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  • En el mar hizo sus sueños realidad

    Carolina Enríquez  (I)
    redaccion@revistalideres.,ec

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    En su niñez, el momento más esperado de las fiestas de Guayaquil era cuando sus padres la llevaban al paseo en lancha que organizaba la Armada, desde Durán hasta el Puerto Principal. Ya entonces, la capitana Nathaly Albán sabía que quería ser marina.

    La guayaquileña hizo sus estudios secundarios en el Colegio Rita Lecumberri. Cuando se graduó, pese a su pasión por las embarcaciones, optó por estudiar economía en la Universidad Estatal; su objetivo era llegar a ocupar un cargo en el sector público, al igual que su madre, Rita Lucía Méndez.

    Sin embargo, en el 2003, dos años después de haber iniciado su carrera universitaria, se abrió la posibilidad para ingresar a la Armada del Ecuador. Mientras averiguaba cómo era el proceso para el ingreso se enteró que existía la Marina Mercante y vio allí una oportunidad profesional.
    “Siempre me había preguntado quién operaba los barcos. Me gustaba la navegación, pero no las armas”, comenta. Quería viajar por el mundo, conocer gente, usar uniforme blanco; su sueño se hizo realidad al ingresar a la Escuela de Marina Mercante Nacional.

    Fue parte de la segunda promoción de mujeres en esta entidad, regentada por la Armada, en la Base Naval Norte. Recibió entrenamiento y formación teórica. “Aprendimos a formar nuestro carácter, a no desmayar”.

    En esto coincide la primera oficial Jessica Sánchez, quien fue ‘body’ de la capitana durante su formación. En la Marina ese concepto se refiere al compañero que está pendiente del otro, siempre.

    “Nathaly me daba ánimos cuando teníamos instrucción física. Durante el trote siempre me decía que siga adelante”, dice. Destaca de ella su madurez e inteligencia.

    Al tercer año, de los cuatro de la carrera, fue la primera vez que realizó sus prácticas en un barco de pasajeros. Fue el Celebrity Xpediton, de Celebrity Cruises, en el que pasó seis meses.

    “Me enamoré de ese barco”, recuerda. Literalmente, cumplió su sueño de conocer gente de diferentes partes del mundo, navegar por las islas Galápagos y aprender de sus oficiales maestros.

    Un año después pasó 12 meses viajando por América en el buque tanque Zamora, de la Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec). La experiencia fue dura y completamente diferente porque el personal no estaba acostumbrado a tener colegas mujeres en la nave y no tenía facilidades para aprender.

    Pero sorteó los obstáculos y logró graduarse en el 2006. La amplia demanda de oficiales mercantes en el país le permitió encontrar un trabajo rápidamente. Comenzó a navegar, como tercer oficial, en el barco Galápagos Explorer II.

    Desde ese momento no paró. En los siguientes nueve años laboró en dicha nave y también en los tanqueros de cabotaje en Manta.

    Dichas embarcaciones se dedican a la carga y traslado de crudo en puertos del país. Al tener que estar en permanente contacto con el hidrocarburo, debido a que la actividad no estaba automatizada, la capitana Albán comenzó a sentir que podía haber peligro para su salud. Se quedó un año y medio y retornó a Galápagos.

    Para ese momento había seguido los cursos de ascenso y ya tenía el grado de primer oficial. Eso le permitió, en el archipiélago, emplearse en el barco Eclipse; Celebrity Cruises compró la nave y cambió su nombre a Xperience.

    Esta firma también cuenta con otras dos embarcaciones y Nathaly ha podido laborar en todas. En el 2017, dos años después de volver a las islas, siendo aún primer oficial, asumió la dirección de la nave Xploration; mientras que en agosto del año pasado, la empresa la transfirió al Xpedition.

    Este barco fue el primero en el que ella hizo sus prácticas cuando estudiaba. Desde este año comanda la nave, luego que recibió el ascenso como capitana de altura.

    Héctor Holguín, excomandante General de la Marina y Gerente de Gestión Marítima en Celebrity Cruises en Ecuador, comenta que Albán obtuvo la primera antigüedad en el curso. La conoce desde que era estudiante y destaca de ella su liderazgo, tenacidad, aprecio de la tripulación y capacidad para conducir las naves.

    Ella recorre en el Xpedition Galápagos. De las islas comenta que cada día puede ver algo nuevo. También le ha marcado el haber contribuido allí con el rescate de 25 personas de un naufragio.

    En la vida -dicen- no hay coincidencias. Tal vez su pasión por el mar era solo el preludio de que, en su momento, ella debía estar allí para otros. “En el mar todos somos una familia. Somos uno”.

    Su vida
    Profesión. 
    Tiene una Ingeniería en Transporte Marítimo y Puertos de la Universidad Metropolitana. Cuenta con una maestría en Dirección de Operaciones e Innovación de la Universitat de Barcelona.

    Descanso. 
    Trabaja seis semanas en el barco y pasa seis en tierra. Le gusta la lectura y aprender en cursos. En Guayaquil tiene un perro golden. Ha viajado por todo el país y también por el exterior. Gusta de hacer BBQ.

    Nathaly Albán al mando de una embarcación. Foto: Cortesía Nathaly Albán
    Nathaly Albán al mando de una embarcación. Foto: Cortesía Nathaly Albán
  • En el mar está la semilla de su éxito

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El mar es uno de los lugares que más ama y es alrededor del cual han girado sus logros profesionales. Carlos Núñez describe al océano como la vida misma.

    La mayor parte de la vida de este empresario, nacido en Quito, ha transcurrido en ciudades costeras: Guayaquil y Manta. Heredó de su padre, Gustavo Núñez, quien es economista, el gusto por los números. Desde joven sintió inclinación por lo empresarial.

    Eso le llevó a trabajar en 1995 en el broker de seguros ZHM, con tan solo 18 años, como asistente administrativo, encargado de pólizas de vida y seguros médicos. Había terminado sus estudios en el Colegio La Moderna (Guayaquil), y optó por cursar la misma carrera de su padre en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).

    Tras dos años de estudios viajó a terminar su formación en la Universidad de Nueva Orleans (Luisiana) en los EE.UU., gracias a un convenio entre ambas instituciones. Entre las cosas que más destaca de la metodología de estudios en ese país están la disciplina y el aprendizaje con base en casos.

    “Había una comunidad muy fuerte de estudiantes extranjeros y eso me ayudó a pensar de una manera más global. Eso te abre la mente para poder desarrollarte empresarialmente, en todos los ámbitos”, comenta Núñez.

    Se graduó en diciembre de 1999 y ese bagaje lo trasladó a su nueva posición como gerente comercial en la empresa de su familia, la atunera Asiservy. La firma, fuertemente vinculada con el mar, tenía en el 2000 alrededor de un lustro de operaciones en Manta.

    El principal objetivo de Núñez era que crezca el negocio. Inicialmente tuvo una inducción exhaustiva en el departamento de producción del negocio: limpieza del atún, procesos industriales.

    Luego pasó al área comercial, cuyas actividades se convirtieron en una pasión. A través de su gestión logró abrir mercados en varios países de la Unión Europea.

    Asimismo, participó en más de 40 ferias de alimentos y pescados, para promocionar los productos de la compañía. Fue, además, delegado de Ecuador en la Conferencia Mundial del Atún por dos ocasiones y ponente en 2002, en Malasia, y en 2004, en Tailandia.

    En las últimas dos décadas la firma ha crecido de manera sostenida. A la par, Núñez se ha desarrollado como profesional; en 2013 inició una maestría en Gestión de Hidrocarburos en la Universidad de Viña del Mar (Chile) y estuvo hasta mediados del 2014.

    En noviembre del 2018 viajó a Madrid (España) para formarse en el programa de alta dirección en el IE Business School, donde permaneció por nueve meses. Su paso por esta institución le impulsó a desarrollar una empresa turística, volviendo a conectar el mar con su trabajo.

    Desde que entró a estudiar, hasta agosto del 2019, desarrolló la propuesta de valor, el modelo y el plan de negocio de Kontiki; luego vino la implementación: turismo receptivo a través de un yate de lujo, con aforo pequeño, aplicando metodología sustentable e impulso de las comunidades.

    Cristina Páez, directora regional de Ipsos, conoce a Núñez porque su hermano era colega en el directorio de la Cámara de Comercio de Guayaquil. Al ex empresario atunero lo apoyó en la elaboración de un estudio de mercado para impulsar el proyecto turístico. Destaca su liderazgo y su clara visión empresarial.

    “Demostró mucha confianza en su iniciativa, a pesar de las dificultades que se presentaban”, relata. Agrega que él siempre esta en busca de lo diferente e innovador.

    Luis Miguel Díaz-Granados, gerente de Walker Brandt, a quien conoce porque ambos forman parte de Entrepreneurs Organization, coincide con Páez en que busca marcar diferencias. “No le interesa solo ser el mejor, sino hacer algo distinto para que el resto no le alcance”. Lo compara con el empresario Elon Musk, en el sentido de proponer ideas impensadas que las lleva a la realidad.

    El afán de Núñez por impulsar su propio negocio lo llevó a dejar este año la compañía atunera familiar. Con su nuevo proyecto en marcha, señala que tras 20 años de labor cumplió su ciclo. 

    Vida personal
    Actividades. Le gustan los deportes. Practica Kyte Surf, ha competido en carreras de obstáculos, entrena en crossfit. Le gusta mantenerse activo en la parte física.

    Lectura. Le dedica bastante tiempo. Considera que es fundamental entender cómo se va a recomponer la industria del turismo.

    IE Business School. Destaca de esa época su contacto con grandes empresarios.

    En la mira de la ‘Costa inexplorada’

    Kontiki Expeditions es un concepto nuevo de vacaciones océanicas de lujo, enfocadas en un turismo consciente y experiencias inmersivas. De esa forma describe Carlos Núñez su negocio.
    La empresa cuenta con un barco de lujo denominado MY Kontiki Wayra, a través del cual se ofrece a los turistas dos itinerarios. Las operaciones comenzarán en diciembre de este año.

    La idea de la oferta es diferente, dice el propietario, ya que en los recorridos se atravesará sitios inexplorados de las provincias de la Costa y se visitarán localidades rurales históricas o poco conocidas, playas vírgenes, bosques, humedales, reservas naturales, entre otros sitios.

    Kontiki ha calificado como expedición marina de lujo dentro del grupo de Los Hoteles más Lujosos del Mundo (Most Luxury Hotels in the World). Se trata de una asociación de más de 550 hoteles independientes y boutiques en más de 90 países.

    Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo, destaca que la idea se enfoque en un nicho de mercado vip y que sea para un número exclusivo de clientes, acoplándose a la nueva realidad. “Hay que abrir el abanico de ofertas”.

    El empresario Carlos Núñez en su oficina en Manta. Abajo: estar cerca del mar es lo que más le gusta; una imagen durante un viaje a las islas Baleares. Los deportes son una de sus pasiones. Acude al gimnasio para realizar crossfit. Fotos: Cortesía Kontiki
    El empresario Carlos Núñez en su oficina en Manta. Abajo: estar cerca del mar es lo que más le gusta; una imagen durante un viaje a las islas Baleares. Los deportes son una de sus pasiones. Acude al gimnasio para realizar crossfit. Fotos: Cortesía Kontiki
  • El amplio mar de la tecnología

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    Hay circunstancias que llegan para transformarlo todo en un instante y eso fue lo que trajo la pandemia para las empresas en términos de digitalización. Sobre la marcha, particularmente aquellas tradicionales, han debido operar apoyándose en soluciones informáticas.

    En el mercado ya estaban disponibles hace más de una década: aplicaciones, herramientas tecnológicas en Red, software administrativo , portales electrónicos enfocados hacia lo comercial, etc. En Ecuador, sin embargo, no todos los negocios pequeños y populares se habían atrevido a dar el paso.

    Con covid-19, lo que no había sucedido en años, se produjo en una semana. Era vender o dejar de tener ingresos y apostaron por lo digital. Los negocios se lanzaron a soluciones fáciles y de rápido acceso como las redes sociales para promocionarse.

    El mar de la tecnología, sin embargo, es más que eso. Está repleto de herramientas que pueden apoyar a los negocios en su operación, facilitándoles procesos que van desde una contabilidad ordenada, hasta el marketing. Para lo que no hay una solución electrónica es para el temor de no dar el salto digital.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Un negocio que crece a orillas del mar

    Marcel Bonilla

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    Los turistas que gustan de los deportes extremos o de aventura, y de escuchar buena música en la playa, se concentran en Vida Pura. Se trata de un sitio ubicado en el balneario de Las Palmas, en la ciudad de Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre.

    Esta iniciativa turística surgió haces tres años de la mano de Rubén Aveiga, un migrante que, tras vivir 10 años en el país vasco (España), regresó para hacer realidad su sueño: montar su sitio en la playa donde se practiquen deportes de aventura y que al mismo tiempo sea un sitio referente para los turistas en la playa.

    Durante su estancia en España, Aveiga aprendió a surfear los fines de semana en una escuela de deportes en la playa. Mientras trabajaba, logró reunir un pequeño capital de USD 4 000, el cual invirtió en la compra de tablas de surf que utiliza en sus clases en el balneario de Las Palmas.

    Su propuesta de crear un sitio diferente en la playa para un público específico, ganó el primer lugar en un concurso de iniciativas convocada por la Prefectura de Esmeraldas, en el 2014. Esto se dio de entre 400 propuestas relacionadas con el turismo.

    El premio recibido fue la elaboración del plan de negocio para este proyecto. Este soporte les permitió definir la inversión que se realizaría y el tipo de público al que deseaba llegar con su propuesta turística.

    Después de tres años de estar en su negocio, que empezó con una escuela de surf en la playa, ahora cuenta con kayak, rápel, parapente y finamente el kite-surf (surf con cometas) que es una de las atracciones los fines de semana, durante la temporada de verano.

    El salto mayor se dio con la construcción del malecón de Las Palmas, inaugurado en marzo del 2016. Con apoyo de la EP Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec), que entregó al proyecto Vida Pura, un área bajo contrato con comisión para desarrollar su iniciativa turística, el negocio creció.

    Debido a la acogida que han tenido, ahora alquilan uno de los locales que están en la playa donde enseña a surfear, kayak y el parapente. Las personas interesadas en estos servicios, en la mayoría de casos, son extranjeros.

    La inversión que empezó con USD 4 000 ahora alcanza los 24 000, y permite a que seis jóvenes, amantes de los deportes de aventura, puedan emplearse enseñando lo que les gusta.
    “Todo lo que vamos ganando lo invertimos para fortalecer la iniciativa turística de este tipo”, señala Aveiga, quien planea montar hasta finales de este año, una sucursal de Vida Pura en el balneario de Atacames. Esta decisión se la toma por los resultados obtenidos y, también, pensando en el perfil de los visitantes que llegan hasta esa playa esmeraldeña.

    Una de las cosas que le agrada a Cristian Guerrero, es que en Vida Pura, se capacita a las personas para que aprendan a escalar en la torre que está en la playa. Además, se dan cursos de surf, surf con cometa, hula dance y hula finnish.

    Los visitantes, por USD 5 la hora, pueden usar una tabla de surf, y si desea un instructor paga 10. Además, por ese mismo, precio se puede navegar en kayak y viajar en parapente por USD 30.

    En esta zona no solamente hay un lugar para deportes de aventura, sino que se ha logrado fusionar con una zona de relax, en donde los turistas pueden sentarse en las 20 sillas de madera y disfrutar de una pipa helada.

    La demanda de clientes que acuden por deportes o por disfrutar del mar crece, por eso se hacen ampliaciones para ubicar más sillas en un área abierta con una estructura de madera que está cubierta con cintas de tela, que hacen las veces de techo.

    Melisa Mel, una de las colaboradoras en Vida Pura
    , dice que está propuesta se ha convertido en una alternativa para los turistas que visitan el balneario de Esmeraldas para disfrutar de los 5 km de playa.

    Stuart Camacho y Rolf Zerna  son instructores de surf en el emprendimiento Pura Vida, en la playa de este balneario esmeraldeño. Foto: Marcel Bonilla/ LÍDERES
    Stuart Camacho y Rolf Zerna son instructores de surf en el emprendimiento Pura Vida, en la playa de este balneario esmeraldeño. Foto: Marcel Bonilla/ LÍDERES
  • Los productos del mar tuvieron un año dinámico

    Redacción Guayaquil

    Para los sectores de pesca y de acuicultura, el 2012 fue un año que trajo estabilidad y alentó su desempeño económico. Juntos generaron más de USD 2 000 millones en divisas de enero a octubre último e involucró a más de 632 000 trabajadores directos e indirectos, entre industriales y artesanales.

    El último análisis del Banco Central del Ecuador (BCE) muestra que en el segundo trimestre, ambas actividades aportaron más al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en un 4,7% respecto al trimestre anterior.

    Los resultados se presentaron, a pesar de una serie de regulaciones que se fueron adaptando por disposición gubernamental. Entre ellas, el censo pesquero artesanal, la eliminación de la flota de arrastre (que entró en vigencia el pasado 15 de diciembre), la legalización de las piscinas camaroneras, así como la fijación de reglas para impulsar la maricultura.

    En la industria camaronera, los índices de productividad por hectárea fueron mejores que otros años. Eso se debe a la mano de obra calificada que se está abriendo campo en el país, según explicó José Campozano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA). “Fue un año dinámico. Se ha vendido más, pero a un costo mayor en investigación y esfuerzos”, comentó.

    En la provincia de El Oro, por ejemplo, ya existen camaroneras que el año pasado lograron un promedio de 3 800 libras por hectárea de camarón, frente a las 3 000 libras que antes eran referentes, dijo el titular del gremio.

    En Guayas, la productividad se mantiene en las 1 800 libras y en Manabí la situación es similar. Según el viceministro de Pesca y Acuacultura, Guillermo Morán, de las 40 000 hectáreas (ha) de camaroneras estimadas se han regularizado aproximadamente 28 000.

    Las restantes 12 000 no lo han hecho por diversos motivos, como la falta de conocimiento, caducidad en los permisos de concesión de playa y bahía o desinterés. “Con ellos debemos tomar una decisión. Una de ellas sería revertir la propiedad al Estado, para luego entregarles a las comunidades costeras”, afirmó Morán.

    Un monitoreo preliminar determinó que la mayoría de esas 12 000 ha pertenece a pequeños productores (menos de 10 ha cada uno) y todas están en zonas de playa y bahía. Para operar en esos sitios, el Estado otorga permisos de concesión.

    La pesca artesanal entró a un programa de ordenamiento, que incluyó el desarrollo de un censo. Esta medida no solo buscó conocer el número de personas que se dedican a esta actividad, sino para determinar su realidad socioeconómica. Los resultados preliminares muestran que, al momento, hay 66 000 pescadores censados. Sin embargo, el viceministro Morán cree que hasta febrero cuando culmine el proceso, estarán integrados unos 80 000.

  • El mar fue el eje de este congreso gastronómico

    Del lunes 1 al jueves 3 de octubre, en Guayaquil, se realizó el Congreso Latitud Cero. Se trató de un evento gastronómico, turístico y académico, que reunió la tradición culinaria del país, con la presentación de reconocidos cocineros locales y extranjeros.

    La localidad escogida para este congreso fue el Teatro Sánchez Aguilar . El primer día de Latitud Cero lo inauguró el chef español Joan Roca. Durante su ponencia, reafirmó la tendencia que los chefs globales están siguiendo actualmente: cocinar para que la memoria del comensal divague por sus recuerdos y que esa cocina sea sostenible.

    El chef Ángel León, del restaurante español Aponiente, no pudo asistir al congreso, pero envió a su representante, Juan Luis Fernández, y su compañero, Carlos Caballero. Su exposición se basó en el juego de la memoria y la incidencia que el ambiente marino tiene durante ese recorrido gastronómico.

    También asistieron al congreso, como ponentes, el chileno Rodolfo Guzmán, el español Josean Alija, los ecuatorianos Pablo Pavón y Michael Ruiz, la japonesa Keiko Nagae, entre otros reconocidos nombres y rostros del mundo culinario.

    El evento, cuyo tema central este año fue el mar, tuvo el aval del Ministerio de Cultura, Ministerio de Turismo e instituciones educativas locales.

    La Escuela de los Chefs coordinó la logística y apoyó también con la organización del evento, que es una iniciativa de Espai-Epicur.

    El objetivo, según los organizadores, fue crear un evento que involucre a todos los actores del sector gastronómico nacional, para fomentar su desarrollo.

    Los asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar las experiencias de los expositores, ver preparaciones en vivo y degustar los platillos preparados por estos reconocidos cocineros a escalas nacional e internacional.

  • Universidad Estatal Península de Santa Elena: La apuesta, en el agro y en ciencias del mar

    Redacción Guayaquil

    La Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE) fue creada el 22 de julio de 1998. Se inició con cuatro facultades: Ingeniería Industrial, Ciencias Administrativas, Ciencias Agrarias y Ciencias del Mar. En 16 años la universidad duplicó el número de facultades y tiene extensiones universitarias en las comunas de Manglaralto, Río Verde y Colonche, en la provincia de Santa Elena.

    La UPSE tiene 2 600 estudiantes, más de 200 docentes, 9 con PhD. La UPSE logró, tras un largo proceso de evaluación, obtener la categoría C por parte del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces). Actualmente destina todos sus recursos a potenciar esa calificación y subir de nivel.

    El centro viene de menos a más. En noviembre del 2009 el Consejo de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Conea), emitió un informe sobre el estado de las universidades del Ecuador. Esta notificación ubicó a la UPSE en la categoría E, destinada para las universidades que no cumplían con todos los estándares académicos.

    Para evitar el cierre del centro de estudios, se tuvo que plantear un programa para mejorar todas las falencias que el Conea encontró en la universidad y mejorar sus indicadores de calidad.

    En 2011, el Ceaaces realizó una nueva evaluación en la que la UPSE obtuvo calificación C, entre las entidades con oferta de pregrado, resultado que fue satisfactorio, resalta su rector Jimmy Candell.

    Entre los años 2008 y 2009 la universidad tenía el 17% de docentes con formación de cuarto nivel académico, cuando el organismo demandaba un 30% como mínimo. Posterior a ello el porcentaje subió al 60%, y de esta cifra la UPSE alcanzó el 50%.

    Durante el proceso de reestructuración, la nómina del personal administrativo y docente enfrentó un recorte, que le generó inconvenientes con los empleados. No obstante, los litigios se resolvieron con acuerdos.

    A raíz de la evaluación, se tuvo que decidir qué carreras seguirían en oferta y cuáles no, para dejar solamente aquellas que cumplieran con las exigencias del Consejo de Educación Superior.

    Actualmente, la UPSE tiene ocho facultades, y oferta 12 carreras. Los directivos quieren convertir a las carreras de Agricultura y Ciencias del Mar en sus productos estrella. Para conseguirlo deben ‘cambiar el chip’ de los aspirantes, puesto que la mayoría de los nuevos estudiantes opta por cupos en carreras administrativas e informáticas, señala Carlos Castillo, vicerrector académico. La demanda de estudiantes para la carrera de Ingeniería Agrícola es reducida.

    La sociedad peninsular dejó la agricultura y las tareas del campo progresivamente y se dedicó a otras actividades, de modo que la península dejó de ser potencia agrícola, explican Candell y Castillo.

    La UPSE quiere aprovechar el proyecto del sistema de trasvase Daule-Santa Elena, para impulsar la actividad agropecuaria. Mientras que en el área de Ciencias del Mar, la universidad trabaja en el análisis de la reproducción y el desarrollo de la ostra nativa. Se aprovecha la ubicación de la entidad cerca de la zona costera para la aplicación de estos estudios. También se investiga sobre bioproductos.

    Oferta Facultades. Son 8: Ciencias Administrativas; Ciencias Agrarias; Ciencias de la Educación e Idiomas; Ciencias de la Ingeniería; Ciencias del Mar; Ciencias Sociales y de la Salud; Sistemas y Telecomunicaciones; e Ingeniería Industrial. Carreras. En las facultades señaladas se desarrollan 12 carreras en la actualidad.