Es difícil hablar con los políticos sobre producción y productividad. Sin embargo, en estos días resulta indispensable mantener los canales de comunicación abiertos.
La situación empresarial, afectada desde hace muchos años, hoy en día puede tornarse calamitosa si no se toman medidas urgentes para iniciar un proceso de “desescalada” del aislamiento social. La situación del empresario comienza a ponerse complicada y los cierres de negocios y de empresas aumentan cada día. El desempleo aumenta y sobrepasa los niveles de una recesión para ubicarse más bien dentro de lo que se podría considerar una depresión económica.
Con el nuevo anuncio del Presidente de la República sobre la ampliación del estado de emergencia en 45 días (que es el tiempo que transcurrirá desde que lo anunció) el aparato productivo y comercial estará parado por 90 días; esto es, un trimestre, lo que significa 25 por ciento de la producción anual. Demasiado tiempo como para mantener a flote cualquier tipo de actividad productiva. El gobierno debe anunciar su plan para “reavivar” la actividad económica (si es que lo tiene).
Al terminar la presentación ante su cliente, Carlos sale apresuradamente de la sala de reuniones y se va directamente a su despacho. Por el camino evita hablar con los compañeros con los que se cruza. Una vez más, como cada mes desde que hace un año le nombraran jefe de proyectos, se ha quedado con la sensación de que no ha sabido transmitir con claridad cuáles han sido los avances de su equipo en las últimas semanas. Los nervios le han impedido demostrar el buen trabajo que han hecho.
Como Carlos, muchos profesionales competentes, con gran conocimiento sobre sus materias, a menudo tienen dificultades para trasladar sus ideas a los demás. Puede ser que utilicen un lenguaje tan técnico que cuesta trabajo entenderlo, que expongan sus mensajes de forma desordenada, que no consigan levantar la cabeza del papel cuando hablan, que se expresen de forma monótona y aburrida o que no sepan sintetizar lo suficiente el contenido. También pueden existir otros motivos que dificulten su comunicación, aunque estos son algunos de los más habituales.
Artículos académicos e informes empresariales han dejado claro que saber comunicar determina en gran medida el éxito personal y profesional. Todos están de acuerdo con que la comunicación es una habilidad clave para progresar. Lo que no está tan claro es cómo desarrollarla.
De manera efectiva Lo cierto es que todos sabemos hablar, pero no todos hemos aprendido a comunicar adecuadamente. Solemos dar por hecho que cuando hablamos comunicamos y muchas veces no es así, al menos no de manera efectiva.
Para que exista comunicación, primero debe haber información. Ahora bien, comunicar es mucho más que informar. La persona que comunica elabora un mensaje con el objetivo de que otra persona no solo lo reciba, sino que lo entienda, que provoque en ella algún efecto, alguna respuesta. No le basta con presentar los datos, sino que busca hacerlos creíbles. Para ello necesita filtrar, ordenar y sintetizar esos datos, o lo que es lo mismo, transformarlos en un mensaje válido para su receptor.
Andrew Stanton, director de ‘Wall-E’ explica el poder de elaborar una buena historia en las charlas TED, grandes eventos de comunicación pública.
La comunicación efectiva consiste en utilizar correctamente el lenguaje verbal y no verbal para expresar nuestras ideas, de forma que logremos conectar con nuestros interlocutores para que reciban exactamente lo que deseamos transmitirles y actúen en el sentido en el que nosotros queremos que lo hagan. En definitiva, se trata de transmitir de forma eficiente el mensaje apropiado en el momento oportuno.
Aprender
Aprender a comunicar en público adecuadamente no es un proceso natural. Nadie lo resuelve durante sus primeros años de vida. La buena noticia es que se trata de una habilidad que se puede aprender y mejorar cuando somos adultos. Como en cualquier otra disciplina que queramos dominar, para aprender a comunicar de manera efectiva tenemos que pasar por cuatro etapas, según el modelo de aprendizaje que se atribuye al estadounidense Abraham Maslow.
La primera etapa es la de la Incompetencia Inconsciente. Usted no sabe nada sobre lo que implica comunicar ante un público y tampoco es consciente de su falta de conocimiento.
En la segunda etapa, la de la Incompetencia Consciente, empieza a informarse sobre ello, aprende algunas técnicas, hace algún curso, lee libros y artículos… Esta es la fase en la que más se aprende.
En la etapa de la Competencia Consciente ya ha aprendido lo que tiene que saber de forma teórica para comunicar en público. Es capaz de ponerlo en práctica, con mejores o peores resultados, aunque para hacerlo necesita prestarle toda su atención.
Muchos profesionales competentes a menudo tienen dificultades para trasladar sus ideas a los demás. Foto: Ingimage
La elaboración de una plataforma digital, útil para personas con discapacidad auditiva, fue el proyecto que unió a tres emprendedores ecuatorianos.
El manabita Hugo Jácome, ingeniero en sonido y acústica, y los imbabureños Lennin Encalada y Carlos Obando, ambos ingenieros en mecatrónica lanzaron en enero de este año la versión gratuita SpeakLiz y desde el pasado 23 de mayo la versión pagada, un valor de USD 29, 99.
Obando explica que la nueva versión, cuya aplicación puede ser descargada en el celular, tiene la capacidad de transformar el lenguaje de señas a voz y texto. Para ello utilizan accesorios que detectan los movimientos de las manos, como relojes inteligentes. Los emprendedores ya trabajan en la creación de un brazalete.
La ‘app’ es compatible con micrófonos y altavoces bluetooth. La versión SpeakLiz Pro, es decir la pagada, tiene dos funciones extra versus la versión gratuita: transformar los textos (incluyendo emoticones) a una voz sintetizada; y, la capacidad de analizar los entornos acústicos para avisarle al usuario qué eventos suceden a su alrededor. De esta forma, buscan precautelar la seguridad de las personas con discapacidad.
Según Jácome la versión gratuita ha sido un éxito. Se ha descargado más de 800 veces, en sus cuatro idiomas (español, inglés, portugués y chino), en 30 países.
Los emprendedores explican que estas descargas han sido hechas sin influencia de ninguna campaña masiva de publicidad.
En las próximas semanas llegarán a implementar la ‘app’ en 20 idiomas y con ello esperan llegar a más países. Hasta el momento Speakliz Pro ha sido descargada 37 veces, generando ventas por aproximadamente USD 1 000.
El grupo tiene como objetivo para este año que la plataforma incorpore nuevas herramientas que mejoren paulatinamente la inserción de personas sordas, usuarias de SpeakLiz, en otros ámbitos como la educación, seguridad vial, entre otros.
“Queremos expandir nuestros servicios, por ejemplo, a universidades e instituciones públicas y privadas que deseen convertir sus instalaciones en inclusivos para personas con discapacidad auditiva”, adelanta Jácome.
Esta iniciativa, que empezó en el 2016, se ha ido construyendo poco a poco y sus creadores tienen expectativas de que su proyecto crezca. Según sus datos, en el mundo existen 470 millones de personas con discapacidad auditiva, a quienes podrían ayudar con esta plataforma digital.
Cada uno empezó con un proyecto diferente, cuenta Encalada, trabajando paralelamente con objetivos similares y sin saberlo.
Antes del 2016, Jácome había realizado como trabajo de investigación un software que transforma el entorno sonoro en imágenes para personas con discapacidad auditiva y también con objetivos de entretenimiento para conciertos de música.
Encalada, por su parte, realizó como trabajo de investigación para sus estudios universitarios, un guante que transforma el lenguaje de señas a voz, por medio de un teléfono móvil. El tercer integrante, Carlos Obando, investigó en torno a la creación de aplicaciones para dispositivos móviles.
Fue así que, en un encuentro que tuvieron a inicios de 2016 revisaron lo proyectos que cada uno había creado y decidieron juntarlas en una sola plataforma: SpeakLiz, “como potente solución para una barrera de comunicación social”.
Uno de los inconvenientes que ha tenido como emprendedores es el tema del financiamiento. Ellos creen que en el país no existe aún el suficiente apoyo a los emprendimientos sociales. Una de las razones es la “falta de confianza en que podemos desarrollar grandes cosas.
Muchos empresarios e inversionistas ecuatorianos ven el tema poco rentable, y para algunas universidades solo es algo mediático”, asegura Encalada.
Lennin Encalada, Carlos Obando y Hugo Jácome son los creadores de la plataforma digital SpeakLiz Pro. Foto: Francisco Espinosa para LÍDERES
Los movimientos migratorios ocurren desde siempre; de hecho, han configurado el mundo. Son, además, una reminiscencia de nuestra condición de nómadas.
La idea de un lugar mejor, pródigo y prometedor, arquetípicamente representado en el mito de la tierra prometida, como lo vivió el pueblo judío con su éxodo, por ejemplo, reposa en el inconsciente colectivo humano.
La construcción de mitos a partir del escenario esencial del Edén, ha sido característica de la generalidad de las civilizaciones. En América, la búsqueda de El Dorado y del País de la Canela causó cambios históricos definitivos. Contemporáneamente, el mito del ‘Sueño americano’ ha llevado a millones de personas a dejar sus países de origen para ir tras la promesa de la abundancia.
En rigor, cualquier horizonte que augure días mejores tiene el potencial de convertirse en una tierra prometida.
Las migraciones masivas, que ocurren cíclicamente, obedecen a oscilaciones de la economía, a brotes de violencia o, simplemente, al espíritu aventurero del ser humano, que intuye otras realidades, que quiere otear otros horizontes.
El fenómeno de la migración humanitaria que tiene lugar en Europa, con el protagonismo de Alemania, que ha abierto sus fronteras a cientos de miles de sirios, que huyen de la peste de la guerra, plantea el eterno dilema de la coexistencia humana.
Un aspecto crucial para los refugiados es la asimilación del nuevo idioma, como una fórmula de inclusión, no solo laboral y económica, sino fundamentalmente cultural.
Paradójicamente, pese a la evidencia del beneficio innegable del aprendizaje del lenguaje, en varios de los países de numerosa población migratoria existen grupos que no se integran al flujo de la cultura, que han construido muros de resistencia, siendo uno de ellos, justamente, la negativa a aprender el idioma, lo que les condena a la marginación.
Sin duda, los guetos físicos están precedidos por los guetos mentales. La indisposición hacia la lengua, bajo el argumento de conservar la propia identidad, encierra un temor latente a la integración.
En lo concreto, si la persona está deseosa de migrar, el aprendizaje del idioma es crucial. Y no simplemente en su aspecto oral, sino en toda su extensión, a fin de no conducirse como un analfabeto funcional.
Incluso, si lo mira, es estrictamente práctico, como hacer dinero, el lenguaje es la herramienta idónea, aunque existe siempre un bagaje cultural esperando ser explorado.
La cortedad de propósitos, el temor al ridículo, el débil sentimiento de identidad, hacen que muchos migrantes vivan existencias limitadas, marginales, indignas.
El nacimiento de colonias tiene un valor incuestionable, en tanto no sean esencialmente una expresión nostálgica, una forma de autoprotección, una manera de hacerse la vida llevadera prescindiendo del idioma.
Indudablemente, quien absorbe el nuevo idioma eleva su autoestima, sabe que a partir de ello podrá conquistar otras metas. Además, la capacidad para comunicarse, el habla del idioma, son parámetros que los anfitriones toman en cuenta, como signos de ‘inteligencia’, pero también de un genuino esfuerzo por sumarse a la cultura.
Estudios sobre movilidad humana y migración demuestran que la elección de destino hacia los países de economías prósperas, con elevados índices de calidad de vida, tiene que ver directamente con la facilidad del aprendizaje del idioma.
No obstante, el migrante temeroso se niega esa oportunidad, convirtiéndose en un desplazado.
Integrar la luz, la imagen, el sonido y la tecnología de una manera tridimensional e interactiva también cuenta como emprendimiento.
Un ejemplo está en Lut Estudio Lab. Este emprendimiento se dedica a crear nuevos conceptos en la proyección de imágenes usando conceptos como el ‘video mapping’. Esta técnica se trata de la proyección de imágenes sobre superficies reales inanimadas, con la que se consigue el efecto de figuras en movimiento.
Los trabajos de Lut Estudio Lab se han podido apreciar en eventos como el Campus Party, donde elaboraron un estand interactivo. La técnica del ‘video mapping’ sirvió para contar la historia del universo en el evento de inauguración del edificio de la Unasur a finales del 2014. Así lo cuenta Pablo Rosero, fundador y director artístico del emprendimiento.
Esta iniciativa también se encarga de producciones publicitarias urbanas, que tienen menores costos de producción, pero que mantienen una alta calidad.
Las imágenes de Rosero y de su equipo también se pueden proyectar sobre edificios, en donde interactúan con las composiciones arquitectónicas. “El concepto es crear nuevos tipos de narraciones para contar historias o emitir mensajes”, señala este creativo, mientras muestra una escultura realizada con madera y papel, que servirá a modo de pantalla.
Rosero, de 30 años y músico de profesión, detalla que antes de emprender en esta actividad, se dedicaba a sus proyectos musicales. Pero siempre quiso ir más allá y buscar más opciones. “Encontramos la correlación entre imagen y sonido para crear nuevos recursos audiovisuales”.
Por eso, desde el 2012, este quiteño empezó a elaborar de manera individual proyectos como el video mapping. Dos años después, en julio del 2014, Rosero decidió abrir el Lut Estudio Lab, ubicado en el norte de Quito. El capital para legalizar la pequeña empresa fue de USD 400, y además inyectaron USD 8 000 para cables, sistemas de montaje, computadoras de alto rendimiento…
Con las herramientas, empezaron a captar clientes como Sportime. Esta agencia que organiza eventos deportivos y corporativos vio un potencial en los servicios Lut Estudio Lab, en especial, en el ‘video mapping’. Por esa razón la agencia decidió contratar a Rosero para el lanzamiento de la campaña Ecuador Potencia Turística, del Ministerio de Turismo, indica Julio Alvear, director creativo de Sportime.
El ‘video mapping’ recreó un viaje por el Tren de Alfaro, en el que se visitan todas las regiones del Ecuador, y de manera estratégica se observó la marca país, dice.
Aunque no precisa cifras de inversión para este proyecto, Alvear destaca que ha tenido buenos resultados con el trabajo de Rosero, por lo que lo han contratado en algunas ocasiones.
Otro cliente de este estudio-laboratorio fue Felipe Pinzón, quien trabajó en una agencia de comunicación privada. Él cuenta que contrató a Rosero para que construyera un escenario en el cual se iba a premiar a estudiantes universitarios por haber presentado proyectos ambientales. La escenografía se estructuró con paneles cuadrados, rectangulares y sobre ellos se proyectaron imágenes de Quito, dice.
Los ingresos de Lut Estudio Lab fueron por USD 91 053 en el 2014; el año pasado bajaron a USD 52 873.
El descenso se debe a que el menor dinamismo en la economía ecuatoriana paralizó eventos, en especial en el sector público. Sin embargo, para este año, Rosero indica que seguirán trabajando en nuevos eventos para dar a conocer sus servicios.
Pablo Rosero es el fundador de este emprendimiento, que crea nuevas narrativas. Foto: Diego Pallero / LÍDERES