Etiqueta: innovar

  • La pandemia impulsó a innovar en el sector lácteo

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Transformar el producto final de una hacienda lechera fue lo que logró Rodrigo Borja en El Tejar, ubicada en el cantón Alausí (Chimborazo).

    En 2011 regresó al país tras estudiar en el Zamorano y comenzó a administrar la propiedad familiar. En esa época, la producción del lugar se centraba en alimentos andinos que, con el paso de los años, iban perdiendo rentabilidad.

    Esto empujó a Borja a dedicarse a la ganadería lechera. Para 2009 contaba con 15 vacas, que producían al día, cada una, entre ocho y 10 litros de leche.

    Ese producto lo entregaba a centros de acopio y queseras, para su posterior pasteurización e industrialización. Sin embargo, con la llegada de la pandemia dejó de recibir la leche y no tenía dónde colocarla diariamente.

    “La cadena productiva se interrumpió. Era irracional botar el producto. Por ello tuve que vender directamente a compradores en la zona e incluso tuve que regalar”, comenta Borja.
    Pero eso no bastaba. Así que la mejor idea fue poner en marcha un proyecto en el que ya se habían realizado algunos ensayos: manjar hecho con higos de esa zona.

    Con una inversión de unos USD 12 000 en la planta y 5 000 en maquinaria abrió la procesadora de derivados lácteos, que se encuentra dentro de la hacienda.

    La iniciativa tiene su origen en el consumo, en Alausí, de higos rellenos con manjar; Borja busca que esa tradición no se pierda.

    Carolina Bayas, quien vive en la zona, provee al ganadero de la fruta desde hace año y medio, cuando empezó los ensayos y luego con la producción oficial.

    “Yo hago higos en almíbar y entrego eso. Tengo muchos árboles y como había mucho producto solíamos regalar. Pero luego comencé a hacer el dulce y a comercializar. A Rodrigo le vendo unos 50 kilos cada 15 días”, comenta.

    Destaca el espíritu emprendedor de este empresario; cree que el sabor del manjar es rico y artesanal. Para esta proveedora, en la calidad del lácteo contribuye el tipo de insumos con que se prepara.

    Rodrigo Borja es el empresario que desarrolló el manjar de marca Higole. Se vende en tres ciudades del país.
    Rodrigo Borja es el empresario que desarrolló el manjar de marca Higole. Se vende en tres ciudades del país.

    La leche del manjar tiene certificación orgánica, lo que aporta valor agregado a este y otros lácteos que se producen en el lugar. En El Tejar también se comenzó a elaborar quesos mozarela y, próximamente, Borja prevé contar con una cava de quesos maduros.

    Previo a la pandemia la hacienda producía unos 300 litros diarios y ahora, 400. El Tejar cuenta actualmente con un ato de 80 animales (30 en producción).

    Los derivados de este insumo se venden en Riobamba, Quito y Guayaquil a través de redes y personas que los colocan directamente. Una de ellas es Alfonsina Niama, quien hace unos cuatro meses compra el manjar de Borja, que se vende bajo la marca Higole.

    “Tiene muy buen sabor y no es empalagoso. Es novedoso y como es producto de la Sierra tiene gran acogida en Guayaquil. Semanalmente adquiero 300 manjares. Los reparto en la ciudad”, dice.

    Actualmente, Borja busca posicionar sus productos en el mercado, para más adelante dar el salto a cadenas de supermercados. Algunos de sus productos se han enviado al extranjero a clientes individuales que desean probarlos.

    El 70% de la producción de leche de la hacienda se entrega al centro de acopio y el resto para la producción de derivados.

    Borja señala que lo interesante de la industrialización y venta de su producto es que el margen de utilidad que ha obtenido le ha permitido hacer más inversiones y se proyecta a crecer. Una de las metas de la hacienda es llegar a procesar unos 600 litros día.

    El fin del ganadero es, en algún momento, poder comprar leche a vecinos del sector donde está la hacienda, principalmente a pequeños productores (600 lt/d).

    Las vacas de la hacienda producen leche certificada como orgánica. Eso le da más valor a los derivados.
    Las vacas de la hacienda producen leche certificada como orgánica. Eso le da más valor a los derivados.

    Él aspira que la leche que en algún momento vaya a recibir sea de calidad y que al conseguir un mayor dinamismo comercial se logre mejorar el precio que se paga por litro a los productores.

    Hoy, el valor de indexación en el país es de USD 0,42, pero en el mercado hay ganaderos que cobran menos por factores como la baja demanda en el país.

    Actualmente, dos parejas de esposos del sector ya se benefician de la producción en la hacienda. Consiguieron trabajo en la planta. Adicional, en la propiedad se contrata a 15 jornaleros al mes. 

    En la hacienda El Tejar se pone especial cuidado en la preparación de quesos frescos. Luego se realizarán maduros. Foto: cortesía El Tejar
    En la hacienda El Tejar se pone especial cuidado en la preparación de quesos frescos. Luego se realizarán maduros. Foto: cortesía El Tejar
  • Perú apuesta por innovar y dejar atrás la pandemia

    LIMA,  Agencia EFE (I)

    Relacionadas

    Para Perú, la innovación y el emprendimiento son el camino de salida a la crisis causada por la pandemia, en el entendido de que “de cada problema surge una posibilidad” y que solo con nuevas ideas se evitará la cruda elección entre “la salud y la economía”.

    Ese fue el objetivo en el Innóvate Perú Summit 2020, el mayor evento en el país para emprendedores, inversores, innovadores, gremios empresariales, universidades, agentes multilaterales y en general todos los actores del ecosistema de innovación y desarrollo de nuevas empresas y negocios, que se realizó la semana pasada.

    “La innovación. Nos hemos dado cuenta que esa es la respuesta al gran dilema que hemos vivido estos últimos 10 meses. ¿Qué priorizar, economía o salud? Y claramente la innovación es lo que hace posible que no tengamos que sacrificar nada de eso”, explicó a Efe Rosmary Cornejo, coordinadora ejecutiva del Programa Nacional de Innovación para la Competitividad y Productividad – Innóvate Perú-, del Ministerio de la Producción peruano.

    Ese organismo es el responsable de organizar un evento que este año tuvo su segunda edición en un momento muy complicado a escala global pero que, sin embargo, pone de relieve el interés en la innovación como solución y como una política de Estado, necesaria e imprescindible.

    “Hemos visto estos meses que con la innovación se han reactivado empresas, como por ejemplo con las aplicaciones de entrega a domicilio, que han roto el mercado pese a la pandemia y han servido como instrumento para que muchas empresas lleven productos a sus clientes… la innovación es la respuesta”, subrayó Cornejo.

    Más allá del intercambio de información y conocimiento, el Innóvate Perú Summit 2020 buscó poner en contacto a todos los agentes del ecosistema innovador tanto locales como extranjeros.

    “En nuestra primera edición perseguíamos poner en la agenda pública el tema de la innovación (…). Se logró y tuvimos unos 1 500 participantes, una cifra importante. Este año queremos enfocarnos a este nuevo mundo, a la nueva situación que nos presentó la naturaleza, para no declinar y decir que todo está perdido, sino para ver que de cada problema, hay una oportunidad”, razonó Cornejo.

    Así, se busca que esta convocatoria sirva para “conseguir aprovechar la gran oportunidad” que la crisis ofrece “para la innovación en todos los campos: salud, educación, economía, finanzas, comercio”, indicó la funcionaria.

    En ese sentido de “oportunidad”, el Innóvate Perú Summit 2020 contó con la presencia de expertos internacionales en innovación, como Saúl Singer, sobre la cultura emprendedora de Israel, o Harold Salomon, de la incubadora de “start-ups” del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech, Estados Unidos).

    También participaron emprendedores de la región, como el gerente y fundador de Platzi, el colombiano Freddy Vega; Mariana Costa, cofundadora y gerente de Laboratoria, y Simón Borrero, el máximo responsable de Rappi.

    En el foro también hubo un espacio para el intercambio de experiencias entre las agencias de innovación públicas de Latinoamérica y para debatir las políticas públicas para el impulso de esta nueva forma de economía.

    Y todo esto, precisamente, marcado por la innovación. “Claro, esta fue un encuentro ‘on-line’, para asistentes y participantes, pero innovador”, añadió Cornejo.

    El foro se dividió en siete bloques temáticos: innovación disruptiva, sociedades de futuro, la disrupción de la educación, inclusión financiera e inversiones con alto impacto, ecosistemas de innovación e innovación abierta, mipymes innovadoras y políticas públicas de innovación.

    El evento también contó con una feria virtual informativa de servicios para empresas y emprendimientos innovadores, en la que se contactaron con los programas del Ministerio de la Producción e instituciones privadas.

    1500 emprendedores participaron en el evento que se desarrolló la semana pasada en Perú.

    La feria Innóvate Perú Summit 2019 fue la primera que se desarroló en Lima. Este año el evento fue virtual. Foto: EFE
    La feria Innóvate Perú Summit 2019 fue la primera que se desarroló en Lima. Este año el evento fue virtual. Foto: EFE
  • Innovar sin reinventar la rueda

    Fernando Del Vecchio

    Una forma de innovar es llevar prácticas y hábitos de una actividad a otra, elevando el estándar de la segunda.

    El tenis de mesa, el tenis y el vóley son deportes de rebote y precisión. No el fútbol. En el fútbol, un disparo en el travesaño se considera muy bueno, aunque no se haya convertido en gol. En el resto de los deportes mencionados, un disparo casi bueno es malo. Y por la dinámica y reglas de estos deportes, se puede perder por dos o tres errores. Esos pocos errores hacen la diferencia entre ganar y perder.

    Si llevamos el estándar de una actividad a otra, podemos innovar. ¿Qué fue lo que promovió Pep Guardiola en el Barcelona? Incrementar la precisión en el manejo de la pelota, “porque si nosotros tenemos el balón, no lo tiene el rival. Y si el rival no tiene el balón, entonces no genera situaciones de peligro”. Sin situaciones de peligro en contra, la probabilidad de sufrir goles disminuye.

    ¿Puedes ser más preciso en tu actuar cotidiano? ¿Qué habilidad personal puedes aplicar en una actividad que no la posee para mejorar los resultados?

    Ilustración: LÍDERES
    Ilustración: LÍDERES
  • Un plan para innovar y enfrentar al covid-19

    Redacción Quito

    A escala global se conoce de una serie de acciones en las que la empresa privada, el sector público y la academia están trabajando para enfrentar el covid-19. Ecuador no es la excepción.

    A finales de marzo pasado, la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI) lanzó el Desafío Covid19, para atender las necesidades críticas que enfrenta el sistema de salud ecuatoriano ante la epidemia del coronavirus. Este ‘desafío’ tiene el apoyo del sector público, privado y academia de Ecuador y Panamá, países en los que la AEI suma aliados y el objetivo es dar soporte al sector de la salud con equipos indispensables para la actual coyuntura.

    La apuesta de esta iniciativa es identificar soluciones innovadoras. Por eso el Desafío Covid19 busca introducir productos que tienen una demanda insatisfecha en el mercado privado y solucionar problemas identificados en el sistema de salud del país, según un comunicado de la AEI.

    Como referencia el organismo indica que, según datos internacionales, el 5% de los casos identificados con el coronavirus se volverán críticos y requerirán ser atendidos en unidades de cuidado intensivos de hospitales que cuenten con respiradores o ventiladores adecuados.

    La AEI añade que es muy probable que el sistema de salud de Ecuador no cuente con suficientes respiradores para atender una demanda masiva. Por otro lado, los médicos se ven expuestos en su labor a contagio, por lo cual es fundamental equipos de protección que puedan evitarlo.

    El desafío tiene en su primera fase tres categorías: salud, mascarillas y productos. En la primera el foco está en los respiradores mecánicos, vitales para tratar a pacientes delicados.

    Gabriel Ibarra, del área de innovación de la AEI, explica que es un tema retador porque se requiere de respiradores tipo 1 o de alta gama. “Producir estos equipos es complejo porque se requieren piezas importadas, con alta demanda este momento a escala mundial. De todas maneras estamos haciendo un mapeo de instituciones y personas que elaboran respiradores básicos para ver si pueden desarrollar los que son más necesarios” .

    Ibarra menciona que la Espol, en Guayaquil, es una de las entidades que está recibiendo asesoría y ayuda en este proceso. Las ofertas para esta categoría se reciben hasta el 30 de abril en el caso de ventiladores para cuidados intensivos, y hasta el 10 de abril en los ventiladores de cuidado intensivo de bajo costo y ventiladores para afecciones respiratorias leves.

    En cuanto a las mascarillas ya existen avances. La semana pasada se seleccionó un proveedor que va a producir en principio 8 000 unidades. Las mascarillas serán entregadas a Municipios que se encargarán de hacerlas llegar a quienes más las necesitan, explica Ibarra. Según las bases de concurso, el precio de cada unidad será propuesto por el participante y no podrá exceder los USD 1,50 por mascarilla.

    En la categoría productos se conectará las necesidades de mercado generadas por compradores locales con productos de alta demanda en medio de la emergencia sanitaria que vive el país. Aquí se buscan productos para fortalecer el sistema inmunológico, suplementos alimenticios, alcohol en gel, guantes de látex quirúrgicos y mascarillas N95.

    El Desafío Covid 19 tiene una segunda fase que se lanzará el 14 de abril y está pensada en retos que enfrentarán las empresas en el corto y mediano plazo, para mantenerse productivas. Se trata de talleres que ya se han realizado en un par de aliados de la red. El objetivo es identificar retos futuros para trazar planes y compartirlos con los demás miembros de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación.

    La Alianza para el Emprendimiento y la Innovación desarrolla el desafío para enfrentar el covid-19
    La Alianza para el Emprendimiento y la Innovación desarrolla el desafío para enfrentar el covid-19. Foto: Cortesía
  • Una semana para aprender a innovar

    Elena Paucar
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Alrededor de tres millones de ecuatorianos emprendieron un negocio el año pasado (2017). Así lo registra el Monitor de Emprendimiento Global 2017 (GEM, por sus siglas en inglés).

    El estudio recopila la opinión de 2 060 adultos. De ese total, el 52% manifestó su intención de emprender. Pero el miedo al fracaso es un obstáculo para el 31%.

    Para fomentar el espíritu emprendedor, la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) de Guayaquil, organizó la semana de la innovación. Durante seis días, estudiantes, docentes, graduados e investigadores se conectaron con actores del sector productivo.

    Esta primera edición fue una especie de entrenamiento, dirigido por el Centro de Emprendimiento e Innovación i3lab, y se enmarcó en la semana global del emprendimiento. “Esta es una vitrina que muestra las diferentes aristas sobre cómo hacer innovación y cómo esta impacta en el desarrollo del país, integrando a los jóvenes talentos, la industria, la academia y la sociedad”, aseguró Guido Caicedo, director del centro.

    En el radar ecuatoriano se destacan dos tipos de emprendimientos: los tradicionales (de crecimiento lineal) y de alto impacto (de crecimiento exponencial).

    Estos últimos generan mayor valor, según David Chang, coordinador de transferencia tecnológica del i3lab. Sin embargo, los primeros son los más frecuentes y algunos mueren dentro de cinco o diez años, de acuerdo con datos de GEM. “Esto es normal -aclara-. El tema es convertir esa energía de capacidad emprendedora en emprendimientos de alto impacto”.

    Pero existen cuatro brechas en las que i3lab está trabajando. Una de ellas se relaciona con mejorar la calidad de las ‘start ups’ o negocios en la era digital. Otra apunta a la transferencia tecnológica ligada a la comercialización de la investigación científica; es decir, crear capacidades en las universidades para generar innovación atractiva para las empresas.

    La educación es otro punto y se vincula con el fortalecimiento de la cultura de emprendimiento en los estudiantes y docentes, que los impulse a crear nuevas empresas.

    Finalmente está el juego de cambio, por el lado de la innovación empresarial. Esta se refiere a que las empresas grandes y pequeñas se involucren con el ecosistema de innovación y absorban investigación para ser competitivas.

    “El ecosistema de innovación necesita cerrar estas brechas para empezar a exportar conocimiento, emprendimientos, competitividad”, asegura Chang.

    Según el GEM, el país fue el segundo de la región con menor nivel de internacionalización.

    El pasado martes fue el Tech Transfer Camp. En este taller intensivo se habló sobre propiedad intelectual, modelos de negocios basados en ciencia y acuerdos interinstitucionales.

    Marianela Ortiz es parte de i3lab y dio pautas de búsqueda en línea de ideas previas para verificar qué tan innovador es un emprendimiento. “Hay que revisar las patentes para darnos cuenta qué está haciendo el mundo, según diferentes temas de investigación”.

    El ingenio es la clave para patentar inventos, explicó el abogado Flavio Arosemena. Dijo que 90 de cada 100 patentes son extranjeras y que en los últimos años hay un aumento de las locales.

    La innovación también fue el eje de Empower Girls in charge 2018, una iniciativa de Girls in Tech que reunió a 800 estudiantes de universidades y colegios en Guayaquil. Ellas se entrenaron en economía digital y colaborativa, inversión, emprendimiento digital e igualdad de género.

    Girls in Tech busca cerrar la brecha que hay entre las mujeres y las tecnologías. En países como EE.UU., el 2% de los emprendimientos es liderado por mujeres.

    Donna Harris, una de las mujeres más influyentes de Estados Unidos y cofundadora de 1776, participó en el encuentro de la Espol. Ella puntualizó que las emprendedoras tienen múltiples oportunidades en el manejo de la tecnología: ser empresarias, inversionistas o constructoras de un ecosistema de negocio

    Estudiantes, docentes, graduados e investigadores participaron de la semana de la innovación, en la Espol. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Estudiantes, docentes, graduados e investigadores participaron de la semana de la innovación, en la Espol. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Innovar y crear, sus líneas de trabajo en Argentina

    Patricia González

    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    En su último año de colegio, José Azanza Arias tuvo su primer emprendimiento, junto a un amigo. Eran diseños para camisetas, que elaboraban en programas como Photoshop e Illustrator.

    Los clientes (amigos y familiares) escogían el diseño y luego lo estampaban en camisetas.
    Desde adolescente la vena creativa estuvo latente. Además, cuenta José, era fomentada en el Colegio Integral, en el Valle de Los Chillos, donde se graduó.

    Otra de sus aficiones era el cine. Con una cámara casera, disfrutaba filmando a sus amigos en prácticas de ‘skateboarding’ o creando pequeñas historias. La libertad de elegir y el seguir sus pasiones es uno de los valores que hoy recuerda de casa este quiteño de nacimiento, que desde hace 15 años reside en Buenos Aires.

    Su sueño era estudiar cine, pero el presupuesto familiar no alcanzaba para costear los estudios en la Universidad San Francisco de Quito. Así que, guiado por su padre, entró a cursar Publicidad en la Universidad de las Américas.

    Pero, al año y medio, desanimado por el estilo en que se impartía la carrera, se retiró y, siguiendo los pasos de un compañero, se aventuró a irse a Argentina a estudiar Creatividad publicitaria, en el Instituto La Asociación, de donde egresó tres años después, en el 2006. La depreciación del peso argentino, le resultó favorable a la familia para financiar la carrera y manutención de José.

    El acuerdo con su padre era volver al graduarse. Sin embargo, no le disgustaba la idea de quedarse. “Le pedí seis meses para conseguir empleo y a los dos ya estaba trabajando en la agencia FCB”.

    En esa multinacional publicitaria, despertó el interés por el desarrollo de campañas para redes sociales, que era un mundo nuevo en las agencias de publicidad. Tres años después, decidió irse junto a su dupla creativa, el redactor publicitario Alfonso Cornejo, a otra agencia que se estaba especializando en publicidad digital: Wunderman. Una de las marcas para la que desarrollaron innovadoras campañas fue Coca-Cola.

    Con 28 años, José –en compañía de Cornejo– asumió la Dirección General Creativa de la firma, convirtiéndose en la persona más joven en esa posición en una red de agencias con presencia en alrededor de 55 países. Tenía cerca de 30 personas a su cargo, que en año y medio creció a 55.

    Cornejo lo describe como uno de los profesionales de la comunicación más vanguardistas
    de ese país. “Logra mezclar su experiencia como creativo publicitario con una visión estratégica y de negocio, un perfil difícil de encontrar”.

    En esos años (2009-2015), estuvieron a cargo de la creatividad publicitaria de marcas como Ford, Disney, Movistar, Citibank, etc. Sin embargo, José destaca algo más de esa época: la libertad que tuvo para experimentar e impulsar el desarrollo de soluciones innovadoras, no necesariamente vinculados a las marcas.

    Siguiendo los pasos de Silicon Valley, realizó un maratón creativo en la agencia de 24 horas. Entre las ideas más destacadas del maratón estuvo una aplicación móvil que permitía buscar fotos, de hasta tres meses atrás, en Instagram.

    “José es mi referente en todo lo que sea tecnología y nuevos negocios. Tiene una mirada particular sobre el futuro y la tecnología”, comenta Darío Ventura, quien formaba parte de su equipo en Wunderman.

    Con la visión de desarrollar productos, más que campañas publicitarias, José se desvinculó de la agencia y fundó, en febrero del 2016, el estudio de innovación Immigrant, al que se sumó Cornejo como socio al poco tiempo.

    La consultora ofrece soluciones de negocio y ayuda a otras empresas a innovar. Entre las marcas con las que han trabajado están Novartis y Netflix. Con su nuevo emprendimiento, este publicista se enfrentó con una problemática: “Me encontré trabajando desde la casa, en cafés, en lugares que no son adecuados para trabajar seis horas seguidas”.

    Fue así como hace tres meses nació Nomady, un sitio web que permite reservar espacios para trabajar en la ciudad, con alquileres por horas, días o semanas. Actualmente, cuentan con nueve sitios. “El trabajador del futuro es un nómada que va buscando oportunidades laborales”, dice José sobre esta modalidad de trabajar, que aplica con Immigrant.

    Para Francisco Facal, uno de sus socios en la ‘start up’, José es una persona con “una visión muchas veces adelantada a su época”. En el plano personal, lo cataloga como una persona “transparente”.

    La visión de José es traer sus proyectos a Ecuador y ya ha dado primeros pasos en esa línea, brindando servicios con Immigrant a empresas ecuatorianas.

    José Azanza fue creativo publicitario en dos agencias en Argentina, una de ellas fue 	Wunderman. Hoy es consultor del estudio de innovación Immigran, junto a Alfonso Cornejo
    José Azanza fue creativo publicitario en dos agencias en Argentina, una de ellas fue Wunderman. Hoy es consultor del estudio de innovación Immigran, junto a Alfonso Cornejo. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Él innova y obtiene patentes biomédicas en EE.UU.

    Carolina Enriquez

    Relacionadas

    ¿Un mecánico del cuerpo humano? Así podría describirse a la profesión de Stefano Berti, un ecuatoriano que ha creado aparatos y soluciones médicas que brindan seguridad y mejor calidad de vida para los pacientes. Este joven es una suerte de aliado de médicos en el mundo.

    Hace tres años se graduó de ingeniero mecánico, lo cual, aunque parezca extraño, ha sido un pilar para ayudar a las personas con diferentes condiciones de salud.

    Desde Boston, donde reside, el profesional de 25 años se describe como un joven quiteño que recibió gran amor de su familia, principalmente de Álvaro Pérez Intriago (+), su abuelo materno.

    «Él había sufrido dos infartos y desde chiquito yo siempre había querido ser la persona que cree un corazón artificial no asistido. Que sea capaz de funcionar 24/7 sin recargar baterías, que opere con la propia energía del cuerpo”.

    Cuando estaba en primero de bachillerato del colegio Americano ganó un premio del Ministerio de Educación por mejor proyecto personal, que fue un corazón artificial y sistema de circulación para implantarse en un pollo. Quería ser diferente en la medicina.

    Para sus estudios universitarios optó por la ingeniería mecánica en Worcester Polytechnic Institute (WPI), en Massachusetts. Con el fin de seguir su pasión por la salud se concentró en el área de biomecánica y una especialidad en ciencias materiales.

    Los hechos que más le han marcado en su vida están vinculados con la salud. Cuando uno de sus profesores enfrentó una metástasis, Stefano, quien era asistente de cátedra, tuvo que reemplazarlo; le impactó que este enviara desde su cama de hospital grabaciones con explicaciones a los alumnos para que reforzaran la clase del joven.

    Andrés Monterroso, asistente de investigaciones en el departamento de ecocardiología del hospital general de Massachusetts, fue uno de los estudiantes que aprendió con el quiteño. De él destaca -en su cuenta de LinkedIn- la capacidad de Stefano de retar a los alumnos a que busquen sus propias respuestas a interrogantes en sus áreas de aprendizaje.

    Esta característica, sumada al afán de ayudar a los demás, impulsó al ingeniero quiteño en una pasantía en la Fundación Hermano Miguel, en sus vacaciones de verano del primer año de universidad. Trabajó en la elaboración de prótesis y órtesis. “Tuve la oportunidad de dar a una persona una segunda chance. Gente que tal vez nunca pudo tener un vaso de agua o caminar. Ver su satisfacción me llena”, dice en una entrevista que brindó a LÍDERES por teléfono.

    Experiencias como la anterior más los conocimientos que adquirió durante sus estudios le permitieron trabajar a tiempo completo en Johnson & Johnson en el desarrollo de aparatos médicos.

    Mientras laboraba, estudiaba en las noches para obtener dos maestrías al mismo tiempo: ingeniería biomédica e ingeniería mecánica.

    Luego de un año bajo este ritmo, y tras graduarse, tuvo que dejar su empleo por cuestiones laborales. Esto le permitió entrar a MilliporeSigma, que es parte de Merck.

    Ingresó como ingeniero de desarrollo de productos para la fabricación de artículos desechables médicos. Hoy forma parte de un grupo que genera un “sistema de perfusión de biorreactores”.

    ¿Qué es eso? Es un mecanismo para aplicar en distintos procesos como, por ejemplo, purificación de vacunas, producción de células madre, entre otros. “La idea es reducir los costos de biofabricación, los tiempos e incrementar la seguridad. Digamos que a una persona le instalan un filtro. Si luego se coloca una vacuna y algo está contaminado se muere. Son procesos críticos”, explica Berti.

    Philip Borozenets, colega de Stefano en la empresa, dice que él sobresale en generar nuevas ideas y trabajar con su equipo para desarrollarlas y probarlas. “Es un gran recurso de ingeniería, con frecuencia lo consulto sobre los desafíos que tengo con mis proyectos. Además, tenemos interés en común en el automovilismo”.

    Berti es un innovador en todas las facetas de su vida. Sus investigaciones le han permitido obtener seis patentes, cuatro son públicas y dos se hallan en revisión.

    Una de ellas es un parche de colágeno para la reconstrucción del tejido muscular del hombro. Sirve como un puente que une tejidos y acelera los procesos de recuperación; puede ser insertado al hombro a través de la artroscopía, es decir, con un orificio pequeño.

    A los médicos les gustó mucho porque de siete horas de cirugía en casos como este bajaron a una.

    Stefano ha recibido reconocimientos académicos y profesionales. Uno es el Premio Spot, MilliporeSigma; lo reconoció el equipo de células madre por su contribución extraordinaria en el desarrollo de nuevos dispositivos.

    Una imagen de Stefano Berti en Massachusetts. Este ecuatoriano reside hoy en día en Boston, EE.UU. Foto: cortesía Stefano Berti
    Una imagen de Stefano Berti en Massachusetts. Este ecuatoriano reside hoy en día en Boston, EE.UU. Foto: cortesía Stefano Berti
  • Innovar les abrió mercados

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Este 2017 se cumplen 55 años desde que la multinacional sueca AGA iniciara sus operaciones en Ecuador. La firma, que desde el 2012 opera con el nombre de Linde Ecuador, provee al mercado de gases industriales y medicinales. Además, produce gases para soldaduras, y distribuye equipos para producción de electrodos.

    “La producción, distribución y comercialización de gases tiene un 70% del peso de nuestro negocio industrial”, dice Patricio Cárdenas, gerente de Negocios de Gases Industriales de Linde Ecuador. La materia prima de Linde es el aire que todo el mundo respira, explica Cárdenas.

    Lo que hace esta empresa desde hace cinco décadas, y que se ha convertido en su principal giro de negocio, es transformar el aire por temperatura baja para separar el oxígeno, nitrógeno y argón. “En estado líquido los envasamos (a estos gases) y los presurizamos para poder llenarlos en estado gaseoso”, detalla el gerente.

    Con una cartera de 1 500 clientes, Linde atiende en el país a empresas de las industrias alimenticia, petrolera y petroquímica, construcción, automotriz, metalmecánica y farmacéutica. Además, cuenta entre sus clientes a hospitales y clínicas, a los que provee gases de uso medicinal.

    Inversión con resultados

    Desde que AGA pasó a ser parte del grupo alemán Linde ha experimentado crecimiento promedio en facturación de entre un 6 y 8%. El único año en el que las cifras fueron negativas fue el 2016.

    El gerente explica que esto obedeció a la desaceleración económica nacional, pero enfatiza que esto no afectó los resultados que ha tenido su inversión de USD 50 millones desde el 2011, en la instalación de dos plantas nuevas de producción de gases del aire, una en Lasso (Cotopaxi) y otra en Guayaquil. Juntas tienen una capacidad de producción de 130 toneladas de gas al día. “Eso muestra que Linde, a pesar de las dificultades económicas del Ecuador ha seguido confiando como en los últimos 55 años”, sostiene.

    La transformación, además, le permitió a la firma cruzar fronteras. Al tener filiales en la región, Linde pudo comenzar a exportar gases y soldaduras. “A raíz de las nuevas inversiones hemos pasado a exportar gases a Perú y Colombia. A Venezuela hemos enviado soldaduras”, puntualiza.

    La planta en Lasso está en las instalaciones de Novacero, cliente y socio estratégico de Linde. Con la instalación de la planta, “Novacero consigue provisión continua de oxígeno a la acería, permitiéndole optimizar costos de producción y ahorrar divisas al país”, explica Guillermo Miño, gerente de planta en Novacero.

    Karina Páez, gerenta de Recursos Humanos de Linde, destaca que además de esas inversiones, la empresa se ha fortalecido en innovaciones tecnológicas.

    Cita el desarrollo de nuevos gases medicinales como el óxido nítrico, que se aplica en el tratamiento de la hipertensión pulmonar de neonatos. “Con la construcción de nuevas casas de salud hemos podido poner infraestructura con alta innovación, por ejemplo, lugares en donde se atiende a neonatos”, señala Páez.

    Cárdenas añade que esta inversión ha permitido que la empresa crezca en su participación en segmentos como el alimenticio. El gas que ofrece Linde es usado en empresas productoras de bebidas gaseosas, además en procesos de congelamiento de alimentos como el camarón. “Hemos visto en el 2017 recuperación en algunos sectores de mercado que nos han permitido a nosotros aplicar nuevas tecnologías”, dice.

    La empresa espera cerrar el presente año con USD 50 millones en ventas y abrir, por lo menos, dos nuevas sucursales de servicio al cliente, bajo un nuevo concepto: Linde Express.

    La planta de producción de gases del aire más nueva y moderna con la que cuenta la empresa está ubicada en Guayaquil. La construcción comenzó en 2013. Foto: Cortesía Linde Ecuador
    La planta de producción de gases del aire más nueva y moderna con la que cuenta la empresa está ubicada en Guayaquil. La construcción comenzó en 2013. Foto: Cortesía Linde Ecuador
  • Innovar y actuar son ejes en su vida

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Una sonrisa se dibuja en los labios de Juan Pablo Espinosa cuando recuerda su participación en un concurso nacional de oratoria. En ese espacio el hombre de 37 años habló de tecnología y de cooperativismo.

    Han pasado 20 años desde que sucedió ese hecho. Aún hace oratoria, pero no para ganar un concurso sino para construir una comunidad de emprendedores.

    Espinosa estudió derecho y trabajó durante varios años en esta profesión, a la que trató de vincularla con la tecnología.

    Pero, su curiosidad y gusto por esta área le llevó a buscar otros espacios. Es así como estudió innovación, tecnología y emprendimiento, convirtiéndose aquello en el impulso que necesitaba para empezar sus proyectos.

    Por medio de la tecnología contactó a una serie de emprendedores y talentos para formar una red denominada OuiShare, un ‘tanque’ de pensamientos, ideas, acciones, que une a un grupo de emprendedores para promover la economía colaborativa, que significa compartir productos, bienes e insumos entre quienes son parte de esta comunidad virtual y física.

    Andrés Vásconez es un joven emprendedor de 22 años que se vinculó a OuiShare hace seis meses. Tiene una empresa que incuba nuevos proyectos, por lo que se interesó en esta red para acercarse a más emprendedores ecuatorianos y del mundo.

    Para él, la formación de esta comunidad es importante porque puede desarrollar nuevas formas de emprender y mejorar sus productos. “Rescatamos el tema de la colaboración y del trabajo grupal con quienes formamos esta gran red”, explica el joven.

    Vásconez considera que el impulsor de OuiShare es un líder y un guía que les enseña a manejar problemas con buena actitud y a cambiar su forma de ver el mundo.

    Otro de los proyectos en los que ha trabajado Espinosa es una agenda digital de la ciudad, que se armó con experiencias de otros países de la región y del mundo, para el uso de la tecnología en diferentes acciones como la dotación de Internet público

    El objetivo de este material fue hablar de los ciudadanos inteligentes mas no de las ciudades inteligentes. El motivo es que se necesitan personas que entiendan el manejo de la ciudad.

    La seguridad, la salud, la educación y el ambiente fueron algunos temas que destacaron en esta agenda digital de la ciudad, que aún se mantiene vigente.

    Tras la elaboración de esta herramienta, Espinosa se catapultó como un líder innato con una visión de ciudad encaminada a la sustentabilidad y a la sostenibilidad. Así lo confirma David Rojas, quien es director de Investigación de la Escuela Judicial y quien trabajó junto con Espinosa hace dos años en una entidad pública.

    Para Rojas, el emprendedor tiene varias potencialidades por sus conocimientos tecnológicos y su gran capacidad para liderar y superar inconvenientes. “Da solución a todos los problemas por lo que generaría un cambio si tuviera un rol más visible en la ciudad”.

    La familia es un pilar importante en la vida de Espinosa: sus hijos y esposa son su alegría. Todos su integrantes también están vinculados a temas de colaboración, innovación y tecnología.

    Años atrás, su esposa no entendía sobre el movimiento digital. Sin embargo, Espinosa le enseñó y ahora es una abogada activa, que usa las tecnologías para su trabajo. En el caso de sus hijos, son unos fieles amantes de la tecnología pero la usan con inteligencia.
    Juan Francisco Martínez, amigo de la adolescencia, recuerda que este abogado siempre tuvo deseos de cambiar el entorno. Su curiosidad y preparación impulsó a que desarrolle nuevos proyectos como el de la red de emprendedores. “Es un hombre confiable, leal y emprendedor”.

    La economía colaborativa entró, incluso, en la vida diaria de Espinosa, quien modificó algunas conductas como compartir la ropa, movilizarse en bicicleta y compartir el auto. “Eso es colaborar”, asegura con firmeza.

    La red OuiShare se reúne en Quito

    OuiShare es el nombre de la red de emprendedores ecuatorianos que tienen como objetivo desarrollar ideas y acciones con para fomentar una sociedad cada vez más colaborativa.

    En mayo, los emprendedores de esta red se reunirán para compartir experiencias e intereses y apostar a proyectos que generen un cambio en la ciudad.

    Juan Pablo Espinosa, quien lidera esta red, comenta que desde enero de 2012, OuiShare es líder internacional en el campo de economía colaborativa, ya que impulsa la toma de decisiones basadas en las contribuciones y propuestas.

    Esta es una organización sin fines de lucro que ha evolucionado rápidamente, partiendo desde un puñado de entusiastas hasta formar un movimiento global en más de 30 países en Europa, América Latina y Oriente Medio.

    Las actividades de OuiShare consisten en construir comunidad, generar conocimiento, incubar proyectos alrededor de temas relacionados con agrupaciones y economía colaborativa. La organización ofrece apoyo a individuos y grupos a través de servicios profesionales. Por ejemplo, se puede hacer procesos de trueque o intercambio de productos y bienes.

    Juan Pablo Espinosa practica la economía colaborativa a diario. Comparte su vehículo o viaja en bicicleta.  Foto: Diego Pallero y archivo personal /LÍDERES
    Juan Pablo Espinosa practica la economía colaborativa a diario. Comparte su vehículo o viaja en bicicleta. Foto: Diego Pallero y archivo personal /LÍDERES
  • Guillermo Beuchat:‘No se puede innovar en todo, hay que enfocarse’

    Pedro Maldonado

    Las empresas que quieren diferenciarse tienen una serie de retos. Uno de ellos es transformar la cultura interna para generar innovación de alto impacto. Para tratar este tema, la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) organizó la semana pasada, en Quito, un taller con empresarios ecuatorianos y conferencistas extranjeros, como parte de la Semana de la Innovación.

    Uno de los invitados fue Guillermo Beuchat, socio fundador de Transforme Consultores, una organización con sede en Chile que asesora y capacita en temas de innovación a empresas en América Latina. Beuchat conversó con LÍDERES y planteó los puntos que deben tenerse en cuenta para innovar casa adentro.

    Cómo empezar

    “El tema de cómo provocar el cambio y la innovación en una empresa establecida, en donde el dueño por lo general también es dueño de la verdad, es un asunto importante.
    Cuando hablamos de una firma grande, el estilo de liderazgo y la manera de funcionar dejan ver que hay muy poca innovación. Esto ocurre en toda la región. La cultura latinoamericana, en general, es bastante resistente a la innovación, más que en otras regiones.

    Esto se da porque hay una cultura muy vertical, muy paternalista. No se cree mucho en la opinión de la gente, en la base de la organización. Lo que hacemos nosotros, con talleres, es presentar técnicas y herramientas para provocar el cambio en las empresas”.
    La transformación

    “Para que una cultura empresarial se transforme hay tareas por hacer. Una es tener un sentido de urgencia; con esto quiero decir que las empresas no cambian porque no tienen sentido de urgencia. Dicen que les ha ido bien, que tienen números positivos, entonces no tienen urgencia. A esas empresas les pasa lo que a Kodak en su momento. Esta empresa no estuvo atenta, no leyó lo que pasaba en el mercado, estaba satisfecha consigo misma, pensaba que era lo máximo y solo vio para adentro”.

    Pero cuando una empresa abre su mente y su visión, descubre que existen competidores que son una ‘amenaza’ para el negocio y de los que uno no tenía idea.

    Luego está la necesidad de un proceso. La innovación no va a pasar de forma espontánea, no va a caer del cielo, es un tema de mucho trabajo. Para lograrla hay que tener un proceso formal, aprender a explorar ideas nuevas, tolerar el fracaso.

    Y para completar es necesario tener claro los incentivos que ofrece la empresa. ¿Qué motivación hay para cambiar? Cito un ejemplo: en la fiesta de fin de año de una empresa se premia, tradicionalmente, al colaborador del año y por lo general es el empleado con 40 años de servicio. Pocas veces premiamos al joven de 28 años que lleva solo un año, pero que tiene una idea genial. Entonces, hay que analizar en la empresa qué comportamientos estamos premiando, a quién le damos un bono: al que nunca falta y solo calienta su silla o al que con una idea genial permite duplicar la facturación”.

    Las nuevas generaciones

    “Esta situación, insisto, pasa en toda la región. Pero ya empieza a evolucionar con el recambio generacional; en Chile ya ocurrió hace unos 10 años. En Ecuador recién empieza.

    El recambio está en los hijos o nietos de los fundadores que vienen con una mente nueva, pero que se encuentran con un buque difícil de mover. Puede ser la generación de los milenials los que cambien esta realidad, pero la verdad es que es difícil mover y por eso hay que instalar el proceso, tener el sentido de urgencia e incentivar al equipo.

    Pero además se debe tener claro que no se puede innovar en todo. Hay que enfocarse en algo, innovar solo en un proceso. Por ejemplo, diseñar nuevas experiencias para los clientes en el salón de ventas. Si la empresa solo se dedica a eso solo por un año dará un gran paso.

    Luego se pueden usar esos resultados como un caso de éxito para ampliarlo. Esto es un proceso gradual; una firma puede cambiar su cultura e innovar sus proceso en un par de años, mínimo”.

    Guillermo Beuchat  participó en un taller organizado por la AEI,  la semana pasada en Quito. Foto: Pedro Maldonado / LÍDERES
    Guillermo Beuchat participó en un taller organizado por la AEI, la semana pasada en Quito. Foto: Pedro Maldonado / LÍDERES