan de negocio a mujeres que tienen su emprendimiento, con metodologías de aprendizajes interactivos.

    El trabajo con el proveedor es crucial

    En el emprendimiento inclusivo uno de los puntos cruciales es el trabajo con los proveedores. Por lo general, estos son pequeños agricultores o productores que se convierten en un punto vital de la cadena de valor de empresas con impacto social y ambiental.

    Waykana es un ejemplo de trabajo sostenido con proveedores. Este emprendimiento elabora té de guayusa, que se exporta hoy en día a cerca de 15 países de Europa y América del Norte. El trabajo de esta pequeña empresa fundada en el 2015 ha sido reconocido por la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), que en el 2018 la catalogó como emprendimiento Scale Up de impacto social.

    Demetrio Santander, cofundador de Waykana, explica que el concepto inclusivo es parte de la filosofía de la empresa que dirige. Este emprendedor detalla que en los inicios Waykana trabajó con más de 500 agricultores de la Amazonía que proveían la guayusa. “Al principio veíamos otros modelos, simulábamos, pero vimos que no se generaba un impacto mayor, sino marginal”.

    El problema, según cuenta Santander, fue que se trabajaba con demasiados agricultores, a los que se compraba muy poco producto (cerca de USD 200), “con una cadena de valor que no era de alto nivel”.

    Juan David Gómez y Demetrio Santander fundaron Waykana. En la imagen aparecen junto a un grupo de agricultores que producen guayusa en la Amazonía. Foto: cortesía
    Juan David Gómez y Demetrio Santander fundaron Waykana. En la imagen aparecen junto a un grupo de agricultores que producen guayusa en la Amazonía. Foto: cortesía

    Luego Waykana cambió el modelo. Redujo el número de proveedores pero se aseguró de hacer compras periódicas y planificadas, pagando un mejor precio. Hoy trabaja con 150 pequeños productores de guayusa a los que se paga entre USD 200 y USD 300. “Así se les garantiza un ingreso que permite generar un cambio económico en sus familias”, indica Santander.

    ¿Qué dicen los agricultores? Santander cuenta que están motivados y quieren mantenerse en la cadena de valor. El reto para ellos es ofrecer guayusa orgánica, pero saben que su producto es de calidad y con demanda asegurada.

    Gracias a ese trabajo, el té de guayusa de Waykana cuenta con certificaciones orgánicas y sellos de calidad que le permiten abrirse mercados en el extranjero.

    Otro caso de emprendimiento inclusivo es Looop, una iniciativa que desde el 2016 elabora zapatos (para la montaña y la ciudad) y ropa con un estilo urbano y montañero, apoyándose en tres talleres de calzado y dos de confección, que se encuentran en Pichincha y en Tungurahua.

    Jimena Romero y Javier Porta, fundadores de Looop, explican que la idea es que los artesanos con los que trabajan conozcan nuevos materiales y desarrollen productos por su cuenta. “No pueden usar el mismo diseño de los zapatos y chompas que vendemos, pero aprenden procesos y técnicas. Eso les da oportunidades en el mercado”.

    Las integrantes de Tandalla Warmis, en San Juan, Chimborazo, se benefician del trabajo de Looop. Estas agricultoras reciben recursos e impermeables para su trabajo en el campo.
    Las integrantes de Tandalla Warmis, en San Juan, Chimborazo, se benefician del trabajo de Looop. Estas agricultoras reciben recursos e impermeables para su trabajo en el campo.

    Este negocio se maneja con conceptos de comercio justo e impacto social. Por eso, el 3% de sus ventas se destina a campañas sociales. Romero y Porta detallan que las donaciones se transparentan al ser parte del plan de Pequeñas Donaciones implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este programa ofrece recursos para mejorar las condiciones de vida de pequeñas comunidades.

    Looop también trabaja con Greencrowds Ecuador, organización que promueve el  emprendimiento sostenible. Gracias a esta alianza, esta pequeña empresa llega a asociaciones como Tandalla Warmis, en San Juan, Chimborazo. Las 17 mujeres de este grupo elaboran yogur de mashua, un tubérculo de los Andes, gracias a los recursos que llegan de Greencrowds y Looop.

    En Andes Kinkuna el desarrollo de proveedores también es vital. Ellos son fundamentales para esta empresa biotecnológica que elabora suplementos alimenticios, según cuenta Xavier Larreátegui, gerente general de la compañía.

    En los procesos de esta empresa se utilizan mortiño, chochos, uvillas, piñas, guayusa, maca y otros alimentos que tienen nutrientes muy bien valorados. Estos frutos se convierten en suplementos, luego de pasar por procesos técnicos como hidrolización o bioencapsulación.

    Para esto, dice Larreátegui, la empresa cuenta con pequeños productores como Alcides Sacatoro, quien vive en una comunidad cercana a Sigchos, en Cotopaxi. “Él y otros agricultores cuidan con esmero los campos de mortiño o de chochos”.

    Lo mismo ocurre con productores de uvilla en Tungurahua, piña en Los Ríos o maca en Azuay.

    El vocero de Andes Kinkuna cuenta que la empresa les facilita a sus proveedores -entre 15 y 20- normas de manufactura para garantizar la calidad del producto final. “Los proveedores tienen un ingreso estable y saben que tienen un cliente que les compra con ­regularidad”.

    Según Larreátegui, crear negocios de largo plazo solo es posible siendo inclusivos con proveedores, clientes, el equipo. “Eso permite crecer con estabilidad”.

    El consumidor

    Los emprendimientos inclusivos saben que los consumidores cada vez son más exigentes, lo que obliga a ofrecer productos sostenibles y que generen impacto social positivo.

    En Looop, por ejemplo, cuentan que los clientes consultan sobre el origen de la materia prima, así como las condiciones de trabajo en las que se producen las prendas y los calzados. Esto se da entre compradores que oscilan entre 20 y 40 años.

    En Waykana apuntan a los jóvenes. Su vocero, Demetrio Santander, explica que este segmento de la población tiene estándares de calidad muy altos. En su caso las ventas de este té de guayusa se duplican cada año.

    Migrantes y refugiados son parte de la agenda global de inclusión

    El trabajo decente, seguro y sin riesgos es el octavo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) que impulsa la ONU. Allí se considera también a los trabajadores migrantes, en especial a mujeres, y las personas con empleos precarios.

    Bajo ese contexto, a finales del 2018 se lanzó la Guía de Políticas sobre Emprendimientos para Migrantes y Refugiados. Este documento es el producto de la colaboración entre la Unctad, la Oficina para los Refugiafos de la ONU (Acnur) y el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM).

    La intención es clara. La guía ofrece orientación práctica a los países de acogida de refugiados a fin de asegurar que los migrantes y refugiados puedan usar sus habilidades para desarrollar medios de subsistencia y contribuir a las economías y a las comunidades de acogida.

    “La creación de oportunidades económicas para todos, con el objeto de no dejar a nadie atrás, es una prioridad de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030,” declaró en su momento la Secretaria General Adjunta de la Unctad, Isabelle Durant.

    La guía enfatiza en la importancia de la evolución de los ecosistemas de emprendimiento para ser inclusivos con los migrantes y los refugiados en lugar de crear programas separados o paralelos adaptados a estos grupos.

    Según la ONU, la migración internacional ha crecido en escala y complejidad desde el cambio de siglo. El número de migrantes internacionales llegó a 258 millones en el 2017, en comparación con 173 millones en 2000. Además el número de migrantes internacionales creció más rápido que la población mundial. En el 2000 el 2,8% de la población era migrante, mientas que en el 2017 la cifra subió a 3,4%.

    Por su parte, el número de personas que huyen de la guerra, la persecución y los conflictos superó los 70 millones en 2018, el nivel más alto del que Acnur tiene constancia en sus casi 70 años de historia.

    Los huertos urbanos, que producen alimentos para  el consumo sano de poblaciones vulnerables, son parte del proyecto de Agricultura Urbana (Agrupar) de Conquito. Foto: archivo / LÍDERES
    Los huertos urbanos, que producen alimentos para el consumo sano de poblaciones vulnerables, son parte del proyecto de Agricultura Urbana (Agrupar) de Conquito. Foto: archivo / LÍDERES
  • 30 iniciativas públicas fueron premiadas

    Redacción Quito

    (I)

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    En la cuarta edición del concurso ‘Prácticas ejemplares Ecuador‘ se reconocieron, la noche del 6 de noviembre del 2019, 30 proyectos de diferentes instituciones del Estado.

    Según Camilo Pinzón, presidente del Directorio de la Corporación Líderes para Gobernar, esta iniciativa es una oportunidad para evidenciar que el país tiene una gestión pública eficiente.

    Este año se tuvieron 10 categorías que abordaron las temáticas de 15 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Hasta 2018, la mayor cantidad de postulaciones llegó desde los Gobiernos Autónomos Descentralizados. Esta vez fueron de instituciones del Gobierno Central; de los 30 ganadores, 20 proyectos pertenecen a esa instancia.

    La categoría de salud es la que más número de proyectos recibió mientras que la de gestión de riesgos tuvo menos postulaciones, lo que muestra que es un tema que debe trabajarse en las instituciones públicas a escala nacional.

    La iniciativa ganadora en salud fue la de Soberanía alimentaria en comunidades de la zona alta del cantón Quero (Tungurahua). Esta la promovió la Dirección distrital 18D06 Cevallos Tisaleo.

    “Es un proyecto con una visión integral y contempla la perspectiva de seguridad alimentaria y sostenible. Evidencia un trabajo con la comunidad en territorios. Además, tiene un componente de atención e inclusión a la población de Quero con un enfoque de prevención y salud desde los cultivos y la alimentación”.

    En salud también recibió una mención especial el hospital general Teófilo Dávila, por abordar “propuestas que generan bienestar y calidad de vida de los enfermos e iniciativas que pueden impactar a escala nacional, humanizando la atención en la salud”.

    Como parte del concurso hubo un reconocimiento especial para la cooperación público privada.

    Se trata del desarrollo inclusivo de la cadena de valor de fibra de alpaca en las comunidades imbabureñas de Zuleta, Cajas, Morochos y Mariano Acosta en conexión comercial con la microempresa Paqocha. Esta iniciativa la promovió el GAD de Imbabura.

    Este año las administraciones de los gobiernos locales, debido a sus procesos de transición y reordenamiento, tuvieron una baja participación. Se registraron 10 ganadores reconocidos de los GAD.

    Para dar legitimidad a este proceso, la Corporación contó con el apoyo y verificación de Deloitte.

    El concurso contó con dos instancias de jurados: uno técnico y otro calificador.

    Este año se tuvieron 10 categorías que abordaron las temáticas de 15 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
    Este año se tuvieron 10 categorías que abordaron las temáticas de 15 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Foto: LÍDERES
  • Iniciativas de Colombia, México y Chile son premiadas en cumbre de innovación

    Agencia EFE

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    Un neuroestimulador electrónico, una plataforma de financiamiento estudiantil, un sistema de gestión y una aplicación de fidelización fueron los ganadores de la primera edición del encuentro «South Summit-Alianza del Pacífico», que concluyó hoy 1 de diciembre en Bogotá.

    El reconocimiento a la mejor startup (empresas nacientes), entre las 40 finalistas que participaron en la jornada, fue otorgado al emprendimiento chileno «SmartFes», un neuroestimulador electrónico funcional controlado por un dispositivo móvil que beneficia a las personas que sufren pie caído.

    Como la startup más disruptiva fue seleccionada la mexicana «Quotanda», una plataforma financiera estudiantil pensada para democratizar el acceso a la educación a través de la mejora en las opciones de financiación.

    Asimismo, el emprendimiento «Leal», de Colombia, una aplicación de fidelización para los comerciantes y sus clientes, fue galardonado por contar con el «mejor equipo».

    La iniciativa colombiana «Pulpo WMS«, un sistema de gestión para optimizar los procesos dentro de los almacenes, fue premiada como la startup más escalable, es decir, la que tiene mayor proyección de crecimiento.

    Los galardonados del encuentro, que se realiza por primera vez en Latinoamérica, «obtendrán aceleración en Área 31, el espacio de emprendedores de IE University, además de la máxima visibilidad y conexión con el ecosistema, inversionistas y corporaciones en búsqueda de innovación», indicaron los organizadores en un comunicado.

    La fundadora de Spain Startup-South Summit, María Benjumea, una de las organizadoras del evento, explicó a Efe que con este encuentro «se trabaja en la consolidación del ecosistema emprendedor y el desarrollo de negocio» entre Europa, especialmente España, y Colombia.
    «El presente que ya estamos viviendo es una nueva manera de hacer las cosas, en donde las grandes corporaciones necesitan y se entienden con las startups. Una relación donde juntos innovamos y desarrollamos negocio», añadió Benjumea.

    Por su parte, el presidente del banco BBVA Colombia, Óscar Cabrera, destacó la transformación y liderazgo digital que como grupo han tenido con la convivencia y participación de la innovación externa.

    «Los aprendizajes (…) los estamos traduciendo en cosas reales, tanto a nivel global como local. Asimismo, hemos aportado una visión de cómo hacer tangibles estos procesos y favorecer la integración con la comunidad innovadora», señaló Cabrera durante el panel «Open Innovation: la corporación ante su mayor desafío».

    El encuentro de innovación «South Summit-Alianza del Pacífico», organizado por Spain Startup junto a IE University en Colombia, reunió hoy a 40 startups de México, Perú, Colombia y Chile, y a 50 inversores de Japón, Israel, Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.

    El director ejecutivo de la agencia de promoción Invest in Bogotá, Juan Gabriel Pérez, afirmó que este encuentro fue «una oportunidad para dar a conocer el ambiente de negocios de la ciudad, la capacidad de su talento humano y el potencial de sus emprendimientos».

    Foto del evento en Colombia. Facebook
    Foto del evento en Colombia. Facebook
  • Seis iniciativas públicas fueron galardonadas

    Redacción Quito

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    Arcsa por un Ecuador emprendedor, la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda, el Plan de prevención de incendios de Cotacachi, el Programa SOS Mujeres de Pichincha, el Cinturón verde de Cuenca y el Programa de gestión de residuos y desechos sólidos en Cañar son los proyectos galardonados con el premio Prácticas Ejemplares Ecuador.

    El reconocimiento lo entregó la Corporación Líderes para Gobernar, la semana pasada en Quito. El premio es una plataforma de reconocimiento para las actividades y proyectos eficientes, eficaces e innovadores desarrollados en las entidades públicas que buscan servir cada vez mejor al ciudadano, según los organizadores.

    El programa Arcsa por un Ecuador emprendedor obtuvo el premio en la categoría competitividad. El proyecto reduce la tramitología para obtener notificación sanitaria de alimentos procesados.

    La Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda se llevó el galardón en la categoría Educación. El conjunto promueve la formación musical como medio de inclusión y desarrollo a niños y niñas de escasos recursos de la ciudad de Guaranda.

    Otro de los ganadores, el Plan Rupay para prevención de incendios, fue premiado en la categoría Gestión de Riesgos. Rupay es una palabra quichua que significa quema. Desde el 2014, este proyecto previene, mitiga y controla los incendios forestales que afectan a Cotacachi y sus alrededores.

    En la categoría Igualdad de Género, el ganador fue el programa SOS Mujeres Pichincha Solidaridad. Este proyecto apoya a mujeres víctimas de violencia a través de asistencia legal.

    El Municipio de Cuenca fue galardonado en la categoría protección de medio ambiente con su programa Cinturón verde que busca posicionar a la capital azuaya como una ciudad sostenible. En la sexta categoría, salud y saneamiento, el premio fue para los gobiernos autónomos y descentralizados de Cañar, Biblián, El Tambo y Suscal. Estos desarrollan un plan de gestión de residuos y desechos sólidos.

  • Seis iniciativas públicas fueron reconocidas

    Redacción Líderes

    Arcsa por un Ecuador emprendedor, la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda, el plan de prevención de incendios de Cotacachi, el programa SOS Mujeres de Pichincha, el Cinturón verde de Cuenca y el programa de gestión de residuos y desechos sólidos en Cañar son los programas galardonados con el premio Prácticas Ejemplares Ecuador, edición 2017.

    El reconocimiento lo entregó la Corporación Líderes para Gobernar, la noche del miércoles 22 de noviembre del 2017, en Quito. El premio es una plataforma de reconocimiento para las actividades y proyectos eficientes, eficaces e innovadores desarrollados en las entidades públicas que buscan servir cada vez mejor al ciudadano, según los organizadores.

    El programa Arcsa por un Ecuador emprendedor obtuvo el premio en la categoría competitividad. El proyecto reduce la tramitología que microempresarios, artesanos, emprendedores y productores de la Economía Popular y Solidaria, para obtener notificación sanitaria de alimentos procesados.

    La Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda se llevó el galardón en la categoría Educación. El conjunto promueve la formación musical como medio de inclusión y desarrollo a niños y niñas de escasos recursos de la ciudad de Guaranda.

    Otro de los ganadores, el Plan Rupay para prevención de incendios, fue premiado en la categoría Gestión de Riesgos. Rupay es una palabra quichua que significa quema. Desde el 2014, este proyecto previene, mitiga y controla los incendios forestales que afectan a Cotacachi y sus alrededores.

    En la categoría Igualdad de Género, el ganador fue el programa SOS Mujeres Pichincha Solidaridad. Este proyecto apoya a mujeres víctimas de violencia a través de asistencia legal y promueve su empoderamiento económico.

    El Municipio de Cuenca fue galardonado en la categoría proyección de medio ambiente con su programa Cinturón Verde que busca posicionar a la capital azuaya como una ciudad sostenible.

    En la sexta categoría, salud y saneamiento, el premio fue para los gobiernos autónomos y descentralizados de Cañar, Biblián, El Tambo y Suscal. Estos desarrollan un plan de gestión de residuos y desechos sólidos.

    La segunda edición del Premio recibió más de 100 postulaciones de 24 ciudades y 13 provincias. Este año, se ha duplicado el número de postulaciones así como la cobertura de ciudades y provincias, respecto al 2016. El proceso de evaluación estuvo conformado por tres instancias: Secretaría Técnica, Jurado Técnico y Jurado Calificador, estos dos últimos conformados por representantes de la sociedad civil. El Premio cuenta con el aval de la firma auditora Deloitte Ecuador.

  • Dos iniciativas académicas se encaminan con esfuerzo

    Marcel Bonilla

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    Siete estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, sede Esmeraldas, aportan con ideas innovadoras para desarrollar emprendimientos utilizando majagua y plástico reciclado.

    Los emprendedores fueron parte de los 40 estudiantes becarios de 16 ciudades del país, seleccionados dentro de la segunda temporada del programa ‘Ecuador Empresarios’, con sede en Cuenca. Durante seis meses este organismo instruyó a los estudiantes.

    Uno de los proyectos ganadores fue Maja Gift, con bolsos y mochilas hechos a base de majagua, una corteza que se desprende de la palma de coco.

    Simone Barberán, estudiante de quinto ciclo de contabilidad de la Universidad Católica, fue la creadora del proyecto, y estuvo acompañada con cuatro estudiantes de otras universidades del país.

    Esa iniciativa tiene un valor agregado con la realidad aumentada. Gracias a esta tecnología se pueden incorporar paisajes o figuras de mujeres afros, como sello que identifique la cultura.
    La idea de utilizar la majagua en artesanías nació hace cinco años en la isla de Portete, sur de la provincia de Esmeraldas, donde Barberán solía viajar en vacaciones.

    La majagua también es usada para cernir el zumo de coco y en el diseño de vestimenta por las mujeres. “Ahora solo nos faltan USD 6 100 para poner aumentan nuestro negoció”, señala Barberán, quien ya vende sus bolsos en Atacames bajo pedidos.

    Los estudiantes participantes fueron seleccionados a través de las incubadoras de la Universidad Católica y Luis Vargas Torres. El proceso se dio mediante una entrevista de preselección y un examen de aptitud.

    De esta manera se eligieron a 12 alumnos, de los cuales siete eran de la Universidad Católica, quienes lideraron los dos proyectos ganadores, luego de seis meses de preparación.
    El proyecto que ocupó el primer lugar fue Eco-Material (Ecomat), un material ecoamigable hecho a base de plástico reciclado.

    El proceso empieza con la trituración del plástico previamente seleccionado, al que se agrega material orgánico como cascaras de nueces o polvo de aluminio. La composición de los productos de Ecomat es: 60% de plástico y 40% de material orgánico.

    La finalidad es reutilizar el plástico para no contaminar los océanos, que afecta a especies marinas, y reducir el impacto ambiental en las costas, explica Wendy Estupiñán, una de las estudiantes.

    Con este material compactado se puede elaborar mesas, sillas, recubrimiento de paredes…
    En ese proyecto, tres de los siete integrantes son estudiantes de Informática de la Universidad Católica, el resto viene de universidades de Manabí y Santo Domingo.

    El mismo equipo de estudiantes da soporte web y marketing en esta etapa del proyecto; a futuro se aspira montar una fábrica para la que necesitan un financiamiento de USD 10 000, en principio

    La directora de la Unidad de Emprendimiento de la Universidad Católica de Esmeraldas, Roxana Benítez, señala que esta red de contactos en la que participan estudiantes de otras universidades del país, ha permitido combinar ideas para sacar adelante sus emprendimientos.

    La Fundación Hacer, que es parte del programa ‘Ecuador Empresario’, dio una mayor cantidad de cupos a estudiantes de Esmeraldas y Manabí, afectados por el terremoto del 16 de abril del 2016.

    Adrián Guerrero, Piero Palacios , Wendy Estupiñán, Nathalia Zavala, Andrés Sambonino y Marlon Cedeño. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Adrián Guerrero, Piero Palacios , Wendy Estupiñán, Nathalia Zavala, Andrés Sambonino y Marlon Cedeño. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Un apoyo a las iniciativas de los refugiados

    José Luis Rosales

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    El arreglo de chapas y elevadores es la fuente de empleo de Kerly P., y su familia. El negocio cumplió tres años desde que abrió las puertas en la capital de Imbabura.

    La mujer, oriunda de Colombia, que tiene estatus de refugiada, recuerda que para instalar el emprendimiento recibió el apoyo de varias instituciones. Una fundación privada le entregó un capital, no reembolsable, para adquirir herramientas y equipos.

    Entre tanto, estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Ibarra (Pucesi) le capacitaron en temas como el plan de negocios y contables. Este es uno de los 40 emprendimientos a los que el Observatorio Ciudadano de Movilidad Humana y Relaciones Empresariales ha dado asesoría técnica.

    La iniciativa, que fue creada en el 2014, es impulsada por la Pucesi, el Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP), el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otras entidades.

    El ente nació como un acuerdo de la Mesa de Movilidad Humana de Imbabura. El objetivo es obtener información, brindar capacitación y asesoramiento técnico a las personas en calidad de refugio, solicitantes de asilo y otro estatus, explica Roberto Tadeo, catedrático de la Pucesi.

    En Imbabura hay 4 153 refugiados y 14 555 solicitantes de asilo, según datos de la Dirección de Refugio. La mayoría está en Ibarra. Aquí se hizo un estudio, sobre sus necesidades laborales y emprendimientos a las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Previamente, este observatorio realizó otros dos análisis a través de encuestas, entrevistas, grupos focales y bibliografía.

    El primer estudio está relacionado con la situación laboral de los trabajadores autónomos refugiados y solicitantes de asilo en mercados y zonas comerciales de la capital imbabureña.

    Entre los resultados que arrojó esa investigación está que el mayor número de emprendedores tienen edades que fluctúan entre los 26 y 35 años.

    Mientras que, las actividades económicas por cuenta propia que más sobresalen son los servicios prestados, comercio y preparación y venta de comida.

    El otro estudio denominado ¿Y tú que piensas?, se enfocó a las percepciones locales sobre la población refugiada en Ibarra.

    De estas investigaciones se encargaron 40 estudiantes de las carreras de Administración de Empresa, Contabilidad y Comercio Exterior de la Pucesi.

    El último análisis ¿Y qué pasa con los emprendimientos colombianos en Ibarra?, se enfoca a los pequeños negocios y las dificultades que deben enfrentar para instalarse en el país. El 97% de la población refugiada en el Ecuador proviene del vecino del norte.

    La idea de desarrollar una base de datos es también que los refugiados puedan integrarse en el Ecuador, desde el punto de vista socio-económico, para mejorar su calidad de vida, explica Diego Yépez, funcionario de Acnur.

    Para ello, se consultó a 376 personas colombianas que se encuentran laborando en la ‘Ciudad Blanca’. Estas iniciativas están dirigidas por jefes de hogar, que tienen entre 16 y 40 años, y que en mayor número arribaron a Ibarra a partir del 2010.

    El catedrático Roberto Tadeo explica que uno de los limitantes que tienen para conseguir trabajo es el bajo nivel educativo. El 55% de los encuestados aseguró tener nivel académico secundario.

    Comenta que a más de este factor se detectaron casos como falta de documentación necesaria y de experiencia laboral, para que puedan acceder a empleos. Por eso, el 38% de personas aseguró que tiene ingresos que varían entre USD 41 y 60, a la semana.

    Ellos han incursionado en iniciativas de gastronomía, artesanías, servicios, ventas ambulantes, entre otros, señala Fernando Salazar, coordinador del Observatorio Ciudadano de Movilidad Humana y Relaciones Empresariales. Un alto porcentaje de firmas tiene entre 1 y 3 años de funcionamiento.

    “Hay acciones que han ayudado para que las autoridades locales conozcan más sobre los refugiados, incluso se han promulgado ordenanzas municipales para apoyar los pequeños emprendimientos”, asegura Yépez.

    El equipo de investigación de la sede de la PUCE está integrado por estudiantes y docentes universitarios. Francisco Espinoza/Para Líderes
    El equipo de investigación de la sede de la PUCE está integrado por estudiantes y docentes universitarios. Francisco Espinoza/Para Líderes
  • En Loja se dio espacio a iniciativas del área tecnológica

    Redacción Loja

    Mostrar que la creatividad es parte de las herramientas tecnológicas fue el objetivo que tuvo la Feria Loja Valle de Tecnología. El evento se desarrolló el pasado 2 de mayo, como antesala de las celebraciones por los 41 años de servicio de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

    12 proyectos de innovación tecnológica se mostraron en esta Feria de Emprendimiento. Armando Cabrera, director del Valle de Tecnología de la UTPL, señaló que el primer paso del Valle es desarrollar las habilidades de los alumnos. El siguiente es entregar frutos tecnológicos que estén al servicio de la sociedad.

    Cabrera aseguró que los 12 emprendimientos están entrelazados. Sin embargo, destacó que existen ideas que ya están adelantadas. La primera es la formación de 11 programadores en lenguaje Java. Ellos, explica Cabrera, servirán para el desarrollo de proyectos de la Universidad.

    Otro tema que toma fuerza es el de los cómics en 3D. Daniel Eguiguren, profesional de la ITSU (Instituto Tecnológico Superior) Guayaquil, expresó que la iniciativa Atixx, con el cómic Kenyu, es un producto que se mostró hace tres años en Internet.

    Los integrantes de este proyecto están trabajando en una película en 3D y se realizará en Loja. El guión y los personajes están listos.

    Loja Valle de Tecnología se desenvuelve en el área de desarrollo de software, desarrollo web, multimedia y diseño, arquitectura empresarial, consultoría, animación 3D, electrónica y energía y proyectos informáticos en general.

    La feria de emprendimiento también mostró los trabajos, servicios, innovaciones y proyectos que ofrecen los emprendedores. John Íñiguez, estudiante e la UTPL, por ejemplo, asesora a dos empresas de la ciudad. Su tarea se enfoca en mejorar los procesos operativos de las empresas, optimizándolos a través de las herramientas tecnológicas existentes.

  • La pasión por el diseño se derivó en tres iniciativas

    Redacción Quito

    Patricia Dueñas convirtió su pasatiempo en decoración de interiores en un negocio. Pero fue a partir de 1998 que Arrienco se constituyó formalmente. “No fue planificado, esto se fue dando junto a mi afición, porque no podía desarrollarlo en otro sentido. No tenía la parte técnica o de estudio, y lo que conozco es por leer sobre el tema y asistir a ferias. Antes lo hacía por pedido de amigos y de compañías”, recuerda Dueñas.

    Pero la falta de un título formal no le impidió a esta emprendedora incursionar en el alquiler de menaje de casa (muebles, vajillas, electrodomésticos…). Con el tiempo también vio la necesidad de importar tapices, tanto para revitalizar los muebles, como para complacer los diferentes gustos de sus clientes.

    El principal mercado de Arrienco, con el 90%, son las empresas multinacionales, especialmente sus ejecutivos que se instalan a vivir en Ecuador, por un lapso de tres a cinco años. Este servicio les permite decorar el hogar, de acuerdo con sus necesidades y las de los miembros de la familia.

    Una de las 15 firmas con las que trabajan es Weatherford Sudamérica. María Fernanda Niemes, analista de compensaciones de esta compañía, dice que el servicio “permite ubicar, con rapidez, a la persona expatriada, en su nueva casa y con todo el menaje”. La firma utiliza estos servicios desde septiembre del 2011 y actualmente tiene a tres ejecutivos que han escogido los muebles en esta iniciativa.

    Pero Arrienco también se convirtió en una solución para publicistas, organizadores de eventos y cinematógrafos, que necesitan muebles por cierto tiempo.

    Así lo explica David Gil ‘Tano’, director de Arte de la Productora Índigo. “Es una ventaja, porque antes debíamos pedir prestados los muebles a los almacenes, y era difícil… Arrienco ha facilitado esta tarea; hay una gran variedad y calidad de muebles”. Para el último proyecto alquiló cuatro menajes de casa.

    Para satisfacer los gustos de cada cliente, Paulina Reyes, gerenta del negocio, explica que poseen los insumos para amoblar 100 casas completas. Estos son renovados a través de la venta, dos veces al año. Reyes añade que “el servicio se maneja como un arriendo mensual y el valor depende de los objetos que seleccione el cliente”. Su facturación mensual es de unos USD 25 000.

    Para Dueñas, el éxito de Arrienco también se debe al trabajo en equipo. “Un líder debe motivar a la gente que le acompaña, por eso trabajar en conjunto con las personas es importante”. Hoy, 11 personas colaboran en este negocio.

    Pero el interés de Dueñas en el diseño no terminó con este emprendimiento. Hace siete años, incursionó en la importación y venta de telas, a través de la firma Seda y Algodón. Las telas son usadas por diseñadores de moda, como Carolina Crespo. Ella ha confeccionado ternos, blusa, vestidos de novia y de grado. “Es uno de los lugares que más gusta, por el tipo y la exclusividad de las telas”.

    Con dos negocios consolidados, Dueñas, junto con una socia italiana, incursionó en la joyería con el negocio Oroargento. Hace cinco meses implementó una isla en el Mall El Jardín y realizó las adecuaciones en el local, ubicado en La Floresta, en el norte de Quito.

  • Iniciativas universitarias y colegiales se encaminan

    Redacción Quito

    Jóvenes emprendedores de 15 colegios del Distrito Metropolitano de Quito y de cinco universidades del Ecuador participaron en la VI feria de Emprendedores, Empresa y su Financiamiento. El encuentro se cumplió el 5 de junio.

    Más de 5 000 personas de entidades públicas y privadas presentaron proyectos en 40 estands, instalados en la Casa de la Cultura Benjamín Carrión.

    Uno de los proyectos presentados fue la microempresa Gelart creada en las aulas por un grupo de cuatro estudiantes del colegio Pensionado Borja 3, hace dos años. Juan Fernando Flores, uno de los socios del proyecto, cuenta que Gelart se dedica a la elaboración de gelatinas florales saludables y uno de sus productos más recientes son los pasteles florales de gelatina con frutas. Los costos varían de USD 1,5 a 21,50.

    Este producto se lo vende bajo pedido y la inversión que hicieron los estudiantes fue de USD 100 por socio.

    Otro ejemplo que se presentó en la feria fue la agencia de marketing Waxa. Esta iniciativa desarrolla plataformas digitales, maneja cuentas en redes sociales, etc. En este proyecto se han invertido USD 2 000 entre cinco socios, cuenta Estaban Acosta, director de marketing de la agencia. Esta iniciativa se incubó en la Agencia Metropolitana de Promoción Económica ConQuito La Superintendencia de Compañías fue la entidad organizadora de esta feria. Según Diego Jijón, subdirector de Promoción, Orientación y Educación al inversionista, la finalidad es crear un espacio donde los emprendedores puedan evidenciar sus proyectos. «El emprendedor necesita recursos, conocer cómo construir una empresa y cómo llegar al mercado», sostiene Jijón.

    En esta feria también participaron entidades como el Servicio de Rentas Internas (SRI), que dio a conocer las obligaciones tributarias del empresario. Además, intervino el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI) que mostró a los participantes el proceso para registrar las marcas comerciales.

    Sin embargo, el objetivo principal de la feria es materializar los proyectos. Para esto se dictaron conferencias de emprendedores ecuatorianos.

    Entidades como la Bolsa de Valores de Quito, por ejemplo, ofreció una charla sobre cómo participar en el mercado bursátil; además, efectuó una simulación del juego de la Bolsa de Valores.

    Las otras iniciativas
    Aguas grises. Estudiantes de la UTE presentaron su proyecto denominada Yaku Causay. Se trata de un sistema de reutilización de aguas grises y su posterior descarga en inodoros.

    Reciclaje.  El colegio Ubillus mostró su iniciativa que consiste en la elaboración de adornos hechos de material reciclado principalmente; frascos hechos de semillas y llaveros con pastas de cuaderno.