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  • Este centro de estudios se mantiene líder en un ranking

    Redacción Quito

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    Espae, la Escuela de Negocios de la Escuela Politécnica del Litoral, es por cuarto año consecutivo la primera del Ecuador, según el ranking MBA Latinoamérica elaborado por la revista América Economía, que cubre toda América Latina. Así mismo, el Master of Business Administration (MBA) que imparte ESPAE, es también el número uno del país, de acuerdo a este respetado ranking.

    La medición, que incorpora nuevos parámetros en esta edición 2020, se basa en cinco decisivas dimensiones de análisis: fortaleza académica, internacionalización, retorno sobre la inversión en estudios, el poder de creación de redes y la producción de conocimiento. Además, incorpora subranking para medir el impacto de cursar un MBA tanto en lo monetario como sobre la trayectoria profesional.

    La revista encuestó a graduados de las escuelas latinoamericanas sobre sus resultados profesionales. Es así que en el apartado: Retorno sobre Inversión, dato de mucha trascendencia para elegir un postgrado, con un puntaje de 71,94 en el ranking, el MBA de ESPAE se ubica como el más rentable del Ecuador; y “si se trata de variación absoluta del ingreso promedio mensual a los tres años de haber egresado”, el MBA de ESPAE es el segundo en toda Latinoamérica”. Asimismo, el puntaje en Fortaleza Académica es de 81.81, lo que indica una excelencia académica con estándares internacionales.

    A la par, ESPAE ha escalado una posición más, respecto a 2019, en el ranking de las Escuelas de Negocios de la región, ubicándose décimo tercera en toda Latinoamérica este 2020.

    El Decano de Espae, Xavier Ordeñana, destaca la fortaleza académica de la escuela y sus acreditaciones internacionales, ya que ESPAE es la única escuela en el país que mantiene estas dos acreditaciones simultáneamente: AACSB International y AMBA. Su planta docente posee un equilibrio entre investigadores de primera línea, con profesores con amplia experiencia gerencial. Y reafirma que en “la nueva normalidad, será aún más importante formarse adecuadamente para poder navegar los distintos desafíos que enfrentarán las empresas”.

    El ranking latinoamericano está encabezado por la EAESP Getulio Vargas, con sede en Brasil.

    La Espae es por cuarto año consecutivo la primera del Ecuador, según el ranking MBA  de América Economía. Archivo  / LÍDERES
    La Espae es por cuarto año consecutivo la primera del Ecuador, según el ranking MBA de América Economía. Archivo / LÍDERES
  • La cocada mantiene su sabor esmeraldeño

    Marcel Bonilla

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    La producción de cocada en Esmeraldas se ha convertido en la fuente de ingresos económicos de decenas de familias afroesmeraldeñas durante muchos años. En los patios de las casas, los afros que migraron de poblaciones de San Lorenzo, en el norte de la provincia de Esmeraldas, atizan con leñas los fogones de cemento para cocinar el coco con la azúcar.

    Una paila de bronce es colocada en el caldero a temperatura de 100 °C, para derretir la azúcar y posteriormente poner coco raspado, acompañado de anís y canela. Jefferson Mina produce cocadas desde hace 20 años en el sur de la ciudad de Esmeraldas, y entre sus principales clientes están los turistas que visitan los balnearios de Atacames.

    Su pequeña empresa de preparación y distribución de cocadas la conforman diez personas de su familia, las que cumplen funciones específicas; raspan hasta 500 cocos con pequeñas raspadoras construidas artesanalmente.

    En el patio de la casa de Mina uno de sus hermanos mueve la paila para evitar que se queme el producto, y dos personas se encargan de empacar al vacío, en pequeños platillos de plástico y en fundas plásticas.

    Él explica que esta actividad la aprendió siendo muy niño en San Javier, una población rural de San Lorenzo, en donde sus padres hacían cocadas para compartir en familia.

    Cuando llegó a Esmeraldas en busca de trabajo, y no lo encontraba, vio la oportunidad de producir cocadas para vender en ciudades de la Sierra, como Riobamba y Cuenca. Y también en las playas del sur de la provincia. Desde entonces, él se dedica a ese oficio.

    El promedio de producción de cocadas es de 3 000 fundas, cada 15 días durante la temporada baja de turistas de la Sierra; es decir marzo, abril y mayo. Mientras que, en temporada alta, la producción de duplica, explica.

    De acuerdo con un subregistro de la Asociación de Expendedores de Cocadas Esmeraldas, unas 180 familias se dedican a la producción de este producto tradicional para vender en los balnearios de Atacames, Súa, Tonsupa, Same, Quito y Ambato.

    En los últimos años, los fabricantes de cocadas han variado su oferta, pues, no solamente elaboran la llamada cocada negra, también están la cocada blanca, preparada con coco y leche.

    Miguel Nazareno elabora cocadas de forma artesanal y su principal mercado es Cuenca desde hace 10 años. En ocho días vende hasta 1 200 cocadas en USD 1 cada una. Él recorre con su producto en los buses y los sitios de mayor concentración.

    Según Nazareno, los habitantes de la Sierra gustan del producto porque se lo hace con coco de leche dulce, cosechado en la isla de Limones, sitios de donde proviene el 50% del producto utilizado en la producción artesanal.

    Las iniciativas productivas que conservan la tradición ancestral han tenido el respaldo de la Superintendencia del Poder de Control del Mercado, mediante la ayuda a los dueños de las iniciativas. A ellos los orientan para que obtengan su registro sanitario y puedan vender sus productos en tiendas.

    La Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa) asesora a quienes se dedican a elaborar cocadas y otras iniciativas productivas. Lo hacen para que tengan su etiquetado y registro sanitario para competir en el mercado nacional. Como una forma de fomentar el trabajo de cientos de cocaderos ancestrales, se han programado ferias inclusivas en las que se muestran los productos en diferentes presentaciones, algunos con etiquetados.

    Al proceso de ayuda se ha sumado del Ministerio de la Producción en Esmeraldas, con capacitaciones sobre atención al cliente y también sobre la manera de hacer mucho más atractivas las presentaciones de las cocadas.

    La familia de Bolívar Ortiz, que tienen un puesto de cocadas en el centro, se capacita en esos temas, pero insisten en que mantendrán la forma artesanal de producir utilizando los fogones de cemento y la leña como combustible.

    Bolívar Ortiz es uno de los productores y comerciantes de este dulce artesanal, en la ciudad de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Bolívar Ortiz es uno de los productores y comerciantes de este dulce artesanal, en la ciudad de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • El sabor de la abuela se mantiene

    Patricia González

    Como la ropa, la pastelería es una moda que se reinventa todos los años. Cathy Janssen, fundadora de la empresa Sweets, lo sabe muy bien.

    La ingeniera química y magíster en Ingeniería de Alimentos viaja cada año a diferentes destinos a empaparse de la vanguardia en pastelería. Luego adapta lo ­aprendido a sus productos, con el toque nacional. Janssen se ha capacitado en París, Tokio, São Paulo, México y otras latitudes.

    Sweets nació hace 25 años como un negocio casero. Su fundadora, emigrante brasileña con 38 años en el Ecuador, participó en aquel tiempo en un programa pionero de Supermaxi sobre tortas refrigeradas. Fue la cadena de supermercados su primer cliente, a la que para entonces entregaba de cuatro a seis pedidos diarios.

    El emprendimiento fue expandiéndose poco a poco. A los dos años invirtió cerca de USD 50 000 en un pequeño local y en maquinarias para el negocio pastelero. La compañía funcionaba con una nómina de 10 empleados.

    Actualmente, cuenta con 30 trabajadores y desde hace 10 años, las oficinas de Sweets y su planta industrial están ubicadas en el sector El Condado, norte de Quito.

    El olor a ponqué horneado invade cada rincón de la empresa. Al entrar a la planta, el aroma se acompaña de una mezcla de colores. Sus productos en el acabado final son expuestos sobre una gran mesa: el cheesecake de maracuyá o de frutos rojos, la torta Tentación de mora, la Brigadero (torta de chocolate con relleno de leche condensada), cupcakes verdes, amarillos, rosados… Toda una tentación para el paladar.

    Los productos de Sweets se comercializan hoy día en los supermercados Megamaxi, Supermaxi y Akí; en las cafeterías Juan Valdez; en las cadenas de comida rápida McDonald’s y KFC; en el restaurante Vaco y Vaca, entre otros puntos de venta de comida.
    “Los productos son de calidad y cuentan con un buen sistema de logística, que es difícil de encontrar en el país”, comenta Hernán Espinosa, gerente nacional de Operaciones de Juan Valdez.

    En más de 20 locales de la cafetería, ubicados en Quito y en Ambato, se venden productos dulces y salados de Sweets, desde hace siete años. Al mes, le solicitan pedidos por USD 18 000.

    La empresa desarrolla dos líneas de producción: industrial (pasteles sencillos, de consumo masivo) y gourmet (pasteles más elaborados y decorados), para una cartera de 200 productos. Adicionalmente, cuenta con una línea de pedidos especiales para eventos, que incluye tortas, bombones y bocados salados.

    Para Janssen, el éxito de sus productos radica en que conservan el gusto artesanal: “Procesamos industrialmente, pero mantenemos en la receta el sabor artesanal, ese sabor de la abuelita”.

    Otra fortaleza, destaca la Gerenta General, es el desarrollo de productos personalizados. Con cada nuevo producto, Janssen se reúne con el cliente para entender el concepto, la filosofía de la empresa, el target, entre otras variables. “No es igual lo que se vende en Juan Valdez, que en McDonald’s”.

    El servicio de Sweets va más allá de la entrega de pedidos. La empresa pastelera entrena a los empleados de los locales de sus clientes en todo lo concerniente a los productos para su venta final.

    La mayor parte de los insumos es nacional. La compañía de Laura Torres, de nombre homónimo, provee de huevos a Sweets desde el inicio. Los primeros pedidos eran de 600 unidades a la semana. Hoy les despachan 15 000 unidades por semana, por USD 2 500.

    Torres dice que se identificó con Janssen porque es muy correcta en su trabajo. “Es exigente, pide productos de excelente calidad, huevos de 75 gramos en adelante y de clara espesa. Añadido a la puntualidad en la entrega”.

    La empresa de pastelería, que produce entre 3 000 y 5 000 tortas al día, facturó 1,2 millones en el 2016, un 15% menos que en el 2015. Janssen lo atribuye a la situación económica que atravesó el país, durante el pasado año.

    La meta del 2017 es recuperar las ventas, esperan alcanzarla con el desarrollo de nuevos productos de consumo masivo y una línea gourmet personalizada para restaurantes. Este año, Sweets invertirá entre USD 80 000 y 100 000 en maquinarias para el aumento de la línea de consumo masivo y para 2018 está prevista la construcción de una planta más grande, que calculan tendrá un costo de USD 200 000.

    Cathy Janssen / Gerenta General 

     La fortaleza de Sweets está en la calidad de los productos. Procesamos de forma industrial, pero conservamos el sabor artesanal en las recetas, ese sabor de la abuelita. Ahí radica el éxito de nuestro trabajo. Adicionalmente, desarrollamos nuevos productos, personalizados para cada cliente. Me reúno con ellos para conocer el concepto de lo que quieren, la filosofía de la empresa, el target. Luego creo productos con una mezcla entre la vanguardia en pastelería y el toque nacional.

    La compañía pastelera produce entre 3 000 y 5 000 tortas diariamente. Cuenta con dos líneas de producción, una de consumo masivo y otra gourmet. Fotos: Julio Estrella / LÍDERES
    La compañía pastelera produce entre 3 000 y 5 000 tortas diariamente. Cuenta con dos líneas de producción, una de consumo masivo y otra gourmet. Fotos: Julio Estrella / LÍDERES
  • El brócoli mantiene una alta demanda externa

    Carolina Enriquez

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    La alta demanda del brócoli nacional en el extranjero trajo buenos resultados al sector productor en los últimos cinco años.

    Así lo revela Rafael Gómez de la Torre, presidente de la Asociación de Productores de Frutas y Legumbres (Aprofel). En el último lustro el crecimiento de la producción ha sido de un 10%.

    El dirigente considera que pudo haber crecido más, pero no se logró debido a problemas internos entre los que están la demora en el pago de los Certificados Abono Tributario para las exportaciones a los EE.UU. tras la pérdida de la Ley de Preferencias Arancelarias (Atpdea) y la incertidumbre previa a la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).

    Esta última barrera ya se superó y se espera que el próximo Gobierno analice un convenio comercial con EE.UU. Esto, tomando en cuenta la demanda del producto y el posicionamiento de Ecuador en el mercado, podría incrementar la producción entre 2 y 3%, según el productor.
    El año pasado, de acuerdo con Aprofel, la producción alcanzó unas 110 000 toneladas. De estas, el país exportó cerca de 60 000.

    Los principales destinos de exportación son la UE con el 35%, EE.UU. y Canadá con un porcentaje similar y el 30% a Japón. Existen colocaciones marginales que van hacia el Oriente Medio.

    En la venta de brócoli al mundo, Ecuador tiene ventajas frente a sus competidores. Una de las más importantes es que produce todo el año gracias al clima, la salud de las plantas y el acceso al riego.

    La competencia más fuerte está en México y Guatemala. El primero,según Aprofel, solo produce en ciertos períodos del año debido al clima y por una veda de producción para combatir una plaga. El segundo país, en cambio, no accede a riego todo el tiempo.

    En Ecuador apenas 2 000 toneladas son para consumo local; estas se obtienen de la cosecha de unas

    2 000 hectáreas, que se encuentran en Imbabura, Pichincha, Chimborazo y Cotopaxi.
    En esta última provincia se concentra el 80% de las producción de brócoli. El cultivo se hace tres veces al año.

    Eso se observa en la hacienda La Victoria, de la empresa Pusuachi S.A., que produce brócoli para exportación desde hace 20 años. Está en Machachi, en Pichincha.

    Esta compañía siembra cuatro hectáreas al mes, lo que implica unas 80 toneladas en ese período. El vegetal se envía a diferentes destinos en el mundo a través de la exportadora Provefrut.

    Alfredo Zeller, presidente de esta compañía, explica que el año pasado exportaron 42 500 toneladas. El 35% se destinó a la UE, 40% EE.UU. y el 25% a Japón. “Para 2017 esperamos que alcancen las 45 000, dice el empresario.

    Para llegar al momento de la exportación el vegetal tuvo que pasar por las dos partes de la cadena productiva: siembra, cultivo y cosecha por un lado; por otro, está el procesamiento en plantas. En la primera operan en el país 25 agricultores independientes y en la otra son cuatro plantas.

    Provefrut, Ecofrost, Nova y Procongelados son las compañías que procesan, congelan y exportan el brócoli que les entregan los agricultores. Algunas de ellas también cuentan con sus propias áreas de cultivo y cosecha.

    “Los agricultores no sembramos el brócoli al azar. Fijamos contratos de siembra permanente, para un determinado número de semanas, según la capacidad de siembra. A nosotros nos entregan las plantas para la siembra las mismas empresas procesadoras. No sembramos en semillas”, dice Gómez de la Torre.

    La planta pasa 12 semanas en el campo, luego de las cuales se cosecha y se entrega a las firmas procesadoras en las provincias.

    El empresario asegura que el sector genera 6 000 puestos de empleo directo, principalmente a trabajadores campesinos de la Sierra centro y norte. Destaca que durante la recesión que ha enfrentado el país no han tenido que hacer ajustes en nómina, debido a que han estado produciendo y exportando.

    El sector, dice, siente el compromiso de mantener su producción. Además, aclara que no toda la planta del brócoli se exporta.

    En las procesadoras se quitan las hojas y los tallos, mientras que las flores son las que se empacan. Lo que queda se utiliza para el sector ganadero o para la reutilización en cultivos como alimentos para los suelos y plantas.

    En la hacienda La Victoria,  de la empresa Pusuachi S. A.,  se produce brócoli para exportación desde hace 20 años. La hacienda se encuentra en Machachi. Foto: Archivo / LÍDERES
    En la hacienda La Victoria, de la empresa Pusuachi S. A., se produce brócoli para exportación desde hace 20 años. La hacienda se encuentra en Machachi. Foto: Archivo / LÍDERES
  • La Reserva Federal de EE. UU mantiene intacta la tasa de interés en casi cero

    Agencia AFP

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    La Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados Unidos decidió mantener intactas las casi nulas tasas de interés en razón de los “recientes acontecimientos de la economía mundial y financiera”.

    Tras la reunión de su comité de política monetaria (FOMC), la Fed dejó sus tasas entre 0% y 0,25%, como ocurre desde diciembre de 2008. 

    La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, atribuyó la decisión a las incertidumbres que pesan sobre la economía mundial. “El panorama externo parece haberse tornado más incierto. Y las fuertes preocupaciones por el crecimiento de China y otras economías emergentes han conducido a la volatilidad de los mercados”, declaró ante periodistas.

    Yellen mencionó también la apreciación del dólar y estimó que todos esos factores “podrían frenar la actividad económica de Estados Unidos”.

    Un miembro del FOMC Jeffrey Lacker, que abogaba por un aumento de un cuarto de punto porcentual, votó en contra.

    Sin mencionarlas, los miembros del comité tomaron en cuenta las recientes turbulencias de los mercados financieros, la baja de los precios de las materias primas y de la energía y el enlentecimiento económico de China.

    El objetivo de la Fed es que la inflación, que actualmente es de 0,3% anual, se acerque a 2% a mediano plazo; un nivel que considera sano para la economía de Estados Unidos.

    La Fed dio muestras de optimismo por el crecimiento de la economía y el empleo en Estados Unidos este año, pero su pronóstico es más prudente para 2016.

    El PIB de Estados Unidos crecerá 2,1% en rimo anual en el último trimestre de 2015, lo que significa un alza desde el 1,9% previsto en junio.

    La Reserva Federal descartó aumentar las tasas de crédito, tras la volatilidad de los mercados y la situación económica de China. Foto: AFP
    La Reserva Federal descartó aumentar las tasas de crédito, tras la volatilidad de los mercados y la situación económica de China. Foto: AFP
  • El Fenómeno de El Niño mantiene en alerta al sector cañicultor

    Evelyn Tapia (I)

    Con la presencia de 60 técnicos especialistas en plagas y enfermedades de la caña de azúcar se inauguró este lunes 14 de septiembre del 2015, en Guayaquil, el Congreso de Fitopatología y Entomología en Caña de Azúcar, organizado por el Centro de Investigación Cincae.

    Resistencia genética, bioseguridad, control biológico, análisis y control de plagas son los temas de la agenda de este evento que se extenderá hasta el viernes 18 de septiembre del 2015 y que incluye visitas de campo.

    Uno de los temas que preocupa a los miembros del sector es la posible llegada del fenómeno de El Niño. Raúl Castillo, director del Cincae, indicó que las pérdidas en producción serían de entre un 30 y 40%.

    “Estamos preocupados por el fenómeno. Estamos con una estrategia de molienda intensiva, tratando de prever cualquier situación que se presente por lluvias antes de diciembre. Queremos moler la mayor cantidad posible”, señaló Francisco Alemán, gerente del ingenio La Troncal.

    Mariano González, presidente del directorio del ingenio San Carlos, señaló que el congreso es parte del trabajo constante del sector privado para mejorar la calidad de la caña, mediante del desarrollo de tecnología.

    El Cincae lleva a cabo varios proyectos que han beneficiado la productividad del sector, como la producción de semilla de alta pureza genética y sanitaria producida de cultivos de tejidos o in vitro; así como el establecimiento de semilleros básicos y comerciales con semilla sana que han mermado los niveles de incidencia de enfermedades, como raquitismo de la soca y escaldadura de la hoja, que antes alcanzaban valores superiores al 60% y ahora están entre 1 o 2%.

    “Hoy el país tiene alternativas de variedades de caña que pueden enfrentar posibles eventualidades de plagas con más resistencia, pero es importante destacar que en lo que respecta a investigación ha sido primordialmente por parte de los ingenios privados”, destacó González.

    Las inversiones y la investigación ha llevado al sector a incrementar su productividad de 75 toneladas por hectárea hace 10 años, a las 90 por hectárea que es el promedio actual.

    Otro reto del sector estriba en que la productividad y el número de hectáreas deben incrementarse a la par de la demanda de etanol para el plan del Gobierno de reemplazar la gasolina extra por el combustible Ecopaís, que contiene un 5% de etanol (derivado de la caña de azúcar).

    Gustavo Heinert, presidente de la Asociación de Productores de Alcohol del Ecuador (Apale), mencionó que actualmente la producción de etanol es de 30 millones de litros anuales, que se irián incrementando hasta alcanzar los 100 millones, producto de las inversiones en destilerías que los tres principales ingenios han estado realizando desde que el plan del Gobierno arrancó.

    “El decreto ejecutivo actualmente nos impulsa o presiona a invertir en destilerías, más del 100% en cada cada ingenio. La idea es que se vayan incrementando nuevas hectáreas que se canalicen para el alcohol”, mencionó Heinert.

    El representante del gremio añadió que uno de los puntos positivos de El Niño sería que luego de las lluvias intensas, se registran mayores tonelajes de caña. “Eso favorecería al proyecto de combustibles”, dijo.

    Con la presencia de 60 técnicos especialistas en plagas y enfermedades de la caña de azúcar se inauguró el Congreso de Fitopatología y Entomología en Caña de Azúcar. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES.
    Con la presencia de 60 técnicos especialistas en plagas y enfermedades de la caña de azúcar se inauguró el Congreso de Fitopatología y Entomología en Caña de Azúcar. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES.
  • Federer: la tradición del embutido suizo se mantiene por 47 años

    Redacción Quito Redaccion@revistalideres.ec

    En siete años, a los delicatesen de Federer no les ha ido nada mal. Estos puntos de venta directa, que combinan la distribución de embutidos y restaurante especializado en parrilladas, ya suman seis locales en Quito.

    A decir del venezolano, José Castillo, subgerente de la firma, Federer ya se ha ganado un nombre en el país por la producción de embutidos, y en Quito, por sus restaurantes. “En principio, cuando las personas veían el logo de Federer en nuestros locales lo asociaban con el tenista suizo; ahora ya somos reconocidos como lugares donde el cliente puede elegir qué corte de carne o embutido comer y se lo preparamos ese mismo instante”.

    Pero los noveles comensales de esta franquicia no se equivocaron del todo. Aunque esta marca no tiene nada que ver con el tenista, su historia se remonta a Suiza, cuando Marcel Federer y su espíritu aventurero le trajeron a Ecuador.

    Era 1963, José, hermano de Marcel Federer, en ese entonces representante en Ecuador de una empresa austriaca. Él le comentó que en el país existía mercado para que desarrolle su oficio de elaborar embutidos. No lo pensó dos veces y tomó un barco y en ese año llegó al país.

    Dos años después, en 1965 comenzó a operar Federer. En esa época invirtió unos USD 40 000 para adquirir maquinaria y un terreno. Con cuatro empleados abrió su planta en Guápulo (oriente).

    Por la calidad de sus productos Corporación La Favorita comenzó a distribuir sus embutidos. La inversión en ampliación y mejoras de la planta comenzaron a crecer a la par de las ventas y los pedidos. En casi cinco décadas, la marca Federer se ganó un espacio en los supermercados y en los consumidores.

    Daniel Federer, actual gerente, asumió el negocio familiar en el 2008 y relevó a su padre, quien falleció en el 2011, comenta que la marca tiene un cliente definido, “que valora los procesos tradicionales y los buenos cortes de carne”.

    Pero en el 2005, Federer decidió entrar en un nuevo mercado: abrió un delicatesen en la Coruña y San Ignacio (norte). En principio, el modelo de negocio era distribuir directamente sus embutidos, pero sus clientes sugirieron que podrían instalar una parrilla y vender sus productos asados al carbón.

    Aceptaron el consejo y comenzaron a experimentar con su nueva línea de servicio. En ese año, llegó al delicatesen Castillo, a quien le atrajo el restaurante y vio potencial para que se convierta en una franquicia. Él, ya había tenido experiencia en esta área, con cadenas de comida y panaderías en Miami.

    Ahora, Castillo es socio de Federer. Sus locales de delicatesen registran un promedio de visitas de 750 personas al día. El negocio de los embutidos continúa paralelamente; su producción actual es de 85 000 kilos mensuales y su planta cuenta con 88 empleados.

    Santiago Molina tuvo durante 20 años una ferretería. Desde principios del año pasado decidió dejar este negocio y adquirir la franquicia para llevarla a Carcelén (norte). “Me pareció que tenía un gran potencial el negocio, por eso invertí USD 70 000 y no me ha ido mal”.

    Carlos Arroyo del Río es cliente desde hace unos 10 años de Federer. Él señala que el sabor y la variedad son el mayor valor agregado de esta marca. El mismo criterio tiene Juan Pablo Tola, que consume el producto desde hace cinco años. “La calidad es distinta, la morcilla de sangre es su especialidad”.

    Los servicios

    • Distribución.  Actualmente cuentan con un centro de ventas en Guayaquil, para abastecer de los productos en esa zona. Este punto se abrió en el 2001.
    • Para las parrilladas.  Federer también ofrece servicio de llevar la parrillada a hogares u oficinas.
  • Javier Bucheli mantiene su conexión con Cobiscorp desde Washington

    Redacción Quito

    ‘Desde los 9 meses comenzó a caminar y en ese momento supe que llegaría lejos”. La frase es de Anabella, hermana mayor de Javier Bucheli Vaca (1970).

    Oriundo de San Gabriel (Carchi), Bucheli cuenta que la unión entre los miembros de su familia siempre fue lo más importante para él. De sus familiares, a su hermana Nancy la considera como “la piedra angular de su personalidad, de su vida y de su carrera”.

    Los padres de Bucheli, Carlos y Rosario, trabajaban largas jornadas para mantener a sus nueve hijos. Nancy ocupó un papel maternal para sus hermanos menores, especialmente para Javier, el menor.

    Hoy, este ingeniero de Sistemas es el Vicepresidente Sénior de Operaciones de Cobiscorp, una firma ecuatoriana que desarrolla soluciones informáticas para entidades financieras, desde hace medio siglo, y que tiene oficinas en Ecuador, Colombia, Panamá, El Salvador y EE.UU.

    Bucheli dejó su lugar natal cuando tenía 8 años. Sus padres decidieron mudarse a Quito para que Anabella y Nancy estudiaran la universidad. Así, Javier Bucheli se matriculó en el Colegio Sebastián de Benalcázar, en Quito, donde se graduó en Físico Matemático, en 1981.

    El nivel académico del colegio le permitió que los primeros años de estudio en la Escuela Politécnica Nacional, en la carrera de Ingeniería en Sistemas y Computación, fueran “relativamente sencillos”.

    En 1993 realizó su tesis de grado, apenas tres meses después de egresar de la universidad. Enseguida empezó su relación con Cobiscorp, firma en la que ha colaborado desde hace 20 años.

    Su hermana Anabella recuerda que Javier se graduó un viernes e ingreso a trabajar al lunes siguiente.

    Para este aficionado al atletismo, Cobiscorp se convirtió con el tiempo en una nueva familia, así como en un espacio de crecimiento profesional permanente.

    En la firma, el primer proyecto en el que participó fue la implementación del Módulo de Depósitos, que se encuentra hasta la fecha en entidades como Promedical, Banco Nacional de Fomento, Banco Bolivariano, Citi…

    En 1996 se convirtió en líder de ese mismo proyecto que permite la intermediación financiera bancaria mediante un sistema informático llamado Corebanking. Esta responsabilidad despertó su interés en el sector de las finanzas. Por eso, en el 2000, para desarrollar sus habilidades comerciales y administrativas, obtuvo su MBA de la U. San Francisco de Quito.

    Su compañero de oficina y amigo Juan Arthos dice que Bucheli es una persona tenaz y trabajadora. Ellos se conocieron en Cobiscorp hace 14 años. Arthos destaca la visión que tiene Bucheli para los proyectos bancarios de desarrollo informático. Esta habilidad le ha permitido estar a cargo de proyectos que la compañía tiene con entidades bancarias en México, Argentina, Colombia, Venezuela, Guatemala, etc.

    De igual manera, Arthos cuenta que la perseverancia, el trabajo duro y la eficiencia de Bucheli inspiran confianza. Entre risas dice: “Sabemos que siempre nos defenderá hasta la última instancia. Él no se rinde cuando se trata de defender lo nuestro”.

    Su vinculación con Cobiscorp se estrechó aún más cuando conoció a Ximena Suárez, quien trabajaba en la empresa y con quien contrajo matrimonio en 1996. Junto a ella comparte la crianza de sus hijos: Martina y Joaquín, quienes lo han apoyado y entendido durante sus viajes. Los chicos se adaptaron mucho más fácilmente que nosotros al estilo de vida norteamericano”, cuenta Bucheli, quien hoy vive en Washington D.C.

    Desde 1999 viaja constantemente por su trabajo. Él considera que viajar lo llena de adrenalina, debido a la presión que se exige al presentar un proyecto internacionalmente. Carlos Terán, otro ejecutivo de Cobiscorp recuerda un episodio que muestra una de las facetas de Bucheli.

    Ambos viajaron a Cuernavaca, México, por trabajo. Habían llegado a altas horas de la noche y no encontraban un punto de venta de teléfonos para comprar chips para sus equipos. Sin estos no podrían presentar su exposición para una entidad bancaria, en esa ciudad.

    A la mañana siguiente encontraron los chips una hora antes de la exposición, que terminó con un nuevo contrato. “Durante esos momentos yo estaba desesperado, pero Javier mantuvo la calma. Es una de sus cualidades que admiro”.

    En el 2006 se destacó como Director Regional para América Latina y se convirtió en el Gerente General de Cobiscorp en su sede en Panamá. Durante esta etapa fue responsable de un presupuesto de USD 5,5 millones para la región de Centroamérica y el Caribe.

    En el 2008 la empresa lo envió a Great Falls, EE.UU. para convertirse en Jefe de Tecnología de la corporación. Regresó a Ecuador en el 2010 y permaneció en el país hasta el 2011, cuando lo nombraron Vicepresidente Sénior de Operaciones en Cobiscorp, con sede en Washington DC. Dentro de sus obligaciones está el desarrollo de las operaciones de Cobiscorp, de producto, ventas y mercadeo, servicios profesionales, recursos humanos, tecnología, y servicios internos.

    Su jornada de trabajo se inicia temprano en la mañana. Supervisa los proyectos en desarrollo en las sedes internacionales de Centro América, Ecuador, Estados Unidos y el Caribe. También se reúne con los clientes de la empresa.

    Ivette Rojas, colaboradora de Proyectos de Bucheli, también de Cobiscorp, cuenta que “Javier se involucra personalmente en los proyectos y aunque algunos cambios resulten molestos para sus colaboradores, estos son favorables”.

    En este crecimiento dentro de Cobiscorp, su antiguo jefe Richard Moss, fue una de las personas que más influyó en su vida y que lo acercó a Dios, dice Bucheli.

    Durante un viaje a Panamá, Moss le entregó el libro ‘La fe explicada’, de Leo J. Tresse, el cual le permitió acercarse a la religión católica. “Siempre sentí que algo faltaba en mi vida hasta que encontré a Jesús. Él cambió a mi familia”.

    Asimismo, Moss lo impulsó a practicar el atletismo. Por sus viajes Bucheli aumentó de peso por lo que Moss lo impulsó a correr. “Sufría por mi peso, pero gracias al deporte bajé 35 libras”. Este año piensa participar en el maratón Marine Corps de Washington para la que se ha preparado por cuatro años.