En los momentos actuales, en los que la sostenibilidad del sistema de seguridad social del país está seriamente amenazada debido, principalmente, al predominio de los intereses políticos sobre la gestión técnica, resulta importante reflexionar sobre algunas sugerencias prácticas -con enfoque proactivo- para que el bienestar -al que todos aspiramos llegar- sea el que predomine al momento de la jubilación laboral.
Con esto se busca evitar la dependencia única de lo que, en el caso nacional, haga el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Pues, hay que pensar y actuar “más allá de esa posibilidad” que, para los afiliados, es un derecho que debe ser cumplido.
Cuando se habla de abrir otras posibilidades se refiere a la serie de acciones estratégicas que, desde tempranas edades laborales, se deberían ir impulsando si se aspira a llegar a un escenario de jubilación digno y cómodo.
Las posibilidades deben centrarse en términos de disminuir al máximo la dependencia de lo que pueda hacer la seguridad social nacional y/o los hijos u otros familiares. En determinado momento, a estos se los podría considerar ese salvavidas que ayude a salir de aprietos financieros, debido a circunstancias tan diversas como enfermedades, deudas acumuladas en la vida laboral, disminución del ingreso que se venía percibiendo cuando se era trabajador activo; también, lo que podría suceder si el IESS empieza a tener dificultades de liquidez en sus finanzas institucionales.
Entre algunas de las acciones estratégicas, que se podrían impulsar de manera “complementaria” a la jubilación del IESS, están: fondos de ahorro programado con fines de jubilación, que ofrecen aseguradoras privadas; fondos de ahorro que la persona, por su propia cuenta, los crea y administra. Esto, con el objetivo específico de servir de complemento a los ingresos que reciba de la seguridad social nacional. Además, inversiones en bienes físicos o activos financieros de largo plazo (adquisición de bienes raíces y/o la compra de acciones de empresas en el mercado de valores), que sean capaces de generar ingresos pasivos tipo arriendos y/o rentas financieras variables. También está la opción de emprender -al unísono cuando se es empleado dependiente activo en algún negocio, que si funciona -con una esperanza de vida alta- la persona y su familia sean capaces de tenerlo como fuente de ingresos, para actuales y futuras generaciones.
Además, en esta última alternativa, la “autoestima positiva” de la persona jubilada se mantiene elevada, ya que se siente útil productivamente y dueña de lo que creó en años anteriores.
Todo se debe a esa visión de futuro, sustentada en la toma de conciencia de que la jubilación de los ciudadanos debe ser planificada desde tempranas edades laborales. Caso contrario, las dificultades de todo tipo (financieras, de salud y/o familiares) se acumularán y se convertirán, más bien, en causas principales de la preocupación y angustia que se podría imponer en una etapa en donde los seres humanos esperan “tranquilidad y paz interna”.
Estos dos elementos son fundamentales durante la etapa de retiro de los seres humanos, ya que se convierten en dinamizadores de una actitud positiva por la vida a la cual le dieron todo: su inteligencia, pasión y acción laboral en pro de generar “las comodidades” de las cuales luego tienden, también, a gozar las nuevas generaciones. Pensar en el retiro desde la juventud es fundamental.
20 mil pensionistas, aproximadamente, hay en el país, según la CCQ
Lo más pronto posible se debe pensar en alternativas como fondos de ahorro privados, inversiones, etc. Foto: Freepik.es
Más de seis millones de peruanos pueden solicitar, desde el lunes pasado, el retiro de hasta USD 3 700 de sus fondos de pensiones para paliar la crisis causada por el confinamiento, desde hace dos meses, para combatir covid-19.
El procedimiento, que economistas advierten que tendrá “efectos perniciosos a largo plazo”, es posible por una ley del 30 de abril que autoriza a los afiliados al sistema privado de pensiones a que, de forma “voluntaria y extraordinaria, puedan retirar hasta el 25% del total de sus fondos acumulados”, hasta un máximo de USD 3 700 por persona.
“Se busca resolver transitoriamente un problema de liquidez y caída de los ingresos” , dijo el economista Jorge González Izquierdo, exministro de Trabajo.
“En el corto plazo (…) impulsará el consumo del sector privado y servirá de un pequeño estímulo a la economía” , agregó.
La inscripción, a través de Internet, comenzó el pasado lunes y se extenderá hasta el 18 de julio.
Los pagos empezarán a fines de mayo en dos desembolsos, con un mes de diferencia, por los bancos.
Las autoridades estiman que el monto global a ser retirado bordearía los USD 8 000 millones. En Perú operan cuatro administradoras de fondos de pensiones: Integra, Hábitat, Prima y Profuturo.
La medida era una demanda popular que el Congreso aprobó y convirtió en ley en medio de críticas del gobierno de Martín Vizcarra, temeroso del impacto de la idea en el largo plazo.
El sistema privado de pensiones peruano, copiado del modelochileno, ha recibido masivas críticas estos últimos meses por parte de sus clientes, que alegan ser perjudicados por cada crisisfinanciera, sin que ello afecte las utilidades de las compañías.
Perú es el segundo país de la región con más casos de covid-19, después de Brasil. Más de 90 000 personas se han contagiado, de las que han fallecido más de 2 000.
Los críticas a la medida son, principalmente, que favorece a una minoría de los trabajadores que quedaron sin ingresos y que tendrá un efecto nocivo en las futuras jubilaciones.
“El retiro está destinado a una minoría de trabajadores formales dependientes, que son alrededor del 30% de la población económicamente activa (PEA) del país. No hay que olvidar que el 70% de trabajadores son independientes”, destacó González Izquierdo.
“En un balance general, está medida tiene efectos perniciosos a largo plazo, porque reducirá la pensión de los trabajadores cuando se jubilen y convertirá sus ahorros en consumo, afectando la tasa de ahorro nacional”, explicó.
Ciudadanos peruanos se acercaron a las oficinas de los fondos de pensiones para conocer información sobre el cobro de sus dineros. Foto: AFP
La preocupación por el futuro de los sistemas de pensiones es global. La ONU pronostica que casi una quinta parte de la población mundial tendrá la edad de jubilación para 2070, frente al 9% de este año. Es un crecimiento abrumador que trae grandes retos.
Hace dos semanas acaba de publicarse un estudio sobre los mejores y los peores sistemas de pensiones a escala mundial. Más allá de los países mejor y peor ubicados, el reporte deja ver claramente que los sistemas de jubilación de todo el mundo enfrentan una presión cada vez mayor sobre los recursos públicos, para apoyar la salud y el bienestar de jubilados y ciudadanos por jubilarse. La clave, según el estudio, está en garantizar que los jubilados del futuro no terminen afectados.
En Ecuador, el tema de las pensiones para los jubilados merece toda la atención de las autoridades, sobre todo por las alertas que ya están encendidas hace algún tiempo y que señalan que el fondo de pensiones está desfinanciado. El déficit sigue creciendo y si no se corrige a tiempo, el IESS corre el grave riesgo de quedarse sin recursos.
Cuando decida jubilarse, atravesará cambios en su rutina diaria a los que tendrá que acostumbrarse. Por ejemplo, pasará más tiempo en casa y dejará de recibir el sueldo de su empleador. Pero estos cambios no tienen por qué impactar su calidad de vida y estabilidad financiera.
En el país, los afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) tienen derecho a una pensión mensual de jubilación por vejez siempre que cumplan ciertos requisitos.
Natalia Garzón, directora de la Fundación Bien Estar de Mutualista Pichincha, explica que un error común es llegar a la vejez y depender solo de la pensión del IESS, lo que obliga al adulto mayor a vivir con recursos inferiores a los que estuvo acostumbrado durante su etapa laboral.
Los vaivenes políticos y los altibajos de la economía podrían poner en riesgo las pensiones de los futuros jubilados, dice.
Por ello es clave que antes de llegar a la vejez empiece a ahorrar. No espere a que falten cinco o siete años para su jubilación. Lo ideal es comenzar a ahorrar desde los 30 o 40 años.
Una buena idea es contratar un seguro de compensación privado de jubilación adicional a la pensión del IESS, dice Karen Córdova, especialista en educación financiera. Se trata de un mecanismo similar al del IESS, en el que la persona aporta recursos mensuales que la aseguradora invierte para que gane intereses.
La aseguradora devuelve luego esos recursos al cliente cuando se jubila, a manera de pensión. En algunos casos, el cliente debe pagar una prima inicial además del aporte mensual.
Córdova acota que para estos servicios las aseguradoras suelen exigir que el cliente no sea de una edad avanzada, por lo que hasta los 40 años podría optar sin problema a esta alternativa.
Otra opción es el ahorro a plazo fijo en entidades bancarias o cooperativas. La norma de prudencia financiera señala que lo más aconsejable es ahorrar cada mes el 20% de todos los ingresos. De ese 20%, puede destinar un 5% o 10% para la jubilación a una cuenta.
Invertir en bienes inmuebles es otra forma de asegurar un dinero adicional para esa etapa de la vida. En el país es común que los adultos mayores perciban ingresos por alquiler de bienes inmuebles.
Garzón añade que los adultos mayores se vuelven blanco fácil de estafadores que los buscan para que inviertan en negocios fraudulentos. Si el jubilado quiere invertir en un negocio, lo ideal es que lo haga en algún emprendimiento que ya esté funcionando y que sea de una persona cercana.
Para Garzón, también es relevante que la persona que está por llegar a esta etapa de la vida contrate un seguro médico privado para evitar gastos excesivos por problemas de salud que no suelen ser cubiertos por los centros médicos públicos.
Las personas que no han tomado precauciones con seguros médicos, terminan destinando la mayor parte de sus ingresos a medicinas y atenciones hospitalarias, cuando lo adecuado es que estos gastos no superen el 30% del presupuesto, para que puedan destinar el resto a gastos fijos que le permitan asegurar comodidad y calidad de vida, dice Córdova.
Una vez jubilado, procure utilizar principalmente canales electrónicos, que proporcionan más seguridad. Los sacapintas conocen que el 20 de cada mes los jubilados reciben sus pensiones y suelen buscar atracarlos.
Tome en cuenta
Requisitos. Pueden acceder a pensión de jubilación por vejez las personas de 60 años y 30 años de aportaciones; 65 años y 15 de aportaciones o 70 años y 10 de aportaciones. Si la persona tiene 40 años de aportaciones, no hay límite de edad para jubilación.
Cálculo. La base de cálculo de la pensión será igual al promedio de los cinco años de mejores sueldos sobre los cuales se aportó. Revise la fórmula en el portal web del IESS.
Los afiliados al IESS que cumplen con requisitos de cese, edad y tiempo de aportes tienen derecho a recibir pensión mensual vitalicia de jubilación por vejez. Foto: Ingimage
Raquel Roca es Directora del Máster Gestión del Talento en la Era Digital de La Salle Centro Universitario, en Madrid, explica lo que es la longevidad laboral y los efectos para profesionales y empresas. Asegura que los modelos de trabajo flexibles son el camino a seguir.
Esta profesional española tiene estudios de periodismo, design thinking, talento digital y marketing digital.
Fue consultora en temas como Futuro del Trabajo en Mind The Gap Team (España) y colaboradora del programa Pymetech, de la agencia EFE. Además es docente en The Valley Digital Business School y en la Universidad Europea.
Es autora de libros como ‘Knowmads. Los trabajadores del futuro’ y ‘Silver Surfers’, que se enfocan en temas de talento humano, economía digital, tendencias laborales, etc.
Usted asegura que las personas deben replantearse su vida laboral porque el ser humano tiene una mayor expectativa de vida. ¿Qué efectos se pueden esperar en el trabajo, con lo que usted llama longevidad laboral? Longevidad laboral significa tener una vida de trabajo más larga. Actualmente el ser humano ha conseguido incrementar su esperanza de vida en cinco horas cada día, lo que significa que el 50% de los niños de hoy alcanzarán los 100 años de vida. Este alargamiento de la vida influirá directamente en la longevidad de nuestros trabajos. Ya no nos podemos permitir sistemas de jubilación basados en edades de 60 o 65 años, cuando nuestras vidas llegan hoy a los 90 o 100 años. Es muy difícil mantenerse económicamente, para la gente y los países, cuando una persona va a estar 20 o 30 años jubilada sin aportar. Los sistemas de jubilación actuales se pensaron cuando el promedio de vida era menor y se vivía unos cinco años más luego de jubilarse.
Entonces, ¿vidas más largas implican más trabajo? Cuando hablamos de una nueva longevidad laboral significa que la mayoría de nosotros, los que tenemos entre 40 y 50 años, trabajaremos hasta entrados los 70 o más años. No hablamos de trabajar ocho horas al día como actualmente hacemos, porque no es viable físicamente y porque las condiciones van a seguir cambiando en los siguientes años. Estamos hablando de trabajar menos horas, de trabajos flexibles, temas que ya están ocurriendo. Van a entrar en juego lainteligencia artificial y la automatización, que aliviarán la carga laboral y tendremos ecosistemas muy flexibles con trabajo digital, remoto, combinando con la jubilación. Son fórmulas más flexibles.
¿Ya no tiene sentido jubilarse a los 65 años? No. Los sistemas de jubilación tienen más de un siglo y se basaban en una composición demográfica en la que los jóvenes iban sustituyendo a la gente de mayor edad. Ahora estamos en una pirámide demográfica invertida y se calcula que para el 2050 los mayores de 65 años serán más del doble que los niños menores de 5 años, es algo inédito en la historia y eso cambia todo, desde la construcción de la sociedad hasta la manera de entender el trabajo en el siglo XXI. También se incluye la jubilación y cuánto tiempo va a vivir un jubilado. Si vamos a tener una sociedad mayoritaria de ‘silvers’ (NDLR: por el color gris o plateado del cabello) va a haber una masa laboral significativa y se la va a necesitar activa. Entonces las jubilaciones actuales se están quedando obsoletas.
En varios países, incluido Ecuador, se debate la posibilidad de elevar la edad de jubilación. ¿Qué consecuencias tendría una medida así? En España se analiza elevar la edad de jubilación a 67 años a partir del 2027. Es una medida necesaria, pero insuficiente; porque hay que tener en cuenta que aunque nos alarguen un par de años el tiempo de trabajo eso no va a aliviar el hecho de que cobremos pensiones con montos menores, los estilos de vida sigan subiendo y viviremos más años. Entonces, mantenerse con una pensión por 20 años es muy difícil; además, la capacidad de ahorro y la planificación financiera son casi nulas. Por eso, que se alargue la edad para jubilarse no soluciona mucho y al mismo tiempo protestamos al pensar en que tendremos que trabajar más tiempo. Entonces hay que pensar por qué estamos tan mal con nuestro entorno de trabajo, cuáles son las fórmulas de las relacioneslaborales que nos hacen desear dejar de trabajar, qué medidas de conciliación deben ponerse en marcha para mejorar el bienestar de las personas, de los trabajadores.
¿Hay que valorar más el trabajo? El trabajo bien entendido, cuando nos conecta con un propósito, nos realiza y nos da beneficios. Hay cosas que se activan como las relaciones sociales, la comunidad, la actividad física y mental, la salud. Cuando nos dejan a un lado del sistema de trabajo hay situaciones muy duras de las que se habla poco como depresión, aislamiento, conflictos familiares, pobreza en personas mayores. Uno empieza a morir cuando no tiene un sentido en la vida. Por eso el trabajo no es sufrir, es aportar un valor a los demás y lograr la realización personal.
¿Qué retos tiene el trabajador ‘silver’? Para que el ‘silver’ pueda mantenerse en la ola de trabajo, tiene que ser un profesional ágil, desarrollar capacidades relacionadas con la capacidad para cambiar, aprender continuamente, solucionar problemas complejos, ser creativo, innovador, tener habilidades digitales. Los profesionales séniors están obligados a desarrollar nuevas competencias.
¿Y qué tienen que hacer las empresas? Tienen una gran responsabilidad en gestionar la edad. Por un lado está manejar la armonía y el hecho de compartir conocimiento entre personas de distintas generaciones, y por otra parte está gestionar a la persona. Hay compañías que dejan por fuera al talento ‘silver’, porque no se lo contrata o se lo prejubila. En este punto hacen falta políticas adecuadas para facilitar la transición al retiro de personas mayores. Se puede hacer ‘mentoring’ inverso, ‘interim management’, etc.
¿Qué segmento de la población tiene más ventajas en esta coyuntura de la longevidad laboral? Diría que los ‘silver’. Si son capaces de adaptarse y adquirir nuevas competencias y hacen una transición adecuada, si buscan oportunidades, con conocimientos adecuados serán los más beneficiados por una cuestión demográfica. Los ‘silver’ van a ser muy numerosos y van a ser necesarios.
¿Qué oportunidades se generarían con todo este tema de la longevidad laboral y los profesionales ‘silver’?
La población mundial de más de 65 años alcanzará los 1 000 millones de personas en el 2030 y serán 1 600 millones en el 2050. Por eso, entidades como Credit Suisse cuantifican que el 60% de quienes tienen ingreso anuales superiores a USD 200 000 en Estados Unidos son los mayores a 50 años. Por allí se vislumbran oportunidades de negocios en lo que se puede llamar ‘silver economy’ y quien mejor que los propios ‘silver’ para manejar eso. Quien tenga la capacidad de emprender e innovar va a encontrar un nicho de mercado muy interesante y poderoso en los próximos años. Allí está lo que se conoce como ‘silver spending’ o gasto plateado.
¿Qué pasará con los actuales modelos de trabajo? Estamos yendo hacia políticas mucho más flexibles, dinámicas e inclusivas. Se está formando una relación que ya no es estática. Estamos viendo también si un país puede ofrece una jornada laboral completa o, como ocurre en Alemania o Suiza, la parte de empleo parcial es elegida y la gente es más feliz con los sistemas flexibles. Allí se da una dicotomía sobre cómo nos acercamos a los empleos flexibles: ¿lo hacemos porque lo deseamos y funcionan mejor? o lo hacemos ¿porque nos sentimos obligados y porque no hay otra oferta? Cada vez hay más modelos de trabajo, relaciones por objetivos o proyectos y no tanto por horas. También hay compañías que ofrecen trabajar cuatro días a la semana con el mismo sueldo, en aras de una mejor productividad.
¿La flexibilidad se impone? Hay que ver a la flexibilidad desde la conciliación personal y de mejorar los índices de felicidad de la gente. Cuanto más flexible es la jornada más capacidad de estar activos. Además, hay que promover nuevos aprendizajes, nuevos diseños de oficias, maximizar los beneficios de la relación de generaciones y planificar el retiro.
Esta profesional española tiene estudios de periodismo, design thinking, talento digital y marketing digital. Foto: Cortesía
América Latina avanza lentamente en materia de legislación para regular las nuevas formas de trabajo. Este es el balance que hicieron representantes de empleadores y trabajadores de la región que asistieron a las XIX reunión regional de la Organización Internacional del Trabajo(OIT).
El trabajo independiente y a través de plataformas virtuales comienza a ganar terreno a escala mundial. Por ahora, la OIT no cuenta con estadísticas sobre el número de personas que se encuentran en esta condición.
Sin embargo, la gente que desarrolla estas actividades enfrenta condiciones diversas como más horas de trabajo con menos paga, ingresos no estables, falta de acceso a la jubilación y seguridadsocial, condiciones poco seguras, etc. La falta de leyes abona a ello.
En Colombia, por ejemplo, el debate laboral sigue atado a temas que poco tienen que ver con las nuevas realidades, como la libertad sindical. La ley laboral de ese país se remonta a la década de 1940; con el paso de los años se han hecho reformas por partes, similar lo que ha sucedido en Ecuador .
Según Luis Alberto Pedraza, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Colombia, ahora no hay normas para proteger a las personas que, por ejemplo, se encargan de trabajos bajo pedido. “Se vive condiciones de informalidad. Están en lo que se denomina ‘paga diario’. Comienzan sus actividades a las 08:00, dan el servicio y cuando acaban, que puede ser luego de todo un día, cobran poco. No tienen prestaciones sociales”.
De los 22 millones de trabajadores que hay en Colombia, indica Pedraza, el 65% está en condiciones de informalidad o incapacidad de acceder a derechos o protección social por motivos como la falta de legislación.
Ante estas realidades, los sindicatos colombianos están trabajando en un proyecto de reforma laboral que establezca normas y derechos acordes a la época, que incluya a trabajadores independientes y aquellos que laboran bajo nuevas formas contractuales.
Los empleadores colombianos también esperan nuevas reglas. Alberto Echavarría, representante de los empleadores de América Latina ante la OIT y vicepresidente de asuntos jurídicos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, cree que en medio de las transformaciones es necesario que, al menos, las personas tengan acceso a beneficios sociales como la salud y para eso son clave los gobiernos.
Esta colaboración se ha dado en países como Ecuador y Paraguay en los que se ha logrado la regulación del teletrabajo o del empleo a tiempo parcial. Esta última permite al trabajador desarrollar actividades en un mismo o varios sitios por tiempo menor a la jornada completa.
Cristina Rulo, representante de la Federación de Industria y Comercio de Paraguay, asegura que estas normativas ayudan a reducir la informalidad y, aunque la paga es menor, generan más oportunidades a la gente para obtener ingresos. “Trabajos que se desarrollan entre 16 y 32 horas a la semana. Dan beneficios laborales y sociales. Esto ayuda a quienes quieren ganar más trabajando en dos o más sitios, o a los jóvenes quienes tienen poco tiempo para laborar porque deben estudiar”.
Para los sindicatos, sin embargo, esto es un retroceso en derechos. Con los avances en políticas sociales y las nuevas tecnologías se esperaba que la gente tuviera que trabajar menos tiempo, pero cada vez se labora más horas, en más sitios y con peores condiciones.
En Brasil una ley laboral que entró en vigencia en octubre del año pasado, explicaron los sindicalistas, permite a las personas trabajar hasta 60 horas a la semana y creó contratos intermitentes (la empresa solo llama al empleado cuando lo necesita, por el tiempo que requiera, sin poder hacer contratos con nadie más y sin acceso a la seguridad social). No reguló las nuevas formas de trabajo.
“Se han precarizado las relaciones laborales”, dijo Antonio Lisboa, secretario de relaciones internacionales de la CUT de Brasil.
En donde sí ha habido avances es en Uruguay. Allí se conformó un sindicato de choferes de aplicaciones, que en otros países laboran sin prestaciones ni derechos, a través del cual se protegen. “Acceden lo que cualquier empleado independiente, formalización frente al instituto de previsión social. Debemos ver cómo se apoya a nuevas actividades que surgen con la modernidad y la tecnología”, dice Fernado Gambera, secretario de relaciones internacionales de la Central Sindical de Uruguay.
Con las nuevas tecnologías han aparecido nuevas formas de contratación. Solo Uruguay tiene una legislación acorde a los nuevos tiempos. Foto: Ingimage
Un plan a futuro es parte fundamental del proyecto de vida. Y los jóvenes que trabajan en empresas, tanto públicas como privadas, deben tomar previsiones con respecto a este tema.
Gina Magnolia Riaño, secretaria general de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (Oiss), en una entrevista con la agencia de noticias EFE señala que en Iberoamérica debe fomentarse una cultura de la previsión en el tema de jubilación. Y para esto, los jóvenes deben tomar conciencia de que llegarán a envejecer, y para eso es necesario tener un ahorro que le permita independencia económica.
En este sentido ¿cuál es el papel de las empresas para incentivar una cultura de previsión con respecto a la jubilación?
Primero se debiera trabajar en mecanismos o estructuras que fomenten un plan de ahorro a futuro, explica Diego Román, presidente de la Asociación de Gestión de Talento Humana del Ecuador (Aghe). Con estas estrategias, no solo se fomenta una cultura de previsión, sino que también se incentiva a los colaboradores, y sobre todo a los jóvenes, a un mayor sentido de pertenencia en su espacio laboral.
Este aspecto es importante, dice Román porque las estructuras generacionales cambiaron: “antes se trabajaba con una relación más profunda hacia las empresas, pero ahora los jóvenes rotan mucho de trabajo”. Esto refleja que el tema de jubilación es bastante débil y poco sustentable en el tiempo, aún en el aspecto corporativo.
Otra estrategia para concienciar este tema pueden ser las capacitaciones y procesos de sensibilización para proyectar los planes a futuro una vez que llegue el momento de jubilarse. Eddy Troya, director de la empresa especializada en talento humano Human Plus, detalla que las capacitaciones sobre este tema, ayudan a que los colaboradores más jóvenes comprendan que la jubilación no es solo recibir una pensión mensual, sino que incluye toda una nueva etapa en la vida en la que se pueden ejecutar emprendimientos o manejar recursos como fondos de ahorro para cualquier tipo de emergencia.
Hablar sobre la importancia de la jubilación en las empresas, es vital. Y más aún cuando se tiene el objetivo de formar un modelo de pensamiento previsivo y planificador, sostiene Troya; enfocado a la inteligencia financiera, sobre todo. Con esto se demuestra también la responsabilidad corporativa de las empresas hacia sus empleados.
El reto de las corporaciones es fomentar en los empleados más jóvenes, la importancia de tomar previsiones a futuro, una vez que se jubilen. Por eso, Paúl Obando, gerente de la consultora Talento Humano, menciona que fomentar programas de ahorros voluntarios forma una cultura más preventiva. Más aún en empleados jóvenes, que nacieron en la generación ‘millenial’ caracterizada por ser nativos digitales, que tienen comportamientos multitasking, son críticos y exigentes; y sobre todo requieren todo de manera rápida y personalizada.
Esta diferenciación, podría llevar a una estabilidad laboral señala en analista. Por lo que es importante trabajar con estos grupos para indicarles que tomar las previsiones del caso en el tema de la jubilación, va de la mano con una permanencia a largo plazo de estas generaciones en empresas.
La vocera de Oiss también apunta que los jóvenes tengan “confianza en que si contribuyen” tendrán una pensión cuando se jubilen.
Las compañías deben trabajar en campañas de concienciación para abordar el retiro profesional. Esto permite que los colaboradores tomen previsiones. Foto: Ingimage
El Gobierno griego presentó a los acreedores internacionales su proyecto de reforma del sistema de jubilaciones, que incluye nuevos y duros recortes de un 15% en promedio, informó hoy 5 de enero del 2016 la prensa financiera griega.
Las reformas son una condición previa para recibir más ayudas por parte de los acreedores. Los sindicatos sin embargo ya preparan huelgas de gran alcance para protestar contra la medida a finales de enero, según supo DPA de fuentes de la central sindical de trabajadores privados, GSEE.
El nuevo sistema afectará con especial dureza a los agricultores, que hasta ahora destinaban solo un 7% de sus ingresos a su seguro de jubilación. La cuota de recortes se elevará hasta 2019 de forma paulatina hasta el 20%.
Otra medida que se contempla es la unificación de todas las cajas de pensiones en una sola matriz.
El primer ministro, Alexis Tsipras, volvió a calificar en los últimos días la reforma de las jubilaciones como absolutamente necesaria y aseguró que si no se hace, en cinco años el Gobierno no podría pagar más jubilaciones, dijo a la televisión griega ERT.
Fuentes gubernamentales aclararon hoy que estos recortes solo afectarán a los nuevos jubilados y que los actuales no sufrirán ninguna reducción hasta 2018. En dos años se volverá a realizar un balance.
La portavoz gubernamental, Olga Gerovasili, intentó tranquilizar los ánimos: en 2018 la economía volverá a crecer y entonces podrán volver a subirse las jubilaciones, dijo en una declaración.
Toda la oposición rechaza sin embargo la reforma, que, en caso de ser aprobada por los acreedores, se someterá a la votación del Parlamento a comienzos de febrero, según círculos del gobierno. La coalición de izquierda y derecha de Tsipras cuenta con el apoyo de una ayustada mayoría de 153 de los 300 diputados del Parlamento.
Los recortes a las pensiones de los jubilados griegos irán incrementándose paulatinamente. Foto: Imagen referencial Archivo/ LÍDERES
La panameña Copa Airlines retiró de circulación este 27 de febrero del 2015 el avión 737-700 NG que, aseguraron sus ejecutivos, contribuyó a modernizar la empresa y ampliar su ruta comercial, que este 2015 llegará a 73 destinos en 30 países de Norte, Centro y Suramérica y el Caribe.
«Este avión HP 1369, nuestra primer aeronave 737-700 NG, significó una modernización en la empresa y nos dio la oportunidad de crecer a destinos mucho más alejados de Panamá«, dijo este viernes el vicepresidente sénior de operaciones de la aerolínea, Daniel Gunn. Gunn y otros ejecutivos de Copa participaron en el acto con el que se retiró la nave de circulación, celebrado en el aeropuerto internacional de Tocumen, el principal de Panamá y que sirve a la capital.
«Cuando llegó este avión a Panamá teníamos (en Copa) 13 aviones solamente. Este, y los que llegaron después, ayudaron a fortalecer el crecimiento de Copa (…) hemos crecido en una forma muy importante a través de los años, radicando el ‘hub‘ más importante» en Tocumen, «ya tenemos casi 100 aviones, y estamos transportando más pasajeros que nunca, conectando las Américas», dijo Gunn.
La aeronave que ha sido retirada «ha realizado más de 20 000 vuelos en su vida en Copa, transportando más de dos millones de pasajeros«, precisó el vicepresidente sénior. Antes de la llegada de ese modelo de avión, el vuelo más largo que realizaba Copa era a Lima, a cuatro horas de la capital panameña.
Con el modelo de avión HP 1369, capaz de transportar a 124 personas, la aerolínea pudo ofrecer vuelos sin escalas de más de seis horas y amplió la oferta a destinos como Buenos Aires, Santiago de Chile y Los Ángeles (EE.UU.).
Antes de la llegada de ese modelo de aeronave «operábamos otra flota, 737 clásicos se llaman, y al llegar» el 737-700 NG «tuvimos que hacer muchos cambios, una tecnología diferente, (..) tuvimos que entrenar personal, lo cual llevó entre 6 meses y un año (..) para poder mantener estas aeronaves«, añadió el director de compras técnicas de la compañía, Rafael Samudio. «Este avión es uno de los factores del éxito de Copa, nos permitió ampliar nuestra red, aumentar la capacidad de rutas y tener hoy en día uno de los ‘hub’ más grandes de las Américas», aseveró Samudio.
En el 2014 Copa Airlines ofreció 15,9 millones de asientos, un 10 % más que el año anterior y transportó a más de 11,6 millones de pasajeros. En 2015, cuando operará los nuevos destinos internacionales de Puebla y Villahermosa, en México, y Nueva Orleans, en Estados Unidos, Copa espera ofrecer un 7 % más de asientos y subir hasta los 12,8 millones de pasajeros.
Copa Airlines y Copa Airlines Colombia, subsidiarias de Copa Holdings, ofrecen servicio a 30 países en Norte, Centro y Sur América y el Caribe. Copa Airlines fue, por segundo año consecutivo, la aerolínea de Latinoamérica con la mejor puntualidad del 2014, con un promedio anual del 90,29 %, de acuerdo con la consultora internacional FlightStats.
Copa Airlines retiró de circulación el avión 737-700 NG. Foto: Alejandro Bolívar/ EFE.
Laspensiones de jubilación futuras serán en general más bajas que las actuales y los niveles salariales medios lo sufrirán más, según un análisis de la OCDE en un informe en el que destaca la importancia de los planes privados.
«Los derechos futuros serán en general más bajos y no todos los países han incorporado una protección especial para las rentas bajas», señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe Panorama de las pensiones 2013.
La OCDE se fija además en uno de los aspectos más destacados de las reformas aplicadas recientemente para combatir las consecuencias de la crisis económica sobre los sistemas públicos de pensiones: el retraso de la edad de jubilación, con el umbral cada vez más generalizado de los 67 años. «Sin embargo, aumentar la edad de jubilación únicamente no será suficiente para garantizar que las personas permanezcan realmente en el mercado laboral», advierte la OCDE.
Alerta, que serán las personas con niveles salariales medios las que tendrán un mayor riesgo de no disponer de una jubilación suficiente en el futuro.
La OCDE recuerda que en la mayor parte de los países hay pensiones mínimas para quienes ganan menos y los que ganan más pueden complementar sus pensiones con otros recursos.
Pero son los niveles salariales medios los que corren más riesgo de no contar en el futuro con recursos suficientes para afrontar la última etapa de su vida.
La OCDE considera «importante» que se fomente los sistemas privados con vistas a la jubilación, a través de planes personales y ocupacionales de pensiones.
En su informe constata que los sistemas públicos de pensiones sufren un evidente «recorte» y que la tendencia hacia una prolongación de la vida laboral y una dependencia mayor de las pensiones privadas «puede aumentar ladesigualdad entre los jubilados«. Y advierte de que aunque la vivienda en propiedad y una situación financiera holgada pueden servir de complemento en algunos casos a las pensiones de jubilación, «por sí mismas no parecen ser fuentes de ingresos de los que se pueda esperar que sustituyan a la renta de jubilación».
Los expertos de la OCDE han examinado cómo se afrontan las consecuencias de la crisis en los diferentes sistemas de pensiones y detecta que la principal preocupación de los que están basados en las contribuciones de los trabajadores en activo es garantizar su sostenibilidad financiera. «Países con sistemas públicos más pequeños, como los de los países angloparlantes, están más preocupados por garantizar que haya pensiones de jubilación adecuadas mediante la expansión de la cobertura de los sistemas privados y el aumento de los tipos de contribución».
Aunque la OCDE cree que hay que fortalecer los sistemas privados, reconoce la presión a la que han estado sometidos debido al «clima de desconfianza en el sector financiero» y por un entorno prolongado de bajos tipos de interés.
Un diagnóstico global Dos ejemplos. La OCDE destaca los casos de Dinamarca y Holanda, países en los que, a pesar de la crisis, se ha mantenido una «gestión prudente y efectiva» de los sistemas privados, que han proporcionado rendimientos positivos en términos reales en los últimos cinco años.
La oferta. La OCDE dice que «es difícil justificar que se obligue a los trabajadores a poner dinero en sistemas de pensiones de jubilación en los que solo se beneficia el proveedor». Para el 2050, en la mayoría de los países de la OCDE , los hombres y las mujeres tendrán » por lo menos 67 años en el momento de su jubilación».