Etiqueta: LICORERA

  • La industria licorera nacional, afectada por las restricciones

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    El 2020 es un año crítico para la industria licorera ecuatoriana. Hasta el 17 de este mes se produjeron 23,99 millones de botellas, de acuerdo con Simar, que es un sistema de identificación, marcación, autentificación, rastreo y trazabilidad fiscal para bebidas alcohólicas nacionales. Durante el año pasado fueron 45,39 millones.

    Según el presidente de la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador, Nixon Vergara, las ventas hasta le fecha cayeron en, al menos, un 40% en relación con el año pasado. Las causas fueron la paralización de las fábricas entre mediados de marzo y mediados de mayo, por el confinamiento.

    Además, por las restricciones en la movilidad que limitó la distribución, ley seca, toque de queda, horarios de funcionamiento y cierre de bares, restaurantes, licorerías, hoteles y discotecas.

    Vergara dice que, si bien existían expectativas para una recuperación en el último trimestre del año, por las fiestas de Cuenca y de Quito, Navidad y Año Nuevo, las restricciones acabaron con esas proyecciones. “Son los meses en los que, generalmente, existe una mayor rotación de producto, pero no será el caso este año”.

    Él dice que la informalidad capitalizó las limitaciones que tiene la industria formal para vender. De acuerdo con un estudio de la Cámara de Industrias de Guayaquil y la consultora Kantar-Millwardbrown, pese a las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus se confiscaron 22 161 litros de alcohol ilegal en el país, entre marzo y julio pasados.

    También, se determinó que la proporción en el consumo de aguardiente ilegal subió un 4,7% en la Sierra, respecto del 2019. En relación con la frecuencia de consumo, en promedio, quien bebió aguardiente ilegal lo hizo 3,1 veces al mes. Es decir, una ocasión adicional frente al año anterior.

    Para el ejecutivo, no solo existe un mayor consumo de aguardiente informal, sino también aumentaron las bebidas que llegaron de contrabando desde el exterior.

    Vergara dice que todos las clases de bebidas alcohólicas han sido afectadas el 2020 (ver gráfico). “Al no existir la misma demanda, se redujo la producción y para vender el inventario, que estuvo en bodega, se disminuyeron los márgenes de comercialización y se aplicaron promociones”.

    Ante esta situación, agrega, hubo empresas que optaron por la producción de alcohol desinfectante para evitar la propagación del covid-19 y otras optaron por la diversificación de productos.

    Eso ocurrió con Embotelladora Azuaya, que produce la marca de licor Cristal. Para su gerente, Jorge Talbot, la elaboración de alcohol desinfectante permitió apoyar al Ecuador en la emergencia sanitaria y generar algo de liquidez para pagar a los empleados.

    Él asegura que ninguno de sus colaboradores fue despedido, solo se aplicó una reducción en la jornada de trabajo, que sigue hasta ahora por la reducción en las ventas, que estima entre el 20% y 30% en relación con el 2019.

    Embotelladora Azuaya también lanzó al mercado una nueva bebida de la categoría Ready to drink RTD (listas para el consumo), que tiene menor grado alcohólico y está orientada a los jóvenes y es más económica. Además, se realizan ofertas y promociones.

    Talbot añade que las expectativas para diciembre no serán las mejores, debido a las restricciones que habrá para los feriados de Navidad y Año Nuevo, y los balnearios estarán cerrados.

    Él asegura que las categorías de licores más costosos son las más afectadas por la situación económica, al igual que las que están orientadas para la coctelería y festejos por las restricciones en las celebraciones y discotecas.

    El 2021 es incierto para Talbot, porque no se conoce cuándo se iniciará la vacunación, que permitiría volver a la normalidad.

    Con ese criterio coincide Vergara. Él espera que se flexibilicen las restricciones para el sector hotelero, restaurantes…, que forman parte de la cadena de valor. “Sus restricciones nos afectan”.

    Embotelladora Azuaya, que produce la marca de licor Cristal, optó por lanzar una bebida con menos grado alcohólico y más económica, para competir en el mercado ecuatoriano. Foto: Archivo / LÍDERES
    Embotelladora Azuaya, que produce la marca de licor Cristal, optó por lanzar una bebida con menos grado alcohólico y más económica, para competir en el mercado ecuatoriano. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Ilepsa S.A. del cañaveral dio el salto a la industria licorera

    Redacción Quito

    El aguardiente que se producía en los cañaverales ecuatorianos, hasta 1956, se entregaba en su totalidad al Estado. No fue sino hasta la presidencia de Camilo Ponce Enríquez, quien gobernó desde 1956 hasta 1960, que los cañicultores obtuvieron independencia para producir y comercializar este licor por su cuenta Fue en ese marco que un gremio de 65 cañicultores de Pichincha vieron la oportunidad de asociarse para crear su empresa. Con un capital de 688 814 sucres, fundaron la Industria Licorera Embotelladora de Pichincha S.A. (Ilepsa), el 16 de noviembre de 1959, cuando el dólar cotizaba entre 15 y 18 sucres. Es decir cerca de USD 45 000.

    Ilepsa comenzó a producir los aguardientes ‘Traguito’ y ‘Gallito’, que hasta hoy son la insignia de esta empresa.

    “En la década de 1970, para tener una idea, Ilepsa vendía un promedio de dos millones de botellas de aguardiente al año”, asegura. Ese nivel de producción se mantuvo hasta finalizar la década de la década de 1990, según Alberto Tamariz, gerente de Ilepsa.

    Los cañicultores buscaron diversificar su línea de productos. Así, en el 2004 lanzaron al mercado una línea de licores dulces. Amaretto, Triplesec, Menta, Curacao, Durazno, Café, Cacao y Lemonchelo fueron los ocho sabores que comercializaron bajo la marca Barman.

    Al mismo tiempo ofrecía los aguardientes Traguito, Mayorca Gallito, Chulla Quiteño, Seco y Volteado, y whisky Squires. Todos estos se ofertaban a escala nacional para el consumidor de un segmento socio económico medio y bajo.

    El primer canal de distribución utilizado fueron licoreras, distribuidores y tiendas de barrio. “Ahora solo distribuimos en las tiendas con autorización. Eso redujo el margen de distribución”.

    Adicionalmente, los impuestos se elevaron junto con los insumos necesarios para fabricar el licor. “En el 2000, el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) por cada botella de licor era de USD 0,07; ahora una botella de aguardiente paga USD 1,82 por ICE. Si hace unos años una botella de ‘Traguito’ costaba USD 3, ahora cuesta USD 4,50.

    Como una estrategia para seguir compitiendo, en el 2011 Ilepsa formó una alianza con la comercializadoras Pay Pag, para la elaboración de productos de exportación. En esta asociación, Ilepsa se encarga de la producción y Pay Pag de la comercialización.

    Como resultado de este acuerdo, en el 2012 se lanzó al mercado Piña Colada y en enero de este año comenzó la distribución de licores como las cremas de Caramelo, Café y Cacao bajo la marca Caribbean’s Island que actualmente se exporta a Colombia, Chile, Venezuela…

    El 98% de los insumos son de producción nacional. La crema de leche que utiliza Ilepsa, por ejemplo, es proporcionada por la Pasteurizadora Quito y el alcohol etílico lo proveen Codana y Soverat.

    Con Codana llevan más de 20 años de relación comercial. A esta empresa le compra cerca de 10 000 litros de alcohol etílico al mes. “Ilepsa maneja un producto de excelente calidad, por eso mantenemos una relación comercial tan larga”, asegura Alberto García, gerente de Codana. Una opinión similar mantiene Daniel Jerves, representante de Soverat, que también les provee de alcohol etílico, desde hace una década. “Ilesa es uno de nuestros mejores clientes. Mantenemos muy buenas relaciones”.

    La producción

    El personal.  Más de 300 personas trabajan para esta empresa ubicada El Inca y 10 de Agosto, en el norte de Quito.

    Líneas de producción.  Ilepsa cuenta con tres líneas de producción: el aguardiente, las cremas de licor y productos lácteos para la preparación del mismo.

    Capacidad. La fábrica de procesamiento de esta empresa tiene capacidad para producir hasta 300 litros de crema de licor por hora.