Etiqueta: média

  • Mayoría de hogares de clase media redujo sus ingresos

    Carolina Enriquez

    Relacionadas

    Los hogares de clase media en Quito enfrentan una fuerte reducción de sus ingresos tras la pandemia. Incluso han tenido que priorizar sus gastos.

    A esa conclusión llegó el estudio Impacto económico por paralización covid-19 en hogares de Quito, de junio del 2020, elaborado por la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) y la Universidad de Las Américas (UDLA). Allí se establece que el 77,2% de los hogares de clase media y media alta enfrentan una disminución de sus ingresos.

    Se trata de unidades familiares que reciben desde USD 850, en adelante, al mes, explica Iván López, docente de economía de la UDLA y una de las personas que elaboró el documento. Este muestra que en cada hogar existen en promedio 3,8 integrantes y que más de dos personas pueden llegar a obtener ingresos.

    Los más afectados han sido aquellos hogares cuyos ingresos llegan hasta USD 1 200 al mes, ya que el 71,4% registró pérdida de los mismos. Este segmento ha sido doblemente golpeado: la pérdida de empleo alcanza al 47,8%.

    “Los primeros que sufren un impacto durante las crisis son las personas que tienen menores ingresos, menor nivel de estudios y empleos más precarios”, comenta López.

    Fernanda P., quien reside en el sector de La Rumiñahui (norte de Quito) y es parte del segmento, por ejemplo, no tuvo ingresos entre marzo y mayo. Ella y su esposo tienen un negocio de metalmecánica pero todo quedó paralizado tras la cuarentena. La pareja y sus dos hijos han vivido de unos ahorros con los que contaban y luego tuvieron que pedir prestado.

    El impacto económico en la clase media de Quito.
    El impacto económico en la clase media de Quito.

    Pero la gente con más ingresos dentro de la clase media también está afectada.
    En el hogar de Xavier E., quien reside en el sector de Ponceano y trabaja en finanzas, los ingresos, en condiciones regulares, eran superiores a USD 2 100. Aportaban en la economía familiar él y su esposa; además, tienen un hijo. Tras la pandemia todo cambió.

    “Me bajaron en 40% el salario y perdimos un bono. Así de dura está la situación”, comenta. Ante eso reestructuró deudas bancarias, dejó de pagar el consumo de plataformas como Spotify y ahora cocinan en casa.

    El estudio, precisamente, muestra las prioridades de los quiteños de clase media durante y poscuarentena. En ambos casos, los gastos más importantes son alimentación, servicios básicos, educación, seguros de salud y asistencia médica e insumos médicos.

    Estas, precisamente, son las prioridades de Óscar M., padre soltero quien labora como coordinador digital y vive en el valle de Los Chillos. Perdió el 20% de sus ingresos, que alcanzaban USD 1 700. Ha buscado trabajos adicionales y dejó de usar sus tarjetas.

    En el hogar de Fernanda, las prioridades generales también son las suyas. Sus integrantes se han enfocado en ser ordenados para tener dinero para comida y evitan enfermarse.

    En estos momentos, ella está en algo aliviada porque su negocio ha vuelto a tener contratos. Lo propio pasa en el caso de Diego P., quien tiene un restaurante en la Jipijapa. “En marzo y abril no gané nada. Estamos vendiendo ahora a través de plataformas de entrega, ingresando a grupos colaborativos para emprendimientos, haciendo todo tipo de publicidad para reactivarnos. Lo primero es salir de las deudas”.

    Concluida la cuarentena, indica el estudio, en promedio, la gente considera importante pagar créditos y otras obligaciones, así como invertir en un negocio propio.

    Eso es alentador ya que muestra el interés por emprender, indican Sebastián Chiriboga y Luis Naranjo, técnicos de la CCQ que colaboraron en la elaboración del informe. Ambos explican, además, que las prioridades poscuarentena revelan también quienes serán los sectores más afectados. La diversión, el ocio, la inversión en bienes muebles e inmuebles, así como el turismo son las áreas menos prioritarias.

    María Fernanda Garcés: ‘90 000 empleos perdidos en Quito’

    María Fernanda Garcés, secretaria de Desarrollo Productivo del Municipio. Foto: cortesía
    María Fernanda Garcés, secretaria de Desarrollo Productivo del Municipio. Foto: cortesía

    Redacción Quito (I)
    María Fernanda Garcés, secretaria de Desarrollo Productivo del Municipio, analiza la economía. 

    ¿Qué acciones está llevando a cabo la Secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio de Quito para reactivar la economía de la ciudad?
    Tenemos varias cosas. Primero debo decir que tenemos retos muy fuertes respecto a lo que significa la pandemia este momento en la ciudad. También hay que decir que ya veníamos desde antes con una situación bastante complicada en lo económico y en lo social.

    ¿A qué se refiere?
    El año pasado, Quito era una de las ciudades con mayor nivel de desempleo. Lo que ha ocurrido en 2020, la paralización que se tuvo que desarrollar en función de la emergencia, ha agravado la situación. Creo que ese es un punto de partida sobre el que debemos de tener conciencia. La situación de desempleo en la ciudad y la situación en la reducción en ventas son algunos de los retos que enfrentamos. La iliquidez del sector empresarial en la urbe es muy compleja.

    ¿Qué cifras tiene?
    En cuanto al desempleo, de acuerdo con la estimación que hemos hecho en el primer semestre, más o menos se han perdido 90 000 puestos de trabajo. A partir de la apertura de las actividades, el pasado 3 de junio, hemos determinado que lo que estamos enfrentando es un ‘shock’ de oferta y demanda.

    ¿Qué implica eso?
    Veníamos de un proceso de paralización, en el que no había producción de bienes y servicios. Una vez que se abrieron las actividades, hemos visto que los negocios funcionan, pero que no hay gente que acude a los mismos. Esto ha generado una reducción en ventas muy importante. Estamos hablando que entre enero y abril de este año, con respecto al mismo período del anterior, hemos perdido USD 4 600 millones en ventas.

    ¿Qué se puede hacer ante esta situación?
    Esta situación es un reto en el que tenemos que vincularnos de manera colaborativa, tanto el sector público como el privado. Nosotros como Municipio tenemos pocas herramientas en cuanto a los temas tributarios y laborales, porque no los manejamos como gobierno local. De eso se encarga el Gobierno central. En este momento esperamos que la Ley Humanitaria entre en vigencia. Eso nos va a permitir dar holgura a la actividad económica de la ciudad, en términos de impuestos y de trabajo. Nosotros tenemos algunas opciones en el proceso de reactivación.

    ¿Cuáles?
    Por un lado está trabajar con el desarrollo local territorial. Tenemos un plan de trabajo con los pequeños y micronegocios de la ciudad, que son alrededor del 80% de la estructura empresarial de la capital. El programa se llama Activa tu negocio y tiene que ver, en una primera parte, con medidas de bioseguridad. La idea es que los negocios vuelvan a recuperar la confianza del comprador, que la gente sepa que tienen todas las seguridades y que se puede aprender a convivir con el virus.

    ¿Qué se logra con la confianza del comprador?
    Nos interesa desarrollar un modelo en el que alguna manera impulsemos al ciudadano a tener nuevamente confianza. En el momento que usted tiene la posibilidad de ver que un negocio ha sido calificado como seguro, va a volver. Hoy por hoy, las preferencias del consumidor de elegir se han modificado. La gente prefiere salir solo si es necesario o entrar a un lugar solo si le provee de la seguridad que se busca. Nosotros estamos trabajando con el sector privado en un distintivo de la ciudad, Quito Seguro, promoviendo negocios seguros.

    ¿Se aplicará esto en los negocios de los diferentes barrios?
    La primera línea de política, como le decía, es trabajar en lo que hemos denominado desarrollo productivo local. Esto es en los barrios, en lo que se denomina economía de proximidad.

    ¿Qué otros proyectos tienen?
    Estamos también consolidando todo lo que implica financiamiento. He tenido una reunión con directivos del Banco del Pacífico para activar la línea que el Gobierno está ofreciendo: Reactívate. Queremos utilizarla para los negocios de la ciudad. Necesitamos informar a la ciudadanía cómo pueden acceder, de qué manera, etc. También queremos comprometerle a la entidad de que se prioricen negocios de la urbe, tomando en cuenta que es aquella con más número de habitantes y con el mayor número de personas potencialmente en desempleo. Es importante insistir en que hay problemas de liquidez en las empresas.

    ¿Qué acciones planean tomar ante eso?
    El Municipio tiene la posibilidad de facilidades de pago de los impuestos municipales. Estamos difundiendo esta información para que las empresas las soliciten y puedan tener hasta dos años del beneficio. Estamos apoyando la incorporación de tecnología en los modelos de negocio. Por ejemplo, se busca implementar sistemas de pago electrónico en los comercios de la ciudad.

    Hoja de vida
    Formación.  Licenciada en Derecho por la Universidad Central. Doctora en derecho por la Universidad Internacional del Ecuador. Tiene un diplomado en Gobernanza y Liderazgo Político en IDE Ecuador. Diplomado en Dirección de instituciones microfinancieras en el INCAE.
    Experiencia.  Secretaria de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio de Quito. Ha tenido cargos en el sector público y privado. Consultoría en el Banco Interamericano de Desarrollo. Fue subsecretaria de Planificación en el exministerio Coordinador de la Producción.

    La falta de trabajo impulsa la creación de negocios

    Luego de la cuarentena, entre los quiteños de clase media existe la voluntad de abrir negocios. Eso se aprecia en el estudio Impacto económico por paralización covid-19 en hogares de Quito.

    El 20,3% de los encuestados considera que es muy importante invertir en un negocio. Sin embargo, las necesidades básicas están por sobre todas las cosas.

    “Es un dato clave de cómo se va a desenvolver el emprendimiento. Si bien en este momento hay una necesidad de generar recursos por uno mismo, hay que tomar en cuenta que las personas pueden elegir. No todas van a inclinarse a ese camino porque ven muchísima inestabilidad. Si en Ecuador antes ya era difícil emprender, ahora es más complicado”, explica Sebastián Chiriboga, técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) quien participó en la elaboración del estudio.

    Prioridades de gasto
    Prioridades de gasto

    Una de las razones para que las personas no quieran arriesgarse a emprender, al menos no en algo que tenga que ver con espacios físicos o alta interacción con personas, es que de pronto exista un rebrote de covid-19 y toda la ciudad deba volver a cuarentena.

    Pero, precisamente la crisis económica y sus impactos ha impulsado a buscar ingresos y hay gente que “le ha tocado” emprender o impulsar sus comercios.

    Évelyn Segura, por ejemplo, previo a la emergencia del covid-19 tenía una pastelería que ofrecía productos solo a negocios. Tras la emergencia replanteó su idea y desarrolló PaneFresko, para la venta directa de productos de panadería y pastelería.

    Para esto último invirtió USD 500 y ha logrado obtener ventas porque ofrece un producto de consumo básico. De hecho, el gasto prioritario es el de alimentos.

    Érika Guerrero y su esposo, ambos desempleados, también reactivaron un negocio ya existente, al que no le habían dado el empuje suficiente. Se trata de Yura Deco, un negocio de muebles pequeños para el hogar.

    “Hemos logrado repotenciarlo las últimas tres semanas. Antes no había ningún insumo o no había sitios donde comprar. Ha tenido éxito porque hemos ofrecido productos acorde a las necesidades actuales. Por ejemplo, mesas para que pueda comer la gente que se enferma”, explica Guerrero.

    Otras personas que se arriesgaron fueron las hermanas Andrea y María José Garzón. Luego que la primera perdió el empleo, la segunda, que es psicóloga, la impulsó para que desarrollaran juntas un emprendimiento de consultas psicológicas en línea (Exprésate – centro terapéutico).

    Víctor Hugo Albán, directivo del Colegio de Economistas de Pichincha, explica que el desempleo es alto y que eso impulsa a que la gente busque formas para obtener ingresos. Para él, las cifras sobre pérdidas de empleo oficiales son conservadoras, si se toma en cuenta, además de las personas que laboraban bajo relación de dependencia, a independientes o los que tenían negocios que cerraron.

    Las prioridades de este segmento de la población de la capital son alimentación, servicios básicos, educación, seguros de salud y asistencia médica e insumos médicos. Así lo asegura un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Quito y la Universidad
    Las prioridades de este segmento de la población de la capital son alimentación, servicios básicos, educación, seguros de salud y asistencia médica e insumos médicos. Así lo asegura un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Quito y la Universidad de Las Américas. Foto: Ingimage
  • La clase media y la pérdida de ingresos

    MEMO DE LA SEMANA

    Relacionadas

    La clase media está golpeada por la crisis social y económica generada por el covid-19. Un estudio presentado en días pasados dice que el 77,2% de los hogares de clase media y media alta de Quito enfrenta una disminución de sus ingresos. A ese dato hay que sumarle otro igual de inquietante: en la capital del Ecuador 90 000 personas perdieron su empleo en el primer semestre del año.

    Las consecuencias son preocupantes: el consumo disminuye, las deudas se extienden, la informalidad gana terreno y la economía, en este caso la de la clase media quiteña, se resiente.

    Ante este panorama, desolador y triste, se necesitan políticas públicas inteligentes y sensatas que intenten minimizar los impactos del frenazo económico. También se requiere, del lado de las empresas, el compromiso de trabajar en equipo y pensando en planes innovadores para sostener el empleo y elevar la productividad y la competitividad.

    Es un momento retador, en el que el compromiso de todos es fundamental para evitar que las cifras negativas aumenten y compliquen aún más la situación de la clase media.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • 400 personas asistirán al Social Media Day este año

    Redacción Guayaquil

    Relacionadas

    Por segunda vez en Guayaquil y por primera vez en Quito se realizará el Social Media Day, un congreso de marketing digital, reconocido a nivel mundial.

    Este evento nació en el 2011 en Nueva York, a través del blog: mashable.com, una plataforma influyente en temas de tecnología con más de 30 millones de visitas mensuales. Actualmente, el Social Media Day se realiza en más de 50 países y en más de 100 ciudades a escala mundial.

    En caso de Ecuador, Francisco Robles, presidente del mall de servicio.com, es el organizador de este congreso, que se realizará el 22 de agosto en Guayaquil y el 2 de septiembre en Quito.
    Según Robles, los expositores son líderes de la industria de marketing digital y hablarán sobre: herramientas para negocios, publicidad, estrategias de contenido, estrategias de social media y otros temas.

    En total son 18 speakers ecuatorianos los que se presentarán en Guayaquil y uno de ellos es Julio Silva, quien trabaja en la empresa Google, en Estados Unidos. También, estará: Ángel Lechas; director digital de Maruri Grey; Vanessa Barberi , CEO de Digital Marketing; Fernando Yépez, director de nuevos negocios de Black Belt Marketing, entre otros.

    Podrán participar del congreso todos los interesados en temas de marketing digital. En especial está dirigido para gerentes de marca, gerentes de publicidad, agencias de publicidad y emprendedores

    Según Robles, para este año la capacidad de asistencia será de 400 personas, lo que representa un “importante incremento” ya que el año pasado solo se inscribieron 80. Para el próximo año espera triplificar la cifra.

    Francisco Robles, presidente del mall de servicios.com, es el organizador del congreso en Ecuador. Foto: Joffre Flores/ LIDERES
    Francisco Robles, presidente del mall de servicios.com, es el organizador del congreso en Ecuador. Foto: Joffre Flores/ LIDERES
  • Cuba vive un renacimiento de la clase media y sector privado, según informe

    Agencia EFE

    Relacionadas

    Fruto del histórico deshielo entre EE.UU. y Cuba y varias reformas económicas internas, una nueva clase media con «alto poder adquisitivo» se ha gestado en la isla, dando origen a un «verdadero boom en el sector privado cubano», resalta en un informe The Havana Consulting Group (THCG).

    Se trata de una clase media que ha crecido rápidamente y dado una clara muestra de «autonomía económica, gran emprendimiento, poder innovador y una tremenda fuerza para generar riqueza», indica el artículo elaborado por Emilio Morales, presidente del THCG.

    Aunque todavía de forma limitada, esta nueva clase media ha logrado en el período 2010-2016 concretar modelos de negocio «muy exitosos y lucrativos», que van desde «paladares» (restaurantes privados) y hoteles para el alquiler de habitaciones hasta salones de belleza, talleres para reparación de teléfonos celulares o venta de calzado.

    Los «paladares» se convirtieron en 2016 en la modalidad más lucrativa de negocio, con 1.716 licencias otorgadas y una facturación máxima anual estimada de algo más de 693 millones de CUC (peso convertible cubano equivalente a dólares).

    En segundo lugar se situaron los salones de belleza, con 17.837 licencias y una facturación máxima estimada de unos 120 millones de CUC, seguidos del mercado mayorista a distancia y el hospedaje (alquiler de viviendas y habitaciones).

    Según el THCG Business Report de junio, los emprendedores cubanos que trabajan en las modalidades citadas y otras autorizadas por cuenta propia «han formado un tejido empresarial muy exitoso».

    Sin duda, destaca en el informe Morales, la ayuda económica de los cubanos en el exterior supone un «factor clave» en el desarrollo del naciente sector privado en la isla caribeña, un mercado de bienes y servicios que se estima entre 2.500 y 3.800 millones de CUC anuales.

    Especial relevancia alcanza el capítulo de las remesas enviadas por la diáspora cubana, en la actualidad la principal fuente para el sostenimiento del «comercio minorista dolarizado de la isla y su valor total».

    Así, entre los años 2009 y 2016, durante el mandato del entonces presidente Barack Obama, los cubanos recibieron USD 21.235 millones en remesas en efectivo, lo que supone un crecimiento del 108,4 %. Solo en 2016, las remesas ascendieron a 3.444 millones de dólares, comparado con los 1.653 millones de dólares en 2009.

    También ayudó la apertura económica puesta en marcha por el presidente cubano, Raúl Castro, que «permitió la expansión del sector privado a 201 modalidades en un ambiente de leyes más flexibles».

    El informe del THCG apunta que, al cierre de 2016, se reportaban unos «535.000 cubanos trabajando directamente en el sector privado de forma legal por medio de licencias», frente a los 157.371 que lo hacían en el año 2010.

    Morales recuerda que, no obstante, los emprendedores sufren numerosas limitaciones por parte de la Administración cubana, como los altos impuestos o la falta de un mercado mayorista para adquirir bienes.

    Y es que, como subraya el artículo, el sector estatal cubano ha alcanzado un peso en la economía como nunca había tenido en los 60 años de Gobierno comunista.

    De hecho, precisa, las Fuerzas Armadas cubanas «controlan sectores estratégicos»: el 85 % del mercado minorista, el 40 % del sector hotelero, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel y el 27 % de ETECSA (empresa de telecomunicaciones estatal), entro otros.

    Resalta también el informe el «crecimiento meteórico» del turismo nacional en los últimos nueve años, con 991.122 cubanos hospedados en 2016.

    Starwood se convierte en la primera empresa, con sede en Estados Unidos, en operar en Cuba. Foto: AFP
    Starwood se convierte en la primera empresa, con sede en Estados Unidos, en operar en Cuba. Foto: AFP
  • Más del 50 % de la población peruana pertenece a la clase media, informa BID

    Agencia EFE

    Relacionadas

    Más del 50% de los 30 millones de habitantes de Perú se ubica en la clase media, un sector que continúa expandiéndose a pesar de la desaceleración económica del país, afirmó hoy 16 de mayo, el representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fidel Jaramillo.

    «En el más reciente informe del BID hemos dado cuenta de un fenómeno interesante. Utilizando la Encuesta de Hogares de 2014, hemos podido determinar que la clase media estaría entre el 50,6 % y 53 % de la población peruana», declaró Jaramillo a la emisora RPP Noticias.

    Jaramillo señaló que en 2014, cuando Perú logró un crecimiento de 2,35 % del producto interior bruto (PIB), el más bajo desde 2009, la clase media siguió expandiéndose. «Es uno de los pocos países en América Latina que ha continuado esta tendencia», resaltó antes de añadir que en los últimos años el BID ha sido testigo de una «expansión muy importante» de la llamada «nueva clase media».

    El representante indicó que su organismo ha seguido «muy de cerca este fenómeno», pues considera que la existencia de una clase media «robusta y consolidada es muy importante para las sociedades, no solo peruana, sino en latinoamericana».

    «Hay evidencia empírica de que clases medias grandes y consolidadas ayudan a mejorar todo lo que significa niveles de educación, salud, pero también a tener sociedades más diversas y más inclusivas, menos desiguales», concluyó.

    Las autoridades peruanas señalan que este año la economía del país logrará un crecimiento cercano a un 4% e indican que luego se estabilizará en un 5,5% anual, con lo que se recuperarán los niveles de la última década, cuando el PIB se incrementó en un 6% en promedio.

    En marzo pasado, la economía peruana creció un 2,68%, la tasa más alta de los últimos 11 meses, impulsada por los sectores minería e hidrocarburos, comercio y telecomunicaciones, informó el viernes el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI).

    Con esta expansión, el crecimiento acumulado del producto interno bruto en lo que va de año fue de 1,73 % por ciento y en los doce últimos meses de 1,61 %. 

    El BID considera que el crecimiento de la clase media en Perú ayuda a minimizar las desigualdades de la sociedad. Foto: EFE
    El BID considera que el crecimiento de la clase media en Perú ayuda a minimizar las desigualdades de la sociedad. Foto: EFE
  • La atención médica es el compromiso de la familia

    Redacción Quito

    En la planta baja de un edificio, compuesto por tres pisos, comenzó a operar la clínica María Auxiliadora, en 1992. Allí habían dos camillas, una máquina portátil de rayos X y un laboratorio clínico. Los dos pisos restantes, las seis personas que integran la familia Arias . los usaban como su vivienda.

    Cesar Arias, médico de profesión, luego de su turno en el Hospital Carlos Andrade Marín del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), atendía a otros pacientes en su dispensario.

    Gladys Calvache administraba el lugar mientras su esposo, César trabajaba en el IESS. Ella se encargaba de gestionar la atención médica, en donde en los inicios atendían cuatro especialistas. El sitio arrancó con una inversión de 3 millones de sucres (unos USD 1 000 en la época). Los ahorros familiares permitieron empezar con la clínica y se adquirieron camillas, microscopios, sábanas, equipo médico, etc.

    Entre una y otra cirugía, atención de urgencias, la clínica -que siempre ha funcionado en el norte por el sector del Aeropuerto-, incrementó el número de pacientes, por lo que a partir del 2003 aumentó el servicio de atención médica.

    Se habilitaron dos quirófanos, una sala de cuidados intensivos y 10 habitaciones. Además, la familia sacrificó la comodidad en el edificio, para que la clínica tenga más espacio. La ampliación física y la adquisición de equipos tuvo una inversión de USD 100 000, financiados con la venta de algunas propiedades familiares.

    “Antes de esa inversión, la clínica estuvo a punto de cerrar”, dice Calvache. La dolarización del 2000 afectó las arcas de la clínica. La familia se endeudó en dólares y estuvo a punto de no cumplir sus obligaciones financieras. Sin embargo, Arias recuerda que un contrato de medicina preventiva para Banco Pichincha, “salvó los muebles del lugar”.

    La clínica tiene una ambulancia y un quirófano inteligente. En el 2010, su facturación alcanzó los USD 300 000. Para el 2011, esa cifra se incrementó en unos USD 100 000 y para finalizar este año, el objetivo es superar los USD 500 000.

    César Arias rescata el valor de su Clínica y explica que ha crecido gracias al trabajo de su familia. Uno de sus hijos, Antonio, es el gerente de María Auxiliadora. Sus otros dos hijos, Cristina y Pedro, son médicos especialistas, ella en urgencias y él en cirugía, respectivamente.

    Arias asegura que el acceso para que más personas sean atendidas en clínicas privadas mediante seguros públicos, privados u obligatorios ha impulsado su emprendimiento. Por ejemplo, el convenio que mantiene el Estado con algunas clínicas para que los afiliados al IESS puedan tener atención en establecimientos privados, ha sido un impulso. Sin olvidar la cobertura de seguros como el Soat u otros planes de aseguradoras privadas, que mantienen convenios con la Clínica.

    Carolina Jibaja llevó a su hijo de 5 años en la Clínica hace un año, para una atención médica. Su pequeño niño sufrió una rotura de codo y allí recibió atención médica, que según esta madre de familia, fue un servicio que la dejó tranquila.

    La Clínica atiende un promedio de 500 emergencias al mes. En su equipo de profesionales constan 80 médicos de llamada; es decir, dependiendo de la necesidad este centro médico se comunica con un especialista para que atienda a cada uno de los pacientes, según el caso.