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  • La organización campesina rinde sus frutos en Molleturo

    Redacción Guayaquil

    Las lechugas, coles, zanahorias, papas, y rábanos se exhibieron frescos bajo una carpa que instalaron los miembros de la Asociación de Productores Agroecológicos de Cochapamba. Fue tan solo una parte de la producción que mostró este grupo de campesinos de la parroquia Molleturo, en el cantón Cuenca, durante una visita del vicepresidente de la República, Jorge Glas a esta localidad, el pasado 8 de agosto.

    Luis Peñaloza, presidente de la asociación que agrupa a 16 campesinos del poblado de Cochapamba, una localidad asentada en el páramo azuayo, demostró su complacencia por la acogida que tuvieron sus productos durante esa visita. Los campesinos aprovecharon sus habilidades ancestrales en el cultivo de hortalizas, legumbres, verduras, tubérculos y plantas frutales, y sus conocimientos en la elaboración de abonos orgánicos, para comercializar, desde el 2014, productos con valor agregado. Previamente recibieron una capacitación en temas de comercialización a cargo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap).

    El grupo de comuneros ahora elabora mermeladas de fresa y mora que las comercializan en presentaciones comerciales de media libra; también vinos de naranjilla y hortalizas empacadas en envases de una libra. Además, ofertan ‘mixes’ de plantas medicinales y aromáticas que también cultivan de forma orgánica, empacadas en presentaciones de cuatro onzas y media libra.

    Buena parte de la producción de esta pequeña asociación campesina se vende a la empresa JuneField, que desarrolla un proyecto minero en la zona y utiliza los productos para preparar la comida de su personal. “Nosotros nos capacitamos entre todos para manejar bien lo recursos naturales, para no introducir ningún tipo de productos químicos, y darles valor agregado a lo que cosechamos”, indicó Peñaloza.

    En la misma parroquia, pero en el poblado de San Pedro de Yumate, otro grupo de 10 campesinos se organizó para crear la Asociación de Pequeños Productores Agroecológicos Yumate. A través de la unidad, los campesinos elaboran desde inicios del 2015 quesos, abono orgánico y vino artesanal. Los productos son comercializados en la misma comunidad, pero la asociación tiene la intención de seguir amplían las ventas. Este grupo también se capacitó con el Magap, en asesoramiento técnico para mejorar sus destrezas en comercialización.

    Esta asociación posee actualmente media hectárea cultivada con papas, que están listan para ser cosechadas y luego comercializarlas en fundas con etiquetas. “Ahora ya estamos vendiendo el vino en canecas. A futuro queremos tener nuestro propio negocio y ser pequeños empresarios”, mencionó la comunera Catalina Quishpe, presidenta de esta pequeña asociación. Ella cultiva papas y hortalizas que luego vende a través de su asociación. A través de esta también se comercializa queso y yogures.

    En el caso de los campesinos de Yumate, ellos obtuvieron un crédito inicial de USD 1 000 para ampliar la comercialización de sus productos.

    Las asociaciones de productores de las comunidades de Cochapamba y Yumate ahora le dan valor agregado a su producción orgánica. Foto: Wladimir Torres / LÍDERES
    Las asociaciones de productores de las comunidades de Cochapamba y Yumate ahora le dan valor agregado a su producción orgánica. Foto: Wladimir Torres / LÍDERES
  • Un plan para producir más trigo en el país

    Cristina Marquez

    Motivar a los agricultores de seis provincias a optar por la siembra de trigo con la entrega de insumos, capacitación y asesoría técnica, es una de las estrategias propuestas por la Asociación de Molineros del Ecuador (Asermol), para incrementar la producción de este cereal en Ecuador.

    La Asociación está integrada por las 12 industrias nacionales que elaboran productos alimenticios a base de trigo. El proyecto es parte del programa de responsabilidad social de esa organización, con el fin de apoyar al fortalecimiento de ese sector productivo.

    Las 4 024,33 toneladas que en promedio se producen en Ecuador significan el 0,44% del total de la demanda anual nacional. El sector molinero aspira adquirir toda la cosecha de este año.
    Otro objetivo del proyecto es apoyar en el mejoramiento de la calidad de la semilla y las técnicas de manejo de los cultivos. Con ello esperan también mejorar la calidad de la materia prima que adquirirán en años posteriores.

    “Es un plan a largo plazo. La primera fase del proyecto es un acercamiento con los agricultores para motivarlos a recuperar este cereal y reactivar la producción. Todo es parte de nuestro compromiso con el desarrollo económico del país”, dice Fátima Villacís, directora ejecutiva de Asermol.

    Esta organización invirtió un total de USD 120 000 en un proyecto piloto que empezó a ejecutarse el año pasado, por medio de un convenio con la firma Trigocer. Esta empresa, calificada como semillerista de la variedad de trigo vivar, se dedica a repartir semilla certificada y a apoyar a los agricultores en el transcurso del cultivo, cuidado y cosecha.

    El proyecto es parte de un convenio que Asermol firmó con el Ministerio de Agricultura. El sector molinero se comprometió en adquirir el 100% de la cosecha del país al precio indicado por esa cartera de Estado, de USD 22 por cada quintal.

    Como contraparte, los molineros pidieron al Magap construir centros de acopio y dar acompañamiento para mejorar la calidad de la semilla y la producción.

    “Una limitante en el proyecto es la falta de semilla certificada. Hay muy poca en el país, mientras que en el extranjero nos ofrecen trigo de excelente calidad y de la textura adecuada para pan, galletas, y otros productos que requieren una variedad específica de trigo para cumplir con los parámetros de calidad”, afirma Villacís.

    Moderna Alimentos, una empresa dedicada a la fabricación de harina de trigo y productos derivados como aquellos de panadería, pastelería, pastas, fideos, mezclas instantáneas y una línea gourmet, es parte del plan de Asermol, pero también emprendió un proyecto propio.
    De hecho, su plan para impulsar la producción de trigo en el país fue la primera iniciativa desde el sector privado, que buscó fortalecer a ese sector productivo. Ellos iniciaron el proyecto en el 2010, como parte de su programa de responsabilidad social.

    Ese año compraron 38,3 toneladas trigo nacional por de USD 16 652. Cinco años después, en el 2015, compraron 3 000 toneladas por un monto de cerca de USD 1,4 millones. Para Mariela Gómez, responsable del proyecto, la cifra es el indicador del éxito que ha tenido el plan de impulso a la producción nacional de trigo, que se implementó en seis provincias.

    “Cuando empezamos el proyecto nos encontramos con una realidad muy triste. Los agricultores habían abandonado los campos, el poco trigo que se producía se utilizaba en mayor parte para el consumo familiar y la gente se había olvidado de cómo sembrar el trigo”, dice Gómez.

    La empresa empezó su plan con una investigación sobre las variedades de trigo más aptas para los campos ecuatorianos. Firmaron convenios con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y con el Magap.

    Otros procesos que llevaron a cabo fueron la entrega de kits agrícolas como anticipo del pago por la producción, capacitación y acompañamiento técnico para los agricultores.

    Moderna Alimentos participa en el plan de la Asociación de Molineros. Sin embargo, cuenta con un plan propio para fortalecer al sector productor de trigo, que inició en el 2010. Foto: Raúl Díaz para Líderes
    Moderna Alimentos participa en el plan de la Asociación de Molineros. Sin embargo, cuenta con un plan propio para fortalecer al sector productor de trigo, que inició en el 2010. Foto: Raúl Díaz para Líderes
  • USD 150 millones es el impacto del terremoto en exportaciones

    Redacciones de Quito y Guayaquil

    Un total de USD 150 millones se dejarán de exportar, por el terremoto que vivió el país el pasado 16 de abril. A este cálculo llegó la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) luego de analizar, la producción, infraestructura y logística de las firmas exportadoras que se asientan en Manabí y Esmeraldas, las dos provincias más afectadas por el sismo

    Las exportaciones desde ambas provincias representan el 8% del total nacional. Pero según Fedexpor esta cifra puede estar subestimada porque no toma en cuenta que hay productos de la zona que se envían por puertos ubicados en otras provincias de la Costa.

    Camarón, cacao, conservas de atún, café, oleaginosas, artesanías de tagua y sombreros de paja toquilla son las exportaciones más impactados por el terremoto (ver página 13).

    Según Daniel Legarda, presidente de Fedexpor, la afectación no es generalizada y, de alguna manera, el sector exportador logró resistir a la situación. “En el sector con más evaluación de daños, por desarrollar su actividad -en su mayoría- en el cantón Pedernales, es el camaronero. Allí se cuentan 14 000 hectáreas afectadas, de las cuales 6 000 fueron totalmente destruidas”.

    Según datos proporcionados por la Cámara Nacional de Acuacultura, la reactivación en estas zonas podría llegar a costar USD 40 millones y demoraría entre seis y ocho meses. Las áreas afectadas representan entre el 8 y el 10% del volumen de exportaciones de camarón en el país.

    Las ventas de este sector venían creciendo, pero con el terremoto se prevé un descenso en esa curva.

    En el caso de pesca y, en particular la de atún, la mayoría de empresas registró daños menores. “Un muro que se cayó, una máquina que se desconfiguró, entre otros. En ciertos casos paralizaron la actividad unos días hasta que todo volviera a la normalidad y luego continuaron con el procesamiento y exportación”, señala Legarda.

    Los pescadores también esperaron que las aguas del mar vuelvan a la normalidad ya que sí hubo una alteración en la cantidad de peces. El impacto no fue alto porque existía stock de producto.

    El año pasado las ventas del sector pesquero alcanzaron, de acuerdo a datos de la Cámara Nacional de Pesquería, alrededor de USD 3 300 millones. El peso de las empresas de Manta en el negocio es de alrededor del 55% del total.

    Una de las empresas afectadas fue Empacadora del Pacífico, con base en Pedernales. El 20% de la planta de procesamiento resultó afectada por el sismo, según Roberto Ruales, jefe de Recursos Humanos. “La rehabilitación de la parte afectada tomará unos seis o siete meses”, según Ruales.

    Pese al mal momento esta empresa se muestra con ánimo. “El terremoto nos golpeó pero tarde o temprano teníamos que reactivarnos. Son casi 800 familias que dependen de la empresa. A veces es un poco complicado con la gente que está un poco dolida, pero se les dijo que aquí están sus plazas de trabajo y que una vez que pase el impacto las actividades se reanudarán por completo”.

    Bruno Leone, directivo de este gremio, explica que las plantas procesadoras en Manta resistieron el sismo y que el impacto fue en el puerto. “No es una cosa mayor, pero sí se registraron desniveles; se afectaron muros y pilotes del muelle, etc. Las empresas ahora están operando normalmente”.

    Legarda indica que pese a estas afectaciones la operación en el puerto de Manta se reactivó de forma rápida y, de la misma manera, comenzó el proceso para reparación gracias al seguro -y reaseguro- de esta infraestructura.

    Otros de los sectores que sufrieron impactos, aunque de tipo marginal, fueron los de tagua y paja toquilla. Se trata, incluso, de empresarios de la economía popular y solidaria de las provincias.

    Fedexpor calcula que hay cinco empresas que resultaron mayormente afectadas, vinculadas con la venta al exterior de productos oleaginosos, chips, agroindustria de conservas de ají, de conservas de pesca, entre otros.

    Para ayudar, entre otros sectores, a los exportadores la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI) cuenta con un fondo de apoyo que incluye donaciones y créditos, dijo Legarda. Compañías de varias áreas colaboraron.

    Otro impacto para las exportadoras de las provincias es en los trabajadores. Se calcula que entre el 15 y el 20% de estos tienen una afectación directa, principalmente de falta de vivienda.

    Cmarón: Piscinas dañadas en Manabí

    Uno de los sectores productivos más afectados por el terremoto del pasado 16 de abril es el camaronero, particularmente concentrado en las provincias de Manabí y Esmeraldas.

    En la primera provincia la producción se concentra en los cantones Pedernales, Bahía de Caráquez y Jama. Allí se encuentran alrededor de 20 000 hectáreas (ha) de piscinas camaroneras, lo que representa aproximadamente el 10% de todas las tierras dedicadas a esta actividad en el país.

    Manabí también contribuye con alrededor del 10% de todo el crustáceo que exporta Ecuador, que fluctúa entre las 5 y 5,8 millones de libras del crustáceo al mes, según datos de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), gremio que agrupa las empresas del sector.

    José Antonio Camposano, representante de la CNA, considera que el sector camaronero más afectado en Manabí se ubica en el cantón Pedernales. Según el dirigente, en este cantón el 90% de sus ingresos los genera la actividad camaronera y los negocios que dependen de este cultivo. “Pedernales es eminentemente camaronero, de allí la magnitud de la afectación en esa zona”, indica el empresario camaronero.

    Los daños en las camaroneras de Manabí se evidenciaron en la destrucción de las piscinas, que provocaron que el agua salada inunde los estanques, y dañe la producción. El movimiento telúrico también destruyó maquinaria, especialmente la utilizada para el bombeo del agua. Igualmente, las vías utilizadas para sacar la producción se cortaron.

    Según Camposano, de los 600 productores en Manabí, unos 500 quedaron afectados. El gremio acuicultor del país estima que solo en esta provincia existen unas 4 500 personas asociadas a la cría de camarón.

    La destrucción fue tal en esta zona productora del crustáceo que el gremio considera que tardará al menos nueve meses en poner nuevamente en pie.

    “Cualquier afectación directa al volumen de exportación golpea a toda la cadena del camarón, porque hay costos fijos que no se pueden reducir”, asegura Camposano.

    Miguel Uscocovich, productor de la zona de Bahía de Caráquez, en el cantón Sucre, y presidente de la Asociación de Camaroneros de Manabí, dice que el 70% de todas las piscinas de cría del crustáceo resultaron afectadas por el sismo.

    El sector productivo privado anunció el pasado jueves, en Guayaquil su intención de emprender en un gran programa de apoyo para la recuperación económica de las zonas afectadas por el terremoto, que incluye la asistencia técnica.

    Cacao: Centros de acopio, afectados

    Los volúmenes de las exportaciones de cacao no se vieron mayormente afectados por el violento movimiento telúrico del pasado 16 de abril, según voceros del sector.

    Una evaluación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap) del pasado 23 de abril determinó que las afectaciones en la producción agropecuaria se enfocaron en el sector pesquero de las provincias de Esmeraldas y Manabí, y en cultivos como plátano, cacao, maíz, arroz, café y banano.

    La Cartera de Estado detalló que un total de 692 000 hectáreas agrícolas están sembradas en la zona de afectación. De ellas, aproximadamente el 30% estará en temporada de cosecha a partir de junio próximo.

    En las zonas afectadas por el terremoto se espera la cosecha de 27 000 toneladas de cacao hasta junio.

    Los daños provocados por el movimiento telúrico se reflejan en la infraestructura relacionada con el cultivo de cacao. En Manabí, ocho de los 15 centros de acopio de cacao sufrieron algún grado de afectación, mientras que en la provincia de Esmeraldas sufrió daños un centro de acopio, de un total de 20.

    Ecuador exportó 236 066 toneladas de cacao en el 2015, un incremento importante frente a las 199 000 toneladas del producto enviadas en el 2014, según estadísticas del Banco Central del Ecuador.

    Manabí es un importante actor en la producción de la pepa de oro. Hasta abril pasado se contabilizaban 144 611 hectáreas sembradas en toda la provincia, especialmente en las zonas de Chone y el cantón Pichincha.

    Iván Ontaneda, presidente de la Asociación de Exportadores de Cacao del Ecuador (Anecacao), considera que aunque los daños en su sector no resultaron significativos y no influirán en el nivel total de las exportaciones, si demandó una ayuda urgente para los productores de cacao que se vieron afectados. Una de esas ayudas ya la anunció la Corporación Financiera Nacional, con la prórroga para el pago de los créditos.

    En el cantón Pedernales, epicentro del terremoto, existen 593 fincas cacaoteras, que suman 1 916 ha sembradas, según el Censo Agropecuario del 2012. Allí hubo daños estructurales en los centros de acopio.

    “En este momento no tenemos una línea clara de incentivos a las exportaciones, que Ecuador requiere con suma urgencia”, indicó Ontaneda.

    En el caso de la provincia de Esmeraldas, en el sector productor del cantón Muisne, el más afectado por el movimiento telúrico, alrededor de 423 predios están dedicados al cultivo de cacao, con 1 838 ha sembradas, según el Censo Agropecuario.

    Oleaginosas: Las estructuras, con daños

    Las exportaciones de oleaginosas resultaron afectadas tras el sismo, según el balance de Fedexpor.

    Uno de los golpes más fuertes se vivió con la caída de la planta de la empresa Ales. Datos presentados luego del terremoto revelan que la planta de envasado se desplomó y los diferente equipos quedaron totalmente inservibles.

    La infraestructura de la compañía con base en manta y una historia de 73 años, registró daño en mampostería y en las vigas. Según Daniel Legarda, presidente de Fedexpor, luego del sismo la firma concretó un convenio para producir las mismas marcas que tenía con otras empresas del sector. “Igualmente, le tomará entre seis y ocho meses recuperarse”.

    La empresa, además, ha desarrollado mecanismos para apoyar a sus empleados que se dedican, además de la producción de aceites, al desarrollo de artículos de limpieza . Una acción planeada es mantener los puestos de trabajo y así apoyar a 1 009 familias.

    En la actualidad Ales exporta su producción a destinos como Argentina, Colombia, Perú, EE.UU., Japón, Cuba, etc. Entre los productos de exportación se encuentran aceites y grasas, jabones y semielaborados industriales (aceite puro de palma que se encuentra refinado, blanqueado y desodorizado).

    El sismo también afectó las plantas procesadoras y áreas de cultivo de palma de otras empresas de la zona.

    César Loaiza, director ejecutivo de la Federación de Fomento de Exportaciones de Aceite de Palma y sus derivados a escala nacional (Fedapal), indica que hubo ciertos daños en infraestructura y tanques de almacenamiento de extractoras. “La verdad no son muy graves. En la infraestructura de puertos que tenemos para exportaciones también hubo daños en tanques. Se detectaron fisuras y eso exige una revisión. En algunos casos hubo derrames, inclusive”.

    Según Loaiza, la mayor afectación la tuvo la parte industrial. Sin embargo, al momento las plantas se encuentran totalmente operativas y exportando.

    Una información enviada a EL COMERCIO a fines de abril por otra de las empresas procesadoras, La Fabril, revela que su planta no sufrió daños estructurales, pero que luego del terremoto suspendieron sus operaciones en el complejo industrial de Montecristi. Desde la última semana de abril, sin embargo, la empresa trabaja al 100% de su capacidad, en tres turnos.

    La compañía también apoyó a sus trabajadores, quienes enfrentaron pérdidas materiales y humanas , a través de diferentes mecanismos, como entrega de kits y ayuda psicológica.

    Café: Los impactos son menores

    L a producción y exportación de café también sintieron efectos del terremoto. Según Fedexpor, en unas pocas áreas de cultivo se registraron ciertos daños porque se abrieron grietas en las plantaciones. Sin embargo, el daño es algo marginal y no hay una cuantificación de los daños.
    Cada empresa maneja los datos de su situación en cuanto a plantaciones e infraestructura.

    Astley Delgado, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé), explica que no perdieron frutos y, por lo tanto, la afectación no fue mayor, debido a que aún estaban verdes. “Si hubiesen estado maduros con el remezón del terremoto se hubiesen caído. Pero, una afectación sensible no existe por ahora”.

    Hasta marzo se exportaron USD 29, 3 millones de café. Rusia es uno de los principales destinos, aunque el producto también se envía a Polonia, EE.UU., Ucrania y otros países.
    Ecuador exporta café industrializado, arábigo (lavado y natural) y robusta, de acuerdo a información de ProEcuador.

    Delgado señala que el sector enfrentó daños en infraestructura en determinadas haciendas. Ese es el caso de la de Igor Ayala, quien también es directivo del gremio exportador de café.
    Este empresario asegura que los principales daños fueron en las áreas de secado. “En los tendales, en la infraestructura. Como se cayeron paredes esto afectó a las máquinas. También se dañó la parte eléctrica. En realidad son daños no muy grandes, pero sí detienen la producción de la firma”, dijo.

    Según datos de ProEcuador, desde 1860 se cultiva café en el Ecuador. En Manabí, la zona de Jipijapa es uno de los lugares en los que más se produce el fruto, pero también se registran plantaciones en otros sectores.

    Actualmente, indica la entidad, hay más de 100 000 familias dedicadas a la producción cafetalera en el país.

    Ayala está entre los productores. Él explica que en estos momentos se encuentra en proceso de reparación de las maquinarias. Calcula que la afectación de la planta bordea los USD 100 000.

    Con relación a la parte de cultivos dice que están habilitando para arrancar de nuevo y que espera que “cuando ya empiece a salir el café no tengamos ningún inconveniente adicional”.
    Contando desde la semana pasada se espera que en un mes esta empresa esté operativa por completo. Para solventar los gastos, la compañía no tiene previsto hacer un crédito sino reparar con los propios recursos.

    En el caso de los daños a los cerramientos, la reparación de los daños la concretarán a través del seguro que tiene la firma.

    Una de las firmas afectadas por el terremoto del 16 de abril fue Empacadora del Pacífico, que tiene sus instalaciones en Pedernales. Allí se cumplen ahora trabajos de rehabilitación. Foto:  Julio Estrella / LÍDERES
    Una de las firmas afectadas por el terremoto del 16 de abril fue Empacadora del Pacífico, que tiene sus instalaciones en Pedernales. Allí se cumplen ahora trabajos de rehabilitación. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • El Comex y el Magap emprenden plan para mejorar la exportación de mango

    Washington Paspuel

    Ecuador duplicó el monto de sus exportaciones de mango en los últimos cinco años. Según el Ministerio de Comercio Exterior, los ingresos por envíos de la fruta pasaron de USD 17,8 millones en el 2010, a USD 37,5 millones en el 2015.

    Con el objetivo de incrementar estas cifras, los ministerios de Comercio Exterior y de Agricultura, Ganadería y Pesca firmaron la mañana de este miércoles 24 de febrero del 2016, el Plan de Mejora Competitiva del Mango, que involucra cinco acciones para incrementar la producción de la fruta, duplicar las investigaciones para erradicar las plagas que afectan el cultivo, y promocionar el producto en nuevos mercados, tanto externos como internos, entre otras.

    Ecuador cultiva cuatro variedades exportables, con Estados Unidos como principal destino. Ese país absorbe el 85% de la demanda ecuatoriana, según la Fundación Mango Ecuador. Esta entidad, que agrupa a productores y exportadores estima que en el país existen 5 200 hectáreas (ha) destinadas a la exportación.

    Para Sergio Cedeño, presidente de Fundación Mango, el plan de competitividad para la fruta será un impulso para explorar nuevos mercados y ampliar las ventas a los ya consolidados.

    “Uno de los objetivos del plan es promover nuevos mercados, como el mexicano, donde existe un gran potencial”. Pese a su relativa cercanía, México todavía resulta costoso para el mango ecuatoriano, porque el país impone un arancel del 13% a la fruta ecuatoriana. Por el contrario, Canadá no impone aranceles, pero a criterio de los exportadores, se requiere promocionar más la fruta en ese mercado. “Necesitamos participar más activamente, a través de ferias, con el apoyo de ProEcuador”, pidió Cedeño.

    Asia también se proyecta como un mercado con potencial, según los exportadores. El pasado 3 de febrero, el Ministerio de Comercio Exterior informó que la entidad de control fitosanitaria de China acordó con su par de Ecuador las condiciones para el ingreso del mango hacia ese mercado. Con ello, según la Cartera de Estado, se abre el camino para la exportación desde el 2016. Cedeño mencionó que, debido a su lejanía, al mercado chino se podría llegar por avión, como lo hace actualmente Perú.

    Los destinos del mango ecuatoriano experimentan un incremento. En el 2015 la fruta llegó a 19 países, tres más que en el 2014. Según datos del Banco Central, en el 2015 las exportaciones se destinaron principalmente a Estados Unidos (87,8%), Canadá (5,16%) y Chile y Nueva Zelanda, con porcentajes no mayores al 1%.

    Roberto Villalba, analista de estudios del comercio del Magap, explicó que para mejorar la calidad de la fruta, se trabajará con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), para desarrollar un producto, una investigación, y paralelamente se trabajará en un plan de capacitación en temas del cultivo.

    El plan también busca potencializar la demanda interna de la fruta. Fundación Mango recordó que en el país se cultivan alrededor de 56 variedades de la fruta. Marco León, dirigente de la Asociación de Productores del Valle del Chota, en la provincia de Imbabura, aseguró que en zona producen todo el año, pero la demanda sigue siendo escasa. “Hemos gestionado la comercialización con las grandes cadenas (de supermercados), pero todavía no consideran nuestro producto”.

    Los ministerios de Comercio Exterior y de Agricultura firmaron la mañana de hoy, 24 de febrero del 2016, el Plan de Mejora Competitiva del Mango. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
    Los ministerios de Comercio Exterior y de Agricultura firmaron la mañana de hoy, 24 de febrero del 2016, el Plan de Mejora Competitiva del Mango. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
  • El cacao tiene que sortear algunos inconvenientes

    Redacción Guayaquil (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    El cacao es parte de la identidad agrícola del Ecuador desde hace un siglo y uno de los productos no petroleros de mayor exportación, con 109 000 TM en el primer semestre de este año; esto es, 27 000 TM más que en el mismo período del 2014.

    Pero a pesar de que las exportaciones del sector presentaron rubros positivos, los productores están preocupados debido a los efectos que trajo el cambio climático de este invierno en la Costa.

    La estación lluviosa se extendió más de lo previsto este año. Eso derivó en un escenario propicio para la proliferación de enfermedades fungosas, como la Monilla.

    Aunque las autoridades son cautelosas al hablar de la llegada del Fenómeno del Niño, los agricultores creen que los cambios que se registraron en la época lluviosa podrían considerarse una antesala del Fenómeno, que no se ha dado en Ecuador desde 1998.

    En ese contexto, el pasado 27 de agosto el Ministerio de Agricultura (Magap) organizó una reunión del Consejo Consultivo del Cacao en Guayaquil, en donde Javier Villacís, director del Programa de Reactivación de Cacao del Magap, declaró al sector en emergencia fitosanitaria
    .
    Para ayudar a menguar los efectos de las plagas, el Magap entregará kits fitosanitarios gratuitos a los cerca de 100 000 pequeños agricultores de Los Ríos, Guayas y Manabí, que estarían entre los más afectados por la baja en la producción, que en lo que va del año representa unas 10 000 toneladas menos.

    “Para una primera etapa vamos a invertir USD 4 millones. Habrá que esperar cómo se dan las cosas”, comentó Villacís.

    Pero este es solo uno de los retos a los que el sector le hace frente. Esteban Sáenz, presidente de la Asociación de Productores de Cacao de Ecuador (Aprocafa), explica que el país debe trabajar en encontrar compradores que no solo busquen volumen, sino también “denominación de origen”. Esto es, certificaciones que reflejen calidad, procesos adecuados, así como las singularidades del producto.

    Para ello, el ‘cacao arriba’ o de ‘fino aroma’ es la ficha clave. Así lo considera Gonzalo Chiriboga, gerente corporativo de la firma chocolatera República del Cacao.

    Si se trata de competir con volúmenes, Costa de Marfil, Ghana o Indonesia, cuadriplican la capacidad de producción del Ecuador, pero en características organolépticas, el ‘cacao arriba’, de aromas y sabores frutales y florales, tiene sello ecuatoriano.

    “Nuestra razón de ser es rescatar uno de los tesoros agrícolas más importantes del país, el ‘cacao arriba’. Pero, debido a que su productividad no es tan alta como la de variedades clones, los agricultores están migrando”, comenta Chiriboga.

    El empresario añade que apostar a este tipo de cacao significa obtener mejores precios en el mercado, puesto que se llega a pagar hasta USD 250 por tonelada, por encima del precio que se cotiza en bolsa por el cacao clonado.

    “Si entramos a competir por nicho, tenemos una ventaja, pero si entramos por volumen, no”, indica el ejecutivo.

    cacao
    El cacao característico del país es el que se conoce como “fino aroma”, con aromas florales y frutales. Foto: Gabriel Proaño para LÍDERES
  • Ecuador busca incentivar la producción e inversión forestal

    Evelyn Tapia

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    Ecuador tiene 2 616 546 hectáreas disponibles para la producción forestal con fines comerciales; pero actualmente solo 167 000 están destinadas a esta actividad, de acuerdo con información del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).

    En el 2013, esta institución emprendió un plan de incentivos forestales para fomentar plantaciones en un millón de hectáreas y este año, el Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ProEcuador), como eslabón de la cadena, realizó este martes 14 de abril el primer foro internacional Ecuador Desarrollo Forestal 2015, para promover la inversión extranjera en esta área.

    El evento, que reúne en Guayaquil a 27 inversionistas de 12 países, propietarios de plantaciones, empresarios nacionales de muebles y representantes gremiales, se extenderá hasta el jueves 16 de este mes.

    “La idea es propiciar que los inversionistas se reúnan con autoridades de gobiernos locales, del sector productivo y con la empresa privada. Creemos que el país tiene vocación forestal por sus cualidades geográficas, se pueden obtener maderas más rápido de lo que se puede conseguir en otras latitudes”, explicó Víctor Jurado, director ejecutivo de ProEcuador.

    Alrededor de USD 300 millones en inversiones se espera que se concreten luego de este encuentro que busca potenciar la actividad comercial de madera, que en el país alcanza un promedio de 421 000 toneladas métricas anuales.

    Pablo Noboa, subsecretario de Producción Forestal de Magap, destacó durante su intervención en el foro que el programa de incentivos para este sector es uno de los más fuertes que ofrece el Gobierno.

    El plan contempla que el 75% de los costos de plantación y los costos de mantenimiento de los cultivos por los siguientes cuatro años sean reembolsados por el Gobierno a los inversionistas extranjeros, y el 100% a las comunas y asociaciones productivas. El plan contempla plantaciones de ciprés, eucalipto, teca, laurel, balsa, entre otros.

    “De cada dólar invertido vamos a recuperar como país unos USD 5 a 6 en IVA por producto terminado, en manufactura o generación de industrias asociadas”, explicó Noboa.

    El foro culminará este jueves con visitas de campo de los inversionistas a plantaciones en Guayas, Los Ríos y Santo Domingo.

    El encuentro forestal reunió a 27 inversionistas extranjeros. Foto: Gabriel Proaño / El Comercio
    El encuentro forestal reunió a 27 inversionistas extranjeros. Foto: Gabriel Proaño / El Comercio
  • Sector cafetalero se declara en estado de emergencia

    Redacción Quito. Revista LÍDERES

    La semana pasada, el Ministerio de Agricultura de Ecuador (Magap) declaró en emergencia al sector cafetalero. La medida obedece a una reducción de la producción en un 33% en el último año.

    En el 2012, la producción de café en el país superó las 600 000 sacas, de 60 kilos cada una. Pero este año, según los cálculos de la Cartera de Estado, la producción no alcanzaría las 400 000 sacas, causando pérdidas de hasta USD 50 millones en el último año.

    La principal causa de esta reducción es la presencia de roya, un hongo que afecta a las plantaciones de café. «Ecuador sufre el efecto de esta plaga, debido a que el 80% de las plantaciones de café son de edad avanzada», con más de 30 años de edad, explica Rubén Corral, responsable del Área de Investigación del Consejo Cafetalero Nacional (Cofenac).

    El gerente del proyecto de Reactivación de Café y Cacao del Ministerio, Javier Villacís, agregó que la presencia de roya no es un problema reciente ni es exclusivo del Ecuador.

    Esta plaga, según expuso Villacís en rueda de prensa, está afectando a cerca del 50% de las 200 000 hectáreas que se destinan en el país para el cultivo de café.

    Las provincias productoras de café en donde se registra una mayor infestación del hongo roya son Loja, Manabí, El Oro, Pichincha y Bolívar.

    Como medida, el Ministerio proyecta reactivar la producción del grano para recuperar en el corto plazo 165 000 hectáreas de café. De estas, 105 000 hectáreas son de la variedad de café arábigo y las 60 000 restantes de café robusta. También se entregará paquetes con fungicidas a los productores.

    De la primera variedad, 85 000 hectáreas a renovar se encuentran ubicadas en zonas cálidas como Manabí y zonas bajas como Loja, Zamora o El Oro. De la variedad de café robusta, 24 00 hectáreas se renovarán en la Amazonía norte y 36 000 en Guayas y Santa Elena.

    Como parte de este proyecto de reactivación, en el que se invertirán USD 130 millones hasta el año 2020, el Ministerio dispuso la importación de 85 toneladas de semilla de café arábigo del Brasil, resistente a la roya, que permitirán obtener una producción de hasta 40 quintales de café por hectárea.

    «Ecuador produce cinco quintales (244,8 kilos) por hectárea, la idea es incrementar al menos a 40 quintales por hectárea, para tener un promedio competitivo a escala mundial», dijo Villacís.

    Colombia es el mayor comprador de variedad de café robusta ecuatoriano. Hasta agosto de este año había adquirido 109 000 sacos por USD 13,6 millones, de acuerdo con el Ministerio.

  • Asociatividad que rinde frutos

    Bolívar Velasco (F) Redacción Santo Domingo / Líderes. Contenido Intercultural

    Antes de que la microempresa de procesamiento de chifles se estableciera, las 110 familias que ahora dependen del negocio dejaban su cosecha de plátano y de yuca en manos de una cadena de intermediarios.

    Los compradores que llegaban a sus fincas en decenas de camiones les pagaban, por ejemplo, USD 2 por un racimo de barraganete, aunque ellos consideraban que al menos se les debía dar USD 4. Rodrigo Cuenca, el administrador del emprendimiento, recuerda que no objetaban la paga para evitarse malos ratos.

    Pero en el 2004, él analizó que la producción cada vez era menos valorada y por eso decidió organizarse con otros finqueros de la zona rural de Santo ­Domingo de los Tsáchilas.

    La primera idea que se les vino fue sacarle provecho al plátano con la elaboración y venta de chifles. Juntaron USD 1 500 que fueron el resultado de las ganancias y adquirieron pailas, una cocina con hornilla industrial y otros accesorios para la fritura y empacado del producto.

    La primera producción de unas 1 000 fundas de chifle fue motivo de una fiesta en las parroquias de Puerto Limón, El Esfuerzo, San Jacinto del Búa y Luz de América, de donde son oriundos.

    A raíz de eso, hubo mayor compromiso en la organización y en el 2008 gestionaron la legalización de la Unión de Producción Agrícola y Pecuaria.

    A través de la microempresa, hoy se comercializan 25 000 fundas de chifles de 1 000, 500, 200, 85 y 45 gramos. Los precios van desde los 20 centavos hasta los USD 3,50 y se comercializan principalmente en los bares de escuelas y colegios bajo el sello de Tsachibanana.

    Además de Santo Domingo, esta marca también se vende en planteles educativos de Quito, a través de 26 convenios con comerciantes de la capital.

    El Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) y la Escuela de Comercio Exterior de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) se constituyen en un soporte para sostener la organización y conseguir los contactos externos, señala Cuenca.

    El Magap, por ejemplo, les entregó -sin costo- una planta para elaborar alimentos especiales dotada con cocinas industriales, cortadoras, freidoras, mesas y selladoras al vacío. El Ministerio hizo un seguimiento del trabajo de los cultivadores y decidió apoyarlos con herramientas de última tecnología, para sus procesos.

    En contraparte, la Unión de Producción Agrícola y Pecuaria puso el terreno de 180 m² de superficie, en donde se levantó la infraestructura para la planta. Esta se encuentra en la ciudadela de los choferes ubicada en el km 6 ½ de la vía a Quevedo, en el oeste de Santo Domingo de los Tsáchilas. La inversión del Magap fue de USD 134 840.

    En la planta de alimentos cada tres veces a la semana se reúnen 12 integrantes de la microempresa para pelar el plátano, hacer las rodajas, freír el producto y empaquetarlo, para su venta.

    Un día antes de cada jornada, un grupo se encarga de bajar los racimos de plátano, desenterrar la yuca y movilizar esta materia prima desde las fincas hacia la planta. El otro grupo de 12 personas distribuye los chifles en las tiendas y bares de los establecimientos educativos.

    Petita Caicedo dice que el negocio ha sido un salvavidas para ayudar a sostener la economía de su familia. Ella se ocupa de pelar los plátanos y por su labor recibe USD 30 al día, más el almuerzo. En los dos años que lleva en la microempresa ha podido reunir dinero para costear los gastos de los estudios de sus cinco hijos.

    Rosa Simbaña, una de las trabajadoras de la microempresa, señala que por este mes utilizan 5 000 kilos de plátano maqueño y unos 4 000 de barraganete. Del primero sale el chifle de dulce y del segundo el de sal. La mujer se encarga de la trituración en una máquina especial.

    Simbaña señala que en esta temporada las ventas bajan, debido a que por la Navidad y Fin de Año los alumnos buscan otras opciones. Es por eso que las ganancias en los últimos dos meses han sido de USD 300, diarios en promedio. Pero en meses de mayor movimiento, como el inicio de clases, llegan hasta los 600 al día. La inversión que destinan para la producción es de USD 100 al día.

    En la presentación del producto consta el nombre de la marca, el registro sanitario, código de barras, la información nutricional y el semáforo con el contenido de sal, azúcar y grasa. En el momento se hacen gestiones para patentar la marca ante el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI).

    El objetivo, según Rodrigo Cuenca, es llevar a Tsachibanana al exterior. Para eso mantienen contactos con una empresa especializada en control de calidad y diseño de etiquetas. Se espera que este trabajo arroje sus frutos en el 2015.

    La UTE los asesora para exportar el producto. El trabajo ya empezó con contactos con empresarios de Chile y Argentina. Estas gestiones se complementan con la constante actualización del personal conocimientos en temas relacionados con la economía popular y solidaria.

    Eso les ha permitido, por ejemplo, recibir financiamiento del Estado para solventar las necesidades del emprendimiento. En el momento se gestiona un convenio con el Secap, para capacitar a las trabajadoras en tecnificación del proceso de preparación de la materia prima. La idea es que aprenden a organizarse mejor y acelerar el ritmo del trabajo.

    Las zonas plataneras

    Los cultivos. La mayor producción de plátano del país se concentra en el denominado triángulo platanero, que comprende las provincias de Manabí, Santo Domingo y Los Ríos.

    Los datos. En el 2011, a escala nacional, se sembraron 136 323 hectáreas de plátano, de las cuales 43 144 se encontraban en Manabí, 15 917 en Santo Domingo y 12 798 en Manabí.

    Las variedades. Además del plátano barraganete y maqueño existe la variedad del dominico, que tiene de 22 a 30 centímetros de largo.

    Los usos. En Santo Domingo este fruto se emplea para elaborar bolones, empanadas de verde y tortillas fritas. Eso también ha generado el desarrollo de microemprendimientos. 

  • Maquita obtiene más provecho del cacao

    Redacción Guayaquil (F) (F-Contenido intercultural)

    El penetrante aroma a cacao se siente desde el ingreso. En el interior, sus semillas se secan al sol, en una amplia explanada adecuada como tendales, a un costado de dos enormes galpones. Es la primera planta procesadora de cacao que inaugura la Fundación Maquita Cushunchic (MCCH), una organización sin fines de lucro que trabaja con campesinos del país desde hace 29 años.

    La procesadora de cacao está en el km 26 de la vía Perimetral (noreste de Guayaquil). La planta se inauguró el 9 de diciembre, con la presencia de los directivos de la fundación, el Vicepresidente de la República, delegados del Banco Interamericano de Desarrollo, y de los ministerios de Agricultura e Industrias.

    La obra, contó el padre Graziano Mazón, presidente de la fundación, fue el resultado «de una minga», refiriéndose al origen de la inversión de USD 2,22 millones. AgroMaquina, la división de exportación de MCCH aportó con el 31% de los recursos, mientras que el Ministerio de Industrias y el Magap, a través de su proyecto 2KR, con otro 41%.

    El resto del dinero provino de los cooperantes internacionales: ICCO Holanda, Ayuntamiento de Córdoba, Gobierno de Navarra y la Caixa.

    En la planta se procesará parte de las 7 288 toneladas métricas que producen anualmente las 155 asociaciones agrícolas con las que la fundación trabaja desde 1988. Ese año MCCH empezó a incursionar con un pequeño grupo de mujeres que elaboraban polvo y bolas de cacao, y a quienes adquiría su producción.

    La organización exportó 7 563 toneladas de cacao este año. Según la Asociación de Exportadores de Cacao, AgroMaquita es la sexta mayor exportadora del producto en el país y la primera bajo la figura de comercio solidario.

    La producción

    La oferta. La organización elabora chocolate fino de aroma, con porcentajes de hasta el 80% de cacao, crema de cacao y barra de chocolate.

    Las certificaciones. Es acreedora de tres: FLO (Comercio Justo), Rain Forest Alliance y Ecocert (certificación de cultivo orgánico).