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  • La madera da el toque a estas gafas y lentes

    Valeria Heredia

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    Una madera fina de color café recubre el lente rojo de unas gafas. Se denominan Fuya Fuya y son parte de la colección Andes, de Inti Eyewear.

    María Fernanda García, Amira Andrade, Jonathan Bermeo y Martín Valencia son los cuatro jóvenes que levantaron este negocio dedicado a la producción artesanal de gafas y lentes con marcos de madera.

    La iniciativa nació hace tres años en las aulas de clase de la Universidad Católica. Martín y Jonathan, ambos diseñadores industriales, presentaron el producto para un trabajo universitario. Con el tiempo la idea se convertiría en su negocio.

    Martín, quien es el gerente de Producción de Inti, relata que la idea de elaborar lentes y gafas de madera tuvo una buena acogida entre sus compañeros y, ahora, en el mercado.

    Uno de los clientes es Fernando Aguilera, quien compró unas gafas el mes anterior. Para este hombre de 40 años, la idea es innovadora y diferente. “Me gustaron porque puedo apoyar a artesanos ecuatorianos y son muy bellas”.

    La marca fue lanzada en noviembre del 2015. Desde ahí no han parado de producir este tipo de gafas, que tienen un tinte tradicional y ecuatoriano.

    Pero, ¿por qué escogieron la madera? Martín comentó que este material es noble y bello. “Tenemos una gran variedad de madera y nos pareció valioso rescatarlas”.

    Las maderas son certificadas por el Ministerio del Ambiente y son de bosques renovables. “Tenemos una filosofía corporativa basada en la conservación del ambiente”. Además, destacan los materiales ecoamigables y artesanales.

    La materia prima viene desde la Amazonía ecuatoriana. Ellos se abastecen de este material cada mes y piden cuatro tablones. “Tratamos de optimizar al máximo el material para no desperdiciar”.

    La elaboración de gafas representa un trabajo minucioso. El corte inicial se realiza en una fresadora, con ayuda de un software. Luego se hace el proceso de curvatura de la madera para realizar las patas y el cuerpo de los lentes o gafas. Finalmente es el proceso del lijado y pulido para que el trabajo sea de calidad.

    Un par de gafas se elabora en alrededor de cuatro horas y hoy en día se producen 15 pares a la semana. Los valores oscilan entre USD 89 y 130. Y la facturación alcanza los USD 3 700 al mes.

    Las gafas se distribuyen en Quito, Guayaquil y Cuenca. Se pueden adquirir vía online y en tiendas como Olga Fish.

    Fernanda García, quien es gerente Comercial y de Marketing, se unió a la iniciativa para incentivar el uso de productos propios de los artesanos quiteños. “Somos un equipo multidisciplinario, que le apuesta rescatar lo nuestro”.

    Otro de los servicios que tienen estos jóvenes emprendedores es la producción de gafas por pedido. Es decir, los clientes solicitan modelos específicos. “Podemos adaptar un diseño externo a la madera. Tenemos la capacidad de hacerlo”. Los costos de estas gafas representan unos USD 30 o 50 adicionales y su elaboración toma más tiempo.

    Inti además realiza envíos a escala nacional. Trabajan con empresas ‘courier’ para que el producto llegue a su lugar de destino.

    Otra de las novedades de estas gafas es la colocación de apliques de plata con siluetas andinas como la serpiente, el colibrí, el perfil de la cordillera, llamas y demás. Este tipo de gafas se exhiben en una boutique en París (Francia). “Hace unos meses, una diseñadora abrió una tienda en este país y enviamos para que sean comercializadas”, explica Valencia.
    Su meta es que el negocio crezca aún más y que las gafas y lentes recorren los diferentes países.

    Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES Martín Valencia empezó con la elaboración de las gafas de madera junto a su compañero de universidad Jonathan Bermeo. El grupo se amplió.
    Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Martín Valencia empezó con la elaboración de las gafas de madera junto a su compañero de universidad Jonathan Bermeo. El grupo se amplió.
  • Microsoft mira hacia el futuro con sus nuevos lentes HoloLens

    Agencia AFP

    Con sus gafas futuristas HoloLens, a mediocamino entre los lentes de Google y el casco de realidad virtual Oculus, Microsoft demuestra el potencial de las nuevas tecnologías a la vez que su capacidad para sorprender al mercado.

    El prototipo presentado por el gigante estadounidense de los software, propone una «realidad aumentada»: los lentes dejan ver el mundo real, pero acompañado de hologramas.

    Durante una videollamada de Skype, una ingeniera «me guió para cambiar un interruptor eléctrico. Ella podía dibujar líneas y flechas para indicar cosas, las herramientas que debía tomar o el lugar donde cortar los cables», cuenta Carolina Milanesi, una analista de la firma Kantar Worldpanel que probó el HoloLens.

    Ahora, ella imagina que puede utilizar este dispositivo para ayudar a los niños a hacer sus tareas o hacer diagnósticos o dar apoyo técnico a distancia.

    Para este tipo de usos, Microsoft cooperará con la agencia espacial estadounidense: los HoloLens deben «teletransportar» a los científicos de la NASA sobre Marte junto al robot Curiosity. «Es el futuro de la exploración espacial», afirmó uno de ellos durante una demostración.

    Jack Gold, presidente de la empresa de investigación tecnológica J. Gold Associates, observa el uso de los HoloLens para diseñar un objeto y luego imprimirlo en 3D. En este punto el objeto impreso «no es tan útil, pero imagine una empresa que deba producir una pieza de repuesto. O en el dominio médico, una prótesis de rodilla. Es el tipo de cosas que veremos en algunos años», predijo Gold a la AFP.

    Nueva frontera informática

    Algunos como Frank Gillett, de la firma Forrester, evocan una revolución en la tecnología. «HoloLens ofrece una nueva plataforma y una experiencia informática a escala de la primera PC y del lanzamiento del iPhone», afirmó en su blog después de probar el aparato.

    «No sabemos adónde irá el futuro de la realidad virtual, del 3D y la imagen holográfica», opina Gold. «Esto va a cambiar enormemente la manera en que la gente interactúa con los computadores». «Pero eso no ocurrirá rápidamente ni sin dificultades», observó.

    Prueba de ello son los lentes interactivos de Google, que suspendió su venta luego de que no recibieran gran acogida de los consumidores, que los juzgó demasiado costosos y que atentan contra la privacidad por su cámara integrada.

    Sin embargo, este resultado no disuadió a las firmas tecnológicas de querer ampliar la visión de los consumidores. Además de la experiencia con Glass, Google compró la ‘startup’ especializada en la realidad aumentada Magic Leap.

    Como parte de los defensores de la realidad virtual, Facebook invirtió USD 2 millones en Oculus, que trabaja en un prototipo de casco (Oculus Rift) y una versión adaptable para los teléfonos inteligentes de Samsung (Gear VR).

    Sony tiene su propio proyecto, Morpheus, para su consola de videojuegos PlayStation. «La realidad aumentada es la forma como esta tecnología tocará al gran público», agregando información útil al mundo real.

    Por ejemplo, un turista podrá ver en directo la historia del lugar que visita o las criticas de los restaurantes donde quiere comer. Aunque el HoloLens se comercialice con éxito o no, Microsoft da muestras de que sabe innovar.

    «La ejecución deja una pregunta: ¿son capaces de ponerlos en el mercado a un precio que puedan venderlo? Pero crear cualquier cosa como esta es impresionante», opinó Milanesi.

    Ella ve en este producto un mensaje para los desarrolladores, más interesados hoy en los celulares, un terreno en el que Microsoft rezagado respecto a Apple y Google. «Ellos quiere decir: no somos una vieja plataforma, no estamos limitados a las PC», agrega.

    Fotografía facilitada por el gigante estadounidense del software Microsoft, que muestra las nuevas Microsoft HoloLens, durante una rueda de prensa en Redmond, Washington. Foto: EFE
    Fotografía facilitada por el gigante estadounidense del software Microsoft, que muestra las nuevas Microsoft HoloLens, durante una rueda de prensa en Redmond, Washington. Foto: EFE
  • En Ecuador se prefiere las gafas italianas

    Ivanna Zauzich / Redacción Cuenca

    Ecuador está en la mitad del mundo y eso trae beneficios como biodiversidad y mejores productos agrícolas como banano, cacao y rosas. Sin embargo, por esa ubicación geográfica los rayos del sol llegan de una forma directa y esto genera problemas en los ojos y la piel.

    Por esa razón, para los ecuatorianos, los lentes de sol son indispensables para protegerse de los rayos solares, explica la oftalmóloga Gloria Delgado.

    Según datos del Banco Central de Ecuador (BCE), en los últimos seis años se registra un incremento en la importación de anteojos de sol. En el 2007, las importaciones de este ítem bordearon los USD 3,8 millones, mientras que el año pasado subió a USD 6 millones.

    Este año (entre enero y mayo) ya se han importado USD 2,5 millones. Lo que no ha cambiado, según el reporte del BCE, son los países de donde vienen las gafas. Casi un 50% viene de Italia, donde están las casas de diseñadores de moda como Giorgio Armani, Bulgari, Dolce and Gabbana, entre otras. El resto viene de China, EE.UU., Panamá, Francia, Argentina, Alemania…

    Estos datos no especifican si son lentes con protección de rayos ultravioleta (UV), que son los recomendados, dice Delgado. En la calle hay oferta de gafas por USD 5, pero tienen una lámina que en vez de proteger, intensifican los rayos del sol hacia el rostro y generan daño.

    Con esto coincide Patricia Sánchez, gerenta de SOI Ópticas (Industrial Óptica Sánchez), una firma con casi 50 años en el mercado azuayo.

    Desde 1986 esta empresa comercializa lentes de sol, pero se ha evidenciado mayor fuerza en los últimos cuatro años por el acceso a Internet.

    «Hoy es normal tener unos lentes para hacer deporte y otros para asistir a un compromiso social. Por eso su venta se ha incrementado. Hace cuatro años, en SOI Ópticas se comercializaban cuatro lentes a la semana y hoy bordea las 22 unidades en ese mismo período.

    Para Sánchez, el impulso de la venta de lentes se ha dado por la confluencia de factores como la necesidad de cuidar la salud y evitar los rayos de sol en los ojos; también la elegancia que brindan los lentes de sol.

    Un tercer factor es el trabajo de las marcas de gafas que innovan y crean lentes antirreflejo, polarizado, antiempañante, con esponjas que atrapan el sudor y otras características según la actividad que realice el usuario.

    El gerente de Óptica Visión XXI, Miguel Ruiz, ha notado un crecimiento en la demanda de los lentes de sol. Estos son un sinónimo de estatus, pero ahora hay una verdadera necesidad, porque protegen los ojos.

    En el 2007, los lentes de sol eran adquiridos más por mujeres jóvenes. Desde el 2010 se ha visto que mujeres y hombres por igual, entre 20 y 60 años, adquieren este producto y su motivación es protegerse de los rayos UV y lucir bien.

    Cada marca se especializa en un tipo de lente. Hay deportivos, clásicos, elegantes y también hay segmentación según la forma del rostro. La oferta es variada, explica Ruiz.

    Otro actor que participa en el mercado cuencano es Full Visión que también ha evidenciado una acogida en la adquisición de estos lentes oscuros según su optomestrista, Milton Guartazaca. Esto se debe al acceso a la información que tiene el consumidor.

    LA CIFRA:
    USD 170 en promedio cuestan los lentes de sol de marcas especializadas.