Llegó la hora y el presidente Moreno tomó las medidas que ningún otro presidente, en más de 40 años, no lo había hecho. Sí, tomó la medida más impopular y temida; la eliminación de los subsidios a la gasolina y al diésel. Sabíamos que era muy duro eliminarlos pero también sabíamos que era necesario si lo que se pretende es iniciar la reconstrucción del país luego de 10 años de saqueo.
El Gobierno apostó por el país y dejó de lado cualquier cálculo político. Lo hizo con valentía y humildad, preocupándose por el sector indígena al cual se lo compensaría por otras vías.
Sin embargo, hay que tener en claro que las medidas tomadas solo ayudan a reducir el déficit fiscal en el corto plazo y por ello se necesita que éstas vengan acompañadas de otras, más profundas. Haría bien el Presidente en liderar el proceso para recuperar los miles de millones de dólares que se robaron en el gobierno anterior. Haría bien en iniciar un proceso contratando una compañía internacional especializada en la recuperación del dinero robado. Señor Presidente, no espere más. Inicie con mano firme el proceso para devolverle al país lo que le pertenece.
Tener mayor liquidez y volverse más competitivos es lo que esperan los empresarios de pequeñas y medianas empresas del país (pymes) tras la reducción del porcentaje arancelario para 256 partidas, anunciada la semana pasada, a través de tres resoluciones del Comité de Comercio Exterior.
Esto es parte del paquete de medidas económicas que anunció el Gobierno hace dos semanas. Entre los productos que se benefician del ajuste arancelario están maquinarias agrícolas, fertilizantes, plaguicidas, herramientas, insumos, equipos de transporte, pinturas, líquidos, papel, productos para vehículos, filtros, etc.
Según el Ministerio de Finanzas, el principal efecto para estas importaciones es la reducción de costos. La caneca del herbicida gramoxone, por ejemplo, pasaría de USD 120 a 114 con la reducción; una herramienta de motor eléctrico de USD 2 700 a 2 295, los aspersores bajarían de USD 71 938 a 65 398; el ahorro podría ser de entre el 5% y el 15% en los valores de determinados productos.
Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, destaca la medida, aunque asegura que es muy pronto para determinar un impacto monetario real. “Reducir costos es poder ser más competitivos para producir más”.
Los aranceles para productos agrícolas dentro de la resolución 23 estaban en el orden del 5,3% para maquinarias y el 9,6% para materias primas; ahora pasan a cero. Mientras que en el sector industrial el tributo para bienes de capital pasó del 7,57% al 5,68%, y en materias primas del 13,55% al 8,51%, según Finanzas.
El sector exportador, particularmente las áreas acuícola, de procesamiento de atún y agroindustrial, será uno de los que más se beneficiará con la reducción de aranceles. Xavier Rosero, gerente técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), explicó que los diferentes productores podrán tecnificarse más gracias a la renovación de maquinaria; aquellos cuya oferta es no tradicional encontrarán un alivio al poder comprar insumos a precios internacionales.
Según Fedexpor, el 85% de las compañías exportadoras del país son mipymes. Estas empresas también están a la expectativa de que se logren ajustes impositivos, entre los que está la devolución automática de los impuestos al comercio exterior.
Este proceso no es nuevo, ya que se aplicó anteriormente a través del denominado ‘drawback’. Pero hubo quejas de los empresarios por las demoras en la devolución, así como en los trámites y requisitos para acceder al beneficio.
Ahora se espera que sea sencillo de aplicar, con la menor cantidad de discriminadores, que genere una idea clara de cuánto se va a poder recuperar, los plazos de entrega, bajo qué condiciones, etc. Es importante, explican los gremios, que se incluyan todos los detalles en el reglamento del Código de la Producción, para evitar que no haya fondos presupuestarios para la devolución del dinero y que exista periodicidad en su aplicación.
Fedexpor calcula que el sector exportador paga al año entre USD 250 millones y 300 millones en impuestos al comercio exterior. Entre estos, se encuentran aranceles, impuesto a la salida de divisas (ISD), Fondinfa, impuesto a los consumos especiales para importaciones, etc. “Con la devolución -dice Rosero- las pymes podrán destinar esos recursos a ampliación de plantas, inversiones nuevas, innovación, etc”.
Exportadores como Pablo Viteri, de la florícola Pacific Bouquet, consideran clave el no pago del anticipo del impuesto a la renta. “Ayuda mucho, ya que se pagará el tributo con base en el resultado del ejercicio económico”.
Todos los ajustes tributarios dependen de que se envíe el proyecto de Ley a la Asamblea. Otros que se incluyeron dentro del paquete de medidas son un impuesto a la renta único para el banano, la reducción del gravamen a los vehículos de menos de USD 32 000 para uso productivo, entre otros.
La pyme Pacific Bouquet, exportadora de rosas, destaca que se hayan reducido aranceles para maquinaria, materias primas e insumos. Espera que se dé un ajuste de tipo tributario. Foto: archivo / LÍDERES
La semana pasada el Gobierno Nacional anunció una serie de medidas económicas con el objetivo de cuidar la dolarización, intentar equilibrar el déficit fiscal y reformar los modelos de trabajo, entre otros puntos. La decisión más impactante, y que derivó en una serie de manifestaciones a escala nacional, fue la eliminación de los subsidios a la gasolina extra y al diésel.
LÍDERES se contactó con Manuel González, catedrático de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), para analizar las decisiones económicas tomadas por las autoridades.
González hace un repaso de los incrementos del precio de los combustibles y dice que la eliminación de subsidios a los combustibles es un cambio estructural en la economía.
¿Son suficientes las medidas adoptadas por el Gobierno ecuatoriano o habrá que esperar nuevos ajustes? Creo que esto depende del margen de maniobra que tenga el país con los prestamistas internacionales, en particular con el Fondo Monetario en relación al programa de desembolsos. Yo no creo que sean suficientes estas medidas y que se necesitará de más ajustes si la economía no empieza a recuperarse y a generar ingresos tributarios más altos al Fisco.
La eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel se discutía hace mucho tiempo y ahora es una realidad. ¿Qué efectos traerá esta medida?
El incremento en el precio de los combustibles es significativo, con el diésel incrementándose en alrededor del 120%. Es de esperarse que este incremento provoque un incremento en los precios generales, pero con la economía atravesando un momento de desaceleración profunda, es probable que buena parte de este incremento no sea traspasado a los consumidores que ya están afectados con un nivel de ingresos laborales a la baja en el último año.
¿Se puede decir que es el primer paquetazo en dolarización? ¿Cómo benefician o afectan las medidas al sistema monetario usado en Ecuador?
Ha habido dos incrementos significativos en el precio de los combustibles desde el año 2000, ambos en el marco de acuerdos Standby con el FMI. El primero a finales de 2000 cuando los precios de las gasolinas se incrementaron en alrededor del 25% y el segundo en enero de 2003 cuando los precios aumentaron en alrededor del 35%. El diésel siempre ha sufrido aumentos menos agresivos, entre el 15% y el 30%. Desde el 2003 no habíamos tenido cambios en el precio de los combustibles hasta los cambios hechos durante la administración de Moreno, incluido el más reciente e importante incremento. Fueron 16 años de precios de combustibles estancados, cuando el resto de los precios de la economía se incrementó en alrededor del 70% en promedio.
La dolarización no debería verse afectada por este aumento del precio de los combustibles. Más bien, debería servir para que los precios no se incrementen significativamente.
¿El alto nivel de endeudamiento del Ecuador se frenará con estas medidas? La deuda debería seguir creciendo, pero a un ritmo más lento. Mientras siga existiendo déficit fiscal, la deuda seguirá aumentando. Pero mientras más pequeños sean los déficits, menos crecerá la deuda. Las medidas recientes están dirigidas a conseguir ese fin.
¿Mejorará la imagen del país ante los mercados internacionales y ante los inversionistas?
El ingreso petrolero neto (descontando subsidios) es mayor con la eliminación de subsidios, lo que podría tener un símil con un incremento en el precio del petróleo, que usualmente está inversamente relacionado con el riesgo país. Por lo tanto, es posible que el riesgo país se reduzca.
Hablemos del empleo. ¿Las reformas laborales y los ajustes en la burocracia se ajustan a los nuevos modelos de trabajo que evolucionan en el mundo? Creo que tomará tiempo evaluar el efecto de las medidas en la dinamización del mercado laboral. Con una economía en desaceleración es muy difícil que se pueda generar empleo y estas medidas están diseñadas para el empleo nuevo. Aún el mercado laboral ecuatoriano es bastante rígido. ¿Se puede decir que en el tema laboral ganan los empresarios? No.
¿Cuál será ahora la tarea de las autoridades económicas para lo que le queda de tiempo al actual Gobierno?
Primero, poner en práctica lo más rápido posible las reformas anunciadas. El trabajo con el poder Legislativo es fundamental. Al mismo tiempo, el gobierno no debe descuidar el frente político ya que si existen protestas, la incertidumbre política puede ser contraproducente para la actividad privada que necesita confianza. Creo que debe insistirse en dejar lo más avanzado posible el programa con el Fondo Monetario para corregir los desequilibrios heredados de la administración anterior. ¿Todo esto es un avance o solo una repetición de ciclos económicos del pasado? Creo que la eliminación de subsidios a los combustibles es un cambio estructural en la economía. El siguiente paso es dejar de depender de las fluctuaciones en el precio del petróleo. En gran parte, el problema actual de la economía del Ecuador tiene su génesis en la caída en el precio del petróleo que empezó en la segunda mitad del 2014.
Manuel González, catedrático de la Espol. Foto: cortesía Espol