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  • Una medalla de oro en Chile premia su calidad

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El producto Concordia de la cerveza ecuatoriana Latitud Cero ganó la medalla de oro en la categoría Pale Bitter European Beer, en la Copa Cervezas de América GCA. Este certamen internacional se realizó en octubre pasado, en la comuna de Las Condes, en el nororiente de Santiago de Chile.

    Es la primera ocasión que un producto de Latitud Cero alcanza una medalla de oro internacional en Chile. En el 2015 y 2016 Concordia también recibió las medallas de bronce en este mismo certamen. También ha conquistado otras cuatro preseas tanto de oro como de bronce en las ediciones de la Copa Cervecera Mitad del Mundo, que se realizaron en el Ecuador entre el 2016 y este año.

    El gerente de Marketing de Latitud Cero, Sebastián Tamariz, señala que este último reconocimiento tiene gran relevancia porque otras marcas que son mundialmente reconocidas como Samuel Adams (Estados Unidos), Brewpoint (Brasil), Mannheim (Brasil) y Nuske (Argentina) solo ganaron bronce en esta categoría. Para entender la importancia del premio, dice Tamariz, Samuel Adams es la cervecería artesanal mejor posicionada de EE.UU. con muchos estilos cerveceros.

    Concordia es la primera de las seis variedades que tiene en el mercado la marca Latitud Cero, que es producida en la cervecería artesanal cuencana La Paz. Fue lanzada en el 2015. Las otras son Sierra Negra, Catequilla, Apachita, Punta Palmar y Antisana. Estas últimas fueron lanzadas a inicios y a finales del año pasado.

    Tamariz destaca que el producto galardonado en Chile tiene un color dorado, cristalino y brillante y ligeramente más fuerte que una cerveza promedio por su grado alcohólico de 5,3%. Es una receta del maestro cervecero alemán Daniel Kadatz, quien labora en la planta de Cervecería La Paz, en el Parque Industrial, ubicado en el norte de la capital azuaya.

    Según Tamariz, el jurado de la Copa Cervezas de América realiza una cata a ciegas para la calificación. Es decir, no saben cuál es la marca ni de donde provienen las diferentes bebidas participantes. Ellos evalúan parámetros como color, aroma y sabor, “que deben cumplir con exigentes requisitos”, que son previamente establecidos por la Beer Judgement Certificate Program (BJCP).

    Los seis estilos de cervezas de Latitud Cero también se exportan en la actualidad, a Perú, Estados Unidos y Colombia. Entre las expectativas está llegar a Europa y Asia. Tamariz señala que entre el 60% y 70% de la producción se comercializa en el Ecuador y el resto se envía al extranjero.

    Las variedades Concordia y Apachita son las que más se han exportado, sin embargo también hay envíos importantes de Sierra Negra, Catequilla, Punta Palmar y Antisana, dice Tamariz.

    Tener un portafolio amplio de variedades de calidad es importante para posicionar una marca de una cervecería artesanal, agrega el Gerente de Marketing de Latitud Cero. Según él, este reconocimiento y los anteriores permiten tener una buena imagen en los mercados nacional e internacional para posicionarse.

    Para el próximo año, la marca Latitud Cero tiene previsto aumentar sus variedades. “Lo importante es tener una cervecería en la que se puede hacer variedades. Para esto, no ocupamos extractos de malta, sino materias primas de calidad”.

    Otros detalles

    El concepto.
    Latitud 0 basa su concepto en la línea equinoccial porque quieren que su producto se apegue a las raíces ecuatorianas. Por ello, cada una de las variedades lleva el nombre de un punto geográfico por donde pasa esta línea imaginaria, como es el caso del poblado de la Concordia.

    La información. En cada etiqueta de los productos de esta empresa se indica el lugar donde están ubicados estos lugares con los que fueron bautizadas las cervezas y se informa sobre las características principales de cada tipo.

    El maestro cervecero Daniel Kadatz (izq.) junto a José David Moscoso, Diego Domínguez y Sebastián Tamariz. Foto: Cortesía de Latitud Cero
    El maestro cervecero Daniel Kadatz (izq.) junto a José David Moscoso, Diego Domínguez y Sebastián Tamariz. Foto: Cortesía de Latitud Cero
  • Después de ocho décadas se llevó una medalla de oro

    Modesto Moreta

    Fuentes San Felipe Sociedad Anónima busca llegar a más provincias en el país. Para eso, promociona un hecho importante: la firma latacungueña, con 83 años en el mercado, fue premiada el mes pasado con una medalla de oro a la calidad de su producto.

    El concurso fue desarrollado por el Instituto Internacional de Selecciones Mundiales con sede en Bruselas. Esta entidad escogió a San Felipe, entre varias marcas en el mundo, como la mejor por su pureza. La premiación se realizó en Lisboa (Portugal).

    Este emprendimiento se inició en 1928 con 20 colaboradores, de la mano de su fundador Eloy Sánchez. En la actualidad, la marca tiene 44 empleados. Los habitantes de las provincias de Cotopaxi, Pichincha, Tungurahua y de parte de la Amazonía son los principales consumidores del líquido con gas natural que llega en forma subterránea de los deshielos del volcán Cotopaxi. El año pasado facturó USD 1,5 millones en ventas.

    Aunque no hay registros contables de cuánto dinero invirtió en la construcción de la primera infraestructura de la fábrica y en la importación de la maquinaria desde Alemania, esta continúa en crecimiento de la mano de su hijo Nelson. Él asumió la gerencia en 1991. Ese año también la empresa se cambió a Sociedad Anónima.

    Una de las características de la compañía es actualizar sus procesos de producción, de la mano de la tecnología. En 1985, la firma invirtió 1 millón de sucres en la adquisición e importación de nuevos equipos y en la compra de 120 000 botellas de vidrio y jabas.

    Una de las inversiones más fuertes fue en 1994, con 225 millones de sucres (USD 103 000 al cambio de la época), en la adquisición de una moderna maquinaria, jabas y más botellas en vidrio. Además, se instaló un pequeño laboratorio para los análisis del líquido.

    En el 2000, con la dolarización de la economía, las ventas bajaron en un 40%. Los ahorros en dólares no les afectó durante el cambio de sistema. “Para recuperarnos, iniciamos una campaña de venta de puerta a puerta. Desde entonces, distribuimos botellones a domicilio, en donde nuestro producto tiene presencia”, dice Bertha Figueroa, colaboradora de la firma.

    En Quito, uno de los distribuidores es Gonzalo Chicaiza. Cuenta que este año las ventas han crecido. En la actualidad, dice que entregan 1 000 botellones a domicilio. “La calidad del agua que vendemos hizo que la demanda suba. Más familias compran los garrafones. Eso es positivo”.

    Chicaiza también trata de sacarle provecho promocionando el premio internacional a la calidad. Espera subir las ventas en un 30%.

    En el 2013, Fuentes San Felipe comenzó el proceso para la obtención de la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura. El documento fue extendido por el Ministerio de Salud, el año pasado. La inversión fue USD 100 000.

    Además de la capacitación del personal se efectuaron adecuaciones a la infraestructura: se cambió de pisos, se construyó una pecera donde se realiza el proceso de embotellado y el laboratorio fue equipado con nuevos instrumentos que certifican la pureza del producto que sale al mercado.

    Insignia

    ‘Trabajamos para mantener la calidad’

    Nelson Salguero. Jefe de Producción San Felipe. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES.
    Nelson Salguero. Jefe de Producción San Felipe. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES.

    Trabajo 24 años en la empresa; estoy encargado de la planificación y organización de los procesos de producción. Laboramos manteniendo la salubridad de nuestro producto. Para ello cumplimos estándares de calidad que garanticen la salud de nuestros consumidores.

    Controlo que el personal llegue al 95% de la eficiencia. Con la constante capacitación esperamos llegar a un 99%. Eso está ayudando en el crecimiento de la empresa, a través del ahorro de energía y de recursos. Lo importante es que no estamos estáticos en el conocimiento, por eso constantemente me capacito en temas como organización y gerencia de producción.

    Eso ha ayudado a mantenernos como líderes. Me inicié como supervisor de producción, posteriormente con dedicación y responsabilidad fui asumiendo otras delegaciones. Los valores importantes de la empresa son la estabilidad laboral, la honestidad y el buen trato.

    Nelson Sánchez, gerente general de la empresa Fuentes San Felipe Sociedad Anónima, está al frente de la fábrica desde 1991 y busca incrementar las ventas de esta marca. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Nelson Sánchez, gerente general de la empresa Fuentes San Felipe Sociedad Anónima, está al frente de la fábrica desde 1991 y busca incrementar las ventas de esta marca. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
  • Medalla del premio Nobel que inventó el PIB vendida por USD 391 000

    Agencia AFP

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    La medalla del premio Nobel de Simon Kuznets, el economista que inventó el PIB (Producto Interno Bruto) para medir el crecimiento económico de los países, fue vendida en una subasta en Los Ángeles por casi USD 391 000 dólares.

    La medalla de oro entregada a Kuznetz, quien murió en 1985, es la primera de un premio Nobel de Economía (y la sexta de un premio Nobel) que encuentra su destino en el martillo de un subastador.

    Fue adjudicada por USD 390 848 a un comprador anónimo de la casa de subastas Nate D. Sanders en Los Ángeles, California, la noche de este 26 de febrero. Kuznets recibió el premio en 1971 por sus investigaciones sobre crecimiento económico.

    A diferencia de sus pares de la época, utilizó la demografía y las estadísticas para entender los efectos del crecimiento de la población sobre la productividad nacional. En oro de 23 quilates, la medalla muestra el retrato del químico que inventó el premio, Alfred Nobel.

    Kuznets utilizó la demografía y las estadísticas para entender los efectos del crecimiento de la población sobre la productividad nacional. Foto: Archivo/AFP
    Kuznets utilizó la demografía y las estadísticas para entender los efectos del crecimiento de la población sobre la productividad nacional. Foto: Archivo/AFP