Quito, EFE (I)
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Ecuador presentó la semana pasada (primera de febrero del 2018) la Agenda Nacional de Investigación sobre la Biodiversidad 2018, con el objetivo de fomentar el estudio científico en el ámbito de la biodiversidad, como aporte fundamental al bioconocimiento y la conservación.
Durante la presentación, el ministro de Ambiente, Tarsicio Granizo, explicó que el hecho de que Ecuador sea uno de los países más megadiversos del mundo le ha llevado a considerar los recursos naturales como elementos estratégicos para el desarrollo de la bioeconomía a escala nacional.
“Según datos obtenidos, conocemos menos del 5 % de toda la biodiversidad que tiene Ecuador, no conocemos los organismos microscópicos, invertebrados, fibras que pueden ser muy útiles para la medicina”, manifestó.
En este sentido, apuntó que Ecuador debe aprovechar de manera sustentable esos recursos para avanzar hacia una economía de investigación y conocimiento, que es el sueño de muchos científicos y que hoy se ha convertido en realidad y en una política pública.
Por su parte Augusto Barrera, titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), destacó que el objetivo central, además de delinear las políticas de investigación en biodiversidad, es preservar, defender e insertar a este recurso en el cambio de la estructura productiva del país.
“Si queremos ir a un país pospetrolero, si queremos abandonar el extractivismo y construir el futuro sobre la base del conocimiento, esta agenda es un instrumento valioso, porque se convierte en política pública”, dijo.
La agenda se presenta como el primer esfuerzo interinstitucional para implementar “los grandes principios constitucionales y dar respuesta a los grandes desafíos del cambio de modelo de desarrollo en temas de biodiversidad”, indicó el Ministerio de Ambiente en un comunicado.
El instrumento presenta tres metas: gestión de la información e investigación básica sobre la diversidad biológica; estudio de la diversidad funcional y respuesta de la biodiversidad frente a impulsores de cambio, además de la bioprospección con fines de conservación e impulso de la bioindustria en el Ecuador.
Diego Inclán, director ejecutivo del Instituto Nacional de Biodiversidad, comentó que el proyecto nació hace más de un año y que se trabajó en conjunto con la academia. “No teníamos una hoja de ruta que nos lleve a un fin común”, señaló. La agenda se convirtió en un elemento que se podía presentar al Estado para determinar prioridades en la investigación que ayuden al desarrollo del país.
La agenda promoverá, sobre todo, la investigación desde las universidades e institutos científicos y prevé contar con fondos interinstitucionales. Además, se buscará que los investigadores independientes se unan a las comunidades científicas para participar en el proyecto.
Una parte de la agenda incluye el estudio de factores que ejercen presión sobre la biodiversidad, como el cambio climático.
El ministerio de Turismo explicó que en todo el territorio de Ecuador se concentran un 10% de todas las especies de plantas que hay en el mundo. Por ejemplo, posee más de 17 058 especies de plantas vasculares o plantas con flor.
Algunos datos
Interés. Ecuador busca conocer los factores que impactan en la biodiversidad como el cambio climático, la pérdida de hábitats, la deforestación, etc.
Bioprospección. Una de las metas que se busca cumplir como parte de la agenda es la bioprospección con fines de conservación e impulso a la bioindustria. Darle un papel en la economía a la riqueza biológica del país busca contribuir al cambio de matriz productiva. Se espera que en el futuro, la contribución de la biodiversidad al Producto Interno Bruto del país sea de un 20%.
