Etiqueta: licores

  • Poco optimismo frente a las ventas de diciembre

    Redacción Quito (I)

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    Para los importadores de licores, las ventas de diciembre pueden aliviar en algo -aunque no mejorar- los resultados de un año de descalabro tras la pandemia.

    Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores, asegura que entre enero y octubre las ventas cayeron un 40% en relación con el mismo período del año pasado.
    “Nuestra situación ha sido difícil, empezando porque no operamos ni abril ni mayo. Luego hemos pasado entre leyes secas intermitentes en las provincias y más”, señala. El directivo explica que la gente compra menos cantidad de botellas y opta por productos de menor valor en el mercado.

    Por ejemplo, en whiskys se prefieren botellas de menos de USD10.

    Lo mismo sucede en el caso de Distribuidora EDCA, tanto en su punto de venta de Quito como en los de Santo Domingo. Eddy Castillo, propietario y presidente de la Asociación de Distribuidores de Licoresuy, señala que entre enero y octubre las ventas cayeron 60%.

    Dejaron de demandar producto todos los negocios dentro de la cadena de ventas: hoteles, restaurantes, licorerías y más. En el momento, EDCA vende a distribuidores más pequeños, aunque no en las cantidades de antes; por ejemplo, en su momento los compradores llevaban 200 cajas, pero ahora algunos apenas 50.

    Castillo asegura que para diciembre las perspectivas no son buenas. Debido a la poca demanda no puede ofrecer los “grandes paquetes navideños”, que solía vender. Considera que esta temporada de fiestas las ventas serán 50% menores que las del 2019.

    Cordovez tampoco se siente tan optimista por la incertidumbre ante las restricciones para eventos, reuniones sociales, turismo y más. Diciembre podría mejorar los resultados del año, pero “nunca vamos a pasar a crecimiento porque tendría que ser un mes milagroso”, señala el directivo.

    Los empresarios dicen que actualmente los compradores prefieren llevar solo lo que creen que, efectivamente, se va a vender. Una vez que estos terminan el stock, vuelven a hacer pedidos.

    Cordovez considera que es difícil determinar los resultados de diciembre, tomando en cuenta la inestabilidad que existe hoy por cuestiones de la pandemia.

    Actualmente, un buen porcentaje de las ventas de licores importados se hacen a través de delivery y de autoservicios.

    Corporación Favorita asegura, precisamente, que entre enero y octubre las ventas de licor se han mantenido estables y el mercado tiende a normalizarse.

    La empresa considera que este diciembre va a ser “difícil igualar las temporadas navideñas de años anteriores, pero confiamos que si la situación de emergencia se nivela, las ventas van a mejorar”.

    Las tres primeras semanas del mes que viene son las de mayor venta; hay expectativa sobre lo que suceda. Vinos, cervezas y espirituosos son los de mayor demanda en importados; las gamas medias tienen más movimiento.

    En empresas como Grupo Eljuri se explica que ha sido un año inestable. Entre enero y octubre las ventas cayeron 25% frente al mismo lapso del 2019.

    Mauricio Granados, CEO de la división de licores de la firma, explica que al cierre de diciembre se espera una caída del 20% frente al año pasado. Todo depende de las restricciones que se apliquen.

    Whisky, ron y vino siguen siendo los licores que tienen más demanda. Han tenido un repunte los espumantes. Los rangos de precio dependen del producto.
    El canal de supermercados es el más relevante este momento.

    25 por ciento y 60% han caído las ventas de licores importados entre enero y octubre.

    Una imagen de los diferentes  licores que se muestran en La Guardia, local ubicado en el centro norte de Quito. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Una imagen de los diferentes licores que se muestran en La Guardia, local ubicado en el centro norte de Quito. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Dos primos dan impulso a una bebida artesanal

    Redacción Quito (F)
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    La inspiración y la idea de elaborar licores caseros a base hierbas y frutas nace a partir de una tradición de la familiar.

    Patrizio Galeotti-Flori, proveniente de Italia, tenía un gusto peculiar por la preparación de infusiones naturales. Por esta razón, el pionero se dedicó a preparar licores artesanales dentro de su domicilio. Su hijo Titi Galeotti-Flori y su sobrino Luca Galeotti-Flori decidieron seguir con la tradición familiar.

    Los dos primos desarrollaron el emprendimiento que se denominó La Limonaia, a finales del 2016 en Ecuador. Un año y medio después, en junio de este año empezaron con la distribución.

    Esta iniciativa tomó forma tras preparar la primera muestra de licor, Limoncello, para sus amigos y familiares hecho con base de una receta de la abuela de los jóvenes.

    “Elaboramos nuestra primera receta con un clásico bajativo italiano de limón”, cuenta Luca.
    La marca cuenta con dos tipos de productos para el consumidor: La Limonaia Limoncello a base del dulce de limón y La Limonaia Cedroncello que combina ingredientes naturales con la mezcla del dulce de cedrón.

    Los emprendedores aseguran que sus productos se elaboran con ingredientes ecuatorianos y la mezcla de recetas italianas.

    Los precios de los insumos, según sus presentaciones, oscilan desde USD 19 hasta USD 23.
    Desde este año, La Limonaia se posicionó en restaurantes, locales, licorerías, edificios y, recientemente, en haciendas del país, principalmente, en la capital. Algunas de estas ‘vitrinas’ son Tinto Blanco Wine Bar, Datu Gourmet, Floralp, El Market Express, Hacienda Zuleta, Hacienda El Porvenir, entre otras.

    Los jóvenes manifiestan que su emprendimiento recibió apoyo por parte de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación desde el desarrollo de la marca.

    Luca dice que La Limonaia Cedroncello fue reconocido como el segundo producto más innovador en una reciente feria de Quito.

    La microempresa trabaja, únicamente, con Tito y Luca Galeotti-Flori. Sin embargo, aseguran apoyar al comercio justo del país ya que el cedrón, entre otros insumos naturales provienen de comunidades de la Sierra.

    Los jóvenes tienen previsto contratar, próximamente, un grupo de empleados que colaboren con la distribución y administración de los productos.

    La materia prima proviene de negocios del Ecuador a excepción de las botellas. Este insumo se importa de Perú e Italia por la escasez de estos bienes en el país.

    Los licores, según Tito, están dirigidos para personas mayores de 18 años, que aprecian el buen licor con ingredientes bajativos e innovadores y que apoyan al emprendimiento nacional.

    La Limonaia tiene previsto en los próximos meses expandirse a escala nacional con cadenas distribuidoras del país que colaboren con la estandarización de sus productos. Mientras tanto, los Galeotti-Flori se enfocan en lograr una estabilidad en la capital con consumidores fijos.

    Javier Vásconez adquirió una botella de La Limonaia Cedroncello. “Este licor tiene ingredientes de calidad y lo mejor es que tiene un sabor agradable y apetecible”.

    Isabel Jácome probó La Limonaia Limoncello y asegura que este producto en realidad es un bajativo de alimentos.

    Datos

    La Limonaia elaboró sus productos con algunas tradiciones y recetas italianas de su abuela y con la mezcla de la cultura ecuatoriana.

    La inversión inicial del emprendimiento fue de, aproximadamente, USD 4 000.

    Los emprendedores elaboran cocteles que combinan vodka o la bebida de jengibre, Ginger Ale con sus dos tipos de licores de cedrón y limón.

    Las tareas que demanda el emprendimiento se dividen entre Titi y Luca.

    Luca Galeotti-Flori es uno de los responsables del desarrollo y la expansión de estos licores. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Luca Galeotti-Flori es uno de los responsables del desarrollo y la expansión de estos licores. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Los licores ‘premium’ son su apuesta

    Giovany Astudillo

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    Su propuesta es romper esquemas al lanzar productos innovadores y diferenciados. Desde junio pasado, la Embotelladora Azuaya oferta en el mercado ecuatoriano su gin de la marca Under.

    También, presentó su tercera bebida Ready-to-Drink (RTD). Se trata de un aguardiente mezclado con coco, que se suma a dos licores de la misma categoría, que se venden desde hace año y medio.

    Son vodkas. El primero está combinado con sandía y piña colada y el otro, en cambio, mezcla hierbas con guaraná, que es una fruta brasileña. Según el gerente general de Embotelladora Azuaya, Jorge Talbot, son sabores innovadores y de vanguardia, que están enfocados en los jóvenes. “La aceptación es muy buena en los sitios de diversión”.

    Talbot dice que fueron pensadas para las denominadas ‘prelis’ o reuniones previas que se realizan antes de un compromiso social. Venden 1 000 cajas al mes de estas bebidas listas para servirse.

    En el caso del gin, señala Talbot, en el mundo existe una tendencia por consumir esta variedad y el país no es ajeno a eso. Según él, hace dos años se consumían cerca de 2 500 cajas de gin anuales en el Ecuador. En la actualidad, aumentó a 4 000 cajas. De esa cantidad, prevén llegar a tener el 40% de la participación del mercado nacional durante este 2016.

    Camilo Sarria, gerente de Marketing y Trade de Embotelladora Azuaya, dice que en el gin también buscaron romper esquemas. “Este licor es conocido como sobrio y el nuestro fue presentado de una forma diferente. Tiene estilo más colorido y urbano, más vinculado a los jóvenes”.

    Él asegura que es la única botella de gin en el Ecuador que es redonda y contiene un litro. La mayoría es de 750 mililitros.

    El lanzamiento de estos nuevos productos generó efectos positivos en los resultados de esta empresa cuencana. Talbot señala que, pese a que el 2016 es un año complicado por la situación económica del país, prevén vender la misma cantidad que en el 2015.

    “Ese resultado se concretó debido a la incorporación de estos nuevos productos”. Hasta finales de este año aspiran comercializar 250 000 cajas al año. De las ventas totales, los nuevos productos representan el 25%. El resto corresponde a la línea de aguardientes de la marca Cristal.

    En el segmento de licores ‘premium’, esta compañía también incursionó en la producción de whisky. Sarria dice que este caso tiene la variedad blended, que resulta de la del scotch escocés y del bourbon americano.

    “Es muy versátil y se puede consumir con cola o agua mineral. Al ser dulce ha pegado muy bien entre la juventud porque lo toman con cola y las personas mayores lo hacen con agua mineral”.

    El otro whisky es el primero de su tipo en producirse en el país. Es un blender mezclado con canela. Según Talbot, puede ser usado como un bajativo luego de las comidas o en una ‘preli’ para mejorar el ambiente y es muy noble cuando se emplea en coctelería.

    Cada mes comercializan alrededor de 2 000 cajas. Sarria dice que en el caso de la presentación del whisky también rompieron esquemas. Su botella no es la típica redonda y alta sino es plana y pequeña. La intención fue que se diferencie en la percha entre los productos de la competencia.

    Hace cuatro meses, en aguardientes también realizaron innovaciones. Al mercado lanzaron la presentación de 200 ml para el Cristal tradicional (etiqueta amarrilla) y para el seco. Según Talbot, se pensó en esta presentación debido a las actuales condiciones económicas por las que atraviesa el país. Su precio es de USD 1,99 para el aguardiente tradicional.

    En esta nueva presentación, Embotelladora Azuaya invirtió USD 25 000. Esos recursos se destinaron para adquirir un molde para tener una botella exclusiva para esta compañía.
    Para las otras líneas de licores también se hicieron inversiones. En gin, por ejemplo, se desembolsaron USD 35 000 para comprar nuevas piezas para adaptarlas a la la planta, ubicada en el norte de la capital azuaya. “Tenemos una línea de producción italiana, que es versátil. Se trajeron pequeñas piezas adicionales. Esto nos permitió optimizar la producción”, manifiesta Talbot.

    Él agrega que Embotelladora Azuaya empezó con la innovación de licores en el 2006 a partir del lanzamiento de su ron y los vodkas premium y de gama media.

    Otros detalles

    La historia de la empresa. 
    Embotelladora Azuaya se fundó en 1960. Se creó como una solución para los cañicultores del Austro. Empezó con la fabricación del aguardiente para vender en Azuay y, posteriormente, llegó al resto del país. Manabí, Guayas y El Oro están entre sus principales mercados para el aguardiente.

    Los productos.

    Esta empresa cuencana tiene nueve marcas, entre los diferentes productos de la nueva línea y de aguardientes. Entre otras están Cristal, Black Castle, Platino Vodka, Ron 2 300.

    El proceso.
    La materia prima de la línea premium es importada, pero las formulaciones se realizan en el Departamento de Investigación y Desarrollo. Estructuran las mezclas y proporciones adecuadas, dice el gerente, Jorge Talbot.

    Jorge Talbot, gerente general de Embotelladora Azuaya, y Camilo Sarria, gerente de Marketing y Trade, con las nuevas variedades de licores. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Jorge Talbot, gerente general de Embotelladora Azuaya, y Camilo Sarria, gerente de Marketing y Trade, con las nuevas variedades de licores. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Desde Latacunga sus licores buscan mercado

    Bolívar Velasco
    (I) redaccion@revistalideres.ec

    La coyuntura económica del país fue una prueba de fuego para este negocio. Primero, por la inversión que hizo para montar una planta moderna de procesamiento de licores y bebidas denominada Licorec S.A.

    Y segundo por los riesgos que supone el retorno del capital en tiempos económicos difíciles.
    Pese al escenario, la familia Campos Aguirre, con las firmas de licores Campuesa e Impalcasa, dieron un salto hacia la elaboración de bebidas alcohólicas con una flamante planta que se levantó en un terreno de nueve hectáreas en Lasso, cantón Latacunga, en la provincia de Cotopaxi.

    En realidad el proyecto de las dos empresas fue una apuesta para mantener presencia en el mercado con marcas de licores internacionales, que ahora se elaboran en el país con materia prima extranjera.

    Así lo resume Freddy Campos, presidente y uno de los socios fundadores de esta firma ecuatoriana. También, explica que una de las razones de peso que los llevaron a invertir USD 8 millones para levantar la obra fueron los aranceles e impuestos que se aplicaron a los licores importados en años pasados. Esta medida de las autoridades les trajo contratiempos para sostener las marcas extranjeras en el mercado nacional.

    Campos agrega que por ese motivo optaron por importar la materia prima para elaborar, por ejemplo, el tequila El Charro.

    En la actualidad Licorec S.A. procesa este licor bajo licencia de los dueños de esa marca mexicana. “Es el mismo tequila pero elaborado en el Ecuador”, explica.

    El montaje de la planta de licores fue como una carrera contra el tiempo. La meta inicial era atenuar la carga de los Impuestos a Consumos Especiales (ICE) a los licores que empezaron a tomar fuerza en el 2012, como lo recuerda Diego Aguirre, gerente de Campuesa.

    En Lasso la planta se levantó durante un año y medio desde el 2012; un año después, en el 2014, empezaron a producir los licores.

    Además de tequila, se elaboran marcas como whisky, ron, vodka, aguardiente, cremas para cocteles, entre otros.

    Para Fabián Campos, otro de los socios, el mercado de licores no es tan fácil en este momento complicado de la economía.

    Él hace un repaso a las proyecciones que tenían. “Las perspectivas que hace tres años manejábamos era el retorno de la inversión en cinco o seis años. Pero como están las cosas creemos que nos tomará más tiempo”.

    La fábrica de Lasso trabaja en un 35% de su capacidad total, y según los directivos de Licorec, no es posible incrementar por ahora el ritmo por falta de capital.

    Campos lo explica de esta manera: “Los 10 primeros días de cada mes tengo que pagar el ICE, considerando que el crédito que damos a las diferentes cadenas de distribución es de hasta 120 días, es decir, nos quedamos sin liquidez hasta que retornen los pagos de esas ventas”.

    El origen de estas firmas, que tiene 35 años de creación, fue la distribución de licores.
    Sus fundadores fueron José Miguel Campos y Arturo Román (padres) quienes empezaron en Santo Domingo, Quito y posteriormente en Guayaquil.

    En la actualidad, se manejan como un equipo de trabajo con presencia a escala nacional y por intermedio de las compañías Campuesa, Impalcasa y Codicentro. Ellos comercian 18 marcas de bebidas que se exhiben en diferentes centros de consumo masivos del país.
    Las fuentes de trabajo que generan estos socios son para 120 familias que colaboran en la fabricación y distribución.

    Su estrategia para llegar al público son las promociones en eventos públicos y privados.

    Freddy Campos, presidente de Campuesa, exhibe una de las bebidas que procesan en la planta de licores. Foto: Juan Carlos Pérez  para LÍDERES
    Freddy Campos, presidente de Campuesa, exhibe una de las bebidas que procesan en la planta de licores. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Bacardí pide revocar la medida que permite a Cuba registrar marca Havana Club

    Agencia EFE

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    La empresa Bacardí pidió el martes 16 de febrero del 2016 a las autoridades de Estados Unidos que revoquen la licencia otorgada al Gobierno cubano en diciembre pasado con el fin de que pueda registrar la marca Havana Club en este país.

    En un comunicado, Bacardí informó que hizo una petición oficial en ese sentido a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés), responsable de la decisión anunciada en diciembre pasado, que, a juicio de la compañía, es contradictoria con la posición asumida por esa misma dependencia del Departamento del Tesoro en 2006 y no tiene «justificación legal» alguna.

    Por ese motivo, Bacardí reclama a la OFAC que revoque la licencia con efecto retroactivo para impedir que Cuba y su socio en este negocio, la empresa Pernod Ricard, comercien «ilegalmente» con una propiedad «robada» y también para que los dueños de propiedades expropiadas por la Revolución cubana no sean víctimas por una segunda vez.

    Bacardí, creada en Cuba en 1862 y hoy con sede en Bermudas, y la estatal Cubaexport han mantenido un litigio en los tribunales estadounidenses sobre el derecho al uso de la marca Havana Club desde hace dos décadas.

    Bacardí ha vendido en EE.UU. su propia marca de ron Havana Club, destilado en Puerto Rico, desde la década de los años noventa, mientras que Cubaexport es la única poseedora de la marca para su distribución en el resto del mundo, un negocio en el que tiene a Pernod Ricard como socio al 50 %.

    En diciembre pasado, el Gobierno de Estados Unidos decidió permitir al Gobierno cubano la comercialización de Havana Club en el país norteamericano, lo cual por ahora solo sería posible si se levantara el embargo comercial a Cuba, una decisión que corresponde al Congreso de EE.UU.

    Bacardí compró los derechos de la marca Havana Club a los creadores y propietarios originales, la familia Arechabala, que elaboró este ron en Cuba desde los años treinta hasta 1960, cuando sus instalaciones y activos fueron expropiados por la Revolución.

    En el comunicado de hoy, Bacardí se declara «la propietaria actual y legal» de todos los derechos y reclamaciones relativos a la marca Havana Club en Estados Unidos y «la única entidad autorizada a vender» ese ron en el país.

    La empresa recuerda que presentó en su día una solicitud ante la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU. para registrar la marca de ron Havana Club, aún pendiente de respuesta.
    Ya a comienzos de febrero, Bacardí apeló a la Ley de Libertad de Información (FOIA) para solicitar a la OFAC una explicación respecto a la concesión de la licencia a Cuba, que a su juicio viola la «letra y espíritu de las leyes estadounidenses».

    En el comunicado de hoy, Bacardí, señala que ninguno de los cambios en la política de EE.UU. hacia Cuba en curso «sugiere remotamente» que este país deba dejar de lado una legislación bien fundamentada e ignorar el mandato legislativo de proteger los derechos de los propietarios de activos confiscados y sus herederos.

    Por el contrario, dice Bacardí, los cambios anunciados están todos dirigidos a ayudar al pueblo cubano a «ganar una mayor independencia del Estado» y la Administración del presidente Barack Obama nunca ha revelado al publico su intención de renunciar a las propiedades expropiadas y las reclamaciones por expropiación.

    Havana Club creó el nombre "Havanista" para cuando pudiera vender en Estados Unidos, después de que Bacardi ganara una batalla legal impidiéndole usar su famosa marca. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE
    Havana Club creó el nombre «Havanista» para cuando pudiera vender en Estados Unidos, después de que Bacardi ganara una batalla legal impidiéndole usar su famosa marca. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE
  • Los licores embriagan de sabor a los menús

    Redacción Cuenca

    Costillas de cerdo en salsa Jack Daniel’s, lomo de res en vino tinto, salmón en mantequilla y champán o postres con amaretto son algunas de las opciones que llaman la atención en los menús de restaurantes fusión. Usar bebidas alcohólicas como el ingrediente que da el sabor a las carnes, arroces y pasteles no es nuevo, ya que esta técnica se usaba desde 1800 en la cocina francesa.

    En ese país surgió la técnica de flambear o flamear donde se impregnan con licor, crepes, carnes o mariscos, y se prende fuego hasta que se evapore el alcohol y esa preparación queda con una textura crocante y un sabor diferente, explica el chef Miguel Salazar.

    En Ecuador esta técnica de preparación existe desde los 80, cuando la cocina francesa ingresó con fuerza. Sin embargo, desde hace ocho años, cuando se posicionó la gastronomía fusión -que toma ingredientes y técnicas de diferentes países y los combina en sus platos-, el alcohol tomó protagonismo en las preparaciones, asegura Salazar.

    En el Centro Histórico de Cuenca, de un local de 30 m2 emana un olor a chocolate, merengue y ron. Es Golosinas Dikaty, que con más de 10 años en el mercado oferta tortas con coñac, chocolates con champán, ron, amaretto, triple sec, entre otras. Para la propietaria del negocio, Katy Tamayo, el licor es fundamental para dar sabor a las masas dulces y a la chocolatería.

    Esta cuencana explica que estos platos pueden ser consumidos por menores y adultos, ya que la preparación pasa por un proceso de cocción que evapora el alcohol. Hay otros tipos de pasteles a los que se les agrega el licor, por ejemplo coñac, al final, para remojar la masa.

    A unas cuadras de Dikaty está el restaurante y bar La Parola, que es conocido por su risotto, una suerte de arroz cremoso acompañado de champiñones, vegetales o camarones. Xavier Torres es el chef y revela que su secreto para concentrar el sabor de esta preparación es usar vino blanco, preferiblemente de buena calidad, como un sauvignon blanc o chardonnay, que son cepas de vino blanco francés. El menú de La Parola también tiene lomo en vino tinto, roast beef en coñac y tamarindo… Es clave usar licores de calidad, y si se trabaja con una marca no cambiarla, para no afectar al sabor de los platos, explica Torres.

    A propósito de este consejo, el chef de La Parola señala que la restricción a la importación de licores sí ha afectado el costo de los platos. Sin embargo, “no puede trasladarse ese incremento al precio final, ni tampoco se puede cambiar por un producto de menor costo, porque el comensal siente la diferencia”.

    Los restaurantes y locales de dulces no son los únicos que utilizan licor para dar sabor a su menú. En las aulas del Instituto San Isidro, unas llamas se levantan de las sartenes mientras los estudiantes con destreza lanzan chorritos de licor a sus preparaciones para mantener esa llama. Esa técnica se llama flameado y es clave en la formación de los chefs, dice el catedrático John Valverde.

    “El consumidor ecuatoriano ha afinado su paladar y cada vez está dispuesto a experimentar sabores nuevos como los glaseados con whisky, salsas con vodka, vinagretas con jerez, etc.”, comenta este docente, mientras enseña a sus alumnos.

  • Las ventas de licores caerán en un 70%

    Un panorama negativo es lo que prevén los importadores de licores para el último trimestre.

    Felipe Cordovez, representante de la Asociación de Importadores de Licores del Ecuador, explicó que en dicho período las ventas caerán un 70%, producto del incremento de aranceles en el país.

    La medida, que aplicó el Consejo de Comercio Exterior el pasado 15 de junio, establece un arancel de 1% más USD 0,25, por grado alcohólico. A la fecha, esto ha generado una caída de las ventas en el orden del 85% en productos como ron, whisky y vodka.

    En el país se importan al año alrededor de 600 000 cajas de licor, con una comercialización similar. El 60% de las ventas se produce en la temporada de Navidad y fin de año.

    Con aranceles superiores, a los compradores les tocará adquirir productos alcohólicos con precios más altos. Solo durante los dos primeros meses de aplicada la medida gubernamental se registraron incrementos de hasta 320%.

    “El impacto no es para las personas con alto poder adquisitivo, sino para los demás. Por ejemplo, quienes compraban un whisky estándar a USD 25 ahora y, en los meses posteriores, deberán pagar USD 40 o más. Mientras que los que adquirían un whisky de USD 8 lo encuentra ya y, en adelante, en USD 30”.

    Por esta razón es que el contrabando, desde aplicada la medida, ya golpea. Del total de venta de licores importados a Ecuador, este representan entre el 10% y el 15%. Sin embargo, para el último trimestre su participación sería mayor, por los precios y la demanda en el mercado.

    Quienes se aprovisionan de este producto saben que viene desde Colombia y Perú. En este último país, un whisky estándar, por ejemplo, cuesta USD 15. Aquí vale 50. Los comercializadores, que se han ‘stockeado’ para la temporada con menos producto, esperan que el impacto del contrabando no sea fuerte.

  • Salmón, langostinos, mousse… con cada copa

    Redacción Cuenca

    En redes sociales los usuarios suben fotos tomadas en restaurantes, disfrutando de catas de vino, champaña o cava (una variedad de espumante), entre otras bebidas.

    Cada imagen va acompañada de pequeños textos que explican las características de la bebida como: afrutado, con cuerpo, añejado, tonos de roble… Además, en esos restaurantes los meseros sirven con cada copa entradas de salmón aromatizado con eneldo (una hierba), langostino en curry rojo, mousse de limón, entre otras preparaciones, que realzan el sabor del licor y los alimentos. A esta suerte de mezcla entre licor y comida se le denomina maridaje.

    Esta estrategia de invitar consumidores a restaurantes es una de las apuestas de la división licores de los Almacenes Juan Eljuri, que a través de estas actividades busca el posicionamiento de sus marcas, explica el gerente de esta área de Comercialización, Fausto Cornejo.

    Esta táctica, con cinco años en el mercado, surgió para lograr un mejor acercamiento al público objetivo y posicionar la marca usando medios alternativos. Esta división de licores destina USD 100 000 al año en la organización de estas degustaciones y realiza más de 300 catas en igual periodo, explica Cornejo.

    Esta forma de publicitarse tiene eco porque la gastronomía evoluciona junto al consumidor ecuatoriano, que se ha familiarizado con el maridaje. Este público no busca embriagarse, sino usar la vista, el olfato y el gusto para deleitarse, dice el sommelier portugués Tiago Pinto, durante una cata de la cava marca Freixenet, a la que asistieron 20 personas.

    Una de las participantes fue Gabriela Vázquez, quien se deleitó con los platos y tres tipos de cava. «Son actividades donde se aprende y se disfruta. Es lógico que fidelice consumidores».

    Más sobre esta idea Catas caseras.  Desde el 2012, los compradores de ron Zacapa pueden realizar catas en su casa si garantizan la asistencia de 14 amigos. Almacenes Juan Eljuri lleva el sommelier y los diferentes tipos de ron para esta actividad.

    Los restaurantes.  Los lugares donde se realizan las catas son locales que compran los productos de licores de Juan Eljuri. Estos eventos se hacen entre 15 y 20 personas.

    La evolución. Estas degustaciones se hacían hace cinco años para 80 o 120 personas en lugares grandes. Pero se disminuyó el número de personas para garantizar personalización y dar un mejor mensaje.

  • La guerra del whisky en EE.UU.

    AFP

    Dos gigantes del whisky, la empresa estadounidense Jack Daniel’s y la británica Diageo, se declararon la guerra en Estados Unidos. ¿El botín que se disputan? La denominación de origen ‘Tennessee whisky’.

    El whisky del estado de Tennessee «es atacado», afirma Brown-Forman, la compañía que produce anualmente cerca de 11 millones de cajones de Jack Daniel’s. A instancias del destilador, ese estado del centro-este de Estados Unidos aprobó una ley el año pasado para otorgar por primera vez una definición legal al ‘Tennessee whisky’.

    Desde entonces el nombre está reservado al destilado producido en el estado a partir de al menos 51% de maíz, envejecido en barricas nuevas de roble y filtrado luego de permanecer 10 días en recipientes llenos de carbón de arce sacarino, un proceso que le aporta su sabor y aroma distintivos. Es la receta del Jack Daniel’s.

    Pero a Diageo, líder mundial de bebidas alcohólicas, con marcas como el whisky Johnnie Walker, el vodka Smirnoff y la cerveza irlandesa Guinness, no le cayó bien la normativa. Aunque el grupo solo vendió, a través de su filial George Dickel, 130 000 cajones de ‘Tennessee whisky’ en el 2013, se puso de punta contra esta ley, que considera favorece injustamente a su competidor.

    «El año pasado, a través de maniobras fraudulentas y engañosas, Brown-Forman convenció a los legisladores de definir el ‘Tennessee whisky’ de acuerdo con la receta del Jack Daniel’s, eliminando de hecho la flexibilidad que los productores de whisky han disfrutado durante más de 130 años en el estado de Tennessee», e impidiendo la innovación, dijo Guy Smith, vicepresidente ejecutivo de Diageo Norteamérica.

    Nueva York, AFP

  • Italia manda en el ranking de los productores de vino

    El Mercurio de Chile Grupo de Diario América (GDA)

    Un aumento del 2% en la producción le permitió a Chile mantenerse como el sexto mayor productor de vino a escala mundial. De acuerdo con los resultados del ranking elaborado por la Organización Internacio­nal de la Viña y el Vino (OIV), el país produjo 12,8 millones de hectolitros durante el 2013. Dicha cantidad es superior en 300 000 hectolitros a los registrado el año previo (12,5 millones). Un dato es que Chile se posicionó por segundo año consecutivo en el sexto lugar.

    Este año, no obstante, hubo modificaciones importantes en el top ten. Es así como China -desplazado por Argentina de la quinta posición- retrocedió a la octava plaza, luego de que su producción cayera a 11,7 millones de hectolitros; el país trasandino produjo 14,9 millones (representó un alza del 27%).

    Italia se mantuvo a la cabeza mundial entre los productores, con 44,9 millones de hectolitros y un alza del 2%, aunque lo más llamativo del informe fue el segundo puesto que recayó este año en España. Este país adelantó a Francia, gracias a un fuerte incremento del 37% respecto del 2012, hasta 42,7 millones de hectolitros.

    El auge de España se relaciona con una vendimia récord (fueron 50,6 millones de hectolitros, si se suman al vino el jugo y el mosto), que tuvo como corolario la no vinificación de un volumen nunca alcanzado de 7,9 millones de hectolitros, frente a los 56 millones habitualmente, señaló la OIV.

    En Francia, en tanto, la producción registró un alza de 2%, a 42 millones. A mucha distancia del cuarto, con 22 millones (7%), se ubicó EE.UU.

    Tras Chile, Australia y China, quedaron Sudáfrica con casi 11 millones de hectolitros (4%); Alemania, con 8,3 millones (-8%); Portugal, con 6,7 millones (7%); Rumania, 4,3 millones (29%) y Grecia, 3,7 millones (19%).

    14,9 millones de hectolitros fue la producción argentina de vino el 2013.