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  • El ecuatoriano Iván Ontaneda preside la junta cacaotera internacional

    Evelyn Tapia (I) Redactora

    El lojano Iván Ontaneda fue electo este lunes 23 de marzo, Presidente de la Junta Consultiva de la Organización Mundial del Cacao (ICCO) hasta el 2016.

    La ICCO, fundada en la década de los setenta, con sede en Londres, agrupa a los principales productores y compradores de cacao (alrededor de 50 países). La Junta Consultiva de la organización está formada por 14 expertos internacionales en el sector del cacao (siete de los países productores miembros y siete de los países consumidores miembros de cacao).

    La función de la junta, según el sitio web oficial de la organización, es trabajar por el desarrollo de una economía sostenible en el sector cacaotero. Esto incluye trabajar sobre tarifas de importación, impuestos relacionados al procesamiento y consumo del cacao y gestión de riesgos en precios de los agricultores, entre otros aspectos.

    “Productores y consumidores tenemos la responsabilidad de mantener una economía cacaotera mundialmente sustentable y sostenible, hacia esto debe estar encaminado nuestro esfuerzo y debe ser nuestro principal objetivo”, señaló Ontaneda, que actualmente preside la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao del Ecuador (Anecacao).

    Ontaneda, quien además dirige la firma Ecokakao, fue electo este 23 de marzo en Abidjan, Costa de Marfil y se comprometió a trabajar por condiciones más favorables para los miembros de la cadena productiva del cacao. Este cargo llega para un representante de Ecuador luego de que en el 2014 entró al top cinco de principales productores de cacao, reemplazando a Camerún, exportó ese año 235 000 toneladas métricas.

    “Es nuestro compromiso, velar por el sector más vulnerable, por las vidas dignas, las familias que noblemente trabajan la tierra y producen el mejor cacao del mundo, cuya calificación no responde a las condiciones climatológicas, a la ubicación o a la inversión. El mejor cacao del mundo responde al cacao que es sembrado con la pasión de un pueblo en busca de días mejores”, dijo Ontaneda durante su posesión.

    Iván Ontaneda
    Iván Ontaneda fue electo Presidente de la Junta Consultiva de la Organización Mundial del Cacao. Foto: Archivo Líderes
  • Casos empresariales: Junta de Beneficencia de Guayaquil

    por WILSON JÁCOME Profesor IDE Business School

    La Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) es dirigida desde 1887 por un grupo colegiado de benefactores; periódicamente, eligen a uno de ellos para que los presida. En el primer lustro del siglo XXI, era don Lautaro Aspiazu.

    Entre los problemas institucionales de la JBG destacaba el de la autonomía, amenazada no solo por los temas económicos del momento sino por distintas disposiciones del sector público. La Lotería Nacional, una de las fuentes importantes de ingresos, podía perder su carácter de concesión exclusiva. Además, otra fuente importante de ingresos, la de las donaciones, se había disminuido notablemente.

    Había que tomar decisiones muy importantes, el servicio más demandado y prestigioso como era el de la salud podía deteriorarse seriamente, afectando a miles de personas que no tenían más alternativa que los servicios de Junta de Beneficencia.

    A continuación, presentamos una adaptación reducida del caso original relacionada con una situación de responsabilidad social empresarial.EL INICIO DE LA JBG

    Hacia finales del siglo XIX los progresos como los barcos de vapor, el naciente ferrocarril, no solo promovían un creciente intercambio económico, sino que aumentaba el flujo migratorio hacia Guayaquil y Quito. El crecimiento poblacional conllevaba mayores necesidades en salud, educación e, incluso, sepultar dignamente a quienes fallecen. Se presentaban problemas con obras de canalización y agua potable inconclusas, insalubres condiciones del suelo o del manglar, y con edificaciones de madera en ciudades del Litoral, había mucho trabajo combatiendo incendios y pestes.

    En Guayaquil el único hospital no tenía la capacidad para atender la sobredemanda. Esa era la realidad de todos los cabildos. Dada esa situación, el Congreso en 1887 autorizó a los municipios para que deleguen la administración de hospitales, cementerios y asilos a Juntas de Beneficencia.La creación de la ordenanza fue en diciembre de 1887, nombraron los primeros miembros el 29 de enero de 1888 y esta última es la fecha de aniversario. JBG es una Persona Jurídica de derecho privado con finalidad social, reglada por el Código Civil. Su primer director fue Eduardo Arosemena. Se le encargó la administración del hospital, el manicomio Vélez y el pequeño cementerio.EL ENTORNO Y LA SITUACIÓN INTERNA

    Debido a la crisis del 2000 muchas fundaciones tuvieron problemas serios, como el congelamiento de cuentas bancarias, y pérdida del poder adquisitivo a causa de la devaluación y luego, el cambio del sistema monetario (dolarización). El problema del congelamiento se resolvió, gracias a las gestiones del sector; pero la iliquidez, en una entidad como la JBG, con gastos diarios elevados e impostergables, se sintió.En lo interno, uno de los 39 directores notaba con preocupación la necesidad de remozar el cuerpo colegiado, consideraba que algunos de ellos debido a su edad colaboraban limitadamente.

    Cada miembro tiene un mínimo de dedicación por tradición y deber moral ante la JBG de dos horas diarias; sin embargo, ese mínimo de trabajo directivo, por el que jamás han recibido honorarios, se supera fácilmente ante la responsabilidad creciente que cada uno asume.Lautaro Aspiazu constataba que el problema en los más de 100 años de la JBG siempre fue el mismo: procurar la estabilidad financiera, para atender los gastos humanitarios. La JBG se había enfrentado a pretensiones estatales para eliminar su autonomía, como la supresión de las limitadas asignaciones presupuestarias o la pérdida forzada de la exclusividad de la Lotería Nacional.LOS MOMENTOS CRÍTICOS

    La JBG siempre había presupuestado sus ingresos contando sobre todo con donativos de iniciativa privada local e incluso internacional.A inicios del nuevo milenio, los niveles de ingresos, que permitiesen un adecuado margen de maniobra, se volvían insuficientes. Lo habían solucionado con donaciones emergentes de empresarios y de miembros del directorio, pero eso no era sustentable.Se planteaba la conveniencia de dar a conocer las calladas pero eficientes labores benéficas a los distintos sectores de la sociedad, para ello había que montar una campaña de difusión y usar parte de los escasos recursos, y surgía el interrogante: ¿Qué ventajas y qué riesgos traería ser más conocidos?La complejidad y demanda de los servicios prestados había requerido la contratación de personas de diversos niveles profesionales. La JBG contaba con médicos, profesores, tecnólogos, administrativos, personal auxiliar de diversas calificaciones, además de la ayuda de voluntarios.Todo ese personal necesitaba vibrar con la misión de la JBG y trabajar coordinada y eficazmente.La atención a la salud de personas de escasos recursos se había convertido en uno de los principales servicios de la JBG. Esa tarea demandaba constante atención e ingresos. LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA (HLV)

    Para mejorar la unidad y alineación de objetivos de cada servidor del HLV con los propósitos estratégicos de la JBG se decidió aplicar la metodología de Pablo Cardona, profesor de IESE Business School, denominada como “Dirección por misiones”.¿Cómo aplicar este modelo a una institución con 60 áreas de servicios; más de 2 000 servidores; que no podía suspender ni disminuir actividades; en la que muchos profesionales trabajaban un máximo de 4 horas por día y en la que se habían dado iniciativas fallidas; en las que existían los lamentables celos y líos entre profesionales; en las que se preveía la normal resistencia al cambio?LOS PLANES QUE ESTÁN EN MARCHA

    Elegidos por sus pares Óscar Orrantia y Werner Möeller han sucedido a Lautaro Aspiazu y han continuado con el desarrollo de la JBG. Los planes en ejecución desde el 2013 son:

    1) Se han contratado consultores externos para revisar procesos.

     2) Todas las cuentas son auditadas por especialistas externos.

    3) Las actividades se difunden en medios impresos y digitales y por el Informe anual de Responsabilidad Social.

    4) La Dirección de Desarrollo Humano se ha enfocado en la superación del personal de la Junta y enfocado al cliente interno y externo, con más de 120 000 h/H de capacitación y un plan de becas internas y externas.

    5) Se modernizan y se amplían los servicios de atención al adulto mayor, de educación y servicios exequiales.

    6) Se ayuda a fundaciones que laboran en áreas similares a la institución.

    7) En el campo de la salud se atienden pacientes de todo el país.

    8) Se han adquirido equipos de imágenes de última tecnología. Se transmiten imágenes por Internet.

    9) Se cuenta con un laboratorio de análisis bioquímico de gran capacidad, totalmente computarizado.

    10) Los hospitales de la JBG se han transformado en unos de alta especialidad. Ejemplo: se hacen trasplantes de órganos, cirugías cardíacas para neonatos y pediátricas.

    11) Los quirófanos se han remodelado para convertirlos en lo más avanzado. 

    12) Se han conseguido estándares internacionales relacionados con el manejo de infecciones.

    13) Se ha implantado un nuevo software hospitalario. Las salas generales se han remodelado.

    14) Reciben atención los pacientes del MSP y del IESS.

    15) Se ha construido el Hospital de niños Dr. Roberto Gilbert. Funciona con los procesos más avanzados.

    16) Se ha modernizado el Instituto de Neurociencias.

    17) Está construyéndose el Hospital Gineco obstétrico Alfredo G. Paulson, en un área de 40 000 m2.

    18) Se ha trabajado en un plan estratégico para los próximos cinco años, con la misión de contar con los mejores hospitales en servicio y especializaciones del Ecuador y de la región.


  • Saraguro junta gastronomía y ecoturismo

    Lilia Arias (F) F – Contenido Intercultural / Redacción Loja

    En el cantón lojano de Saraguro, la gastronomía y el turismo impulsan una estrategia para mostrar los atractivos culturales de este cantón. Inversionistas, de Saraguro, en la provincia de Loja, y de Cuenca, en Azuay, suman esfuerzos para ofrecer al turista una fusión de servicios. Esta alianza permite brindar atención personalizada en un espacio natural.

    Desde octubre pasado, la hostería hacienda La Papaya, ubicada a 30 minutos de la cabecea cantonal, abrió sus puertas al ecoturismo. En este espacio se ofrece gastronomía, rutas con caballos de paso, producción y comercialización de café, picnic a campo abierto, visita a miradores y vestigios arqueológicos, etc. La capacidad de hospedaje es para 17 personas y los precios varían según el servicio.

    El inversionista cuencano Patricio Peña explica que durante 14 años se ha trabajado en edificar y remodelar espacios antiguos, para brindar comodidad al visitante. Además, dice, se colocaron detalles que permiten fusionar la historia colonial. Todo esto ha demandado una inversión de USD 500 000 en este emprendimiento familiar.

    Juan Francisco Peña explica que son 10 miembros de la familia que trabajan desde sus respectivas áreas y fortalezas para el desarrollo de los productos y la restauración de la Hacienda La Papaya. Así se consolida esta compañía de turismo ecológico. A este grupo se suma el trabajo del restaurante Shamuico de propiedad de Samuel Ortega, un indígena del Pueblo Quichua Saraguro.

    Son 60 hectáreas en donde el turista puede recorrer y compartir la experiencia gastronómica de un buen café de exportación, sembrado a cielo abierto. Se trata de un valor agregado en el proceso de preparación de un café de altura.

    La difusión del servicio de la hostería se realiza a través del ‘boca a boca’, redes sociales y página web. Así se registran las reservas y se ofrece el servicio según el interés y las necesidades de cada turista.

    Para Ortega, chef profesional, socio y responsable del servicio gastronómico, conocer las particularidades del cliente permite preparar recetas que no afecten su salud. Asimismo, indica, es prepararle recetas que contengan ingredientes andinos, como: trigos, ocas, mellocos, papa china, cuy, queso, etc.

    Según Ortega, la idea del servicio fusionado surgió hace un año, pero la alianza se consolidó a inicios de este. Su comida se destaca por ser recetas de autor. Esto significa que realiza fusiones de la cocina ancestral heredada de sus abuelos y la moderna, que la aprendió por 13 años en Europa.

    Para elaborar sus platillos utiliza el 80% de hortalizas, granos y tubérculos sembrados en los huertos de la hacienda. Mientras que las carnes y lácteos son adquiridos a comuneros del sector.

    La proyección de este emprendimiento ecoturístico es vincular a más personas de la comunidad La Papaya y convertirse en un destino turístico de la provincia de Loja. Actualmente, allí laboran 15 personas que viven en el sector.

    La iniciativa Un poco de historia. Esta hacienda, con más de cuatro siglos de existencia, es un reflejo del pasado, a través de su arquitectura y decoración. La casona acogió a personajes como Fray Vicente Solano, intelectual figura de la prosa ecuatoriana del siglo XIX, que escribió en ese espacio sus obras.

    La oferta ecoturística: Para conocer el sitio y hospedarse en la hostería hacienda La Papaya se debe hacer los contactos mediante la página web www.haciendalapapaya.com o en el restaurante Shamuico, que está ubicado en el centro de la ciudad de Saraguro.