Etiqueta: mantenimiento

  • Dar soluciones en mantenimiento es su misión y negocio

    Adriana Bucheli

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    El mantenimiento de la infraestructura de una empresa puede ser complejo cuando se trata de buscar un proveedor, sobre todo si hay imprevistos.

    Identificar la necesidad de servicios integrales del sector corporativo y descubrir que hay mucha informalidad al contratar personal para trabajos puntuales de pintura, plomería, etc., fue el impulso que llevó a cuatro amigos a montar una empresa que ofrezca soluciones al respecto.

    Así nació -en el 2014- Yastá, un emprendimiento que brinda servicios de pintura, cerrajería, plomería, albañilería, electricidad, limpieza, entre otros. Ahora, la empresa está incursionando en el servicio de jardinería, mantenimiento de servidores (equipos críticos), además de remodelación y construcción.

    Camilo Rueda, presidente ejecutivo de Yastá y uno de los fundadores, explica que se buscaba dar formalidad a este tipo de servicios y que los contratantes puedan negociar directamente con otra empresa, garantizando cumplimiento. “Damos soluciones en mantenimiento”, dice Rueda al comentar que le evitan al cliente lidiar con la compra de materiales, o con contrataciones de emergencia. Cuando se trata de trabajos más planificados o de prevención se mantienen reuniones con el cliente, para dar una asesoría previa y se hace una inspección física.

    Para dar sus servicios, Yastá tiene conformada una red de trabajadores de diversas áreas a quienes se denomina técnicos.

    En total suman 80 técnicos activos a escala nacional, aunque cuentan con una base de 200 personas. Ellos coordinan la atención con el equipo interno de la empresa (cinco personas), que además supervisa las actividades.

    Patricio Colimba es uno de los técnicos, especializado sobre todo en pintura, que trabaja con Yastá hace ocho meses. Él asegura que desde que se vinculó su trabajo se ha incrementado.

    Actualmente atienden entre 30 y 40 requerimientos de servicios mensuales, siendo el de pintura el más solicitado. Al inicio se atendían unos 10 requerimientos en promedio al mes. La compañía está presente en Quito, Guayaquil, Cuenca, Ibarra, Riobamba, Ambato y algunos puntos del Oriente.

    Cuenta con 15 clientes que son empresas grandes de los sectores de la banca, seguros, alimentos, tecnología, salud, suministros de oficina, turismo, entre otros.

    Uno de sus clientes es Tecniseguros. Darwin Ramírez, vicepresidente de administración y finanzas de esta empresa, asegura que en los dos años que trabajan con Yastá han recibido una respuesta de calidad y rápida.

    La inversión inicial para poner en marcha el negocio fue de USD 15 000, pero se han hecho otras reinversiones que suman cerca de USD 30 000. Dentro de su plan de negocios está recuperar la inversión en su totalidad en el 2019, pero esperan empezar a generar utilidades para su repartición entre los socios este año.

    Mientras tanto, Yastá va encaminada a superar sus previsiones de trabajo. En su primer año (de julio a diciembre) las ventas fueron de unos USD 50 000. En 2015 la cifra se duplicó y en 2016 llegó a los USD 115 000. Para 2017 está presupuestado alcanzar los USD 320 000 y, según sus cálculos, lo conseguirán. Durante el primer trimestre del año llevan ventas de USD 51 800, superando la previsión, que era de USD 42 000.

    Camilo Rueda, presidente de Yastá, explica que para este año aspiran a llegar a una meta de ventas de USD 320 000. Fotos: Paúl Rivas / LÍDERES
    Camilo Rueda, presidente de Yastá, explica que para este año aspiran a llegar a una meta de ventas de USD 320 000. Fotos: Paúl Rivas / LÍDERES
  • Roberto Carrión: un emprendedor sin fronteras

    Mónica Orozco / Redacción Quito / LÍDERES

    La crisis financiera de los años noventa obligó a miles de ecuatorianos a salir al exterior. Roberto Carrión fue uno de ellos. Junto a su madre y dos hermanos, se radicó en Cataluña, España. Aunque solo tenía 15 años, aprendió algo que hoy es una regla en su vida: «cuando ya lo has perdido todo, lo único que te queda es aquello por lo que luchas».

    El espíritu emprendedor lo heredó de su madre, Bertha Revelo, quien pocos años antes de viajar a España vio en un anuncio la oportunidad de montar su propia empresa. El anuncio decía: «Se requiere empresa para dar mantenimiento a ducto de ocho pisos en importante hotel». Aunque no tenía experiencia en estas tareas, sin dudarlo, abrió una empresa y ofreció sus servicios.

    Luego su firma extendió operaciones a hoteles de Ambato, Guayaquil, Cuenca, entre otros. Pero la crisis financiera ecuatoriana de finales del siglo XX paralizó los trabajos y la llevaron a la quiebra. El banco donde tenía el capital de operaciones congeló sus depósitos. 100 millones de sucres se convirtieron en USD 4 000. Y el banco solo les devolvió USD 500.

    Con eso y con lo que obtuvo de la venta de un auto, tomó a sus hijos y se marchó a España. Roberto tuvo que aprender catalán. «Fue lo más duro. Si les preguntaba en español a los profesores no me respondían. Al principio me costó mucho entender el idioma», comenta.

    Este joven cuenta su historia como si se tratara de otro tiempo. En su mirada y sus gestos se puede leer que esos duros momentos ya son parte del pasado.

    Durante los primeros años de su estancia en el país europeo, tuvo que hacer trabajos increíbles: limpiar vidrios a 40 metros de altura o restaurar mausoleos en cementerios catalanes.

    Esos trabajos ocasionales no dejaban mayores ingresos para su familia, por lo que al cumplir 20 años decidió tomar otros riesgos y arrancar un negocio propio en Cataluña. Su emprendimiento se especializó en servicios de acabados de la construcción: pintura, limpieza, entre otros, que llevaba junto a su madre. La firma llegó a facturar USD 30 000 al año y empleaba a 10 personas.

    Esto animó a Roberto a ampliar la línea del negocio. El joven empresario le apostó al segmento de hoteles y restaurantes con el servicio de mantenimiento de ductos, un sector que, al igual que en Ecuador, era un nicho poco explorado. Así nació Sermaduct.

    Ángel Mantecón, jefe de operaciones del Hotel Termes Montbrio, en Tarragona, España, fue uno de sus primeros clientes. Dice que el trabajo que realizaba esta empresa era muy especializado y, por eso, no cualquiera podía hacerlo bien. «Trabaja muy bien, lo que ellos hacen no lo hace todo el mundo, requiere ciertos cuidados para no dañar las instalaciones y él lo hacía siempre bien», comenta en una entrevista telefónica Mantecón. Por esta razón, Termes Montbrio contrató sus servicios por varios años.

    En su mejor momento, la compañía de Carrión registró ventas sobre los USD 90 000 al año.

    No obstante, en el 2006 su madre murió en un accidente de auto en una de sus visitas a Ecuador.

    Como el hermano mayor, ocupó la cabeza de la familia cuando tenía 25 años. «Tuve que venir a pedir la custodia de mi hermano menor, que tenía 16 años y me hice cargo de él hasta que cumplió los 18», recuerda.

    William Verdezoto, su medio-hermano y quien trabaja con él, lo describe como una persona responsable. «Abrió una empresa con solo 20 años».

    Fernando Paredes, un amigo de la adolescencia y con quien nunca perdió contacto, dice que Carrión en momentos duros nunca se ha derrumbado.»Siempre le gusta echarle ganas a lo que hace. Esa tenacidad le ha ayudado a conseguir todo lo que se ha propuesto».

    En el 2008, la crisis inmobiliaria española, lo obligó a retornar al Ecuador. «Las empresas comenzaron a tener problemas de liquidez en verano de ese año. El cobro de facturas era cada vez más difícil. Los precios cayeron», rememora Carrión.

    Pero para este ecuatoriano, el emprendimiento no tiene fronteras. No le tiene miedo a los negocios, sabe que toda empresa tiene su nivel de riesgo y que todo es un aprendizaje.

    La empresa en España le dejó como experiencia no concentrar sus ventas en un solo cliente. «Lamentablemente, el 80% de mi facturación en aquel entonces se concentraban en un solo constructor. Con la crisis, las ventas cayeron hasta niveles insostenibles. Hoy diversifico mi cartera de clientes para reducir estos riesgos», explica.

    El crecimiento económico de Ecuador fue un buen indicador. Regresó a finales del 2011 y constituyó una empresa similar a la que levantó en España, que bautizó como Servimant.

    Para mejorar el servicio y fortalecer su emprendimiento, Carrión ha realizado cursos de capacitación en negocios, microempresas, seguridad industrial, etc.

    Hoteles de lujo como el Plaza Grande o el Swissôtel, y cadenas de comida como Pizza Hut, Pollos Campero, entre otros son algunos de sus clientes.

    La mayor parte de su tiempo lo dedica hoy a trámites, visita de clientes. Supervisa personalmente los trabajos que se realizan en otras provincias como Guayaquil y Cuenca. Tiene cuatro empleados, entre ellos una contadora.

    Por lo pronto, su centro de operaciones está en su casa, pero busca hasta fin de año abrir una oficina en Quito y otra en Guayaquil.

    Hugo Roberto Gordón, socio del Tradición Restaurante, quien trabaja más de un año con Servimant, señala que Carrión «es una persona que cumple. Emprendió con nuestra empresa hace un año atrás aproximadamente. Muchas veces él mismo mete mano en los trabajos cuando es necesario», dice.

    Y es que las impurezas que acumulan las tuberías en las áreas de cocina de hoteles y restaurantes puede generar incluso incendios si no hay un correcto mantenimiento, explica Carrión. Señala que otra fortaleza de su emprendimiento es que utiliza materiales biodegradables y no tóxicos.

    La operación de Servimant inició en marzo del 2012 con contratos que le dejaban unos USD 1 500 mensuales. Hoy factura USD 5 000 cada mes y espera duplicar las ventas hasta finales de año.

    2011.  EN UNO DE LOS SITIOS EN DONDE TRABAJABA En el Hotel Pueblo Indalo, ubicado en Mojacar Almería, España. La empresa que abrió en el país europeo, Sermaduct, ofrecía servicios de mantenimiento de ductos.

    CIFRAS DEL NEGOCIO:

    La inversión. Para abrir Servimant en el país invirtió unos USD 8 000.

    Los gastos. La inversión inicial se destinó a la compra de implementos de seguridad industrial, herramientas de limpieza de ductos, material de oficina, etc.

    Operación. Servimant ofrece su servicios a hoteles de Quito, Guayaquil y Cuenca.

    LA FRASE:

    «Hoy diversifico mi cartera de clientes para reducir riesgos.  busco clientes en varias provincias para ampliar mi negocio»

  • Insercruz. Ellos previenen daños en el eector industrial

    Pedro Maldonado, Redacción Quito / LÍDERES

    ¿Se pueden predecir daños o anomalías de equipos industriales antes de que un proceso productivo se afecte? Para la empresa Insercruz, la respuesta es afirmativa.

    Esta compañía, cuya oficina principal está en Sangolquí, al oriente de Quito, se dedica desde finales del 2006 al mantenimiento predictivo de equipos industriales. Este emprendimiemto surgió por iniciativa de los hermanos Luis y Edwin Cruz; ambos tenían experiencia en mantenimiento industrial, en el sector petrolero y en tareas de electromecánica.

    La inversión inicial de esta empresa fue de USD 50 000. Ese dinero sirvió para adquirir equipos, tecnología y para movilización. Hoy en día, entre sus clientes están la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), la Empresa Eléctrica Centrosur, la Empresa Eléctrica de Loja, Edesa, Pronaca, Cartopel…

    «Somos una especie de médicos de grandes máquinas. Hacemos diagnósticos en el sector industrial y prolongamos la vida útil de los equipos de distintas industrias». Así explican los directivos de Insercruz el trabajo de esta firma.

    El valor agregado de esta compañía es prevenir o predecir futuros daños, antes de que sucedan. Para esto, la firma se apoya en la técnica de termografía, que permite medir la temperatura de grandes máquinas con el uso de cámaras. Es un trabajo que empieza con una inspección visual, apoyada por la tecnología y que se desarrolla con trabajo técnico.

    Así, Insercruz ha colaborado con empresas estatales y privadas que buscan mejorar sus indicadores, así como evitar daños en sus equipos. La Corporación Nacional de Electricidad seleccionó a Insercruz el año pasado.

    En la Dirección de Mantenimiento de esta compañía estatal señalan que el cuidado de las redes eléctricas es clave para garantizar el servicio. «Insercruz participó en un proceso de contratación y trabaja con nosotros desde el año pasado. Hemos obtenido excelentes resultados como, por ejemplo, la mejora en los tiempos de respuesta para detectar fallas en el sistema eléctrico». Esa es la opinión de un vocero del área de Mantenimiento de la empresa estatal.

    Con la CNEL, Insercruz trabaja en las provincias de Guayas, Los Ríos, El Oro y Manabí. Fue el trabajo con esta entidad la que impulsó la gestión y los ingresos de Insercruz: el año pasado la compañía facturó USD 1,7 millones.

    Los servicios también los brinda en el sector privado. Para Pronaca realiza trabajos de mantenimiento predictivo, análisis de vibraciones, térmico, etc., según indica Julio Aguilar, director de Operaciones de la firma de alimentos. En los últimos cuatro años, Insercruz ha hecho trabajos en tres plantas de Pronaca: Yaruquí, Puembo y Valle Hermoso.

    Edesa también es un cliente. Vicente Unda, jefe de Seguridad, Salud y Ambiente, sostiene que son técnicos muy capacitados para realizar diagnósticos preventivos. «Los servicios son de calidad y realizados de manera muy profesional».

    La estrategia que aplicó esta empresa familiar combina una buena gestión administrativa con el dominio de la parte técnica que se requiere. Luis Cruz reconoce que su empresa aprovecha que la tecnología es todavía poco conocida. «Es un servicio virgen», resume.

    La empresa tiene 12 trabajadores entre personal técnico y administrativo. Pero el número de empleados aumenta según la cantidad de trabajo. Estos días gestiona la obtención de la ISO 9000.

    El trabajo

    La tecnología. Las inspecciones visuales se cumplen, por lo general, en la noche, cuando se da un mayor consumo de energía. El uso de cámaras de alta tecnología es importante.

    El personal.  En la selección pesa mucho la actitud de cada nuevo empleado.

    EL INSIGNIA
    Edwin Cruz. Gerente técnico
    Los valores agregados que ofrece la empresa al mercado son la innovación, la actitud de mejorar siempre y el hecho de perpetuar la información.

    El ambiente de trabajo es amigable, porque para mi compartir conocimiento con los técnicos de la empresa es muy agradable. Si faltara alguien, la persona que lo reemplace va a tener los conocimientos para seguir adelante con el trabajo y los proyectos de la empresa. No existe egoísmo en la parte técnica. Por eso transmitimos conocimientos a todo el equipo de trabajo y eso permite tener un ambiente de trabajo liviano.

    Trabajamos para mejorar el modelo de las empresas con las que trabajamos. Y para eso la información es clave.

    «EN LA EMPRESA NO EXISTE EGOÍSMO. TODOS APRENDEMOS ALGO NUEVO TODOS LOS DÍAS Y LO COMPARTIMOS».