Etiqueta: JOVEN

  • El joven emprendedor

    MEMO DE LA SEMANA

    Los jóvenes emprendedores son más en el país. Así lo señala un estudio elaborado por una escuela de Negocios ecuatoriana con datos del Global Entrepreneurship Monitor.

    El dato concreto indica que en el 2008 la actividad emprendedora de los jóvenes fue de 17,6%, mientras que en la actualidad ronda el 30%. Es un crecimiento de 12 puntos porcentuales en una década.

    En este grupo se encuentran mujeres y hombres con edades comprendidas entre 18 y 34 años, con estudios universitarios un buen porcentaje, pero sobre todo con unas ganas enormes de emprender, invertir en ideas innovadoras, generar empleo y dejar un legado a las siguientes generaciones.

    Estos jóvenes merecen más apoyo de parte de las autoridades, pero también respuesta de la sociedad, entendida como el mercado al que apuntan estos soñadores.

    Está en camino la Ley de Emprendimiento e Innovación, un marco jurídico que apunta a dar un impulso mayor al ecosistema emprendedor ecuatoriano. Ese documento será un pilar clave para que el emprendimiento de calidad crezca en Ecuador.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • El empleo joven

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    El empleo joven requiere más atención en Ecuador y a escala regional. En el país, el 54% de las personas con edades comprendidas entre 18 y 30 años están en el llamado empleo no adecuado. Mientras que en América Latina y el Caribe se calcula que 20 millones de jóvenes están desempleados, según datos de la OIT.

    Ante esta situación se requiere un trabajo en equipo entre empresas, Estado y academia. En Ecuador ya existen iniciativas al respecto. El ejemplo más reciente se conoció a inicios de este mes, cuando se presentó un programa -dirigido a este segmento- liderado por empresas privadas que buscan generar 13 000 puestos de trabajo en los próximos dos años.

    De parte del Estado también se cuentan otros programas, algunos en coordinación con centros universitarios.

    El tema es clave. Los jóvenes quieren sentirse productivos, saber que son útiles y que pueden aportar a la sociedad y a la economía del país. Ellos requieren apoyo, pero también deben estar conscientes de que solo la preparación y la capacitación son las herramientas que les permitirá ser mejores.

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    Ilustración: LÍDERES
  • Ana María Eljuri: ‘El talento profesional no depende del género ni de la edad’

    Mayra Pacheco

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    Con el afán de ganar tiempo, Ana María Eljuri, gerente de la marca de Nosotras del Grupo Familia, combinó sus estudios con el trabajo. Esto le permitió obtener experiencia antes de convertirse en una profesional.

    Tiene nueve años de trayectoria en el Grupo Familia. Empezó en esta empresa como asistente de marketing, luego de graduarse como ingeniera comercial en la Universidad Católica, en el 2010.

    Desde entonces ha ocupado tres jefaturas. Y, actualmente, con 31 años es la gerente más joven del equipo de esta firma multinacional, en Ecuador.

    Eljuri considera que los retos que se ha planteado y su formación permanente le han permitido ascender. “Me gusta buscar más allá. No me gusta quedarme en la zona de confort”.

    Trabajo

    “Desde que empecé en esta empresa he estado en un proceso de crecimiento. Me he planteado retos para seguir aprendiendo. Estudié una maestría. Por eso, cuando tuve la oportunidad de aplicar para la gerencia de la marca Nosotras lo hice, porque había adquirido conocimientos en mis anteriores funciones.

    En mi trabajo siempre me ha gustado proponer nuevos proyectos que ayuden a la empresa. Además, cuando desconozco algo investigo o recurro donde mis colegas para que me enseñen.

    Por ejemplo, cuando no conocía de pauta en televisión, me sentaba con mi jefe anterior y le decía por favor explícame.

    Siempre me planteo el reto de aprender algo nuevo y cuando ya domino esta destreza o proceso busco qué otras cosas puedo conocer para aportar a mi formación profesional”.

    Familia

    “Como mujer trabajadora debes estar en diferentes estados durante el día. Cuando mantengo reuniones con las gerencias corporativas para evaluar los resultados de la empresa debo ponerme en el modo financiero. Pero al llegar a la casa, cambio a modo familiar, escucho a mi esposo y comparto tiempo con mis seres queridos. Considero que esto es saludable para la empresa y para mi entorno más cercano.

    Este manejo equilibrado me permite desenvolverme de manera adecuada en los diferentes ámbitos de la vida que ocurren en un solo día. No me obstino ni me enfoco únicamente en una actividad, porque puedo ofuscarme.

    La mente necesita tener un tiempo de paz y relax. Para lograr esta estabilidad practico deportes”.

    Futura mamá

    “He pasado por algunos cambios en mi vida. Cuando era pequeña vivía en Ambato, luego vine a Quito, hubo una época que vivimos fuera del país, en Chile, con mis padres. Estas experiencias me han enseñado a adaptarme y disfrutar de cada momento.

    Ahora que estoy esperando a mi primer bebé me estoy organizando en la empresa con mi equipo para que se cumplan los objetivos planteados durante mi ausencia, por el período de maternidad.

    He empezado con esta planificación desde el mes anterior.

    Considero que este rol de madre es uno más de los que cumplimos las mujeres. Me siento emocionada y he visto muchos ejemplos de profesionales que se han adaptado y han asumido todas sus responsabilidades acertadamente cuando se convierten en madres.

    Las mujeres tenemos esa capacidad para trabajar y cuidar de nuestra familia a la vez. Se lo puede hacer. Además, yo confío en mi equipo”.

    La juventud

    “En el ámbito profesional, la juventud es un reto. Es interesante mirar cómo, según la perspectiva de algunas personas, esta etapa de la vida puede ser buena o no. Si eres joven y llegas a crecer mucho debes saber comunicarte con todos. Es diferente hablar con una persona adulta y con una que es menor que tú. Pero el respeto y la confianza, que te ganas con el tiempo, te ayudan a tener una buena relación con el entorno.

    Es probable que de entrada se diga ¡Ay está muy joven!, pero si una persona tiene los objetivos claros, trabaja, escucha a sus compañeros y cumple sus planes, en conjunto, todo fluye.

    En mi equipo hay personas que son menores que yo. La menor tiene 22 años, pero también me relaciono con colegas que tienen 64 años. Para mí esa diversidad de edades es chévere, porque las diferentes ópticas te permiten ver las cosas desde un enfoque distinto. Se combina la experiencia y las ideas nuevas de los jóvenes. Así, hemos obtenido buenos resultados. La clave es adaptarse y aprender a convivir con el resto”.

    Datos:

    Trabajo: Está al frente de la marca de Nosotras desde enero del 2017. Es la más joven de las gerentes del equipo de Grupo Familia. Tiene 31 años.

    Estudios: Es máster en Marketing y Ventas. En la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) obtuvo su título en Ingeniera Comercial.

    Aficiones: Practica yoga y meditación. También le gusta preparar comida. Disfruta de la naturaleza. Con su esposo realizan caminatas en los parques.

    Su visión: 

    Considera que en las empresas se debe aprovechar la diversidad que produce al contar con la experiencia de los colaboradores adultos y las ideas innovadoras de los jóvenes.

    Ana María Eljuri, gerente de la marca de Nosotras del Grupo Familia. Foto:  Diego Pallero / LÍDERES
    Ana María Eljuri, gerente de la marca de Nosotras del Grupo Familia. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • El trabajador promedio de las ‘apps’, joven y sin título superior

    Diana Serrano

    redaccion@revistalideres.ec

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    Desempleados, con educación primaria o secundaria, con edades entre 18 a 30 años. Esas son las características principales del colaborador promedio de las aplicaciones móviles que operan en el Ecuador.

    Datos de empresas locales como Delivereo permiten delinear el perfil de las personas que trabajan en estos negocios. Multinacionales como Uber Eats, Glovo, entre otras fueron consultadas pero no remitieron información sobre el perfil de sus ‘asociados’.

    De todas formas, estas ‘start ups’ han encontrado en la tecnología una forma de enlazar a consumidores y negocios. El nexo entre ambos son personas dispuestas a brindar servicios de movilidad o entregas a domicilio, a cambio de un ingreso económico.

    Desde hace un año y medio, Pablo M. brinda el servicio de taxi, con la española Cabify.

    Este hombre de 36 años es bachiller y actualmente no tiene empleo, por lo cual destina alrededor de 10 horas diarias a la conducción. Él dispone de su tiempo y tiene ingresos de USD 400 al mes.

    Para otros trabajadores de aplicaciones, un servicio no es suficiente para obtener los ingresos esperados. Carlos es repartidor de Uber Eats durante los fines de semana. Al día destina 11 horas para repartir comida en Guayaquil.

    Este servidor público de 31 años también trabajó a través de la aplicación de reparto Glovo, pero se retiró porque no podía mantener horarios fijos “como la empresa me solicitaba”.

    Toni Riera, director regional de Glovo, afirma que el colaborador no busca que el trabajo por ‘apps’ sea su principal ocupación.

    Sin embargo, datos de firmas locales como Delivereo demuestran que el 40% de sus colaboradores está desempleado (ver gráfico). “La mayoría se conectan en varias plataformas para generar ingresos”, afirma la empresa.

    Además de buscar satisfacer sus necesidades económicas, Stéfano Dino-Guida, CEO de Delivereo, considera que algunos colaboradores optan por esta clase de labor, por la flexibilidad.

    El no contar con un medio de transporte no ha sido problema para quienes quieren colaboran con estos servicios.

    Estudiantes universitarios, que representan el 20% de quienes trabajan por medio de ‘apps’, usan carros de la familia o de conocidos para dar el servicio.

    Ernesto tiene 25 años y es estudiante de la carrera de Jurisprudencia. Hasta obtener su título, trabaja en su tiempo libre haciendo entregas a domicilio con Glovo. La moto con la que brinda el servicio es de un primo, quien lo inscribió en la empresa.

    A esta actividad, Ernesto destina entre tres a cuatro horas diarias, principalmente desde las 10:00. Con este ritmo de trabajo, el estudiante logra reunir USD 300 mensuales, pero la mitad de estos ingresos los entrega al propietario de la moto. “Con esa plata ya puedo ahorrar para mi tesis”.

    Cuando quedó desempleado Richard, que es gestor comercial, trabajó dos meses como conductor a través de la aplicación de Uber. Cuando se le presentaron otros negocios y con un préstamo, Richard tuvo la idea de comprar dos vehículos más para inscribirlos en la aplicación. Actualmente sus tres autos brindan el servicio con choferes contratados.

    “Las personas con las que trabajo buscaban empleo desde hace más de seis meses. Esta es una alternativa para generar dinero para ambas partes”, dice.

    Según la información de las firmas locales, uno de cada 10 colaboradores es mujer.

    La empresa nacional Tipti está incursionando en el modelo de economía colaborativa de forma paulatina. Dentro de seis meses espera contar con 300 colaboradores externos. Una de las prioridades para conformar este grupo de trabajo será la contratación de mujeres, señala el presidente de la firma Rafael Luque.

    “Dándole la oportunidad de ganar ingresos a las mujeres, ayudas a la economía del hogar y del país”, asegura Luque.

    Algoritmos y bonos cuentan en los pagos

    Un repartidor de Uber Eats recorre la avenida 6 de Diciembre, en el norte de Quito. Fotos: LÍDERES
    Un repartidor de Uber Eats recorre la avenida 6 de Diciembre, en el norte de Quito. Fotos: LÍDERES

    Llueve en Quito. Es la tarde del domingo 18 de noviembre y el reloj marca las 16:10. En el cruce de las avenidas Shyris y Gaspar de Villarroel, en el norte de la ciudad, se detiene un repartidor que trabaja para una aplicación móvil. Va en bicicleta y está empapado.

    Allí se demora un minuto para revisar su teléfono móvil y verificar la dirección a la que debe llegar para cumplir con la entrega. Toma aire y continúa pedaleando hasta su destino.

    48 horas después, el 20 de noviembre, una escena similar se observa en la avenida Mariana de Jesús, cerca de la avenida Occidental. El día está nublado y un joven carga una suerte de mochila, adecuada para llevar alimentos y otros productos. Son las 13:45 y este repartidor se baja de su bicicleta y camina, hasta llegar a una de las torres médicas del sector. Allí saluda con el guardia e ingresa para entregar un pedido.

    Estas escenas son cada vez más comunes en el país, con el incremento de aplicaciones móviles que permiten hacer entregas a domicilio en distintos puntos. Los repartidores se movilizan en bicicleta o motocicleta, esquivando la congestión, en cuestas, bajadas y en zonas planas.

    Un ‘delivery’ de Glovo camina por la avenida Mariana de Jesús, empujando su bicicleta. Foto: LÍDERES
    Un ‘delivery’ de Glovo camina por la avenida Mariana de Jesús, empujando su bicicleta. Foto: LÍDERES

    Carlos, servidor público de Guayaquil, se dedica al reparto de comida a través de la aplicación Uber Eats. Hace tres meses incursionó en esta labor, a la cual dedicaba al menos unas cuatro horas, porque era rentable, afirma.

    Al inicio Carlos tenía unos cinco pedidos diarios y, aunque tuviera menos, la empresa le pagaba ‘horas garantizadas’; es decir, un valor por el tiempo que se conectaba, independientemente del número de entregas, explica Carlos.

    Ahora el mecanismo cambió y recibe neto USD 1,75 por carrera, que es el valor mínimo en Uber Eats. Con este pago, Carlos logra reunir USD 40 al día y trabaja 11 horas diarias durante los fines de semana.

    En otras aplicaciones el valor mínimo que el repartidor recibe por pedido es de USD 1,35, en caso de que tenga bicicleta.

    Determinadas empresas usan un algoritmo que define la productividad y tiempo destinado al trabajo para definir el valor del pago. Los colaboradores de estos servicios ganan entre el 50% al 75% del valor total de las carreras o repartos que hacen.

    Las empresas reciben el resto del porcentaje por la gestión, el acceso a la tecnología y el contacto con los clientes.

    Cuando los pagos son en efectivo van directamente a los bolsillos de los colaboradores. Mientras que los ingresos a través de tarjeta de crédito los recibe la empresa, que debita el porcentaje que le corresponde y si hay un saldo, se lo entrega al repartidos o chofer.

    Empresas como Delivereo otorgan bonos a los repartidores por completar un numero de ordenes específicas en el día. “Por ejemplo, por 20 pedidos ganan USD 50 extras”, explica Stéfano Dino-Guida, CEO de la ‘start up’ ecuatoriana.

    Para ser un colaborador, entre los requisitos que exigen las empresas está contar con un RUC; para los motorizados es indispensable tener licencia de conducción y los papeles del vehículo al día, entre otros.

    Por su parte, las empresas otorgan un seguro de accidentes, que solo aplica para el momento en que el colaborador está conectado, ofreciendo el servicio.

    El Mercado

    Las ‘start ups’ de servicios de movilidad o entregas a domicilio en el país, principalmente las multinacionales, registran crecimiento en el número de pedidos del 40% por semana, aproximadamente.

    La compra de servicios ‘online’ pasó del 69% al 72% en el último año, según el informe Situación del Comercio Electrónico en Ecuador 2018, II medición, de la Universidad Espíritu Santo.

    El Gobierno  anunció en octubre que analiza una modalidad contractual para las personas que colaboran con aplicaciones móviles. El Ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, señaló que se debe visibilizar a este tipo de trabajadores para que tengan beneficios de ley, pero de acuerdo con “el tiempo de trabajo que realicen”.

    La precarización inquieta a Europa; en China hay un ‘boom’

    El surgimiento de esta nueva forma de trabajo, con base en la economía colaborativa, genera inquietud en países europeos como España, por la precarización laboral.

    El diario digital español, El Confidencial, publicó en agosto de este año un artículo sobre la subcontratación irregular, a través de las aplicaciones móviles.

    Los colaboradores inscritos “alquilan” sus cuentas a inmigrantes indocumentados a cambio de una comisión. A fin de mes, los “arrendatarios” pagan al repartidor oficial el 30% de lo que ganan , que es entre USD 3 a USD 5 por pedido.

    Los inmigrantes aceptan esta opción porque la otra es estar en la mendicidad, afirman.

    El 20% de los colaboradores de Glovo en España tiene a esta aplicación como su único medio para ganar dinero, señala Toni Riera, director regional de la firma.

    Por lo general, este segmento está conformado por inmigrantes. Según Riera, trabajan de manera exclusiva con la ‘app’, pero “por un periodo determinado”, hasta que encuentren un empleo estable.

    En cambio, el 80% de colaboradores usan Glovo como un medio extra pagar generar ingresos.

    El experto considera que este perfil se repite en otros países de Europa, donde tiene alcance la ‘app’ e, incluso, en algunos de América Latina como Argentina.

    China es otro mercado donde se vive un ‘boom’ de las ‘apps’ para entrega de comida. En el 2017 se hicieron entregas por USD 31 000 millones y este año está previsto que la cifra crezca un 20% según iiMedia Research. El año pasado fueron 343 millones de internautas chinos los que encargaron comida en estas plataformas.

    Según Stéfano Dino-Guida, CEO de Delivereo, las personas eligen esta forma de trabajo también para manejar su tiempo. “Pueden conectarse cuando desean y las horas que desean. Nadie les dice qué hacer y generan ingresos según el tiempo que ellos escogen trabajar”.

    A escala internacional, el promedio de edad de los colaboradores es de 18 a 35 años y son hombres. En el caso de Glovo, la mayoría son estudiantes, que trabajan en su tiempo libre.

    Uber Eats
    señala que la aplicación se presenta como una opción de empleo independiente y flexible para estudiantes, amas de casa, jubilados o desempleados.

    El 60% de los colaboradores, que usan la aplicación de Delivereo para generar ingresos extras, tiene entre 18 a 30 años. César Álvarez cumple las entregas en una motocicleta. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    El 60% de los colaboradores, que usan la aplicación de Delivereo para generar ingresos extras, tiene entre 18 a 30 años. César Álvarez cumple las entregas en una motocicleta. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Joven latina crea una app para prevenir las muertes de agricultores por calor

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    Una joven latina de California creó una aplicación para relojes inteligentes que busca reducir la mortalidad de los trabajadores agrícolas por insolación al proporcionarles alertas cuando las temperaturas en los campos son excesivas, informó hoy 16 de noviembre Latina Legacy Foundation.

    «Calor» es el nombre de esta aplicación creada por Faith Florez, una joven de 17 años natural de la ciudad californiana de Shafter y procedente de una familia de agricultores de la zona.

    Su iniciativa pretende prevenir los efectos del sofocante calor en los campos como el del Valle Central de California, una situación que a Florez le afecta de cerca: su bisabuela falleció a causa de las malas condiciones en los campos, «aún vigentes hoy en día», según la joven.

    En Estados Unidos, al menos cuatro trabajadores agrícolas mueren al año debido a afecciones provocadas por el calor, unos datos que evidencian la necesidad de concienciación de los peligros de trabajar con temperaturas superiores a los 95 grados Fahrenheit (35 grados centígrados).

    Esta es la temperatura límite -avalada legalmente- a partir de la cual las alertas de «Calor» se activan para que los trabajadores se retiren a la sombra para descansar y beber agua.

    Asimismo, la aplicación incluye vídeos, artículos y cuestionarios para formar a los trabajadores sobre su propia seguridad laboral, y también dispone de un sistema GPS para localizar al agricultor en caso de emergencia, informó Latina Legacy Foundation, que patrocina el proyecto.

    Como parte del programa piloto, en verano de 2018, granjeros y contratistas de California han acordado entregar relojes Apple a los trabajadores agrícolas al iniciar la cosecha.

    A pesar del coste de suministrar estos relojes inteligentes, Florez cree que los granjeros se beneficiarán de reducciones en las primas de los seguros gracias al menor riesgo a los que se verán expuestos sus empleados.

    Tras un año de reuniones con granjeros, contratistas, agricultores y reguladores estatales, Florez busca ahora la financiación necesaria a través de una campaña de «crowdsourcing» (sistema de microaportaciones porque el que múltiples y pequeños inversores financian un proyecto creativo a cambio de las más diversas retribuciones) en «Start Some Good».

    Su objetivo es convertir la actual aplicación web en una aplicación para Apple Watch.
    El proyecto confía en reunir 60.000 dólares mediante donaciones para que «trabajar y tener salud no sean antónimos».

    la aplicación incluye vídeos, artículos y cuestionarios para formar a los trabajadores sobre su propia seguridad laboral, y también dispone de un sistema GPS para localizar al agricultor en caso de emergencia
    la aplicación incluye vídeos, artículos y cuestionarios para formar a los trabajadores sobre su propia seguridad laboral, y también dispone de un sistema GPS para localizar al agricultor en caso de emergencia.
  • Esta joven abogada tiene alas para volar y ayudar

    Valeria Heredia

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Una mujer con los pies sobre la tierra, pero con una enorme pasión por volar. Así es Carolina Ortiz. Mujer, madre, esposa, abogada, socia y luchadora por la igualdad de género. A sus 29 años, la joven lidera el área de Aviación Civil de la firma de abogados Paz Horowitz.

    Esta responsabilidad empezó luego de una pasantía hace cinco años, cuando golpeó la puerta de esta firma para trabajar. Jorge Paz, socio y fundador, la acogió y le enseñó a manejar esta área, que en su mayoría es liderada por hombres.

    Actualmente, Ortiz está vinculada a la toma de decisiones en materia de aviación. Sus tareas son revisar contratos, convenios, analizar el ingreso de nuevas aerolíneas, entre otras.
    Uno de sus retos es romper con la línea que divide a la aviación y a la mujer. Ella es la muestra de que con constancia y dedicación se cosechan grandes frutos.

    Ortiz estudió dos carreras en la Universidad San Francisco de Quito: Derecho y Relaciones Internacionales. Su tiempo estaba copado todo el día; acudía a clases a las 07:00 y terminaba a las 21:00. Además, se daba espacio para trabajar en la firma de abogados y capacitarse. Esta rutina intensa duró siete años.

    Este esfuerzo triple valió la pena porque los conocimientos impartidos en las aulas le sirvieron para su trabajo. Al principio se quedaba hasta altas horas de la noche en la firma para entender el manejo aéreo. “Quería demostrarme a mí misma que podía lograr algo”.

    ¿Cómo lo hizo? La organización fue su pilar para estudiar dos carreras y trabajar. Ortiz cuenta que siempre mantuvo un ritmo intenso (practicaba deportes como karate y básquet). No dejó de lado su vida personal y “sobrevivió”, dice entre risas esta joven madre.

    David Miño es su amigo y confidente desde que tenía 14 años. Ambos estudiaron en el colegio y su relación de amistad fue creciendo hasta que se convirtieron en socios. Juntos levantaron una cafetería especializada en café.

    Miño define a Ortiz como una mujer confiable, que nunca ha parado de trabajar o de estudiar para lograr lo que desea. “Hemos estado en las buenas y malas”.

    El tiempo en la vida de abogada de aviación es vital, por lo que no lo malgasta. Ella cuenta, por ejemplo, que no mira televisión. “No desperdicio mi tiempo”. Para mantenerse informada prefiere las redes sociales: Twitter es una de las que más utiliza.

    Ortiz es quiteña pero vivió sus primeros años en Guayaquil, por el trabajo de su padre, quien es militar. En ese entonces, su madre pasaba en la casa junto a sus hijos. Esta unión creó lazos fuertes entre ambas. “Mi madre y yo somos mejores amigas. Siempre fuimos muy cercanas”. La misma relación tiene con su hermanos Ángeles y Juan Pablo.

    Uno de los aspectos que marcó su vida fue la maternidad, pese que no lo planificó. Ahora su hija Luciana tiene 3 años y le brinda un tiempo de calidad. “Nunca me pierdo nada de su escuela”.

    Su esposo es uno de sus pilares. Él la ayuda con frecuencia con las responsabilidades del hogar.

    Cuando fue madre no descuidó su trabajo. “En esa fase hay muchas mujeres que no logran regresar a sus trabajos”. Nunca pasó eso por su cabeza. Al contrario, siguió pendiente de su equipo de trabajo.

    Según su jefe y mentor, Jorge Paz, esta mujer tiene una habilidad para organizar grupos y ganarse el respeto de sus allegados. “Es querida, respetada y los clientes le consideran como la salvadora de los problemas”.

    Mila Grandes es su compañera de trabajo. Ella es parte de una agencia de marketing, con la que ambas fusionan sus grupos de trabajo desde el 2013. Al hablar de ­Ortiz la describe como una persona que cumple sus metas.

    Grandes destaca la solidaridad como parte esencial de esta quiteña. El pasado 16 de abril, día del terremoto que azotó a Manabí y Esmeraldas, Ortiz emprendió una jornada retadora: lideró el embarque y desembarque de la ayuda humanitaria de las aerolíneas. Obtuvo los permisos para que los aviones agilizaran el envío de los productos.

    Coordinó a los 300 voluntarios, que ella consiguió, para que ayudaran a empacar, cargar y enviar la ayuda a la zona del terremoto. Ella encabezó toda la acción con fuerza y destreza.

    Entre los expertos en aviación, Ortiz también es reconocida. Nicolás Larenas, analista del sector, la conoció a inicios de este año en un encuentro de temas de aviación. La lee con frecuencia en Twitter, en donde habla sobre el liderazgo de las mujeres en la aviación. “Me parece que es una mujer con muchas ganas de quitar esa idea de que la aviación es solo de hombres. Está muy comprometida con este tema y eso es bueno”.

    Hoja de vida

    Nació en Quito, el 22 de febrero de 1987. Estudió Leyes y Derecho Internacional.

    Tiene una maestría avanzada en Derecho Aéreo y Derecho Espacial y un diplomado en Derecho Aéreo Internacional.

    Es Embajadora Honoraria de la Ciudad de Quito, reconocimiento otorgado por Quito Turismo; Arbitro del Concurso Nacional de Arbitraje…

    Una firma que empodera a la mujer

    Redacción Quito

    Paz Horowitz es considerada como una firma líder en servicios legales en Ecuador. Fue fundada en 1991 por Jorge Paz Durini y Bruce Horowitz Rossen. Desde hace cinco años, Carolina Ortiz colabora en este estudio jurídico, en el aérea de aviación civil, y se relaciona con los clientes de las aerolíneas.

    La firma se convirtió en la tercera empresa ecuatoriana en suscribir los principios para el empoderamiento de las mujeres, que promueve ONU Mujeres. Lo que implica que la firma legal realice una serie de esfuerzos para potenciar el papel de la mujer.

    La suscripción ofrece siete caminos para promover la igualdad. Es decir, se busca promover la igualdad de género; tratar a hombres y mujeres en igualdad; velar por la salud y educación de todos; potenciar las prácticas de desarrollo empresarial; y otros.

    El pasado 26 de enero de este año, Paz Horowitz organizó la Primer Encuentro de Mujeres Líderes en la Aviación junto al International Aviation Womens Association IAWA.

    El encuentro contó con la participación de cerca de 80 mujeres líderes en la aviación. En ese espacio, se abordaron temas como el rol protagónico de la mujer en la industria aeronáutica nacional como internacional.

    Carolina Ortiz presentó la ponencia denominada la ‘Perspectiva Global de la Industria Aeronáutica y el Caso de Ecuador’. Además se dictaron las conferencias ‘Rol de la Mujer en la Aviación a nivel mundial’ y ‘Mujeres, derechos y empoderamiento económico: retos y desafíos para Ecuador y América Latina’.

    Carolina Ortiz. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Carolina Ortiz. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Una joven de origen venezolano gana un concurso para emprendedores en Google

    Agencia EFE

    Tatiana Birgisson, una joven de Carolina del Norte (EE.UU.) y origen venezolano, ganó el concurso de emprendedores celebrado en la sede de Google en Mountain View (California), en el que participaron una docena de empresas de distintas partes del país.

    Birgisson, de 25 años y madre venezolana, es la creadora de Mati Energy Drinks, una idea que empezó a incubar cuando era estudiante en la Universidad de Duke (Carolina del Norte), donde solía consumir bebidas energéticas y, sobre todo, mucho té.

    La joven economista, que se graduó en el 2012, decidió perfeccionar la receta de su té, al que comenzó a añadirle hojas de guayusa, una planta amazónica con alto contenido en cafeína.

    Birgisson recordó, durante su presentación en Google, que los 11 500 dólares que ganó en un concurso para jóvenes emprendedores en su universidad le permitieron comprar latas para envasar su bebida energética, que se comercializa con el nombre de Mati.

    «Mis amigos me llaman Tati y quería que el nombre de la bebida estuviese inspirado en mí, pero que no fuese algo tan obvio», explicó a Efe Birgisson tras ganar la competición en Google, que espera ayude a impulsar las ventas mensuales de Mati, que el próximo mes alcanzarán las 25 000 latas mensuales.

    La joven emprendedora celebra que Mati se haya convertido en una de las principales bebidas energéticas de Estados Unidos y en competencia directa con marcas tan conocidas como Red Bull.

    En su opinión, el que Mati tenga solo 45 calorías por lata e incluya ingredientes naturales como las hojas de guayusa y jugo concentrado de manzana, cerezas y lima explica su popularidad.

    El fundador de AOL, Steve Case, uno de los jueces del concurso en Google, explicó a Efe que el ejemplo de Mati muestra el potencial de innovación en el sector alimenticio.

    «Es un sector que mueve 5 billones de dólares a nivel global, donde hay demanda para opciones más saludables y en el que existe un gran potencial de innovación tanto en el área de producción, como en la de distribución y consumo», afirmó Case.

    El creador de AOL destacó, por lo demás, que el evento de hoy en Google refleja la gran oleada de innovación en todo Estados Unidos y no sólo en Silicon Valley (California).

    El evento contó con la participación de emprendedores de Dakota del Norte, Colorado, Pensilvania, Tennessee, Michigan, Illinois, Texas, Iowa y Minesota, a los que se sumaron dos emprendedores canadienses.

    Entre los participantes estuvo Level Eleven, una empresa de Detroit que ha desarrollado una plataforma para medir y mejorar el desempeño de los equipos de venta y que recibió la mayoría de los votos del público.

    Presente también hoy en Google estuvo Pear Deck, una compañía que busca impulsar un sistema educativo más participativo, así como Loop and Tie, un servicio para ayudar a las empresas a personalizar y mejorar los regalos corporativos, o 75 Fahrenheit, un servicio para mejorar la eficiencia de los sistemas de aire acondicionado en las oficinas.

    «La segunda edición de nuestra conferencia para emprendedores pone de manifiesto que hay innovación en todas partes», dijo a Efe Mary Grove, directora de la división de Google para Emprendedores, que respalda a emprendedores en 100 países.

    «Nuestro objetivo es apoyar a comunidades de emprendedores en todo el mundo creando espacios físicos en los que puedan reunirse y mediante alianzas con actores clave», explicó Grove.

    «El espíritu emprendedor es parte del ADN de Google, que nació en un garaje hace 17 años y, por eso, queremos ayudar a emprendedores en todo el mundo», añadió. 

    Google
    Foto: Archivo EFE
  • Dos programas para el joven emprendedor

    Redacción Quito

    La Corporación Ecuatoriana de Formación Profesional Compartida, Ceforcom, en conjunto con la Ciudad Tecnológica del Valle de Nalón en España, desarrollan el proyecto Empresa Joven Ecuatoriana, EJE.

    La iniciativa tiene como objetivo el desarrollo de propuestas innovadoras para incentivar el emprendimiento y la creación de empresas de jóvenes. La idea es que las empresas realicen transacciones comerciales y que los estudiantes se comuniquen entre sí, que exista cooperación binacional y cultural.

    En este sistema pedagógico participan los estudiantes de segundo y tercero de bachillerato de unidades educativas ecuatorianas y españolas. Ceforcom se encarga de capacitar a los docentes y a los alumnos involucrados.

    Paralelamente al programa EJE se maneja el proyecto Jóvenes Emprendedores Sociales (JES), que impulsa a que los jóvenes creen instituciones con responsabilidad social.

    En este participan los jóvenes de primer año de bachillerato. Consiste en la creación de asociaciones sin fines de lucro cuyo propósito es recaudar fondos a través de actividades que permitan el crecimiento de su comunidad.

    A cada asociación ecuatoriana se le asigna una asociación socia en España con la que mantienen contacto vía Skype o correo electrónico. Este vínculo permite que las asociaciones consigan fondos mediante la colaboración entre ambos países para obras que beneficien a su comunidad. Los valores son entregados a los coordinadores en Ecuador y España a través de Ceforcom y después son entregados a cada colegio.

    Anualmente se crean entre ocho y 10 asociaciones ecuatorianas en provincias como Carchi, Napo, Pichincha y Chimborazo. Durante el año lectivo 2011-2012, por ejemplo, participó el Colegio León Ruales en Mira, provincia del Carchi, el cual desarrolló baterías sanitarias para las chicas de bachillerato.

    En el período 2012-2013 el proyecto cuenta con ocho colegios para participar en los proyectos JES pertenecientes a la provincia del Napo y Chimborazo, los cuales serán asignados a comunidades de España como Asturias y Bakaia.