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  • El Corte Inglés cuenta con Catar para conseguir un nuevo impulso

    Agencia AFP

    La emblemática cadena de grandes almacenes española El Corte Inglés ha dado entrada en su accionariado a Catar buscando un nuevo impulso tras unos años muy difíciles. Se trata de una revolución para este grupo familiar fundado en Madrid en 1935, que no cotiza en bolsa y sigue controlado por la familia fundadora.

    El grupo anunció en la noche del lunes 13 de julio del 2015, que un antiguo primer ministro de ese rico emirato del Golfo ha comprado un 10% de su capital. La operación, valorada en 1 000 millones de euros, se llevará a cabo a lo largo de tres años y el jeque Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani tendrá un puesto en el consejo de admnistración de El Corte Inglés, convirtiéndose en su único miembro no español.

    «El nuevo accionista nos va a acompañar en nuestro crecimiento y expansión en un ambiente de cooperación», explicó Dimas Gimeno, presidente de El Corte Inglés, en un comunicado.

    El Corte Inglés se considera la primera gran cadena de grandes almacenes europea, con 88 centros a finales de 2014, pese a que solo está presente en España y en Portugal, en las ciudades de Lisboa y Oporto. «En España cuentan con una imagen de marca muy fuerte, todo el mundo conoce El Corte Inglés, y se habla de si no lo tienen en El Corte Inglés, no lo hay en ningún sitio», comenta Ángel Pérez, analista de Renta 4.

    Dirección conservadora

    Durante mucho tiempo bastó con esta imagen, ya que el grupo basó su crecimiento en el mercado nacional hasta el punto que diversificó su actividad con supermercados, Hipercor, o una marca de ropa, Sfera, presente en Perú, Chile, México, Grecia, Filipinas, Portugal o, incluso, Arabia Saudí. También tiene ópticas (Optica 2000), una marca de bricolaje (Bricor) o una importante agencia de viajes.

    Su falta de presencia en el exterior se explica por el hecho de que «la dirección tiene un perfil un poco conservador», explica Pérez. El Corte Inglés está dirigido desde septiembre de 2014 por Dimas Gimeno, que sucedió a su tío Isidoro Álvarez, muerto a los 79 años, de los que pasó 25 al frente a la cadena de grandes almacenes.

    La familia no solo controla el grupo sino también su capital. Su primer accionista es la Fundación Ramón Areces, nombre del segundo presidente muerto en 1989. El porcentaje de su participación no se conoce oficialmente, pero ronda el 35% del capital, según la prensa.

    Dimas Gimeno y las hijas de Isidoro Álvarez, Marta y Cristina, también detentan una parte del capital. Pero, la profunda crisis económica que golpeó España entre 2009 y 2013, hundiendo el consumo, llevó al grupo revisar su estrategia. Tuvo que bajar un 20% los precios de 5 000 de sus productos en 2012, refinanció la pesada deuda de 3 800 millones de euros y vendió una parte mayoritaria de sus actividades financieras al banco Santander al año siguiente, lo que permitió volver a ver subir sus beneficios.

    Internacionalización

    La llegada de este inversor catarí le permitirá desarrollarse fuera de España, considera Tomás Guerrero, de la escuela de negocios Esade: «la entrada del inversor agilizará una internacionalización de la compañía».

    «La vocación de internacionalización ha sido desde hace mucho tiempo (…) pero, en este tiempo no ha habido ningún plan concreto», afirmó una portavoz del grupo. Para los analistas de Bankinter, este paso podría suponer incluso la antesala de una entrada en bolsa, tal vez en 2016. «Después de reestructurar su elevada deuda parece que era la evolución lógica para consolidar su crecimiento», afirman en una nota.

    La cadena de supermercados El Corte Inglés ha vendido parte de su paquete accionario a Catar. Foto: Pixabay.com
    La cadena de supermercados El Corte Inglés ha vendido parte de su paquete accionario a Catar. Foto: Pixabay.com
  • Eduardo Checa: ‘Hay que convencer al inversor de que ecuador es confiable’

    Santiago Ayala Sarmiento Redacción Quito / LÍDERES

    El Gobierno ecuatoriano, a través del gerente general del Banco del Afiliado (Biess), Efraín Vieira, anunció el interés por retornar a los mercados internacionales, con una emisión de bonos soberanos por USD 200 millones. Esa noticia ha dado la vuelta al mundo y las interrogantes surgen por saber si Ecuador podrá borrar su imagen ante los inversionistas, tras la moratoria de su deuda (bonos Global) en el 2008. Eduardo Checa, de Analytica Securities, describe los posibles escenarios para estos papeles.

    A lo largo del mundo, como una especie de ‘moda’, muchos países han decidido emitir bonos para financiar sus presupuestos. ¿El reciente anuncio del Gobierno ecuatoriano es parte de esa ‘moda’ o el escenario actual sí es propicio para utilizar esta herramienta de fondeo?

    Actualmente, existe mucha liquidez en el mundo, a consecuencia de la crisis en Europa y EE.UU. Hay mucho dinero que está dando la vuelta y buscando en qué invertirse. De eso se han beneficiado, obviamente, muchos países que son considerados emergentes. Mientras los desarrollados están en recesión, los emergentes están en expansión. Eso es algo que no se había visto. Siempre los países en América Latina vivíamos de crisis en crisis, pero ahora, de pronto, ya no lo estamos. Entonces, los inversionistas probablemente buscan más rentabilidad de la que ofrecen sus países de origen y van hacia donde puedan generar mayor rentabilidad, pero también que sus fondos estén a buen recaudo.

    Las emisiones en países ‘inestables’ social y políticamente como Bolivia o Paraguay han tenido un rotundo éxito, ¿por qué?

    Porque los inversionistas están haciendo la distinción entre el marco político y el económico. Venimos de una crisis mundial, donde las tasas de interés son tan bajas que obliga al inversor a buscar el lugar donde le rinda más. Para ellos es más importante la estabilidad económica que el ambiente político que se vive en estos países.

    ¿Ya no importa tanto el Riesgo-país?

    Claro que importa. Ecuador tiene un Riesgo-país elevado, junto con Argentina y Venezuela. Nuestro EMBI está en 705 puntos, mientras que Chile y Perú están en 125, y Colombia en 130 puntos. Y aquí hay algo interesante: Ecuador en los años noventa tenía igual o mejor ‘rating’ que Perú y por eso salíamos al mercado. Por eso, hoy, si emitimos nuevamente, el inversionista buscará otras condiciones distintas a las de Perú o Colombia. ¿La razón? Aún queda el recuerdo de que Ecuador dejó de pagar su deuda en el 2008, no por problemas económicos sino por una decisión ideológica.

    Entonces, ¿el escenario no es el ideal?

    Al inversionista va a haber que trabajarlo y demostrarle que el Ecuador tiene la voluntad de pago. Y el residuo de deuda que no se ha pagado (bonos Global 2012 y 2030 que no se renegoció)

    Y que mantiene al país en moratoria, ¿es un impedimento para generar mejores condiciones para esos papeles que se buscan emitir?

    Obviamente esto sí afecta y hay que tomarlo en cuenta en el momento de la colocación; el Ecuador tendría que hacer un esfuerzo para ir cumpliendo con los inversionistas. Pero veamos: si Chile consigue hace pocas semanas colocar una emisión a 30 años, Ecuador, por haber entrado en una moratoria, no lo va a conseguir. Entonces tendrá que ser castigado en el plazo -a menos años-, hasta que el inversionista se sienta cómodo con el Ecuador. El banco de inversión que esté a cargo de este proceso va a tener que hacerse ‘de a buenas’ con estos inversionistas que se quedaron impagos.

    La emisión de USD 200 millones que se anuncia es una cifra baja frente a las realizadas por países vecinos. ¿El Gobierno está ‘tanteando’ el mercado para saber cómo reacciona?

    Sí, para el euromercado probablemente USD 200 millones no sea algo significativo. En el proceso de emisión hay muchos gastos administrativos (abogados, inscripciones, etc.), donde a veces sí hay que hacer una masa crítica para que justifique el movimiento. O sea, me imagino que las autoridades habrán hecho los cálculos y con los USD 200 millones sí les sale. Yo creo que Ecuador sí estaría en capacidad de tomar una deuda mayor.

    Creo que una colocación del Ecuador en el mercado sí puede ser exitosa, porque tenemos uno de los mayores crecimientos de la región y tenemos petróleo de por medio… Pero el inversionista también va a querer saber qué habrá más allá.

    ¿Ese ‘más allá’ tiene que ver con seguridad jurídica? ¿Las recientes regulaciones al sistema financiero nacional, por ejemplo, pueden ser vistos como hostiles para el inversionista?

    El sistema financiero es la columna vertebral de una economía y si a este no se le da viabilidad para que sea el intermediario entre el depositante y el inversionista o el depositante y el empresario, a la larga la economía se va a afectar. Por eso, esperemos que el nivel de confrontación entre la banca y el Gobierno baje, que a la banca se la deje trabajar más libremente. ¿Por qué?, porque va a atraer inversión. Y eso hará que, si el Ecuador decide una emisión, después los bancos puedan salir. Eso sucedió con el Banco Pichincha, hace más de 10 años cuando realizó una emisión muy exitosa.

    El momento en que Ecuador salga al mercado debe tener la capacidad de atraer inversión extranjera, de fomentar más inversión en sus negocios.

    ¿El manejo de la Reserva también es monitoreado por los potenciales inversionistas?

    El cómo un país maneja sus reservas es crítico, especialmente, en dolarización, porque ya no hay prestamista de última instancia, ya no hay Banco Central, que emita dinero; entonces, cualquier inversionista va a estar muy cauto de qué política se le está dando al manejo de reservas.

    ¿Es mejor seguir endeudándose con China?

    Lo interesante de hacer una emisión internacional es ya no seguir dependiendo de China, sino ir de vuelta al mundo financiero internacional.

    EL PERFIL

    La formación. Economista por la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos.

    La experiencia. Trabajó en el Chase Bank y fue gerente en Ecuador del IMG Bank.

    El cargo. Asesor de la firma Analytica Investments y coordina las actividades de las compañías.

    ‘La moratoria de la deuda aún está en la memoria de los inversionistas. Por eso, tendríamos problemas en colocar una emisión a mayor plazo y con menor tasa’.

    ‘actualmente para los inversores es más importante la estabilidad económica que el ambiente político de los países’.

    ‘es necesario que el nivel de confrontación entre la banca y el Gobierno baje. Eso también observan los inversionistas’.