Etiqueta: jengibre

  • De la hierba mate pasó a la guayusa y al jengibre

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Una experiencia en Hawai le permitió a Andrés Sánchez emprender su propio negocio: un restaurante. Vendía sánduches, pero ahora es conocido por La Famosa, una bebida carbonatada elaborada a base de limón, guayusa, jengibre y panela.

    El proyecto tomó forma hace siete años, tras una estadía del mismo tiempo en la isla que es parte de EE.UU.

    Sánchez llegó a Hawaii tras ganar una beca deportiva, pero al mismo tiempo trabajó como mesero en diferentes restaurantes. Allí estudió Negocios y conoció a Codi Brown ,la socia con la que arrancó Bigoté, donde también se venden sánduches, café, limonadas, postres y más.

    El negocio evolucionó a lo largo del tiempo. Al inicio el propósito era vender té de hierba mate.
    Con la idea en mente dejaron la isla, llegaron a Ecuador y abrieron Bigoté, en Cumbayá. Importaron la hierba mate y elaboraron un menú sencillo, preparado la noche anterior por ellos. Sánchez recuerda que al inicio fue difícil porque casi no dormían. “Cerrábamos el local, llegábamos a casa y empezábamos a cocinar para el día siguiente”.

    El negocio arrancó con cuatro personas, ahora son 11 las que atienden cada día a decenas de jóvenes, la mayoría alumnos de la Universidad San Francisco de Quito, en Cumbayá. Fueron ellos, precisamente, los que bautizaron a su producto estrella con el nombre de La Famosa. Con ese nombre, este emprendimiento participó en un concurso de ConQuito, Agencia de Promoción Económica, con el objetivo de ingresar a las perchas de supermercados.

    Así surgió la bebida elaborada a base de guayusa, planta que sustituyó al mate en la receta original, en donde tampoco había gas. La bebida se hizo popular entre los estudiantes y ahora se venden cada mes 1 000 limonadas tradicionales -sin gas- al mes y 1 000 con gas. El costo de cada botella es de USD 1,75.

    La idea de llevar la limonada tradicional a una versión carbonatada surgió en el 2015, tras participar en El Carpazo, un encuentro musical que se realiza en Quito.

    Tras ese encuentro, Sánchez se asoció con Juan Manuel Santos, propietario de Java Cervecería. Desarrollar la fórmula para carbonatar la bebida les tomó varios días: dos de esos se trasnocharon.

    Transportaron la bebida en barriles y al final del día vendieron más de 3 000 botellas. “Fue un éxito total”, recuerda Sánchez.

    Después de varias sugerencias de sus clientes La Famosa finalmente salió a la venta en julio pasado. La bebida se embotella en una planta ubicada en Puembo.

    Mientras este emprendedor espera el visto bueno para comercializar su producto a nivel nacional, los estudiantes continúan deleitando el paladar con la bebida refrescante y algo picante.

    Uno de ellos es Charlie. “La consumo desde hace dos años. Me gusta la limonada tradicional, pero la que tiene gas definidamente es mucho mejor”, contó. La clientela también espera que La Famosa se venda en grandes cantidades para que el precio se reduzca. “No será mucho, pero ese es el objetivo”, afirmó Sánchez.

    La guayusa que se utiliza para la producción de los refrescos de La Famosa se cosecha y se procesa en la comunidad Río Blanco, en el Tena. Tres familias oriundas de la zona son las encargadas del proceso. De acuerdo con el dueño de Bigoté cada mes se procesan 50 kilos de guayusa.

    El producto es orgánico, al igual que los que utiliza en la preparación de sánduches, postres y bebidas de esta iniciativa.

    Andrés Sánchez enseña las bebidas que ofrece en el sector de Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Andrés Sánchez enseña las bebidas que ofrece en el sector de Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • De la hierba mate pasó a la guayusa y al jengibre

    Redacción Quito

    Una experiencia en Hawai le permitió a Andrés Sánchez emprender su propio negocio: un restaurante. Vendía sánduches, pero ahora es conocido por La Famosa, una bebida carbonatada elaborada a base de limón, guayusa, jengibre y panela.

    El proyecto tomó forma hace siete años, tras una estadía del mismo tiempo en la isla que es parte de EE.UU.

    Sánchez llegó a Hawaii tras ganar una beca deportiva, pero al mismo tiempo trabajó como mesero en diferentes restaurantes. Allí estudió Negocios y conoció a Codi Brown ,la socia con la que arrancó Bigoté, donde también se venden sánduches, café, limonadas, postres y más.
    El negocio evolucionó a lo largo del tiempo. Al inicio el propósito era vender té de hierba mate.
    Con la idea en mente dejaron la isla, llegaron a Ecuador y abrieron Bigoté, en Cumbayá.

    Importaron la hierba mate y elaboraron un menú sencillo, preparado la noche anterior por ellos. Sánchez recuerda que al inicio fue difícil porque casi no dormían. “Cerrábamos el local, llegábamos a casa y empezábamos a cocinar para el día siguiente”.

    El negocio arrancó con cuatro personas, ahora son 11 las que atienden cada día a decenas de jóvenes, la mayoría alumnos de la Universidad San Francisco de Quito, en Cumbayá. Fueron ellos, precisamente, los que bautizaron a su producto estrella con el nombre de La Famosa. Con ese nombre, este emprendimiento participó en un concurso de ConQuito, Agencia de Promoción Económica, con el objetivo de ingresar a las perchas de supermercados.

    Así surgió la bebida elaborada a base de guayusa, planta que sustituyó al mate en la receta original, en donde tampoco había gas. La bebida se hizo popular entre los estudiantes y ahora se venden cada mes 1 000 limonadas tradicionales -sin gas- al mes y 1 000 con gas. El costo de cada botella es de USD 1,75.

    La idea de llevar la limonada tradicional a una versión carbonatada surgió en el 2015, tras participar en El Carpazo, un encuentro musical que se realiza en Quito.

    Tras ese encuentro, Sánchez se asoció con Juan Manuel Santos, propietario de Java Cervecería. Desarrollar la fórmula para carbonatar la bebida les tomó varios días: dos de esos se trasnocharon.

    Transportaron la bebida en barriles y al final del día vendieron más de 3 000 botellas. “Fue un éxito total”, recuerda Sánchez.

    Después de varias sugerencias de sus clientes La Famosa finalmente salió a la venta en julio pasado. La bebida se embotella en una planta ubicada en Puembo.

    Mientras este emprendedor espera el visto bueno para comercializar su producto a nivel nacional, los estudiantes continúan deleitando el paladar con la bebida refrescante y algo picante.

    Uno de ellos es Charlie. “La consumo desde hace dos años. Me gusta la limonada tradicional, pero la que tiene gas definidamente es mucho mejor”, contó. La clientela también espera que La Famosa se venda en grandes cantidades para que el precio se reduzca. “No será mucho, pero ese es el objetivo”, afirmó Sánchez.

    La guayusa que se utiliza para la producción de los refrescos de La Famosa se cosecha y se procesa en la comunidad Río Blanco, en el Tena. Tres familias oriundas de la zona son las encargadas del proceso. De acuerdo con el dueño de Bigoté cada mes se procesan 50 kilos de guayusa.

    El producto es orgánico, al igual que los que utiliza en la preparación de sánduches, postres y bebidas de esta iniciativa.

    Andrés Sánchez enseña las bebidas que ofrece en el sector de Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Andrés Sánchez enseña las bebidas que ofrece en el sector de Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La gaseosa de jengibre es su propuesta

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Su sabor burbujeante y sus propiedades nutritivas hacen diferente a esta bebida gaseosa, que se denomina Quion. La empresa nació de la mano de Paúl Guzmán, un emprendedor que levantó su negocio a mediados de año.

    La idea fue elaborar una bebida gaseosa natural de jengibre, que no solo refresque sino que ayude a mejorar la salud de sus compradores porque esta planta es conocida por aliviar el malestar de la garganta y los resfriados.

    Otro de los beneficios de tomar Quion es que ayuda a la circulación de la sangre y el malestar estomacal porque está elaborado a base de jengibre, que es rico en aceites esenciales, vitaminas, antioxidantes. En definitiva, un producto completo para los clientes.

    Guzmán relata que fue un proceso largo para conseguir que esta bebida esté lista para su consumo. Él decidió apostarle a esta bebida luego de que se dio del ‘boom’ del consumo de bebidas no azucaradas. “Queríamos que tenga un doble beneficio para la salud y que sea delicioso para las personas”.

    Antes de dar el paso y emprender su negocio, Guzmán trabajó en varias empresas de bebidas de frutas. En estas ganó experiencia y fueron escuela para pensar en un producto propio. Hoy en día, considera que logró levantar la pequeña empresa con un producto innovador y que tiene buenas proyecciones de convertirse en una marca nacional y sobre todo desarrollada dentro del país.

    La inversión inicial sumó USD 7 500, que fueron destinados para la compra de insumos para elaborar la burbujeante bebida.

    Los costos no son excesivos tomando en cuenta que se trata de una bebida saludable. Una botella de 300 mililitros se comercializa en el mercado en USD 1,85.

    El volumen de producción de Quion es de 2 600 botellas mensuales con ventas por USD 2 200 aproximadamente en sus primeros dos meses. “Esperamos que el próximo año aumenten”.
    La marca ya está presente en diferentes locales comerciales de la ciudad, en el sur, centro y norte.

    Catalina Lizarzaburu es propietaria de la tienda especializada Kucayu, ubicada en la calle 9 de Octubre, entre Carrión y Roca, en el centro-norte de Quito.

    Ella apostó por este producto hace un mes. Le encantó, porque desde el primer día tuvo una acogida espectacular entre los clientes que visitan su negocio. Kucayu pide 24 botellas semanales. “Me gusta el producto porque ayudamos a los emprendedores y respetamos la economía solidaria. Es importante apoyar a los productores locales y pagarles un precio justo”, dice Lizarzaburu.

    Ella cree que es importante saber de dónde viene el producto antes de comprarlo para poder valorarlo.

    Otro tendero que adquirió Quion es Juan Castillo, quien tiene un negocio en el sector de Orquídeas, en el sur de la capital. El hombre hizo un pedido inicial de seis botellas. Todas se vendieron.

    “Fue espectacular porque la demanda creció, es un producto 100% natural”. Ahora solicita cuatro cajas del producto a la semana y al mes, y se vende todo.

    Castillo también destaca el sabor de la bebida. En su caso, prefiere los productos ecuatorianos, porque ayuda a los emprendedores, que le apuestan a levantar sus negocios. “Rechacé a las grandes marcas de productos alimenticios y privilegio a los productos nacionales de calidad”, señala el comerciante.

    Guzmán está contento, pero sabe que los retos son permanentes. Este emprendedor espera que en el 2017 se cumplan nuevas metas como la producción de más bebidas de diferentes sabores, a sí como ampliar la cartera de clientes.

  • El aroma del jengibre lo reparte a domicilio

    Redacción Guayaquil

    Cuando tenía 7 años, Nathalie Salame, por iniciativa propia, tomó huevos, harina y leche, y los mezcló en la licuadora. Luego los llevó al sartén y sin saber lo que hacía, preparó‘pancakes’. Así lo recuerda su madre, Celeste Viera.

    Desde entonces, esta estudiante de Periodismo de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), no ha dejado de realizar creaciones en la cocina. “Al inicio era un hobby; regalaba lo que cocinaba. Ya en el colegio me hacían pedidos y empecé a vender”, dice Salame.

    Su talento para la cocina es algo de familia, asegura. “He aprendido de mis abuelas. Una de ellas ha plasmado sus recetas en archivos que ahora conservo como un tesoro”, cuenta la joven de 23 años.

    Hoy, sus cocteles, bocaditos, piqueos, sánduches , tartaletas y demás, se comercializan bajo el nombre de Jengibre Delicatessen. Para esto, en octubre del 2011, creó una página de la marca en Facebook y así inició la promoción comercial. También, con ayuda de un amigo publicista, creó un logo para identificar la marca.

    “Elegí el nombre porque el jengibre es mi ingrediente preferido; es el sabor y aroma especial que tienen mis productos”, afirma. El emprendimiento factura aproximadamente USD 700 al mes.

    Las ventas se entregan a domicilio. Pero una vez al mes organiza ‘ferias’ en la ciudadela Puerto Azul, ubicada en la vía a la Costa. Además, recepta pedidos para eventos sociales.

    Los clientes de este emprendimiento van desde empresas, hasta estudiantes y profesionales. Coinciden en que las creaciones culinarias de esta guayaquileña, tienen un ‘sabor especial’.

    Natalia Patiño, cliente desde hace dos años, dice que Salame adapta los productos de acuerdo al gusto del cliente. “No son recetas fijas como en un restaurante”.

    Otro cliente es Parque de la Paz. La firma compró bocaditos para un evento corporativo realizado en febrero pasado. Ricardo Muñoz, director comercial, destaca la puntualidad en la entrega.

    A pesar de definirse como “enamorada de la cocina”, Salame no deja de lado su amor por el periodismo. “Quiero fusionar mis pasiones y dedicarme profesionalmente al periodismo gastronómico”.

    Más detalles

    La cobertura. Hace entregas en todo Guayaquil. También en vía a la Costa y en la vía a Samborondón.
    La promoción. Se promociona a través de redes sociales y ‘Boca a boca’.