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  • Valeria Llerena: ‘Aún faltan políticas de microfinanzas’

    REDACCIÓN QUITO. (I)
    Editor del Semanario LÍDERES

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    Valeria Llerena, directora Ejecutiva de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), habla sobre el desempeño del microcrédito en el país. También analiza el actual momento de la economía ecuatoriana y el panorama que se espera para este año.

    ¿Cómo se encuentra este momento el sector de microempresas en el país?

    Es un sector bastante amplio. En la actualidad hay 4,2 millones de microempresarios en el país. Eso significa la mitad de la población económicamente activa. Pero también hay personas que se quedan de lado y que también requieren apoyo de las instituciones financieras. Este año queremos integrar a más personas, que generen empleo, que incursionen de manera formal en el sector financiero y crear impacto social.

    Los recursos económicos son claves en este proceso de inclusión. ¿Qué ha pasado con el microcrédito en el país en el último año?

    Ha crecido. Los datos de los 47 integrantes de la Red señalan que el 2017 fue un año bueno. La cartera de microcrédito creció de USD 2 300 millones a USD 2 800 millones, entre diciembre del 2016 y el mismo mes del año pasado.

    ¿Qué lectura se puede dar a ese crecimiento?

    Es por la recuperación de la economía y la estabilidad luego de las elecciones presidenciales. Hubo inyección de recursos, pasamos los rezagos de la crisis económica que arrancó en el 2014; hubo más captaciones y el sistema bancario mejoró. La cartera en general se vio mejor de un año al otro. Esto se vio reflejado en la microempresa, pero eso no implica que todo lo que es microcrédito esté mejorando. Vemos que el microcrédito está yendo para los mismos sectores, no se involucra a sectores más pobres.

    ¿Quiénes son los que reciben esos créditos?

    Hay muy poco crédito para los estratos más bajos de la población. Esto ocurre por diferentes factores: temas regulatorios, costos de las entidades financieras, temas de eficiencia, falta de metodologías. Pero todo esto hace que cada vez sea más difícil colocar en lugares más pequeños porque el crédito es más riesgoso, es de difícil acceso, porque no se puede llegar a ciertas poblaciones. Hay un crédito pequeñito que no se llega a dar. Por ejemplo, antes los bancos que atendían el sector colocaban préstamos de 80 o 150 dólares para emprendimientos muy pequeños; hoy los créditos más pequeños son de 700 u 800 dólares. Tenemos un sector de la población que está desatendido.

    ¿Entonces son los mismos beneficiados o se está ampliando el número de microempresarios que tienen acceso a créditos?

    Tratamos de que existan más beneficiarios. Es difícil hacer una medición con claridad de la inclusión financiera. No hay datos reales y claros al respecto; por ejemplo, la CAF señala, en un estudio del 2014, que solo dos de cada 10 ecuatorianos tenían acceso a crédito. Y solo el 41% de la población contaba con cuentas en el banco. No hay estudios más actualizados, ni siquiera los organismos formales tienen datos exactos. Cuando crecen las cuentas bancarias no se sabe si es porque tenemos nuevos actores o si es una misma persona que tiene dos o más cuentas.

    Entonces resulta complicado determinar quién está y quién no está incluido…

    Hoy por hoy es complicado determinar eso. Existen datos de género, de áreas rurales o urbanas, por regiones, por montos de crédito. Pero hablar de inclusión financiera es mucho más que eso, es incluir a las personas que no están entre los 4,2 millones de microempresarios y hacerles que salgan de una situación de desempleo pese a que están en capacidad de producir. El tema es mucho más amplio.

    Con este panorama, ¿qué plantea la Red?

    Nosotros agrupamos bancos, cooperativas, ONG y queremos impulsar una política nacional de inclusión financiera. Esto implica agrupar esfuerzos públicos y privados, crear fondos de financiamiento adecuados, bajar los costos de los recursos que muchas veces llegan desde el exterior.

    ¿Esos recursos del exterior llegan de manera regular?

    Se mantiene el fondeo, en especial para las ONG y los bancos de microcrédito. Estos fondos vienen de Luxemburgo, Holanda, Alemania, Estados Unidos. La regulación, en ciertos casos, afecta a esos recursos. Por ejemplo, si vienen de paraísos fiscales tienen que pagar más impuestos, al menos hasta que el Consejo de Política Tributaria establezca excepciones. Esos impuestos a los fondos generan un costo excesivo para las entidades de microcrédito.

    ¿Cómo se mira en la Red a la evolución de la economía?

    Tratamos de hacer un trabajo muy técnico en políticas de microfinanzas. Creemos que el punto de partida para la recuperación económica del país es la generación de empleo y esto se dará con el crecimiento de las microfinanzas. Por eso estamos preocupados por impulsar a este segmento.

    ¿Qué efectos tiene la reducción de tasas de interés de hace pocas semanas?

    En cooperativas de ahorro no hay una afectación por la manera en la que se fondean, en especial las del segmento 1. A los bancos especializados sí les afecta directamente porque su metodología es costosa e implica tener fondeo del exterior. Los bancos especializados están preocupados, mal haría yo en decir que la reducción de las tasas no tiene sustento, pero creo que se debe crear un segmento más pequeño para ese sector de la población que, como digo, no está atendido. Creo también que las instituciones financieras debemos ser más eficientes con tecnologías y otros aspectos que pueden reducir costos.

    ¿Tal como hace la banca?

    Hay que buscar de lado y lado. Con la tasa de interés en la Red no buscamos más utilidad. Un 27% de microempresarios no usan los canales formales para financiarse. Por eso se necesita trabajar desde todos los ámbitos para elaborar una política de tasas que permitan mejorar al sector de microfinanzas. Hemos hablado con autoridades y están muy abiertas a trabajar.

    ¿Qué panorama tienen en la Red para este año?

    Es un año complejo, aún hay incertidumbre por ciertos cambios políticos. Vamos a crecer, pero menos que el año pasado. Queremos un marco regulatorio que permita colocar un mejor crédito.

    Hoja de Vida

    Estudios. Economista graduada en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, con maestría en Administración de Empresas (MBA) en el IDE.

    Trayectoria. Se ha desempeñado en el sector financiero nacional dentro de las áreas de finanzas y riesgos. En la Superintendencia de Bancos, ejerció los cargos de Directora de Instituciones Financieras e Intendente Nacional del Sector Financiero Privado.

    Tareas. Ha participado como delegada técnica del organismo de control en la propuesta y discusión de normativa que regula la actividad financiera, en sus distintos segmentos y en la generación de metodologías y herramientas de supervisión a las entidades financieras.

    Valeria Llerena es la directora Ejecutiva de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD). Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Valeria Llerena es la directora Ejecutiva de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD). Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Fundación Microfinanzas BBVA impulsa en Panamá a más de 17000 emprendedores

    Agencia EFE

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    La fundación española con fines sociales Microfinanzas BBVA destacó el jueves 20 de julio del 2017 que a través de Soluciones de Microfinanzas (Microserfin), su entidad en Panamá, ha contribuido a impulsar el desarrollo de más de 17 000 emprendedores panameños que han mejorado su calidad de vida con un negocio propio.

    El informe de Desempeño Social presentado en Ciudad de Panamá por la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) señala que en 2016 unos 4.000 emprendedores de su entidad panameña Microserfin mejoraron sus excedentes y de estos casi 500 superaron la línea de la pobreza.

    La directora de medición de impacto y desarrollo estratégico de la Fundación, Stephanie García Van Gool, dijo que Microserfin es una entidad que destaca por atender clientes vulnerables «en una amplia variedad de sectores» capaces de generar «nuevos puestos de trabajo de manera sostenida en el tiempo» pese a su vulnerabilidad.

    De hecho, de acuerdo con el informe, el 71 % de sus clientes son calificados como vulnerables y el 38 % proveniente de entornos rurales.

    Además, destaca que durante 2016 3.840 personas mejoraron sus excedentes y casi 500 superaron la línea de pobreza.

    En el balance se concluye que los desembolsos crecen en función de la antigüedad del cliente y aumentan significativamente cuando este alcanza los cuatro años de permanencia «porque su negocio prospera».

    Entre los productos que ofrece Micoserfin, detalla el documento, se encuentra «Casafin» que apoya la mejora del hogar y que consigue que cerca de un 9,5 % de los emprendedores de la entidad «mejore su vivienda tras dos años».

    La viceministra panameña de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme), Nedelka Navas, destacó el impacto de Microserfin en el desarrollo del país.

    Navas enumeró los retos futuros de Panamá dentro de un contexto de desaceleración económica que dura ya cinco años y dijo que uno de ellos es el déficit habitacional que en septiembre de 2016 rondaba las 150.000 viviendas.

    Por ello, la Fundación reiteró que «Casafin» está destinado a facilitar la mejora progresiva del hogar y que cerca de un 10 % de los emprendedores cuenta con este producto, que da apoyo económico y asistencia técnica para planificar y mejorar su vivienda.

    «Tenemos que crear productos que apoyen el crecimiento de los emprendedores, que impacten en la generación de empleo, en la reducción de la pobreza y en el desarrollo sostenible de Panamá», afirmó, por su parte, el gerente general de Microserfin, Luis Germán Linares.

    La Fundación es una institución gestionada de modo independiente, sin ánimo de lucro y especializada en promover el desarrollo económico y social, sostenible e inclusivo, de las personas vulnerables.

    El presidente del Patronato de la FMBBVA, Claudio González-Vega, ha señalado que la Fundación «llega donde otros no llegan para ofrecerles una gama completa de productos y servicios financieros, así como capacitación y asesoría, para acompañarlos en sus actividades productivas y ayudarles a mejorar en el tiempo».

    En diciembre de 2010, la fundación española con fines sociales Microfinanzas BBVA se hizo con el control de la panameña Soluciones de Microfinanzas (Microserfin), al adquirir el 70 por ciento de sus acciones.

    Microserfín está especializada en el otorgamiento de créditos, contando con una base de clientes integrada por 9.000 empresarios de escasos ingresos, 120 empleados y 8 oficinas ubicadas en distintas regiones del país.

    La adquisición de Microserfín forma parte del proyecto de expansión de la Fundación Microfinanzas BBVA en Centroamérica, que cuenta actualmente con instituciones en Perú, Colombia, Puerto Rico, Chile y Argentina.

    La Fundación Microfinanzas BBVA es una entidad sin ánimo de lucro creada en 2007, independiente del Grupo BBVA, destinada a promover el desarrollo económico y social autosostenible de las personas más desfavorecidas de la sociedad mediante el acceso a micro créditos.

    La investigación denominada 'Panama paper' ha desatado un escándalo a escala internacional. Imagen panorámica de Panamá. Foto: EFE
    La investigación denominada ‘Panama paper’ ha desatado un escándalo a escala internacional. Imagen panorámica de Panamá. Foto: EFE
  • ‘Vamos a dar énfasis al tema de microfinanzas’

    REDACCIÓN QUITO

    Luis Felipe Derteano presidente del Grupo ACP, con sede en Perú, estuvo en Quito para oficializar la compra de Unifinsa, por parte del Grupo ACP. Él cuenta los motivos por los que la entidad adquirió Unifinsa. Señala que primero se analizó al sector financiero ecuatoriano

    El Grupo ACP, de origen peruano y con operaciones en Bolivia, México, Guatemala, El Salvador, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil… adquirió Unifinsa Sociedad Financiera, con sede en Ambato, Tungurahua. Luis Felipe Derteano, presidente del Grupo ACP, explica las razones de la compra y los planes en Ecuador.

    ¿Por qué escogieron Unifinsa?

    Buscábamos una entidad pionera, que tuviera un perfil fuerte y en Unifinsa encontramos accionistas decentes que hacen bien las cosas. Eso abrió las puertas para la negociación (que duró ocho meses). El personal está muy identificado con la institución, tiene una cultura corporativa importante. Esos fueron factores decisivos. Además, en Ambato encontramos un eje de distribución, con gente emprendedora y eso es una base para crecer en Ecuador.

    ¿Qué planes tienen ACP con la adquisición de Unifinsa?

    Unifinsa tiene productos y servicios exitosos. Depósitos a plazo que vamos a mantener, al igual que créditos para vehículos, comerciales y de consumo. A estos los vamos a mantener y desarrollar. Pero sobre todo vamos a dar énfasis a las microfinanzas.

    ¿Cómo se desarrolló la negociación para la compra de la entidad?

    Con los resultados de la consulta popular (del 7 de mayo del 2011) y la posterior resolución de la Junta Bancaria los accionistas decidieron vender Unifinsa. Estábamos en búsqueda de una institución y queríamos entrar a Ecuador. Había otras dos entidades en las que estábamos interesados, pero cuando vimos Unifinsa y conocimos a sus directivos, no dudamos en esta opción.

    ¿Por qué se animaron a invertir en Ecuador?

    Nuestra visión es latinoamericana, queremos crear una plataforma con misión social y eficiencia empresarial con empresas interrelacionadas. Hace tiempo habíamos pensado en invertir en Ecuador, pero no habíamos encontrado la posibilidad. Hicimos un análisis detallado del entorno ecuatoriano, del marco legal y concluimos que podemos operar con éxito.

    El sector financiero ha enfrentado una serie de regulaciones. ¿Cómo miran a esta actividad, qué tan rentable puede ser, qué tanta seguridad jurídica existe?

    En los productos que maneja Unifinsa y los que vamos a implementar creemos que podemos desarrollarnos bien y tener una actitud competitiva, sana y madura en Ecuador.

    ¿Cómo califica ACP a Ecuador en lo que tiene que ver con negocios?

    Como una enorme promesa y como enorme posibilidad. Nosotros apoyamos a los emprendedores y en Tungurahua encontramos una ebullición de emprendedores y un mercado extraordinariamente atractivo. Ecuador es un país de emprendedores.

    Pero a Ambato se la conoce por su intensa actividad comercial…

    Por eso Unifinsa le da especial atención al crédito vehicular, al que vamos a multiplicar. Los créditos de consumo o especiales serán más desarrollados.

    El Impuesto a la Salida de Divisas subió al 5% este año. ¿Cómo pesó eso en la negociación?

    Se incorporó dentro de los cálculos y se vio que es manejable.

    ¿Han considerado posible nuevas regulaciones de parte del Estado?

    Hemos visto la información disponible y vemos que esa información es compatible con este proyecto.

  • Los retos del microcrédito se analizaron en una cita

    Redacción Guayaquil

    La nueva dimensión de las microfinanzas se trató en la VII Cumbre Internacional de Asesores de Microfinanzas que se dio el 4 y 5 de julio en Guayaquil. El objetivo fue transmitir el nuevo ‘deber ser’ de los gestores de microcrédito, que está a cargo de los ejecutivos de crédito. Claudio González, profesor de la Universidad de Ohio (EE.UU.), cree que existe un distanciamiento de la banca y el usuario.

    Acota que los programas informáticos que califican o no el crédito a un solicitante han provocado esto. «Una persona del campo no lleva registros de sus actividades en estados financieros, pero eso no quiere decir que no sepa lo que está haciendo». Insiste en que un ejecutivo debe evaluar si otorga o no el crédito dándole valor no solo a los activos. «Existen valores intangibles, como la creatividad, disposición, talento y ganas en los emprendedores», expresa el catedrático.

    González aclara, además, que los microcréditos pueden reducir o aumentar la pobreza de quienes lo reciben. Pues si una persona que no cuenta con una capacidad de pago y recibe un crédito se sobreendeuda y perderá los pocos recursos que tenía.

    Hasta diciembre del 2012, las cooperativas de ahorro y crédito presentaron una cartera por microcrédito de USD 1 643 693; las Organizaciones no Gubernamentales, USD 296 229 y la banca USD 926 839, según un reporte de la Red Financiera Rural (RFR).

    En Bolivia, 8 de cada 10 personas que tienen un crédito son empleados de una institución de microfinanzas. «Si en Ecuador se logra llegar a esas cifras el impacto en la economía sería importante», indica González. Él cree que deben existir políticas por parte del Estado para incentivar al sector. Entre ellas, mejorar las oportunidades de acceso a la información del mercado. Pues, a criterio suyo, el principal problema es que no existe la voluntad por parte de la banca en brindar financiamiento a pequeños productores.

    El comercio y la agricultura son los principales sectores a los que apunta el microcrédito. Esta tendencia de préstamo ha generado un empoderamiento de la mujer, quien es la que más accede al crédito. González recomienda a las instituciones microfinancieras mantener un contacto directo con el usuario. Proyectarse como si fuesen un banco, pero no competir con ellos. «La ventaja de estas instituciones es que conocen las necesidades de su cliente», declara.

    El establecimiento de pagos y tiempo para un crédito debe ir acorde a la capacidad de pago del solicitante. «Se corre el riesgo de prestar, por ejemplo, USD 150 a alguien que puede pagar USD 600. De cierto modo se lo está perjudicando».

    En el caso de las cooperativas de ahorro y crédito se debe enfocar en crear un Gobierno Corporativo que garantice sostenibilidad de la entidad. Y, también, priorizar el ahorro y captación de depósitos voluntarios no solo como cuota para otorgar un crédito. Además, desarrollar sistemas de riesgos.

    Inclusión financiera
    El largo plazo.  Los microcréditos puede llegar a ser un sector importante de servicios financieros, siempre y cuando genere el crecimiento de los ingresos, la acumulación de activos, la estabilidad del consumo, y fomente el manejo del riesgo, principalmente entre los de menores recursos y acceso a microcréditos.

    En el corto plazo. Un microcrédito es el ‘ingrediente’ para la creación de nuevas empresas y es parte de la reactivación de la producción.

    Cautela con el microcrédito.  Juega un papel importante en el sobreendeudamiento. Pues acceder a un crédito sin tener capacidad de pago es un riesgo que puede llevar a la crisis financiera.

  • Las microfinanzas, en período de ajuste

    Redacción Quito

    Entre el jueves y viernes de la semana pasada se desarrolló el XIII Foro Ecuatoriano de Microfinanzas, en el Hotel Colón de Quito, con el objetivo de analizar las nuevas tendencias de las microfinanzas nacionales e internacionales.

    Este evento, que fue organizado por la Red Financiera Rural (RFR), reunió a organismos de cooperación internacional, entidades financieras especializadas en microfinanzas, cooperativas e instituciones públicas y privadas.

    El primer dato que llamó la atención fue la contracción del microcrédito en lo que va del año, entre un 10% y 15%, aseguró Fidel Durán, vicepresidente Ejecutivo de Microfinanzas del Banco Solidario en su ponencia durante este foro.

    Este fenómeno es relevante porque en años pasados se había registrado un gran dinamismo de los pequeños préstamos, con tasas de crecimiento entre 15% y 20%. Durán aseguró que una de las principales causas de esta caída son las restricciones que aplican las entidades bancarias debido a los problemas de sobreendeudamiento de los clientes.

    En este escenario, Durán aseguró que el principal reto de las microfinanzas en el país sigue siendo ofrecer créditos a los segmentos más pequeños de la población. «Las personas que están en la parte inferior de la pirámide no están accediendo a créditos y buscan mecanismos precarios para financiarse», añadió.

    Otro de los datos que mencionó Durán es que los microcréditos también se están destinando para el consumo de bienes, y no básicamente para financiar pequeños y medianos negocios.

    Durante este año, Banco Solidario ha entregado más de 50 000 créditos, por un monto sobre USD 200 millones.

    Gustavo Castillo, director de Supervisión del Sector Financiero de la Intendencia de Economía Popular y Solidaria, explicó que el sector cooperativo del país registran una desaceleración en la colocación de microcréditos. Aunque no precisó datos señaló que debido a las nuevas normativas en este sector, que obligan a las entidades a ser más estrictas en la entrega de préstamos, el número de operaciones también se ha reducido.

    Castillo añadió que gracias a las nuevas reglas de juego se puede conocer que actualmente el número de cooperativas asciende a unas 1 200, a escala nacional. Ahora, el sector cooperativista ya remite información financiera y debe atenerse a nuevos controles, lo cual ha producido que los créditos decaigan, ya que hay exigencias sobre prudencia financiera.

    Por su parte, Javier Vaca, director Ejecutivo de la RFR, explicó que el microcrédito cuenta con el 50% de cobertura a microempresarios en el sector rural.

    Entre los retos para las cooperativas y entidades está crear nuevos productos que se ajusten a las necesidades de los emprendedores, como microseguros, productos de ahorro y educación financiera. Según la RFR, las microfinanzas atraviesan un proceso de consolidación y mayor competitividad, lo cual implica desarrollar nuevas herramientas.

    Datos del evento

    Los temas que se trataron. Entre las temáticas abordadas estuvieron nuevos modelos de desarrollo centrados en el cliente y los retos y desafíos para las microfinanzas.

    Los ponentes. Expusieron expertos internacionales como Luis Noel Alfaro Gramajo, del INCAE Costa Rica; Carla Paredes, experta internacional de Perú; Beatriz Marulanda, experta Internacional de Colombia, entre otros.

    Rueda de negocios. Durante los días de foro los asistentes pudieron acudir a una rueda de negocios paralela al vento.
    El memo de la semana