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  • Miguel Ricaurte: ‘El plan frenará el crecimiento’

    Evelyn Tapia

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    Miguel Ricaurte, el economista jefe para la región andina del Banco Itaú pasa revista a los efectos de los ajustes fiscales que emprende el Gobierno. El analista ecuatoriano radicado en Chile considera que el recorte al gasto público generará menos crecimiento.

    El Gobierno presentó el mes pasado un Plan de Prosperidad con varias medidas de reducción de gasto, entre ellas, ajuste a los subsidios. ¿Qué tan importantes van a ser los efectos de estas decisiones?

    Se están tomando medidas en la dirección correcta. Parte del problema que viene afrontando el Ecuador es porque hubo un exceso de gasto público en un momento de bonanza, y hacer un ajuste era necesario. El problema es que el ajuste se hizo cuando ya estaba el problema. En un momento en que la economía iba a moderar su tasa de crecimiento, con las medidas vamos a ver menos gasto público y con lo importante que es el gasto público en el Ecuador, creemos que habrá aún menos crecimiento.

    ¿Cómo ve Itaú al país en este contexto? ¿Han hecho ajustes a sus estimaciones de crecimiento para Ecuador?

    No tenemos todavía una estimación oficial, por la revisión a la baja que hizo el Banco Central a las cuentas nacionales del 2017. El problema es que no sabemos a qué parte del año lo hicieron y eso es determinante para la proyección que uno hace del año. Estábamos proyectando un crecimiento cercano al 1,5% este año antes de la revisión del BCE. Pero entre el efecto que podría traer la revisión, más el anuncio del plan de austeridad, el crecimiento podría ser de 0,5 y -0,5%.

    ¿Qué tan efectivas serán las medidas? ¿Qué se puede esperar para el próximo año?

    El Ministro de Finanzas no ha sido categórico al decir que el crecimiento va a caer, pero uno no puede esperar que con un ajuste como el anunciado, de USD 1 000 millones, no vaya a caer el crecimiento. La estimación para el 2019 dependerá de lo que pase con el precio del petróleo y lo que ocurra con la guerra comercial. Las medidas se están tomando con una visión de mediano plazo, pero la gente va a sentir el costo inmediatamente. Mi sensación es que va a ser tan severo el efecto del ajuste a medida que se vaya implementando, que el Gobierno tendrá que parar un poco. Eso se ha visto en otros países. Para el 2019, perfectamente se podría esperar un crecimiento negativo. Es probable que el consumo se debilite a pesar de que la casa se empiece a ordenar y, probablemente, veremos una tasa de desempleo mayor a la que ya se ha registrado.

    En este escenario, se ha criticado que el Gobierno dio prioridad al discurso de atracción de inversiones, que llegarían más al largo plazo. ¿Se debieron priorizar las medidas de ajuste antes que los incentivos?

    Se puede pensar que el ajuste fiscal lo pudieron empezar a hacer el año pasado, cuando el petróleo estaba subiendo y los inversionistas afuera estaban buscando retorno, pero es difícil ser abiertamente crítico con los tiempos o con el menú de medidas que se tomaron, porque la situación era compleja antes que el presidente Moreno asumiera el cargo.

    La sentencia de La Haya en el caso Chevron, ¿cómo afecta a la imagen del país ante inversionistas?

    Es una mala noticia, porque muestra algo importante de cara al reto de desarrollo a mediano plazo del Ecuador, y es que todavía hay fragilidad en la institucionalidad, en este caso, la institución judicial. Esto muestra la importancia de tener instituciones independientes. El inversionista desde fuera puede ver que el precio del petróleo está subiendo, pero preguntará cuál es la seguridad jurídica que le ofrece el país. Lo que deja ver el fallo de La Haya es que hay dudas respecto de cómo operó la justicia. Es una mala señal no solo de cara al tema fiscal inmediato, si hay que pagar el dinero, sino también en relación con cuál es la seguridad jurídica que pude ofrecer Ecuador.

    Otro de los retos es el acceso a financiamiento. Luego de las últimas operaciones, como la de Goldman Sachs y del BID, ¿se podría pensar que acudir al FMI ya no es una opción para el Ecuador?

    De todas maneras, Ecuador tendrá que acudir al FMI; países con situación fiscal más ordenada como México y Colombia tienen una línea de crédito flexible con este ente, porque es una línea de emergencia abierta y el FMI no es terriblemente severo en el momento de cobrar.

    ¿Solo se está aplazando la decisión?

    El año pasado tuvimos un déficit fiscal que estuvo encima del 5% del PIB. En este escenario, cualquier fuente de financiamiento a un costo racional está bien. Este año vamos a tener déficit menor al 5%, que tuvimos en el 2017, pero todavía vamos a acumular deuda. Si hay que acudir de manera ordenada y responsable, no lo veo mal. El problema es que Ecuador tiene un colchón de reservas de menos de 5% del PIB. Perú, que no está dolarizado, tiene 30%. Brasil tiene 20% y Colombia 18%. Obviamente hay liquidez, pero por el lado monetario, que son las reservas, no hay espacio para mucho. Me parecería poco acertado no ir al FMI.

    En Sudamérica, la economía de Argentina es de las que genera más preocupación. ¿Cuál es el impacto que tendrá en la región esta crisis? ¿Qué proyecciones hace Itaú?

    El peso argentino sufrió un ataque especulativo, los inversionistas y los propios argentinos desconfiaron de la capacidad del Banco Central de controlar la inflación y se fueron al dólar. Eso ha generado al Banco Central un agujero sin fondo. En febrero, cuando Argentina era la niña de los inversionistas, nuestra proyección de crecimiento era de 3,5% de expansión, pero ahora lo ajustamos a 2,2% de contracción. El deterioro ha sido muy rápido. Uruguay es de los países más afectados, porque dependen mucho de lo que pasa en Argentina. También para la industria manufacturera brasileña habrá un impacto, porque el mercado más importante de manufacturas de ese país es Argentina.

    ¿Cómo está el panorama para la región este año? ¿Qué factores inciden en su desempeño económico?

    Los aranceles de los que habla el presidente de EE.UU. para China todavía no están implementados, la sensación es que Trump está amenazando para sentar a China a negociar. Además, las encuestas están mostrando que puede perder mayoría en el congreso. Con esos elementos, al final del año las cosas podrían calmarse y ayudaría a las materias primas, porque la región depende mucho de estas. Para la región estimamos un 1,1% de crecimiento, con la contracción de Argentina y el ajuste al crecimiento para Brasil por la incertidumbre política.

    ¿Cuál es el país que tendrá el mejor desempeño este año en Sudamérica?

    Parece que será Perú, que crecería 4,2%, este año. Es llamativo porque pensamos que el tema político por el cambio de Gobierno iba a afectar, pero las obras de infraestructura se han venido ejecutando y el empleo y los salarios han crecido. Además, hay importantes proyectos de inversión minera que se están ejecutando.

    Miguel Ricaurte, economista jefe para la región andina del Banco Itaú pasa revista a los efectos de los ajustes fiscales que emprende el Gobierno. Foto: Patricio Terán /  EL COMERCIO
    Miguel Ricaurte, economista jefe para la región andina del Banco Itaú pasa revista a los efectos de los ajustes fiscales que emprende el Gobierno. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
  • Con la economía posiciona su nombre en Chile

    Evelyn Tapia

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    Antes de llegar al sexto curso del colegio, Miguel Ricaurte Bermúdez solo tenía un plan para su futuro: iría a trabajar con su papá, Miguel, en la pequeña empresa familiar de productos químicos y perfumes.

    Corría el año 1994 cuando Ricaurte, quiteño, hijo mayor de una profesora de kinder y de un emprendedor, recibió por primera vez una clase sobre economía.

    Estudiaba en el Colegio Americano de Quito con una beca parcial, porque su mamá daba clases ahí. “El profesor de esa clase me abrió los ojos. Me di cuenta de que eso era lo que me gustaba de verdad”, recuerda Ricaurte.

    En ese momento su plan cambió. La economía se convirtió en su disciplina favorita y lo es hasta ahora, que tiene 40 años.

    Su formación desde ese primer acercamiento en el colegio a esta materia la obtuvo en tres países. Se graduó como economista en la Universidad San Francisco de Quito; cursó una maestría de Economía Aplicada en la Universidad de Chile; y obtuvo un PhD en Economía por la Universidad de Minnesota.

    Además de economía, es aficionado a la lectura de ciencia ficción. Sus libros favoritos son ‘Yo Robot’, de Isaac Asimov, y las ‘Crónicas Marcianas’, de Ray Bradbury.

    Pero su tiempo más valioso lo dedica a su faceta de papá. Está casado desde hace 11 años con Gabriela Argüello, con quien tiene dos hijos, de 4 y 2, años que nacieron en Chile, en donde está radicado desde el 2009.

    “Antes éramos la típica pareja que salía a comer, al cine, a bailar. Ahora somos de ir al parque con los niños, llevar a los dos perritos; de ir al zoológico”, cuenta.

    Cuando Ricaurte recuerda su paso por las tres universidades no lo menciona, pero basta revisar su hoja de vida, siempre fue un buen alumno y gracias a ello, estudió becado. “Es lo más importante que me han dado mis papás, ellos siempre me dijeron que yo podía ser lo que quisiera, siempre que me esforzara”.

    En el colegio fue el mejor egresado, lo que le permitió tener una beca en la Universidad San Francisco. Ahí se graduó con honores y recibió la distinción Suma Cum Laude por sus calificaciones.

    Cuando aplicó a la maestría en Chile, consiguió una beca de la Fundación Kas. En la Universidad de Minnesota, cuando cursó el doctorado, obtuvo una beca de investigación con la que tuvo la oportunidad de dar clases como parte del convenio. Como profesor en Minnesota, además, recibió el premio al Profesor Destacado.

    Gustavo Arteta, que fue su profesor en la Universidad San Francisco y quien lo guío para que postule al doctorado, recuerda que además de ser un excelente alumno, Ricaurte era un joven muy decidido.

    Él recuerda que Ricaurte, que sabía que él trabajaba en la Dirección de Estudios para el Desarrollo (Cordes) y le pidió que le permita hacer prácticas.“Con cortés y simpática insistencia me convenció su disposición para aprender, trabajar y contribuir. Así que lo invité a hacer una pasantía”.

    Hoy Ricaurte ejerce el cargo de economista jefe en la sede en Chile del Banco Itaú, una institución financiera de capitales brasileños con participación en seis países.

    Pero antes de trabajar en la banca privada, este economista quiteño fue funcionario del Banco Central de Chile, donde fue economista sénior en la gerencia de análisis macroeconómico .
    También fue representante por ese país ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Cuenta que se sintió honrado cuando José de Gregorio, entonces gerente del Central, lo eligió.

    Al contar su trayectoria, se da cuenta de que no ha podido aportar como economista en Ecuador. “Era algo que yo quería desde que empecé a estudiar economía, aportar con mis conocimientos en lo social, pero no se ha dado”, dice.

    Y en seguida añade que va a volver a Ecuador, aunque aún no sabe cuando. Es un sueño por cumplir.

    Su área de trabajo en el edificio de Itaú, en el sector Nuevas Condes, es la que se conoce como “la mesa de dinero”. Es un espacio lleno de escritorios, en donde laboran los equipos que se dedican a comprar y vender dólares y los que manejan el dinero y deciden dónde y cómo invertir.

    Como economista jefe, Ricaurte está encargado de analizar cifras y el comportamiento económico de Chile para hacer proyecciones del desempeño del país y es vocero en medios de comunicación cuando se requieren análisis.

    Su esposa dice que esta última faceta de su trabajo se le da muy bien. “Es una persona muy abierta, tiene mucha facilidad de palabra, se expresa muy bien”, cuenta.

    Argüello además destaca que su esposo es un papá “orquesta”, con quien comparte todas las tareas del hogar y el cuidado de los niños.

    Su cv

    Básico. Estudió en el Colegio Americano y fue el mejor egresado de su promoción.
    Pregrado. Es licenciado en Economía por la Universidad San Francisco, en donde obtuvo el reconocimiento Summa Cum Laude.
    Posgrado.  Obtuvo una beca para obtener un PHD en Economía en la Universidad de Minnesota. Ahí dictó clases y obtuvo el Premio Profesor Destacado.

    Miguel Ricaurte desarrolla su carrera profesional en el Banco Itaú, en Chile. Por sus conocimientos en economía participa de entrevista en medios de comunicación chilenos.  Foto: Cortesía
    Miguel Ricaurte desarrolla su carrera profesional en el Banco Itaú, en Chile. Por sus conocimientos en economía participa de entrevista en medios de comunicación chilenos. Foto: Cortesía