Etiqueta: investigaciones

  • Siete investigaciones se realizan por el coronavirus

    Redacción Cuenca  (I)

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    La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) cuenta con 69 grupos de investigación, en los que participan docentes de sus cuatro áreas. Es decir, administrativa, socio humanística, técnica y biológica y biomédica. Sus integrantes desarrollan proyectos, producción científica, intercambio académico y formación.

    Según Silvia González, vicerrectora de investigación de la UTPL, la entidad invierte esfuerzos y recursos para fomentar la investigación en todas las áreas. Ella agrega que eso se logra con actividades de formación para docentes, en los que realizan colaboraciones externas en cada área de estudio y laboratorios con equipos de última tecnología.

    Además, dice González, tienen software para que los docentes puedan realizar sus investigaciones en colaboración con estudiantes de las distintas carreras, “quienes se benefician de becas para fomentar en ellos el espíritu investigador e incrementar la producción científica que se realiza en nuestra universidad”.

    González agrega que los resultados obtenidos han sido diversos, no solo con artículos científicos y libros publicados, sino también en colaboraciones con entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, que dan respuesta a la problemática de la sociedad.

    Por ejemplo, en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia, la UTPL ha generado siete proyectos de investigación, con la finalidad de contrarrestar los efectos ocasionados por la pandemia y generar propuestas viables. Algunos proyectos se han desarrollado para aplicarlos en el campus UTPL y otros se han ejecutado junto a entidades gubernamentales y ONG, señala González.

    Entre otros, están el impacto económico y propuestas de reactivación económica frente a covid-19 en Ecuador y estrategias y formatos de comunicación radiofónica y televisiva para la participación ciudadana frente al coronavirus. Además, la teleatención y recursos de la psicoeducación en la emergencia, evaluación de indicadores de salud mental y el diagnóstico del síndrome respiratorio agudo grave covid-19 en el sur del Ecuador.

    Otro proyecto es el denominado HOPE2020, que es el sistema de desinfección y sanitización para el personal de la Técnica Particular de Loja.

    El campus principal de esta universidad está ubicado en Loja, pero también tiene sedes en Cuenca, Guayaquil y otras urbes. Foto: Archivo LÍDERES
    El campus principal de esta universidad está ubicado en Loja, pero también tiene sedes en Cuenca, Guayaquil y otras urbes. Foto: Archivo LÍDERES
  • Titanes de la tecnología invertirán en investigaciones sobre inteligencia artificial

    Agencia AFP

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    Varias prominentes figuras de Silicon Valley prometieron un apoyo de USD 1 000 millones de  a una firma sin fines de lucro que busca concentrarse en desarrollar el “positivo impacto humano” de la inteligencia artificial.

    Los auspiciadores del grupo de investigación OpenAI (inteligencia artificial abierta) incluyen al empresario Elon Musk de Tesla y SpaceX, a Sam Altman de Y Combinator, al cofundador de LinkedIn Reid Hoffman y al cofundador de PayPal Peter Thiel.

    “Es difícil entender cuanto beneficiaría a la sociedad una inteligencia artificial de nivel humano y es igualmente difícil imaginar cuándo dañaría a la sociedad si fuera creada o usada incorrectamente”, dice el mensaje inaugural publicado en el sitio web de OpenAI.

    “Nuestra meta es avanzar hacia la inteligencia artificial de la manera que más beneficie a toda la comunidad, sin los límites de la necesidad de generar retornos financieros”, indica.

    Los auspiciadores de OpenAI “han comprometido USD 1 000 millones , aunque prevemos gastar solo una pequeña fracción de esta suma en los años venideros” , agrega.

    La inteligencia artificial es un candente campo de investigación y de inversión para muchas compañías y empresarios del sector tecnológico.

    Sin embargo, prestigiosos científicos e inversionistas en tecnología, incluido Musk, han expresado públicamente su preocupación por el riesgo que la inteligencia artificial puede implicar para la humanidad si es mal empleada, como por

    Pepper
    El robot Pepper puede hacer fotos, felicitar a los miembros de la familia en su cumpleaños o tratar de animarlos cuando detecta que alguno está triste. Foto: AFP
  • Agro, ganadería y comercio inspiran sus investigaciones

    José Luis rosales  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Los proyectos en la Universidad Politécnica Estatal del Carchi buscan generar impactos positivos en los sectores productivos del norte de Ecuador y sur de Colombia. Los resultados se pondrán a disposición de empresas y autoridades.

    Las actividades comerciales y agropecuarias son los principales ejes de la economía del Carchi. Por eso, la Universidad Politécnica Estatal del Carchi (UPEC), en Tulcán, apunta sus investigaciones hacia esos sectores. Según el rector, Hugo Ruiz, se trabaja en buscar un desarrollo binacional de la zona de integración ecuatoriana-colombiana.

    Las facultades de Comercio Internacional, Integración, Administración y Economía Empresarial y de Industrias Agropecuarias y Ciencias Ambientales que posee esta entidad de educación superior, creada en el 2006, tienen varias líneas de estudio y en estas se destacan dos. En la primera apuestan a dos grandes proyectos: desarrollo local e integración fronteriza; en la segunda, impulsan investigaciones sobre la calidad de la leche y de la papa.

    Para Gustavo Terán, director de la Facultad de Comercio Internacional, los análisis están orientadas a solucionar problemas como la ‘depresión comercial’ que ahora enfrenta la capital del Carchi.

    En la línea de desarrollo local, por ejemplo, se apunta a la innovación empresarial en el Carchi. Se trata de un estudio que se desarrolló sobre la base de la Encuesta de Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación (ACTI), diseñada por la Senescyt y que fue realizada durante el 2012 y 2013.

    Estuvo dirigido a 35 empresas carchenses, con base en la información del Censo Económico del 2010 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
    Según los resultados obtenidos por la UPEC, 28,6% de las empresas corresponde al comercio (por mayor y menor), 20% a actividades financieras, 14,3% a manufactura, entre las más importantes. Las anteriores están consideradas como la estructura económica que sustenta a la provincia.

    Mike Coral, director del proyecto, comenta que este análisis reveló que estas firmas poseen un bajo nivel de innovación de productos.

    Del total de las unidades económicas consultadas, apenas el 34,3% considera que introdujo en el mercado un servicio nuevo. Mientras que el 31,4% aseguró que cuenta con bienes nuevos.

    Coral señala que otro factor es la mejora en la producción. El 42,9% indica haber incursionado en un proceso nuevo. El 31,4% afirma que actualizaron sus estrategias.
    Mientras que la actividad más utilizada para introducir innovaciones de productos y procesos ha sido la capacitación. En tanto, que la ingeniería y el diseño industrial es la menos utilizada en el Carchi.

    Gustavo Terán considera que esta investigación es el inicio para profundizar sobre innovación de las empresas binacionales.

    Estudios agropecuarios

    El proyecto Mejoramiento de la competitividad en el sector lácteo es una de las áreas de interés de la Facultad de Industrias Agropecuarias y Ciencias Ambientales. El estudio, que se aplica en los seis cantones de la provincia, busca mejorar la calidad de la leche.

    La tarea está a cargo de ocho docentes y seis estudiantes de varias carreras de la UPEC.
    Marcelo Ibarra, coordinador de la carrera de Desarrollo Integral Agropecuario y director del proyecto, explica que el plan tiene varios componentes: determinar la proteína grasa que se obtiene con la alimentación del ganado solo con pasto, el contenido de grasa saturada y no saturada, etc.

    El objetivo, según el académico, es determinar la razas, tipo de alimentación y las zonas en donde se concentra la mejor calidad de leche. Este estudio finalizará a mediados del siguiente año.

    A la par, también se desarrolla el proyecto de Fortalecimiento de la Papa. En este se realiza el diagnóstico del cultivo del tubérculo en la provincia del Carchi.

    La exploración incluye componentes como: la calidad de la semilla, manejo fitosanitario e industrialización, explica Ángel Pozo, docente de la UPEC.

    La idea es reducir la utilización de agroquímicos que encarecen los costos de producción.

    Un proyecto de interés es la elaboración de colorantes naturales a partir del mortiño, cerote y motilón para el sector lácteo. Fotos: José Mafla / LÍDERES
    Un proyecto de interés es la elaboración de colorantes naturales a partir del mortiño, cerote y motilón para el sector lácteo. Fotos: José Mafla / LÍDERES
  • Su gestión es multidisciplinaria

    Giovanni Astudillo

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    La investigación en la Universidad del Azuay tiene un objetivo claro. La idea es que sus iniciativas no sean específicas y puntuales sino que sirvan a la comunidad y que se involucren los estudiantes y catedráticos de diferentes disciplinas.

    El Instituto de Estudios de Régimen Seccional del Ecuador, que está adscrito al Decanato General de Investigaciones, es el principal ejemplo de esa filosofía. Su especialidad es la geomática y el ordenamiento territorial. Allí, laboran expertos en informática, economía y otras profesiones.

    Omar Delgado lidera este instituto creado en 1985. Según él, en los últimos 10 años se especializaron en la geomática, que es la geografía vista desde la informática. Es decir, utilizar todos los medios tecnológicos posibles para el beneficio de la geografía.

    Tienen 13 proyectos, que se centran en el análisis ambiental, mediciones de ruido e infraestructura de datos espaciales para difundir los resultados. También, se especializan en el ordenamiento del territorio y se apoyan en redes de investigaciones para mejorar sus trabajos, dice Delgado.

    Pone como ejemplo la Red de Investigación en Gestión del Territorio y Tecnologías de la Información Geográfica que agrupa a nueve entidades como la Escuela Politécnica del Ejército y las universidades de Cuenca, Técnica Particular de Loja, Santiago de Compostela, de la Coruña, entre otras. Realizan comparaciones para evitar sesgos en los trabajos.

    Para Delgado, este instituto centra su labor en la investigación, levantamiento de información, análisis, publicación de documentos y datos en su servidor y plataforma. En la web www.uazuay.edu.ec se registran más de una veintena de proyectos, como el sistema de monitoreo y control vehicular del equipo pesado y caminero del Municipio de Cuenca, y un mapeo de los parques de la urbe.

    El objetivo es que toda la información se difunda y sea de acceso público, señala Delgado.
    Este centro también formuló el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de Cuenca en el 2011, que fue aprobado por el Concejo Cantonal. Allí, se aplicó la geomática con el uso de imágenes muy precisas. Su información sirve para conocer al detalle qué se puede hacer con el suelo, dependiendo de la zona.

    A este instituto acceden los estudiantes a través de un programa de pasantías, pero no solo se centra en los alumnos de la Universidad del Azuay sino también a los de otros centros de estudios. Son estudiantes, principalmente de las carreras de biología, ingenierías civil y sistemas, y turismo.

    La idea es tener personas de varias disciplinas que aporten al proyecto. Según el decano general de Investigaciones, Jacinto Guillén, este instituto es uno de los ejes de trabajo de la Universidad. Los programas aglutinan a las 28 carreras de la UDA. El año pasado participaron 90 alumnos y 60 docentes en los proyectos.

    La biología es otra área que está desarrollada y cuenta con una infraestructura adecuada y una agenda amplia de proyectos. Tiene laboratorios acreditados con la norma ISO 9001-2008 que sirven para proyectos de gestión ambiental. Además, existe el herbario que tiene información digitalizada y publicada en la web de esta Universidad.

    Una tercera área es arquitectura y diseño, que se centra en información relacionada con la organización urbana de Cuenca y el paisaje. “Buscamos que nuestro trabajo sirva a la sociedad en su conjunto”, indica Guillén.

    Otros ejes de investigación son las ciencias sociales, salud humana, patrimonio cultural, antropológico, innovación tecnológica con ramas como automotriz, que tiene un centro de investigación donde se harán las pruebas técnicas de los requerimientos para la importación de vehículos.

    En automotriz también se desarrolló un proyecto estudiantil de una moto eléctrica, que participó en la competencia Smart Motor Challenger, realizada a mediados del 2014 en Barcelona, España, y logró un reconocimiento. En este prototipo eléctrico, que se llama Kuntur (traducido al español significa Cóndor), participaron 19 estudiantes de Automotriz, Ingeniería Electrónica, Diseño, Administración de Empresas y Marketing. Estos dos últimos ámbitos se involucraron en el desarrollo de un plan de negocios, que se presentó en la competencia.

    Detalles

    Los proyectos. Unas 70 iniciativas se ejecutan en la Universidad del Azuay, con trabajo multidisciplinario de los estudiantes de las diferentes carreras.

    En las seis facultades. Allí también se impulsa que los estudiantes creen iniciativas, para que posteriormente generen fuentes de empleo.

    Educandos. Hay 6 372 alumnos matriculados. Tiene acuerdos con empresas y entidades para que ellos hagan prácticas.

    Los estudiantes, profesionales y catedráticos son parte de los programas de investigación de la Universidad del Azuay. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES.
    Los estudiantes, profesionales y catedráticos son parte de los programas de investigación de la Universidad del Azuay. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES.
  • Columbia y Harvard conocen de cerca sus investigaciones

    Ivanna Zauzich / Redacción Cuenca

    Dicen que el primogénito cambia la vida de una persona. En el caso de Arturo Carpio es cierto. En 1974 este médico fue padre por primera vez.

    Su hijo Felipe nació con una falla en una sustancia química del cerebro, lo que le ocasionó una discapacidad mental. Desde entonces, este azogueño decidió especializarse en Neurología.

    Durante 32 años ha investigado la epilepsia (un trastorno neurológico que ocasiona convulsiones) y ha publicado más de 100 artículos en revistas de EE.UU., Holanda, Perú, Chile, México… También ha desarrollado investigaciones sobre la Neurocisticercosis (enfermedad del sistema central ocasionada por una suerte de parásito) y las ha compartido en congresos y seminarios internacionales.

    Además de Felipe, Carpio tiene tres hijos (Ximena, Cristina y Arturo) y se siente realizado por la familia que tiene con su esposa Catalina Guerrero.

    “Es muy dedicado a su familia y con una brillante trayectoria profesional”, así lo describe el rector de la Universidad de Cuenca, Fabián Carrasco, quien lo conoció en 1997, cuando este neurólogo dictaba clases en esa institución.

    “Es el profesional que más investigaciones serias ha realizado en el país y sus aportes son valiosos en el campo de la Neurología”, asegura Carrasco.

    A más de la investigación, este apasionado de las motos se dedica a la cátedra universitaria (actualmente es director de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Cuenca) y a atender a sus pacientes en su consultorio al sur de la capital azuaya.

    Allí tiene un escritorio, una camilla, una repisa con 50 libros de Neurología… Esa ciencia es su pasión, indica su amigo de la infancia y colega, Hugo Calle.

    Carpio nació en Azogues, en 1949, y a los siete años se mudó a Cuenca con su familia. Ingresó a la Escuela San Francisco de Borja y estudió la secundaria en el Colegio Rafael Borja. De esa época, Calle destaca la habilidad para estudiar y ayudar a su familia en una granja avícola. “Era un niño inteligente, activo, buen estudiante y colaborador con los demás”.

    Ser el mayor de nueve hermanos le enseñó a ser responsable y preocuparse por los demás. Eso lo confirma su alumno de Neurología de la Universidad de Cuenca Teodoro Jerves, quien resalta la habilidad de su profesor para enseñar.

    Su técnica es plantear casos hipotéticos y dejar que los alumnos los resuelvan. Se preocupa porque los estudiantes aprendan de forma práctica, más que teórica. Asimismo, busca la forma que los alumnos participen en cursos y talleres.

    Solo por dar un ejemplo, dice Jerves, desde el 2010 Carpio coordina un curso entre las universidades de Harvard y de Cuenca sobre investigación clínica y promueve la participación de sus pupilos en esa cátedra.

    La interacción con universidades de otros países es clave para la investigación científica, dice este fanático del cuy con papas.

    En 1978, al graduarse de Medicina en la Universidad de Cuenca, se mudó -con su esposa e hijo mayor- a México DF para estudiar un posgrado en Neurología. Lo hizo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    De esa experiencia aprendió que la investigación debe recibir aportes de varios países para tener éxito. Por esa razón, el año pasado formó la Red Iberoamericana de Teniasis y Cisticercosis (parásito que se aloja en el cerebro por consumir alimentos contaminados).

    La coordinadora de este proyecto, la francesa Agnes Fleury, destaca la capacidad de convocatoria y organización de este seguidor de la música Jazz. Ella lo conoció en el 2008 y ha identificado que la motivación de Carpio es mejorar la salud y ayudar a la comunidad.

    Por eso, este profesional reunió en la red iberoamericana a 50 profesionales como neurólogos, genetistas, veterinarios e inmunólogos para que aporten en la investigación de la Neurocisticercosis.

    Para Fleury, lo que más caracteriza a Carpio es su sentido crítico que no lo deja conformarse con lo existente, sino que explora nuevas opciones. “Por esa búsqueda insaciable se ha posicionado como uno de los investigadores más respetados en América Latina”.

    Entre 1993 y 1995, Carpio estuvo en la Universidad de Columbia en Nueva York (EE.UU.) para realizar una investigación. Allí conoció a Allen Hauser, una autoridad en temas de Neurología a escala mundial. “Esa amistad no solo significó buenos momentos, sino un crecimiento profesional”, dice Carpio.

    Para Hauser, su colega ecuatoriano es un profesional y un ejemplo de persistencia. “En 19 años hemos desarrollado una buena amistad y admiración. Su trabajo es un referente en neurología”.

    Ramiro Holguín, director del Centro de Neurología Nuevo Sol, en Lima (Perú), recuerda que una de las publicaciones claves que ha leído es ‘El curso de la Neurocisticercosis modificada por tratamiento con agentes antihelmínticos’ (fármaco usado para erradicar los parásitos). Aunque esa publicación fue en 1995, sigue teniendo vigencia por la calidad de investigación de Carpio y Hauser.

    De hecho, ambos conforman un equipo. Después de ese primer trabajo han publicado más de 10 estudios juntos, que son referentes para la investigación neurológica, dice Holguín.

    La relación de Carpio con EE.UU. ha sido estrecha. Entre el 2003 y el 2005 obtuvo un financiamiento de USD 900 000 del Instituto Nacional de Salud de ese país para realizar un estudio sobre la Cisticercosis en Cuenca.

    Se evaluó a 200 pacientes, a quienes se le realizó una tomografía (cuesta unos USD 100 cada una) y una resonancia magnética (bordea los USD 300) para identificar estos casos y cómo pueden curarse.

    Este azogueño de nacimiento y cuencano de corazón, según él, recalca que las medicinas por sí solas no sirven para curar ese mal. Lo importante es que las personas se culturicen y apliquen hábitos de higiene en la cría de animales, cultivo de vegetales y preparación de alimentos.

    Puesto que la teniasis es un parásito que se evacúa en las heces humanas y si hay mala manipulación de alimentos regresan en forma de huevos y se alojan en el cerebro. Esto se llama cisticercosis y afecta, en especial, a las personas entre 20 y 45 años de cualquier condición social.

    No todo es trabajo para Carpio. Disfruta es compartir con Felipe. Cuando habla de él se le iluminan sus ojos y sonríe.

    Carpio también ocupó un cargo público. Entre el 2005 y el 2006, durante el mandato de Alfredo Palacio, fue secretario de la Senacyt (actual Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología).