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  • El crecimiento de la economía tiende a bajar su ritmo

    Redacciones Quito, Guayaquil y Cuenca

    El 4,05% de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), previsto por el Gobierno para este año, refleja una tendencia hacia una desaceleración de la economía, en comparación con los niveles alcanzados en el 2011 y el 2012.

    No obstante, existen sectores que muestran un mejor desempeño que otros, entre ellos el industrial.

    Andrés Robalino, vicepresidente Técnico de la Cámara de Industrias de Cuenca, explica que, tal como ha venido sucediendo en los últimos años, la inversión pública ha impulsado proyectos de construcción, y eso es importante. «No obstante, es clave impulsar la industria y el valor agregado para que haya mayor dinamismo en la economía. También, apoyar a las exportaciones».

    Añade que aunque aún no se define el modelo económico donde se delinearán los parámetros de los próximos cuatro años, «creemos que se trabajará en el cambio de matriz energética, y eso ayudará a todos los agentes y socios del sector industrial».

    En este escenario, la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades) reconoce que la actual matriz productiva ha sido uno de los principales limitantes para que el Ecuador alcance una sociedad del Buen Vivir. «Superar su estructura y configuración actual es por lo tanto uno de los objetivos prioritarios».

    Para ello se han identificado 14 sectores productivos y cinco industrias estratégicas. Estas serán las que faciliten la articulación efectiva de la política pública y la materialización de esta transformación, pues permitirán el establecimiento de objetivos y metas específicas observables en cada una de las industrias.

    Didácticamente, la Senplades explica que actualmente el país exporta materias primas, con escasa participación del talento humano, e importa productos elaborados. La idea es cambiar esa dinámica por la creación de industrias y la modernización tecnológica, generando plazas de empleo. En definitiva, tener más y mejor producción, y exportar productos elaborados con manos locales.

    Pero este objetivo llevará su tiempo. Por ahora, el economista Pablo Andrade considera que el modelo económico seguirá sosteniéndose en la inversión pública y el consumo. «Para este año se prevé un presupuesto de USD 32 366 millones, y buena parte se destinará a cubrir el elevado gasto corriente y el Plan Anual de Inversiones. Por tanto, al menos este año, y me atrevo a prever que los próximos tres, no habrá un cambio sustancial en la forma del modelo».

    Por ello, Marcelo Vázquez, analista económico y catedrático de la Universidad de Cuenca, señala que para el resto de año habrá que ver qué pasa con el precio de barril de petróleo, que es determinante para la economía nacional. También habrá que ver el reporte de remesas, que aún no se actualiza, y saber qué ha sucedido con estos ingresos.

    «La economía ecuatoriana ha crecido poco este semestre, más bien se mantiene. Una de las razones es que no existe un proceso ordenado de crecimiento. La industria está por un lado, el sector público por otro camino y eso genera un desorden, que afecta al crecimiento».

    A todo ello, el desempeño de las principales economías del mundo también impactan dentro de la región y del país. Aunque el Gobierno ecuatoriano asegura que este año el país será de los que más crezcan, organismos internacionales como la Cepal han ajustado sus previsiones, incluso hasta pronosticar un crecimiento del PIB ecuatoriano de un 3,5%.

    Asimismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó las previsiones de crecimiento de este año para la economía mundial del 3,3% al 3,1%. Y para todas las naciones de Latinoamérica, la situación es similar.

    Visto así, el panorama se presenta similar al 2012, pese a las mayores recaudaciones tributarias, que han sido mermadas por los menores ingresos petroleros. En el caso de las recaudaciones de impuestos, estas siguen en aumento en el orden del 10 al 15%, respecto al año pasado. Sobre la balanza comercial hay una recuperación respecto al año pasado, aunque mucho se explica por los precios favorables del petróleo, ya que la balanza no petrolera continúa manteniendo sus problemas deficitarios del año pasado.

    En cuanto al sistema financiero, a pesar de que las utilidades se han recortado en más del 40%, la captación de depósitos aumenta, pero a un ritmo menor que lo registrado en años anteriores.

    Por último, la actividad en industria y comercio al por mayor y menor continúan en niveles similares al 2012, con tasas de crecimiento de entre el 4 y 5%, en promedio, según los principales actores de ambos sectores.

    INDUSTRIA

    Agroindustria crece de forma dispareja

    El primer semestre del año cerró con resultados dispares en diferentes áreas de la agroindustria. Por un lado, la fabricación de chocolates de exportación fue rentable, mientras que por otro, los industriales piladores de arroz no experimentaron un buen semestre.

    Javier Chon Lama, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), sostiene que el mercado interno ha cambiado por varios factores. «Se siente falta de dinero, lentitud en el mercado nacional, afectaciones de plagas y contrabando. Esperamos que el panorama cambie y terminemos en una buena situación».

    Mientras que para Santiago Peralta, presidente de industria Chocolate Pacari, su empresa creció cerca del 20% en comparación con el año pasado. Es un resultado generalizado para este sector, que fue promovido por la estabilidad del precio internacional de la materia prima (cacao), así como el continuo acceso crediticio y el crecimiento del consumo de chocolate amargo en el exterior.

    El vicepresidente de la Cámara de Industrias de Cuenca, Andrés Robalino, indica que el crecimiento industrial con respecto al año pasado se ha mantenido en los mismos niveles. Para él es clave incentivar la inversión nacional y atraer inversión extranjera para dar un empuje a este sector que genera empleo y dinamiza la economía.

    BANCA

    La actividad sigue pese a las restriccciones

    La cartera de créditos totales creció un 9,41% a mayo de este año y la línea de consumo registró similar comportamiento a pesar de temores por presuntas restricciones tras medidas regulatorias.

    El monto colocado llegó a USD 15 000 millones, de los cuales USD 5 731 millones pertenecen a consumo. La perspectiva ciudadana es que la banca es más cuidadosa que antes al momento de conceder financiamiento. El consumo es uno de los temas que es seguido de cerca por las autoridades de control del sector, para evitar o contrarrestar el sobreendeudamiento. El superintendente de Bancos y Seguros, Pedro Solines, no ve un retroceso alarmante en el sistema financiero.

    Respecto a la baja cobertura de financiamiento en el sector vivienda (9% del monto total), Solines destacó que es consecuencia del papel que desempeña el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess). Mientras que la cartera de créditos para el comercio llegó a USD 7 687 millones, 19% más que en los cinco primeros meses del 2012.

    El año pasado, una serie de medidas limitaron la acción de las instituciones del sistema financiero. Eso obligó a cada una de estas entidades a ajustar sus costos operativos. Pese a que sus utilidades se han contraído alrededor del 44%, la actividad todavía sigue vigente al mismo ritmo del año pasado, según los actores del sistema financiero.

    COMERCIO

    La balanza comercial tiene saldo negativo

    En los últimos meses, el propio Gobierno reconoció que el país continúa apegado a ser un exportador neto de materias primas, sin mayor valor agregado. Incluso, reconoció su error en la políticia comercial de los últimos seis años. Y por eso lanzó su plan de cambio de la matriz productiva.

    En efecto, al observar las cifras de comercio exterior se evidencia que la balanza comercial se ha deteriorado, registrando un saldo negativo de USD 287 millones en los cinco primeros meses del año, según cifras pubicadas la semana pasada por el Banco Central. Sin considerar el petróleo, el escenario es igual de preocupante, pues el saldo en contra llegó a USD 3 500 millones, apenas por debajo de lo registrado en igual período del 2012, lo cual ya era un factor de preocupación.

    La explicación del déficit comercial es una combinación de menores exportaciones y mayores importaciones. En el primer caso, pese a que el precio del petróleo estuvo en USD 98 por barril, fue menor a los USD 102 que registró el primer semestre del año pasado, lo cual redujo los ingresos. Esto neutralizó el mejor desempeño de las ventas del sector privado, que crecieron 13% en el quimestre.

    Por el lado de las importaciones, las compras de bienes de consumo bajaron ligeramente, pero subieron las importaciones de combustibles, materias primas y bienes de capital.

    TURISMO

    El millón de visitas no es suficiente

    Hay incertidumbre en el sector turístico, aunque para algunos la llegada de Vinicio Alvarado a la Cartera de Turismo es una buena señal. Raúl García, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador (Fenacaptur) señala que es importante que «la mano derecha del presidente» esté al frente de un ministerio tan estratégico.

    Alvarado justamente anunció el miércoles pasado que el presupuesto para impulsar el turismo en el país será USD 30 millones. La noticia, sin embargo, no llamó la atención, porque en enero del 2012, el exministro Freddy Elhers habló de USD 40 millones y final del año reportó un presupuesto de USD 52 millones (con una ejecución del 89%).

    El sector privado está consciente de que la promoción del país en el extranjero ha beneficiado la llegada de turistas (1,2 millones de personas llegaron en 2012 y hasta junio de este año entraron 544 812). Pero la queja es que no dejan mucho dinero. La informalidad con la que crece la oferta turística no ayuda a mejorar la calidad e incide en el declive de los precios. El turismo es la sexta fuente de ingresos de divisas. En 2012 el ingreso por viajes y transporte de pasajeros fue de USD 1 032,7 millones, por debajo de sector más dinámicos como petróleo y sus derivados, banano, camarón y productos elaborados del mar.

    ENERGÍA

    Mayor importación petrolera en camino

    Tal como se lo había pronosticado el año pasado, han sido meses de ajuste para la actividad petrolera del país. El aumento de la demanda de combustibles por su bajo precio y las paralizaciones programadas de la Refinería de Esmeraldas se han visto reflejadas en un aumento de la importación de derivados. De acuerdo con datos del Banco Central, entre enero y mayo de este año el país importó 18,2 millones de barriles en combustibles (gasolinas, diésel y GLP). Es decir, un 19% más que el mismo período del año pasado en el que se importaron 15,3 millones de barriles.

    Al mismo tiempo, la balanza comercial petrolera sufrió una fuerte contracción durante estos meses, explicado, precisamente, por un aumento de las importaciones y una disminución de lo exportado. Esto, pese a que los precios internacionales del crudo se han mantenido por encima de los USD 95, en promedio, durante estos seis meses.

    Conforme a datos de Petroecuador, la paralización mayor de la Refinería implicará que el país tenga que importar 14 millones adicionales de derivados. Sin embargo, dispondrá de un volumen mayor de crudo para exportar. Pero en términos netos tendrá un saldo negativo de entre USD 300 y 400 millones. La primera para programada de la refinería se llevó a cabo en febrero de este año y está prevista una segunda para septiembre.

    FISCO

    Los impuestos siguen sosteniendo al país

    Otro de los puentes que unen las actividades público-privadas es el referente a la recaudación tributaria. Por esta vía, el Estado ha logrado disponer de cada vez mayores recursos en sus arcas fiscales. Y, en lo que va del año, eso no ha sido la excepción. Según el Servicio de Rentas Internas (SRI), a mayo (cifras más recientes) se logró un crecimiento del 13,8% respecto al 2012, una tendencia que se ha mantenido en los seis años.

    Dentro de este escenario, el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) ha logrado mayor protagonismo, dado que desde enero de este año se incrementó la tasa del 2 al 5%. De esta manera se ha convertido en el tercer impuesto en importancia.

    Por su lado, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que de alguna manera mide la actividad económica doméstica, también sigue en alza similar al del 2012. El crecimiento del 15,6% está en concordancia con las metas de la autoridad tributaria y demuestran que el consumo continúa siendo un puntal importante dentro de la economía.

    Para el empresario Francisco Dávila, en el país, si bien es cierto se ha logrado establecer ya una cultura tributaria, sin embargo, las recaudaciones continúan presionando a las actividades productivas. «Pese a que ya es una costumbre el pago del Anticipo al Impuesto a la Renta, aún sigue ajustando la liquidez de las empresas ecuatorianas».

  • Pablo Collazo: ‘Ecuador tiene mucho potencial’

    Xavier basantes Editor del Semanario LÍDERES

    El cambio de la matriz productiva en Ecuador es un asunto que despierta interés en el ámbito académico internacional. Por una invitación de la Universidad del Pacífico, Pablo Collazo estuvo en Quito y en Guayaquil, del 7 al 15 de enero. Tras dictar conferencias y reunirse con empresarios, el PhD uruguayo comparte sus reflexiones sobre este nuevo proceso.

    ¿Cuál es la primera impresión que tiene del Ecuador en cuanto a su competitividad y productividad?

    La impresión que tengo es que Ecuador tiene mucho potencial. Esta sensación de revisar la matriz productiva y de poner énfasis en la innovación y en el conocimiento es reconocer que la generación de valor en la economía de hoy radica en la inversión en intangibles, en la difusión del conocimiento y en un compromiso constante con la innovación.

    Pero dentro de este proyecto que desarrolla el Gobierno, ¿qué tan fácil es cambiar una matriz productiva?

    Lo importante es ser conscientes de que se trata de un proceso de transformación que va a consumir tiempo, que requiere alinear las políticas públicas con las necesidades del sector empresarial y con la demanda. La inserción de la empresa ecuatoriana en el mundo, depende de eso. De modo que lo que se requiere es ajustar expectativas; no es algo que se logra en el corto plazo. En la medida que existan objetivos convergentes entre el sector público y privado, y que tengan conciencia de que esta transformación es continua, con un horizonte de medio y largo plazo, Ecuador está en óptimas condiciones para lograrlo.

    Sin embargo Ecuador es un país cuya economía se ha sustentado en la explotación de sus recursos, sobre todo del petróleo. ¿Qué tan fácil o pragmático puede ser dar este salto? ¿Cómo se pueden ajustar los objetivos del sector público y del privado?

    Habría que hacerlo de forma incremental. Esa sería una respuesta corta. Hacerlo de forma incremental es no renegar de los recursos que en su conjunto le dan la ventaja competitiva al Ecuador. Ecuador tiene una localización única y tiene una canasta de recursos sobre todo vinculada con el sector primario, de los cuales no debería renegar. La riqueza petrolera, minera… que tiene este país, con una diversidad agropecuaria muy marcada representan los activos base a partir de los cuales la propuesta sería añadir valor, invertir más en conocimiento y asumir riesgos. La inversión y la innovación son por definición una actividad de riesgo. Conozco muy bien la región y mi diagnóstico es que en Latinoamérica adolecemos de una marcada aversión al riesgo. Hay que invertir, hay que reconocer que la innovación es algo continuo y que también es fallar, pero son esos errores que luego en el acumulado nos permiten aprender y materializar esa innovación con cambios en la productividad.

    ¿Cuál es la percepción que transmite el empresario ecuatoriano en cuanto a la actitud de asumir riesgos, innovar y aportar valor agregado?

    He percibido una sensación mixta. Hay un cauto optimismo sobre la propuesta (cambio de matriz). Desde un punto de vista conceptual, de las charlas mantenidas con los empresarios, la propuesta es sólida y hace mucho sentido económico, sobre todo por esta apuesta de agregar intangibles, como el conocimiento y la innovación. No es ninguna fórmula secreta. El éxito radica en el proceso y en una implementación que alinee e involucre al sector público y privado.

    ¿Qué significa ‘cauto optimismo’?

    Cauto optimismo quiere decir reconocer la necesidad de acometer esta transformación, pero en Latinoamérica tenemos un legado de estados paternalistas, que tal vez debamos revisar en este momento. Y vuelvo sobre este tema de la innovación y de la inversión como actividades por definición de riesgo. De modo que esta visión de cauto optimismo y esta aversión al riesgo se revisa y se hace de forma incremental, con algunos cambios de forma continua, que esos cambios generan resultados tangibles, palpables, y este cambio de actitud los va a llevar por la dirección correcta.

    En medio del cauto optimismo hay que considerar que el sector público y el privado defienden sus intereses. ¿Cómo articular los objetivos comunes -en función de cumplir retos- con la matriz productiva? ¿Cómo se puede involucrar la Academia?

    Sobre esta última observación, la Academia tiene un rol central en articular este cambio. En esto se requiere mucho diálogo. Sobre la diversidad de intereses, me animaría a decir que los intereses son convergentes. La empresa tiene un fin de lucro muy legítimo, y tiene que hacer su propia valoración de riesgo y beneficio. El sector público tiene una finalidad que en su esencia es similar, que es mejorar y aumentar la prosperidad de la sociedad. De modo que prosperidad y beneficios se pueden interpretar como dos caras de la misma moneda. Entonces, con diálogo, ajustando las expectativas, porque este cambio requiere admitir que lo que se persigue son finalidades convergentes.

    ¿Cuál debe ser la actitud del Gobierno para fomentar esta propuesta?

    Yo creo que cuando el Gobierno hace esta propuesta su actitud no es otra que mejorar las condiciones de competitividad de la empresa ecuatoriana. Naturalmente, el sector público necesita conciliar intereses de un universo muy diverso de empresas privadas y de sectores sociales y políticos. Entonces, es legítimo que se intenten distribuir beneficios de forma más equitativa, y es aquí donde la empresa, persiguiendo sus legítimos derechos de beneficios, tiene que ingresar a este diálogo viendo cuál es el marco normativo, el marco de competencia, de acceso a insumos, a infraestructura que necesita y, sobre todo, que genere una gestión eficiente de los recursos. Sería lamentable que la ausencia de diálogo entre el sector público y privado lleve a desarrollar políticas que inviertan en insumos e infraestructura que no son las que la empresa necesita para competir.

    LA RELACIÓN DIRECTA CON LA ACADEMIA

    Su aporte. En la actualidad es profesor de Estrategia e Innovación en la Univ. de Economía de Viena.

    Su formación. En Derecho y Economía, con estudios de posgrado en Boston Universidad (MBA) y Esade (PhD).

    Más aportes. Universidad Carlos III de Madrid, Universidad de St. Gallen, entre otros.

    «El éxito radica en el proceso y en una implementación que alinee e involucre al sector público y privado».